¡Que Viva México! del director Luis Estrada es una de las cintas de Netflix que mayor furor ha causado en la plataforma, por lo que a continuación resolveremos tus dudas y te explicaremos el final de esta cinta, la cual sigue siendo de las más vistas en la plataforma.

Pero antes, te contamos de qué trata la cinta para luego hablar de su desenlace: la película aborda la historia de Pancho Reyes (Alfonso Herrera), un clasemediero que abandonó su pueblo y se olvidó de su familia sin embargo, un día se entera que su abuelo, el próspero minero Don Francisco Reyes ha muerto y Pancho podría ser su heredero. Y movido por la avaricia se regresa a su pueblo La Prosperidad para tratar de recuperar algo que cree que es suyo lo que despierta las más bajas pasiones de su familia, con quien empieza una guerra soin cuartel por la herencia.

Este es el final explicado de ¡Que Viva México!

En los minutos finales de ¡Que Viva México! vemos cómo Pancho regresa a su empresa pero en esta ocasión está trabajando como limpiador para luego, regresar a su casa y toparse con su familia sin embargo, esto es un sueño ya que en la realidad sus parientes ya viven con él desde hace un tiempo. Y con Pancho regresando a su trabajo se termina la cinta sin embargo hay más. 

Para empezar la vida de Pancho ya ha cambiado ya que ahora no solo vive con su familia nuclear, sino que además carga ahora con su familia extendida, a la que deberá mantener ya que todos viven en la misma casa. Además hay que tener en cuenta que el protagonista perdió la herencia por diversos motivos. De esta manera ahora todos deberán vivir y trabajar juntos para poder recuperar algo del bienestar con el que alguna vez soñaron. 

De esta forma ¡Que Viva México! termina con una especie de moraleja en la que en un principio Pancho anhelaba quedarse él con la herencia de su abuelo sin embargo, ahora sin la herencia deberá vivir con sus familiares a con quienes en la película se peleó, pero que ahora serán su único recurso para poder salir adelante. Como puedes ver es un final algo desalentador pero sirve como una lección para demostrar que la ambición puede llevarnos a lugares muy desafortunados.