[Vita di Galileo]. Famosa biografía redactada por su último discípulo Vincenzo Viviani (1622-1703); su verdadero título es Racconto istorico della vita di Galileo, y toma la forma de una carta dirigida al príncipe Leopoldo de Médicis, publicada en 1717.
Actualmente aparece recogida en el volumen XIX de la edición nacional italiana de las Obras de Galileo. El testimonio de Viviani se propone hacer resaltar la humanidad, el amor al estudio y la abnegación del gran científico. «Jovial y de aspecto jocundo», sobre todo en la vejez, de cuerpo macizo, de estatura regular, el «Signor Galileo» poseyó una formidable resistencia a las fatigas físicas y espirituales; con frecuencia se encontró, no obstante, sujeto a enfermedades graves: los padecimientos del cuerpo, unidos a los trabajos del espíritu en el curso de 48 años, muestran en realidad la nobleza espiritual de un científico que dedica toda su existencia al progreso humano. Galileo amaba la soledad y el campo, pero le complacían particularmente las visitas de los amigos y de los estudiosos.
La afabilidad y la sutileza de sus conversaciones se consideran ejemplares en comparación con lo que era acostumbrado en aquel siglo: una rigurosa doctrina se aliaba en él a la exquisitez y a la sencillez en el decir. Viviani recuerda a los conocidos y amigos de Galileo que llegaron a formar su escuela, desde Castelli a Torricelli. Como toscano de viejo cuño quería siempre unir la especulación más ardua de la verdad a una nativa sencillez de observador. Por el estudio de las pasiones humanas se siente próximo a las creaciones de Ariosto como a las de Petrarca y de los grandes líricos italianos y pudo influir profundamente, con la riqueza expresiva de sus obras científicas, sobre la mejor prosa literaria de aquella época.
El retrato de Vincenzo Viviani, uno de los primerísimos testimonios de la escuela galileana y de la naciente «Accademia del Cimento», conserva un notable valor histórico y humano incluso dentro de la literatura biográfica moderna.
C. Cordié