22 de enero de 1901: muere la reina Victoria del Reino Unido, la “abuela de Europa” que dio nombre a una época - El Orden Mundial - EOM
22 de enero de 1901

22 de enero de 1901: muere la reina Victoria del Reino Unido, la “abuela de Europa” que dio nombre a una época

Victoria del Reino Unido murió tras un largo reinado conocido como la era victoriana. Durante esos 63 años, el país experimentó importantes cambios sociales y económicos y se convirtió en uno de los imperios más poderosos del mundo.
22 de enero de 1901: muere la reina Victoria del Reino Unido, la “abuela de Europa” que dio nombre a una época
Estatua del Victoria Memorial al final de la gran calle The Mall, en Londres. Fuente: Paul Hampshire (Flickr)

Alejandrina Victoria de Hannover nació en 1819 en Londres, hija de Eduardo de Hannover, hijo a su vez de Jorge III del Reino Unido, y de la princesa alemana Victoria de Sajonia-Coburgo-Saalfeld. Aunque al nacer era la quinta en la línea de sucesión, ascendió al trono con dieciocho años en 1837, tras la muerte de su tío Guillermo IV, ya que el resto de herederos, incluido su padre, habían muerto años antes y sin más hijos que les sobreviviesen. Debido a la ley sálica de Hannover, por la que las mujeres no podían heredar el título, Victoria fue la última reina británica de esta dinastía. Desde entonces reina la casa de Sajonia-Coburgo-Gotha, renombrada como Windsor en 1917, para romper con su herencia alemana durante la Primera Guerra Mundial.

Victoria se casó en 1840 con su primo materno, Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, que se convirtió en un pilar de su vida y con el que tuvo nueve hijos, a quienes casó con miembros de distintas casas reales europeas. Llegó a tener 42 nietos repartidos en distintas monarquías, por lo que se la conoce como “la abuela de Europa”. Su reinado fue el segundo más longevo del Reino Unido, solo superado por el de su tataranieta, la reina Isabel II. Duró 63 años y se le llama “época victoriana”, un periodo de cambios por la Revolución Industrial y de auge británico como potencia imperial. 

Victoria del Reino Unido, una potencia en cambio

Como soberana de una monarquía constitucional, Victoria tenía un poder político limitado que se redujo aún más durante su reinado, pero logró ejercer influencia. Primero mostró su predilección por el Partido Liberal, los whigs, provocando la crisis de gobierno de 1839. Más adelante moderó sus posicionamientos, pero siguió intentando favorecer a sus candidatos preferidos, como el conservador Benjamin Disraeli en 1880. Aun así, su papel en los profundos cambios que vivió el Reino Unido en la época victoriana fue secundario. 

El principal motor fue la Revolución Industrial de las décadas anteriores, por la que el Reino Unido vivió una expansión económica que provocó un éxodo rural, el crecimiento de las ciudades y el surgimiento de los burgueses y las clases obreras. Poco a poco las condiciones de vida mejoraron y se extendieron los derechos sociales, como la ampliación del sufragio a hombres de clases más populares o que las mujeres casadas pudiesen tener propiedades. Al mismo tiempo, el periodo se caracterizó por las hambrunas de 1840, la desigualdad y una estricta moralidad, con una clara distinción de roles entre sexos y unas relaciones sociales marcadas por el puritanismo.

La propia Victoria personificó estas contradicciones, ya que fue la mujer más poderosa de su época, pero delegaba en su marido y consideraba que las mujeres no estaban hechas para la política. Tras la muerte del príncipe Alberto en 1861, cayó en depresión, se retiró de la vida pública durante años y llevó el luto el resto de su vida. En consecuencia, disminuyó su popularidad y creció el republicanismo. Aun así, no abandonó sus funciones de soberana y, de hecho, su mediación a favor de la paz evitó que el Reino Unido interviniera en la guerra entre Prusia y Dinamarca en 1864 y que Francia y Alemania entrasen en otra en 1875. 

Símbolo del imperio más poderoso del mundo

El desarrollo económico y demográfico de la Revolución Industrial también propició que el país se convirtiera en una potencia imperial en la época victoriana. En esas décadas, el Reino Unido se expandió por el Pacífico, controlando Nueva Zelanda, Fiji o Papúa, y por Asia, con el Punyab, Baluchistán, Hong Kong o la India, considerada “la joya de la Corona”. De hecho, Victoria añadió a su lista de títulos el de emperatriz de la India en 1876.

Además, los británicos tejieron una red de enclaves del Pacífico al Mediterráneo, asegurando su poder comercial con el control de estrechos como Malaca o Gibraltar. El Reino Unido también fue uno de los principales beneficiados del reparto de África en la conferencia de Berlín de 1884 y 1885, por la que llegó a controlar casi toda África Oriental de norte a sur.

Victoria del Reino Unido nunca viajó a sus territorios de ultramar, pero llegó a ser soberana de un quinto de la superficie terrestre y de más de un cuarto de la población mundial. Así, se convirtió en el símbolo de un imperio que perduraría durante décadas y del que aún quedan vestigios, como la Commonwealth. En sus jubileos de oro y de diamante en 1887 y 1897, se puso en valor su figura imperial y consiguió recuperar la popularidad perdida. Finalmente, la reina Victoria murió el 22 de enero de 1901 en su residencia de la isla de Wight, a causa de una hemorragia cerebral. La sucedería en el trono su hijo Eduardo VII.

Alba Leiva

Madrid, 1997. Redactora en El Orden Mundial. Graduada en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense y Máster en Geopolítica y Estudios Estratégicos por la Universidad Carlos III. Me interesa la política internacional, la geopolítica de los recursos, las nuevas tecnologías y la cultura.

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