¿Quién ataca a la memoria histórica?
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¿Quién ataca a la memoria histórica?

Avatar del Jaime Ignacio Del Burgo Jaime Ignacio Del Burgo14/04/2024
“Es necesario difundir historias ante el ataque a la memoria histórica”. Así respondieron a este periódico Cristina Durán y Miguel A. Giner Bou, autores de un comic sobre un trágico acontecimiento ocurrido en Valencia en 1942. María Pérez Lacruz, alias “la Jabalina”, fue acusada de haber cometido un asesinato durante la guerra civil. Un tribunal militar, sin pruebas, según los autores del comic, la condenó a muerte. La sentencia se cumplió, María Pérez era anarquista, militante dela Federación Anarquista Ibérica (FAI), y de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Tanto en Europa como en España el anarquismo cometió gravísimos atentados, demostrando un total desprecio por el derecho a la vida. 
Por centrarnos en nuestro país, asesinaron a tres presidentes del Gobierno: Antonio Cánovas (1898), José Canalejas (1912 y Eduardo Dato (1921). Cuando después de su boda celebrada el 31 de mayo de 1906, Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia de Battenberg, se dirigían al Palacio Real, a su paso por la calle Mayor un anarquista lanzó una bomba desde un balcón. Los Reyes salieron ilesos pero los muertos fueron 28 y los heridos más de 100. Atentaron también contra altos mandatarios de la Iglesia, como el cardenal arzobispo de Zaragoza, Juan Soldevila, a quien asesinaron en1923. Y así hasta casi el infinito.
Los hombres y mujeres de la Columna Durruti, un renombrado anarquista, constituida al inicio de la guerra civil, cometió en Cataluña y Aragón toda clase de tropelías, con cientos de asesinatos. Para hacer triunfar a la revolución, llegó a decir Durruti, solo necesitaba “una buena fosa común”. Hoy, con el amparo de la Ley de Memoria Histórica, se le honran con calles en España como la Avenida de Buenaventura Durruti en Getafe. María “la Jabalina”, cuyo apodo habla por sí mismo, formó parte de la llamada “Columna de Hierro”, desgajada de la “Columna Durruti”, Su crueldad y bandolerismo se recuerda en toda Valencia y en todo el Levante, pues fueron los propios lugareños republicanos quienes hicieron frente a la Columna, junto a tropas del Ejército, Se les atribuye numerosos crímenes entre ellos el asesinato de un gran número de personas de filiación derechista. Los fusilaban masivamente en el muro de Paterna en Valencia. Seis años después en el mismo lugar sería fusilada “la Jabalina”. Pero no se piense que la Columna de Hierro cayó después de luchar heroicamente contra el ejército nacional. Acabó disuelta por los bombardeos republicanos y por la acción de las milicias comunistas que los masacraron en la capital valenciana. María Pérez Lacruz se habría salvado de su destrucción.
Puestos a elegir protagonistas para su comic, Durán y Giner podrían haberse inspirado en el asesinato de 19 anarquistas en Casas Viejas, un pueblo mísero y hambriento por aquel entonces, de la provincia de Cádiz. Los autores no fueron fascistas. En enero de 1933 era presidente del Gobierno Manuel Azaña y su íntimo amigo, Casares Quiroga, ministro de Gobernación. Considerar a Azaña como el gran estadista español del siglo XX es una desmesura, porque se puede tener altura intelectual, pero no saber gobernar. Azaña fue el principal responsable del fracaso de la República. No resolvió ninguno de los grandes problemas económicos y sociales de una España en caída libre. Impulsó una Constitución sectaria, no sometida a referéndum popular, donde estaba el germen de la “polarización” de las dos Españas. Suya es la frase “España ha dejado de ser católica”. Dio cobertura constitucional a la mayor persecución de la Iglesia católica jamás vivida en la Europa occidental. Recomiendo la lectura de un informe de Mainel Irujo, nacionalista navarro, irrelevante ministro durante la mayor parte de la contienda, denunciando en enero de 1937 la prohibición del culto, el asesinato de miles de sacerdotes y la permisividad ante el incendio y saqueo de numerosas iglesias, entre ellas todas las de Cataluña. El socialista marxista leninista, Largo Caballero, se mostró indiferente.
Los sucesos de Casas Viejas conmovieron a España y le obligaron a dimitir el 12 de septiembre de 1933. Un grupo de anarquistas se sublevó en enero de 1932. Secundaban la huelga general revolucionaria convocada por la CNT. Los dirigía un anarquista apodado “Seis dedos”, Se enfrentaron a la Guardia Civil y mataron al sargento jefe y a un agente. El Gobierno reaccionó enviando una compañía de la Guardia de Asalto, creada por Azaña para defender a la República porque no confiaba en la Guardia Civil. Resumo lo ocurrido. “Seis dedos” y cinco anarquistas, dos mujeres y un niño se atrincheró en una cabaña con el techo de paja. Rechazaron la rendición. Los de Asalto incendiaron la choza. Murieron calcinados, “Seis dedos”, una mujer y un guardia civil apresado como rehén, La reacción de los de Asalto fue disparar a bocajarro contra doce anarquistas detenidos a su llegada al pueblo Así informó el ministro de Gobernación, Casares Quiroga sobre las bajas en Casas Viejas: “Revoltosos: 18 o 19 [muertos]. Bajas de las fuerzas: un sargento de la Guardia Civil, grave; un cabo grave; un guardia de Asalto, muerto; dos cabos y dos guardias de Asalto, heridos”. El guardia de Asalto era un guardia civil. La investigación demostró que Azaña había exigido mano dura –así lo reflejo en su propio diario- y que Casares Quiroga ordenó tirar a dar. Se discute si dijo “Tiros a la barriga”, pero el resultado fue ese. Diego Martínez Barrio –Gran Maestre de la Provincia Oriental de la Masonería y que poco después se convertiría en presidente del Gobierno lanzaría a Azaña en el Congreso esta tremenda diatriba: “Sois el gobierno de la sangre, el fango y las lágrimas”.
Todo esto sucedió hace casi cien años. La Memoria Histórica y Democrática sólo busca rehacer la historia para demostrar que los “herederos de la derecha” son reos de lesa traición a la democracia. Solo la izquierda tiene derecho a gobernar. Pero convertir en demócratas a los que lucharon en el bando “republicano”, más bien “rojo”, compuesto por socialistas marxista, comunistas y anarquistas es un atentado contra la memoria histórica.
Jaime Ignacio del Burgo. Expresidente del Gobierno de Navarra
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