Qué ver en Venecia: sus imprescindibles entre canales

1. Basílica de San Marcos

Aunque los primeros pobladores llegaron a la laguna -que ya formaba parte del Imperio romano- en el año 452 huyendo de los invasores del norte, el momento crucial del nacimiento de Venecia hay que buscarlo en el año 828, cuando se levantó la basílica de San Marcos para custodiar las reliquias del santo que unos mercaderes venecianos habían traído desde Alejandría.

 

Muchos de los visitantes se adentran a la basílica para, precisamente, contemplar las reliquias del santo custodiadas en la Pala d’Oro (retablo de oro), una espectacular obra de orfebrería formada por 255 paneles de oro y 2.000 piedras preciosas. Otros para apreciar las paredes y techos recubiertos de oro, los suelos de mármol y una incalculable colección de arte...

 

 

 

2. Plaza San Marcos

Enfrente, a lo largo del siglo IX, se construyó la Plaza San Marcos, donde antaño se celebraban los principales acontecimientos, sobre todo durante la etapa de mayor auge de la República Veneciana, entre los siglos XIII y XVI. Centro de la vida veneciana en todas las épocas, la plaza es también la coordenada más transitada entre los turistas que llegan a la ciudad atraídos por su excepcionalidad. Como curiosidad, es el único espacio urbano de Venecia que recibe propiamente el nombre de "piazza", ya que todos los demás espacios en forma de plaza se denominan propiamente "campi".

 

Su cuerpo principal, que mide 170 metros de largo, tiene forma trapezoidal y se anexa a otras zonas: la Piazzeta San Marco y la Piazzeta dei Leoncini. La plaza propiamente dicha está rodeada por las Procuratie Vecchie (1514-1532), pegada a la Torre dell'Orologio, donde están las famosas famosas estatuas de los Moros que dan las horas, y las Procuratie Nuove (1585-1640), un conjunto de edificios identificable por los pórticos continuos donde se encuentrn el Museo Archeologico Nazionale. También hay históricas cafeterías que siguen la tradición iniciada a finales del siglo XVI con la llegada de Constantinopla de granos de khavè. La primera tienda de café abrió en 1683 en la plaza y, un siglo después, ya había 34 puestos que lo vendían. Uno de los lugares preferidos era el Caffè Florian, inaugurado en 1720 bajo el nombre de Alla Venezia Trionfante, y que aún hoy es un lugar especial.

 

 

3. Palacio Ducal

En la Piazzeta San Marco se encuentra el Palcio Ducal,esidencia de los dogos desde el siglo IX, también fue sede del Gobierno y de la corte de Justicia, además de prisión. En el interior se suceden los Apartamentos Ducales, los patios, las prisiones y el puente de los Suspiros, visible exteriormente desde los canales contiguos a la plaza. La salida se realiza por la Porta della Carta (puerta del papel), justo frente al Campanile, desde donde se obtienen una de las vistas más bellas de la ciudad. Todavía más fascinantes son las de San Giorgio Maggiore, en la isla que emerge frente a las dos columnas de la Piazzetta de San Marcos, coronada una con el león alado de San Marcos y la otra con la escultura de san Teodoro.

 

 

 

 

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4. Puente de Rialto

Las escaleras de piedra del icónico puente de Rialto unen los barrios de San Marco y San Polo desde que acabó de construirse en 1591 sobre un puente del siglo XIII. Hasta el siglo XIX, era la única forma de cruzar el Gran Canal a pie; después se construirían los puentes de la Accademia, de Scalzi y de la Constituzione. A lo largo de los siglos, Rialto sufrió varias modificaciones y ampliaciones gracias a la creciente importancia del mercado del que tomaría su nombre. Ubicado en la orilla oriental del canal, hoy aglutina locales que compran pescado y verduras frescas y visitantes curiosos.

 

Junto al puente, que atraviesa el Gran Canal en su punto más estrecho, se hallan, en su lado izquierdo, el palazzo dei Camerlenghi, las Fabbriche Vecchie y Nuove. En el lado derecho, Correos, el Fondaco dei Tedeschi. Este último, justo al lado del puente de Rialto, es hoy un centro comercial de lujo que tiene en su azotea uno de los mejores miradores de la ciudad. Las vistas del Gran Canal permiten realizar un viaje por la historia y el arte de la ciudad contemplando grandes residencias de patricios y palacios bizantinos, renacentistas, barrocos, clásicos... entre los que destacan Ca d’Oro, Ca’Pesaro o los palacios Grassi y Barbaro. 

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5. Ca d'Oro

El palacio más famoso del Gran Canal y el ejemplo más impresionante del gótico veneciano fue construido por Marino Contarini, miembro de una acaudalada familia de dux de la ciudad. Contarini lo erigió sobre los cimientos de un antiguo palacio, adaptándose a sus dimensiones y dando como resultado la asimetría tan característica de su fachada.

 

Junto con el contiguo palacio Giusti, es sede de la Galleria G. Franchetti, que guarda valiosas obras de Carpaccio, Sansovino, Tiziano, Jean Van Eyck y Van Dyck, así como el San Sebastián de Andrea Mantegna. El patio interior está completamente revestido de ladrillo rojo, en el que destacan dos elementos de piedra de Istria.

 

6. Librería Acqua alta

En este mítico lugar, centenares de libros sobreviven al paso del tiempo y al acqua alta. Luigi Frizzo abrió esta librería hace 20 años en el sestiere de Castello, donde reunió objetos de todo tipo entre los libros, como góndolas, bañeras, barcas... que acabarían convirtiéndose en un mobiliario extraordinario. Al fondo, una escalera hecha de libros atrapa todos los visitantes curiosos por subir y alcanzar a ver el canal y la Corte Botera, que en los cómics Corto Maltese de Hugo Pratt se llamaba Corte Sconta.

 

En la primera sala, se recopilan volúmenes dedicados a Venecia, su historia y tradiciones, pero también dedicados al arte y al cine, al deporte y a la música. Más adelante, se encuentran los best sellers y, sobre todo, a los cómics. Todo bien recogido dentro de un catálogo que está en la mente del señor Frizzo.

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7. Galleria dell'Academia de Venecia

Frente al puente de la Academia y al palacio Franchetti, las Galerías de la Accademia constituyen la mayor colección de pintura veneciana y véneta de los siglos XIV a XVIII. Se fundaron en 1750, cuando la República de Venecia decidió dotar a la ciudad de una Academia de pintores y escultores. Durante la ocupación napoleónica de 1807, la Escuela de Arte y sus obras fueron trasladadas a un lugar más digno y cómodo, donde se encuentran actualmente los tres importantes edificios religiosos de la Scuola Grande di Santa Maria della Carità, la Iglesia de Santa Maria della Carità y el Monastero de Canonici Lateranensi. Entre 1816 y 1856, las Galerías de la Academia se enriquecieron con las colecciones Molin, Contarini, Renier y Manfrin, dotando a estas galerías de obras maestras indiscutibles del arte italiano.

 

Hoy, las Gallerie dell'Accademia albergan una extraordinaria colección de pintura veneciana que abarca desde el bizantino del 1200, pasando por el gótico, hasta artistas del Renacimiento como Bellini, Carpaccio, Giorgione, Veronese, Tintoretto y Tiziano, hasta Giambattista Tiepolo y los vedutisti del 1600, Canaletto, Guardi, Bellotto y Longhi. Todos ellos artistas que influyeron en la historia de la pintura europea.

 

8. Colección Peggy Guggenheim

Más adelante, en dirección a la punta della Dogana y a orillas del Gran Canal, se halla la Collezione Peggy Guggenheim. Antigua residencia de la coleccionista norteamericana, invita a adentrarse en el fascinante mundo del cubismo, el futurismo, la abstracción, el surrealismo y el expresionismo con piezas de Picasso, Magritte o Pollock, entre muchos otros. Cuando Peggy regresó a Europa, su colección se expuso por primera vez en la Bienal de Venecia de 1948, en el pabellón de Grecia, desarrollando la exposición más completa y coherente del modernismo presentada en Italia hasta entonces.

 

Después, compraría el Palazzo Venier dei Leoni, un edificio del siglo XVIII junto al Gran Canal, donde se instalaría definitivamente. En la actualidad, acoge la fascinante muestra de arte moderno y a los numerosos visitantes fascinados tanto por la arquitectura del edificio como por la colección que acoge.

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9. Santa Maria della Salute

En el extremo del Gran Canal, en la Punta della Dogana, emerge la colosal basílica de Santa Maria della Salute. Diseñada por Baldassare Longhena, quien ganó un concurso al que se presentaron once proyectos, se construyó en 1631 en agradecimiento a la Virgen por el fin de la peste que había diezmado la población de Venecia el año anterior. Finalizada en 1687, su estilo barroco monumental deslumbra inevitablemente.

 

Este trozo de tierra en forma de triángulo entre el Canal Grande y el Canal della Giudecca, conforma un precioso diálogo entre San Marco (representante del estilo clásico), Santa Maria della Salute (barroco) y San Giorgio Maggiore (neoclásico).

 

 

10. El Frari y Scuola di San Rocco

Iniciada en 1335 sobre otra más pequeña, se finalizó y consagró en 1492. Dentro, este templo gótico guarda impresionantes obras de arte como l’Assunta e la Madonna di Ca’Pesaro de Tiziano, la escultura de San Juan Bautista en madera policromada, obra de Donatello, y la pirámide de mármol proyectada por Antonio Canova. Junto a la parte absidial de la iglesia se alza la Scuola Grande di San Rocco, construida entre 1516 y 1560, en cuyas salas se pueden observar las telas de Tintoretto, entre las que se encuentran la Anunciación, la Huida a Egipto, escenas de la Pasión y del Antiguo y Nuevo Testamentos. 

 

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11. Cannaregio, el barrio judío

Hay que trasladarse hasta el noroeste de Venecia para encontrar uno de los barrios más especiales de la ciudad. Su epicentro se encuentra en el Campo del Ghetto Nuovo, plaza principal del quartiere que en 1527 reunió a todos los judíos asentados que estaban previamente en la Giudecca. En este conjunto urbano, donde convivían judíos asquenazíes, judíos sefardíes y todos los hijos de la diáspora, se hablaban distintas lenguas y dialectos. Considerado el Ghetto más antiguo del mundo, conserva cinco sinagogas -dos de ellas abiertas al público-  en las que aún hoy se celebran servicios y ceremonias religiosas. Además, el ghetto sigue albergando todas las instituciones religiosas y administrativas de la comunidad judía de Venecia.

 

Es, también, uno de los barrios más concurridos por los venecianos. La fondamenta della Misericodia ofrece una rica variedad de bacaros y restaurantes de calidad. Il Paradiso Perduto es uno de los más conocidos y concurridos, donde los platos de pescado no paran de salir de la cocina. Otra de las especialidades es el Cacio e Pepe, un plato de pasta cocinado dentro de un enorme queso. Además, los conciertos que se celebran de vez en cuando atraen centenares de personas expectantes para adentrarse a uno de los locales con más tradición de Venecia. Cerca, Vino Vero cuenta con una gran oferta de vinos locales y cicchetti, igual que Mezzopieno, ubicado justo delante del Ghetto Nuovo.

12. Dorsoduro

En toda visita a Dorsoduro hay que dirigirse a la iglesia de San Pantaleon, no sin antes degustar alguno de los dulces de la centenaria Pasticceria Tonolo, fundada en 1886. Justo enfrente de Campo Santa Margherita, el templo dedicado a San Pantaleon esconde en su interior uno de los techos más fascinantes de Italia con El martirio de San Pantaleón, probablemente la pintura sobre tela más grande del mundo,que Gian Antonio Fiumani pintó entre 1680 y 1704.

 

La Venecia más festiva y popular en Campo Santa Margherita, ligada al mundo universitario. Entre bares y restaurantes, acoge un mercado de pescado y verduras justo enfrente de las siempre concurridas mesas del Caffè Rosso. Desde aquí, al atardecer merece la pena acercarse hasta Zattere, frente la isla de la Giudecca, y parar a degustar un ciccheti y un ombra (vaso de vino) en la Enoteca Schiavi o la Osteria de San Trovaso, justo en frente del squero de reparación de góndolas.