Arquitectura centenaria, callejuelas adoquinadas, un laberinto de islas llamativas y, por supuesto, los famosos canales que la atraviesan: Venecia es, literalmente, diferente a cualquier otro lugar. Aunque la capital del Véneto (una de las 20 regiones de Italia) es, sin duda, una maravilla, también es una ciudad muy real. El Gran Canal y la Piazza San Marco son lugares emblemáticos para los visitantes: sus sinuosas calles están llenas de cafeterías, heladerías y boutiques intercaladas entre palacios renacentistas e iglesias góticas. Pero, una vez que hayas visitado los sitios de interés obligatorios, como el Campanile de San Marcos y la Galería de la Academia, descubre los barrios menos conocidos como Cannaregio, Dorsoduro y Castello, donde la gente de allí se reúne en discretas trattorias para disfrutar del aperitivo por la tarde. Y no te pierdas las islas cercanas. A un corto trayecto en ferri, encontrarás Burano, conocida por sus complejos encajes y sus casas de colores vivos, y Murano, mundialmente famosa por su radiante cristal soplado a mano. Descubre más recomendaciones a continuación.