Hay una cosa sobre la que es imposible discutir: tu madre será siempre tu madre, por más mayor que te hagas, por más que te compres la ropa y viajes con tus amigos o tu pareja. Pero… ¿por qué no viajar con tu madre? Unas vacaciones con mamá pueden ser toda una aventura, sólo hace falta escoger el lugar perfecto.
Skyscanner te ha preparado diez ideas ideales para hacer feliz a tu madre, para que se releje y para que descubráis juntos lo bonito que es el Mundo. Porque el fondo ella te ha enseñado muchas cosas… así que ahora te toca a ti mostrarle lugares especiales.
Échale un vistazo a los vuelos baratos y a los hoteles de sueño para tus vacaciones con mamá y prepara una aventura que no olvidarás nunca.
1. Ir a un hammam en Estambul, Turquía
Apaga el teléfono, déjate el ordenador en casa, olvídate de la agenda, de hacer la compra… Un hammam es el lugar ideal para relajarte y dedicar todas las energías a ti mismo. En la preciosa Estambul hay muchísimos, pero si quieres lo mejor para tu madre, prueba el Cemberlitas Hamami, un oasis de paz en pleno corazón de la ciudad. Además de los clásicos baños turcos podrás probar masajes de todo tipo, aromaterapia, barro y muchos tratamientos que os harán sentiros espléndidas y jóvenes como nunca.
2. Visitar el Bazar de las Especias de Marrakech, Marruecos
Nos quedamos en los ambientes mediterráneos pero esta vez nos sumergimos en el caos de uno de los bazares más famosos del mundo, en el que es posible perderse detrás de montañas de objetos preciosos y vendedores pintorescos. Mamá, bienvenida a Marrakech. En medio de este alegre bullicio se os irán los ojos tras las lámparas coloridas, las alfombras y los pañuelos que os querréis llevar a casa. Pero tomaros un tiempo y pasad por las paradas de especias: hay para todos los gustos, con colores y perfumes seductores, perfectas para cocinar de una forma natural y darle un toque exótico a la casa.
3. Buscar el perfume perfecto en Grasse, Provenza
A las madres más tradicionales les encantará una escapada a la Provenza Francesa y, en particular a Grasse, una ciudad deliciosa a pocos quilómetros del mar que está considerada la capital mundial de la perfumería. Explorad su centro histórico, perderos entre la lavanda en flor (en Grasse hay un microclima perfecto para hacer crecer este tipo de plantas) y, por supuesto, visitad el laboratorio en el que nacen los perfumes más famosos del mundo. Seguro que encontráis uno perfecto para vosotras.
4. Hacer yoga y visitar el Ganges en Varanasi, India
El río sagrado de la India está rodeado de tantos significados simbólicos y rituales que lo mejor es verlo en persona para apreciarlo. Si a tu madre le gustan las tradiciones orientales o si quiere tomarse una pausa y huir del estrés del día a día, no hay nada mejor para el alma que visitar Varanasi, tomar una clase de yoga y meditar un poco. A lo largo del río Ganges podréis daros masajes, recibir bendiciones, reflexionar y daros un baño místico que os dejará como nuevas.
5. Ir de compras en Dubái, Emiratos Árabes Unidos
Más allá de la meditación y la paz para los sentidos, aquí va un cambio radical. Bienvenidos al centro comercial más grande del mundo, una especie de meca de las compras grande como 50 campos de fútbol. Más de 1.200 tiendas, un hotel de lujo, 22 salas de cine, más de 120 restaurantes y bares, un acuario y una pista de patinaje sobre hielo, todo esto bajo techo. Quizás no sea la experiencia más relajante del mundo, pero os gusta ir de compras, estaréis en el lugar perfecto. ¡Preparad la tarjeta de crédito!
6. Aprender a hacer macarons en París, Francia
Entre las idea para disfrutar del día de la Madre no podría faltar París, con su elegancia, las boutiques, las terracitas en la calle y… ¡los macarons! Si te gustan estos dulces sabrosos, adorables y multicolores, ¿por qué no aprendéis a hacerlos? Hay varias pastelerías y escuelas de cocina que dan clases que en pocas horas os permitirán convertiros en maestros del arte “macarónico”: del merengue de colores al relleno, hasta las decoraciones más elaboradas. Llévate a mamá al obrador y disfruta de vuestras creaciones dulces.
7. Disfrutar de un spa en Islandia
Islandia es un lugar maravilloso por muchísimos motivos y siempre vale la pena visitarla a lo ancho y lo largo. Si estás buscando un lugar verdaderamente especial para dejar a tu mamá con la boca vierta, llévala a disfrutar de las aguas termales de la Blue Lagoon, cerca de Reikiavik. Esta piscina azulísima y caliente en el centro de una planicie de lava es más que un espectáculo para los ojos, una experiencia indescriptible y la cita perfecta con tu madre. El establecimiento tiene todas las comodidades posibles y muchas atracciones (masajes, un hotel y un restaurante, por citar algunas). Ya estás reservando el vuelo, ¿verdad?
8. Tomar clases de salsa en Cuba
¿Tu madre es enérgica, le gusta bailar y la fiesta como si tuviera veinte años? La harás feliz si le regalas un curso de salsa cubana auténtica, con compañeros de baile expertos y especializados en los giros con una sensualidad contagiosa. No te preocupes si no tienes ni idea de bailes latinos: bastarán unos pocos minutos para que te ambientes. El único riesgo aquí es que tu mamá decida quedarse en Cuba para convertirse en la mejor bailarina de La Habana.
9. Ir en velero en Malta
¿Quién dijo que la navegación era un mundo de hombre? Si se trata de conseguir el bronceado perfecto visitando lugares de sueño, incluso la madre más sedentaria no podrá decir que no. Alquila un velero (mejor si viene con capitán incluido) en una de las islas del archipiélago maltés y dejaos llevar por las playas y calas secretas, preocupándoos sólo de poneros crema y disfrutar del paisaje. Y si te apetece un poco de aventura, no hay problema: la vida marinera está llena de momentos emocionantes que te dejarán muchos momentos emocionantes para contar a tus amigos cuando vuelvas a casa.
10. Pescar con las mujeres de Zanzíbar, Tanzania
No hacen falta motivos para convencer a alguien de visitar el archipiélago de Zanzíbar. Sus paisajes increíbles y sus tradiciones culturales fascinantes son la excusa perfecta. Aquí puedes llevar a tu madre si es muy viajera pero no os perdías para nada el momento de la pesca de las algas: cuando la marea baja grupos de mujeres de cualquier edad penetran en el mar a pie y recuperan grandes redes de telas de colores con las que recogen algas para hacer jabones, cremas y otros productos fundamentales para la economía local. ¿Por qué no os ponéis un pareo y os unís al grupo para disfrutar de un día de playa diferente?
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