La unidad especial de buceadores de combate, fondo documental defensa.com - Noticias Defensa Ayer Noticia
�Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
S�bado, 11 de mayo de 2024 Iniciar Sesi�n Suscr�base

La unidad especial de buceadores de combate de la Armada

Revista Defensa n�10 febrero de 1979, Arturo P�rez Reverte

Pocos minutos antes del amanecer, media docena de sombras silenciosas se deslizan hacia el mar desde los costados de la embarcaci�n, a dos millas de la costa. Van vestidos de caucho negro y transportan rollos de mecha y mochilas con explosivo de pl�stico. Orient�ndose por la br�jula y con ayuda del profundo metro nadan bajo el agua, a cinco metros de la superficie. Sus equipos de respiraci�n subacu�tica no dejan estela de burbujas; se trata de ox�geno en circuito cerrado, letal a m�s de ocho metros de profundidad, pero imprescindible para no dejar se�ales exteriores que alerten a un posible enemigo.

Tras franquear los rompientes, los hombres se arrastran sobre la arena de la playa, extendiendo un largo rect�ngulo de mecha r�pida en la que intercalan los panes de explosivo. Despu�s de conectar el conjunto de detonadores �protegidos de la humedad con preservativos� los buceadores proceden a la ignici�n del tramo de mecha lenta que, diez minutos m�s tarde, desencadenar� la explosi�n del conjunto. Tras una nerviosa ojeada al reloj de esfera luminosa, muerden de nuevo la boquilla de ox�geno, se sumergen y nadan con rapidez, alej�ndose de la zona. Deben poner quinientos metros entre ellos y la playa para no sufrir los efectos de la explosi�n. 

Foto: Los �kayacs� se utilizan para infiltraciones y golpes de comando. El adiestramiento comprende recorridos de hasta 50 millas.


Ma�ana se lanzar�n al mar en paraca�das, o nadar�n sin poder distinguir las manos ante los ojos, en aguas negras como boca de lobo, para colocar minas simuladas en el eje propulsor de un destructor �enemigo�. Saldr�n al mar por los angostos tubos lanzatorpederos de un submarino o remar�n a bordo de kayacs, ennegrecidos el rostro y las manos, vivaqueando durante tres d�as ocultos en las proximidades de una base naval, reuniendo informaci�n antes de lanzar un ataque submarino contra las unidades ancladas en la d�rsena. 
Son 47 hombres, 26 de ellos profesionales. Su trabajo es, quiz�, el m�s duro de las tres armas que integran las Fuerzas Armadas Espa�olas. Ellos constituyen la Unidad Especial de Buceadores de Combate. 
�Pero no crea que somos superhombres. La mitad de nuestro grupo est� formada por tipos bajitos que no pesan m�s de 65 kilogramos.� 
La UEBC, con base en la ciudad mediterr�nea de Cartagena, est� integrada org�nicamente en el Centro de Buceo de la Armada (CBA). Sus efectivos proceden del Cuerpo General, Infanter�a de Marina y M�quinas. Todos los voluntarios ingresan en la Unidad tras la agotadora �puesta a punto� que supone el paso previo por el Centro de Instrucci�n de Buceo (CIB). S�lo cuando los hombres saben moverse bajo el mar con la misma soltura que sobre la tierra, se les considera v�lidos para comenzar el duro camino que los convertir� en buceadores de combate. 

Foto: Ejercicio de abandono y recogida. Los hombres se arrojan al mar desde una LCP a toda m�quina.

EL PEZ QUE SALE DEL AGUA... 
Con pantal�n corto y camiseta, apagada su voz por el rumor de la resaca contra la playa, el capit�n Chicharro explica a los hombres c�mo dinamitar los obst�culos antes de un desembarco. Con el cigarrillo en los labios, el sargento Solivelles distribuye las mochilas cargadas con explosivo pl�stico. Los hombres, sin m�s equipo que un cuchillo y sus gafas submarinas, inhalan aire y se sumergen en el agua, colocando las cargas. 

Foto: Su doctrina t�ctica inicial se inspir� en los UDT y SEAL norteamericanos.

�En estos momentos, la Unidad est� formada por 26 profesionales, entre oficiales y suboficiales, y 21 �bays� Los �bays� son los buzos ayudantes, la tropa, que procede del Tercio de Armada o de la Marina. Aqu� todo el mundo es voluntario. Los oficiales y suboficiales, somos tambi�n paracaidistas: para cuando hay que lanzarse al mar desde el aire, y todo eso. En las misiones de combate s�lo act�an los profesionales.� 
Las misiones para las que fue creada en 1967 la Unidad Experimental de Buceadores de combate, convertida en Unidad Especial en 1970, abarcan dos grandes grupos: 
operaciones anfibias y cooperaci�n en guerra de minas. Para ello, la UEBC se articula en una Plana Mayor, un equipo de Contraminado, otro de Demoliciones Submarinas y un equipo de Apoyo. Entre las acciones de tipo anfibio se incluyen los ataques a buques e instalaciones portuarias, reconocimientos de playas, demoliciones... En el campo de la guerra de minas, la Unidad colabora en la defensa de instalaciones navales, limpieza de campos minados... Tambi�n sus componentes est�n adiestrados para golpes de mano costeros, si bien no efect�an operaciones con cierta profundidad en tierra. 
�Somos como el pez que sale del agua, pega un zambombazo y se aleja nadando con toda rapidez. El agua no es un enemigo, sino nuestro medio de transporte y de protecci�n, nuestro refugio.� 
En su despacho, desde cuya ventana se domina una amplia extensi�n de mar frente a la estaci�n naval de La Algameca, el comandante Nore�a se�ala el extenso gr�fico de actividades de la Unidad que hay clavado en la pared. 
�El adiestramiento es duro, muy duro. Un buceador de combate en plenas condiciones debe ser capaz de nadar siete kil�metros en superficie, y cuatro utilizando equipo de ox�geno, en inmersi�n. Con equipos de mezcla deber� bajar hasta 40 metros, y a pulm�n libre, como m�nimo, bucear hasta 15 metros de profundidad. Tambi�n utilizamos los �kayacs� en recorridos de 50 millas, a puro remo. Los hombres deben estar capacitados para llegar a una playa y levantar un plano de ella, manejar explosivos, utilizar armas de fuego... Y no todo es ejercicio simulado. Con frecuencia, cuando se descubre en el mar o en la costa alg�n artefacto procedente de la guerra o no desactivado tras unas maniobras, la UEBC es la que se encarga, por lo general, de hacerlo estallar o anularlo. La Unidad siempre est� dispuesta para una intervenci�n inmediata. En una ma�ana, todos podemos recoger el equipo e iniciar el traslado a donde sea necesario. Para ello contamos con el �Poseid�n� como buque de apoyo y una especie de autob�s acondicionado, con literas, para viajar por tierra.� 

EL ADIESTRAMIENTO 
El entrenamiento de los buceadores de combate es intenso, tanto en el aspecto te�rico como en el pr�ctico. Manejan el armamento individual de uso com�n en las Fuerzas Armadas espa�olas: pistola, subfusil, fusil de asalto y granadas. Los conocimientos de topograf�a, imprescindibles para �operaciones alambradas� �en playas� son objeto de especial inter�s. Para el combate convencional en tierra, los buceadores reciben adiestramiento en condiciones diurnas y nocturnas. Cada hombre lleva su propio botiqu�n y posee preparaci�n adecuada para aplicarse a s� mismo o a los compa�eros socorros de urgencia. 

Foto: La Unidad Especial de Buceadores de Combate est� integrada en su totalidad por voluntarios. De ellos, m�s de la mitad son profesionales.

�El manejo de explosivos en una Unidad como la nuestra, es fundamental. Aqu� se utilizan de todo tipo, desde los m�s sofisticados hasta los que son �chapuzas de artesan�a� Posiblemente la UEBC sea la Unidad que m�s explosivos utiliza de entre todas las Fuerzas Armadas espa�olas. Pero no siempre ha sido as�: Antes, cuando and�bamos escasos de medios, hab�a que apa��rselas a base de ingenio, alambre y esparadrapo. Esa experiencia nos ayuda ahora mucho, porque nunca se sabe cu�ndo puede presentarse un fallo en el material moderno, en tales casos, los �viejos zorros� de la Unidad �alguno lleva aqu� m�s de diez a�os� desempolvan los viejos trucos artesanales y todo termina marchando bien.� 
Sobre la LCP que se balancea sobre el mar, el capit�n Chicharro organiza el lanzamiento al agua de un equipo de demolici�n. Parten primero los �hombres-mecha �, encargados de tender las conexiones en las que los �hombres-petardo� que les siguen, colocar�n las cargas que transportan en pesadas mochilas verdes. En la �ltima fase, los �hombres-encendido� iniciar�n la cuenta atr�s hasta la explosi�n. En este d�a gris, con los rayos de sol que pugan por romper a intervalos las nubes que gravitan sobre el mar encrespado, un grupo de buceadores de la Armada norteamericana acompa�a a los espa�oles. Pertenecen a un equipo UDT (Underwater Demolition Team) que durante dos semanas opera junto a la UEBC para intercambio de experiencias. 
�Nuestra doctrina t�ctica inicial se inspir� en los UDT y SEAL norteramericanos, as� como en maniobras e intercambios junto a los franceses del �Commando Hubert� y los buceadores de combate brit�nicos. Todav�a hoy, con frecuencia, trabajamos con ellos. Siempre se aprende algo nuevo en este oficio. Ultimamente, entre quienes efect�an aqu� cursos de adiestramiento se cuentan bastantes alumnos de pa�ses latinoamericanos.� 
LOS �VIEJOS ZORROS� 

En l�neas generales, la UEBC es una Unidad especial, capaz de cumplir con �xito cualquier misi�n que le encomiende el Estado Mayor de la Armada. Pero sobre lo que todos sus miembros coinciden, desde el comandante hasta el �ltimo �bay�, es en que el eje b�sico sobre el que radica esta Unidad es el suboficial. Aut�nticos veteranos de la UEBC, en su mayor parte �viejos zorros� del mar, los suboficiales son buceadores que hacen exactamente lo mismo que la tropa, como los oficiales, con la diferencia de que est�n peor pagados que �stos y tienen muchas m�s responsabilidades y riesgos que aquellos. 

Foto: La UEBC se encuentra altamente familiarizada con el manejo de explosivos. He aqu� el efecto de 60 kg. de pl�stico en una playa. 

�Aqu� el suboficial pr�cticamente no manda casi nada, pues hay muchos. Su utilidad reside en que son los m�s preparados: se pasan cinco d�as de cada semana en el agua, y a veces una o dos noches. Realmente son el alma de la Unidad; dif�cilmente podr�amos ser eficaces sin ellos. Adem�s, a la hora de manejar la �caja m�gica� �donde est�n todos los elementos necesarios para efectuar una demolici�n� son verdaderos artistas.� 
En el bar de oficiales del Tercio de Levante, un oficial que ahora se encuentra destinado en otro lugar habla con nostalgia de sus tiempos en la Unidad Especial de Buceador es de combate: 
�Fuimos en �kayacs�, en dos grupos, y nos infiltramos de noche en una base naval �enemiga�. Hab�a patrullas en el mar y en la tierra que nos buscaban, as� que permanecimos camuflados durante tres d�as en la costa, durmiendo de d�a y efectuando reconocimientos durante la noche. Doblamos las misiones, por si uno de los dos equipos era capturado, que el otro cubriese la totalidad de los objetivos... Minamos absolutamente todas las unidad es fondeadas en aquella d�rsena. Cuando nos retir�bamos de all�, por el mar, el �enemigo� atrap� a un equipo, pero la misi�n ya estaba cumplida. En teor�a, ocho hombres con �kayacs �hab�amos puesto fuera de combate a casi la mitad de la Flota.�. 

Foto: El mar no es un enemigo, sino un medio de transporte y un refugio.

 

Fotos del autor (Arturo P�rez Reverte)


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.