Tycho Brahe, el astrónomo más excéntrico de la historia

El pendenciero astrónomo sueco Tycho Brahe murió el 24 de octubre de 1601 tras una desmesurada ingesta de alcohol que su vejiga no pudo eliminar, lo que le provocó una infección mortal. Para la historia quedarán sus logros científicos y, en el anecdotario, ser el primer astrónomo en lucir una nariz postiza de oro y plata

Retrato de del astrónomo Tycho Brahe

Retrato de del astrónomo Tycho Brahe

Foto: CordonPress

Teniendo en cuenta toda su vida, podemos considerar a Tycho Brahe como el astrónomo más excéntrico de la historia, un hombre cuyos logros científicos están a la altura de su vida extravagante, marcada por multitud de anécdotas surrealistas y que tuvo su punto final a causa de una infección el 24 de octubre de 1601.

Una conjunción planetaria y un error en la previsión

Tycho Brahe nació en Knudstrup, en la actual Suecia, el 14 de diciembre de 1546. Hijo del consejero privado del rey, el joven Tycho fue educado por su tío Joergen Brahe bajo las más estrictas normas. Su tío quería que Tycho siguiera su misma carrera al servicio del monarca, por lo que le proporcionó una sólida formación humanística en latín y en 1559, a la edad de trece años, lo envió a la Universidad de Copenhague donde entre libros y nuevos amigos su vida dió un vuelco trascendental. Tras llevar una año en la Universidad, el 21 de agosto de 1560 se produjo un eclipse de sol que de dejó hondamente impresionado al joven Tycho. A pesar de trasladarse a la Universidad de Leipzig con la intención de estudiar Leyes, Brahe no dejó en ningún momento sus observaciones astronómicas y en una de ellas fue cuando se dio cuenta –durante una conjunción entre Jupiter y Saturno– de los errores en que incurrían las previsiones astronómicas. Aquello le causó gran desazón, y decidió estudiar para cambiar dichas previsiones.

Mientras estudiaba leyes en la Universidad de Leipzig, Brahe observó una conjunción planetaria entre Jupiter y Saturno, dándose cuenta de los errores en que incurrían las previsiones astronómicas

En 1565, y siguiendo los consejos de su tío, Brahe regresó a Copenhague. Ese mismo año falleció su tio Joergen y Brahe recibió una cuantiosa herencia que destinó a sus investigaciones en el campo de la astronomía, a pesar de la oposición de su familia.

El 29 de diciembre de 1566, Brahe, que ya contaba 20 años, se vio envuelto en una agria disputa con el aristócrata danés Manderup Parsbjerg. Al parecer, aunque las versiones son distintas según los autores, Parsbjerg se había estado riendo de las predicciones de Tycho. Otros dicen que la pelea se originó por un simple desacuerdo matemático. Sea como fuere, el astrónomo no quiso dejar pasar el insulto y todo acabó en una reyerta callejera a muerte. Alguna fuente apunta a que Tycho resultó vencedor, aunque con tan mala suerte que un golpe fatal asestado por su contrincante le arrancó parte de la nariz. Desde entonces, Tycho Brahe tuvo que lucir una prótesis que, según afirmaba él mismo, estaba hecha de oro y plata.

Una disputa con un aristócrata danés provocó que, como consecuencia, Brahe perdiera parte de su nariz y tuviera que llevar un prótesis, según él, de oro y plata.

Un genio extravagante

Parte de la fortuna que había recibido el astrónomo de su tío estuvo destinada a financiar caprichos extravagantes. Por ejemplo, mantuvo a un enano llamado Jepp que, según contaba el propio Brahe, tenía poderes clarividentes. Debido a la diferencia social entre ellos, y a pesar de la gran amistad que los unía, ambos no podían compartir mesa a la hora de comer, así que Brahe pensó que Jepp podría comer con él si lo hacía debajo de la mesa. Otro de sus caprichos fue tener como mascota a un alce al que bautizó con el nombre de Rix. Al parecer, este cérvido vivía a sus anchas en el lugar que Brahe utilizaba como observatorio en su palacio de Uraniborg, un centro astronómico construido como residencia entre 1576 y 1580 por el rey Federico II de Dinamarca, y que estaba ubicado en la isla danesa de Ven. Al parecer, Brahe tenía la costumbre de calmar la sed del animal con cubos llenos de cerveza. En uno de sus excesos etílicos, el alce perdió el equilibrio y se desnucó al caer escaleras abajo.

Además de por todas estas excentricidades, Tycho Brahe es conocido por ser el mejor observador del cielo en el período anterior a la invención del telescopio. Tycho pensaba que el progreso en la astronomía no podía conseguirse por la observación ocasional y por investigaciones puntuales, sino que se necesitaban medidas sistemáticas de observación, noche tras noche, y utilizando los instrumentos más precisos posibles. Brahe se opuso a Nicolás Copérnico y defendió el modelo geo-heliocéntrico, según el cual la Luna y el Sol giran en torno a la Tierra, mientras que Marte, Mercurio, Venus, Júpiter y Saturno girarían alrededor del Sol.

Brahe fue el máximo exponente en la observación del cielo en la época anterior a la invención del telescopio y estuvo en desacuerdo con las teorias de Nicolás Copérnico

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La aparición de una nova que lleva su nombre

En 1572, hizo aparición una estrella que jamás había sido observada anteriormente en el cielo, en la constelación de Casiopea. Esta estrella, en realidad una nova, fue de sumo interés para Brahe, que pasó cerca de un año realizando diversas observaciones. En ellas pudo constatar que no existía paralaje independientemente desde donde se mirara (es decir, no había diferencia en su posición aparente). La aparición de esta estrella fue la causa de una de las mayores aportaciones de Brahe al campo de la astronomía: la contradicción de la idea de que las estrellas fijas eran inmutables, una idea vigente hasta entonces. En la actualidad dicha supernova lleva su nombre.

En 1573, Tycho Brahe publicó su primera obra, en la cual reflejaba sus observaciones: De nova Stella, con la cual alcanzó una gran popularidad. También durante ese mismo año tuvo una relación con una mujer de origen campesino de nombre Kirstine, con la cual se unió a pesar de la oposición de su familia y con la que tuvo hijos.

Brahe fue el primero en ver una estrella en la constelación de Casiopea, que en realidad era una nova. Con esta observación pudo contradecir la idea, vigente hasta entonces, de que las estrellas fijas eran inmutables

En 1588 falleció el rey Federico II, lo que supuso la perdida de los derechos que tenía el astrónomo sobre la isla de Hven y de la pensión que recibía del monarca. Por este motivo abandonó Dinamarca y en 1599 fue acogido en Praga por el rey Rodolfo II, quien le convirtió en matemático imperial, le ofreció un castillo como observatorio y unos honorarios considerables. En esa época, Brahe conoció el que llegó a ser su discípulo y también un famoso astrónomo: Johannes Kepler. A pesar de que su relación fue en un principio un poco complicada, con el tiempo Brahe y Kepler acabaron teniendo una fructífera colaboración.

Muerte y legado

El 13 de octubre de 1601, Brahe fue invitado a un banquete en la corte del barón Rosenberg, su protector en Praga. En aquella época se consideraba de mala educación levantarse de la mesa antes de que concluyera el ágape y antes de que lo hiciera el anfitrión. Durante el banquete, Brahe consumió tal cantidad de alcohol que su vejiga comenzó a apremiarle, pero por no pecar de descortés aguantó más tiempo del que era aconsejable. Ello le provocó una infección que no le permitía orinar con normalidad, pues solo podía hacerlo en contadas ocasiones y en cantidades muy pequeñas. Tras 11 días de dolorosa agonía, de forma repentina la vida del astrónomo llegó a su fin.

En el año 1999, los investigadores examinaron la tumba de Brahe que se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora de Tyn, en Praga. Se analizaron algunos cabellos del bigote del astrónomo y en ellos se hallaron elevadas dosis de mercurio. En la actualidad, la causa de su muerte podría considerarse un envenenamiento por mercurio o quizás el astrónomo se envenenó sin saberlo al automedicarse para intentar recuperarse de sus problemas urinarios. En sus últimos días de agonía, Tycho repetía una vez y otra "Non frustra vixisse vidcor" (Que no haya vivido en vano). La teoría del envenenamiento involuntario llegó a desestimarse en 2013, cuando se estableció que, definitivamente, no fue el mercurio lo que mató al astrónomo. Curiosamente, también se descubrió que la nariz postiza de Tycho Brahe no era de oro y plata, sino de latón.

En una recepción ofrecida por el barón Rosenberg, Brahe ingirió tal cantidad de alcohol que su vejiga comenzó a apremiarle. Al no poder orinar con normalidad, sufrió una infección que lo condujo a la muerte

El legado de Tycho Brahe es enorme. Gracias a él se empezó a investigar en mayor profundidad el comportamiento del cosmos y se pusieron en duda creencias inmutables desde la Antigüedad. No en vano, Brahe está considerado uno de los astrónomos más importantes del mundo. Fue fuente de inspiración para otros grandes como su discípulo Kepler, al que pidió que terminara su obra. A la muerte del astrónomo danés, Kepler llegó a decir: "Confieso que cuando Tycho murió, rápidamente me aproveché de la ausencia o falta de circunspección de sus herederos tomando las observaciones conmigo o, quizás, usurpándolas". Gracias a esos datos, Kepler pudo ir deduciendo las órbitas planetarias y formular sus tres leyes sobre el movimiento de los planetas en su órbita alrededor del Sol.