Papel de la familia en la prevención del inicio del consumo de tabaco

La familia es el ámbito natural de socialización primaria de las personas,  en ella se desarrollan los comportamientos, actitudes y valores básicos que el individuo perfeccionará a lo largo de su existencia, por lo que se convierte en un elemento clave en el desarrollo o la prevención de esas conductas y factores de riesgo que influyen en última instancia en la vulnerabilidad del individuo. Se plantea que las interacciones familiares son como las ondas que se generan cuando se lanza una piedra a un lago, que recorren toda la superficie de este. De esta forma, cualquier conducta o exposición a un factor de riesgo de un miembro de la familia puede repercutir sobre todos sus miembros y fundamentalmente, sobre los individuos más vulnerables, entre los que se encuentran los adolescentes.

El riesgo que tiene un adolescente de iniciarse en el tabaquismo, cuando algún familiar lo hace, es mayor que los que viven en una familia que no consumen tabaco.

Es importante que la familia:

Comience temprano a hablar con sus hijos sobre los peligros del cigarro desde los  5 o 6 años de edad. Haga de esta una charla de dos vías. Deles a sus hijos la oportunidad de hablar abiertamente, especialmente conforme vayan creciendo.

Manténgase involucrado. Los estudios muestran que los niños que sienten cercanía con sus padres son menos propensos a comenzar a fumar que los niños que no sienten tener una relación cercana con sus padres.

Deje claro sus reglas y expectativas. Los niños que saben que sus padres están poniendo atención y no aprueban el tabaquismo son menos propensos a comenzar a fumar.

Hable sobre los riesgos del tabaco. Los niños podrían pensar que no tienen que preocuparse por cosas como el cáncer y las enfermedades del corazón hasta que sean mayores. Hágales saber que fumar puede afectar su salud de inmediato. También puede afectar otras áreas de sus vidas. Explique estos riesgos:

  • Problemas respiratorios. Para el último año de la escuela secundaria, los muchachos que fuman son más propensos a quedarse sin aire, tener ataques de tos, sibilancias y enfermarse más a menudo que los muchachos que nunca han fumado.
  • Dependencia. Explique que los cigarrillos son fabricados para ser tan adictivos como sea posible. Tendrán muchos problemas para dejar el cigarrillo si comienzan a fumar.
  • Dinero. Los cigarrillos son costosos. Pídale a su hijo que calcule cuánto le costaría comprar una cajetilla de cigarrillos al día por 6 meses, y que piense en lo que podría comprar con ese dinero.
  • Olor. Mucho tiempo después de que el cigarrillo se termina, el olor permanece en el aliento, el cabello y la ropa del fumador. Debido a que están acostumbrados al olor de los cigarrillos, los fumadores pueden apestar a humo y ni siquiera darse cuenta.

Conozca a los amigos de sus hijos. Conforme los niños crecen, sus amigos tienen una mayor influencia en sus decisiones. El riesgo de que sus hijos fumen aumenta si sus amigos fuman.

 

¡Con tu ejemplo lo guías por el camino de la vida!

¡Ayúdalos a crecer saludables!

 

Dra. Yanet Guerra Pineda