Se trata de la mejor y más esplendorosa fortaleza de toda Europa. Y el castillo más antiguo de España. La obra cumbre de las fortificaciones peninsulares. Es la fortaleza románica de Loarre, construida en el siglo XI en los alrededores de Huesca, a unos 35 kilómetros de la capital.
Y es que la historia de España está salpicada de fortificaciones y castillos que parecen sacados de cuentos de hadas y épicas batallas medievales.
Entre ellos, el castillo más antiguo del país se alza no solo como una estructura de piedra, sino como un testigo silente de la rica y tumultuosa historia española.
La historia del castillo de Loarre
Sobre una planta irregular y de doble muralla guarnecida con torres cilíndricas, el castillo de Loarre se alza majestuoso y recio sobre una roca a 1.070 metros de altura, ofreciendo vistas panorámicas del llano de la Hoya de Huesca.
Loarre se levantó con manos cristianas, aunque cambió de manos en varias ocasiones. Con anterioridad, donde se emplaza el castillo antes hubo un castro íbero y luego un fuerte romano. El castillo fue construido por orden del rey Sancho III, para servir como avanzadilla fronteriza.
La ubicación de la construcción es un aspecto fundamental para entender el carácter militar de Loarre. Está situado a la entrada de los Pirineos, justo cuando las montañas dan lugar a la llanura de la Hoya de Huesca. Presenta en la actualidad un gran estado de conservación que le dota de una estampa de postal.
Sancho el Mayor de Navarra usó el castillo contra Huesca, en 1018, para ser definitivamente ocupado por Sancho Ramírez, en 1070, que fundó la capilla y el monasterio de San Pedro de los Canónigos de San Agustín.
El Castillo de Loarre es una joya arquitectónica que combina elementos defensivos con espacios religiosos, lo cual era una innovación en su tiempo.
En el año 1287 Loarre fue saqueado por Pedro de Ayerbe y en 1413 asediado por Fernando I de Antequera. Lo defendió la abadesa de Trasobares con mercenarios ingleses y franceses reclutados por su hermano, Antonio de Luna, partidario del conde de Urgel, Jaime de Aragón.
Tras la ampliación de Loarre Pedro I de Aragón, hijo de Sancho Ramírez, cambió la cabeza de la congregación a Montearagón, con lo que Loarre perdió el carácter monasterial.
El desalojo de los musulmanes de la comarca de La Hoya hizo que el castillo fuera perdiendo su carácter militar. Restándole de esta forma relevancia e influencia.
Cómo es el castillo de Loarre
Arquitectónicamente, el castillo de Loarre es la fortaleza románica más importante de España. Su especial ubicación lo hace prácticamente inexpugnable, salvo por su flanco sur, por lo que en este lado se dispuso una muralla que forma un recinto interior que se cierra en unas rocas.
Los 160 metros de perímetro de la muralla presentan nueve torreones semicirculares. La puerta principal del reino se halla en el lado norte y está protegida por dos torreones.
El castillo en sí consta de dos plantas. En la principal está la capilla. En la parte baja se halla la puerta de entrada, de dimensiones monumentales.
Una escalera excavada en la roca conduce al viajero al interior del castillo. Una torre cuadrada de 22 metros de altura se eleva sobre el resto del conjunto.
La torre del homenaje está almenada y su puerta de ingreso comunica con el camino de ronda de la muralla. Dentro del complejo destaca también la torre de la Reina.
Esta se sitúa sobre la entrada a la parte militar y protege la misma. La torre del homenaje, que alcanza los 22 metros de altura, tiene cinco plantas y está comunicada con el castillo por un puente levadizo.
Monumento Nacional
El castillo de Loarre, que nace de las entrañas de una pared rocosa que anuncia la aparición de las primeras montañas del Pirineo aragonés, tras desempeñar un papel crucial en las luchas que dio lugar el Compromiso de Caspe, fue abandonado en el siglo XVI. Tuvo papel militar asimismo en la Guerra de Sucesión y en la de la Independencia.
Monumento Nacional desde el año 1906, la fortaleza también está declarada Bien de Interés Cultural. En la actualidad, las administraciones públicas trabajan para que Loarre sea declarado Patrimonio de la Humanidad y se convierta en todo un revulsivo para la economía de la zona. Sin duda, lo merece.
El castillo de Loarre no solo es un monumento nacional, sino que también ha capturado la imaginación de artistas y cineastas, sirviendo de escenario para películas como El Reino de los Cielos de Ridley Scott.
De información práctica para el viajero es el horario de apertura del castillo: en invierno abre de 11 a 17.30 horas, mientras que en verano lo hace de 10 a 20 horas.
El precio de la visita es de 3,90 euros y para obtener más información se puede escribir a informacionyreservas@castillodeloarre.es o llamar a los teléfonos 690636080 y 649307480.
Huesca y su provincia rezuman posos de historia que apasionan al viajero más pintado. Bellos pueblos que le transportan al Medievo como Alquézar o Aínsa o espectaculares historias de espionaje durante la Segunda Guerra Mundial en la abandonada y espectacular estación de tren de Canfranc.
También se conservan fabulosos castillos, aparte del de Loarre, como el de Monzón, donde los templarios educaron al futuro Jaime I el Conquistador. Las posibilidades de excursiones ambientadas en el pasado son infinitas.
La elaboración de buena parte de este artículo no hubiese sido posible sin la inestimable colaboración de El Fisgón Histórico, autor de la magnífica ilustración que adorna el cuerpo central del post.
Dónde dormir: El callejón de Andresé; Barrio Alto, 20; 22809 Loarre (Hueca); teléfonos: 974382735 y 609661058; info@elcallejondeandrese.com.
Dónde comer: Restaurante Venta Del Sotón; Ctra. A-132 Huesca-Puente la Reina km 14; Esquedas (Huesca); teléfono: 974270241.
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