Tom Mankiewicz, el hombre que cambió a 007 | Necrologicas | EL PAÍS
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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Tom Mankiewicz, el hombre que cambió a 007

Fue el guionista de la transición entre Connery y Moore

En 1970, el productor Albert R. Broccoli necesitaba recuperar a Sean Connery para hacer de James Bond en Diamantes para la eternidad. Su última apuesta para encarnar al agente británico, George Lazenby, no había dado buenos resultados en taquilla. Pero Connery no quería volver. Estaba cansado, con miedo a que lo encasillaran, y no le gustaba el guión que le habían ofrecido. Había que reescribirlo, darle un aire diferente que sirviera para convencer al actor escocés. Y alguien le habló a Broccoli de Tom Mankiewicz .

Nacido en Los Ángeles el 1 de junio de 1942 y fallecido el 31 de julio a los 68 años en la misma ciudad, Thomas Francis -así se llamaba- era hijo del director y guionista Joseph Mankiewicz -ganador de dos oscars por Eva al desnudo- y sobrino de Herman Mankiewicz, que escribió el guión de Ciudadano Kane. Una herencia ilustre, pero también pesada, de la que huyó durante algún tiempo. "Me llevó algunos años darme cuenta de que me empezaban a llamar por lo que yo era capaz de hacer", afirmaba a Los Angeles Times en 1985. Mankiewicz estudió Arte Dramático en Yale y empezó a escribir guiones semanales en pequeños teatros. Luego fue asistente de producción de Michael Curtiz en The Comancheros (1961), donde trabajaba John Wayne, y escribió el guión de The Sweet Ride, una película sobre la contracultura americana y el mundo del surf. Pero luego vino 007.

Su padre fue el director de 'Eva al desnudo', ganadora de dos 'oscars' También trabajó en 'Los Goonies', del director Steven Spielberg

Sean Connery aceptó finalmente hacer Diamantes para la eternidad después de que Mankiewicz reescribiera el guión, pero había que preparar un nuevo relevo para el agente británico. El elegido fue Roger Moore, hasta entonces protagonista de la serie El santo. Y encargaron a Mankiewicz hacer el guión de las dos siguientes películas, Vive y deja morir y El hombre de la pistola de oro.

La transición entre un actor y otro no fue fácil. Si el rostro de Connery representaba la dureza viril y el individualismo cínico al servicio del Gobierno británico, el aspecto de Moore, tan limpio, tan pulcro, exigía un Bond diferente. A muchos no les gustó el cambio y lo consideraron una traición al personaje original creado por Ian Fleming. Pero lo cierto es que el Bond de Mankiewicz, más frágil, más novato, más inseguro, resultaba también más humano que el anterior.

A finales de los setenta, Richard Donner llamó a Mankiewicz para que le ayudará a reescribir el guión de Superman, que iba a protagonizar Christopher Reeve. Dos cajas inmensas de folios que llegaron a su mesa y que consiguió convertir en un éxito cinematográfico. Sin embargo, su nombre no apareció entre los títulos de crédito como guionista -la Writers Guild of America permitía un máximo por película- y Donner tuvo que conformarse con ponerle de ayudante artístico. "Probablemente no habría podido hacer la película sin él", afirmaba Donner.

Luego vinieron las dos primeras entregas de Superman y otras películas como El puente de Cassandra. Fue uno de esos artistas que trabajaron haciendo sus propios guiones y arreglando otros en los que ni siquiera figuraba su nombre. Porque le gustaba de verdad el cine. Como a un buen Mankievicz

El guionista Tom Mankiewicz junto a su madre en un homenaje a su padre, Joseph Mankiewicz.
El guionista Tom Mankiewicz junto a su madre en un homenaje a su padre, Joseph Mankiewicz.AFP

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