Tras su auspicioso debut con True Adolescents (2009), Johnson se consagró con este segundo film que –pese a haber ganado premios como el de Mejor Guión en Sundance 2014 y a las críticas laudatorias– no se estrenó en Argentina.

Comedia sobre el suicidio (sí, así como leen), Irremediablemente juntos es una propuesta concebida para el lucimiento (y vaya que la aprovechan) de dos figuras como Kristen Wiig y Bill Hader, quienes interpretan a dos hermanos gemelos distanciados durante diez años que se reencuentran tras un fallido intento de suicidio por parte de él (ella también coquetea desde el comienzo con quitarse la vida).

El, un gay y actor frustrado que ha salido herido de una relación con Rich (Ty Burell); y ella, casada con el bondadoso pero previsible e insípido Lance (Luke Wilson) y siempre envuelta en affaires, son dos verdaderas almas en pena que, poco a poco, irán recuperando la intimidad de la infancia, entre confidencias y desprecios mutuos. La agridulce, tragicómica película producida por los hermanos Duplass –más allá de ciertos clichés y tics del cine indie (sí, aquí también hay una escena en la que ambos personajes contenidos se desatan durante un largo baile)– tiene unos cuantos momentos de genuina intensidad y emoción, además –claro– de cinismo y humor negro. Johnson confirma sus dotes como guionista y, sobre todo, como director de actores. Lo de Hader y sobre todo lo de la siempre genial Wiig compensa cualquier exceso o desatino menor del film. DIEGO BATLLE