Película The Eye - crítica The Eye

The Eye

Una chica ciega desde los dos años (Lee Sin-Je) recibe un trasplante de córnea que le devuelve la vista. Pero al ser víctima de fantasmales visiones y apariciones, llega a sospechar que el órgano que ha recibido era de una vidente o de alguien que quiere vengarse.

Dirección: Danny Pang, Oxide Pang
Reparto: Candy Lo, Lee Sin-Je, Lawrence Chou, Chuteba Rujinanon
Título en V.O: Gin gwai
Nacionalidad: Hong Kong, Singapur Año: 2002 Fecha de estreno: 21-03-2003 Duración: 98 Género: Terror Color o en B/N: Color Guión: Jojo Yute-Chun Hui Fotografía: Decha Seementa Música: Ornage Music
Sinopsis: Una chica ciega desde los dos años (Lee Sin-Je) recibe un trasplante de córnea que le devuelve la vista. Pero al ser víctima de fantasmales visiones y apariciones, llega a sospechar que el órgano que ha recibido era de una vidente o de alguien que quiere vengarse.

Crítica

3
5

Intentemos luchar, desde esta misma línea, contra la inclinación de santificar a todo cineasta venido de Oriente que aplique un baño de novedad sobre esas películas de género que otras cinematografías condenan a una muerte indigna: los gemelos Danny y Oxide Pang ¿por muy impresionante que fuera su precedente (y, para variar, inédita por aquí) Bangkok Dangerous¿ no han venido para salvarnos. Ni siquiera han accedido a este oficio para convertirse en eso que llamamos autores. "The Eye", que puede ser un jarro de agua fría para quien esperase que los Pang fueran un Wong Kar-wai gemelizado serie B, demuestra que de ellos se puede esperar evasión por encima de la media, pero no necesariamente un discurso. La película apunta (pero desaprovecha) una interesante idea de partida (la indefensión de una protagonista cuya mirada adquirida iguala carne y espectro) y acaba engarzando el suficiente número de momentos escalofriantes como para que el espectador levemente exigente no se siente decepcionado. No es poca cosa, pero tampoco es como para tirar cohetes.>>Para amantes del horror digno. Lo mejor: la escena del ascensor. Lo peor: que el conjunto sea un tanto errático.

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