El accidente ocasionó el colapso de la plataforma y produjo un gran derrame y un incendio que duró 280 días, durante los cuales se derramó un volumen aproximado de 560 millones de litros de crudo. De esta cantidad, se quemó 50 %, 16 % se evaporó, 5.4 % fue recolectado y 28 % se dispersó, según los informes de PEMEX. Las corrientes llevaron el petróleo a las zonas costeras de Campeche, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas, y zonas de Texas resultaron contaminadas.

Para la atención de la emergencia, PEMEX contrató buzos para el cierre del pozo, sin embargo, no hubo éxito; se utilizaron barriles flotantes de contención (barreras contenedoras), se movilizaron 200 barcos, 12 aeronaves y 500 hombres; también se utilizaron aviones para esparcir un dispersante químico sobre el petróleo derramado en 2800 km2. Después de varios días de inyectar salmuera por los dos pozos de alivio se logró apagar el incendio el 9 marzo de 1980 y los trabajos de taponamiento se concluyeron el 5 de abril.

Un derrame de petróleo sobre zonas costeras tiene efectos catastróficos en el medio ambiente, ocasionando la muerte de biodiversidad como aves y especies marinas, daños severos en manglares, contaminación de suelo y agua, afectando de manera considerable el equilibrio ecológico. Para conseguir la restauración de un sitio, se necesitan varios años.

Si detectas algún derrame o presencia de hidrocarburos en zonas costeras, informa al 01 800 228 9660 o al 911, Protección Civil, Cuerpo de Bomberos, Policía u otra autoridad competente de tu localidad.