Un retelling es una manera distinta de contar una historia ya conocida con cambios grandes o pequeños que le dan una identidad nueva. Este concepto se ha aplicado tanto a cuentos de hadas como a superhéroes e incluso a clásicos de la literatura, pero en esta ocasión estamos hablando de Miraculous: las aventuras de Ladybug – La película, cinta animada que adapta la popular serie homónima francesa creada por Thomas Astruc y producida por Jeremy Zag, quién dirige está película en dónde se vuelven a contar los orígenes de sus famosos héroes, Ladybug y Chat Noir, en un universo nuevo, alejado del canon del programa de televisión.

Marinette (Annouck Hautbois/Jessica Ángeles) es una adolescente tímida y un poco torpe con el miedo constante a intentar cosas nuevas, fallar y ser humillada por sus compañeros de escuela; por su parte, Adrien Agreste (Benjamin Bollen/Tommy Rojas) está distanciado de su padre, un famoso diseñador de modas, luego de la muerte de su madre y lucha constantemente con su depresión. Desgraciadamente un día aparece el temible villano Hawk Moth (Antoine Tomé/Dafnis Fernández) quién es capaz de aprovechar las debilidades y sufrimiento de las personas para transformarlos en poderosos monstruos que amenazan la seguridad de París, por esta razón a Marinette y Adrien se les confía el poder de los Miraculous, joyas mágicas con la habilidad de transformarlos en los héroes Ladybug y Chat Noir. Juntos, deben detener los malévolos planes de Hawk Moth y salvar su ciudad de la destrucción.

Miraculous: las aventuras de Ladybug – La película, también escrita por Jeremy Zag y Bettina López Mendoza, ignora por completo las cinco temporadas existentes de la serie animada y decide contar desde cero los orígenes de Ladybug y Chat Noir. El guion mantiene muchos conceptos de la serie (los poderes, los villanos y el romance entre los personajes) pero los simplifica y les quita mucho del lore que se ha construido a lo largo de los más de 100 episodios de la serie, esto es bueno porque deja solamente lo mínimamente necesario para entender la historia sin quitarle la esencia a un producto tan amado por cientos de niños alrededor del mundo.

La historia es básicamente la misma: Ladybug y Chat Noir deben detener a Hawk Moth quien busca hacerse con sus Miraculous para usarlos y así revivir a su esposa, y mientras esto ocurre, Marinette gana cada vez más confianza en sí misma al tiempo que busca ganarse el corazón de Adrien, quien a su vez está enamorado de Ladybug, pero ambos ignoran la identidad secreta del otro. 

Es interesante ver cómo la película logra desarrollar a sus tres personajes principales mejor que las cinco temporadas juntas de la serie de televisión. Aquí las motivaciones de cada uno están perfectamente claras desde el comienzo así como el arco a desarrollar a lo largo de la película: Marinette busca superar todos sus miedos, Adrien salir de la depresión tras la muerte de su madre y Hawk Moth dejar ir a su esposa fallecida. Sus necesidades dramáticas son sencillas en apariencia pero lo suficientemente cercanas a nosotros como para mantenernos interesados en la historia, además, las secuencias de acción funcionan para desarrollarlos, mostrarnos quiénes son y al mismo tiempo entretener a la audiencia.

La animación podría ser el cambio más evidente con respecto a la serie original, personalmente nunca me molestó el estilo de la caricatura pero entiendo las limitaciones para una producción televisiva. Aquí es impresionante lo que logran hacer con las texturas, los fondos de la ciudad de París y sobre todo las simulaciones de humo y agua que lucen increíbles durante el tercer acto de la cinta. El rediseño de los personajes va de acuerdo con el nuevo mundo hiperrealista propuesto por los cineastas y conserva mucho del espíritu de la serie, sin embargo quienes se benefician más de todos estos cambios son los antagonistas de la cinta pues llegan a ser realmente atemorizantes y están construídos con mucha creatividad. 

El mayor problema de la película es que se trata de un musical. A mí me gustan los musicales pero desgraciadamente esa estructura no le sienta para nada a Miraculous. Las canciones distraen bastante de la historia, además ninguna es buena, memorable o pegajosa, su presencia es molesta y se siente como un intento vago de copiar al Disney de los 90. El elemento musical definitivamente no era necesario y se siente más como un recurso para alargar la trama, sobre todo porque hay demasiadas canciones en la película y muy poco espacio entre ellas. 

Miraculous: las aventuras de Ladybug – La película es un retelling efectivo y directo que refresca tanto al personaje como su historia, mantiene la esencia del concepto original y sirve como una introducción perfecta para nuevos espectadores recién llegados a este mundo lleno de superhéroes y magia mientras le da a los fanáticos de la serie original momentos que llevan esperando desde hace mucho tiempo.

“Miraculous: las aventuras de Ladybug – La película” ya se encuentra disponible en Netflix.