¿Quién fue Teodoro de Beza?
¿Quién fue Teodoro de Beza?

¿Quién fue Teodoro de Beza?

Teodoro de Beza nació el 24 de junio de 1519 en Vézelay, Borgoña, Francia. Desde pequeño fue instruido en griego y en latín de la mano del erudito alemán

Melchior Wolmar. Se destacó como una figura clave en la historia de la Reforma protestante. Se trasladó a Ginebra en 1558, estrechando un fuerte vínculo con Juan Calvino, siendo su principal ayudante. Luego de la muerte de Juan Calvino en 1564, Beza fue su sucesor como referente en teología. Más allá de su trabajo como pastor y profesor, Beza contribuyó significativamente a la preservación y estudio del Nuevo Testamento en griego, siendo uno de los editores principales del Textus Receptus del siglo XVI, conocido como el Texto Recibido.

Las ediciones del Texto Recibido de Beza

Su obra más significativa en este campo incluye la producción de nueve ediciones del Texto Recibido griego entre 1565 y 1604[1]. Estas ediciones no solo reflejaron el compromiso de Beza con la precisión filológica y teológica, sino que también establecieron estándares textuales en las traducciones posteriores de la Biblia.

Sus ediciones se llevaron a cabo en diferentes tamaños, y aquí mencionamos las fechas clave de estas nueve ediciones[2]:

Tamaño folio: 1565, 1582, 1588 y 1598.

Tamaño octavo: 1565, 1567, 1580, 1590 y 1604.

Estas ediciones del Texto Recibido de Beza no solo son importantes por su diversidad en términos de tamaño, sino también por las contribuciones considerables que aportaron a la comprensión de las Escrituras. En 1565, Beza publicó su obra más renombrada con sus Anotaciones al Nuevo Testamento, que incluían su primera edición del Texto Recibido griego, la Vulgata latina y una nueva traducción al latín de su propia autoría. Esta metodología de traducir paralelamente al latín era adoptada también por otros editores del Texto Recibido de su época, posiblemente para resaltar las discrepancias con la antigua Vulgata, la traducción «canonizada» por Iglesia Católica Romana. Esta edición de 1565 se enriqueció con el tiempo, y en ediciones posteriores Beza continuó mejorando sus anotaciones.

Influencia

En español:
Considerando el marco temporal de las ediciones de Beza, estas se produjeron simultáneamente con la labor de los traductores de nuestra Biblia en español, Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera. Es probable que las obras de Beza fueran más consultadas por Valera que por Reina, ya que la «Biblia del Oso», publicada en 1569, coincidió con la reciente difusión de la primera edición del texto griego de Beza. Por otro lado, Valera, excluyendo la edición de Beza de 1604, habría tenido acceso a cualquiera de las nueve ediciones previas para su revisión concluida en 1602, conocida como la «Biblia del Cántaro».

En inglés:
La influencia de Teodoro de Beza se manifestó significativamente en las anotaciones de la Biblia de Ginebra, más en la edición de la Biblia completa de 1576 que en el Nuevo Testamento de 1560, ya que Beza no había publicado su trabajo hasta 1565. Esta edición de la Biblia cobró popularidad entre movimiento reformado de la época como la más popular. Más adelante, el Texto Recibido del Nuevo Testamento griego, editado por Beza, fue consultado por los traductores de la Biblia King James, terminada en 1611.

Acerca del Codex Bezae

Beza fue un coleccionista de textos antiguos y tuvo en su poder un manuscrito peculiar que, simplemente por haberle pertenecido, se lo conoce como el Codex Bezae. A pesar de su aparente antigüedad, Beza no lo consideró confiable para sus trabajos sobre el Nuevo Testamento en griego y terminó donándolo a la Universidad de Cambridge, donde aún se resguarda al día de hoy.

El manuscrito consta de 406 páginas y contiene los Evangelios junto con el libro de Hechos de los Apóstoles. No está completo; se especula que incluía las epístolas, ya que hay un fragmento de la Tercera Carta de Juan que se ha conservado. Cabe señalar que de los evangelios, el único que está completo es el de Lucas. Aunque comparte similitudes con manuscritos que utiliza la crítica textual como el Vaticano, el Sinaítico y el Alejandrino, también presenta diferencias con estos.

A pesar de las corrupciones textuales y la desaprobación inicial de Beza, Westcott y Hort, los autores del Texto Crítico de 1881 lo usaron como referencia en su edición del Nuevo Testamento, valorando su antigüedad por encima de su precisión (una postura que también adoptaron con otros textos antiguos como el Sinaítico y el Vaticano). En la crítica textual actual se lo denomina a este códice con la letra «D», aunque el nombre original que se le dio fue Codex Bezae Cantabrigiensis.[3]

Todo lo mencionado subraya una discrepancia en la valoración de los manuscritos: Beza lo rechazó debido a las inexactitudes y enmiendas que descubrió, mientras que Westcott y Hort lo aceptaron, centrándose en su valor como un documento histórico antiguo (práctica humanística de la crítica textual de valorar un manuscrito por su mera antigüedad).

El rechazo de Beza por este manuscrito desmitifica la noción de que los reformadores utilizaron los manuscritos bizantinos para las ediciones de Textus Receptus por falta de otras opciones.

Sus últimos años

En sus últimos años, Beza centró cada vez más su actividad en los asuntos de su hogar. Su esposa Claudine había fallecido sin dejar hijos en 1588, tiempo después tuvo un segundo matrimonio con Catharina del Piano, una viuda genovesa. Hasta los 65 años, Beza disfrutó de una excelente salud, pero después de esa edad, se hizo evidente un gradual declive en su vitalidad. Beza continuó impartiendo enseñanza en Ginebra hasta enero de 1597, pero su papel como editor del Texto Recibido y su influencia en la Reforma Protestante ya habían dejado una marca indeleble.

Como ferviente defensor de que las traducciones bíblicas estuvieran en manos del pueblo (algo que la Iglesia Católica Romana impedía), él afirmó:

«Aquellos que dicen que solo ciertas personas tienen el derecho de leer las Escrituras y que, por esta razón, no quieren que se traduzca al lenguaje común, por miedo a que mujeres sencillas y otras personas puedan leerla (Rom 1:14; Gal 3:28; Mat 11:28), son los verdaderos anticristos e instrumentos de Satanás (Mat 23:13); tienen miedo de que sus abusos sean descubiertos con la llegada de la luz.»[4]

Finalmente, Teodoro de Beza falleció el 13 de octubre de 1605 en Ginebra, Suiza, siendo recordado como uno de los grandes reformadores cuyo nombre figura en el Muro de los Reformadores, erigido en el siglo XX en su honor.

 


REFERENCIAS

[I]  T. H. Brown, The Divine Original, Trinitarian Bible Society. https://www.tbsbibles.org/page/TheDivineOriginal

[II] Datos proporcionados por el Dr. Bill Patterson, un colaborador de la Sociedad, basado en su examen de los prefacios de las ediciones griegas del Texto Recibido de Beza.
[III]  Frederick Scrivener (1813-1891) analizó detalladamente el manuscrito en su obra titulada «Bezae Codex Cantabrigiensis«, publicada en 1864 (Universidad de Cambridge).
[IV] Teodoro de Beza, Confessio Christianae fidei, (Early English Books Online Text Creation Partnership, 2011), 52, http://quod.lib.umich.edu/e/eebo/A68595.0001.001, consultado el 7 de febrero de 2024.

Imagen utlizada del Codex Bezae, tomada de un archivo de Cambridge University. https://cudl.lib.cam.ac.uk/view/MS-NN-00002-00041/23