ten

ten

loc. adv. coloquial Se usa en la expresión ten con ten para indicar moderación y prudencia al tratar un asunto o a una persona lleva las negociaciones ten con ten porque le interesa el cliente.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

ten

zehn

ten

dix

ten

tien

ten

dez

ten

عشرة

ten

десет

ten

ten

ten

deset

ten

kymmenen

ten

10

ten

10

ten

tio

ten

สิบ

ten


V tener
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Collins Multilingual Translator © HarperCollins Publishers 2009
Ejemplos ?
Ten cuidado, chiquito —dice a su hijo; abreviando en esa frase todas las observaciones del caso y que su hijo comprende perfectamente.
El Cerote, al divisar aquello, cerró los ojos, y -¡Dios mus coja confesao! Dolorcitas, ten caridad de dos probeticos viejos y tapa, tapa eso, ¡por la Santísima Virgen!
-Ten cuidado, mi querido Aristófanes, dijo Eryximacos; a punto de tomar la palabra estás ya bromeándote, y cuando podrías discursear en paz me obligas a vigilarte para ver si no dirás nada que excite la risa.
Vete al plato y saca el vientre de penas. Pero ten cuidado de secarte los bigotes, no se te vaya a quedar nata pegada en ellos. Anda, vete, yo vigilaré.
Y aguzó el oído, prestando toda su atención; pero cuanto más oía de las excelencias y el poder del duendecillo, de su dominio sobre la mujer - y ten en cuenta que al decir duendecillo ella entendía la Poesía, mientras aquél se atenía al sentido literal del título -, tanto más se sonreía el minúsculo personaje.
¿No se te ha ocurrido que puede ser un castigo de..., de tu... ligereza? Recíbelo así; a título de castigo. Ten paciencia. A serenarse, y a vivir mejor desde ahora.
Pinochet: -Ten cuidado con el señor Presidente que es muy re'chueco, no dice nunca la verdad, así es que hay que tener mucho cuidado con él.
Desde que empecé a amarle no puedo mirar ni hablar a ningún joven, sin que por despecho o celos se libre a excesos increíbles, colmándome de injurias y conteniéndose con dificultad para no unir los golpes a las recriminaciones. Ten, pues, cuidado de que ahora mismo no la emprenda contra mí y se deje llevar de un arrebato de este género; procura que haga la paz conmigo o protégeme si quiere entregarse a alguna violencia, porque tengo miedo de su amor y de sus furores celosos.
Sócrates: Ten en cuenta lo que voy a decirte; si lo santo es una parte de lo justo, es preciso averiguar qué parte de lo justo tiene lo santo, como si me preguntases, qué parte del número es el par, y cuál es este número, y yo te respondiese que es el que se divide en dos partes iguales y no desiguales.
¿No estás de acuerdo conmigo? ¿Cómo podría no estarlo? Ten mucho cuidado con lo que ahora voy a mostrar. Helo aquí: es que me parece que no solamente estos contrarios, que no admiten jamás a sus contrarios, sino además todas las demás otras cosas que, no siendo contrarias entre sí, tienen, no obstante, sus contrarios, no parecen poder recibir la esencia contraria a la que tienen; pero desde que esta esencia se presenta desaparecen o perecen.
No entres en asuntos que ignoras, mas aprende lo que es necesario: tal es la norma de una vida agradable. Tampoco descuides tu salud, ten moderación en el comer o el beber, y en la ejercitación del cuerpo.
Alcibíades: Así parece. Sócrates: Ten bien presente, que eres tú mismo el que asegura todas estas verdades, porque yo no hago más que interrogar.