Teófimo López tiene cualidades y aspiraciones de grandeza, demostró que tiene jerarquía cuando todos desconfiaban de él; pero unos días antes del Super Bowl debe volver a mostrar que es un boxeador de grandes ligas.
Teófimo López (19-1, 13 nocauts) tiene la oportunidad de ratificar su jerarquía frente a Jamaine Ortiz (17-1, 1) y enfilarse hacia el reinado de las 140 libras, en una pelea que se desarrolla en atípico jueves porque el fin de semana Las Vegas será sede del Super Bowl entre Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers.
Sobre el expediente profesional de Teófimo está la derrota ante George Kamosos Jr en noviembre de 2021, luego se apuntó un par de insípidas vistorias sobre Pedro Campa y Sandor Martin hasta superar claramente a Josh Taylor en el verano pasado. Ahí recuperó parte de su orgullo y su prestigio, pero el cruel mundo del profesionalismo requiere otra muestra de poder.
Ejemplo de ello es que a pesar de que ahora se mencionó que Teófimo pudo pelear contra Ryan Garcia, Subriel Matías o Devin Haney, ninguno de esos duelos de mayor renombre se concretó. Su ventaja es que apenas tiene 26 años, buena edad para consolidarse, aunque con poco margen de error. Él mismo lo reconoce y lo ha dicho: Tiene hambre de ser figura.
La derrota ante Kambosos le generó problemas personales con su padre y entrenador, además de su promotora, y esas manchas son difíciles de lavar. Ahora, tiene la oportunidad de mostrar que ha compuesto el camino y enfilarse hacia las grandes ligas para ser un referente del boxeo internacional, un inspirador de nuevo boxeadores, como él mismo ha aceptado que desea ser visto.
La pelea frente a Ortiz es, más que cualquier otra cosa, un tema de orgullo, de expectativas, de supervivencia y, claro, de prestigio. Las apuestas y los análisis coinciden en marcar a López como claro favorito, pero el boxeo no funciona en automático y hay varios riesgos que debe considerar antes de salir al combate en la Arena Michelob Ultra.
Teófimo, peleador de sangre hondureña, ya venció a Jamaine como amateur, hace 10 años, pero ahora está claro que no lo puede subestimar. Ortiz no es un rival sencillo, y lo prueba su hoja de vida: Le ganó a Jamel Herring en Las Vegas por decisión unánime y luego perdió en 12 rounds ante Vasyl Lomachenko en 2022.
En cuanto a sus cualidades sobre el ring, Jamaine posee un buen jab, no tendrá desventaja en el alcance y eso le permitirá jugar una buena estrategia en la distancia, tiene más experiencia en las 140 libras y es capaz de controlar el ritmo de la pelea. Es verdad que un nocaut de Ortíz luce muy lejano y que Teófimo puede contragolpear con más efectividad y eso le llevará a mantener la concentración, seguir su libro de estrategia y alargar el combate para jugar con la desesperación de López.
Jermaine tiene más experiencia en 140 libras, sale como víctima pero sabe que tiene la pelea más importante de su carrera, quizá una de sus últimas llamadas, y eso lo llevará a una concentración absoluta para demostrar los momios y los especialistas comenten un error al juzgarlo de antemano.
Esa misma circunstancia de pelea es la que puede generar un riesgo para Teófimo, quien es un peleador fuerte, agresivo, de buena técnica, profesional al prepararse; pero sus control mental estará a prueba. López no debe desesperarse, es preciso que tenga control mental y físico del combate.
López debería ganar por la vía rápida por experiencia, velocidad y explosividad, pero para ello tiene que buscar el nocaut que ha prometido desde temprano, marcar el terreno, demostrar su jerarquía y, si no sucede, tener un plan B: Castigar el cuerpo de su rival para irlo desgastando y así contrarrestar que seguramente Ortiz se moverá mucho. Teófimo necesita alternativas más allá de sus combinaciones usuales y la versatilidad será un factor importante.
En una entrevista con Chava Rodríguez, el boxeador estadounidense se ve ganador y espera que Teófimo López no ponga excusas cuando caiga derrotado.
La ventaja para López es que si golpea, noquea; es difícil aguantarle la mano. Si la pelea se alarga, tendrá que manejar la frustración, evitar la ansiedad. Teófimo no es un rival constante y sus últimas cinco peleas lo demuestran al haber conseguido un solo nocaut: Le ganó a Lomachenko, perdió con Kambosos, le ganó a Pedro Campa por la vía rápida, derrotó a Sandor Martin y, desde lugo, tuvo su gran victoria frente a Josh Taylor, que venía con 14 meses sin pelear.
Teófimo tiene que ser contundente, obtener un triunfo dominante si es que quiere pasar a nivel de protagonismo mayor, ser atractivo para rivales de mayor nombre y, entonces si, encaminarse a ser una estrella mundial en las 140 libras.