CASA REAL

Tatoi, el �ltimo vestigio de la monarqu�a griega y lugar nost�lgico para Do�a Sof�a, en ruinas

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Do�a Sof�a junto a su hermana, Irene de Grecia, en una visita a Tatoi GTRES

Si hay algo en esta vida que toque el coraz�n de la Reina Sof�a, que se considera tan griega como espa�ola, es todo lo relacionado con su infancia en su pa�s natal, sus padres, los reyes Pablo y Federica y sus hermanos, Constantino e Irene, a los que est� muy unida. Por eso el Palacio de Tatoi, que fue en tiempos del reinado de su padre la residencia familiar, reserv�ndose el palacio de Atenas para actos oficiales, a similitud de Zarzuela y el Palacio Real en Madrid, es para ella un lugar lleno de emotivos recuerdos. Ubicado a 28 kil�metros de Atenas, se trata de un parad�siaco enclave de 4100 hect�reas de bosque, donde adem�s del palacio, hay 42 edificaciones de gran valor hist�rico y cultural.

Entre ellas, el cementerio, donde est�n enterrados los padres de la Em�rita, que cada vez que viaja a su pa�s, cosa que hace con frecuencia, acude a Tatoi a rezar una oraci�n y llevarles flores. "Tengo maravillosos recuerdos de nuestra vida en Tatoi, todav�a me parece oler aquellas brisas, entre eucaliptos, pinos y cipreses. All� se construyeron dos tumbas juntas para mis padres a la intemperie, bajo los �rboles, ellos lo deseaban as�. Quer�an descansar bajo el cielo de Tatoi, que los ciervos corretearan junto a sus tumbas y brotaran flores cada primavera", revel� Do�a Sof�a a su bi�grafa, Pilar Urbano.

Muy duro tiene que ser para la Reina ver el estado de ruina en el que se encuentra el que fue su hogar de ni�a, hoy en manos del Estado griego, que no contempla su explotaci�n tur�stica ni su comercializaci�n, por lo que est� totalmente abandonado, tal como ha publicado el diario ABC. Convertido en parque de acceso gratuito, pese a la gran afluencia de visitantes, que se calcula en unos 3000 solo los fines de semana, el gobierno de Tsipras, no ha puesto en marcha iniciativa alguna para frenar su deterioro, abandonando incluso la propuesta de convertirlo en museo. Algo que aparte de la quiebra econ�mica del pa�s, tiene que ver con las connotaciones pol�ticas que hacen de Tatoi una emblema de la vieja monarqu�a.

La finca fue comprada en 1872 por el Rey Jorge I, bisabuelo de Do�a Sof�a y fundador de la dinast�a, que pag� por ella 300.000 dragmas. Entonces era propiedad privada y estaba eficazmente administrada. La familia Real la mejor� mucho, plantando nuevas especies de �rboles y levantando una granja modelo que comercializaba todos sus productos, incluso la resina de sus pinos. Pero tras el golpe de los coroneles que en 1967 derroc� al Rey Constantino, hermano de la Em�rita, fue confiscada y cerrada por los militares.

Con la llegada de la rep�blica y el restablecimiento de la democracia, se devolvi� a la familia Real, e incluso el gobierno conservador de 1991 autoriz� que Constantino se llevara parte de las pertenencias a Inglaterra, donde estaba exiliado, para subastarlas, quedando la finca como parque natural. Sin embargo en 1994, el gobierno del socialista Papandreu, radical antimon�rquico, nacionaliz� todas las propiedades reales, entre ellas el palacio de Tatoi, la residencia de verano de Mon Repos, en Corfu, donde se ennoviaron Juan Carlos y Sof�a y la finca Poliendri, en �tica.

La Reina Em�rita durante el 50 aniversario de la muerte de su padre, el rey Pablo I de Grecia

Priv� adem�s a Constantino del pasaporte y la nacionalidad griega, inici�ndose un largo enfrentamiento entre el ex monarca y las autoridades republicanas griegas que culmin� en 2002 cuando el tribunal de Estrasburgo conden� al estado heleno a indemnizar al ex rey y a su familia con 13.200.000 euros. Desde entonces Tatoi, que se ha convertido en el mayor pulm�n de Atenas, es propiedad del estado griego y su acceso es p�blico, aunque no se permite la entrada de coches, pero s� de bicicletas y excursionistas.

En 2002 se iniciaron unas obras de restauraci�n del palacio y sus edificios colindantes, pero las mermadas arcas griegas no pod�an afrontarlo por lo que se incluy� Tatoi en la lista de privatizaciones, lo que no tuvo �xito alguno. Tampoco la propuesta de que una compa��a privada se hiciese cargo de la finca. En 2015, el nuevo gobierno de Tsipras, tras una consulta p�blica para determinar su destino, se decant� por continuar con su restauraci�n y convertirlo en museo, aunque pronto se quit� el "marr�n" de las manos y lo traslad� al marco de referencia estrat�gica de la Uni�n Europea, solicitando una financiaci�n de cinco millones de euros. Lo que tambi�n cay� en saco roto, por lo que Tatoi y sus hist�ricas edificaciones se deterioran d�a a d�a, pese a que a veces se repara alg�n tejado o se adecenta una fachada en ruinas.

Eso a pesar de que seg�n los expertos, si se restaurara el conjunto, uno de cuyos edificios podr�a incluso albergar un hotel de lujo, se retoma la idea de abrir un museo de la monarqu�a y se organizaran actividades cobrando una peque�a entrada, la cifra de visitantes podr�a alcanzar el mill�n anual. Algo que en un pa�s que vive del turismo como Grecia, podr�a suponer grandes beneficios. Eso no parece importar mucho al gobierno de Tsipras, el "amigo" griego de Podemos, que asiste impasible a la ruina del �ltimo vestigio de la monarqu�a en Grecia.

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