Steve Bannon. El ideólogo de Trump

Movistar Plus promocionaba esta película/documental/entrevista alegando que la única persona que tenía una sonrisa en su cara cuando Trump se enteró de que había ganado, cuando el equipo de Trump seguía los resultados electorales en 2016, era Steve Bannon, porque es el ideólogo de Trump. ¡Mentira! Lo vi en su momento y se ve a simple vista. ¡Fíjense! La persona más sonriente en esa sala no era Steve Bannon sino Mike Pence y lo de que es el ideólogo de Trump es cuanto menos dudoso.

No era para menos. Mike Pence, exgobernador de Indiana, no era nada popular dentro del partido Republicano. Y como nadie quería ser el vicepresidente de Trump eligieron a Pence que era el único que no tenía nada que perder.

Pence aplicó medidas muy radicales cuando era gobernador de Indiana. Por ejemplo, atacaba a los homosexuales con dinero público y es que les mandaba cartas y los perseguía para obligarles a estudiar cursos del estado para que dejaran de ser homosexuales. Aplicaba sus creencias religiosas hasta el extremo.

Así que Mike Pence aceptó el encargo de ser vicepresidente de Trump y aunque sí que es verdad que las caras de los allegados de Trump eran de sorpresa, la cara de Pence era exultante. Había conseguido ser vicepresidente algo que no iba a conseguir debido a que no tenía apoyos dentro de su partido y ahora podría ser uno de los sucesores de Trump. De hecho, actualmente, es una persona importante del partido republicano cuando era un repudiado antes de la llegada de Trump.

La figura de Bannon se ha exacerbado y no veo tan claro que sea el ideólogo de Trump y mucho menos de los movimientos populistas que abundan en occidente.

De hecho, Donald Trump no ganó las elecciones en Estados Unidos, las perdió por 3 millones de votos y obtuvo la Casa Blanca porque ganó los estados clave de Pennsylvania, Wisconsin y Míchigan por 75 mil votos de diferencia. Hillary Clinton dio por ganados estos 3 estados que suelen votar demócrata, se confió, ni siquiera hizo mítines ahí y Trump ganó la Casa Blanca.

El mérito de Trump fue ganar la nominación republicana destrozando a sus rivales en las primarias y cuando todo el mundo se le reía y el partido republicano no le quería ver ni en pintura y prefería a Joe Bush, hermano e hijo de expresidente, como candidato. Steve Bannon aparecio después cuando Trump consiguió la nominación republicana y hace años que ya no trabaja para Trump porque le echaron o se fue. (Nadie quiere explicar lo que sucedió)

De hecho, esta es la clave ¿por qué ya no trabaja para Trump? ¿Qué pasó? Si es el ideólogo de Trump ¿por qué Trump prescindió de él? Y esta pregunta es clave y sería interesante que nos lo explicaran pero no lo hacen. Esta película no lo cuenta, no se atreve a ello y Bannon tampoco se atreve a contarlo. ¿De verdad Bannon es el creador de Trump? Me parece que su figura se ha hecho famosa pero se le atribuye un mérito que no tiene.

Bannon se hizo famoso haciendo películas sobre figuras políticas republicanas y luego dirigiendo un medio de extrema derecha populista, Breitbart. Posteriormente, trabajó para Trump de forma temporal, coincidiendo con su triunfo electoral y su primer año en la Casa Blanca.

Como indicaba antes, lo difícil para Trump fue conseguir la nominación republicana porque una vez conseguida, dispone del partido y millones de votantes que son republicanos van a votar al candidato republicano por lo que en mi opinión el mérito de Bannon no es tan grande.

Si te gusta la política, los medios de comunicación encontrarás esta entrevista interesante pero que no te engañen. Steve Bannon no es la figura mitológica que nos hacen creer y que es responsable del Brexit, del triunfo de Trump y de otros movimientos populistas que están triunfando.

Este documental no desnuda a Bannon ni te cuenta cosas relevantes, de hecho, ayuda a esta corriente que se ha creado que agranda su importancia y majestuosidad.

En enero de 2020 vi una entrevista con Steve Bannon en la que aseguraba que el partido demócrata iba a regalarle la nominacion a Michael Bloomberg porque tiene mucho dinero. Ni en eso ha acertado. Las referencias al cine que Bannon hace en esta película son absurdas en realidad.

Y todo lo que dice en el documental tiene una falsa profundidad que asusta. Todo lo que sucede en Estados Unidos se convierte en relevante. Su poder mediático y la máquina que tiene de publicidad y creación audiovisual da la vuelta al mundo. Esta película es una pequeña decepción. Hay mucho artificio.

Se ha hablado mucho de Steve Bannon, de toda su carrera con Breitbart, de que es una persona peligrosa y exitosa... Este documental es una entrevista benigna hecha a su medida que yerra porque no transmite profundidad ni revela nada realmente interesante ni le hace dudar o explicar algo que nos haga creer que tal y como aseguran, Steve Bannon es un genio que ha creado movimientos políticos modernos populistas.

Por Nicolás Bianchi

En varios pasajes de American Dharma, su director Errol Morris se ve en la necesidad de dejar en el film sus preguntas y cuestionamientos a la carrera e ideas de Bannon, posiblemente para no caer en una apología de lo que pretende criticar. El documental se basa en una extensa entrevista y diálogo entre el realizador y el protagonista, revestido por una impactante escenografía, imágenes de archivo y de películas que ambos comentan.

Todo transcurre en una suerte de hangar reconvertido en algo que parece un cuartel y una sala de conferencias. Allí dialogan Bannon y Morris, que retrata a su objeto fílmico con cierto temor que trasluce en el editado de la película. Quien se encuentra frente a cámara es una amenaza. El otrora asesor de Trump devela sus razonamientos más profundos, fruto de una educación de primer nivel, como una serie de intrincadas proposiciones muchas veces contradictorias entre sí, en contra de un supuesto establishment que estaría por llevar a Estados Unidos a algo parecido a la desintegración.

Durante buena parte del film lo que hacen ambos es ver y debatir fragmentos de una serie de películas históricas de Hollywood. Como es de esperar, las interpretaciones de ambos difieren. A partir de imágenes de John Ford y John Wayne, Orson Welles, o films bélicos como El puente sobre el Río Kwai, Bannon elabora el concepto de ‘dharma’, algo así como una fusión entre deber y destino. En inglés hablan de ‘destiny’, ‘fate’ y ‘duty’. En castellano hay una sola palabra para los primeros dos vocablos, aunque se puede agregar que ‘fate’ puede tener un componente trágico, algo así como un destino trágico, mientras que ‘destiny’ alude a un destino más ‘genérico’, simplemente el camino a recorrer.

En todos los films Bannon ve a distintos personajes que son regidos por el ‘dharma’, en ocasiones glorioso a costa de quien lo debe transitar o realizar. El paralelismo con Trump y la misión de los grupos de la alt right encuentra en ese concepto su razón de ser, según el asesor. Ellos surgieron para evitar una revolución que se iba a cargar a los valores históricos que representa Estados Unidos, un peligro que aún, según dice, no está del todo disipado. Son, de esa manera, una suerte de reaccionarios de vanguardia, agentes que buscan un cambio para evitar otro mayor.

American Dharma contiene también un recorrido por la biografía de Bannon. De las universidades más prestigiosas a encontrar un nicho en la falta de expresión mediática de los grupos de la extrema derecha que reverdecieron entre la crisis económica de 2008 y la oposición al surgimiento del presidente Barack Obama. Luego de su paso por la Casa Blanca, Bannon es una suerte de gurú del populismo de derecha que, al momento de la realización de la película, asesora a distintas figuras y movimientos europeos.

Por último, resulta sumamente interesante destacar la épica de la comunicación que realiza el publicista. Cuenta al detalle su visión de la campaña que enfrentó a Trump con la entonces candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, cuyo principal objetivo fue construir, no tanto la imagen de su candidato, sino la de su rival. Morris, que confiesa haber votado a quien resultara vencida, retrata a Bannon con maestría, viste la película con una escenografía bellísima, y deja entrever cierta admiración, no sobre la figura del protagonista del film, sino sobre el poder de daño de su obra.

¿El ‘dharma’ estadounidense habrá sido llegar a estar gobernados por un grupo, por momentos delirante, de extrema derecha?