Así era la reina Sofía con 15 años: burlas al profesor del internado y su primer encuentro con Juan Carlos

En 1953, la entonces princesa de Grecia y Dinamarca compaginaba sus primeros actos públicos con sus clases en un internado alemán. Meses después de cumplir los 15 años, Sofía conoció al que sería su marido, "Juanito".

Doña Sofía con sus padres y sus hermanos en enero de 1954. Dos meses antes, había cumplido 15 años

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El 2 de noviembre de 1953, la entonces princesa Sofía de Grecia y Dinamarca cumplió los mismos años que hoy celebra su nieta Leonor de Borbón: los 15. Al igual que ella, a esta edad doña Sofía ya había visto subir al trono a sus padres, Pablo I y Federica de Grecia, y lo mismo que la Princesa de Asturias solía acompañar a los reyes en algunos de sus actos oficiales. En julio de 1953, doña Sofía había visitado por ejemplo una fábrica de pieles en el norte de Grecia, mientras que dos años antes había realizado su primera aparición en sociedad al asistir con su madre a la boda del príncipe Ernesto Augusto IV, hermano de Federica y padre del actual jefe de la Casa Hannover, en el hoy controvertido castillo de Marienburg.

Uno de los episodios más importantes de su biografía llegaría sin embargo una vez cumplidos los 15 años. Para la reina Federica, esa era ya edad suficiente para que su hija mayor conociera a otros herederos casaderos, así que el 22 de agosto de 1954 la princesa Sofía embarcó a bordo del crucero Agamenón junto a a otros príncipes europeos como Juan y Josefina, herederos al trono de LuxemburgoSimeón de Bulgaria… o el hijo de los condes de Barcelona, Juan Carlos, al que hasta entonces doña Sofía aún no conocía. La chispa entre los futuros reyes de España, sin embargo, no prendió a bordo de aquel barco.

Según recoge el escritor Màrius Carol en Un té en el Savoy, la primera impresión que le causó “Juanito” a su futura esposa fue la de ser “un príncipe un tanto gamberro y atolondrado”, y aunque en un momento dado la princesa se le acercó, fue para hacerle una llave de yudo y tumbarle en el suelo. Sofía de Grecia tardaría siete años en cambiar la opinión que tenía de don Juan Carlos: en 1961, volvió a coincidir con él la boda de los duques de Kent y esta vez no quiso dejarle escapar. En septiembre de ese mismo año, los abuelos de la princesa de Asturias anunciaron su compromiso de boda.

La reina Sofía con su madre, Federica de Grecia, y sus hermanos Irene y Constantino en 1954

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Como la princesa Leonor, a sus 15 años la reina Sofía estudiaba en el mismo colegio que su hermana Irene, con quien la relación sigue siendo tan buena como todo apunta que será la de las hijas de Felipe VI y Letizia en el futuro. Las dos princesas eran alumnas del Schloss Salem, un internado pensado para educar a la élite que dirigía otro de sus tíos maternos, Jorge Guillermo de Hannover, en Überlingen, Alemania.

Ser la sobrina del director, sin embargo, no aliviaba una vida que en la biografía escrita por Pilar Urbano la propia doña Sofía describía como “dura, rigurosa, exigente y sin confort de ningún género”. En Alemania se notaban todavía las dificultades económicas provocada por la Segunda Guerra Mundial, y para colmo su tío “no le pasaba una”, no fueran a pensar los demás alumnos del colegio que “la sobrinita tenía enchufe”.

La princesa Sofía “no se libraba de ningún castigo”, y cuando un día se burló de la pronunciación de su profesor de griego (“usted pronuncia griego como podría pronunciarlo Erasmo de Rotterdam”, le dijo) el maestro protestó al director, quien “con toda razón” (porque “había sido una impertinente”) le cambió de clase.

Doña Sofía decía que llegó al Schloss Salem con lágrimas en los ojos, pero también lloró el día que tuvo que abandonar el internado para regresar a Grecia. Con 23 años, era ya una mujer casada y su futuro había quedado tan decidido como lo está el de Leonor de Borbón desde la cuna: ser Reina de España.

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