Lo correcto pocas veces está perfectamente delineado; sus límites suelen flotar en la subjetividad. La detective Harlee Santos, interpretada por Jennifer López, sería un gran ejemplo para ilustrar dicha tesis, para preguntarse si lo que cuenta es el objetivo o los fines para llegar hasta él.
Su posición en la serie en Shades of Blue sería lo que popularmente se conocería como “entre la espada y la pared”: para garantizarle a su hija (Sarah Jeffery, de Wayward Pines ) una educación que no podía costearle, Santos se sumió en una red de corrupción en un equipo de detectives en Brooklyn, liderado por teniente Matt Wozniak (el ganador del Emmy Ray Liotta, de Goodfellas y Field of Dreams ).
Sin embargo, esta madre soltera es pillada con las manos en la masa en medio de un gran negocio ilícito y no le queda más que aceptar convertirse en informante del FBI.
La tensión comienza desde el episodio piloto: Santos, quien siempre fue la mano derecha de Wozniak, está condicionada a volverse contra su propia unidad, contra los actos clandestinos de los que alguna vez fue parte y que concedieron a su hija, Cristina, una mejor calidad de vida de la que su sueldo le permitía.
Sin embargo, ella intentará hallar la manera de proteger a sus colegas y evadir un eventual arresto que la separaría de su hija por tiempo indefinido.
Dentro del FBI, Santos deberá rendirle cuentas al agente Stahl (Warren Kole), quien –según NBC– desarrolla una obsesión con la informante.
De acuerdo con la revista española Fotogramas , pese a que la serie arranca con lo que pareciera una química nula entre ambos personajes, Stahl apunta a convertirse en el interés romántico de Santos a mediano plazo.
Entretanto, Wozniak se entera de que hay alguien que está llevando la información de su controvertida unidad hasta el FBI y, entonces, emprende la cacería del informante. Entonces, el espacio entre la espada y la pared se estrecha para Santos.
“En Shades of Blue , como en la vida real, nada es blanco o negro, y todo depende del cristal con que se miren las cosas. La trama es innovadora, con personajes muy humanos con los que nuestra audiencia podrá conectar inmediatamente, y cuenta con un elenco de primer nivel”, explica la rente general de NBC Universal International Networks, Klaudia Bermúdez-Key.
Santos, la antiheroína
A Jennifer López la hemos visto antes en la pantalla como una mujer ruda y empoderada (en el filme Nunca más , por ejemplo) y en papeles como la chica buena; sin embargo, ahora a su personaje le corresponde ser el que quebranta la ley.
De hecho, en Shades of Blue, López se vuelve a poner los guantes de boxeo para hacer gala de que le dejó el thriller Asalto al tren del dinero (1995).
“Resulta interesante observar la perspectiva de antiheroína corrupta a través de un papel protagonista femenino, teniendo en cuenta que tanto la imagen policial como la del malvado corrupto suelen estar asignados a hombres, al menos en lo que a ficción televisiva se refiere y, sobre todo, cuando la corrupción tiene un peso tan importante en la trama”, asegura la revista Fotogramas .
Variety calificó Shades of Blue como uno de los estrenos más fuertes de NBC (la cadena que transmite la serie en Estados Unidos) en los últimos años, debido al empuje que le dio contar con una estrella tan popular como López.
J.Lo no solo figura como la protagonista de esta serie policial, sino también como su productora ejecutiva, en conjunto con su compañero del programa American Idol, Ryan Seacrest.
En medio de su ocupada doble carrera como cantante y actriz, J.Lo no ha ofrecido muchas declaraciones a la prensa sobre lo que significa para ella su participación en la serie.
“Me ofreció una buena base para crecer y, sobre todo, crecer en algo que no se desgasta con tanta facilidad”, dijo previo al estreno de este drama criminal.
Pese a las buenas críticas en torno a su actuación, no todos los créditos son para Jennifer López.
“Todo es elenco es más que perfecto para la historia que Shades of Blue está tratando de contar. López se desenvuelve bien como protagonista; es dura y poco sentimental en la serie, y aunque la hacen lucir impactante, no necesariamente pensás en ella como un personaje glamuroso. Pero esta es la serie de (Ray) Liotta; ningún otro personaje muestra una actuación tan creíble”, apunta The New York Magazine .
“ Shades of Blue no es una serie profunda, pero es una sensacionalmente efectiva. Sabe bien lo que es: un compacto, melodramático y comercial brillo de aquellos thrillers policiales setenteros y ochenteros de Sidney Lumet. Las fuertes actuaciones le ayudan muchísimo”, agrega.
En la serie se combina el talento de Drea de Matteo ( Sopranos , Sons of Anarchy ), Dayo Okeniyi ( Terminator: Genisys, Hunger Games ), Vincent Laresca ( El aviador, Rápidos y furiosos: Reto Tokio ), Hampton Fluker ( Aquarius, The Blind Side ) y Sarah Jeffery ( Rogue, Wayward Pines ). Además, Santino Fontana ( Frozen, Crazy Ex-Girlfriend ) participa como actor invitado recurrente.
Su irrupción en la pantalla chica resultó tan exitosa en Estados Unidos, que, en febrero, NBC anunció la renovación de la serie por, al menos, una temporada más.
“Estamos muy emocionados por averiguar adónde nos llevará esta historia y ver a los personajes elevar sus apuestas en lo que será una fantástica segunda temporada”, dijo la presidente de NBC, Jennifer Salke, mediante un comunicado oficial.
Sin embargo, Matt Zoller –crítico de The New York Magazine – difiere de ese elemento sorpresa que tanto conmociona a la jerarca de NBC, pero parece ser que incluso él se convertirá en fiel seguidor de la serie. “Sabés cómo deben terminar las cosas, pero llegar hasta el desenlace debería ser infernalmente entretenido”, dice.
Véalo. Jueves 7 de abril. Universal Channel. 9:00 P.M.