Hubo un Robinson Crusoe real en quien el novelista Daniel Defoe se inspiró para escribir su famosa novela, aunque es controvertido que se inspirara solo en él, como te cuento al final del artículo. Se llamaba Alexander Selkirk y era oriundo de Lower Largo, un pueblecito de pescadores de la encantadora costa de Fife en Escocia.
Y, ¿cómo llegó un humilde marinero del East Neuk a ser un náufrago durante más de cuatro años en el archipiélago de Juan Fernández, en el Pacífico Sur?
Vente conmigo y te lo cuento todo, incluido un pequeño recorrido por el pueblo de Lower Largo 😉⛵
ROBINSOE CRUSOE ERA ESCOCÉS: LA INCREÍBLE HISTORIA DE ALEXANDER SELKIRK
1) Refrescando la memoria sobre Robinson Crusoe…
Daniel Defoe, considerado el padre de la novela inglesa, publicó Robinson Crusoe en 1719. En la historia de Defoe, contada en primera persona, el protagonista pasa nada más y nada menos que veintiocho años en una isla remota corriendo toda clase de aventuras.
En la novela Robinson Crusoe es inglés, concretamente de la ciudad de York y naufraga cerca de la desembocadura del río Orinoco en América del Sur. El destino le ha llevado allí tras ser capturado por unos piratas mientras intentaba llegar a África en busca de esclavos. Todo muy colonial.
La obra está llena de los moralismos de la época: Robinson Crusoe hace frente a la adversidad gracias a su conversión al cristianismo y a su comportamiento puritano y casi asexual, rescata a Viernes de ser devorado por los caníbales y le adoctrina en las virtudes del buen caballero occidental. Incluso se proclama a sí mismo rey de la isla, si bien esta ya contaba con habitantes (caníbales) previamente.
Lo cierto es que la novela de Robinson Crusoe fue todo un éxito en su época y es, de hecho, considerada la novela inglesa más leída de todos los tiempos.
¡Ahora ya estamos listos para conocer la historia del personaje real en que Defoe se inspiró!
[the_ad id=»7391″]2) Alexander Selkirk: una infancia y adolescencia más que rebeldes
Alexander Selkirk nació en 1676 en el pueblo marinero de Lower Largo, en la llamada costa del East Neuk en Fife (Escocia). Poco se sabe de su madre. De su padre se sabe que era zapatero y curtidor. El pequeño Alexander los mataba a disgustos, al parecer.
A los diecisiete años, en pleno ardor adolescente, fue convocado por los ancianos del pueblo oficialmente en una sesión especial para reprederle por conducta indecorosa en el templo. Alexander no se presentó: se había marchado a su primera aventura marítima. Regresó a Lower Largo en 1701 solo para ser vuelto a reprender por agredir a sus propios hermanos.
En este sinvivir estaba la familia Selkirk cuando Alexander decidió hacerse de nuevo a la mar en forma de corsario.
[the_ad id=»7391″]3) «La vida de un pirata es la vida mejor». O no.
En 1703 un Alexander Selkirk de ya veintisiete años, se hizo a la mar a las órdenes de un explorador y corsario llamado William Dampier. Iban a recorrer el Pacífico Sur y poco sospechaba Alexander Selkirk que aquella expedición marcaría trágicamente su vida.
⛵ Los piratas solo estaban al servicio de sí mismos y se dedicacan a atacar y saquear otros barcos únicamente para su beneficio personal. Son los que salen en Piratas del Caribe o en la serie de TV Black Sails.
⛵ Los corsarios, por el contrario, llevaban a cabo sus actividades de piratería bajo una «patente de corso», que no era otra cosa que una autorización de su rey para atacar a barcos de naciones enemigas. Ingleses y holandeses otorgaron muchas de estas patentes de corso para entorpecer las actividades económicas de los castellanos y los portugueses en las colonias americanas. Sir Francis Drake fue un corsario inglés que seguramente conoceréis.
⛵ Los filibusteros eran una variante a medio camino entre piratas y corsarios puesto que, aunque comenzaron siendo una sociedad de piratas, terminaron también al servicio de algunos países europeos en sus pugnas caribeñas.
⛵ Los bucaneros, finalmente, fueron en origen cazadores de la zona del Caribe que, ante la presión de las autoridades coloniales, acabaron convirtiéndose en piratas o incluso en filibusteros.
William Dampier y su tripulación, entre la que se contaba nuestro rebelde Alexander Selkirk, zarpó del puerto de Kinsale en Irlanda el 11 de septiembre de 1703. Dampier llevaba en su poder una patente de corso del Alto Almirantazgo que le autorizaba a atacar a los enemigos de Inglaterra, envuelta en aquel tiempo en la Guerra de Sucesión Española.
Alexander Selkirk debía tener, a sus veintisiete años, bastante experiencia naval, puesto que se le asignó un puesto de oficial bajo el mando del capitán Thomas Stradling en el Cinque Ports, el barco compañero del St George que capitaneaba William Dampier.
Tras muchas aventuras y desventuras en forma de batallas navales, emboscadas, asaltos a pueblos mineros y la captura de una nave enemiga, Thomas Stradling, capitán del Cinque Ports, discutió con William Dampier a causa del botín. Incapaces de llegar a un entendimiento, Stradling se marchó por su cuenta con el barco y con todos los que iban en él, incluyendo a Alexander Selkirk.
[the_ad id=»7391″]4) Más a Tierra: una isla no muy chachi
En febrero de 1704 el Cinque Ports, capitaneado por Stradling, llegó a una isla que los españoles solían llamar Más a Tierra y que se encontraba en el remoto y deshabitado archipiélago de Juan Fernández, cerca de la costa del actual Chile.
El objetivo era aprovisionarse de víveres y agua, pero Alexander Selkirk no estaba muy convencido del estado de la nave y exigió, sin éxito, que se le permitiera realizar las reparaciones que deseaba. Ante la negativa de Stradling y en un órdago muy mal calculado, Selkirk proclamó que prefería quedarse en la isla antes que navegar en aquella carraca a medio hundir…
Thomas Stradling, que no tenía el día para farolillos, le tomó la palabra y, entregándole cuchillo, mosquete, hachuela, cacerola, algo de ropa, mantas y una Biblia, le dejó en Más a Tierra sin contemplaciones. Muy pronto, Alexander Selkirk se arrepintió de su impetuosidad. Demasiado tarde.
Sin embargo, tal vez el destino que le aguardaba en Más a Tierra no fuera tan horrible como el que les aconteció a los ocupantes del Cinque Ports…
5) Náufrago en Más a Tierra: he aquí por qué deberías ver Bricomanía
Al principio Alexander Selkirk vivió con la esperanza de que su estancia en la isla sería más que breve. Alguien vendría, sin duda, a rescatarle. Aferrado a este convencimiento, permaneció junto a la orilla para ser visible, alimentándose con las langostas que pasaban por allí.
Sin embargo, muy pronto las colonias de leones marinos, muy territoriales, le obligaron a buscar refugio en el interior de Más a Tierra, donde por fortuna había muchos más recursos para la vida de un náufrago: bayas, coles, nabos y pequeñas cabras salvajes que podía cazar. Incluso llegó a domesticar algunos gatos salvajes para que le librasen de las ratas.
Alexander Selkirk resultó ser un alumno aventajado en bricolage extremo y supervivencia: se fabricó un cuchillo nuevo, más funcional, con restos de naufragios; se construyó dos cabañas de madera, una para cocinar y otra para dormir; se fabricó ropa con el pellejo de las cabras salvajes, cosiéndola con la ayuda de un clavo…
Y, así, pasaron algo más de cuatro largos años: la única compañía de Selkirk eran los gatos que le protegían y las cabras que se comía y su unica distracción, leer salmos en una Biblia.
[the_ad id=»7391″]6) 2 de febrero de 1709: el día más feliz en la vida de Alexander Selkirk
¿Os acordáis de William Dampier? Efectivamente: el corsario inglés a cuyas órdenes Selkirk navegaba cuando Strandling y él se amotinaron y se marcharon en el maldito (y podrido) Cinque Ports. Pues en febrero de 1709 el destino quiso que fuera él quien pilotara el barco de rescate de nuestro particular Robinson Crusoe.
Después de aquella desastrosa expedición, que casi le había costado su carrera naval, Dampier se había embarcado como oficial con Woodes Rogers, otro corsario inglés (que tal vez os suene porque acabaría siendo el primer gobernador de las Bahamas y porque aparece recreado en la serie de TV Black Sails). Tras superar el Cabo de Hornos, se les acabaron las limas y la tripulación comenzó a enfermar y morir de escorbuto a causa del déficit de vitamina C.
William Dampier los guió entonces hasta la pequeña y secreta isla de Más a Tierra en el archipiélago de Juan Fernández. ¡Menuda sorpresa debieron llevarse los marineros cuando avistaron una hoguera y, acercándose a investigarla, descubrieron allí a nuestro Alexander Selkirk, que estaba viviendo el día más feliz de su vida!
Woodes Rogers, que por cierto era buen amigo de Daniel Defoe y posteriormente le relataría toda la historia, quedó impresionadísimo por las habilidades, la vitalidad y la estabilidad emocional del náufrago escocés, hasta el punto de nombrarle su segundo a bordo del Duke. Más tarde le haría capitán del Increase, una nave saqueada a los españoles.
[the_ad id=»7391″]7) El regreso de Alexander Selkirk a Europa: la cabra tira al monte
Tras dos años y medio más circunnavengando el planeta y haciéndole la puñeta a los barcos españoles junto a Woodes Rogers, en octubre de 1711 Selkirk regresó a Gran Bretaña, donde descubrió que su historia se había hecho bastante popular en Londres. Durante un tiempo se entretuvo demandando a los autores de las publicaciones que se habían lucrado narrando sus desventuras, pero pronto volvió a meterse en problemas y acabó con sus huesos en prisión durante un par de años.
Hacia 1716, de nuevo un hombre libre, Selkirk regresó a su pueblo natal de Lower Largo, donde se enamoró de Sophia Bruce, una joven lechera de la localidad. Se fugaron juntos a Londres para casarse, pero nunca se ha hallado prueba documental del matrimonio y, de hecho, Selkirk se hizo de nuevo a la mar (esta vez con la Marina Real) para no regresar a Gran Bretaña hasta 1720, momento en que sí se tiene constancia de que se casó con Frances Candis, una viuda que regentaba una posada.
Como no podía ser de otra manera, la muerte encontró a Alexander Selkirk a bordo de un barco. Paradójicamente, su última labor fue el control de la piratería en la costa oeste de África a bordo del HMS Weymouth, donde la fiebre amarilla se lo llevó al otro mundo un 13 de diciembre del año 1721.
Fue enterrado en el mar, como era costumbre en aquellos tiempos.
8) Entonces, ¿se inspiró Defoe en la historia de Alexander Selkirk para escribir Robinson Crusoe?
Aunque os parezca mentira, han corrido ríos de tinta acerca de este tema.
Algunos investigadores opinan que es muy probable que la historia de Alexander Selkirk fuera la inspiración directa de Daniel Defoe a la hora de escribir Robinson Crusoe. Ya era una historia famosa en la época de Defoe y además debió llegarle en primera persona por boca de su amigo Woodes Rogers.
También se apoyan en el hecho curioso de que el personaje de la novela de Defoe vestía con pieles de cabra como Selkirk, aun cuando en su ficticia isla del Caribe esa vestimenta habría sido demasiado calurosa.
Otros muchos, sin embargo, piensan que la historia de Robinson Crusoe está construida sobre decenas de historias similares que Defoe habría debido leer y oir a lo largo de su vida. Que la de Alexander Selkirk fue solo una de las muchísimas historias de náufragos de la época.
¿Qué opinas tú, lector? Cuéntame tu opinión en los comentarios 😊
[the_ad id=»7391″]9) Un paseo por Lower Largo, el pueblo natal de Alexander Selkirk en Escocia
Si algún día tus pasos viajeros te llevan a la encantadora costa del East Neuk (Fife) en Escocia (de la que puedes ver una ruta de pueblos de pescadores en este otro artículo), te recomiendo que pares un ratito en el pueblo de Lower Largo.
Con sus apenas dos mil habitantes, Lower Largo está total y absolutamente fuera de todos los circuitos turísticos escoceses. Ahí, y en las reliquias de la historia de Alexander Selkirk que hay repartidas por el pueblo, reside gran parte de su encanto.
No dejes de dar un paseo por sus calles llenas de símbolos y reliquias de un pasado marinero pero, sobre todo, acércate al hotel Robinson Crusoe para tomar un pinta junto al mar y observar la flecha que señala la dirección en la que cae el archipiélago Juan Fernández desde allí.
Finalmente, te reto a que encuentres la placa honorífica y la estatua de Alexander Selkirk que, en 1885, se colocó en el lugar donde antiguamente estuvo su casa natal. Un descendiente de los Selkirk lo costeó todo.
Hasta ahí todo bien.
🤦♀ Pero es que en 1966, el presidente de Chile de aquel entonces renombró la isla como Isla de Robinson Crusoe para atraer turismo aunque, como hemos señalado, la isla ficticia de Crusoe estaba en el Caribe. No contento con esto, renombró otra isla que está a casi doscientos kilómetros y que el protagonista de este artículo jamás vió como Isla de Alejandro Selkirk.
Disfruta de los apacibles paisajes costeros de Lower Largo y, si te quedas con ganas de más, acércate a ver uno de los mejores atardeceres de toda Escocia en el faro del vecino pueblo de Elie.
🏨 Si necesitas un lugar donde alojarte bueno, bonito y barato, no puedo más que recomendarte Seascape (puedes reservarlo aquí con Booking).
¡Espero que os haya gustado este artículo sobre Alexander Selkirk, el Robinson Crusoe escocés que (probablemente) inspiró la obra inmortal de Daniel Defoe!
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Cheers!!! 🙋
Saludos Ana!
Me ha encantado tu blog y en especial esta entrada sobre Selkirk. Soy chilena y desde pequeña quedé prendida de la novela de Daniel Defoe, al punto que soñaba con conocer la isla Robinson Crusoe. Para alegría extrema mía, el pasado mes de diciembre, gracias a mi trabajo tuve la oportunidad de concretar ese sueño y pude recorrer los senderos que recorrió nuestro rebelde escocés. Has sido muy lúdica a la hora de enseñarnos todo lo referente a piratas, corsarios, filibusteros, etc. Me hiciste alucinar con la foto de la flecha que señala Juan Fernández. Tendré que apuntar Lower Largo en mi lista de sitios para conocer. Siento una fascinación por los faros, naufrágios e islas…nada más que agradecer tu trabajo con el fin de compartirnos trocitos de historia y de Escocia.
¡Hola Celeste!
Cuantísimo me alegro de que te hayas gustado el artículo. Si te fascina este tema, como así es, te encantará Lower Largo y visitar faros de los alrededores como el de Elie o, más al sur, el de North Queensferry (el faro en funcionamiento más pequeño del mundo, que además se puede ver por dentro). ¡Y échale un vistazo a este otro artículo para soñar un poco! https://lovelyscotland.com/dormir-en-un-faro-escocia/
Yo también soy una enamorada de los faros y los paisajes costeros 💕
Un abrazo,
Ana
Felicitaciones, vuelvo de decirte que tu blog es excelente. Tú sí que cumples la idea de «enseñar deleitando».
¡Cuánto me alegro de que te haya gustado, Patricia! No sabéis la enorme sonrisa que se me pone cada vez que me decís cosas como estas. Para mi divulgar la historia y la cultura de Escocia es una pasión ❤
¡Un abrazo!
Después de mil años, por fin puedo leer la entrada, ¡me ha encantando!
Qué interesante, no tenía ni idea. Me ha gustado especialmente la diferenciación que has hecho entre corsarios, piratas y demás, porque yo sabía que había alguna pero no exactamente cuál (y nunca me acordaba del tema lo suficiente como para ponerme a buscarlo).
¡Enhorabuena por la entrada!
Un beso.
¡Muchas gracias! ¡Cuántísimo me alegro de que hayas disfrutado el artículo! La verdad es que a veces pienso que me hago muy pesada incluyendo esas curiosidades históricas pero luego veo que os gustan, así que fantástico 😄
Un abrazo muy grande 🤗
¡Me ha encantado! No tenía ni idea de la procedencia de la historia, así que me ha parecido ideal tu artículo. ¡Gracias! NO me importaría pasarme por esa zona.
¡Me alegro un montón de que te haya gustado, Chus! Y mil gracias por tu email, nuestro náufrago te estará agradecido por siempre 🤗
¡Súper recomendable una rutita de un día en coche por los pueblos del East Neuk! Con atardecer en Elie ❤
Hola Ana!
A mi también me ha gustado conocer la historia de Alexander Selkirk de la cual, como María J. tampoco tenía ni idea. Desde luego creo que Daniel Defoe se inspiró en su «aventura» para escribir Robinson Crusoe, dime romántica si quieres, pero para un escritor como él, nada mejor que una historia real para novelarla aunque fuera a base de ponerle más pan que queso. En cualquier caso, se non è vero, è ben trovato.
Por cierto, feliz 2019! Ya veo que año nuevo, nuevo rostro del blog. 😉
Una abrazo!!
¡Hola Margarita!
Me alegro un montón de que te haya gustado el artículo y te haya descubierto un nuevo y apasionante personaje 😊
¡Sí! Tocaba darle un lavadito de cara a la web, que en breve estreno novedades interesantes.
¡Un abrazo muy grande!