Crítica de la miniserie ‘Rosemary´s Baby’ protagonizada por Zoe Saldana, Patrick J. Adams, Jason Isaacs y Carole Bouquet
Tras un traumático aborto Rosemary (Zoe Saldana) y Guy (Patrick J. Adams), una joven pareja americana, deciden mudarse a París ya que él consigue un nuevo trabajo en la ciudad gala. Nada más llegar a la capital francesa la joven pareja se topa con Roman (Jason Isaacs) y Margaux (Carole Bouquet), un matrimonio francés de la alta sociedad. La amistad que surge entre ambas parejas llevará al joven matrimonio americano a acercarse fácilmente a sus sueños, aunque pronto descubrirán el terrorífico precio que deben pagar por ellos.
‘Rosemary´s Baby‘ está dirigida por Agnieszka Holland (ayudante de Dirección de numerosas películas de Europa del Este y directora de episodios de TV de deferentes series de éxito) y escrita por los guionistas Scott Abbott (‘La reina de los condenados’), James Wong (Destino Final’) y el propio Ira Levin, creador de la obra literaria.
Pero todos estos datos no son lo que realmente llaman la atención del proyecto televisivo sino la implicación en el mismo de la protagonista Zoe Saldana, y sus dos hermanas Mariel y Cisely Saldana. Una vez vista la cinta, el espectador se da cuenta de la fuerza de la presencia femenina en la versión actual. Pero éste no es el único cambio.
La serie busca alejarse de la obra maestra de Roman Polanski. En un principio se cambia la ubicación de la trama, al centrarse en Francia y la directora no para de advertírselo al espectador en todo momento con planos de los monumentos más significativos del país.
Otro cambio, quizás el más significativo de todos, es la presencia femenina en la historia. En la cinta original Rosemary era un títere en manos de todos mientras ella vivía en la ignorancia. Sin embargo, en la obra de Zoe Saldana, porque ya tenemos que empezar a llamar las cosas por su nombre, el personaje de Rosemary es consciente del mal que le aguarda, actúa de una manera inteligente guardándose las mejores escenas de toda la serie, y no sucumbe al mal tan fácilmente. Ella solo sucumbe cuando ya está completamente perdida. En definitiva, los mejores personajes de la serie son femeninos, y en este sentido no hay que dejar pasar desapercibida la presencia de la malvada Margaux (Carole Bouquet, en un papel brillante), que es la única que realmente da miedo en la serie.
Por último, hay que reseñar la falta de atmósfera de la serie. Esto se produce a consecuencia de que la actriz principal sale en el 80% de los planos, sin dar oxígeno ni brillo al marco de la historia.
‘Rosemary´s Baby’ no llega a ser un film de terror porque no quiere, ni siquiera un film de suspense porque no interesa. La relevancia de Zoe Saldana en el proyecto le resta a la obra originalidad y frescura, dando paso, eso sí, a una de las mejores actuaciones de esta actriz.
Pero no todo tiene este mal gusto en la obra. En ningún momento, ni por parte de los productores, ni de los guionistas, se ha distorsionado el verdadero valor de la obra literaria de Ira Levin.
Tanto la obra de Roman Polanski como la serie de televisión se bañan del verdadero mensaje de esta obra clásica: “la lucha de clases”. ‘Rosemary´s Baby’ es la historia de dos jóvenes que para conseguir su sueño tienen que vender su alma al diablo, es decir, dejar de ser ellos mismos y ser como quieren los demás, los de “la otra clase”. Es en este aspecto donde la serie conserva toda su calidad, aunque eso sí Polanski lo hizo mejor y con dos horas menos de duración.
Lo mejor: Zoe Saldana.
Lo peor: El estigma de la obra original.
