No es de extrañar que Roma sea uno de los lugares más visitados del planeta: hay historia por todas partes (el Panteón, el Coliseo, etc.), obras de arte escultóricas en casi todas las plazas y, por supuesto, comida asombrosamente buena. Cada viaje puede parecer un torbellino, pero si lo haces con calma, descubrirás muchas sorpresas. Pasa un domingo por la mañana en Trastevere y busca artículos vintage en el mercadillo de Porta Portese. O visita San Lorenzo, un barrio estudiantil con un ambiente vanguardista pero encantador, donde encontrarás tiendas de moda, galerías y arte callejero. Aquí no se cena muy temprano, así que tómate un aperitivo en Prati (se puede caminar desde el Vaticano y está lleno de extravagantes bares callejeros). Sí, la energía está a otro nivel, así que si necesitas un descanso, dirígete a las colinas (literalmente) y echa un vistazo al Monte Aventino, una zona frondosa y verde con tranquilos jardines y algunas de las mejores vistas de la ciudad. Siempre hay algo que hacer y, a continuación, tenemos más recomendaciones para ti.