Saint Andrews es el lugar donde los sueños de golf se hacen realidad. No hay un campo más icónico y más deseado en las Islas Británicas, en Europa y, seguramente, en todo el mundo. Y no puede haber una mejor sede para la 150 edición de The Open. El más antiguo de los cuatro majors se disputa en el Old Course, un enclave en el que ya se jugaba al golf a mediados del siglo XVI, incluso antes. Todo allí rezuma historia, tradición, respeto por un deporte que tiene en Escocia a su cuna. Saint Andrews se considera la Casa del Golf, ya que es la sede del Royal and Ancient, una entidad que fue fundada en 1754 y que rige y marca las normas del golf de manera indiscutible. Los 2.500 socios del club deben presentar cinco avales para poder ser miembros y en el Old Course solo se puede jugar dos domingos al año: la última vuelta del Alfred Dunhill Links Championship, que se disputa en tres campos escoceses, y la última vuelta de The Open.

Willie Park, primer ganador.

Sentir esa historia y ese inmenso legado, tratar de domar a un campo muy expuesto al viento del Mar del Norte y con esos afamados bunker-pots (profundas trampas de arena), es el reto para todos los golfistas que han pasado por un campo de ida y vuelta, que no tiene dos hoyos iguales y por ello puede ser diferente de un día para otro e, incluso, de la mañana a la tarde. “Si un golfista quiere ser recordado debe ganar el Open en el Old Course”, ha dicho Jack Nicklaus, el hombre que más majors ha levantado, dos de ellos enfrente de la bella Casa Club de Saint Andrews. “Si no sopla el viento, la única defensa del campo es la colocación de las banderas”, asegura Tiger Woods, que también ha ganado dos veces en el Old Course. Con la playa en la que se rodó la escena inicial de Carros de Fuego a un lado y el pueblo de Saint Andrews a otro, el recorrido parece sencillo a simple vista, pero esconde mil trampas, como los 112 bunkers, el temido hoyo 17, uno de los pares 4 más complicados del mundo, y los greenes dobles que dificultan la lectura de las caídas.

Tom Watson, quíntupla ganador.

El primer The Open se disputó en 1860 en el Prestwick Golf Club. Solo participaron ocho jugadores en tres rondas de 12 hoyos en el mismo día y se impuso Willie Park. La primera vez que el torneo recaló en Saint Andrews fue en 1873 y ganó Tom Kidd. Curiosamente, en la catedral de Saint Andrews están enterrados los dos Tom Morris, Sr. y Jr., que nunca vencieron en Saint Andrews, pero son el más viejo y el más joven ganador de The Open. Hasta la de este año, 29 ediciones del único major que se disputa en Europa han recalado en este campo cargado de simbolismo en el que han triunfado 29 jugadores, entre ellos varias de las grandes estrellas del golf de los últimos cien años: San Snead, Bobby Jones, Bobby Locke, Jack Nicklaus, Seve Ballesteros, Nick Faldo, Tiger Woods o el último en 2015 Zach Johnson, próximo capitán estadounidense de la Ryder Cup. También es curioso que Tom Watson, que tiene en su poder cinco Jarras de Clarete en un periodo de ocho años y estuvo muy cerca de la sexta, no ganara nunca en Saint Andrews, como tampoco lo hicieron Gary Player o Arnold Palmer.

Seve Ballesteros alza el puño tras embocar el putt ganado en 1984.

Aún es inolvidable el puño en alto gritando “la metí, la meti” cuando embocó la bola en el 18 del Old Course para ganar en 1984, precisamente ante Watson. O el dominio de Tiger Woods en 2000 cuando logró la victoria en Saint Andrews con el registró más bajo: 19 golpes bajo par. Henrik Stenson, en 2016 en Royal Troon, superó esa marca en la historia de The Open con 20 bajo par. Nick Faldo, en 1992, es el último ganador inglés de The Open, y Paul Lawrie, en 1999, el último ganador escocés. Ese año, Carnoustie asistió a uno de los mayores desastres de la historia del torneo cuando el galo Jean van de Velde perdió tres golpes de ventaja en el último hoyo.

Tiger Woods recibe la Jarra de Clarete como vencedor en Saint Andrews en 2000.

El mismo reto

Ni en Saint Andrews ni ninguno de los otros links que componen la rotación de The Open es fácil ganar. De hecho, desde 2008 cuando Padraig Harrington logró su segunda victoria seguida, nadie ha conseguido repetir. El golf ha cambiado mucho, muchísimo, en este siglo y medio, aunque las leyendas aseguran que el campo sigue siendo igual de retador porque no va de distancias, sino de buenas elecciones. Un año después de lo previsto por la pandemia, ahora muchos jugadores parten con posibilidades de ganar, entre ellos Jon Rahm, firme defensor de todos los valores que desprende el golf más allá del aspecto pecuniario. El de Barrika, que sale hoy a las 16.10 de Euskadi junto a Jordan Spieth y Harold Varner III, vuelve a ser uno de los favoritos para los apostadores, quizás más por su trayectoria en los majors que por sus resultados más recientes. Collin Morikawa es el defensor del título logrado el año pasado en el Royal St. Georges, Xander Schauffele llega con dos victorias en sus dos últimos torneos, Spieth lleva unas semanas rondando los puestos altos, Louis Oosthuizen ha ganado en Saint Andrews y ha sido segundo y Rory McIlroy cuenta como siempre. El número 1 del mundo, Scottie Scheffler, también se estrena en el Old Course de Saint Andrews y es “como un sueño hecho realidad”.

Zach Johnsn fue el último ganador de The Open en Saint Andrews en 2015.

Los apuntes

  • Willie Park. El escocés fue el primer ganador de The Open en 1860 en el Prestwick Golf Club.
  • Harry Vardon. Este jugador ingles es el que ha ganado el torneo en más ocasiones, seis, entre 1896 y 1914.
  • Nicklaus y Woods. Los dos golfistas con más majors en su palmares han ganado dos veces cada uno en el Old Course.
  • Zach Johnson. Fue el último ganador en Saint Andrews en un play-off ante Louis Oosthuizen y Marc Leishman.

LA CIFRA

29

ediciones de The Open se han disputado en Saint Andrews con 24 ganadores diferentes.