Richard Ramírez nació en El Paso, Texas en 1960, era un pequeño retraído, tímido que vivió situaciones que cualquier niño a su edad no tendría que pasar, un claro ejemplo, era la continua violencia doméstica que su padre, migrante mexicano originario de Ciudad Juárez, ejercía hacia su madre y hermanos. Era un hombre estricto que buscaba imponer disciplina pero a costa de la salud mental de su familia.
El primo de Richard, un veterano de la guerra de Vietnam que le mostraba orgullosamente varias fotografías en las que salía cometiendo crímenes atroces y posando junto a cadáveres mutilados, fue otro actor que no ayudó en el desarrollo del pequeño, Mike Ramírez lo indujo a la exposición de violencia sexual y física, y desafortunadamente, Richard fue testigo cuando su primo asesinó a sangre fría a su esposa frente a sus ojos.
De esta forma, una adolescencia llena de violencia y drogas condujo a Richard a delinquir a lado de su primo, sumado a una extraña adoración a Satanás, fueron la conjugación perfecta para hundirlo en el abismo.
Su actividad delictiva la empezó en Los Angeles robando. Fue en este lugar donde en una ocasión lo capturaron, le tomaron las huellas dactilares y tuvo que pasar seis meses en la cárcel; esto sumado a la declaración de una de las víctimas y de uno de los vecinos, fue crucial para que dieran con él después de que asesinara al esposo de su víctima. Ahora ya conocían su identidad, la cual hicieron pública tapizando las calles y los medios de comunicación con su rostro y nombre.
Richard Ramírez atemorizó durante un tiempo a Los Ángeles, cometiendo crímenes a destajo, sin propósito alguno, su fin era crear violencia e infundir temor. No seguía un patrón determinado, no era sigiloso. Elegía tanto a hombres, niños y mujeres para cometer sus fechorías. Podía robar, torturar o asesinar sin remordimiento alguno.
El mote de El acosador nocturno por el que fue famoso se lo ganó porque solía irrumpir en las casas de sus víctimas durante la noche, mientras ellos dormían, y la mayoría de los asesinatos fueron comparados con el mismo Jack el Destripador incluso con Drácula.
Richard Ramírez fue detenido y fue acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de homicidio, 9 violaciones, 2 secuestros, 4 actos de sodomia, 2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos de morada. Finalmente, el 3 de octubre de 1989 el jurado votó por la pena de muerte y el 4 de noviembre se ratificó la sentencia de 19 penas de muerte las cuales se llevarían a cabo en el Corredor de la muerte de San Quentin.
Desafortunadamente, el acosador nocturno no lograría enfrentar esta sentencia, pues murió el 7 de junio de 2013 de insuficiencia hepática, ya que durante 23 años logró revocar su condena por irregularidades en el juicio.
Escucha el episodio completo de Richard Ramírez en el podcast de Diablos.
mgm