Biografia de Richard Brooks

Richard Brooks

(Filadelfia, 1912 - Los �ngeles, 1992) Guionista y director de cine estadounidense. Licenciado en Periodismo en la Temple University, la crisis de 1929 dificult� su carrera period�stica, que inici� en peque�os peri�dicos locales. En su Filadelfia natal consigui� un empleo para escribir sobre deportes en el Philadelphia Record. En 1937 acept� una oferta del World Telegram y se traslad� a Nueva York. En 1940, en Los �ngeles, escribe una historia al d�a, durante un a�o entero, para la cadena NBC. Viaja a Nueva York y se consolida en la radio, donde escribir� numerosos guiones, alguno incluso para Orson Welles, adem�s de montar tambi�n alguna obra teatral.

A comienzos del a�o 1942 le lleg� una oferta desde Hollywood como guionista. Sus primeros trabajos no fueron en absoluto de su agrado. Debut� con el filme Los malhechores de Carsin (1942), de Ray Enright, al que sigue un a�o despu�s La salvaje blanca (1943), de Arthur Lubin. Se enrol� en el cuerpo de Marines de los Estados Unidos y combati� en la Segunda Guerra Mundial.

Terminado el conflicto, el productor Mark Hellinger le ofrece la posibilidad de trabajar -sin acreditar- en los guiones de Forajidos (1946) y La ciudad desnuda (1948), y le pide que adapte una historia de Robert Patterson que habr�a de llevar a la pantalla Jules Dassin, Fuerza Bruta (1947). El trabajo impresiona a John Huston, que est� preparando Cayo Largo, basada en la obra de Maxwell Anderson, y le pide que revise, a�ada, haga o deshaga el gui�n que acaba de escribir el propio director; finalmente, el filme se convertir�a en un cl�sico del cine negro americano.

En 1950 llega su primera pel�cula como director, Crisis, basado en la magn�fica novela de George Tabori The Doubters, un filme que apunta ya el virtuosismo de Brooks. M�s tarde reconoci� que, describiendo los personajes de Jos� Ferrer y Signe Hasso, la esposa intransigente del dictador, pensaba evidentemente en los personajes de Per�n y su esposa Eva. Muy h�bilmente, Brooks evita los errores de un primer filme con una peripecia absolutamente inesperada. Su maestr�a es evidente en la impresionante escena de la repetici�n de la operaci�n, as� como en el duelo entre Cary Grant y Ferrer, geniales los dos, que refuerza la credibilidad de la obra.

Pero, por desgracia, la MGM coaccion� la obra de Richard Brooks. Siempre se quej� de que, en Battle Circus (1953), un filme nunca estrenado comercialmente en Espa�a, la compa��a del le�n hizo reinar en el gui�n la historia de amor en detrimento de otros elementos posiblemente m�s interesantes. En esta bonita historia de m�dicos en la guerra de Corea, Brooks no tiende a exaltar ideales, sino a los personajes que portan y que defienden esos ideales, que no son otros que los del propio Brooks.

De esos ideales tratan sus pel�culas: la defensa de la libertad de prensa en Deadline USA (1952), la cr�tica de los vicios militares en Take the High Ground (1953), la supervivencia del amor en La �ltima vez que vi Par�s (1954), adaptaci�n de la obra de F. Scott Fitzgerald, y, por supuesto, la educaci�n y la tolerancia en la maravillosa Semilla de maldad (1955), un cl�sico de la delincuencia juvenil.

La sutileza y el atrevimiento del director se ponen de manifiesto cuando aborda los problemas raciales y los prejuicios que incluso un profesor progresista pod�a tener todav�a en los a�os cincuenta, lo cual se insinuaba menos en la novela de Evan Hunter. La gran eficacia en la puesta en escena y en la direcci�n de actores (Glenn Ford y Sidney Poitier) de Brooks s�lo sirvi� para que su pel�cula fuese prohibida por ejemplo en el estado de Georgia, donde no se permit�a todav�a la mezcla de razas en la escuela, y conseguir ser sospechoso de antiamericanismo.

Si John Ford describ�a la agon�a del pueblo cheyenne en El Gran Combate (1964), unos a�os antes, en 1956, Brooks provoca sentimientos profundos sobre la aniquilaci�n f�sica de una naci�n en un buen western, The Last Hunt (1956). El cineasta rechaza las convenciones del g�nero, limitando voluntariamente las escenas de acci�n, para mostrar, y denostar, el personaje de Robert Taylor, arquetipo fascinante de la violencia (su Winchester parece formar parte de su cuerpo).

Tampoco sigue las reglas generales del western en los otros dos que constan en su filmograf�a, totalmente crepusculares. Por un lado, Los profesionales (1966), por el otro, Muerde la bala (1975). Mientras que la primera es l�rica y amarga al mismo tiempo, la segunda es nost�lgica, emplazada al comienzo del siglo XX, cuando la frontera est� oficialmente abolida, la conquista del oeste ha terminado, y �ste deviene espect�culo y el mito s�lo interesa mercantilmente.

Aunque Richard Brooks hab�a ya adaptado varias novelas, comienza en 1958 su repertorio de aut�nticos best-sellers llevados a la pantalla, que no fueron siempre sus mejores pel�culas, aunque s� algunas de las m�s densas. Adapt� dos obras de Tennessee Williams, en las que interviene un Paul Newman soberbio; La Gata sobre el tejado de zinc (1958), en la cual describe, con el trasfondo de la homosexualidad latente, una sociedad obsesionada por el dinero y el sexo y una hip�crita Am�rica de pesadilla, y Dulce p�jaro de juventud (1962), un drama t�pico de Williams de pasiones desaforadas que afloran en una ciudad del sur estadounidense.

De Fiodor Dostoievsky llev� a la pantalla Los hermanos Karamazov (1958), un filme un tanto ins�lito, pues cumple con las exigencias de una superproducci�n, con gusto especial por el espect�culo suntuoso y las estrellas, al mismo tiempo que concilia �stas con una razonable fidelidad a la obra original, sin olvidar el vigor dram�tico y moralista tan caro a Brooks. Su �nico Oscar, de las ocho veces que estuvo nominado como mejor guionista o director, fue al mejor gui�n por El fuego y la palabra (1960), de Sinclair Lewis, un filme que se presenta no tanto como una denuncia del cristianismo como religi�n, sino como una s�tira de los comportamiento colectivos y una cr�tica a los alentadores de masas enloquecidas por su charlataner�a.

Despu�s le seguir�an Lord Jim (1965), de Joseph Conrad (ni la sobriedad art�stica de Brooks pudo salvar el complejo mamotreto moral que representaba tal monumento literario), y la violenta A sangre fr�a (1967) de Truman Capote, una obra maestra en que, con la objetividad del documentalista, Brooks renuncia al discurso y favorece a los hechos.

Casado con la actriz Jean Simmons, Brooks fue, adem�s de gran cineasta y profesional comprometido y solidario, un destacado novelista. Escribi� The Brick Foxhole (1943), que ser�a llevada a la gran pantalla por Edward Dmytryk con el t�tulo de Encrucijada de odios (1947), The Boiling Point (1948) y The Producer (1951), claramente basada en la vida del productor Mark Hellinger.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].

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