Díjole cómo el cadí había traído a casa un cautivo cristiano, de tan gentil donaire y parecer, que a sus ojos no había visto más lindo hombre en toda su vida, y que decían que era chilibí (que quiere decir caballero) y de la misma tierra de Mahamut, su
renegado, y que no sabía cómo darle a entender su voluntad, sin que el cristiano la tuviese en poco por habérsela declarado.
Miguel de Cervantes Saavedra
-replicó el mozo-. ¿No es peor ser hereje o
renegado, o matar a su padre y madre, o ser solomico? -Sodomita querrá decir vuesa merced -respondió Rincón.
Miguel de Cervantes Saavedra
-Vamos en buena hora -dijo Ricardo-; quizá te habré menester si acaso el guardián de los cautivos de mi amo me ha echado menos, que es un
renegado, corso de nación y de no muy piadosas entrañas.
Miguel de Cervantes Saavedra
Los ganapanes del servicio de comedor, el ex guarda-agujas y el apache
renegado, me parecieron dispuestos a degollarnos a las primeras de cambio, excitados por esa atmósfera de fatalidad que parecía pesar sobre el buque y de la que mi primo Luciano era el único e infalible clarividente.
Roberto Arlt
Parecía aquel hombre la estatua de la Paz tallada en mármol. Y, sin embargo; era el triste y temido
renegado ben Munuza, cuya historia os causará espanto cuando la conozcáis.
Pedro Antonio de Alarcón
Y la verdad es que, cuando alcanzaban a alguien, no se andaban con más ceremonias que con un corzo. Tan sólo le preguntaban: «¿Quieres prestar juramento?» Y si no: «Preparados, listos, ¡fuego!», y allí yacía el renegado.
En el caso boliviano, de la misma manera que los marxistas de aquellos países, han renegado del oro capitalista y se rindieron ante el; ya los masistas están adelantándose en decir que buscan retornar a las relaciones con los Estados Unidos, dizque porque ya gobierna otro Presidente en ese país, como es Barack Obama, y porque es de raza negra.
Al fin cesó aquella serenata que nos tenía como magnetizados, y entonces el moro
renegado, enjugando una lágrima y estrechándome entre sus brazos de hierro.
Pedro Antonio de Alarcón
Al cabo estaba el maldito Lutero, hinchado como un sapo y blasfemando, y Melactón comiéndose las manos tras sus herejías. Estaba el
renegado Beza, maestro de Ginebra, leyendo sentado en cátreda de pestilencia.
Francisco de Quevedo
Al saber la determinación de Abu Hafáz, Gláfira se enfurece; dice que la que espera ser reina de Hesperia, de las islas adyacentes y de parte del Magreb, no puede resignarse a ser esposa o amiga de un mercader cualquiera, de un plebeyo renegado de la vencida y dominada raza española.
Y en lo tocante a religión, te diré con todo sigilo, pues no quiero aún escandalizar y alborotar a mis parientes y amigos, brahmanes y chatrias, que he renegado, tres años ha, de la religión brahmánica, y me he hecho, en secreto, tan católico cristiano, como tú eres.
Ambos tu e tu fijo fuestes en el mercado, Ambos sodes fianza al trufan
renegado, Sea la merçet vuestra, e sea cras pagado, Por mal siervo non sea el buen sennor reptado.
Gonzalo de Berceo