Untitled Document

René Descartes (1596-1650)

Figura 1. Retrato de René Descartes y portada de su obra Opera Philosophica. Edito quinta. Meditationes de Prima Philosophia. Friderich Enochii, 1672.

El filósofo francés René Descartes (1596-1650) era un matemático y físico que apoyó el enfoque físico-matemático aplicado a la fisiología y medicina y se animó a desarrollar sus puntos de vista mecánicos debido al gran progreso que en su tiempo hacían las ciencias físicas. Nació en La Haye, cerca de Tours, y se convirtió no sólo en un gran filósofo, sino también en un matemático y físico importante. Estableció los fundamentos de la geometría analítica y el sistema de coordenadas, descubriendo también las leyes de la refracción.

Además de sus actividades físico-matemáticas, Descartes llevó a cabo observaciones anatómicas, como se ve en sus registros que han sido preservados. Su importancia para el desarrollo de la fisiología se basa en que fue el primero en intentar explicar las funciones corporales de acuerdo a leyes mecánicas, como describe en su De Homine (1662).

Según Descartes, el cuerpo humano es esencialmente una máquina, funcionando de acuerdo a leyes mecánicas, como un reloj o un robot muy perfeccionado. La máquina humana está habitada por un alma, que además de generar los movimientos voluntarios, no tiene otra conexíón con las operaciones corporales.

En el esquema cartesiano, las funciones de los varios órganos son vistas como mecanismos individuales y por tanto una amalgana extraña entre las nociones galénicas y los conceptos físicos. Creía que el único principio del movimiento del cuerpo era el calor, una cualidad producida por el fuego cardíaco y responsable de la circulación de la sangre. Aunque Descartes estaba familiarizado con las ideas de Harvey sobre la circulación y las aceptaba en forma general, aún así postuló una hipótesis personal sobre el movimiento de la sangre.

Descartes imaginó que el calor del corazón llevaba la sangre casi al punto de ebullición, permitiéndole expandirse, al mismo tiempo que el aire tomado por los pulmones producía un tipo de efervescencia que hacía que la sangre fluyera en las arterias, distendiéndolas y creando el pulso. Las válvulas cardíacas evitaban el reflujo de sangre al corazón y regulaban la evaporación de los productos de deshecho. Finalmente, la dirección de los vasos sanguíneos y el tamaño de los poros en los varios órganos determinaban el flujo sanguíneo y la velocidad de absorción de los elementos nutritivos.

Según Descartes, había unas pequeñas partículas que viajaban con la sangre al cerebro y penetraban en los ventrículos cerebrales y la glándula pineal a través de unas aperturas muy finas. Una vez que llegaban ahí las partículas se convertían en los espíritus animales, una especie de aire o líquido fino que podía fluir a través de la substancia nerviosa esponjosa y entrar en los nervios huecos. Este principio nervioso circulaba a través de los nervios hasta llegar a los músculos del cuerpo, inflándolos para producir el movimiento.

Descartes se imaginaba que la glándula pineal era la sede del alma así como el centro de la imaginación y la percepción. Cada sensación era producida por una actividad mecánica en el extremo periférico de los nervios que, a su vez, la trasmitían al cerebro.

Indudablemente Descartes proporcionó el impulso moderno al pensamiento mecanístico de la biología. Sin embargo, el método cartesiano de deducir la estructura y leyes del cosmos a partir de los primeros principios, dió un énfasis menos moderno sobre la razón en vez de la observación (empiricismo).

Por otro lado, Descartes fue el representante del barroco, parcial a una interpretación dinámica de la naturaleza y usando algunos conceptos aristotélicos, como las ideas en relación a la actividad cardíaca, mientras rechazaba otros, como la doctrina de los elementos, cualidades y facultades.