El proyecto, considerado uno de los más significativos del mandato del primer ministro británico, Rishi Sunak, recibió un respaldo mayoritario de los partidos del arco parlamentario.
Un total de 383 diputados votaron a favor de la medida, mientras que únicamente 67 votaron en contra, según la misma fuente.
La ministra de Sanidad, Victoria Atkins, argumentó que "no hay libertad en la adicción", mientras que los opositores, como Truss, consideraron que la medida "restringe la libertad" individual.
Recordar que la ley había sido adelantada por Sunak, en el congreso conservador en octubre pasado, con miras a prohibir la compra de tabaco para cualquier persona nacida a partir del 1 de enero de 2009.
El proyecto prevé también restringir la venta de vapeadores y productos relacionados para adolescentes y jóvenes, aunque no conlleva su prohibición total.