Carlos Alcaraz no perdía en el Masters 1000 ATP Mutua Madrid Open desde 2021. Campeón en 2022 y 2023, igualó la mejor racha de Rafa Nadal con catorce victorias consecutivas en el torneo. En su caso eran además 24 contando el Trofeo Conde de Godó. Su condición de intocable en los ATP españoles se agotó en los cuartos de 2024.
El murciano, que cumplirá 21 años el domingo y que podría entregar el número tres mundial al ruso Daniil Medvedev, cedió ante el ruso Andrey Rublev por 4-6, 6-3 y 6-2.
El campeón, destronado en su reaparición tras casi un mes apartado de la competición por una lesión en el antebrazo, que le dejó fuera de Montecarlo y el Godó.
Rublev, paradójicamente, recuperando sus mejores sensaciones después de haber acumulado cuatro derrotas seguidas, de haberse hundido después de un suceso arbitral que acabó con su descalificación en el torneo de Dubai.
Hay buena relación entre ambos, el Rublev temperamental en la pista se transforma en una persona educada y cordial fuera. Pasa mucho tiempo en Barcelona, donde están sus entrenadores Fernando Vicente y Beto Martín.
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El buen rollo entre ambos se escenificó con su saludo en el pasillo que da acceso a la central del Estadio Manolo Santana, en sus risas cómplices antes de afrontar su segundo duelo.
El primero, en las ATP Finals de Turín 2023, lo ganó Alcaraz. El segundo se lo llevó 'Rublo', como llaman a Rublev sus colegas. Sellado el triunfo del ruso, Alcaraz se mostró muy deportivo, incluso cálido, con él en la red, tras el saludo protocolario. Los abrazos delataron la complicidad entre ambos.
"Bien hecho, Rublo, bien jugado. Buen saque, buena suerte", le comentó Alcaraz, fastidiado pero reconociendo los méritos del adversario y conservando la sonrisa en ese instante como respeto a un rival y buen compañero.