Cursó estudios de Bachillerato en Santiago de Compostela y Pontevedra e inició la carrera de Derecho en la Universidad de Santiago, aunque no llegó a terminarla.

Obra

A finales de los años 80 se mostró afín al Grupo Brañas, de carácter regionalista y conservador. Pero evoluciona políticamente, primero a un carlismo romántico y antiburgués, que se puede seguir en el ciclo de novelas de La Guerra Carlista (1908-1909) y en sus Comedias Bárbaras (1907-1922), y después a un republicanismo socializante ya al final de su vida.

Tras una breve estancia en Madrid en 1891, donde publicó en la prensa por primera vez con su nombre literario: Ramón del Valle-Inclán, partió para México. Estuvo allí hasta 1893, pero no hay constancia cierta de lo que hizo en esa etapa americana.

En 1895, editó su primer libro: Femeninas, en Pontevedra, y en 1897, su segunda obra: Epitalamio, que ante la falta de éxito le impulsó a dedicarse al teatro como actor, sin que en este campo lograra el éxito.

En 1899, conoció a Rubén Darío con el que mantuvo una amistad hasta su muerte y estrenó su primera obra de teatro: Cenizas. De ese año también es un incidente que tuvo con el escritor Manuel Bueno y por el que perdió su brazo izquierdo.

Por razones de pura subsistencia económica, que le afectaron a lo largo de su vida en bastantes ocasiones, empezó a realizar a partir de 1900 traducciones de obras de Eça de Queiroz.

En 1902, publica por entregas Sonata de otoño, su primer gran éxito. Con esta obra da comienzo a una forma de publicar hasta el final de su vida: editar primero sus obras en folletines periodísticos antes de publicarlas como libros.

De esta época es su famosa tertulia literaria de Nuevo Café de Levante, que perduró muchos años.

A partir de 1910 tiene una intensa producción de obras dramáticas como La cabeza del dragón, Cuento de abril, Voces de gesta o La Marquesa Rosalinda.

En 1913 empieza a publicar, gracias a un contrato que firmó con la editora Perlado, Páez y Cía., sus obras completas en la colección Opera Omnia. Tanto el título de la colección como el diseño editorial, tipografía e ilustraciones fueron supervisadas directamente por Valle-Inclán. Dicha colección será aumentada a lo largo de los años por otras editoriales, como SGEL, o por ediciones del propio autor.

1920 es un año clave en la producción literaria de Valle-Inclán con la aparición, por una parte, de Divinas palabras y, por otra, de Luces de bohemia , aunque en versión incompleta.

El Esperpento

En 1924 publicó esta última obra con tres escenas más. Luces de bohemia es una obra clave por utilizar Valle-Inclán como género dramático el “esperpento”. Utilizado por primera vez por uno de los protagonistas de esta obra, Max Estrella, a partir de ese momento ese término irá ligado a la obra de Valle-Inclán. Según el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, el esperpento es una “Concepción literaria creada por Ramón M.ª del Valle-Inclán hacia 1920, en la que se deforma la realidad acentuando sus rasgos grotescos.” Deformación necesaria, según el propio autor, para poder entender la realidad española, puesto que “España es una deformación grotesca de la civilización europea”.

Hay que destacar, en 1923, el homenaje a Valle-Inclán, en La Pluma, revista donde publicó anticipadamente parte de sus obras: Cara de plata, Los cuernos de Don Friolera…

En 1926 aparece en folletín la primera novela de El Ruedo Ibérico: La Corte Isabelina y edita en volumen Tirano Banderas, que previamente había publicado en folletín entre 1925 y 1926.

Cabe destacar también su activismo político de oposición a la Dictadura Primo de Rivera y a la Monarquía, lo que le acarreó procesos y el secuestro de varias de sus obras.

Otro elemento importante es la ruptura con la editorial Renacimiento y la firma, en 1928, de un acuerdo con CIAP, Cia. Iberoamericana de Publicaciones, que le reporta una estabilidad económica. En este mismo año publica su última obra original: El Ruedo Ibérico: Viva mi dueño, aunque proseguirá con su actividad editorial.

Con la llegada de la II República en 1931, se presenta a las primeras elecciones por el Partido Radical de Alejandro Lerroux, pero no es elegido. En ese mismo año, se estrena con gran éxito la obra teatral La reina castiza, de claro talante antiborbónico.

La quiebra de la editorial CIAP provocará la vuelta a los apuros económicos de Valle-Inclán. Para ayudarle en esa situación, Manuel Azaña le nombra para un cargo representativo: Conservador general del Tesoro Artístico Nacional, pero protesta por el carácter de ese puesto y le dan el encargo de hacer el Museo de la República, que no logra llevar a cabo por las trabas que encuentra.

En 1932, tras un escándalo porque la Academia de la Lengua no le concede el Premio Fastenrath, al que presentó 3 obras, es elegido presidente del Ateneo de Madrid, en sustitución de Manuel Azaña. Su precaria situación económica se agrava en 1933 y el Gobierno le nombra Director de la Academia Española de Bellas Artes de Roma, donde tuvo problemas laborales con los becarios, lo que le hace volver a España.

Enfermedad y muerte

En 1935 empeora de su enfermedad crónica de vejiga y decide ir a Santiago de Compostela al sanatorio del Dr. Villar Iglesias. Durante ese año y hasta su muerte, a principios de 1936, vive en Santiago de Compostela recibiendo homenajes y muestras de respeto de la sociedad gallega.

Muere el 5 de enero de 1936. Ese año se publica en el diario Ahora, en 6 entregas, su novela póstuma El trueno dorado.

(Servicio de Información Bibliográfica)