Raffaello Sanzio fue uno de los pintores más importantes del Renacimiento italiano, junto con otros grandes artistas como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel.
Rafael destacó enseguida por sus trabajos de dibujo y pintura, aunque también realizó algunos proyectos como arquitecto.
A pesar de que tuvo una vida corta (murió a los 37 años) fue el autor de centenares de obras, algunas de las cuales se han convertido en iconos artísticos y son conocidos en todo el mundo.
La Escuela de Atenas
El mural de La escuela de Atenas es su obra más universal. Fue pintada entre 1509 y 1511 como encargo para decorar las Estancias Vaticanas, los apartamentos privados del papa en el Vaticano.
La pintura recrea un encuentro de filósofos de la época clásica, un período que sirvió de inspiración para el Renacimiento. Platón y Aristótiles debaten en el centro de la imagen, rodeados de otros pensadores, científicos y matemáticos de la época.
También aparecen el matemático Pitágoras trabajando con un libro y el ingeniero Arquímedes esgrimiendo un compás, además de otros personajes históricos como Sócrates o Alejandro Magno.
El propio Rafael no desaprovechó la oportunidad para autorretratarse en un rincón de la escena. El mural se encuentra en la Sala de la Signatura, donde también pueden contemplarse otros grandes frescos del artista.
Los desposorios de la Virgen
Los desposorios de la Virgen fue una de las primeras obras con las que Rafael empezó a ser reconocido como artista. El cuadro data de 1504, año en el que se trasladó de Urbino (su ciudad natal) a Florencia, donde desarrolló su carrera como pintor.
Se considera que el cuadro está inspirado en otra obra de Pietro Perugino, un famoso pintor que tenía un taller en Florencia, donde Rafael trabajó como aprendiz.
Ambas obras tienen un formato casi idéntico, pero la pintura de Rafael muestra un mayor dominio de la perspectiva y la composición, es decir, la posición de las figuras dentro del cuadro para transmitir naturalidad. Así fue cómo empezó a ganar popularidad como pintor.
Las Gracias
El cuadro de Las Gracias es otra de sus obras más conocidas. También fue pintada durante su estancia en Florencia, hacia el año 1504.
Se trata de una pintura pequeña, de apenas 17 centímetros de altura, en la que se puede ver a tres mujeres desnudas con los brazos entrelazados.
Rafael se inspiró en la Las Tres Gracias de Siena, una escultura romana del siglo IV-II a.C. que representa a las Cárites, divinidades griegas de la belleza, la naturaleza y la fertilidad. La mitología grecorromana fue una gran fuente de inspiración para la cultura del Renacimiento.
Madonna Sixtina
La Madonna Sixtina es un cuadro pintado entre 1513 y 1514, cuando Rafael ya se había trasladado a Roma y era uno de los pintores preferidos de las clases influyentes.
Se cree que la pintura fue encargada para decorar la tumba del papa Julio II, el primer gran mecenas de Rafael. La madona o virgen aparece sobre un suelo de nubes, como si descendiera del cielo, con el niño Jesús en sus brazos.
A la izquierda aparece San Sixto, que fue papa de la iglesia católica en el siglo V, y a la derecha Santa Bárbara, una mártir cristiana. Los dos ángeles a los pies de la obra también se han convertido en un icono muy popular.
La Transfiguración
Está considerada como la última obra de Rafael y quedó inacabada tras su muerte, el 6 de abril de 1520, cuando cumplía 37 años. Su amigo y discípulo Giulio Romano fue el encargado de terminarla poco después.
En el cuadro se pueden ver dos partes muy diferenciadas: en la parte inferior se representa a los Apóstoles intentando curar a un niño, poseído por el demonio o epiléptico; en la parte superior se muestra la transfiguración de Jesús, un episodio de la Biblia en el que Jesús se transforma y envuelve con luz divina.
La obra destaca por el contraste de las dos escenas, que se diferencian sobre todo por la iluminación y representan la vida terrenal y la celestial. Para muchos esta pintura resume la trayectoria de Rafael y su evolución como artista.
Arquitecto papal
A pesar de que Rafael es conocido principalmente por sus cuadros, también realizó algunos proyectos de arquitectura. En 1514 fue nombrado arquitecto principal de la Basílica de San Pedro, un templo construido a lo largo de los siglos bajo las órdenes de numerosos arquitectos.
A lo largo su vida, Rafael diseñó otros edificios en Roma, aunque la mayor parte de sus obras arquitectónicas fueron derrumbadas o modificadas después de su muerte.
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