Con los propósitos de Año Nuevo todavía recientes, parece que esta pareja se está tomando muy en serio su forma física este año que comienza, a juzgar por las últimas informaciones que apuntan a que James y Pippa Matthews planean instalar una piscina al aire libre y una pista de tenis en los terrenos de su casa de campo.
Richard Eden acaba de revelar en el Daily Mail que la hermana de la princesa de Gales y su marido, de profesión banquero de inversiones, tienen pensado abrir un buen boquete en los jardines amurallados de su vivienda en Berkshire. Esperan instalar una gran piscina de 25 x 5 metros, que Eden califica como “más del doble del tamaño que la típica piscina privada”, hasta el punto de rivalizar con la de los dos centros de ocio más cercanos del condado. También se desharán del césped junto a la futura piscina para sustituirlo por una pista de tenis de césped artificial "para que se pueda jugar en condiciones seguras durante todo el año", mientras que el cobertizo del actual huerto pasará a hacer las veces de vestuario.
Eden hace referencia a los documentos que un agente de planificación remitió al ayuntamiento justo antes de Navidad, afirmando lo siguiente: “La propiedad [de la vivienda] ha cambiado de dueño recientemente y el nuevo propietario está tratando de desarrollar y trazar un nuevo uso para su extenso jardín amurallado… Esto significará, a su vez, una inversión considerable en dicho bien patrimonial, asegurando su futuro para que lo disfruten las generaciones venideras. El propietario tiene una creciente familia joven y sus propuestas pretenden procurar un espacio residencial seguro, privado y mejorado”. Ya disponen de una piscina de menor tamaño dentro de los terrenos de la vivienda, pero el agente añadió que “se instaló hace más de 20 años y requiere de una reforma significativa, así como mejoras de infraestructura para actualizarla y acercarla a los estándares actuales”.
Eden reveló en su día que la pareja había adquirido esta propiedad de la época georgiana de 32 habitaciones, así como su terreno de 60 hectáreas, por una cifra que supera los 17 millones de euros en julio del año pasado. Eso sí, tras vender su vivienda de cinco pisos en el barrio londinense de Chelsea, que al parecer consta de 6 habitaciones, cada una con su propio baño privado, así como un gimnasio, sala subterránea de cine y sala de personal, por nada más y nada menos que 25,57 millones de euros. La vivienda principal de su propiedad en Berkshire, que fue objeto de una extensa reforma valorada en varios millones de euros por parte de su anterior dueño, está categorizada como inmueble de interés histórico, así como su jardín amurallado, además de estar situada en un área de especial belleza e interés natural cerca de un bosque de gran antigüedad. Estas circunstancias hacen necesario que la pareja tenga que pedir permiso a las autoridades competentes antes de poner su proyecto en marcha.
Su paraíso rural queda bastante cerca de la residencia de Michael y Carole Middleton, los padres de Pippa, que viven en Bucklebury, situada al oeste de Berkshire. Al parecer, el año pasado su hermano, James, adquirió junto a su esposa, Alizée, una granja valorada en 1,65 millones de euros en el mismo condado.
Está claro que Pippa comparte la afición por las actividades al aire libre con su hermana, que ostenta el patronazgo real de numerosas organizaciones relacionadas con el deporte, entre ellas SportsAid y The Lawn Tennis Association. También el pequeño, James, suele documentar en su perfil de Instagram sus peripecias al sacar a pasear a su perro. Un entusiasmo que Pippa y James Matthews, casados desde 2017, sin duda pretenden legar a sus tres hijos.
Artículo original publicado por Tatler y traducido y adaptado por Darío Gael Blanco. Accede al original aquí.
