casomaiboda: LA HISTORIA DE AMOR DE FERNANDO DE TIROL Y PHILIPPINE WELSER

sábado, 2 de febrero de 2008

LA HISTORIA DE AMOR DE FERNANDO DE TIROL Y PHILIPPINE WELSER

Philippine procedía de una famosa y adinerada familia de mercaderes, los Welser, radicados en la ciudad alemana de Augsburgo. Bartolomé Welser, prestó al emperador y rey de España Carlos V, doce toneladas de oro, por lo que el soberano le concedió el cargo de consejero secreto. Para la época, la familia Welser tenía en sus manos el mercado mundial de especias y estaño.

Philippine, era una joven hermosa de ojos azules, cabello oscuro, y piel muy blanca. Tuvo muchos pretendientes, pues era un excelente partido pero, en un año rechazó a 28, y es que quería encontrar, para esposo, a un caballero en todo el sentido de la palabra.

El Archiduque del Tirol, Fernando, segundo hijo de los reyes checos, Ana de Jagellón y Fernando I de Habsburgo, era cauteloso también para escoger a su futura esposa. El joven rechazó oportunidades de matrimonio con damas de la alta nobleza de Francia y Portugal, incluso a María Stuart… Hasta que conoció a Philippine Welser.

Ocurrió en Augsburgo durante la visita el emperador Carlos V, tío de Fernando. El soberano, acompañado de su hermano, el rey checo Fernando I, y por su sobrino el Archiduque Fernando, fue recibido con todos los honores en la casa de los Welser, que ofrecieron con ese motivo, un gran festín.

Pero he aquí que la mirada del joven Fernando no podía apartarse de Philippine, a quien tampoco le era indiferente. Durante el resto de la velada, Fernando buscó en todo momento, la oportunidad de acercarse a la joven.

Al día siguiente, el padre de Philippine, hombre perspicaz, para quien no pasó desapercibida la simpatía mutua de los jóvenes, decidió mandar a su hija lejos, para protegerla de un amor prohibido en aquellos tiempos, desde el punto de vista social y político.

Así Philippine Welser, a sus veinte años de edad, fue trasladada al castillo de Breznice, en Bohemia del Sur, donde residía la hermana de su madre, Katerina Loksanská. Si bien este edifico quedaba distante de Augsburgo, resultó más cerca de la corte de Fernando. La vida del castillo era muy activa socialmente, y ahora la frecuentaba el joven Archiduque del Tirol.

En la Primavera del año 1557, diez años después de que Fernando y Philippine se encontrasen por primera vez, se celebró en los bosques alrededor de Breznice, una extenuante partida de caza, después de la cual hubo una gran celebración… Al anochecer, anfitriones, invitados y sirvientes, se retiraron a dormir exhaustos… Sin embargo, la cocinera principal, Margarita, padecía insomnio. En la madrugada, escuchó un golpe de puerta y salió a los corredores para indagar. En una escalera, divisó una figura femenina vestida de blanco, que confundió con un fantasma, y huyó asustada hasta su cuarto.

No se dio tiempo para ver que la dama vestida de blanco, era seguida por una figura masculina, y otras cinco personas más. Todos se dirigieron, sigilosamente, a la capilla del castillo donde se celebró el matrimonio secreto entre Fernando del Tirol y Philippine Welser. Todo había sido preparado cuidadosamente.

Al final de la ceremonia, el sacerdote pronunció unas palabras insólitas: -“Exhorto a los presentes a que confirmen con un juramento solemne, aquí, ante el altar de Dios, que no revelarán a nadie, aún bajo amenaza, que su Alteza Real, el príncipe Fernando, ha tomado por esposa a Philippine Welser”. Seguidamente hizo firmar a los testigos, un escrito en el que constaba su presencia, y que hasta su muerte, mantendrían en secreto el evento.

Un año después, el 15 de Junio de 1558, una hora antes de la medianoche, nació el primer hijo de esta pareja. El alumbramiento fue asistido por Andrea Mattioli, desde 1555 médico privado de Fernando, en Praga, y autor de un famoso herbario con 60 ediciones en distintos idiomas. También tuvo que jurar que jamás diría nada a nadie.

Cuando al día siguiente el portero del castillo de Breznice, abría la puerta principal, vio a un bebe envuelto humildemente, y lo llevo a Philippine…, quien se ofreció a darle cobijo al “niño abandonado”… Le puso por nombre Andreas, y de la misma manera adoptó el 22 de Noviembre de 1560, a Carlos.

Pero llegó el momento en que Philippine no pudo más con su situación, y decidió aprovechar una audiencia que ofrecía el Emperador, durante la cual, los vasallos que quisieran, podían expresarle alguna súplica.

Vestida de luto regio, y con su hijo mayor en brazos, Philippine suplicó la gracia de que se alejaran un poco los cortesanos para poder hacer una delicada confidencia…Luego, pidió primero perdón al emperador, y seguidamente expresó que su marido era de procedencia noble, y ella una burguesa, y que por eso su esposo temía anunciar su matrimonio a su familia.

El emperador, sin sospechar nada, declaró galantemente que ningún padre podría ser tan severo, como para que la hermosura de su nuera no ablandara su corazón, y no perdonara al hijo el matrimonio desigual. Philippine dio mil gracias y reveló quien era su esposo.

Fue evidente para los distantes observadores, la sorpresa del emperador, se trataba de su propio sobrino... Llamó inmediatamente en privado a Fernando, quien al llegar se puso de rodillas compungido, pidiendo perdón a su augusto tío, mientras abrazaba a Philippine y al hijo de ambos.

El Emperador se retiró entonces, muy serio, en silencio…, se había puesto en juego su autoridad, la de su hermano, el orden social, la política, la línea sucesoral a la corona…, y más tarde les envió su decisión por escrito.
Reconoció ese matrimonio por amor…, pero debería permanecer secreto por siempre… Quitó a Fernando y a sus descendientes el derecho de sucesión al trono checo y húngaro, salvo que se extinguiera toda la estirpe haugsburga. Les adjudicó una renta de 30 mil monedas de oro al año y los exceptuó del pago de impuestos.

Los esposos se trasladaron a vivir al castillo de Krivoklát, y tuvieron dos hijos más, los gemelos Felipe y María. En 1564 subió al trono el Emperador Maximiliano II, quien mandó a Fernando trasladarse al castillo de Ambras, cerca de Innsbruck.

Después de la muerte de Maximiliano, fue coronado emperador su hijo Rodolfo II, en 1576. Ese año, el primogénito de Philippine y Fernando, Andreas, reunía las condiciones que para la época, le permitían acceder a la dignidad de Cardenal, pero su supuesto oscuro origen, se lo impedía… Elevado el caso hasta el Papa, este eximió a Fernando y a Philippine del juramento de silencio, y su matrimonio, por fin, pudo ser reconocido públicamente, y pudieron presentar a sus hijos como legítimos.

Como dato curioso, a la ceremonia de investidura del nuevo Cardenal, asistió como paje de 12 años, el futuro viajero y gran compositor checo Krystof Harant de Polzice…

Fernando y Philippine vivieron felices en su castillo de Ambras (Tirol), hasta la muerte de la esposa en 1580, cuatro años más tarde del reconocimiento público de aquel matrimonio bendecido por Dios hacía tantos años.

Andrea Fajkusová

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