Henri Philippe Benoni Omer Joseph P�tain (Cauchy-�-la-Tour, Francia, 24 de abril de 1856 - Port-Joinville, Isla de Yeu, id., 23 de julio de 1951). Fue un general y pol�tico franc�s, jefe de Estado de la Francia de Vichy desde 1940 a 1944.

Particip� brillantemente en la Primera Guerra Mundial, actuaci�n que le vali� el t�tulo heroico de El vencedor de Verd�n y lleg� a Jefe del Estado Mayor. Fue tambi�n Ministro de la Guerra en 1934, embajador en Espa�a en 1939, Primer ministro en 1940 y despu�s Jefe de Estado en la Francia no ocupada por el Nazismo (r�gimen de Vichy). Mantuvo una pol�tica colaboracionista con Alemania, hecho que cuando acab� la guerra le cost� la condena a muerte, conmutada finalmente por la de cadena perpetua, la degradaci�n, y el estigma de traidor a la patria.

Inicios

Realiz� sus estudios militares en la Escuela Militar Especial de Saint-Cyr, en la que se gradu� en 1878 como oficial de Infanter�a. Al principio no destac� demasiado en su carrera y estuvo dedicado, desde 1906, a impartir clases en la �cole de Guerre. A trav�s de sus lecciones se mostr� favorable a los despliegues t�cticos defensivos y al desarrollo de las l�neas fortificadas.

Primera Guerra Mundial

Desde el principio de la guerra, se distingui� en B�lgica, a la cabeza de una brigada de infanter�a. En este tiempo fue nombrado general. Sus acciones militares fueron brillantes, y ten�an la particularidad de evitar a toda costa las bajas, lo que le vali� el reconocimiento de sus tropas. Al frente del II Ej�rcito Franc�s intervino en la victoria de Champa�a, en septiembre de 1915

En febrero de 1916 comand� las tropas francesas en Verd�n, y la victoria en esa batalla le merecer�a un gran carisma, si bien el arrojo de sus tropas fueron un factor decisivo para alcanzar la victoria. Su visi�n estrat�gica le permiti� comprender que el mejor soldado del mundo ser� vencido si no es aprovisionado, evacuado en caso de sufrir heridas, o relevado despu�s de duros combates. P�tain cont� en su ej�rcito con un continuo aprovisionamiento a trav�s de la Voie-sacr�e (una ruta estrat�gica entre Bar-le-Duc y Verd�n), en el que se contaba con el reemplazo de tropas, ambulancias, camiones de municiones y avituallamientos, que ser�a llamado un sistema retroalimentativo de noria. Consciente de la importancia de la aviaci�n en los combates, P�tain cre� en 1916 la primera divisi�n de caza a�rea para despejar el cielo de Verd�n. En lo sucesivo, ante los ojos de todos ser� el "vencedor de Verd�n"

En 1917 el general Robert Georges Nivelle tom� el mando del Ej�rcito Franc�s, mientras que Joseph Joffre era el comandante del frente del noreste. El general P�tain, mientras tanto, fue nombrado jefe del Estado Mayor general, un puesto creado espec�ficamente para �l. Entonces fue opositor a Nivelle, cuyas acciones contrastaban con el cuidado en las bajas que tanto procuraba P�tain. A mediados de abril de 1917, en la batalla del Chemin des Dames, el ej�rcito franc�s tuvo la cifra de 100.000 bajas. Aunque los franceses vencieron, el descontento fue general, provocando una serie de motines en numerosas unidades. Ante la grave situaci�n, Nivelle fue removido del cargo, y P�tain asumi� como el nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Francesas. Inmediatamente, comenz� a mejorar las condiciones de vida de los soldados, puso fin a las ofensivas mal preparadas y conden� los motines. S�lo una peque�a minor�a de los amotinados fue fusilado pese a las exigencias de los pol�ticos. En octubre de 1917, arrebat� el Chemin des Dames a los alemanes, con ofensivas que resultaron bastante econ�micas en p�rdidas de vidas.

Algunos refutaron el t�tulo m�tico de vencedor de Verd�n y consideraron que la reputaci�n de P�tain se deb�a principalmente a su gesti�n sobre la moral de los combatientes, gracias a sus medidas "humanas" y a su voluntad de evitar ofensivas in�tiles, m�s que a sus cualidades militares. Entre ellos figuraban Joffre, Foch y Clemenceau, quienes vieron en la extrema cautela de P�tain un signo de derrotismo.

A principios de 1918, P�tain estuvo involucrado en el regreso de Foch, quien hab�a sido removido junto con Nivelle. A partir de entonces, se encargar�a de la coordinaci�n de todas las tropas aliadas, donde Foch fungir�a como jefe supremo. En octubre de 1918, P�tain preparaba una gran ofensiva que llevar�a a las tropas franco-americanas hasta territorio alem�n. Prevista para el 13 de noviembre, la ofensiva no tuvo lugar, pues Clemenceau y Foch aceptaron el armisticio propuesto por Alemania.

Despu�s de la victoria en la guerra, P�tain fue elevado a la dignidad de Mariscal de Francia, el 19 de noviembre de 1918. Recibi� el bast�n de mariscal el 8 de diciembre de ese a�o, en la ciudad de Metz.

Per�odo de entreguerras

En 1919, P�tain fue elegido miembro de la Academia de Ciencias Morales y Pol�ticas. El 14 de septiembre de 1920, cuando ten�a 64 a�os, se cas� con Eug�nie Hardon, con la que no tendr�a descendencia.

De 1925 a 1926, tropas francesas bajo el mando de P�tain, en campa�a con un ej�rcito espa�ol (250.000 hombres en total) libraron una campa�a contra las fuerzas de Abd el-Krim, jefe de la ef�mera Rep�blica del Rif, en Marruecos; las tropas franco-espa�olas lograron salir victoriosas, gracias en parte a la utilizaci�n de armas qu�micas.

El 20 de junio de 1939 fue elegido por unanimidad como miembro de la Academia Francesa, donde sustitur�a al mariscal Foch.

El 9 de febrero de 1934, es nombrado Ministro de Guerra en el gobierno de Gaston Doumergue, cargo que ocupar�a hasta el cambio del gabinete el 8 de diciembre de 1934. Es este tiempo cuando P�tain goza ya de una popularidad muy elevada. Mientras Hitler comienza el rearme de Alemania, Francia reduce el presupuesto militar. Esta corta experiencia en un ministerio lo malquist� con el parlamentarismo, y rechazar�a todo ofrecimiento posterior.

Despu�s presidi� el Consejo Superior de Guerra, donde har�a prevalecer la pol�tica de guerra defensiva, y rechazar�a las proposiciones de guerra ofensiva, como por ejemplo las del coronel Charles De Gaulle, que recomendaban la concentraci�n de carros dentro de las divisiones blindadas. Los gobiernos de fines de los a�os 20, por instigaci�n de las m�s altas autoridades militares dedicaron grandes esfuerzos presupuestales para la construcci�n de l�neas de defensa.

El 2 de marzo de 1939, P�tain fue nombrado embajador de Francia en Espa�a. El 20 de marzo de ese a�o, present� sus credenciales al general Francisco Franco, jefe del Estado espa�ol, residente entonces en Burgos. En nombre del acercamiento diplom�tico entre Francia y Espa�a, Franco le pide supervisar la repatriaci�n a Madrid de las reservas de oro del Banco de Espa�a y de lienzos del Museo del Prado que la antigua Rep�blica Espa�ola hab�a transferido a la protecci�n francesa durante la guerra civil.

La primavera de 1940

El 17 de mayo de 1940 fue nombrado vicepresidente del Consejo en el Gobierno de Paul Reynaud. El 14 de junio de 1940, Par�s fue ocupada por el ej�rcito alem�n. El Gobierno, el presidente de la rep�blica y las asambleas se refugiaron en Burdeos. Desde su llegada al Gobierno, P�tain se convirti� en uno de los abogados m�s fuertes a favor de un armisticio, al lado del presidente Reynaud.

El 16 de junio de 1940, Reynaud present� su dimisi�n al Gobierno y sugiri�, seguido por los presidentes del Senado y de la C�mara de Diputados, confiar la presidencia del Consejo al Mariscal P�tain, elecci�n que ser�a aprobada por el presidente de la Rep�blica Albert Lebrun.

El 17 de junio de 1940, con el consejo del general Maxime Weygand, jefe del Estado Mayor, P�tain anunci� su intenci�n de solicitar el armisticio. �ste ser� firmado el 22 de junio de 1940 en Rethondes, despu�s de haber sido aprobado por el Consejo de ministros y por el presidente de la Rep�blica.

El 29 de junio de 1940, el Gobierno se instal� en la ciudad de Vichy, una zona no ocupada por el ej�rcito alem�n. Pierre Laval es el personaje que m�s hab�a insistido en el establecimiento del Gobierno en esa ciudad, a fin de evitar buscar refugio en Lyon o en Tolosa, viejos bastiones del socialismo radical. La ciudad de Vichy presentaba las ventajas de tener una red telef�nica bastante eficiente y un gran n�mero de hoteles, los cuales ser�an requisados para alojar los diferentes ministerios y embajadas.

El 10 de julio, se aprueba una ley "constitucional" en las dos c�maras reunidas en Asamblea Nacional en el casino de Vichy. La ley dar� al mariscal P�tain todos los poderes gubernamentales y buscar� la promulgaci�n de una nueva Constituci�n. �sta nunca ver�a la luz, y el Estado franc�s permanecer�a durante todo el mandato de P�tain como un estado provisional. La constitucionalidad de esta reforma fue cuestionada por muchos motivos, entre ellos el hecho que la Constituc��n francesa no puede ser modificada bajo la amenaza directa de un enemigo. Sobre todo, la separaci�n de poderes referida en la Constituci�n de 1875 no se respetaba, y parec�a que los diferentes poderes reca�an en una sola persona.

El r�gimen de Vichy

Contando con la reputaci�n del  vencedor de Verd�n, el r�gimen decidi� explotar el prestigio del mariscal P�tain y comenz� a difundir un culto a la personalidad del nuevo l�der: las fotos del mariscal figuran en las vitrinas de todos los negocios, en las paredes de la ciudad, en todas las oficinas administrativas, lo mismo que en todas las instituciones educativas y en las organizaciones juveniles. Se suspendieron las libertades p�blicas, lo mismo que los partidos pol�ticos, y todos los sindicatos fueron unificados en una organizaci�n de corporativismo laboral, al tiempo que aparecen jurisdicciones de excepci�n.

El r�gimen de Vichy pretend�a realizar una Revoluci�n Nacional, si bien sus principios contradec�an la Revoluci�n Francesa. El lema del r�gimen ser�  Trabajo, Familia, Patria. En sus anhelos de la restauraci�n de Francia, el Gobierno cre� en un corto tiempo, bajo la direcci�n del general Joseph de La Porte du Theil, campos de formaci�n de las juventudes, que se convertir�an m�s adelante en las Canteras de la Juventud Francesa. La idea es reunir toda una generaci�n de franceses y, a trav�s de una vida de formaci�n pr�xima a las pr�cticas del escultismo, inculcarle los valores morales del nuevo r�gimen. Al mismo tiempo, se suprimi� el servicio militar.

En el campo econ�mico, se ponen en marcha otros medios de control, como los Comit�s profesionales de organizaci�n y repartici�n, que ten�an un poder juridiccional sobre sus miembros y un poder de repartici�n de las materias primas, lo que representaba un poder capital en esos tiempos de restricciones generalizadas.

Paralelamente con el desarrollo de un poder centralizado, el mariscal se dedic� al levantamiento de Francia, que incluye la repatriaci�n de refugiados, desmovilizaci�n, un sistema de abastecimiento, mantenimiento del orden y de la unidad nacional. P�tain se mostraba como garante del respeto de Alemania por las convenciones del armisticio.

Se tomaron varias medidas de organizaci�n del r�gimen, como la creaci�n de un ministerio de la reconstrucci�n, la unificaci�n del permiso de construir, y una pol�tica familiar. Se prohibi� fumar en las salas de espect�culo, y se instaur� el d�a de las madres.

En octubre de 1940 y sin contar con la solicitud de Alemania, se promulgaron precipitadamente leyes de exclusi�n contra los masones y los jud�os, que ser�an endurecidas al a�o siguiente. Las leyes exclu�an tambi�n a los franceses de raza jud�a (determinada por la religi�n de sus padres) de la participaci�n en actividades p�blicas y en la administraci�n. Se trat� tambi�n de limitar el n�mero de estudiantes jud�os en las universidades, medida que cont� con el rechazo de la comunidad universitaria.

Durante el per�odo del armisticio se cre� la "Legi�n Francesa de Combatientes", a la que se agregar�an los "Amigos de la Legi�n" y los "Cadetes de la Legi�n". La Legi�n se fund� por Xavier Vallat el 29 de agosto de 1940 y fue presidida por el mariscal P�tain. Para el r�gimen de Vichy, la nueva Legi�n deber� servir de punta de lanza de la Revoluci�n Nacional y del propio r�gimen.

En el seno de esta Legi�n se constituy� un Servicio del Orden Legionario, que se ocupar�a inmediatamente en el colaboracionismo con la Alemania Nazi. Comandado por Joseph Darnand, h�roe de la Primera Guerra Mundial y de la campa�a de 1940, este organismo se convierte en enero de 1943 en la Milicia Francesa. Al fin de la guerra, cuando Vichy se hab�a convertido en un r�gimen al servicio de los alemanes, una parte de la Milicia (que cuenta con unos 30,000 hombres) participa activamente en la lucha contra la Resistencia, con el apoyo p�blico del Mariscal P�tain y de Pierre Laval, su presidente oficial.

La colaboraci�n con la Alemania Nazi

En su pol�tica exterior, P�tain, despu�s de tres meses de permanecer oficialmente neutral entre el Eje y los Aliados, el 30 de octubre de 1940, mediante un discurso en radio, se inclin� por una pol�tica de colaboraci�n con Alemania para evitar la destrucci�n del rico patrimonio franc�s.

Esta colaboraci�n de Estado tuvo varias consecuencias. El mariscal evit� protestar contra las exacciones del invasor alem�n y sus auxiliares franceses, lo mismo que contra la anexi�n, contraria a la convenci�n de armisticio, de Alsacia y del r�o Mosela por parte de Alemania. Sin embargo, P�tain condena los cr�menes terroristas de la Resistencia o los bombardeos aliados sobre objetivos civiles, adem�s de alentar a los miembros de la Legi�n de Voluntarios Franceses que combat�an en la URSS con uniforme alem�n. Cuando los aliados desembarcan en �frica del Norte el 8 de noviembre de 1942, P�tain da la orden de combatirlos a sus generales establecidos en Argelia y Marruecos, y las tropas francesas ah� establecidas librar�n 3 d�as de sangrientos combates contra las tropas anglosajonas.

13 de febrero de 1941. De vuelta de Bordigghera Franco se entrevista con P�tain en Montpellier. En segundo plano, el almirante Darlan y Serrano Su�er. (Fotograf�a Ph. Roger-viollet en Bartolome Bennassar, 1995 edici�n Perrin)

La disidencia de la mayor parte del Imperio Franc�s, la ocupaci�n alemana de la "zona libre", el desbaratamiento de la flota francesa en Tol�n el 27 de noviembre de 1942, y la disoluci�n del Ej�rcito de Armisticio hacen perder a Vichy sus �ltimos triunfos frente a los alemanes. Manteniendo su pol�tica colaboracionista, P�tain perdi� gran parte de la popularidad que gozaba en 1940 y la Resistencia se intensific� pese al endurecimiento de la represi�n.

El 20 de agosto de 1944, el mariscal es conducido contra su voluntad a Sigmaringen, en Alemania, donde se refugiaron los dignatarios de su r�gimen. Lejos de dimitir, env�a una carta a los franceses donde se denomina el "jefe moral de Francia".

El 24 de abril de 1945 decidi� cruzar la frontera suiza y despu�s entregarse a las autoridades francesas, el 26 de abril.

Proceso judicial

El proceso del mariscal P�tain comenz� el 23 de julio de 1945 ante la Suprema Corte de Justicia. Defendido por Jacques Isorni, Philippe  P�tain declar� el primer d�a del juicio que siempre hab�a sido un aliado discreto del general De Gaulle, y que su responsabilidad concern�a �nicamente a Francia y a los franceses que lo hab�an designado en el gobierno, y no a la corte de justicia. En esas condiciones, se neg� a responder a las preguntas. Tras la presentaci�n de numerosos testigos, el proceso termin� el 15 de agosto de 1945: la corte lo declar� culpable de realizar actividades de inteligencia con el enemigo, y de alta traici�n, y lo conden� a muerte, a la degradaci�n nacional y a la confiscaci�n de sus bienes. La sentencia de muerte ser�a condonada, debido a su avanzada edad, y en vez de ello le ser�a adjudicada la pena de cadena perpetua. Como parte de la degradaci�n nacional, fue removido de la Academia Francesa, si bien su sill�n no ser�a ocupado hasta su muerte.

El mariscal P�tain fue internado en el Fort du Portalet, en los Pirineos, del 15 de agosto al 16 de noviembre de 1945, y posteriormente fue transferido al Fort de la Citadelle, en la Isla de Yeu. Su esposa se traslad� tambi�n a la isla, y ser�a favorecida con el derecho de visitar diariamente a su marido. La salud del mariscal declin� considerablemente a comienzos del a�o 1951, perdiendo cada vez m�s la lucidez. Vincent Auriol, presidente de la rep�blica, viendo el fin cerca, autoriz� el 8 de julio de 1951 su salida de prisi�n y su traslado a una residencia. As�, P�tain fue trasferido a una casa particular en Port-Joinville, en la misma isla de Yeu el 29 de junio de 1951, donde fallecer�a pocos d�as despu�s, el 23 de julio de 1951. Sus restos fueron inhumados en el cementerio marino de la isla de Yeu.

Pese a su condena, Philippe P�tain conserv� siempre su dignidad de Mariscal de Francia, como apareci� en su acta de defunci�n.

La tumba del mariscal P�tain fue adornada con flores en 1966 y en 1976, en conmemoraci�n de la batalla de Verd�n. Durante el gobierno de Fran�ois Mitterrand, la tumba estuvo llena de flores durante varios a�os consecutivos entre 1984 y 1992, pero esa pr�ctica ces� tras la protesta de la comunidad jud�a.

Bibliograf�a

• Marc Ferro, P�tain  Hachette Litt�rature, Poche, 1993

• Henri Amouroux, La vie des Fran�ais sous l'Occupation  Le Livre de poche.

• Henri Michel, Vichy, ann�e 40  Robert Laffont, Paris, 1967.

• William Langer, Le jeu am�ricain � Vichy Plon, Paris 1948.

• Jean-Pierre Az�ma et Fran�ois B�darida,Vichy et les Fran�ais  Paris, Fayard, 1996.

• Fran�ois-Georges Dreyfus, Histoire de Vichy  �ditions de Fallois, 2004

• G�n�ral Albert Merglen, Novembre 1942 : La grande honte  L'Harmattan, Paris 1993.

• Robert, Thibaut de Maurepas, Les Grands Hommes d'�tat de l'Histoire de France Larousse, 1989, pages 450-453. ISBN 2-03-740030-6.

• G�n�ral Jacques Le Groignec, P�tain  Nouvelles �ditions latines, 1991.

• Guy Pedroncini, P�tain, 1856-1918 : le soldat et la gloire  Perrin 1989

• id., P�tain, novembre 1918-juin 1940 : la victoire perdue  Perrin 1995.

• G�rard Boulanger, A mort la Gueuse ! Comment P�tain liquida la R�publique � Bordeaux  Calmann-L�vy 2006.