CULTURA

'El doctor Zhivago', la novela de toda una vida

Boris Pasternak, escribiendo la carta de rechazo al Premio Nobel de Literatura, en 1958.

Para Vladimir Nabokov, una obra torpe y convencional; para Italo Calvino, la gran novela rusa del siglo pasado. Pocos t�tulos han suscitado tanta controversia como El doctor Zhivago ni se han visto rodeados de unas circunstancias m�s novelescas. En Pered�lkino, la colonia de escritores construida por Stalin a las afueras de Mosc�, Boris Pasternak, uno de los grandes poetas de su generaci�n, junto con Tsviet�ieva, Ajm�tova y Mandelstam, entreg� al enlace de una editorial italiana el manuscrito al que hab�a consagrado una d�cada de trabajo: 433 p�ginas de apretujada tipograf�a a�n plagada de correcciones en los m�rgenes. Conten�an una ficci�n literaria, no eran documentos clasificados que pudieran hacer tambalearse al bloque sovi�tico. Pero, una vez "liberada", actu� como lo segundo, desatando la tormenta cultural m�s virulenta de la Guerra Fr�a.

Reverenciado en Rusia y en el extranjero por su l�rica, Pasternak afirm� que toda su producci�n po�tica previa hab�a constituido un aprendizaje para su "�nica obra de valor", la novela sobre las tribulaciones de un m�dico vapuleado por la guerra y la revoluci�n que arrasaron la patria de Pushkin a principios del siglo XX. Y lo m�s "sedicioso" de todo era que el protagonista consegu�a defender el bien m�s preciado: su soberan�a individual. Tanto el personaje de ficci�n como su creador se resistieron a marchar al ritmo de unos tiempos que exig�an entregar ese tesoro en sacrificio. Y ambos pagaron las consecuencias. El primero muri� solo, en un tranv�a, y su amada, Lara, en el gulag; el segundo, debilitado y enfermo tras la campa�a desatada contra �l en la Uni�n Sovi�tica. Dos a�os antes se hab�a visto obligado a rechazar el Nobel y se le vej� desde una tribuna dici�ndole que era "peor que un cerdo, porque los cerdos no defecan donde comen".

La escritura de Pasternak, tanto en prosa como en verso, est� cargada de la sensualidad de quien celebra la vida (Zhivago, en eslavo eclesi�stico, significa "el vivo"). Antes de dedicarse a la literatura, Pasternak hab�a flirteado con el pincel, con el piano, y tambi�n, en Marburgo, con la filosof�a, y algo de todas estas disciplinas rezuma su obra, impresionista, musical y librepensadora. Robert Bolt, guionista de la adaptaci�n cinematogr�fica, dijo que la novela adolec�a de una estructura imperfecta, con excesivas coincidencias y dosis de melodrama, "pero su forma de narrar es soberbia". Pasternak ten�a el don de elevar a la categor�a de extraordinario todo lo ordinario, confi�ndose al "Todopoderoso Dios de los Detalles". En ning�n p�rrafo de El doctor Zhivago decae el virtuosismo estil�stico, la intensidad tr�gica, la mirada asombrada y la riqueza simb�lica del autor, en un relato en el que trama, paisaje y personajes se funden en un todo.

En una cultura, la eslava, en que la literatura se entend�a como el veh�culo de una verdad superior, la imposibilidad de los sovi�ticos de leer en su lengua la obra de uno de sus autores m�s queridos pod�a generar recelos hacia el gobierno que fomentaba esa situaci�n. As� lo entendieron los servicios de Inteligencia estadounidenses, y as� se lee en documentos desclasificados. Para la CIA, El doctor Zhivago era una suerte de caballo de Troya, y a los visitantes sovi�ticos de la Exposici�n Universal de Bruselas de 1958 se les reparti� una edici�n en ruso. Porque en esta novela no solo se describe en pasajes de arrebatada belleza (esa cualidad que, seg�n Dostoievski, salvar�a al mundo) la exuberancia del amor, la dimensi�n espiritual del hombre y la fascinaci�n por la naturaleza en el contexto de una guerra cruenta: es el duelo entre las verdades eternas y los falsos ideales, entre el arte y la propaganda. Ilia Ehrenburg, en sus memorias, escribi� que estaba seguro de que su colega nunca tuvo intenci�n de causar da�o a Rusia: "Su �nica culpa fue ser Pasternak, es decir, tener una intuici�n extraordinaria para ciertas cosas y no comprender otras".

Marta Reb�n es traductora, fot�grafa y cr�tica literaria.

1 Comentario

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Maravillosa e impresionante pel�cula....la he visto muchas veces.