El Camino Portugués, como su nombre indica, es la senda jacobea que recorre Portugal de sur a norte, desde Lisboa hasta Santiago de Compostela. Un total de 620 kilómetros divididos en 25 etapas que varían de los 15 a los 32 kilómetros.
Como la mayoría de los itinerarios del Camino de Santiago, el destino final está claro, la tumba de Santiago ubicada en el corazón de Galicia. Sin embargo, el inicio se puede realizar desde cualquier lugar del Camino Portugués. Cada peregrino elige desde dónde comenzar su peregrinación, en función del tramo que desea visitar, así como de su tiempo disponible.
Lisboa es el inicio oficial de este itinerario hacia Santiago de Compostela. No obstante, Santarém, Coimbra, Oporto y Braga son también lugares comunes para iniciar la ruta, entre los peregrinos que eligen esta senda para recorrer el Camino de Santiago.
La antigua localidad de Tui, puerta de acceso a España desde Portugal, es otro de los puntos de inicio más comunes. Dada su proximidad a la capital compostelana, es uno de los puntos de inicio favoritos entre aquellos que disponen de pocos días (un puente largo, por ejemplo), pero desean completar el recorrido visitando la tumba del Apóstol.
Entre las dos vías que cruzan a lo largo de Portugal para llegar a Galicia, ésta es la más notoria y concurrida. Se podría decir que el Camino Portugués es la ruta oficial del país luso, la espina dorsal de la red de sendas jacobeas en Portugal. La otra gran variante es la que se conoce como El Camino Portugués por la costa, y entra en territorio gallego por Guarda.
El camino portugués es una de las alternativas más populares dentro de todas las opciones que el Camino de Santiago nos da en general. Lo es por varias razones que son precisamente las que te queremos desvelar en este artículo. Antes que nada, queremos anticiparte que, con toda seguridad, la ruta desde Portugal puede ser una de las mejores alternativas si lo que quieres es vivir en un entorno privilegiado una experiencia inolvidable.
1.- El Camino de Santiago Portugués es el segundo más escogido por los peregrinos. Sin embargo, no es un camino que esté muy masificado, aunque sí es posible hacer nuevas amistades y vivir con nuevas personas grandes experiencias. Así pues, esta ruta portuguesa cuenta con un perfecto equilibrio entre el número de peregrinos que la transitan y las condiciones que posee.
2.- Esta ruta portuguesa a Santiago de Compostela comienza su andadura en Lisboa normalmente. Sin embargo, también posee otra alternativa para hacer el Camino por la costa. Esto incrementa las posibilidades de vivir nuestra peregrinación de la forma que más nos guste.
3.- Tiene una magnífica dotación de infraestructuras. En efecto, prácticamente durante todo el año tiene alojamientos y servicios disponibles por lo que resulta muy fácil organizar la ruta y llevarla a cabo con las mayores garantías posibles. Dicha infraestructura está especialmente desarrollada en la parte española.
4.- La ruta portuguesa a Santiago es una de las alternativas dentro del Camino de Santiago que menor desnivel tiene. Así pues, es una excelente alternativa tanto para principiantes como para aquellas personas que requieran una ruta de menor exigencia física. Podríamos decir que la dificultad del camino portugués es baja.
5.- Los paisajes del Camino Portugués a Santiago son espectaculares. Es uno de los caminos que más zonas verdes tiene y que más bosques atraviesa. Si eres amante de la naturaleza sin duda es tu ruta ideal.
En esta guía para el Camino Portugués hay que empezar diciendo que esta ruta es una de las que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años.
Además de las razones que anteriormente hemos expuesto, existen otras que tienen que ver con la exquisita gastronomía que hay a lo largo del recorrido, así como los enclaves históricos que se transitan.
En general, podríamos decir que el Camino de Santiago portugués tiene un encanto especial que proviene de su pasado de leyenda. Los kilómetros del Camino de Santiago desde Portugal son 620. Están repartidos en 25 etapas en el caso de los peregrinos que decidan ir a pie.
Se trata de una ruta de origen medieval que accedía a Galicia desde el país luso. Una parte de su recorrido se hace a orillas del río Miño en medio de unos parajes de singular belleza.
En su recorrido existen monumentos que se remontan a la época romana y medieval (puentes como el de Sampaio, ermitas, calzadas, etc.) y otras evidencias históricas de tiempos más recientes que nos dan una idea del carácter auténtico de esta ruta.
Dentro de las opciones disponibles en la ruta portuguesa a Santiago queremos hablarte de las más reservadas. Estas rutas tienen tanto éxito por poseer varias de las razones que hemos comentado antes y por comenzar de puntos de especial interés para muchos peregrinos.
Al mismo tiempo, son las que más facilidades dan y las que mejor nos permiten disfrutar de una experiencia plena de principio a fin.
En su recorrido completo, el Camino Portugués atraviesa tanto localidades portuguesas como gallegas (españolas). En Portugal atraviesa 8 distritos: Lisboa, Santarém, Leiria, Coimbra, Avero, Oporto, Braga y Viana do Castelo. En España atraviesa 3 provincias gallegas: Pontevedra, A Coruña y Orense.
El Camino Portugués es una ruta diferente, en relación al clásico Camino Francés. En este recorrido el peregrino no tiene que hacer frente a grandes alturas, ni lidiar con complicados desniveles como ocurre en el Camino Francés y en otros itinerarios que atraviesan la península ibérica.
En el suave discurrir del Camino Portugués, el peregrino atravesará bosques espectaculares por senderos mágicos. Llegará a cruces milenarios que evocan los cantares de los trovadores medievales y tendrá como compañero de viaje, innumerables conventos, iglesias y conventos.
Diversas localidades con encanto, como Coimbra, en Portugal, o Pontevedra, en España, saldrán al paso del peregrino. Históricos monumentos y hermosos puentes de estilo romano o medieval, como Ponte Sampaio, complementan la espectacularidad del recorrido.
A continuación, adjuntamos el mapa de la ruta desde Portugal a Santiago para que dispongas de toda la información posible por tu cuenta.
Como hemos dicho previamente, el Camino de Santiago desde Portugal es uno de los más sencillos de hacer. El perfil de las etapas del Camino de Santiago portugués es bastante llano.
En su tramo de mayor altitud no llega a los 500 metros. Eso quiere decir que es una ruta especialmente indicada para quienes quieran iniciarse en la aventura y la pasión del Camino de Santiago.
Igualmente, es una ruta especialmente indicada para personas de avanzada edad o quienes simplemente quieran disfrutar del paisaje sin preocuparse por la dureza del camino. Esto vale también para quienes se desplacen en bicicleta: no posee puertos y las alturas nunca tienen demasiado desnivel.
Algunos de los tramos se hacen por en medio de la naturaleza aunque también existen tramos urbanos donde se recorren localidades de una belleza sin parangón como Iria Flavia o Pontevedra.
Tal y como ya hemos señalado antes, a lo largo de todo su perfil encontraremos buenas infraestructuras y toda la dotación necesaria para poder realizar nuestro peregrinaje en perfectas condiciones de seguridad y maniobrabilidad.
La infraestructura de alojamientos y la señalización en el Camino Portugués es adecuada, especialmente a partir de Oporto. Dada la variedad de vías de peregrinación que se utilizaron a lo largo de los siglos de consolidación del Camino Portugués, la red de albergues está mucho menos desarrollada que en otros itinerarios, como el Camino Francés.
La débil red de albergues se hace más presente en el tramo que transcurre entre Lisboa y Oporto. No obstante, este hecho no debe desalentar al peregrino a tomar esta ruta, ya que tanto en este tramo como a lo largo de todo el Camino Portugués, la senda atraviesa núcleos muy poblados que garantizan la existencia de alojamientos y servicios a los caminantes.
A lo anterior, hay que añadir que dado que el Camino Portugués está mucho menos masificado que otras rutas, como el Camino Francés, la presión sobre la red de alojamientos es menor. Pudiendo así el peregrino disfrutar del recorrido sin emprender innecesarias carreras por el alojamiento.
No obstante, si no quieres preocuparte por este tipo de detalles, ponte en contacto con nosotros y nos encargamos de toda la organización.
Respecto a la señalización, tal y como sucede con la red de albergues, ésta mejora a partir de Oporto. En el tramo gallego es aún mejor, donde continuos mojones colocados por la Xunta de Galicia, indican las distancias.
En la señalización del Camino Portugués, el desempeño de asociaciones de amigos del Camino de Santiago, tanto portuguesas como gallegas, ha sido determinante para fijar una ruta principal bien señalizada.
Un elemento negativo de este trazado es que, en la actualidad, la carretera que une Vigo y A Coruña (N-550), se impone e interpone constantemente en el Camino Portugués. Este hecho se ve compensado por las magníficas vistas sobre la ría de Vigo.
A lo anterior, hay que añadir la existencia de varios pasos sobre las vías del tren que no disponen de barreras. El peregrino deberá extremar las precauciones en estos puntos.
Como hemos dicho, la ruta portuguesa a Santiago cuenta con 25 etapas para quienes lo hacen caminando y 5 etapas para quienes lo hacen el Camino de Santiago en bici.
Tiene una longitud de 620km que pueden repartirse en varios días. Depende de la ruta que escojamos de entre las posibles del Camino de Santiago desde Portugal, dicho camino variará en su duración.
En concreto, la duración del Camino de Santiago portugués desde Lisboa tiene una duración de 5 noches y 6 días. La ruta portuguesa desde Santarém tiene una duración de 7 días y 8 noches.
Si estás planificando recorrer el ruta de peregrinación, en este post puedes consultar más información sobre cuánto se tarda en hacer el Camino de Santiago.
El Camino de Santiago desde Portugal es una de las rutas del Camino más fáciles. Por el país luso discurren dos trazados del Camino de Santiago: el Camino Portugués Central y el Camino de la Costa.
Ambas son igual de sencillas, discurren a poca altitud y nacen frente a pocos desniveles. Por ello, los itinerarios del Camino de Santiago de Portugal son las rutas más recomendadas para hacer en bicicleta o para personas que se encuentren en muy baja condición física.
A continuación, puedes consultar toda la información sobre la ruta portuguesa del Camino de Santiago, tanto del recorrido que discurre por el centro de Portugal como sobre el trazado de la costa. Los dos itinerarios son interesantes y si se dispone de tiempo, es posible comenzar el Camino Central y luego desviarse por el Camino de Portugués de la Costa.
El Camino Portugués Central tal y como su nombre indica es el itinerario que atraviesa el interior de Portugal, partiendo desde Lisboa. Esta ruta se adentra en España por la localidad de Tui y desde allí, continúa hasta Santiago de Compostela.
De los itinerarios jacobeos, el Camino Portugués Central es la segunda vía de peregrinación a Santiago de Compostela más popular, después del Camino Francés. El año pasado el 21% de las personas que llegaron a la tumba de Santiago apóstol lo hicieron siguiendo esta vía.
El hecho sorprende, dado que el Camino de Santiago de Portugal fue de los últimos trazados jacobeos en consolidarse y también uno de los últimos en recuperarse. Si quieres saber más sobre la historia de la ruta lusa puedes consultar nuestro artículo sobre el origen y evolución del Camino de Santiago original.
En total el Camino de Santiago Portugués Central cuenta con 618,9 kilómetros de recorrido. Se puede dividir en 28 etapas. No obstante, dado que algunas de estas etapas no alcanzan los 20 kilómetros y que el recorrido carece de desniveles, aquellos peregrinos que cuenten con una buena forma física podrían llegar a Compostela en 22 días.
Esta ruta jacobea atraviesa 8 distritos de Portugal y 3 provincias gallegas. Durante el recorrido los peregrinos atraviesan bosques espectaculares, yacimientos arqueológicos y tienen la oportunidad de visitar ciudades medievales y un rico patrimonio arquitectónico.
Al igual que otras rutas jacobeas, el Camino de Santiago Portugués están envuelto en leyendas y milagros. Uno de los milagros más conocidos en la leyenda del gallo de Barcelós, localidad que se atraviesa en la etapa 19 de la ruta. Otra historia que acompañará al peregrino en su andadura por Portugal es la de la Reina Isabel, conocida como la Reina Santa.
El trazado portugués oficial comienza en la Catedral de Lisboa. No obstante, algunos peregrinos que disponen de tiempo empiezan su andadura en Faro, al sur de Portugal, atravesando de este modo todo toda la vertiente atlántica de la península ibérica, hasta llegar al final del Camino de Santiago.
Dado que son pocos los peregrinos que disponen de tanto tiempo, la mayoría decide comenzar desde localidades más próximas: Santarém, Coímbra, Oporto o Tui. En nuestro artículo sobre cuánto tiempo se tarda en hacer el Camino de Santiago puedes obtener más información sobre el número de días que se necesita para completar el Camino Portugués desde estas localidades.
El tramo más popular de la recorrido son los últimos 100 kilómetros del Camino portugués desde Tui.
La red de alojamientos en el Camino Portugués Central está bastante menos desarrollada que el Camino Francés. De hecho, en las etapas que separan Lisboa de Oporto no existen albergues como los que se pueden encontrar en otras rutas del Camino de Santiago.
Hasta Oporto podrás alojarse en hoteles, casas rurales o en cuarteles de bomberos, casas parroquiales o posadas de la juventud. A partir de Oporto la red de alojamientos mejora considerablemente.
La señalización, tal y como sucede con los alojamientos, es algo más deficiente en las primeras etapas y mejora a partir de Oporto. No obstante, no es hasta la llegada a Tui, con la entrada a Galicia, cuando comienzan a aparecer los primeros mojones indicando la distancia hasta Santiago de Compostela.
Una de las ventajas del Camino Portugués Central es que atraviesa constantemente localidades con una amplia oferta de servicios: ultramarinos locales, supermercados, bares, restaurantes, etc. Son muy pocas las etapas desoladas en las que el peregrino tenga que cargar con comida en su mochila para hacer frente al recorrido.
El principal inconveniente de esta ruta del Camino de Santiago Portugués es la alta presencia de asfalto en el recorrido. Son muchos los kilómetros que se realizan por asfalto, en su mayoría, por carreteras secundarias sin arcén.
Por tanto, es importante prestar atención al tráfico durante el recorrido para evitar accidentes. No obstante, en Portugal es bastante común que las personas mayores también utilicen el arcén de la carretera para ir a pie de una localidad a otra, por lo que los conductores portugueses suelen circular con precaución.
Al final del recorrido hace acto de aparición la carretera nacional N-550 que une A Coruña y Vigo. Este vial cruza el Camino de Santiago constantemente, obligando a los peregrinos a cruzar la carretera en diversas ocasiones en una misma etapa.
A lo anterior, hay que añadir que gran parte del recorrido se efectúa en paralelo a las vías del tren y en diversas ocasiones las atraviesa. En estos pasos también hay que tener precaución, ya que muchos de ellos no disponen de barreras.
El Camino Portugués Central, como todas las rutas del Camino de Santiago, cuenta con numerosas maravillas a lo largo de su recorrido. A continuación, te hablamos de algunos de los puntos de interés que encontrarás en esta ruta portuguesa:
El Camino de Santiago Portugués por la Costa es la ruta que comienza en Oporto y se dirige a Compostela bordeando la costa portuguesa. Este itinerario se adentra en España por Guarda y confluye con el trazado Central en Redondela.
De los itinerarios jacobeos, el Camino de Santiago que sigue la costa de Portugal es uno de los menos populares. El año pasado, menos del 5% de los peregrinos que llegaron a Compostela lo hicieron siguiendo esta ruta.
La ruta portuguesa por la costa consta de 265 kilómetros, si se toma el metro hasta Matosinhos para evitar la engorrosa salida de Oporto. De 280 km si se comienza a andar desde la catedral portuense.
El recorrido se puede dividir en 12 etapas de aproximadamente 20 kilómetros cada una. La facilidad del recorrido permite fusionar algunas etapas, por lo que las personas que tienen buena condición física podrían completar el trazado de la Costa en 10 días o menos. A continuación, te facilitamos un esquema de las etapas del Camino Portugués de la Costa:
Esta ruta del Camino de Santiago atraviesa tres distritos de Portugal y dos provincias gallegas. La peregrinación por este itinerario jacobeo se realiza rodeado de un extraordinario entorno, acompañado de la hermosura de la costa norte portuguesa y de sus magníficos acantilados.
Por su puesto esta ruta también cuenta con enigmáticos monasterios y sorprendentes leyendas. Y, al igual que el Camino Portugués Central, finaliza con unas magníficas vistas sobre la ría gallega. En este artículo sobre las rutas y el recorrido del Camino de la costa te damos más detalles sobre las maravillas que esconde este recorrido.
La red de alojamientos en el Camino Portugués de la Costa es bastante buena. La dificultad de este trazado radica en decidir si alojarse en los albergues del Camino de Santiago, generalmente algo más alejados de la costa, o dejarse seducir por los alojamientos de las encantadoras villas marineras que atraviesa este camino.
La señalización en el Camino de Santiago de la costa portuguesa es más que suficiente. Incluso si la senda no contase con ningún tipo de señalética, resultaría imposible perderse siguiendo esta ruta, ya que discurre todo el tiempo bordeando la costa.
La costa de Portugal es bastante turística y dado que este Camino de Santiago discurre en paralelo a ella, el peregrino irá atravesando una sucesión de villas marineras, unas con aire tradicional y otras con un aire mucho más turístico, pero todas ellas con una amplia oferta de servicios.
Inconvenientes del Camino Portugués por la Costa
Son pocos los inconvenientes que los peregrinos encontrarán en este trazado. El único inconveniente es quizás la baja afluencia de peregrinos que transitan este camino. Por tanto, aquellas personas que vayan buscando lo animado del Camino Francés, podrían decepcionarse, ya que encontrarán muchos menos compañeros de viaje.
Si sigues el Camino Portugués de la Costa, podrás disfrutar de los siguientes lugares de interés:
Por supuesto, como siempre te decimos, todas las rutas del Camino de Santiago tienen sus maravillas. Algunas de las razones por las que los peregrinos deciden realizar el Camino de Santiago Portugués, en lugar de tomar otra de las rutas que discurren por la península ibérica son:
Primero que todo, hay que decir que a la hora de hacer la ruta portuguesa a Santiago no existe una época mejor que otra. Sin embargo, sí existen diferencias entre hacerlo, por ejemplo, en invierno y hacerlo en verano. De ellas es precisamente de las que queremos hablarte.
También queremos recordarte que, gracias a Santiago Ways, es posible realizar tu sueño y una aventura a todas luces inolvidable durante cualquier época del año.
La primavera es una época donde el hándicap más importante puede ser el tiempo. También hay que tener en cuenta las posibles alergias. En efecto, el tiempo puede ser más inestable aunque toda la ruta portuguesa está bien condicionada para cualquier eventualidad.
Por otro lado, una de las ventajas de hacer el Camino Portugués a Santiago en esta época es que no habrá tanta concurrencia y será más fácil encontrar alojamiento.
En toda España, y también en el norte, el verano suele otorgar una gran estabilidad. Si bien en el resto del país hacer cualquier caminata es una locura en verano, en la zona portuguesa y de Galicia las temperaturas serán suaves. Eso nos permitirá hacer el camino portugués de forma muy sencilla.
Y si bien esta es la época con mayor número de peregrinos, hay que recordar que el camino portugués a Santiago no está masificado y no tendremos durante esta época problemas para encontrar alojamiento.
El otoño posee una gran ventaja respecto al resto de estaciones: la enorme belleza que tienen los paisajes de la ruta portuguesa a Santiago durante esta época. Sin embargo, la inestabilidad climática será mayor que en verano. A pesar de ello es también un buen momento para hacer el camino de Santiago desde Portugal.
El invierno también puede ser muy hermoso en cuanto a los paisajes que podamos encontrar en Portugal y Galicia. El frío y las lluvias pueden ser un problema, pero de cualquier manera formarán parte de la aventura y del encanto del Camino de Santiago portugués.
En la ruta portuguesa a Santiago existen muchos sitios con un encanto especial. Queremos desvelarte a continuación algunos de los principales, sobre todo, los que no puedes perderte a lo largo de tu ruta.
Para empezar, debemos hablar de la Catedral de Santa María de Tui. Es una imponente construcción del siglo XII que mezcla lo mejor de los estilos románico y gótico. Para llegar a ella no tendrás problema porque está situada en el punto más alto del municipio de Tui.
Está en la isla perteneciente a la ría de Vigo y fue declarada bien de interés cultural. Es un enclave histórico que, durante la Edad Media fue un centro religioso. En ella destaca su puente de conexión y la Capilla de San Pedro.
Es uno de los sitios de interés más importantes. Se trata de un bello jardín botánico a orillas del río Umia.
El pueblo de Padrón es uno de los puntos más importantes de esta ruta portuguesa a Santiago. En efecto, este pueblo se ha hecho famoso sobre todo por sus pimientos que, naturalmente, podremos degustar.
Sin embargo, tiene otros encantos que no podemos pasar por alto y que tienen que ver con su historia, su cultura y sobre todo su gran belleza.
Gracias a Santiago Ways puedes tener la tranquilidad de que te hospedarás en hostales, hoteles y casas rurales con todo el encanto y el mimo que mereces. Cuidamos hasta el más mínimo detalle tanto en calidad del servicio como en otros aspectos importantes como el entorno de los emplazamientos escogidos.
Y como es también muy importante alimentarse bien a lo largo de todo el recorrido hemos querido aportar una lista con los mejores restaurantes donde degustar algunas de las especialidades de cada sitio y cada etapa.
A mesa da Pedra: situado en Pontevedra, en este mesón podremos degustar las mejores especialidades de toda la región con productos de gran calidad.
El Argentino: en Cabamelas, os queremos presentar este restaurante donde podremos recuperar fuerzas con algunos de los guisos y preparaciones más típicos de Galicia como un buen pote gallego.
Para terminar, en Santiago de Compostela te recomendamos pasar por el restaurante A Barrola, cargado de especialidades preparadas con antiquísima tradición y con el ánimo de darte un homenaje al llegar por fin a tu destino: Santiago de Compostela.
El origen del Camino Portugués, al igual que otras rutas del Camino de Santiago, se remonta al hallazgo de los restos del Apóstol Santiago el Mayor, en el año 813. Si bien durante la alta Edad Media otras rutas, como el Camino Francés, vivieron su momento de esplendor, el Camino Portugués tuvo un inicio más titubeante.
Tras el descubrimiento de los restos por el obispo Teodomiro, de la diócesis de Iria Flavia. El rey Alfonso II ordenó construir una iglesia en el sitio donde se hizo el descubrimiento, lugar en el que hoy se erige la Catedral de Santiago de Compostela.
Desde ese momento, numerosos cristianos de Europa y Portugal iniciaron su peregrinación a Santiago de Compostela. Si bien el Camino Portugués no fue el camino más transitado en aquella época, desde el siglo X algunos de los feligreses más devotos iniciaron su andadura por los caminos lusos para alcanzar tierras gallegas.
Al igual que en otras rutas del Camino de Santiago, el trazado del Camino Portugués se conformó a partir de antiguas vías y caminos que habían sido heredados de la época románica. Un ejemplo es la vía XIX, creada en el siglo I d.C. para unir Braga y Astorga, y conocida como Itinerario de Antonio.
Esta ruta comenzó a tener importancia en el siglo XII. Tal y como siempre recordamos, las diferentes rutas del Camino de Santiago no son solo rutas de peregrinación. Son, además, importantes rutas comerciales que conectan puntos de especial vitalidad para el comercio y la producción medieval.
Así, también sirvieron para establecer intercambios culturales entre Portugal y Galicia tras la independencia.
El rey Don Manuel I de Portugal fue uno de los que hizo este Camino Portugués desde Lisboa. En concreto, lo hizo a principios del siglo XVI.
Otros personajes históricos también se le sumaron posteriormente y contribuyeron a hacer de esta ruta una de las más importantes para comprender la propia historia de Europa. Una ruta que, por su encanto, su gastronomía y los puntos de interés que posee no puedes perderte.
La importancia de Camino Portugués se hace latente a partir del siglo XII, tras la independencia de Portugal encabezada por el Rey Alfonso I. Desde ese momento, se establece un denso flujo de personas hacia la ciudad compostelana, sin que se viese afectado por las reformas y contrarreformas que atravesó el país.
Durante el siglo XII y XIII, los peregrinos que atravesaban las tierras lusas hacia el norte de la península ibérica lo hacían por motivos variados, más allá de los religiosos. La proximidad geográfica entre dos territorios vecinos que pertenecían a países diferentes, uno de ellos recientemente independizado, generó vínculos económicos y culturales que alimentaron la ruta.
Fue en el siglo XIII, que Afonso II (1186-1223), rey de Portugal, completó este recorrido histórico hasta Santiago de Compostela. El monarca era conocido como “El Gordo” debido a una enfermedad que padecía.
La peregrinación de la Reina Isabel de Portugal en el siglo XIV es el hito que acaba de consolidar la tradición jacobea en el país luso. Esta visita y las peregrinaciones de otros numerosos personajes de la nobleza, reyes y clérigos son las que permiten, en la actualidad, contar con numerosos reportes documentados de la historia del Camino Portugués.
En el año 1325, Santa Isabel de Portugal, esposa del rey Don Dinís, inicia su primera andadura a Santiago. Cuenta la historia, que se alojó en la rúa a Raíña, en Lisboa, en un simple y popular hospital de peregrinos. A su llegada a Compostela, la Reina ofreció ante el altar del Apóstol Santiago el Mayor, su corona de emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico.
Una década después, la Reina Isabel de Portugal repite experiencia e inicia una segunda peregrinación a tierras gallegas. En esta ocasión, a su llegada a Santiago de Compostela se aloja en un modesto hospedaje del casco antiguo de la ciudad. En la actualidad, la calle donde se ubicaba dicho hospedaje, lleva su nombre.
La Reina Isabel pasó a la historia siendo conocida como la “Reina Santa”. Sus restos se hallan en Coimbra junto a un bordón de peregrino, tal y como ella dejó escrito antes de su muerte.
Otro ilustre personaje que recorrió tierras lusas para alcanzar el corazón de Galicia y que evidencia el fuerte compromiso del país con el Camino de Santiago, fue el Rey Don Manuel I de Portugal, conocido como “El Afortunado”.
El monarca inicia su peregrinación desde Lisboa en el año 1502. Fue este afortunado rey quien ordenó instalar una lámpara en la Catedral de Santiago que alumbrase día y noche.
A lo largo del siglo XVI, otras personalidades relevantes también se motivaron a emprender la ruta hasta la tumba del Apóstol. Entre ellos, los Padres Jesuitas, en el año 1543, que partieron desde Coimbra, o el pintor y arquitecto portugués Francisco de Holanda, en 1549.
En este siglo, el Camino Portugués acogió una de las visitas que más aportaría a la documentación de la ruta del Camino de Santiago por tierras lusas, la peregrinación de Juan Bautista Confalonieri.
Este sacerdote italiano recorrió la ruta desde Lisboa a Santiago a caballo, en el año 1594. Sus relatos sobre el recorrido han sido uno de los más destacados a la hora de documentar y elaborar guías sobre el Camino Portugués. En la actualidad, su texto se conserva en la biblioteca del Vaticano.
El siglo XVII vio cruzar por la calzada lusa a otros relevantes clérigos, como el obispo de Tui en 1604. La visita de Ponte de Lima en el año 1610, constituye el testimonio de la presencia de la nobleza en el Camino Portugués durante este siglo.
Los relatos recogidos a través de las peregrinaciones de monarcas, clérigos, nobles, así como otras figuras relevantes de la sociedad de la época, constituyen la prueba de la larga tradición que tiene el Camino Portugués. Como prueba viva de su importancia, se conservan las numerosas ermitas en el norte de Portugal que rinden honor al Apóstol Santiago el Mayor.
Así mismo, se preservan las numerosas tallas, escudos y símbolos que salpican el territorio luso en su camino a tierras a gallegas, siendo su punto más significativo Coimbra.
La aparición de la Virgen de Fátima a tres pastores en el siglo XX tuvo un importante impacto sobre la importancia que se le daba en Portugal al Camino de Santiago.
Tras la aparición de la Virgen, se construye el santuario en su homenaje. El protagonismo que adquirió el Santuario de la Virgen de Fátima en el país luso fue en detrimento de la tradición de caminar hasta Santiago de Compostela. No obstante, el flujo hacia Santiago de feligreses portugueses nunca cesó.
En la actualidad, y tras el auge experimentado por el Camino de Santiago a partir del siglo XX, con la declaración del Camino Francés como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Camino Portugués ha vivido un segundo momento de esplendor. Situándose en la actualidad como la segunda ruta del Camino de Santiago más transitada.
La ruta ha ganado en reconocimiento internacional. Hoy, es frecuentada por peregrinos tanto portugueses como romeros que viajan desde diferentes puntos del mundo para recorrerla.
La tradición del Camino Portugués como ruta hacia Santiago de Compostela no se recoge solamente a través de relatos de ilustres y de expresiones arquitectónicas o de ornamentación. Las leyendas y tradiciones asociadas a esta ruta también dan fe de su importancia en el desarrollo de la cultura jacobea.
Un episodio popularmente conocido, es el caso del Milagro del gallo de Barcelos. La leyenda transcurre en Barcelos, localidad del norte de Portugal. Aunque en el Camino Francés, Santo Domingo de la Calzada, es el escenario de la misma leyenda.
Según explican los testimonios populares, un peregrino gallego emprendió el Camino de Santiago desde Barcelos, localidad perteneciente al distrito de Braga. Allí fue acusado de robar el dinero de un terrateniente y condenado a la horca.
Antes de ser ahorcado, el peregrino pidió como última voluntad, ser llevado ante el juez. A la llegada del peregrino frente al juez, éste estaba comiéndose un pollo (o gallo) asado. El romero gallego le dijo al juez que era inocente y que como prueba de ello, el gallo que se estaba comiendo, se levantaría y cantaría.
El juez hizo caso omiso a las palabras del peregrino y echó el plato a un lado. Sin embargo, en el preciso momento que el acusado de robo estaba siendo ahorcado, el juez vio al gallo de su plato, levantarse y cantar.
Asombrado y consciente de su error, el juez corrió a la horca para tratar de enmendar la situación. Cuando éste llegó a la horca, descubrió que el peregrino seguía vivo gracias a un nudo mal hecho.
Cuenta la leyenda que años después de haberse salvado de la horca, el peregrino gallego regresó a Barcelos para escupir al crucero del Señor del Gallo, que en la actualidad se conserva en el museo arqueológico.
Esta leyenda ha dotado al país de una de sus simbologías más populares, el gallo de Barcelos. Este símbolo es representado en piezas de cerámicas de vivos colores en forma de gallo.
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