No pasaron desapercibidos en los medios internacionales los tres d�as de luto oficial que el todav�a presidente de la Rep�blica de Brasil, el controvertido Jair Bolsonaro, decret� en su pa�s por la muerte de la reina Isabel II del Reino Unido. El deceso de la monarca coincidi� con la campa�a electoral para la primera vuelta de las presidenciales en el gigante sudamericano que se celebr� el pasado domingo. Lula da Silva se impuso en las urnas, pero la suya fue una victoria agridulce por cuanto se comprob� que las encuestas hab�an supeditado el enorme apoyo del que goza Bolsonaro. As� las cosas, la segunda vuelta electoral se antoja m�s que emocionante.
Quienes a buen seguro seguir�n apoyando en las urnas al dirigente conservador son los mon�rquicos brasile�os, receptores de continuos gui�os por parte de Bolsonaro. El luto oficial por la reina brit�nica fue apenas uno m�s. Unas semanas antes, ya hab�a organizado grandes fastos por el 200� aniversario de la independencia nacional en los que los miembros de la familia imperial tuvieron destacado protagonismo; no en vano, el plato fuerte fue el regreso, desde Portugal, con los m�ximos honores del coraz�n embalsamado de Pedro I (1798-1834), primer emperador de Brasil.
Aunque la naci�n dej� de ser una Monarqu�a en 1889, las encuestas estiman que al menos uno de cada 10 ciudadanos -m�s de 210 millones de habitantes en total- ver�a con buenos ojos la restauraci�n del trono. No es peque�a la bolsa de votantes. Y la familia imperial brasile�a ha visto crecer su presencia p�blica bajo el mandato de Bolsonaro, cuya reelecci�n no ser�a mala noticia para los Orle�ns-Braganza descendientes de Pedro I.
Al frente de la Casa Imperial se encuentra hoy el pr�ncipe Don Bertrand (84 a�os), quien sucedi� en julio, a su muerte, a su hermano mayor, Don Luiz Gast�o. Tambi�n decret� una jornada de luto nacional Bolsonaro por quien habr�a sido soberano de seguir existiendo la monarqu�a. La sinton�a entre el presidente y la dinast�a, como decimos, no puede ser m�s estrecha. Ni Bertrand ni Luiz Gast�o han tenido hijos. Por lo que el futuro de la Casa Real pasa por su sobrino Rafael de Orle�ns-Braganza, de 36 a�os. A �l llegaremos enseguida.
El de momento jefe din�stico, Don Bertrand, es bien conocido por su ideario ultraconservador y sus principios como ferviente cat�lico tradicionalista. En v�speras de las presidenciales, emiti� una carta p�blica en la que dec�a sentirse "en la obligaci�n, como pr�ncipe cat�lico y brasile�o, de responder al llamamiento de quienes me han consultado sobre las pautas para los mon�rquicos". "No voten por esos que pretenden traer de vuelta una agenda roja que hasta hace unos a�os tanto da�o le hizo a nuestra querida y sufriente patria", exhort� a los suyos. A buen entendedor... No parece sentir mucha simpat�a Don Bertrand por Lula y su Partido de los Trabajadores.
Con su ascenso a la jefatura de la Casa Imperial, autom�ticamente se convirti� en su heredero su hermano, el pr�ncipe Antonio (84 a�os), considerado menos conservador. Pero la esperanza blanca para los mon�rquicos es un hijo de �ste, el pr�ncipe Rafael de Orle�ns-Braganza.
Nacido en R�o de Janeiro en 1984, su madre es la princesa Cristina de Ligne, perteneciente a un linaje nobiliario emparentado con las familias reales de B�lgica y Luxemburgo. Rafael fue el tercero de los cuatro hijos del matrimonio; y el segundo var�n. Su destino cambi� en 2009 cuando su hermano mayor, el pr�ncipe Pedro Luis, falleci� a los 26 a�os en un accidente del vuelo 447 de Air France. Eso le convirti� a �l en el heredero de los herederos.
"Como Pr�ncipe de Gr�o-Par�, renuevo mi compromiso de dedicar toda mi vida a Brasil, trabajando para los brasile�os en cualquier campo y siempre que me lo pidan", asegur� en verano en un comunicado el pr�ncipe Rafael, quien, aunque acompa�a a su padre y a sus t�os a muchos actos relacionados con la monarqu�a, reside en la actualidad en Londres, donde es copropietario de una empresa de consultor�a.
vinculado a una falsa org�a homosexual
Rafael sigue soltero. Y no es poca la presi�n a la que est� sometido. Porque debe casarse con una princesa -cat�lica- si no quiere que su matrimonio sea considerado morgan�tico y, por tanto, privado de sus derechos. Hoy que en las monarqu�as reinantes todos los herederos se casan con plebeyos y por amor, es decir, con quien les da la real gana, ah� tenemos a arist�cratas como �ste necesitados de encontrar a una mujer de sangre azul.
Dejando de lado que estos Orle�ns-Braganza no cuentan con la adhesi�n de todos los mon�rquicos brasile�os -el inexistente trono se lo disputan dos ramas de la familia-, la ya mencionada relaci�n de Bolsonaro con la dinast�a alcanza a la misma pol�tica. Y, as�, Luiz Philippe de Orle�ns-Braganza, otro sobrino del titular de la dinast�a, revalidaba en la jornada electoral del domingo su acta como diputado federal por el estado de Sao Paulo. Aunque este miembro de la familia imperial est� excluido del orden sucesorio -el matrimonio morgan�tico de su padre dej� fuera del mismo para siempre a su prole-, en Brasil es muy conocido como O Pr�ncipe. Empresario y de ideario muy conservador, se convirti� en el primer pr�ncipe diputado en la historia moderna del pa�s en 2018. Pertenece al Partido Liberal de Bolsonaro.
Y tal es la relaci�n entre ambos que el mandatario estuvo a punto de convertirle en su vicepresidente. Los medios brasile�os publicaron que no lo hizo porque O Pr�ncipe fue v�ctima de una conspiraci�n que incluy� un dossier que se le vinculaba con una falsa org�a homosexual. Cuando todo sali� a la luz, el sobrino del jefe de la Casa Imperial se lo tom� a risa: "No soy gay y ni s� d�nde se hacen org�as. Pero quiz� eso me traiga puntos entre la comunidad LGTB".
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