Un piloto muy especial

Pedro Rodríguez, el piloto mexicano más grande de la historia

A 50 años de su trágica muerte en Alemania, lo recordamos haciendo un recuento de su legado en el deporte motor
Imagen del piloto mexicano Pedro Rodríguez corriendo en un Porsche 917K
Pedro Rodríguez puso en lo más alto la bandera nacional en las mejores pistas del mundo.Porsche

Pedro Rodríguez de la Vega perdió la vida el 11 de julio de 1971 mientras corría las 200 millas de Núremberg, en Alemania. Un auto más lento lo obligó a realizar un rebase. Perdió el control y se estrelló a alta velocidad contra la salida de un puente. Su Ferrari 512 M se incendió de inmediato y el mexicano falleció de camino al hospital.

Esa trágica tarde alemana se llevó a Pedro del plano terrenal y lo colocó el Círculo de Honor del deporte motor, un exclusivo club en el que los pilotos se convierten en leyendas y su recuerdo inspira a las nuevas generaciones.

El casco plateado con la franja azul se convirtió en el sello de identidad de Pedro.

Porsche

Pedro era el tipo de piloto que prefería adaptarse a los problemas técnicos en lugar de tratar de resolverlos y creo que eso es particularmente importante a la hora de conducir en carreras de larga duración. Porque antes la fiabilidad del auto era muy importante, ya que no eran tan resistentes como ahora. 

"Él lograba mucha empatía con el auto y si tienes la empatía con el auto, como él la tenía, no sólo lo hace más confiable, sino que lo hace más rápido en algunas curvas de alta velocidad”, afirmó el británico Jackie Oliver, con quien Pedro corrió 8 de 10 carreras del Campeonato Mundial de Sportscar en 1971.

Los niños maravilla

Pedro era el segundo de cinco hermanos, hijos de Pedro Natalio Rodríguez y Concepción De la Vega. Él y su hermano Ricardo, dos años más chico que Pedro, rápidamente comenzaron a desarrollar una importante afición por las carreras. Primero en las dos ruedas, ganando carreras y campeonatos en bicicletas y motocicletas, para después saltar a los automóviles.

Su padre era un hombre adinerado, por lo que no tenían problema para financiar su pasión incluso, se dice, que la relación de Don Pedro con el presidente Adolfo López Mateos fue fundamental para que se aprobara el proyecto del Autódromo de la Magdalena Mixihuca (hoy el Autódromo Hermanos Rodríguez).

Los Rodríguez sorprendieron al mundo del automovilismo por su velocidad y gran talento.

Porsche

Tras pasar un tiempo en Estados Unidos en un internado militar, para obtener disciplina y mejorar su inglés, Pedro regresó a México decidido a seguir su pasión, ser piloto de carreras.

Su debut internacional se dio a finales de 1957, en la Bahamas Speed Week, corriendo en el Nassau Trophy en un Ferrari 500 TR, que desafortunadamente se descompuso y no le permitió terminar la competencia.

Pedro y Ricardo siguieron sorprendiendo al mundo del deporte motor por su talento y velocidad.

Ricardo, quien falleció en 1962, es hasta hoy el piloto más joven en haber subido al podio de las 24 Horas de Le Mans, con 18 años y 133 días, al finalizar segundo en 1960 y para 1962 era piloto oficial de Ferrari, reclutado por el mismo Enzo Ferrari.

Llegó a la Fórmula 1

Tras la trágica muerte de Ricardo en las Prácticas del primer Gran Premio de México de Fórmula 1, el 2 de noviembre de 1962, Pedro Rodríguez pensó seriamente en el retiro. Sin embargo, para 1963 ya tenía un importante cartel en el automovilismo deportivo, por lo que muy rápido se tuvo que sacudir el dolor y volver al volante para iniciar su temporada en febrero corriendo las 3 Horas de Daytona.

Ese año fue tercero en las 12 Horas de Sebring, y también debutó en la Fórmula 1, corriendo los Grandes Premios de Estados Unidos y México con el equipo Lotus a los mandos de un Lotus 25, pero abandonó en ambas competencias.

Tras tomar la salida en algunas carreras en los años siguientes, 1967 marcó su primera temporada completa en la F1 y lo hizo en plan grande ganando el Gran Premio de Sudáfrica, la primera prueba del año, con un Cooper T81. Esta fue la última victoria en F1 para Cooper, sí, los mismos que hicieron un Mini de rallies, por lo que hoy ese pequeño hatchback británico se llama Mini Cooper.

En 1968 sumó tres podios, corriendo con el equipo BRM (British Racing Motors), con el que obtuvo sus mejores resultados en la Fórmula 1, pues con ellos tuvo cinco podios y la victoria en el Gran Premio de Bélgica en 1970, el último año que el trazado de Spa Francorchamps fue de 14 kilómetros y no de siete como lo es ahora.

En total Rodríguez corrió 55 Grandes Premios, ganó dos, obtuvo cinco podios más, una vuelta rápida y fue sexto del Campeonato de Pilotos en 1967 y 1968. Además, hasta hoy es el mexicano con el mejor resultado en Gran Premio local al haber finalizado cuarto en 1968.

La victoria en Le Mans

El mexicano aceleró a fondo y ganó en Le Mans con cinco vueltas de ventaja.

Ford

En su carrera Pedro Rodríguez participó 14 veces las 24 Horas de Le Mans y sólo pudo finalizar en dos ocasiones, una de ellas en 1968, donde a los mandos del Ford GT40 MKI logró triunfar.

Ese asiento no era originalmente para el mexicano, pues cuando debían haberse corrido las 24 Horas, en junio de 1968, uno de los dos pilotos del GT40 marcado con el número 9 era el belga Jacky Ickx. Sin embargo, los movimientos políticos de la Primavera Francesa, obligó a los organizadores a mover la carrera a finales de septiembre.

Ickx se rompió las costillas en un accidente en Fórmula 1, por lo que el equipo británico JW Automotive Engineering tuvo que buscar de inmediato a lo mejor disponible y ese era Pedro Rodríguez, quien calificó el auto en el cuarto puesto y condujo gran parte de la competencia para imponerse con cinco vueltas de ventaja.

En la cima del mundo

El mexicano siempre mostró su talento en los mejores autos y las mejores carreras de la época.

Porsche

Esta demostración en Le Mans hizo que John Wyer fijara la vista en Rodríguez y lo invitara en 1970 a formar parte de su equipo para el Campeonato Mundial de Sportscar (que hoy se conoce como el WEC), donde entraría a competir con el nuevo rival a vencer, el Porsche 917K.

En esa temporada debutó ganando las 24 Horas de Daytona y también se impuso en los 1000 km de Brands Hatch y Monza, además de las 6 Horas de Watkins Glen. Dentro del mismo campeonato, fue segundo en la Targa Florio con el 908-3 . Ese año Porsche se llevó 9 de 10 carreras del año, con Pedro como su máximo ganador y pieza clave para sumar el primer Campeonato Mundial de Marcas.

Junto al Porsche 917K dominó el Campeonato Mundial de Sportscar en 1970 y 1971

Porsche

Al año siguiente el mexicano volvió a este serial imponiéndose de nueva cuenta en las 24 Horas de Daytona, los 1000 km de Monza y Spa Francorchamps, además de haber finalizado segundo en los 1000 km de Nürburgring.

El 27 de junio los 1000 km de Zeltweg, en Austria, marcaron la victoria final de Pedro Rodríguez, que de nuevo le aseguró a Porsche el título de Marcas de 1971. Una semana más tarde corrió el Gran Premio de Francia, abandonando en la vuelta 27 por un problema en el motor.

Ocho días después la muerte lo alcanzó en el trazado callejero de Núremberg, acabando con la historia del piloto mexicano más grande de la historia, ese que era muy fino en la lluvia, veloz en seco e implacable en la noche.