Pedro I muri� hace 188 a�os, pero este martes su coraz�n ser� saludado en Brasilia por el presidente Jair Bolsonaro. La �ltima vez que ese coraz�n estuvo en Brasil era una v�scera a�n palpitante, viva. Esta vez regresa mucho m�s calmado, flotando en formol. Homenaje a un hombre clave en la historia de un pa�s, que, durante unas d�cadas, fue un imperio. El Imperio de Brasil, con capital en R�o de Janeiro (luego en Salvador) y Pedro I, nacido en Portugal, como emperador e impulsor de la independencia del gigantesco pa�s sudamericano en 1822.
En un cap�tulo m�s de los a�os dist�picos que vive Brasil, pa�s en el que hasta lo m�s inveros�mil parece posible, el coraz�n recibi� honores de jefe de Estado al llegar al pa�s.
Medio siglo atr�s, Pedro I hab�a visitado Brasil en otra versi�n, la de su esqueleto, eje de las celebraciones por los 150 a�os de la independencia. El esqueleto se quedar�a para siempre en Sao Paulo, mientras el coraz�n permanec�a en Oporto. Esta vez, para conmemorar los 200 a�os de vida independiente, Bolsonaro logr� convencer a Portugal de que le enviaran el coraz�n para una estad�a de 20 d�as en el pa�s. La v�scera ser� exhibida en una sala especialmente preparada en el Palacio de Itamaraty, la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores. Entre los invitados, Bertrand de Orleans e Bragan�a, descendiente de la familia real y Jefe de la Casa Imperial de Brasil, un pa�s que es rep�blica desde hace m�s de un siglo.
Paulo Sergio Nogueira, ministro de Defensa, recibi� al coraz�n en el aeropuerto y le habl� con el que es presumiblemente el mismo lenguaje: el de su coraz�n.
"Este leg�timo �cono de la independencia brasile�a fue un gobernante muy adelantado para su tiempo, un l�der visionario y valiente que desafi� p�blicamente a la corte de la metr�poli en pro de los intereses de Brasil. Hoy debemos la existencia de Brasil como naci�n libre a la osada decisi�n tomada por Pedro I y a la dedicaci�n de tantos otros que se entregaron a ese ideal", asegur� el ministro. Rui Moreira, alcalde de Oporto, es uno de los custodios del coraz�n que llegaron hasta Brasil con la reliquia.
Pedro era un pr�ncipe de apenas 23 a�os cuando el 7 de septiembre de 1822 anunci� que Brasil ya no seguir�a siendo una colonia de Portugal. Nac�a Pedro I de Brasil.
La independencia de Brasil
La decisi�n del emperador de no regresar a Portugal para asumir como rey de ese pa�s permiti� que Brasil obtuviera su independencia sin enfrentamientos militares, algo inusual en un subcontinente que, entre los pa�ses hispanoamericanos, tuvo en Jos� de San Mart�n y Sim�n Bol�var a dos l�deres militares que libraron guerras por la independencia.
Fue Napol�on Bonaparte y su invasi�n a la pen�nsula ib�rica lo que llev� a Joao VI, padre de Pedro I, a decidir huir a Brasil, a la entonces colonia portuguesa. Cr�nicas de aquellos d�as se�alan que la huida fue muy mal recibida por la poblaci�n, que lanz� piedras contra la familia que abandonaba a su tierra y su gente. En aquel 1808, con la llegada a Brasil, por primera vez un rey en ejercicio pon�a pie en el "Nuevo Mundo". Pedro I ten�a solo nueve a�os.
Cuando a los 35, volvi� a Portugal para ayudar a su hija en la lucha por acceder al trono, la tuberculosis le estaba ganando la partida. En el lecho de muerte pidi� que le sacaran el coraz�n y lo llevaran a Oporto, donde la v�scera descansa desde 1837.
Cada 10 a�os se cambia el l�quido a base de formaldeh�do para mantenerlo conservado. El 7 de septiembre, el d�a en que se conmemora el bicentenario de Brasil como pa�s independiente, el coraz�n ser� homenajeado por el presidente Bolsonaro y su contraparte portugu�s, Marcelo Rebelo de Sousa. Un d�a de tensi�n: �convertir� Bolsonaro al desfile en una manifestaci�n de apoyo a su candidatura en las presidenciales del 2 de octubre?
Durante semanas amenaz� con eso y m�s, pero las �ltimas se�ales del presidente indican que no, que se moderar� un tanto dentro de su habitual radicalizaci�n. Pero ser la contraparte del coraz�n de un emperador es para confundir y envalentonar a cualquiera. Este martes, cuando la v�scera en formol llegue al Palacio del Planalto, Bolsonaro aportar� nuevas pistas de hasta d�nde es capaz de ir en su ambici�n por la reelecci�n, esa a la que tambi�n aspira el dos veces presidente Luiz In�cio Lula da Silva.
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