Hace 120 años que el joven Pablo Ruiz Picasso abandonó Galicia – AMAFER
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Hace 120 años que el joven Pablo Ruiz Picasso abandonó Galicia

  Sabemos que la familia Ruiz – Picasso llega a Coruña en octubre de 1891. Su primer contacto con la ciudad es a través de la estación de ferrocarril. Dicha estación se encontraba a las afueras de la ciudad.  La primera imagen de Coruña que la familia Ruiz-Picasso pudo ver podría ser muy parecida a la que, en ese mismo año 1891, el pintor madrileño Alejandro Ferrant Fischermand inmortalizó en su oleo sobre lienzo “Vista de La Coruña” que se expone actualmente en el Museo de Bellas Artes coruñés.

Fragmento de “VISTA DE LA  CORUÑA”, 1891. Museo de Bellas Artes da Coruña.

En primer término, las instalaciones ferroviarias

Autor: Alejandro Ferrant Fischermand

 

La familia, formada por José Ruiz  Blasco, su esposa María Francisca Picasso López, sus hijas, Dolores y Concepción y su hijo Pablo, construyen su nuevo hogar en la calle Payo Gómez, muy cerca del instituto Eusebio da Guarda, donde José daba clases de dibujo.

 

           Apenas comenzada su andadura el año 1895, un suceso luctuoso cambiará la vida de la familia Ruiz-Picasso, Conchita, la hija menor, fallece el día 10 de enero a la edad de 7 años como consecuencia de una epidemia de difteria que afecta a la ciudad. Escasamente un mes más tarde, en febrero, Pablo Ruiz Picasso realiza su primera exposición en un local de la coruñesa calle Real. José Ruiz decide abandonar Coruña tras obtener  una plaza de profesor en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Sin duda alguna, ese año dejará una marca indeleble en el joven Picasso

 

De nuevo un largo viaje, esta vez en tren, espera a la familia. El día  13 de abril de 1895, José se acerca a la estación ferroviaria coruñesa, probablemente acompañado de su hijo Pablo, para adquirir los billetes y facturar sus escasos enseres. Paga 22 pesetas con 65 céntimos por cada  billete hasta Palencia, allí tendrá que cambiar de tren para seguir hasta Madrid, desde donde llegará a Málaga, cuatro días después; una cierta desazón le acompaña en su regreso a casa.

Estación de Ferrocarril de Coruña en los años 80 del siglo XIX.

Archivo Municipal de Coruña

 

Al día siguiente, el domingo 14 de abril, siendo las 7,10 de la mañana, el tren mixto nº 420, hace su salida de la estación término de Coruña. Pablo se acerca a la ventanilla mientras el tren avanza serpenteante por la orilla de la ría; primera estación, El Burgo-Santiago. Pronto el tren comienza a alejarse de la costa, Cambre, Abegondo, Betanzos,… ¿Cuántos recuerdos se agolparían en la mente de aquel muchacho, sentado sobre el banco de madera de su coche de tercera [1] ? Atrás quedaban sus primeros dibujos, sus primeros cuadros, su primera exposición, los primeros elogios a su obra,… su primer amor, pero sobre todo, su hermana Conchita. Es posible que alguna lágrima rebelde se deslizara por sus mejillas mientras la luz del amanecer se iba imponiendo a la oscuridad de la noche.

 

Eran las 2 horas y 12 minutos de la tarde cuando el citado tren  hacía su entrada en Monforte. El interventor anunció una parada de 50 minutos.  José estudia detenidamente la guía de trenes que un amigo coruñés le había regalado, comprueba que la próxima parada de una cierta duración no se producirá hasta llegar a León, después de las 12 de la noche. Considera conveniente aprovechar la larga parada monfortina para avituallarse de agua, algo más de comida y estirar un poco las piernas; no llegarán a Madrid hasta las 6 de la tarde del día siguiente. Pablo acompaña a su padre, siente el bullicioso trajín que se apodera de la estación con las distintas operaciones que realizan los trenes: pasajeros que suben y bajan, carga y descarga de equipajes y mercancías, aprovisionamiento de agua y carbón para la locomotora, … ; observa curioso la fortaleza que se alza sobre el solitario cerro que domina el amplio valle en el que se asienta la ciudad.

Imagen de S. Vicente a finales del S. XIX, que Picasso pudo ver desde la estación.

Foto: Archivo fotográfico de Foto Arcadio

 

Apenas pasaban 2 minutos de las 3 de la tarde de aquel 14 de abril de 1895 (hace ahora 120 años), cuando el toque de campana y el silbido de la locomotora, anunciaban la salida del tren mixto nº 420 de la estación de Monforte de Lemos, en el que la familia Ruiz- Picasso abandonaba la Galicia que, durante más de cuatro años, se había convertido en su hogar y a la que Pablo Ruiz Picasso nunca más volvería. Quizá podríamos decir que la estación monfortina fue el último suelo gallego que Pablo Ruiz Picasso, pisó en su vida. Han pasado ya 120 años.

 

 

FUENTES:

Museo de Arte Moderno da Coruña

Casa Museo Picasso. Coruña

Archivo Municipal. Coruña

Fundación de los Ferrocarriles Españoles

 

[1] Rememorando a Antonio Machado “ Yo, para todo viaje – siempre sobre la madera de mi vagón de tercera –  voy ligero de equipaje” EL TREN –  Campos de Castilla (1912)

 

Fermín Avellaneda Monforte de Lemos 2015