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Confesiones

Paola de B�lgica, la venganza de la reina que tuvo que tragar con la amante de su marido: "Fui infiel y no me arrepiento"

Actualizado

Con apabullante naturalidad, la reina madre de los belgas ha confesado en un documental que tuvo un amante. "No me siento culpable. Pas� en un momento en el que las cosas no iban bien".

Alberto y Paola de B�lgica en los a�os 60.

Rubia, esbelta y de ojos azules, Paola era la encarnaci�n de la princesa perfecta. Otro apuesto pr�ncipe llamado Alberto se fij� en ella y se casaron. La historia parece sacada de un cuento pero es real, salvo que Paola y Alberto no fueron felices ni comieron perdices, aunque siguen casados 63 a�os despu�s.

Un documental ha buceado en la vida de Paola Ruffo di Calabria, la reina m�s desconocida de los belgas. Tres a�os de grabaciones y entrevistas que se recogen en Paola junto al jard�n (Paola, c�t� jardin), emitido ayer en la televisi�n p�blica del pa�s, donde se habla sin tapujos de infidelidades, traiciones y crisis de una pareja que estuvo a punto de divorciarse en dos ocasiones.

La revelaci�n m�s sorprendente la ha hecho la propia reina, que ha admitido que tuvo un amante y que no se arrepiente porque en aquella �poca era "muy infeliz". Tampoco ha tenido reparo en dar el nombre de su querido, el conde Albert Adrien de Munt, fot�grafo de la revista francesa Paris Match, con quien fue fotografiada en una playa de Cerde�a. "No me siento culpable. Pas� en un momento en el que las cosas no iban bien", relata Paola.

A sus 84 a�os disfruta por fin de la calma de un matrimonio al que se subi� la amante de su marido, Sybille de Selys Longchamps, con quien mantuvo una duradera relaci�n de la que naci� una hija que ha tenido que acabar reconociendo. Paola tuvo que aceptar a la querida pero no se qued� llorando en palacio. Adem�s del fot�grafo arist�crata, busc� refugio en Adamo, o eso contaban las cr�nicas de la �poca. El cantante le dedic� su famosa canci�n Dolce Paola.

La reina ha perpetrado su venganza con una apabullante naturalidad. "Durante diez a�os, entre 1970 y 1980, fui muy, muy infeliz. Estaba muy triste y me sent�a muy sola. No sab�a a d�nde ir. Y exist�a el peligro del divorcio, pero en aquellos d�as la gente no se divorciaba", ha contado a sus s�bditos. En aquella �poca Paola y Alberto protagonizaban p�ginas de esc�ndalos que horrorizaban a los castos Balduino y Fabiola.

Se conocieron en la capital italiana, en la recepci�n de la embajada belga por la coronaci�n del papa Juan XXIII en 1958. Paola ten�a 21 a�os y era la ni�a mimada de Roma, la peque�a de los siete hijos del pr�ncipe Fulco Ruffo di Calabria, h�roe de la I Guerra Mundial yperteneciente a una de las familias aristocr�ticas m�s antiguas de Italia.

Alberto cay� rendido ante aquella belleza rubia. "Un d�a alquil� un Alfa Romeo azul cielo y le dije que lo que sent�a era algo m�s que amistad y que quer�a pasar toda mi vida con ella. La hab�a puesto al volante por miedo a que me diera una bofetada", cuenta el rey Alberto, que tambi�n participa en el documental. "Me dej� claro que no ten�a tanta prisa como yo, pero al final gan� porque nos casamos bastante r�pido". La boda se celebr� ocho meses despu�s en la catedral de Santa G�dula, en Bruselas. "Los dos �ramos muy j�venes y entramos en el mundo sin saber casi nada", se lamenta ella.

Los belgas enseguida pretendieron convertir a Paola en su particular Grace Kelly, pero la princesa perfecta se rebel�. El protocolo la asfixiaba, su marido pronto empez� a enga�arla y la maternidad -tres hijos en tres a�os- le vino demasiado r�pido. No fue una madre cari�osa, tampoco lo fue Alberto, y sus hijos crecieron bajo la estricta tutela de su t�o, el rey Balduino, que no ten�a descendencia. Paola confiesa que no fueron buenos padres y se arrepiente de no haber sido cari�osa. "Ahora me doy cuenta de lo importante que es dar cari�o, tendr�amos que haber sido m�s conscientes de lo que es ser un padre y una madre, pero viv�amos una adolescencia inconclusa. Y yo, dem�s, buscaba mi camino", relata.

Paola y Alberto con los reyes Felipe y Matilde y sus nietos.
Paola y Alberto con los reyes Felipe y Matilde y sus nietos.

Ese desapego pas� factura en los tres hijos del matrimonio. "De ni�os fuimos testigos de momentos dif�ciles, fueron dif�ciles para toda la familia. Todos hemos sufrido mucho. Pero hoy somos felices", reconoce el actual rey de los belgas, Felipe.

Paola y Alberto estuvieron a punto de divorciarse dos veces, pero se echaron atr�s porque ella hubiese tenido que renunciar a sus hijos y �l a sus derechos al trono en favor de su primog�nito, Felipe. En el ocaso de sus vidas han hecho las paces, convertidos en apacibles y cari�osos abuelos. Ella se dedica a la jardiner�a y �l a los nietos. Paola, incluso, asegura que volver�a a casarse con �l.

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