Paola Ruffo di Calabria, reina de Bélgica (1937-VVVV).
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- Paola Ruffo di Calabria, reina de Bélgica
Reina consorte de los belgas, nacida el 11 de septiembre de 1937 en Forte dei Marmi, una estación balnearia en la provincia de Lucca (Italia), donde su familia poseía una casa de veraneo, cerca de Viareggio, en la costa toscana. Fue bautizada con el nombre de Paola Margherita Giuseppina Maria Consiglia Ruffo di Calabria
La Prensa belga la conoce como "la dolce Paola", un apodo que rememora sus raíces italianas y el "glamour" que rodea a la esposa de Alberto II. Procede de una familia de aristócratas italianos, concretamente de una de las siete grandes casas de Nápoles que estuvieron en todo su apogeo durante el siglo XI. Su genealogía, con numerosos apellidos nobles, se remonta al año 1.000.
Los Ruffo llegaron a poseer quince principados, diez ducados y una treintena de marquesados y condados, además de 250 feudos menores en el sur de Italia. De los monarcas españoles recibieron, además, el ducado de Santa Cristina, con Grandeza de España.
La familia Ruffo está dividida en dos líneas: Ruffo di Calabria, que hasta 1975 comprendió las ramas de los príncipes de Scilla y de los duques de Guardia Lombarda; y Ruffo, con las ramas de los duques de Bagnara, los príncipes de Scaletta y los príncipes de la Floresta. La reina Paola pertenece a la rama de los príncipes Ruffo di Calabria, duques de Guardia Lombarda, que desde 1975 se han fundido en la persona del hermano mayor de Paola, con la rama de los príncipes de Scilla, por extinción de los varones de ésta. Su padre, el príncipe Fulco (1884-1946), duque de Guardia Lombarda y conde de Sinópoli, fue condecorado con la Medalla de Oro al valor en la Primera Guerra Mundial, en la que destacó como piloto de la aviación militar italiana.
Paola y Alberto II, desde un punto de vista genealógico, están unidos por dos líneas remotas: una les hace descender de San Luis, Rey de Francia, y la otra del mariscal duque de Noailles. Paola es la más pequeña de siete hermanos, de los que uno de ellos, Augusto, murió heroicamente durante la Segunda Guerra Mundial como oficial de la Real Marina Italiana.
Como su marido, Paola quedó huérfana cuando sólo tenía diez años. La muerte de su padre dejó a su madre ante el reto de criar a seis niños. La infancia de la princesa Paola transcurrió en medio de la angustia de la Segunda Guerra Mundial. Conoció los traslados forzosos de residencia, la movilización de sus hermanos y la noticia de la muerte de uno de ellos en acción de guerra.
Dedicada a los estudios, sus aficiones la llevaron al conocimiento profundo de la cultura italiana. Viajó con frecuencia a Suiza, donde pasó largas temporadas, así como en el sur de Alemania. Además del italiano domina perfectamente el francés, el inglés y el alemán. Cursó estudios de enfermera y en varias ocasiones efectuó el viaje a Lourdes como enfermera del tren blanco. Estuvo considerada como una excelente deportista, principalmente en lo que se refiere a la práctica del esquí, el tenis y la natación.
Conoció a Alberto de Bélgica en Roma, entonces príncipe de Lieja, en una recepción con motivo de la coronación del papa Juan XXIII, en noviembre de 1958. Mantuvieron en secreto su noviazgo hasta que a principios de la primavera de 1959 fue hecho público. La boda se celebró en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, de Bruselas, el 2 de julio de 1959. Según cuentan sus biógrafos, la princesa, hecha un manojo de nervios y envuelta en lágrimas por la emoción, sólo consiguió pronunciar el juramento conyugal entero al tercer intento.
El 9 de agosto de 1993, al jurar su marido Alberto II como nuevo rey de los belgas, fue coronada como la sexta reina de los belgas. Los seis reyes que ha tenido Bélgica desde 1830 prefirieron casarse con una extranjera para evitar susceptibilidades y celos entre las dos comunidades lingüísticas del país. Paola no fue ajena a esta práctica aunque, al contrario que su predecesora Fabiola, no domina el flamenco. Paola compartirá el honor del título de reina con Fabiola, viuda de Balduino I, quien conservará algunas de sus prerrogativas oficiales.
Alberto y Paola tienen tres hijos: el príncipe Felipe, nacido el 15 de abril de 1960; la princesa Astrid, nacida el 5 de junio de 1962; y el príncipe Lorenzo, el 19 de octubre de 1963.
