ITALIA
Palacio Real de Caserta: Curiosidades que no te dejarán indiferente
El Palacio Real de Caserta fue, durante siglos, uno de los más conocidos y prestigiosos entre la realeza. Y siendo honestos, no es para menos. Conocemos su historia y algunos de sus datos más curiosos.
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El Palacio Real de Caserta, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las edificaciones más sorprendentes que podemos encontrar en Italia, concretamente cerca de Nápoles. Obra de Luigi Vanvitelli, se construyó con un claro objetivo: competir con grandes palacios de la época como era el Palacio Real de Madrid o el Palacio de Versalles.
¡Y tanto que lo lograron! Y es que el Palacio Real de Caserta es el más grande del mundo y supone una perfecta representación de lo que denominamos como arquitectura barroca. Debemos tener en cuenta algo más: sus Jardines Reales, que también son obra del mencionado arquitecto italiano. Tal es su belleza que sirvieron de inspiración para otros tantos que surgieron con posterioridad.
En su época, sirvió como residencia de diversos reyes de Nápoles. De ahí que cuente con un gran número de obras de arte, así como riquezas que están expuestas en los diversos salones de esta edificación. Cabe destacar que fue el rey Carlos III de Borbón quien ordenó su construcción, allá por el año 1752.
Las obras comenzaron ese mismo año, concretamente el 20 de enero. No era casualidad, ya que ese día era el cumpleaños del monarca. En 1773 tuvieron que paralizar las obras tras la muerte de Vanvitelli. Cuatro años después su hijo Carlo Vanvietti siguió con este encargo. Es entonces cuando éste le propuso a Fernando IV, el nuevo rey, algún que otro cambio. Es el momento de conocer este Palacio Real de Caserta a través de diversos datos curiosos.
Estamos ante un trabajo absolutamente “faraónico”
Para la construcción de este Palacio Real se barajaron unos números verdaderamente desorbitados. En todos los sentidos. Para empezar, cuenta con un área de unos 47.000 metros cuadrados, contando con más de 1.200 habitaciones y hasta 1.742 ventanas. Esta construcción no solamente tardó en completarse varios años, sino que también supuso un gran desembolso de dinero. Concretamente, se invirtió nada más y nada menos que 8 800 000 ducados. Esto podría traducirse en unos 300 mil millones de euros.
El secreto que tiene relación con la Gran Escalinata de Honor
Este elemento se convirtió en un modelo a seguir para la arquitectura en años posteriores, tanto por su belleza como por su esplendor. Lo que pocos saben, en la actualidad, es que esconde un pequeño secreto. Y es que cuando el Rey entraba a palacio, la música comenzaba a sonar. Este sonido venía de la cúpula, donde los músicos “se escondían” para dar la bienvenida al monarca de una manera verdaderamente celestial.
Cuenta con un objeto que llama poderosamente la atención
No es ningún secreto que los italianos, en su mayoría, suelen ser muy tradicionales. ¿Y qué tiene que ver eso con este dato curioso? Bien, debemos viajar al instante en el que se produjo la anegación del Reino de las Dos Sicilias, allá por el año 1861. Era instante en el que se formó el nuevo Reino de Italia.
Durante el inventario que se realizó en este Palacio Real, encontraron un objeto de lo más peculiar que no llegaron a identificar. Es más, el trabajador de la Casa de Saboya llegó a escribir lo siguiente en sus notas: “Extraño objeto desconocido en forma de guitarra”. ¡Y resultó ser un bidé!
María Carolina de Austria y sus libros
Si hay algo que caracterizaba a esta reina es que era una grandísima lectora. Por ese mismo motivo, cuando se mudó a este Palacio, se llevó consigo sus libros favoritos. Se trataba de una selección de su biblioteca. Lo que nadie esperaba es que fuera a ocupar nada más y nada menos que seis habitaciones completas de este Palacio.
Un set de rodaje de ensueño
Si hay algo que se sabe de este Palacio Real es que desprende una enorme belleza. Tanto es así que, en numerosas ocasiones, ha servido como escenario perfecto para el rodaje de diversas películas. Entre ellas se encuentran ‘Star Wars: la amenaza fantasma’ (1999) y ‘Star Wars: el ataque de los clones’ (2000). Es más, tanto el propio Palacio Real como los jardines pasaron a ser, en la ficción, el Palacio Real de Naboo. ¡Espectacular!
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