Plaza de Madrid. Vigésimocuarta corrida. Dos tercios de entrada. Toros de José Escolar (5), de juego variable pero siempre dentro de su condición encastada, especialmente el toro lidiado en tercer lugar, torrente de genio y codici, y no faltó el toro imposible por su peligro, el sexto. Octavio Chacón (4), de verde botella y azabache. tres pinchazos, media estocada desprendida y 8 descabellos. Un aviso (silencio). Pinchazo, estocada corta desprendida y descabello (silencio). Estocada y 13 descabellos (silencio) . Alberto Lamela (4), de verde botella y oro. Estocada caída (saludos).Tres pinchazos hondos y 9 descabellos. Dos avisos (silencio). Gómez del Pilar (7), de gris perla y oro. Estocada caída. Un aviso (una oreja)
No faltó la emoción y en algunos momentos la vesión más auténtica de la fiesta. Tampoco la cara amarga de una cogida. Y casi todo ello se podría resumir en la faena de Gómez del Pilar al tercer toro, un albaserrada de los que José Escolar todavía guarda, como oro en paño, la reserva de este encaste. Ese toro de nombre Milagroso fue un torrente al que no era fácil someter. Y mira por donde, Gómez del Pilar, un torero arrinconado, de los que no aparecen en los carteles de lujo y qye llega a San Isidro para jugárselo todo a una carta, ha dado un recital de recursos, de valor auténtico y ha conseguido someter en unos naturales rotundos la embetida feroz del toro de Escolar.
Faena recia, cara a cara, con los cinco sentidos. Nadie podría discutir la oreja de ley que cortó el torero al que todavía le quedaba otro toro en los chiqueros. Sin pensárselo se fue a portagayola y al ejecutar una larga de recibo fue cogido de lleno, volteado y corneado un el glúteo,con una cornada de 20 centímetros según el parte facultativo. Allí terminaba su tarde pero no el rastro de verdad que había dejado. El toro, en todo caso, no le habría permitido otra cosa que lidiar por la cara y defenderse de las embestidas al bulto. Chacón, como primer espada, se encargó de la lidia y muerte del toro en un ejercicio a la defensiva y que terminó de mala manera con el acero, a punto de escuchar los tres aviso.
El propio Chacón trasteó a media altura la embestida del primero, que como el resto de toda la corrida, nunca humilló. El cuarto toro embestía al paso y al paso Chacón lo intentó por ambos pitones en una labor plomiza. Cara y cruz de Alberto Lamela que entendió bien a su primer toro, dejándole la muleta en la cara de manera que embarcaba la encastada embestida una y otra vez, per en el quinto fue perdiendo los papales ante el sentido que iba desarrollando el toro, y terminar de mala manera con el descabello.
El carttel de hoy: Toros de Alcurrucén para Morante de la Puebla, El Juli y Ginés Marín
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