(PDF) Ética. Introducción a su problemática y su historia ESCOBAR (1) | Daniel Sotelo - Academia.edu
1 2 ÉTICA Cuarta edición Gustavo Escobar Valenzuela Licenciado en filosofía Universidad Nacional Autónoma de México Revisión técnica Mario Albarrán Vázquez Licenciado en filosofía Universidad Nacional Autónoma de México McGRAW-HILL MÉXICO - BUENOS AIRES - CARACAS – GUATEMALA - LISBOA – MADRID - NUEVA YORK SAN JUAN - SANTAFÉ DE BOGOTÁ – SANTIAGO - SAO PAULO 3 AUCKLAND – LONDRES - MILÁN – MONTREAL - NUEVA DELHI SAN FRANCISCO – SINGAPUR – ST. LOUIS' SIDNEY - TORONTO Gerente de producto: Carlos Mario Ramírez Torres Supervisor de edición: Luis Amador Valdez Vázquez Supervisor de producción: Juan José García Guzmán Ilustrador: Ismael Sánchez Galán Diseño: Francisco Granados Toledo/Codigráfica Fotografías: Banco de imágenes Photo Disc ÉTICA Cuarta edición Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin autorización escrita del editor. DERECHOS RESERVADOS @ 2000, respecto a la cuarta edición por McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V. A subsidiary of The McGraw-HiJ/ Companies Cedro No. 512, Col. Atlampa, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06450, México, D.F. Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Reg. Núm. 736 ISBN 970-10-2575-X (ISBN 968-422-997-6 tercera edición) 789012345 09876542103 Impreso en México Printed in Mexico Esta obra se terminó de imprimir en Mayo del 2003 en Impresora OFGLOMA S.A de C.V Calle Rosa Blanca Núm.12 Col. Santiago Acahualtepec México. 13 D.F 4 A la memoria de Gustavo Escobar Navarro, mi padre y mi mejor amigo. A mis alumnos que generación tras generación han confirmado mi vocación de enseñar. 5 "Aprender y educarse en filosofía no significa recibir simplemente determinados contenidos teóricos, sino asumir problemas y prepararse para responderlos de un modo original y creador. La mera recepción es menos concebible en filosofía que en otra disciplina teórica, porque, como señalaba Kant, no hay nunca una filosofía formada y acabada, y porque, en consecuencia, lo que en ella cuenta es el acto de pensar." AUGUSTO SALAZAR BONDY 6 PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN El presente libro es de carácter introductorio; su objetivo es desarrollar en forma clara y sugerente la temática del curso de ética que se imparte en la Escuela Nacional Preparatoria. También puede utilizarse en otros cursos similares propios de la Enseñanza Media Superior, como ética y teoría del hombre, seminario de filosofía, introducción a la filosofía y otros. Comprende, además de la introducción, tres partes en donde se explican aspectos elementales de la ética que debe conocer el alumno de bachillerato. La filosofía moral como disciplina remite a la filosofía y a su historia, de ahí que la introducción gire en torno de la noción de filosofía y sus vinculaciones con la ética. En la introducción se incluye también una caracterización de la ética, encaminada a precisar la naturaleza de esta disciplina, a hacer hincapié en su carácter teórico y disipar la idea tan arraigada de que la ética se reduce a una mera prescriptiva.1 La primera parte toca el suelo nutricio de la ética: la moral, la cual se analiza en su carácter histórico y se hace ver al estudiante que no se trata de un mundo platónico, al margen de las relaciones efectivas y concretas de los hombres. Frecuentemente se piensa que la ética es como una especie de antropología filosófica, puesto que estudia el comportamiento moral del hombre a lo largo de toda su vida; con base en este punto de vista, se desarrolla en la primera parte un tema sobre el concepto del hombre. Una vez caracterizada la ética y su objeto de estudio, en la segunda parte se estudian sus problemas, tema obligado en todo curso de ética. En la formulación de la problemática de la ética, se utiliza la terminología más frecuente en los programas de la materia y en los libros de texto. La tercera y última parte trata un tema también imprescindible: la historia de la ética. Allí, dada la amplitud del objeto de estudio, se analiza el pensamiento de algunos filósofos representativos de las corrientes fundamentales de la ética, explicando sus filosofías básicas a partir de sus fuentes, con objeto de que el alumno comience a familiarizarse con ellas y a leerlas por sí mismo. Al final de cada lección, se anotan las palabras clave o términos filosóficos utilizados o implícitos en cada tema, así como una bibliografía mínima, con el fin de que los temas puedan ser suficientemente ampliados. Además, se añaden algunas sugerencias sobre trabajos y actividades que pueden realizar los alumnos. Como su nombre lo indica, se trata sólo de sugerencias, ya que el profesor puede, con base en las lecturas dadas, o en la bibliografía que él proponga, encomendar otros trabajos que a su juicio sean adecuados. Se espera que este libro no sea tomado como un fin, sino como un medio, no para aprender filosofía, sino para aprender a filosofar; en este caso a reflexionar críticamente sobre esta creación humana, tan importante en la vida, como es la moral. Los objetivos específicos de nuestro curso están señalados al principio de cada lección. A continuación enunciamos los objetivos generales. 1 Una disciplina meramente normativa que se encarga de prescribir o dictar normas. 7 Al terminar el curso de ética el alumno: a) Estimará la importancia de la conducta moral en la formación humana; b) Captará que la conducta moral es imprescindible para la convivencia; c) Podrá expresar los elementos teóricos mediante los cuales las principales doctrinas éticas fundamentan la moral; d) Será capaz de criticar las diversas doctrinas éticas que presenta la historia, e) Comprenderá que la dignidad de la persona y de la sociedad dependen, en gran medida, de la realización de los valores morales. GUSTAVO ESCOBAR VALENZUELA AGOSTO DE 1977 PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN En un campo de tan fundamental significado como la ética nunca se abandona el proceso intelectual de reflexión y aquilatación; de nueva expresión de conceptos que sin variar en lo esencial se pugna por expresar de mejor manera. La segunda edición de una obra como ésta siempre constituye una oportunidad para volver sobre la labor anterior y reforzar algunos puntos, retocar otros, suprimir acá y añadir allá hasta conseguir un texto que se amolde más a nuestras necesidades. En las partes fundamentales me esforcé por lograr un máximo de claridad y satisfacción de los temas que componen nuestro programa escolar, en especial en lo que corresponde a las disciplinas filosóficas y a la ética. Las reformas en esos puntos fueron casi sustanciales. Otras modificaciones consistieron más bien en adiciones a conceptos y categorías de capital interés en ética, para explicar de manera más objetiva varios temas esenciales, o permitir mayor actualización; tal es el caso de los datos agregados en las últimas páginas, que se refieren a las corrientes contemporáneas del pensamiento sobre el área. En ese lugar, por ejemplo, conveniente dedicar más espacio a la famosa te( la "falacia naturalista", formulada por el filósofo G. E. Moore, dado que es relevante para compre! tipo de controversias que actualmente se sostiene ética contemporánea. Aunque ya en la primera edición se hacía referencia al pensamiento de Jean-Paul Sartre, la presente enriquecida con una breve exposición de las principales concepciones éticas de ese autor, lo cual permite apreciación más cabal de los planteamientos existencialistas al respecto. Deseo agradecer muy sinceramente las observaciones, preguntas, críticas y sugerencias de mis alumnos y colegas, quienes han contribuido de manera vital al presente texto. GUSTAVO ESCOBAR VALENZUELA MARZO DE 1984 8 PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN Una nueva revisión de este libro nos ha llevado a la necesidad de enriquecerlo con diversos contenidos que consideramos pertinentes, fundamentalmente en las cuestiones históricas de la filosofía, su caracterización y otros temas clave para la materia. La lección que trata sobre la teoría de los valores se amplió con una breve consideración sobre la "crisis de los valores", tema que es propio de nuestro tiempo y de urgente solución. Asimismo, a la parte que trata sobre las "doctrinas éticas fundamentales" se le agregó un parágrafo sobre el importante tema de la "ética de la liberación", relacionado, sobre todo, con el contexto latinoamericano. Otros temas fueron depurados con el propósito de conferirle mayor agilidad al texto; tal es el caso del que se refiere al "concepto del hombre". Muy importante resulta la actualización de lecturas y actividades propuestas que ha sido preocupación primordial en la preparación de esta tercera edición. En fin, no es nuestra intención hacer un inventario pormenorizado de los ajustes realizados en esta nueva presentación, sino aprovechar la ocasión para agradecer, nuevamente, a colegas, alumnos y lectores en general, todas sus observaciones y comentarios que siempre son útiles y necesarios para contribuir, en alguna medida, al perfeccionamiento del proceso enseñanza-aprendizaje. GUSTAVO ESCOBAR V ALENZUELA OCTUBRE DE 1990 9 PRÓLOGO A LA CUARTA EDICIÓN Empeñados en la grata tarea de continuar renovando, enriqueciendo y depurando los contenidos de este texto, nos complacemos en poner a la disposición de profesores, estudiantes y público en general, la presente edición de Ética, introducción a la problemática y su historia. Una nueva revisión de este libro nos ha llevado a introducir temáticas propuestas por los actuales programas de estudio que, sin duda, reflejan toda una gama de inquietudes recientes, tales como las que se refieren a la ética aplicada, donde se examinan problemáticas relativas a la drogadicción. el aborto, la corrupción social, la nueva vida sexual y a otras cuestiones de vital interés para la juventud actual; nos ha conducido también, a proponer lecturas oportunas que ilustren, sobre todo, el pensamiento de diversos filósofos representativos de la historia de la ética; y, asimismo, nos ha permitido enriquecer sus páginas con ejercicios, actividades de aprendizaje, ilustraciones y atractivos diseños. Reiteramos nuestro profundo agradecimiento, a profesores y alumnos por la acogida que le han brindado este material de apoyo y por las valiosas observaciones; y críticas que le han venido formulando con el fin de mejorarlo. Esperamos que este proceso de renovación y de búsqueda prosiga en los años venideros en beneficio de las nuevas generaciones, y anhelamos, por otra parte, que este trabajo continúe siendo, en alguna medida, un instrumento útil y provechoso para el actual quehacer educativo en el que todos estamos comprometidos. SINCERAMENTE EL AUTOR 10 CONTENIDO Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .XV Tema 1. Conceptos de filosofía. . . . . . . . . . 1 Conceptos de filosofía. . . . . . . . . . . . . . . . . 2 La filosofía a través de su historia. . . . . . . . 4 Diversas interpretaciones del mito. . . . . . . . 5 Esencia de la filosofía. . . . . . . . . . . . . . . . . 14 Tema 2. Caracterización de la ética. . . . . . 21 La ética como disciplina filosófica. . . . . . . . 22 Concepto de ética. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 Relaciones y diferencias entre ética y moral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 La ética como teoría de la moral. . . . . . . . . 24 Normativismo ético. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 La ética concebida como ciencia. . . . . . . . . 27 Método de la ética. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 Relación de la ética con otras ciencias. . . . 30 Tema 3. Esencia de la moral. . . . . . . . . . . 39 Definición de moral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 Moral y moralidad. Los dos planos de la moral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 Normas morales y otros tipos de normas. . 41 Carácter histórico de la moral. . . . . . . . . . . 46 Diferencia entre actos morales y hechos de la naturaleza. Los actos del hombre y los actos humanos. . . . . . . . . . . 50 La moral y su relación con otras actividades humanas. . . . . . . . . . . . . . . . . 51 Tema 4. El problema del hombre. . . . . . . . 61 El hombre y la ética. . . . . . . . . . . . . . . . . . 62 Criterios para el estudio del hombre. . . . . . 63 Diversos conceptos del hombre. . . . . . . . . 65 Importancia de los valores en la vida humana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74 La axiología y sus problemas principales. . 74 En torno a la definición del valor. . . . . . . . . 85 Sobre la crisis de valores. . . . . . . . . . . . . . .85 Tema 6. Principales problemas de la ética. . . . 91 Introducción a los problemas éticos. . . . . . . . .93 Problemas de la valoración moral. . . . . . . . . . .93 Problemas de la obligatoriedad moral. . . . . . . .98 Problemas de la esencia del acto moral. . . . . 100 Problema de la libertad. . . . . . . . . . . . . . . . . . 104 Problemas del origen de la moral. . . . . . . . . . 111 Problemas de la realización de la moral. . . . . 116 Realización de la moral. La moralidad del individuo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .120 Tema 7. Doctrinas éticas fundamentales. . . . .133 Etapas históricas de las doctrinas éticas. . . . .135 Ética griega. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135 Ética cristiana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .155 Ética moderna. Formalismo kantiano. . . . . . . .160 Ética contemporánea. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .167 Tema 8. La ética aplicada. . . . . . . . . . . . . . . . 199 La ética aplicada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200 La crisis de nuestra época. . . . . . . . . . . . . . . .200 El papel de los jóvenes. La protesta juvenil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .201 El mundo de las drogas. . . . . . . . . . . . . . . . . .202 La protesta política. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .205 Amor y sexualidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .207 La sociedad de consumo. Ser y tener. . . . . . .208 El problema de la violencia. . . . . . . . . . . . . . .209 La mujer en la problemática actual. . . . . . . . .211 La bioética y sus problemáticas. . . . . . . . . . . 214 Tema 5. La ética y la axiología. . . . . . . . . . 73 La ética y la axiología. . . . . . . . . . . . . . . . . 74 11 “La ética es, en verdad, la más fácil de todas las ciencias, cosa muy natural, puesto que cada uno tiene la obligación de construirla por sí mismo, de sacar por sí solo, del principio supremo que radica en su corazón, la regla aplicable a cada caso que ocurra, pues muy pocos tienen tiempo y paciencia para aprender una ética ya elaborada” Arthur Schopenhauer en: Los dos Importancia del estudio de la ética A reserva de entrar en una caracterización más detallada, definiremos la ética como la disciplina filosófica que estudia la moral del hombre en sociedad. Ahora bien, ¿qué importancia puede tener esta ciencia para nosotros? Si se analiza con cierta profundidad la tarea filosófica, se verá que en última instancia ésta suele desembocar en una forma de vida, en la fundamentación de una actitud moral. Aun las más abstractas reflexiones hechas por el hombre acerca del misterio del cosmos y de la vida, no tienen otra razón de ser que la de justificar una ética. y esto se corrobora aun en los filósofos que se elevan hacia las cimas de la metafísica o' en los místicos que, entregados a la meditación, parecen no tener otro interés que el deleite de la iluminación y la revelación divina. La importancia de la ética deriva de su objeto de estudio: la moral. Desde que el hombre se agrupó en sociedades tuvo la necesidad de desarrollar una serie de reglas que le permitieran regular su conducta frente a los otros miembros de la comunidad. De manera que la moral es una constante de la vida humana. Los hombres no pueden vivir sin normas ni valores. Es por eso que se ha caracterizado al hombre como un "animal ético". "Sólo el hombre puede dirigirse hacia el futuro. Sólo él puede formarse una idea de un estado de cosas más deseable y poner luego los medios necesarios para llevarIo a la realidad. El hombre puede protestar, ir al paro, manifestarse o sublevarse, con una visión de un estado de cosas que "debiera ser". Los demás animales sólo pueden morder, arañar, golpear o huir."2 Si se prescinde del estudio y comprensión de este aspecto de la experiencia humana que es la moral, se tendrá una imagen bastante incompleta o fragmentaria del hombre y su cultura. La ética nos ilustra acerca del porqué de la conducta moral. Los problemas que la ética estudia son aquellos que se suscitan todos los días, en la vida cotidiana, en la labor escolar, en la actividad profesional, etc. Problemas como: ¿qué es un comportamiento bueno o uno malo?, ¿se es libre para realizar talo cual acción?, 2 Howard Selsarn, Ética y progreso, México, Grijalbo, 1968, p. 16. 12 ¿quién nos obliga a realizar esta acción?, entre estas dos acciones, ¿cuál se debe elegir?, etcétera. Todos estos problemas que la ética estudia plantean una urgente solución, que no puede postergarse porque constituyen el meollo de la vida misma, pues, en última instancia, el hombre es un ser moral. "La moral -escribe José Ortega y Gasset- no es una performance suplementaria y lujosa que el hombre añade a su ser para obtener un premio, sino que es el ser mismo del hombre cuando está en su propio juicio y vital eficacia." "Un hombre desmoralizado es simplemente un hombre que no está en posesión de sí mismo, que está fuera de su radical autenticidad, y por ello no vive su vida, y por ello no crea ni fecunda, ni hincha, su destino." Esta importancia que reviste la ética como estudio y comprensión de la vida moral puede ilustrarse con el pensamiento de algunos filósofos representativos de la historia. Estos filósofos muestran que la filosofía no es puramente teórica, sino que desemboca en problemas prácticos relacionados con la situación concreta del hombre; hacen pensar, asimismo, que tal vez detrás de toda filosofía haya una decisión de tipo moral. XVI Ética: Introducción a su problemática y su historia La filosofía como forma de vida aparece por primera vez entre los griegos. Separar la teoría de la práctica, en el pensamiento de estos filósofos no es fácil. Recuérdese, por ejemplo, a Sócrates, a los cínicos, a los estoicos, a Platón, para quienes la filosofía es un saber sobre la vida, y de manera especial sobre la vida moral. Un ejemplo elocuente de la unión inseparable entre ética y filosofía lo proporciona Sócrates. "El destino de Sócrates -comenta José Luis Aranguren en su Ética- ha sido, sin duda, el acontecimiento más importante de la historia de la vida filosófica, de la historia de la filosofía como existencia. En la muerte de Sócrates se vislumbra toda la grandeza y toda la limitación de la actitud ética pura. La muerte de Sócrates fue el modelo de la muerte ética. La muerte de Cristo fue la muerte religiosa por excelencia."3 Dando un salto hacia el siglo XVIlI nos encontramos con una figura de primer orden como la de Emmanuel Kant (1724-1804), filósofo muy importante en la ética, como se verá en algunos de los temas que conforman este libro. Se dice que el problema medular de la filosofía kantiana es el que se refiere al conocimiento: ¿Cómo es posible el conocimiento? ¿Cómo es posible la ciencia? Sin embargo, ahondando más en el pensamiento del filósofo de Konigsberg, se da uno cuenta del importante papel que las preocupaciones morales desempeñaron en su pensamiento. Oswald Ktilpe, biógrafo de Kant, dice al respecto: La moralidad fue el núcleo y la estrella de su existencia, el centro de donde procedía el hilo conductor de su pensamiento y de su sensibilidad, de su acción y de su voluntad. La primacía de la razón práctica llenó y determinó su personalidad. Su vida no era un accidente casual sino un severo destino, una sería misión que únicamente podía llevar a cabo con un sistema de medios y fines. Así, se da a las cosas accesorias la importancia que hayan de tener en el sentido predominante del conjunto. Es notorio también el ejemplo que nos da Johann Gottlieb Fichte (1762-1814). Según este filósofo, el tipo de filosofía que se sostiene indica el tipo de hombre que es. Por ejemplo, si el filósofo se inclina por el materialismo, acabará por someterse a la necesidad de los hechos naturales, prefiriendo la necesidad a la libertad; en cambio, si opta por el idealismo, su decisión incluirá la libertad y la creencia en la vida espiritual, etcétera. 3 José Luis Aranguren. Ética, Revista de Occidente. 1958. 13 Según Friedrich Nietzsche (1844-1900), toda filosofía depende en última instancia de la ética. La vida moral del hombre constituye la raíz de donde brota el pensamiento filosófico. Se ha visto que aun su teoría del eterno retorno tiene una expresión ética, significa que el hombre es responsable a tal punto que sus actos permanecerán, volverán una Y otra vez, de tal manera que lo que se es y lo que se ha hecho, en virtud del eterno retorno de las cosas, quedará establecido para siempre. Otro filósofo que le confiere a la ética un papel decisivo es el mexicano Antonio Caso (1883-1946). Según Caso, hay dos problemas fundamentales que la filosofía tiene que resolver: ¿Qué es el mundo?.. y ¿Cómo es bueno vivir en el mundo? La primera interrogante debe ser contestada por la metafísica; en tanto que la segunda, por la ética. De estos dos problemas, el de carácter ético es el de mayor importancia, pues casi siempre se ha vivido sin saber, a ciencia cierta, qué es el mundo; en cambio no puede vivirse sin saber cómo es bueno vivir en el mundo. No puede vivirse sin una moral que oriente, que guíe la vida hacia la asimilación de los valores humanos. Es tan importante la ética para el maestro Caso, que considera que cuando el hombre asimile plenamente los valores morales será inútil toda filosofía: mientras esto no suceda, es discreto seguirla practicando. Figura 1. Según Antonio Caso la ética nos enseña cómo es bueno vivir en este mundo. 14 Conceptos de filosofía • • • • • • • La ética es una disciplina de la filosofía La filosofía corno fundamentación de las ciencias particulares La filosofía corno complejo de estas ciencias La filosofía corno ciencia del espíritu o ciencia de la experiencia interior La filosofía corno comprensión de la conducta de la vida La filosofía como ciencia de los valores universalmente válidos La filosofía como creación de hombres concretos e históricos El alumno: La filosofía a través de su historia Diversas interpretaciones del mito • Periodo cosmológico o presocrático • La palabra filosofía según Pitágoras • Periodo antropológico o socrático • Periodo sistemático o postsocrático • Etapa helenístico-romana • El cristianismo • La Edad Media Modernidad • Época contemporánea Esencia de la filosofía  situará a la ética como parte de la filosofía;  advertirá que el carácter histórico de la filosofía permite referirse a múltiples sentidos y manifestaciones de la misma;  distinguirá diversos conceptos y etapas históricas de la filosofía;  caracterizará la actividad filosófica a partir de sus rasgos más sobresalientes. 15 • • • • Tendencia a la universalidad Exigencia positiva de la validez universal de su saber Fundamentalidad o afán de fundamentación Sistematicidad o metodicidad Racionalidad 2 Ética: Introducción a su problemática y su historia Conceptos de filosofía Antes de entrar, propiamente, al estudio de la ética te ofrecemos una breve visión introductoria de lo que es la filosofía. La ética es una disciplina de la filosofía. Esto nos lleva a tratar primeramente la filosofía. ¿Qué es filosofía?.. Para definida, lo más fácil sería elegir una definición partiendo del pensamiento de Aristóteles, Platón o Kant, entre otros; sin embargo, pronto se daría uno cuenta de que junto a la definición elegida estarían muchas ideas sobre la filosofía misma, dadas a lo largo de la historia. En efecto, la palabra filosofía ha cambiado considerablemente en el curso de la historia, de tal manera que no puede encontrarse una definición única y universal, sino tantos conceptos como doctrinas filosóficas han aparecido en la historia. "¿Qué es propiamente la filosofía?" pregunta el filósofo J. M. Bochenski, quien en seguida responde-: "Lastimosamente, ésta es una de las cuestiones filosóficas más difíciles. Pocas palabras conozco que tengan tantas significaciones como la palabra filosofía. Hace justamente semanas asistí, en Francia, a un coloquio de pensadores de filosofía y por filosofía entendían cosas absolutamente distintas."4 Esta diversidad de conceptos de filosofía se debe a se denomina carácter histórico de la filosofía. La fía, al igual que todas las creaciones del hombre ., ciencia, religión, etc.), es histórica. No puede comprenderse la filosofía si no se le relaciona con el hombre y con las situaciones concretas en que se da. De hecho, puede hablarse llanamente de "filosofía", ya que esto sería demasiado abstracto. Sólo puede hablarse de fía griega, filosofía cristiana, etc.; o sea, de la filosofía dentro de una circunstancia determinada. Un que habla de la historicidad de la filosofía es Dilthey (1833-1911). Dilthey acuña la categoría “de espíritu del tiempo" (Geist Der Zeit) para explicar el carácter histórico del hombre y de la filosofía. El del tiempo es el clima histórico que determina oca. De hecho, cada época tiene sus perfiles característicos, sus ideales, sus vocaciones, lo que se llama “concepción del mundo y de la vida". Toda época ofrece una fisonomía determinada, que está formada por ciertos rasgos generales que se manifiestan en las diversas esferas de la vida: religión, música, filosofía, derecho, economía, etcétera. En su obra La esencia de la filosofía, Dilthey llega a la conclusión de que, en realidad, la palabra filosofía tiene, según la época y el lugar, significaciones distintas, y las creaciones espirituales que han recibido este nombre por sus autores son tan diversas, que "parecería que las distintas épocas hubieran asociado a la hermosa palabra filosofía, acuñada por los griegos, imágenes espirituales siempre distintas". ¿Cuáles son estos sentidos tan diversos de la filosofía? Dilthey, al repasar la historia de la filosofía, 4 Bochenski, J. M., Introducción al pensamiento filosófico. Barcelona. Herder, 1960. 16 advierte los siguientes sentidos que ha ido adquiriendo: La filosofía como fundamentación de las ciencias particulares Según este concepto, la filosofía tendría como papel ofrecer una fundamentación o explicación del proceder de las ciencias. La filosofía no caminaría a espaldas de la ciencia, sino que recibiría de ella su materia o sustrato de estudio. Sin embargo, ello no significaría el que la filosofía duplicara la tarea desarrollada por la ciencia, quedando, por un lado las verdades descubiertas por las distintas ciencias, y por otro las teorías o conclusiones establecidas por la filosofía; lejos de esto, la filosofía no consiste -según esta definición- en un divorcio frente a la ciencia, sino todo lo contrario: la filosofía tiene como función explicitar, reforzar, con sus explicaciones, las diversas teorías científicas. Esta definición de filosofía, la podríamos ejemplificar con Kant, cuando este filósofo se pregunta -por ejemplo- ¿Cómo es posible la ciencia? o ¿Cómo es posible la moral? (pregunta clave de la ética). La filosofía como complejo de estas ciencias Este concepto de filosofía considera --como se ha sostenido en ocasiones- que ésta tiene como función realizar una especie de síntesis o resumen de las diversas ciencias, ofrecer conclusiones muy generales o abarcadoras. Dentro de este sentido, por ejemplo, encontramos al positivismo según el cual la filosofía es un compendio general de los resultados de las ciencias, de tal manera que el filósofo queda concebido como un "especialista en generalidades". 3 Conceptos de filosofía En otras ocasiones la filosofía parte de los resultados obtenidos por las ciencias, pero se coloca por encima de éstas. Por ejemplo, esto sucede en Aristóteles, quien distingue entre "filosofía primera" (o sea la filosofía o metafísica) y las "filosofías segundas" (o sea, las llamadas ciencias particulares como la física, la matemática, la botánica, etcétera). A la "filosofía primera" le corresponde elevarse a la totalidad del saber, su función es la investigación de las primeras causas y principios de las cosas. La filosofía -para Aristóteles- es la más elevada de todas las ciencias, ya que se esfuerza por conocer lo cognoscible por excelencia, es decir, los principios y las causas y, en última instancia, el principio de los principios, la causa última o Dios (que en este filósofo es algo diferente al Dios del cristianismo, es un principio metafísico que llama el "motor inmóvil"). La filosofía como ciencia del espíritu o ciencia de la experiencia interior Esta manera de concebir la filosofía, que ya se anuncia en Sócrates ("conócete a ti mismo"), se desarrolla, en forma más profunda, en un filósofo cristiano como San Agustín -llamado, precisamente, el filósofo de la interioridad-. En efecto, San Agustín (354-430), en quien se da la primera gran interpretación de las relaciones entre la razón y la fe, nos dice: "no salgas de ti mismo, pues en tu interior habita la verdad". La filosofía como comprensión de la conducta de la vida En esta concepción filosófica, se pone el acento en las cuestiones prácticas o éticas. La filosofía asume, aquí, un contenido moral y se entiende como una serie de normas para la acción (por ejemplo en los estoicos y neoplatónicos). Esta manera de entender la filosofía se desarrolló, sobre todo, en la llamada folosofía helenística o-romana, etapa que comprende, aproximadamente, del siglo III a.C. al siglo v de nuestra era. Durante este periodo surge un filosofar eminentemente normativo que se encamina a la salvación laica por medio de la inteligencia o en una preparación para la visión mística y el consuelo de la fe. Esto significa que la filosofía se entiende aquí como una sabiduría de la vida. La filosofía como ciencia de los valores universalmente válidos Este concepto de filosofía lo encontramos en los filósofos de la cultura y de los valores como Windelband (1848-1915) y Heinrich Rickert (1863-1936). Según esta noción de filosofía, ésta tendría como papel explicar la esencia de los valores (bien, verdad, belleza, utilidad, etc.) que se localizan en los diferentes ámbitos de la vida cultural. 17 Para los filósofos de la cultura, la filosofía es reflexión sobre la cultura y los valores inherentes a ésta. Rickert entiende la cultura como "la totalidad de los objetos reales en que residen valores universalmente reconocidos y que por esos mismos valores son cultivados")5 Otro concepto o categoría que puede servir para manifestar el carácter histórico de la filosofía es el de horizonte, creado por Xavier Zubiri. La filosofía sólo es definible a partir de un horizonte determinado, o sea, una época, un "espíritu del tiempo", como diría Dilthey. No es lo mismo el horizonte que surge en la Edad Media que el que pertenece al Renacimiento, por ejemplo; cada horizonte histórico está formado por las cosas que rodean al hombre y que le son familiares. La filosofía sería el intento de esclarecer, de explicar el horizonte que rodea al hombre. La filosofía es creación de hombres concretos e históricos Figura 1.1 La cultura comprende la En su Historia general de la filosofía, Windelband se refiere a los filósofos totalidad de los objetivos donde como verdaderos héroes del pensamiento, y nosotros agregaríamos: residen los valores. Frente a la cultura, héroes de carne y hueso, para utilizar la conocida expresión de Miguel de la filosofía realiza una profunda Unamuno. Así, pues, la filosofía ha sufrido cambios. Cada filósofo ha dado, de acuerdo con su propio horizonte histórico, su propia interpretación del mundo, del hombre y de la vida. En los siguientes parágrafos s se analizarán algunas de estas interpretaciones comenzando por los orígenes mismos del filosofar. 4 Ética: Introducción a su problemática y su historia La filosofía a través de su historia La filosofía como creación humana, muestra un amplio desarrollo histórico. A continuación veremos algunos ejemplos de su evolución, empezando por sus orígenes: La filosofía surge en la antigua Grecia, en el siglo VI a.C., con los filósofos llamados "presocráticos". Además de este origen histórico, también puede hablarse de un origen vital de la filosofía, esto es, de un origen anta lógico o relativo al ser del hombre. Aristóteles se refiere a dicho origen, cuando dice:6 Los hombres empiezan en la actualidad y empezaron la primera vez a filosofar por la obra de la admiración. Desde un principio se admiraron de las cosas más próximas a ellos en las que no encontraron respuesta. Luego fueron progresando poco a poco en el mismo sentido y viendo que no hallaban salida en cosas mayores, como en las fases de la Luna, las cosas referentes al Sol, y en las estrellas y en el origen del Universo. Vitalmente la filosofía se origina en el momento en que el hombre experimenta un asombro o admiración frente a la realidad que lo rodea. En un principio, la respuesta a este asombro primigenio surgió en forma de mitos. El mito es una expresión prefilosófica, constituye ya un primer intento por dar cuenta de la 5 Heinrich Rickert, Ciencia cultural y ciencia natural, Madrid, Espasa-CaIpe (Austral, 347), 1965, p. 55. 6 Aristóteles, Metafísica, Libro I, Argentina, Espasa‐Calpe, 1963, p. 15. 18 realidad. En la historia de la filosofía, los autores hablan de una primera etapa llamada prefilosófica, mítica o religiosa, ':~~ít cual se desarrolla con los poetas clásicos de la ana Grecia: Hornero (siglo IX a.C.) y Hesiodo (siglo .c.). Autores como M. Federico Sciacca advierten etapa religiosa una "filosofía" primitiva, una ciencia fantástica. Un pensador moderno, Juan Bautista 8-1744), habla de la importancia de los mitos en la información de una ciencia nueva, a partir de sus expresiones poéticas. Un rasgo dominante de esta etapa religiosa, o prefilosófica, es la utilización de un lenguaje poético para expresar sentimientos y emociones. Todavía en los filósofos presocráticos se encuentran resabios de esta expresión poética, y más adelante también. Otro rasgo característico de la mentalidad mítica consiste en la tendencia a concebir la realidad de manera viva y dinámica (hilozoísmo). Los objetos se presentan como benéficos o maléficos, amigables u hostiles, familiares o extraños, fascinadores y atrayentes o amenazadores y repelentes. Dentro de esta concepción mítica, se desarrolla un politeísmo antropomórjico. En realidad, todo mito es la expresión fantástica de una fuerza física personificada y animada, la cual aparece como un ente gobernante de una clase de fenómenos, un Dios que impone temor y exige culto y adoración. Este politeísmo antropomórfico permite al mitólogo, o creador de mitos, proyectar sus deseos, ideales y sueños en los diversos dioses que su imaginación va creando. Según él, las fuerzas que mueven la naturaleza son humanas, los dueños o depositarios de estas fuerzas son los dioses, verdaderos superhombres. Así, por ejemplo, los dioses que presenta Hornero tienen marcados rasgos humanos, poseen voluntad, aunque de mayor alcance; se dejan conducir por toda suerte de pasiones, pasiones de mayor magnitud, ya que son capaces de agitar el Universo entero. El antropomorfismo de los poetas o de los creadores de mitos los lleva a explicar la naturaleza a partir de fuerzas semejantes a las humanas. Así, por ejemplo, Hesiodo al referirse al origen de los dioses en su Teogonía, dice: "Primero se engendró el Caos, y después la Tierra... también el Tártaro tenebroso, en lo profundo de la vasta Tierra. Del Caos nacieron el Erebo y la negra Noche; y ésta a su vez procreó al Éter y al Día. La Tierra empezó por parir un ser igual a ella... Asimismo dio a luz, pero sin ayuda, al tierno Amor, al Ponto... Más tarde, acoplándose con el cielo dio origen al Océano..." En este pequeño fragmento se observan palabras tan sintomáticas como: engendró, procreó, parir, dar a luz, amor, acoplándose, que son claramente antropomórficas. La concepción del hombre que se encuentra en la cosmovisión que ofrecen los mitólogos es, en última instancia, pesimista. El hombre se halla sometido a la mudable voluntad de los dioses. El acontecer fatal e infalible de ciertos sucesos es atribuido a una fuerza llamada destino o moira. Entre los temas más sobresalientes que preocuparon a poetas como Hornero y Hesiodo, y que permiten construir toda una concepción del mundo y de la vida, están los siguientes: el origen del mundo y de los 5 Conceptos de filosofía dioses, la primera causa de las cosas, la jerarquía de las divinidades (distinción entre dioses eternos y dioses engendrados) la ordenación y finalidad del mundo, etc.; también la preocupación moral y política estuvieron presentes en la mente de los poetas. Al respecto, indica Federico Sciacca que 7 … los dioses, además de ser representaciones míticas de fuerzas naturales, son la encarnación de los más elevados ideales de la vida griega. Las más excelsas virtudes que los antiguos griegos atribuyeron al hombre – la valentía, la prestancia física, la belleza, la astucia, etc. – son atribuidas en formas más perfectas a los dioses. Estos influyen con su poder en el curso de las contingencias humanas; las leyes de la sociedad son de origen divino. 7 Michele Federico Sciacca, Historia de la filosofía, Barcelona, Luis Miracle, 1960, pp. 36‐37 19 Poco a poco esta concepción mítica fue objeto de severas críticas. El blanco de sus ataques fue principalmente el antropomorfismo. Por ejemplo, el filósofo griego Jenófanes de Colofón decía irónicamente que, si a los bueyes les fuera concedido adorar dioses, éstos se adorarían a sí mismos. En la medida en que se va criticando el mito, surgen las condiciones que hacen posible una nueva forma de pensamiento. Se dice que la filosofía es una ruptura con el mito, un poner en crisis las formas míticas del pensamiento para asumir una actitud más racional y coherente. “Amar los mitos es un cierta forma mostrarse filósofo” Aristóteles “El phatos del asombro no se encuentra simplemente al comienzo de la filosofía, como, por ejemplo, el lavarse las manos precede a la operación del cirujano. El asombro sostiene y domina la filosofía” Martin Heidegger Diversas interpretaciones de'l mito Diversas interpretaciones del mito. Con el objeto de precisar un poco más este tema referente a los orígenes de la filosofía, explicaremos brevemente algunas interpretaciones que ha recibido el mito con respecto a sus relaciones y diferencias con la filosofía. Para algunos pensadores, como F M. Cornford, la filosofía tuvo su origen, precisamente, en el mito; de tal manera que la filosofía sólo constituye un desarrollo de los más antiguos mitos religiosos que ya encontramos en la primitiva sociedad griega. Así, ha habido un movi... miento que se desarrolla en el hombre y que va d una actitud emocional hasta llegar a una actitud racional. Este movimiento o tránsito corresponde al que va desde la teogonía a la teología, de la cosmogonía a cosmología. Contrariamente a esta interpretación, está la ofrece John Burnet, quien considera que la ciencia jónica, la filosofía, viene siendo una ruptura con la religión antigua. De esta manera, la filosofía nace en la mee en que los hombres abandonan las explicaciones en lógicas. Dentro de este contexto está la definición que hemos dado anteriormente en el sentido de que “filosofía es una ruptura con el mito". Figura 1.2 Para introducirse a la filosofía es necesario no Por otra parte, el mito en las civilizaciones ha tenido perder la capacidad de asombro. Sin duda, el hombre una función y un sentido importa aparición no se debe contemporáneo se asombra de sus más grandes hazañas. a un mero capricho o a la arbitrariedad, La palabra mito, viene de mythos que significa -en sentido amplio – palabra o habla, y en un sentido más estricto quiere decir: historia contada o narrada. En todos los tiempos, los hombres se han preguntado por sus orígenes, por su destino o su paradero, por el sentido de sus vidas, etc., y para dar respuesta a todo esto 20 han desarrollado un aserie de mitos, cuentos y narraciones cuasihistórica, o sea: historias mezcladas con hechos irreales y fantásticos (por ejemplo los episodios de la guerra de Troya narrados por Homero). 6 Ética: Introducción a su problemática y su historia. El mito es una palabra creadora que al enunciarse o repetirse, reproduce acciones originarias. Se trata de una palabra revestida de poder y de eficacia. Muchas veces el mito se remonta a la prehistoria, a épocas legendarias, muy lejanas y oscuras, y nos cuenta acciones divinas que desembocan en la creación del mundo. ¿Pero qué utilidad tiene el mito?... Podemos decir que da seguridad al hombre, ya que le dice cómo debe actuar en determinado momento, cómo debe guarecerse, cómo debe cosechar, cómo debe construir su morada, etcétera. Figura 1.3 Homero, poeta griego que vivió en el siglo IX a.C. En sus poemas la Ilíada y la Odisea forja todo un mundo de dioses, semidioses y héroes característicos del pensamiento mítico. Figura 1.4 Una característica del mito, entre los griegos, es el surgimiento de un politeísmo antromórfico, por medio del cual los dioses revisten una forma humana. A diferencia de la filosofía, el mito funda su verdad y eficacia en la autoridad divina. Las musas le hablan a los poetas o mitólogo s revelándoles la "verdad", una verdad que no es susceptible de someterse a la crítica o a la duda. Ahora bien, la filosofía va a surgir cuando en lugar de imperar una palabra autoritaria y revelada como la que nos ofrece el mito, surja una palabra nueva, un logos o discurso argumentativo y racional. Con el surgimiento de la filosofía, y la consecuente ruptura frente al mito, el hombre se encuentra atenido a sus propias fuerzas y posibilidades, y ya no puede ampararse o cobijarse en las experiencias religiosas o estatutos divinos. Así, el filósofo tiene la posibilidad de crear, de elegir el camino que la razón le dicte. En el desarrollo de la filosofía griega hay etapas decisivas, que no se estudiarán de manera exhaustiva, pues convertirían este curso en una historia de las doctrinas filosóficas; sólo se abordarán brevemente con objeto de señalar algunas ideas o conceptos de filosofía. Asimismo se señalarán algunos conceptos relativos a otras etapas de la filosofía occidental. Te invitamos, pues, a recorrer estas etapas de la filosofía. Periodo cosmológico o presocrático Figura 1.5 Grabado antiguo que representa a la filosofía como “madre de las ciencias”. 21 Históricamente, la filosofía se inicia en el periodo cosmológico, que comprende, aproximadamente, del año 600 al 450 a.C. Esta primera etapa se denomina cosmológica, porque aparece como problema central el saber acerca de la naturaleza: ¿qué es el cosmos físico?, ¿cuál es el primer principio ordenador de todas las cosas? Aristóteles denomina a los pensadores de esta etapa físicos (de phisis, naturaleza), o sea, los que reflexionan acerca de la naturaleza. Los filósofos presocráticos contemplan un mundo en continua transformación; observan que todo cambia, todo se transforma. Ante el espectáculo siempre mudable de la naturaleza, buscan una sustancia originaria de las cosas que persista a través de todos los cambios. La primera escuela filosófica que trata de dar una respuesta al problema de la primera sustancia, el primer principio de todas las cosas, en el Mileto. El fundador de la filosofía presocrática y la escuela de Mileto, fue Tales de Mileto (624-548 a.C.), quien ya ofrece una respuesta al problema de la sustancia primitiva; según él, dicha sustancia es el agua. Tales de Mileto piensa que el agua es el principio fundamental, porque de ella se forman muchas otras 7 Conceptos de filosofía sustancias, tanto aeriformes como sólidas; sin agua no existe la vida, y parece ser la sustancia más abundante en la naturaleza, que circunda y quizá sostiene las tierras emergidas. Los otros miembros de esta escuela, conocida también como de los milesios, son Anaximandro (nació en 610 a.C.) y Anaxímenes (murió en 526 a.c.). Inquietos por el mismo problema de la primera sustancia, Anaximandro considera que este "principio" (arché o arje), o sustancia única de la que todo surge, es lo infinito (ápeiron), que "todo lo abraza y todo lo gobierna". Por su parte, Anaxímenes, dando una respuesta empírica al problema de la sustancia, afirma que la causa de todo es el aire. "Así como nuestra alma, que es el aire, nos sostiene, así el soplo y el aire circundan el mundo entero." ¿Otro filósofo presocrático muy importante es Heráclito de Éfeso (536-470 a.C.), llamado "el Oscuro" por su estilo de pensamiento enigmático y paradójico. Ante el problema del cambio, Heráclito piensa que en realidad no existe ningún principio eterno o inmutable, ya que la esencia misma de las cosas es el cambio. No existe nada estable: ni en las cosas en particular, ni en el universo en general. No sólo las apariencias concretas están regidas por un incesante cambio sino también el universo en su totalidad. "Todo cambia, nada permanece." "En los mismos ríos nos bañamos y no nos bañamos en los mismos: y, en forma parecida, somos y no somos." Si bien Heráclito concibe un mundo en continuo cambio y movimiento, llega a postular al fuego como arché o primer principio cósmico al cual reconoce como razón o logos de toda existencia. 22 Así, las respuestas que dan Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes al problema del cambio, son respuestas de tipo monista, ya que se refieren a una sola sustancia originaria. Frente a las concepciones monistas surgen las doctrinas pluralistas, las cuales consideran que, habría que buscar los orígenes de todas las cosas en la combinación de diversas sustancias. Tal es el caso, por ejemplo, de Empédocles de Agrigento (490-424 a.C.) que define una teoría pluralista. Según él, el mundo está constituido de tierra, agua, aire y fuego. Sería prolijo enumerar a todos los presocráticos. Sin embargo, en todos ellos campea la preocupación por definir los primeros principios. Si en un momento dado se les pudiera preguntar a los presocráticos qué entienden por filosofía (o por la actividad que ellos realizan, ya que la palabra filosofía fue creada más adelante por Pitágoras), seguramente contestarían que la filosofía es una investigación sobre lo que son los primeros principios ordenadores del cosmos. Figura 1.7 Un filósofo presocrático muy importante fue Herático de Éfeso (536‐470 a.C.), llamado “el Oscuro”, por su pensamiento enigmático y paradógico. Figura 1.6 La filosofía, surge en Grecia, en las costas de Asia Menor y sur de Italia, de donde tuvo lugar una importante expresión comercial que favoreció o propició el intercambio de ideas y la curiosidad científica. La palabra filosofía según Pitágoras El término filosofía aparece por primera vez, como ya se observó, en la antigua Grecia. El concepto que los griegos tenían de la filosofía se revela en el siguiente pasaje, en donde León, príncipe de los fliasos, interroga a Pitágora acerca del significado de la filosofía: 8 Ética: Introducción a su problemática y su historia Admirado León de la novedad del nombre, le preguntó a Pitágoras quienes eran, pues, los filósofos y que diferencia habían entre ellos y los demás; y Pitágoras respondió que le parecían cosas semejantes y la vida del hombre y las ferias de los juegos que se celebraba con toda la pompa ante el concurso de Grecia entera; pues, igual que allí, unos se inspiraban con la destrezas de sus cuerpos a la gloria y nombre que da una corona, otros eran atraídos por el lucro de comprar y vender, pero había una clases, y precisamente la formada en mayor proporción de hombre libres, que n buscaban el aplauso ni el lucro, sino que acudían para ver y observaban con afán lo que se 23 hacía y de que modo se hacía; también nosotros, para concurrir a una feria desde una ciudad, así habríamos partido para esta vida desde otra vida y naturaleza, los uno para servir a la gloria, los otros al dinero, habiendo unos pocos que, despreciando todo lo demás, consideraban con afán la naturaleza de las cosas, los cuales se llamaban afanosos de sabiduría, esto es, filósofos. Así, pues, la filosofía es, según Pitágoras, un afán libre y desinteresado por saber. Otra fuente histórica atestigua que cierta vez Solón (hacia 640-560 a.C.), uno de los siete sabios de Grecia, visitó al rey Creso, quien lo recibió con estas significativas palabras: "Huésped ateniense, he oído que has viajado mucho filosofando con el afán de saber." Por otra parte, según Cicerón, "todos aquellos que ponían sus afanes en la contemplación de las cosas eran considerados sabios o filósofos". Figura 1.8 el ejemplo de Pitágoras: Unos‐ los atletas‐ acudían a las ferias que se celebraban con motivo de los juegos Olímpicos, a mostrar las destrezas de sus cuerpos; en cambio otros‐ los filósofos‐ solo iban con el afán de contemplar y conocer las cosas. Lectura …………………………………………………… Orígenes del filosofar. Herodoto cuenta que Solón viajaba "por ver", cosa que para los orientales resultó siempre admirable en los griegos. ¿Qué es lo que veían estos hombres, Tales, Salón, el propio Herodoto? Sobre todo las ciudades, los nombres, lo que hacían los habitantes de pueblos extraños; visitaban los monumentos, enumeraban en detalle los regalos hechos por los reyes y tiranos a los santuarios y templos, Nos cuentan las costumbres de los habitantes de cada país; en lugar de comerciar con los pueblos extraños o hacerles la guerra, los consideran; buscan en ellos sus características, lo que podríamos llamar su consistencia, para saber cómo se comportan y poder estar en claro respeto de ellos. Los humanos aparecen para ellos articulados 24 Figura 1.9 Maravillados por las costumbre extrañas de lejanos pueblos, los griegos comenzaron a preguntarse sobre sí mismos, y el papel del hombre en la tierra, estos fueron los inicios del que hacer filosófico. 9 Conceptos de filosofía Periodo antropológico socrático. A partir del año 450 a 400 a.C., se desarrolla una nueva etapa de la filosofía griega, Recibe el nombre de antropológica, porque constituye un viraje hacia el hombre. El hombre como ser social y político va a ser el objeto de la atención filosófica. Una de las circunstancias que explica el advenimiento de esta nueva etapa es, sin duda, el auge político que trajeron consigo las guerras médicas; este predominio político encamina a la filosofía por la senda de los problemas prácticos que la vida reclamaba en ese momento. Aparece, además, una popularización del saber. Se despierta en la masa del pueblo un impulso incontenible de apropiarse de los frutos de la ciencia. Los principales protagonistas de esta etapa son Sócrates (469-399 a.C.) y los sofistas, sabios ambulantes que afirman saberlo todo y que cobran altos honorarios por impartir sus enseñanzas. Los sofistas o "educadores de hombres" eran especialistas en el arte de pensar, argumentar y persuadir; ellos convierten a la filosofía en una profesión de utilidad práctica y en una eficiente arma política. Entre los sofistas destacan: Protágoras, Gorgias, Hipias y Pródico. 25 Tanto Sócrates como los sofistas se interesan profundamente por el conocimiento del hombre. La pregunta decisiva es ahora: ¿Qué es el hombre? Surge una concepción antropocéntrica, según la cual el hombre es el centro del universo. Acorde con esta actitud, el más destacado de los sofistas, Protágoras de Abdera (480-410 a.C.), llega a decir: “El hombre es la medida de todas las cosas” (relativismo filosófico). Por su parte, Sócrates desdeña las especulaciones cosmológicas que tanto habían preocupado a los presocráticos, Los árboles -le hace decir Platón a Sócrates en uno de sus Diálogos- y la comarca nada pueden enseñarme, sino solamente los hombres en la ciudad. Para el sabio ateniense, la filosofía no es otra cosa que el conocimiento del hombre, esta forma de pensamiento está claramente reflejada en su famosa divisa: "conócete a ti mismo". Por otra parte, el filósofo ateniense fue adversario de los sofistas, pues combatía, fundamentalmente. el relativismo, Para Sócrates sí era posible formular conceptos o verdades universalmente válidas, Entre las contribuciones que a la filosofía legó el pensamiento socrático figuran: el análisis del lenguaje. la crítica de los conceptos básicos de la ciencia, la fundamentación racional de la conducta humana (la ética) y de la organización del Estado, y la noción filosófica del alma. Preocupación por el cosmos Presocrático Periodo sistemática o postsocrático. (No-yo) ¿Qué es el cosmos? Esta etapa comprende del año 400 a 322 a.C. y Preocupación por el hombre Socráticos culmina con la muerte de Aristóteles. El periodo sistemático representa en la historia del (Yo) ¿Qué es el hombre? pensamiento griego una época de madurez y esplendor filosófico, Se denomina sistemático, porque durante esta etapa se desarrollan los grandes sistemas metafísicos más importantes de la antigüedad. Estos sistemas son doctrinas lógicamente articuladas, cosmovisiones tendientes a explicar la totalidad. La investigación está encaminada tanto al cosmos (no- yo), como al hombre (el yo). A los sistemáticos les interesa saber que el mundo, pero también qué es el hombre en el conjunto de este universo. 10 Ética: Introducción a su problemática y su historia. Como ejemplos notables de estos sistemas de la etapa sistemática esta Platón (427- 347 a.C.) y Aristóteles (384- 322 a.C.). Platón explica la totalidad acudiendo a la teoría de las ideas, su ayuda fundamental (idealismo), mientras que Aristóteles construye su concepción del mundo a la luz del principio de evolución (entelequia) originando su sistema conocido como hilemorfismo (hile, materia; morfe, forma). En el capítulo destinado a examinar las doctrinas éticas fundamentales se analizarán con más detalle la teoría de las ideas de Platón y el hilemorfismo de Aristóteles. Por ahora nos interesa destacar las ideas o conceptos que estos grandes filósofos tuvieron de la filosofía. Según Platón, la filosofía es la más alta ascensión de la personalidad y la sociedad humana por medio de la sabiduría. La sabiduría, para él, radica en el conocimiento o aspiración a las ideas eternas e inmutables; este conocimiento es la epísteme o ciencia superior en todo el conocimiento sensible llamado doxa (opinión). Según Aristóteles, la filosofía es lo que entiende por metafísica o filosofía primera, ciencia destinada a explicar los primeros principios y causas de las cosas. La metafísica como ciencia del ser en tanto que ser, como ciencia suprema, la filosofía según Aristóteles, tiene las siguientes características: 26 Ciencia universal, Ciencia difícil, Ciencia rigurosa, Ciencia didáctica, Ciencia principal y Divina Epata helenístico- romana. Esta etapa se extiende desde la muerte de Aristóteles (322 a.C.) hasta la muerte de Plotino (270 a.C.). Se llama helenístico-romana, porque durante esta época, Roma somete a la nación griega y absorbe su cultura llevando a cabo una helenización. Se dice que con el vuelo imperial de las águilas romanas se convirtieron los griegos en los maestros del mundo. Durante esta etapa se consolidan las fuerzas especiales y decae la metafísica. Se le considera como un periodo de decadencia hacia la metafísica. En el lugar de un saber estrictamente teórico, surge el interés por el arte de conducir la vida (el ideal del sabio); la filosofía se orienta a los problemas éticos o morales, no interesa tanto saber que es el mundo como encontrar una forma de vida adecuada que haga posible la realización de la felicidad o la virtud. Entre las escuelas que florecen durante esta etapa cabe citar la de los epicúreos, de los estoicos, la de los cínicos y la de los escépticos, filósofos que resucitando la vieja tesis de Protágoras acerca de que el hombre es la medida de todas las cosas, sostienen que en virtud de que todo es relativo y efímero, es, imposible lograr un conocimiento objetivo (como representante de esta tendencia tenemos, por ejemplo, a Pirrón [365- 275 a.C.]). Todas estas escuelas se centran en las cuestiones morales. Recogiendo las preocupaciones de la ética, un estoico, Séneca, comenta: "La filosofía es la teoría y el arte de la conducta recta". Asimismo, dentro de este mismo espíritu, Cicerón (106- 43 a.C.) considera que la filosofía es maestra de la vida, inventora de Leyes y guía de la virtud. En suma, los sabios de esta época de la decadencia griega se afanaron en buscar aquel estilo de vida que define al hombre independiente, suficiente, que vive como es menester, en completa serenidad y equilibrio. Figura 1.10 Durante el periodo helenisco‐ romano surge la idea de que la filosofía es un camino o arte para alcanzar la virtud y felicidad, meta de todo ser humano en la vida. El cristianismo. El cristianismo trae consigo una profunda transformación, una nueva concepción del mundo, del hombre y de la historia que va a contrastar con la cultura pagana. Los griegos se afianzas fundamentalmente en la razón, en el logos, mientras que los cristianos descubren la fe como principal dimensión humana. ¿Cómo lograr reconciliar dos culturas, dos modos de vidas aparentemente tan disímiles? 11 Conceptos de filosofía Al principio, la fe y la razón; parecían ser incompatibles así, uno de los primeros autores cristianos perteneciente a los apologistas, como Tertuliano, rechaza el logos o la razón como camino o vía de verdadero conocimiento, para atenerse, exclusivamente al mundo de la fe. Sin embargo, el primer intento 27 de conciliación entre la cultura helena y el cristianismo se encuentra en San Agustín (354-430 d.C.), considerado como el filósofo cristiano más importante y pilar de la corriente patrística, que se impone la tarea de fijar en un cuerpo de doctrina los dogmas, culto y disciplina relativa al naciente cristianismo. Tratando de armonizar la fe con la razón, San Agustín, postula la necesidad de creer para entender. Como sacerdote, y más tarde como obispo de Hipona (en 391 d.C.), el filósofo cristiano se esfuerza por establecer la unidad de la doctrina y la Iglesia cristiana. Particularmente funda su dogmática en la lucha que emprende contra las diversas sectas paganas de su época. San Agustín considera que los filósofos griegos se habían equivocado no en la actitud filosófica en sí que seguía siendo válida (la filosofía como afán de saber), sino en el objeto mismo de la filosofía, en el cual se habían extraviado buscando inútilmente la primera causa del mundo en las cosas materiales o en las ideas. Según San Agustín, el tema, el objeto primordial de la filosofía se centra en Dios y el Alma; por ello afirma que la filosofía es un afán de Dios. Figura 1.11 Retomando la filosofía de Platón, San Agustín se preocupa por armonizar el mundo sensible y el inteligible. (San Agustín, retablo de Antonello de Messina.) La Edad Media La disolución del imperio romano -que tan vivamente describe San Agustín en su obra La Ciudad de Diosseñala el fin de la época antigua para dar paso a la Edad Media. Ante las crisis del mundo antiguo se van configurando nuevos principios y valores de ordenación política y social. La actividad intelectual se desarrolla en los conventos y abadías, en donde florece la escolástica, una filosofía íntimamente vinculada a la preocupación religiosa. La Edad Media se extiende, aproximadamente, del siglo v al xv d.C. Comprende diez siglos de la historia de la humanidad. La idea de que este periodo de la historia representa una época oscura o de tinieblas ha sido superada desde el romanticismo y, posteriormente, con estudios críticos de historiadores y filósofos del siglo xx. Particular interés reviste el siglo XIII, cuando se desarrolla plenamente la escolástica (saber teológico y filosófico). La escolástica (del latín scholasticus) se suele relacionar con la filosofía de Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Santo Tomás logra establecer la conciliación definitiva entre el cristianismo y la filosofía griega, basándose fundamentalmente en el pensamiento de Aristóteles. Según Santo Tomás, la filosofía es el estudio de las razones últimas y universales de las cosas. Es la ciencia por excelencia, porque investiga los últimos fundamentos de la realidad (es la metafísica de la que habla Aristóteles). Para Santo Tomás, la filosofía se distingue de las demás ciencias, en virtud de que éstas no se ocupan de las leyes universales de las cosas, sino de diversos y limitados grupos de objetos. Las ciencias particulares (o filosofías segundas, como las llama Aristóteles) se consagran al estudio pormenorizado de la naturaleza; mientras que la filosofía, como ciencia primera, constituye un conocimiento totalizador de la naturaleza misma, en la medida en que aprende lo esencial de todas las cosas. Además, el propio Santo Tomás caracteriza a la filosofía como una "sierva de la Teología", una ciencia que en virtud de su naturaleza eminentemente racional, de auxiliar a la teología en la fundamentación y 28 esclarecimiento de sus dogmas. Modernidad Se conoce por época moderna o modernidad inicia en el Renacimiento (siglos XVI y XVII) Y en la época de la Ilustración (siglo XVIII). La modernidad representa la decadencia de la concepción del cristiano del mundo. La filosofía moderna llega desarrollar una serie de conceptos incompatibles con esa concepción. Uno de ellos es la idea de progreso y otro, la idea de la humanidad. Los filósofos ilustrados piensan que la 12 Ética: Introducción a su problemática y su historia historia es una marcha infinita hacia la realización de una vida cada vez más racional. Una de las ideas clave del filósofo moderno es la razón. El criterio de verdad debe buscarse en la evidencia de la razón. Otro rasgo que caracteriza la concepción moderna del mundo es su espíritu de aventura, su inconformidad ante lo establecido, En la historia de la filosofía, este espíritu de aventura, esta ruptura con el pasado, está claramente manifestado en la filosofía de René Descartes (1596-1650), padre de la filosofía moderna. Descartes busca los principios racionales que han de normar todo conocimiento, principios de los que han de derivarse las nociones sobre el mundo y sobre Dios, Por este motivo, se considera a Descartes como el fundador del racionalismo. Expresando las inquietudes de la modernidad, Descartes define la filosofía como: el estudio de la sabiduría, tanto para conducir la vida como para la conservación de la salud y la invención de todas las artes. En esta idea de la filosofía están encerrados los ideales del hombre moderno: el apego a la vida, el espíritu de invención y de transformación (concepto inmanentista del hombre). En general los pensadores del siglo XVIII, los ilustrados como se les llama, no son filósofos sistemáticos. Su razón, la razón que con tanto ahínco exaltan, es mas hacer que un, ser; es decir, es una razón dinámica, activa, encaminada a criticar la tradición y a poner las bases de un nuevo orden social y político. Dentro de esta línea están Voltaire (1694-1778), Montesquieu (1689-1755), Diderot (1713-1784), D' Alambert (1717-1783) y, de manera especial, Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) quien, apartándose del racionalismo dieciochesco, defiende el sentimiento por encima de la razón y llega a ser un auténtico precursor del romanticismo. Entre los filósofos del siglo XVIII destaca la figura de Emmanuel Kant (1724-1804), de quien mucho se hablará en este libro, Kant tiene el mérito de haber superado la vieja metafísica, cuyos objetos eran Dios, el mundo y el alma (noúmenos). En Kant la filosofía se convierte en una reflexión sobre la cultura humana (ciencia, arte, moral y religión). Precisamente la ética es una explicación, fundamentación o reflexión sobre una de estas áreas culturales de significativa importancia: la moral. Figura 1.12 Descartes (1596‐1650), padre del pensamiento moderno, dudó sistemáticamente de todo, emprendiendo así una de las extraordinarias aventuras intelectuales de la historia. También puede afirmarse que, según Kant, la filosofía es una ciencia crítica que se pregunta por el alcance del conocimiento humano: la filosofía es la encargada no de crear la cultura, sino de reflexionar acerca de ella, preguntándose: ¿cómo es posible la ciencia? (lógica), ¿cómo es posible la moral? (ética), ¿cómo es posible el arte? (estética), Época contemporánea. 29 La época contemporánea comprende los siglos XIX y xx. La filosofía de nuestra época se desenvuelve dentro de un clima de incesantes progresos científicos y técnicos. Como consecuencia de estos adelantos científicos surge un espíritu cientificista que se manifiesta, por ejemplo, en el positivismo, filosofía fundada por Augusto Comte (1798-1851). Su doctrina entraña un rechazo a la metafísica. Reclama atenerse a lo dado y no salir jamás de ello (o sea: de la experiencia). El positivismo comprende no sólo una teoría de la ciencia sino también una reforma de la sociedad, una interpretación de la historia y una religión que acaba por rendir culto a la ciencia. Como teoría del saber el positivismo se niega a admitir otra realidad que no sean los hechos y a investigar otra cosa que no sean las relaciones entre los hechos, Del pensamiento de Comte se desprende que la filosofía es el sistema general de concepciones sobre el conjunto de fenómenos verificables a la luz de la ciencia positiva: de ahí el nombre de positivismo. Una idea central del positivismo de Augusto Comte es la tesis de que la humanidad se ha desarrollado a través de tres estadios o etapas: la etapa teológica, la metafísica y la positiva. Según el fundador del positivismo, los hombres han tratado de explicar los fenómenos naturales recurriendo primero a divinidades imaginarias, luego a abstracciones o entidades metafísicas (estadio metafísico) y, finalmente, comprendieron que estos fenómenos sólo podrían ser captados de manera positiva mediante métodos científicos, como la observación y la experimentación (estadio positivo). Algunas filosofías de la época contemporánea se caracterizan por mostrar una reacción contra un formalismo y universalismo abstractos, tal es el caso, por ejemplo, del existencialismo cuyo precursor es el filósofo danés Soren Kierkegaard (1 813-1855), Según Kierkegaard, la filosofía deberá entenderse como 13 Conceptos de filosofía una teoría de la existencia concreta del hombre. El existencialismo, en general, es una filosofía que reacciona contra toda postura esencialista (que considera que primero está la esencia y luego la existencia), sosteniendo una propiedad de la existencia, concreta, finita y temporal, sobre la esencia. Otros filósofos ligados a la comente existencialista son: Sartre, Heidegger, Jaspers y Marcel. Una filosofía actual de considerable repercusión, que también reacciona contra el racionalismo abstracto de cuño hegeliano, es el marxismo, que pone el acento en el hombre concreto, histórico y social. Según Carlos Marx (1818-1883), la filosofía es una dialéctica de las leyes del cambio de desarrollo de la naturaleza, i* sociedad y el pensamiento. Para el marxismo (teorías filosóficas, sociales desarrolladas por Carlos Marx y Federico Engels), la historia de la filosofía muestra una lucha entre el materialismo y el idealismo, lucha que refleja el choque entre las clases antagónicas de la sociedad. Ninguna corriente filosófica puede eludir este enfrentamiento, pues el materialismo ha expresado en general los intereses de las fuerzas sociales progresistas j el idealismo de las fuerzas reaccionarias y conservadoras. Se trata de una posición filosófica revolucionaria que es concebida como un instrumento para cambiar la sociedad. A este respecto es célebre la tesis once sobre Anselm Feuerbach en donde Marx dice: "Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo". Desde el punto de vista ético, el marxismo llega a la conclusión de que el capitalismo es injusto y debe «plantarse por el socialismo. Esta filosofía prevé para •i futuro más o menos inmediato la decadencia del capitalismo, una revolución de los trabajadores, inevitable y victoriosa y el establecimiento del socialismo bajo la dictadura del proletariado. Como ejemplos de filosofías que en esta época sub-ovan los aspectos vitales y concretos del conocimiento y del hombre están, aparte del existencialismo, el prag-maismo y el intuicionismo. El pragmatismo se caracteriza por otorgar preeminencia a la acción y a la voluntad. Se considera como fundador de esta filosofía a Charles Sraders Peirce (1839-1914). Sus continuadores son WBliam James (1842-1910) quien piensa que el cono-nto humano y la ciencia se explican por los servi-que éstos prestan a la conservación de la vida, y John Dewey (1859-1952) quien sostiene que el pensamiento no es más que un órgano de ciertos modos de comportamiento y no precisamente de un conocimiento contemplativo del mundo. Según 30 el pragmatismo, el pasamiento es un instrumento de control en la vida, «a herramienta que le sirve al hombre en su lucha por sobrevivir. Todo conocimiento tiene valor y sentido en b medida en que constituye un medio adecuado para frente a un estímulo. Por último, el pragmatismo que una idea es verdadera siempre y cuando sea Instrumento efectivo para explicar la experiencia y realizar la diversidad de fines que el hombre se traza durante su vida. El intuicionismo, por su parte, cobra expresión en el pensamiento del filósofo francés Henri Bergson (1859-1941). Este filósofo combate el positivismo y el idealismo en todas sus formas. Sostiene que el pensamiento discursivo, lógico y abstracto, es incapaz de descubrir la vida, el espíritu, la verdadera realidad. A ellos sólo se llega por el camino de la intuición o captación inmediata de los objetos. El pensamiento intelectual lo paraliza todo; sólo puede aprehender lo inerte, lo material. Pero la realidad es muy distinta. El verdadero meollo de la realidad (movible, dinámica) escapa a las operaciones meramente lógicas del intelecto y sólo es aprehendido por medio de la intuición. Figura 1.13 Ludwig Wittgenstein Otra filosofía contemporánea que, al igual que el (1889 – 1951) El centro de la positivismo, reacciona contra los excesos de la preocupación de este filósofo metafísica es \& filosofía analítica, la cual se contemporáneo es el lenguaje. preocupa por el análisis lógico del lenguaje. La En una primera etapa de su filosofía analítica o neopositivismo comprende pensamiento concibe al lenguaje diversas corrientes: la corriente de la lógica como una especie de mapa que matemática, relacionada con Alfred N. Whitehead y Bertrand Russell; la refleja la realidad. corriente lógico-lingüística del Círculo de Viena (Schlick, Reichenbach, Neurath, Carnap, entre otros). Dentro de las filas de esta filosofía analítica sobresale Ludwig Wittgenstein quien, con su obra, Tratado lógico-filosófico, influye notablemente en los pensadores del Círculo de Viena, y da forma a las tesis más importantes de la filosofía analítica. Para Wittgenstein y otros positivistas lógicos, la filosofía es, ante todo, una actividad consistente en aclarar el sentido del lenguaje para detectar o localizar seudo-problemas (o falsos problemas); por tanto, la tarea de la filosofía no consiste en solucionar problemas sino más bien disipar, corregir errores provenientes del mal uso del lenguaje. Otra filosofía relativa también a nuestra época es el estructuralismo, representado por filósofos como Michel Foucault y Claude Lévi-Strauss. Para este último, todas las manifestaciones de la vida humana 14 Conceptos de filosofía (Lenguaje, moral, política, religión, etc.) son expresiones de estructuras objetivas, susceptibles de ser determinadas conforme a leyes científicas, de ahí que la filosofía deba ocuparse de la investigación o estudio de estas estructuras. Michel Foucault —en sus obras Las palabras y las cosas y La arqueología del saber— trata de desentrañar las estructuras que subyacen y que han guiado al pensamiento occidental a partir del Renacimiento. Según Ramón Xirau, el estructuralismo "es importante como instrumento de análisis (principalmente fecundo en la lingüística, la etnología y la antropología)". "El estructuralismo —dice este autor— parece ser, en cuanto actitud filosófica, una reacción contra los excesos de las filosofías vitalistas y muchas veces irracionalistas que 31 predominaron en el siglo pasado y en parte del nuestro. Parece obedecer, también, a una forma de la desilusión ante la caída de la ideología en nuestro siglo."8 Esencia de la filosofía Esta breve incursión en la historia de la filosofía ha estrado que no hay una noción de filosofía, sino •tersos conceptos aparecidos en distintas etapas de su gestación. ¿Qué filosofía se va a elegir?... Independientemente de que se siga una u otra comente, puede buscarse una esencia del filosofar, una idea común y unitaria que comprenda todas las ideas que se han desarrollado en el curso de la historia. Generalmente se entiende por esencia (del latín essentia; de esse, ser) el ser que constituye una cosa (en este caso, la filosofía); Lo que una cosa es en sí misma, lo que hace que una cosa sea lo que es. En términos lógicos, la operación conceptual denominada definición tiene como objetivo llegar precisamente a la esencia de las cosas; esto es, señalar sus rasgos generales y distintivos. Esta tarea de buscar la esencia de la filosofía o sus rasgos distintivos fue emprendida por Wilhelm Dilthey (1833-1911) en su obra La esencia de la filosofía. Según Dilthey, para determinar qué es la filosofía es necesario interrogar a la historia. Pero la historia sólo muestra diversidad. Frente a los múltiples sentidos de filosofía o casos históricos particulares es necesario encontrar sus rasgos generales que la caractericen. Desde este punto de vista histórico, todo concepto particular de filosofía constituye un caso que remite a la ley de formación que rige los hechos de la filosofía. No importa cuan insostenible sea cada una de las definiciones del concepto de la filosofía, considerada desde el punto de vista sistemático, todas son importantes para solucionar el problema de la esencia de la filosofía, pues constituyen una parte esencial de los hechos históricos, de los que se extraen las conclusiones. Dilthey afirma que la filosofía presenta los siguientes rasgos fundamentales: Tendencia a la universalidad La filosofía, frente a otras ciencias, se ha caracterizado siempre por comprender la totalidad de los problemas humanos, por un empeño en obtener una cosmovisión o visión total y plenaria de la realidad. Esta característica permite distinguirla de las ciencias particulares, a las cuales les interesa circunscribirse a un solo sector de la realidad. En este sentido, la filosofía es, como diría Schopenhauer: un afán de "reflejar en conceptos abstracta, universal y limpiamente, la total esencia del mundo". Por su parte, Dilthey dice que la filosofía representa la necesidad de un inventario de todos los trabajos del mundo. Un ejemplo de este primer rasgo, o tendencia a la universalidad que presenta la tarea filosófica, se encuentra en el siguiente fragmento, tomado del pensamiento del filósofo mexicano José Vasconcelos (1882-1959): Hundido en la selva del conocimiento, el filósofo sabe que no le va a ser posible investigar todas las sendas, pasear por todos los claros, empaparse de la fragancia de cada masa de espesura; pero no por eso se resigna a quedarse ocupa do en anotar los caracteres de la hoja que cae y las formas del tallo que asciende o los rasgos del pájaro que canta. Un instinto superior a la seducción de la criatura particular y del destello que fascina, lleva al filósofo a romper por lo más intrincado y trepar hasta el más alto tallo para abarcar todos los ramajes, para permearse al 15 Conceptos de filosofía 8 • Ramón Xirau, Introducción a la historia de la filosofía, México, UNAM, 1974, p. 486 32 temblor de todas las hojas y para oír, y en vez un pájaro, un nemoroso concierto de toda la selva. De tal suerte veremos que al filósofo está siempre como de vuelta del detalle. El filósofo ya amó, ya pecó, ya fue fascinado, ya fue engañado; venció de recorrer todos los círculos, busca ahora liberación, el camino del éxito, el signo de la superación de todos los valores.9 Figura 1.14 José Vasconcelos (1882‐ 1959). Filósofo mexicano, su cruzada a favor de la cultura comprendió desde el alfabeto hasta los pensadores clásicos, desde las artes populares hasta la pintura mural, desde los talleres hasta las bibliotecas. Si los dos rasgos esenciales de la filosofía son, por un lado, universalidad o aspiración a la totalidad y, por otro, la propensión a la validez universal de su saber, puede afirmarse entonces, que filosofía es aquel saber universal que aspira a tener una validez universalmente aceptada. Además de las dos notas esenciales de la filosofía que hemos apuntado: tendencia a la universalidad y exigencia de una validez objetiva o universal de su saber, que derivamos del pensamiento de Dilthey, es posible enumerar algunas otras características propias de la actividad filosófica como las siguientes: Exigencia positiva de la validez universal de su saber El segundo rasgo del saber filosófico es la tendencia a tener una validez universal, universal y necesaria como toda ciencia. "Desde el conocimiento metafísico del mundo de los griegos —observa Dilthey—, que se propuso resolver con validez universal el gran problema del mundo y de la vida, hasta el positivista o escéptico más radical de la actualidad", se ha pretendido buscar verdades universales, verdades eternas. En Grecia: Ya se impuso en la antigua escuela de Pitágoras y Heráclito la misma tendencia a abarcar toda la existencia en una visión del mundo y toda la evolución ulterior de la filosofía a través de dos milenios se halla dominada por la misma aspiración, hasta la época en que aparecieron sucesivamente, a partir de fines del siglo XVII, Locke y los nuevos ensayos de Leibniz y Berkeley. Hemos visto, cómo también en los dos siglos que han continuado el trabajo de Locke, Leibni¿ y Berkeley"; siguió existiendo una relación intrínseca con el problema de una concepción del mundo umversalmente válida. Justamente el más grande de los pensadores de estos dos siglos, Kant, está determinado enérgicamente por esta relación.10 Fundamentalidad o afán de fundamentación La anterior es la característica que convierte a la filosofía en un saber crítico. 9 José Vasconcelos, Páginas escogidas, México, Ediciones Botas, 1940, p. 41. (El texto pertenece a Indología, obra de Vasconcelos.) 10 WUhelm Dilthey, Esencia de la filosofía, Buenos Aires, Losada, 1962. 33 Ya vimos que uno de los conceptos de filosofía señalaba que ésta tenía como tarea establecer una fundamentación de las ciencias. Según el diccionario "fundamentar" significa "echar los cimientos de un edificio". Supongamos que ese edificio es el conocimiento, la cultura, el quehacer humano. La filosofía, entonces, proporciona o busca establecer las bases, los cimientos principios en que todo esto descansa. De esta mane: la filosofía le interesa saber qué significan varias de tras ideas y conceptos básicos, en qué basamos nuestros conocimientos y creencias, qué principios hay que seguir para formular juicios verdaderos, qué normas deben guiar nuestro comportamiento, etcétera. 16 Ética: Introducción a su problemática y su historia Sistematicidad o metodicidad. Significa que la filosofía aspira a ofrecer una visión general, ordenada y coherente de las cosas. El filósofo no se conforma con tener un conjunto desorganizado de ideas y opiniones, sino que considera que éstas "deben ser investigadas y organizadas metódicamente y en conjunto, dentro de un sistema coherente y con sentido".11 Independientemente de los problemas que investiguen los filósofos, éstos siempre llevan un método, una finalidad, un "hilo conductor". Son diversos los métodos filosóficos que registra la historia. Quienes seriamente se han dedicado a filosofar lo hicieron con muy variados fines v métodos. Unos han sido grandes figuras religiosas como San Agustín quien por medio de la filosofía trata de explicar y justificar ciertos conceptos religiosos. Otros, hombres de ciencia como René Descartes, que trataron de interpretar el significado y determinar la importancia de varias teorías y descubrimientos científicos. Otros como John Locke y Carlos Marx, filosofaron con el objeto de introducir ciertos cambios en la organización política de la sociedad. Muchos se interesaron en justificar o establecer algún conjunto de ideas que pensaron podría ser de ayuda u orientación para la humanidad. Otros más, sin tener tan altos propósitos, simplemente deseaban comprender ciertos aspectos del mundo en que vivían y analizar ciertas creencias de la gente.12 Racionalidad. Esta característica nos lleva a decir que la filosofía busca fundar sus argumentaciones en razones muy pre-i cisas y claras, en análisis fundamentados en la lógica y en la razón, y no en otros motivos ajenos a ésta (como las convicciones o la fe). Generalmente las personas viven sin poner en crisis sus creencias, sin dar razóles suficientes de lo que hacen y por qué lo hacen; en abio, el filósofo busca estas razones y, por ello, todo lo qiestiona. Recordemos cómo los presocráticos comenzaron b filosofía poniendo en duda los mitos y creencias religiosas que imperaban en su tiempo, y recordemos, asimismo, cómo Sócrates sostenía que una vida sin razones, sin examen crítico no valía la pena de vivirse, (sonto Descartes, finalmente, se puso a dudar de todo |a encontrar una verdad satisfactoria capaz de ser el ito de partida de la filosofía. Así. pues, la racionalidad de la filosofía implica dar las ibones suficientes y aceptables para creer en lo que creemos o para precisar si nuestros conceptos tienen la necesaria consistencia y coherencia. 11 12 Richard H. Popkin y Sroll Aurum, Filosofía, México. Coi de Ediciones, 1977. Ídem. 34 Independientemente de que la filosofía pueda o no llegar a dar una razón definitiva y completamente satisfactoria sobre las cosas, sus procedimientos son, sin duda, valiosos y necesarios. "El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía —nos dice Bertrand Russell— va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón." La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la robre. Así, el disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son, aumenta en alto grado nuestro conocimiento de lo que pueden ser: rechaza el dogmatismo algo arrogante de los que no se han introducido jamás en la región de la duda libe-lora y guarda vivaz nuestro sentido de la admiración entando los objetos familiares en un aspecto no familiar.13 Figura 1.15 Bertrand Russell (1872‐ 1970). Para el filósofo inglés, la filosofía es capaz de seguir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre, enriqueciendo, de esta manera, nuestra existencia. 13 Bertrand Russell, Los problemas de la filosofía, traducción de Joaquín Xirau, México, Editora Nacional, 1997, pp. 182‐183 35 17 Conceptos de filosofía 1. Elabora un cuadro descriptivo de las diversas corrientes filosóficas con los siguientes aspectos: * etapas * doctrinas * conceptos de filosofía * obras importantes 2. Redacta una conclusión sobre lo que para ti sería la filosofía. 3. Escribe un breve ensayo sobre el tema: "El valor y utilidad de la filosofía". 4. Menciona tres problemas filosóficos que para ti sean los más importantes en este tiempo. Resuelve las siguientes cuestiones: 1. ¿En qué consiste el carácter histórico de la filosofía? 2. ¿Qué relación guarda la filosofía con la ciencia? 3. ¿Qué relación mantiene la filosofía con la cultura y los valores? 4. ¿Cómo se originó la filosofía? 5. ¿Qué diferencia hay entre filosofía y mito? 6. ¿En qué consiste el "antropomorfismo"? 7. Explica diversas interpretaciones del mito. 8. ¿Qué problema filosófico ocupó la atención de los presocráticos? 9. ¿Qué diferencias se advierten entre los pre- socráticos y Sócrates? 10.Compara el pensamiento de Sócrates con el de los sofistas. 11.¿Cómo resuelve San Agustín la contraposición entre fe y razón? 12.Cómo caracteriza Santo Tomás de Aquino a la filosofía? 13.Menciona tres características de la época moderna o "modernidad". 14.¿Cuál es el criterio de verdad que propone René Descartes? 15.Explica brevemente las etapas de la historia según el positivista Augusto Comte. 16.¿Qué filósofos están ligados al existencialismo? 17.En la filosofía existencialista, ¿qué significa que "la existencia precede a la esencia"? 18.Menciona dos corrientes filosóficas contemporáneas que reaccionan contra la metafísica. 19.Explica dos rasgos que configuran la "esencia de la filosofía". 20.Comenta la siguiente frase de Bertrand Russell: "El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía, va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón". 36 Antropomorfismo. Conjunto de creencias y doctrinas que atribuyen a la divinidad figura y cualidades humanas. Arjé o arché. Se refiere, en los filósofos presocráticos, a la sustancia primitiva u origen material de todas las cosas. Asombro. Admiración profunda, actitud de sentirse maravillado, lleno de sorpresa o pasmo. Cosmogonía. Visión sobre el origen y formación del Universo que sustentan los pueblos primitivos, o en la época que hemos llamado prefilosófica. Cosmología. Parte de la metafísica que se ocupa del origen, naturaleza y sentido del Universo. Cosmovisión. Concepción o visión total o plenaria de la realidad. 37 18 Ética: Introducción a su problemática y su historia Crítica. Arte de juzgar de la verdad, bondad y belleza de las cosas. Poner en crisis el conocimiento con el fin de encontrar sus fundamentos y condiciones de posibilidad (Kant). Cultura. Conjunto de manifestaciones humanas que caracterizan a una sociedad, pueblo, etc., y que entrañan valores (arte, ciencia, moral, religión, etc.). Expresión de una nación, de sus preferencias, costumbres y de sus modelos. Dialéctica. Originalmente significa método que se basa en el diálogo, en la confrontación de opiniones. Desde Hegel y en el marxismo alude al método que deduce una síntesis a partir de una tesis y una antítesis contrapuestas. Dogmatismo. Actitud doctrinaria basada en principios innegables e inalterables. Escolástica. Corriente principal de la filosofía cristiana en la Edad Media, originada en la enseñanza impartida en las escuelas conventuales y universidades. Esencia. Aquello por lo cual una cosa es lo que es. Se refiere a lo permanente y fijo de las cosas, que permite distinguirlas entre sí. Espíritu del tiempo. La palabra "espíritu" fue uno de los vocablos más utilizados por los idealistas alemanes (por ejemplo Hegel). En Dilthey "espíritu del lempo" alude a las características culturales espirituales que definen a un pueblo en cuanto a su filosofía, arte, religión, etcétera. Estructura. Articulación y orden de las partes de un todo. Estructuralismo. Corriente de pensamiento en las ciencias humanas y la filosofía que da preeminencia a las estructuras y conexiones de elementos en la interpretación de los hechos humanos. Existencialismo. Filosofía contemporánea que se caracteriza por centrar la reflexión filosófica en el problema de la existencia humana. Experimentación. Método científico que se basa en la modificación o alteración de los fenómenos con el fin de investigarlos. Fe. Creencia o capacidad de creer sin pruebas racionales o empíricas. Adhesión a misterios o verdades aceptadas como superiores al entendimiento humano. Fundamentación. Aquello que establece las bases lógicas de un conocimiento. Helenismo. Influencia ejercida por la civilización griega sobre otros pueblos. Hilemorfísmo. Doctrina de Aristóteles y los escolásticos según la cual todo cuerpo es un compuesto de materia y forma. Hilozoísmo. Doctrina que sostiene que la materia es animada o viva. Historicidad. Carácter eminentemente histórico que adquiere el hombre y sus diversas creaciones culturales. 38 Historicismo. Concepción filosófica que pone énfasis en la función de la historia en la comprensión y constitución del ser humano y considera que los conocimientos, principios y valores, están, en general, sujetos al cambio histórico. Iluminismo. Se refiere a la época de las luces en el siglo xvm en la que los filósofos desarrollaron una filosofía racional de la experiencia y del conocimiento. También se habla de un Iluminismo en los griegos, en la época de Pericles (siglo v a.C.). Intuieionismo. Doctrina según la cual el conocimiento se basa en la intuición o aprehensión inmediata de un objeto. Logas. Entre sus múltiples significados están: palabra, discurso, razón, pensamiento. Materialismo. Doctrina que rechaza la existencia del espíritu, el alma, el mundo inteligible y Dios. Materialismo dialéctico. Fundado por Marx y Engels, sostiene la existencia de un proceso dialéctico en la naturaleza. Marx también fundó el materialismo histórico, según el cual la historia y la cultura tienen una base socioeconómica y son determinadas dialécticamente por ella. Metafísica. Parte de la filosofía que estudia los primeros principios y las primeras causas de todas las cosas. Mito. Relato fabuloso o irreal que en la antigüedad trataba de explicar diversos fenómenos. Mitólogos. Poetas, autores, inventores de mitos. Moira. Hado, destino, fuerza o designio cósmico que rige al Universo y al curso de la vida humana entre los antiguos griegos. Noúmeno. Kant llama de esta manera a la cosa en sí misma. Lo opuesto a los fenómenos que ocupan un lugar en el tiempo y en el espacio. Observación. Examen y comprobación de los fenómenos tal como éstos se presentan espontáneamente. Ontológico. Relativo a la ontología o tratado del ser. Origen. Principio, nacimiento, raíz y causa de una cosa, acontecimiento o fenómeno. 19 Conceptos de filosofía Patrística. Filosofía de los Padres de la Iglesia en los primeros siglos del cristianismo. Politeísmo. Religión o doctrina que admite la existencia de varios dioses. Pragmatismo. Doctrina filosófica que define la verdad ¿n términos de los resultados favorables de la acción humana. Presocráticos. Filósofos anteriores a Sócrates, que formaron el primer periodo de la filosofía griega. Razón. Facultad humana que permite discurrir entre lo verdadero y lo falso. 39 Relativismo. Tendencia filosófica según la cual ninguna verdad o valor pueden afirmarse con carácter absoluto. Sofista. Nombre dado a los maestros de retórica y filosofía en Grecia (siglo v). Por efecto de la crítica de Sócrates y sus discípulos, este nombre pasó a tener un sentido peyorativo de persona hábil en el arte de la argumentación engañosa. Bochenski, J. M., Introducción al pensamiento filosófico, Barcelona, Herder, 1973. Dilthey, Wilhelm, La esencia de la filosofía. Buenos Aires, Losada, 1962. Drew A., Hyland, Los orígenes de la filosofía en el mito y los presocráticos, Buenos Aires, El Ateneo, 1975. Gaos. José, Orígenes de la filosofía y de su historia, México, Universidad Veracruzana, 1963. Hussey et al, Los sofistas y Sócrates, México, Universidad Autónoma Metropolitana, 1991 (selección y nota preliminar de Alberto Vargas). Larroyo. Francisco, Sistema e historia de las doctrinas filosóficas, México, Porrúa, 1968. Marías. Julián, Biografía de la Filosofía, Madrid, Selecta de la Revista de Occidente, 1968. Ortega y Gasset, José, ¿Que' es filosofía!', Madrid, Revista de Occidente, 1965. Rursell. Bertrand, Los problemas de la filosofía, México, Editora Nacional, 1977. Salazar Bondy, Augusto, Iniciación filosófica (curso universitario), Lima (Perú), Editorial Universo, 1967. Sánchez Vázquez, Adolfo, "Modos de hacer y usar la filosofía", en Mayéutica, revista del Colegio de Filosofía de la ENP, núm. 6, febrero-marzo-abril, 1990. Thomson, George, Los primeros filósofos, Buenos Aires, Siglo XX, 1975. Zea. Leopoldo, Introducción a la filosofía, México, UNAM, 1985. (Hay ediciones recientes.) 40 El alumno: • • • • •  La ética como disciplina filosófica o Disciplinas teóricas o gnoseológicas o Disciplinas prácticas  Concepto de ética o Definición etimológica o Definición de la ética por su objeto de estudio  Relaciones y diferencias entre ética y moral  La ética como teoría de la moral o Ética crítica o Ética aplicada (también llamada normativa) caracterizará las principales ramas de la filosofía; situará a la ética en el contexto de estas ramas o disciplinas filosóficas; comprenderá la naturaleza y alcances de la ética como disciplina filosófica; obtendrá una caracterización general de la ética, de su objeto de estudio y de sus métodos; comprenderá y delimitirá el aspecto teórico y práctico de la ética y relacionará esta disciplina con otras ciencias, tales como la psicología, la sociología, la historia y la antropología. 41  Normativismo ético  La ética concebida como ciencia  Método de la ética o El método inductivo o El método deductivo o Métodos filosóficos  Relación de la ética con otras ciencias o Psicología o Psicoanálisis  El yo  El ello  El súper yo o Sociología o Antropología e historia o Teoría del derecho o Ética y economía 22 Ética: Introducción a su problemática y su historia La ética como disciplina filosófica Como ya hemos apuntado, la ética es una disciplina filosófica. De acuerdo con el tipo de problemas que abordan, las disciplinas o ramas de la filosofía se han dividido en disciplinas teóricas o gnoseológicas y disciplinas prácticas. 42 Disciplinas teóricos o gnoseológicos Estas disciplinas giran en torno a los problemas cognoscitivos. Aquí podemos ubicar a la teoría del conocimiento o gnoseología (de la palabra gnosis, conocimiento y logos, tratado o estudio), cuyos planteamientos se refieren a los modos, clases, esencia, posibilidad, validez y origen del conocimiento humano; a la lógica que se propone investigar los elementos y estructuras formales de los sistemas de enunciados, a la filosofía de la ciencia (llamada en ocasiones: epistemología) que investiga la estructura, fundamento y métodos desarrollados por los sistemas científicos. Disciplinas prácticas Estas disciplinas se refieren a la acción humana. Además de preocuparse por temas eminentemente teóricos denominado;-, "abstractos", la filosofía centra su atención en los principios, formas y sentido de la praxis humana, en la naturaleza de la conducta individual y colectiva, sus fines, normas y valores, en el problema de lo que son el sr, la libertad, la obligatoriedad, las virtudes morales, etcétera. Dentro del conglomerado de disciplinas prácticas de la filosofía podemos mencionar, en primer lugar, nuestra disciplina de estudio: la ética, la cual estudia la conducta moral del hombre en la vida social; la axiología o teoría de ios valores, que estudia tanto la experiencia estitíiatrva como los principios axiológicos universales, sus formas, fundamentos y alcances; la estética cuyas reflexiones se centran en las formas y principios de la contemplación y la creación artística. Otras disciplinas de carácter práctico, muy ligadas con las anteriormente citadas, son: la filosofía del derecho, la filosofía política, la filosofía social, la filosofía de la educación, la filosofía de la cultura y la filosofía de la religión. El coronamiento o remate de estas disciplinas está repre-setifado por una rama filosófica muy importante que engloba todas las filosofías: la antropología filosófica cuyo objeto de investigación es el hombre como sujeto de la cultura, como creador y sustentador de valores morales, religiosos, estéticos, económicos, etcétera. La ética, pues, en cuanto disciplina filosófica queda ubicada —como se observa en el siguiente esquema— como una disciplina práctica de la filosofía de acuerdo con su tema de estudio que es la moral conforme a la cual el hombre modela su existencia. Teoría del conocimiento Lógica Teóricas o Filosofía de la ciencia gnoseológicas Filosofía de la ciencia Axiología Ética Estética 43 Filosofía del derecho Prácticas Filosofía social y política Filosofía de la educación Filosofía de la religión Concepto de ética Una vez ubicada la ética como una disciplina filosófica de carácter práctico, ya que al reflexionar sobre la vida moral, se interesa por mejorar nuestra existencia mediante la realización de lo que es bueno, pasemos ahora a tratar de definirla. 23 Caracterización de la ética Definición etimológica Como todo saber, la ética puede ser analizada etimológicamente, investigando sus raíces lingüísticas. El término ética se deriva de la palabra griega ethos. Parece ser que el primero que usó esta palabra fue el poeta Hornero, quien entendía por ethos: "Lugar habitado por hombres y animales". En este sentido primigenio, un pensador contemporáneo, Martin Heidegger, se refiere al ethos como lugar o morada, y por ello dice que la morada o ethos del hombre es el ser. Otra interpretación interesante de la palabra ethos se encuentra en el filósofo griego Zenón de Citio, quien sostiene que el ethos es la fuente de la vida, de la que manan los actos singulares.14 La acepción más conocida y difundida del vocablo ethos se presenta a partir de Aristóteles, ligado a un conocimiento llamado precisamente ética. Según esta acepción, ethos significa temperamento, carácter, hábito, modo de ser. De acuerdo con el significado etimológico, ética sería una teoría o un tratado de los hábitos y las costumbres. Una característica del ethos, entendido como conjunto de hábitos y maneras de ser del hombre, es su sentido no natural. En efecto, el ethos según la tradición griega, implica una serie de costumbres adquiridas por hábito y no innatas; el ethos significa una conquista del hombre a lo largo de su vida. En este sentido se dice que el ethos constituye una "segunda naturaleza"; se trata de un conjunto de hábitos de los cuales el hombre se apropia, modificando su naturaleza. En relación con esto, recuérdese que Aristóteles distingue entre virtudes éticas o morales y 14 Cfr. José Luis Aranguren, Ética, Madrid, Revista de Occidente, 1958 44 virtudes dianoéticas o intelectuales. Las primeras se generan por una repetición de actos y costumbres; en su Etica Nicomaquea Aristóteles dice: "Una golondrina no hace verano, tampoco un acto virtuoso hace feliz y dichoso al hombre". Las virtudes éticas son, pues, fruto de la costumbre, se llegan a conquistar por medio de un modo sistemático de vida. Comenta Aristóteles, refiriéndose a las virtudes éticas o morales: "Las virtudes no nacen en nosotros ni por naturaleza ni contrariamente a la naturaleza, sino que, siendo nosotros naturalmente capaces de recibirlas, las perfeccionamos en nosotros por la costumbre".15 En cuanto a las virtudes intelectuales o dianoéticas, éstas se fundan en una comprensión racional o intelectual de la conducta. Las virtudes intelectuales, dice Aristóteles, deben su nacimiento y desarrollo sobre todo al magisterio, y por eso requieren de experiencia y tiempo. En Aristóteles, pues, la ética se encuentra muy ligada a su sentido etimológico. Por ética entiende una serie de reflexiones sobre el ethos (modos de vida, virtudes) y todo lo relacionado con él. Figura 2.1 Las virtudes, según Aristóteles, no nacen con nosotros, sino que al recibirlas, las desarrollamos y las perfeccionamos mediante el hábito o la costumbre. Se advierte una relación entre la palabra ethos, acabada de analizar someramente, y la palabra mos, de donde deriva moral. El término moral procede del latín mos, que también significa costumbre, hábito, en el sentido de conjunto de normas o reglas adquiridas por medio del hábito. Actualmente se piensa que tanto ethos como mos, si bien nos ubican en el terreno de la ética —el ámbito de lo humano, actos que el hombre conquista a través de su vida— son imprecisos para definir objetivamente esta disciplina. Una de las limitaciones de la definición etimológica de la ética (como teoría de hábitos y costumbres) es su generalidad. Puede observarse que en cada época existen en la sociedad, en sus distintos grupos sociales, diversos hábitos y costumbres, pero no todos tienen una significación moral. El mundo de los hábitos y costumbres es bastante complejo y diverso; no todos ellos pueden ser calificados de morales. Observa Xavier Zubiri que "el vocablo ethos tiene un sentido infinitamente más amplio que el que damos hoy a la palabra ética. Lo ético comprende, ante todo, las disposiciones del hombre en la vida, su carácter, sus costumbres y, naturalmente, también lo moral".16 Para no caer, entonces, en la amplitud y ambigüedad de la definición etimológica de la ética, se formulará otra definición, pero ya no a partir de su etimología, sino en relación con su objeto de estudio. Definición de la ética por su objeto de estudio Toda ciencia tiene un objeto de estudio llamado campo de investigación, factum (hecho del cual parte), materia de estudio, etc. ¿Cuál es el campo de investigación de la ética? El objetivo de la ética radica en el 24 Ética: Introducción a su problemática y su historia 15 16 Aristóteles. Etica Nicomaquea, México, UNAM, 1963. Citado por José Luis Aranguren, op. cit. 45 estudio y comprensión del territorio cultural llamado moral. De acuerdo con esto, puede afirmarse que ética es la ciencia filosófica encargada de estudiar o reflexionar sobre la moral. Pero como la moral tiene un carácter humano y social, puede ampliarse esta definición, diciendo: La ética es la disciplina filosófica que estudia el comportamiento moral del hombre en sociedad. Respecto de su carácter filosófico, ya se dijo que la ética es una de las disciplinas filosóficas fundamentales. Algunas ramas de la filosofía se han separado de su tronco, como la psicología. Sin embargo, la ética sigue considerándose como una ciencia filosófica, como parte de la filosofía, pero no de una filosofía metafísica y apriorística desligada de la experiencia y de los fundamentos históricos y concretos que ofrece la cultura. A fin de explicar un poco más nuestra definición, podemos señalar las siguientes características básicas contenidas en la misma. 1. La ética es una rama o parte de la filosofía. 2. Su campo de investigación es la moral. 3. El fenómeno moral es una creación exclusiva del hombre. Sólo ciertos actos humanos pueden ser calificados de buenos o malos desde el punto de vista de la moral. Solamente el hombre tiene un sentido ético o una "conciencia moral". 4. Además, y relacionado con el punto anterior, la moral es un fenómeno eminentemente social, puesto que rige o regula la vida del hombre en la sociedad. Ello significa que la moral no tendría sentido para un hombre —si pudiera ser conce bido así— que estuviera completamente aislado o desvinculado del medio social, como un Robin- son Crusoe. Figura 2.2 Aparentemente, la moral no podría ser practicada por un ser que no vive en sociedad. Relaciones y diferencias entre ética y moral El objeto de la ética es la moral; esta afirmación permite hacer algunas observaciones sobre las relaciones y, diferencias entre ética y moral. Las relaciones que existen entre ellas son obvias: es la relación que guarda una ciencia cualquiera con su objeto de estudio. La ética necesita de la moral para sacar sus conclusiones, para explicarla, para elaborar sus hipótesis y teorías; pero ello no significa que la tarea de la ética consista en inventar o crear la moral. Muy acertadamente el filósofo José Luis Aranguren observa que "los profesores de ética olvidan con demasiada frecuencia que la ética no crea su objeto, sino que se limita a reflexionar sobre él".17 La ética no puede prescindir de la historia de la moral concreta, pero esto no significa que se pueda confundir con ella. La moral y la ética son diferentes de la misma manera que son diferentes, por ejemplo, la biología y los fenómenos vitales que estudia. Unos son objetos de investigación; la otra (la biología) es una ciencia cuya tarea es precisamente estudiar aquellos fenómenos. De la misma manera debe entenderse la ética: ésta es una ciencia, mientras que la moral es el objeto de esta ciencia. Esto significa que la moral no es ciencia, pero ello no impide 17 José Luis Aranguren, op. cit. 46 que pueda convertirse en el objeto de una investigación científica. Es muy importante reparar en estas diferencias, ya que a menudo se suele afirmar que la moral es ciencia, o bien, utilizar la palabra "ética" como sinónimo de moral. Así, por ejemplo, la expresión ética profesional es equívoca, porque generalmente se refiere a un código moral que debe observar un profesional, y no a una ciencia como es la ética. Entonces, se debe tener presente lo siguiente: ética es la ciencia de la moral, mientras que la moral es el objeto de estudio de la ética. Una prueba de que la moral no es una ciencia lo demuestra el hecho —como señala el maestro Adolfo Sánchez Vázquez en su libro de Ética— de que en la historia han aparecido una serie de morales que nada tienen que ver con la actitud científica; morales irracionales y autoritarias. Piénsese, por ejemplo, en las morales rudimentarias de los pueblos primitivos, las cuales se basaban en tabúes y prohibiciones extrañas y muchas veces absurdas. Las sectas religiosas y místicas pueden proporcionar abundantes ejemplos de morales irracionales; por ejemplo, las reglas que prescribía la Escuela pitagórica: abstenerse de las habas, no recoger lo que se ha caído, no tocar un gallo blanco, no mirarse en un espejo fuera de la luz, entre otras. ¿En qué se fundaban estas reglas? Evidentemente, en meros tabúes. 25 Caracterización de la ética La ética como teoría de la moral La ética, como ya se explicó, es la ciencia que estudia la moral del hombre en la sociedad. Hablando en forma estricta, todas las disciplinas filosóficas son teóricas en la medida en que reflexionan críticamente sobre sus objetos y no se proponen prescribir la conducta o crear reglas artísticas, morales o religiosas. Esta observación vale esencialmente para las llamadas disciplinas prácticas a las que ya nos hemos referido y cuya denominación puede llevarnos a algunas confusiones. Estas disciplinas son llamadas "prácticas" por encontrar su centro de estudio en la praxis humana, en la acción, finalidades, normas y valores que el hombre se propone realizar durante su vida, pero no porque tengan como tarea expresa elaborar una serie de reglas o recetas encaminadas a guiar todo el cúmulo de experiencias humanas. Así, por ejemplo, la estética no se propone formular una serie de reglas universalmente válidas para normar la creación artística; análogamente la ética no se propondrá crear códigos y pautas de conducta o recetarios morales para conducir el comportamiento concreto de los individuos en su vida social e íntima. La ética no se reduce a una prédica moral y como dice Patrik Nowell-Smith, esta disciplina "no es una tía universal, ni un cura párroco, ni un consultorio cívico".18 Sin embargo, la ética se ha caracterizado como una disciplina práctica. Esto es aceptable siempre y cuando se aclare que su supuesta normatividad procede de la naturaleza de su objeto: la moral. Y como se sabe, la moral está constituida por una serie de normas, costumbres 18 Citado por Javier Muguerza en La razón sin esperanza, Madrid, Taurus, 1977, p. 24. 47 y formas de vida que se presentan como obligatorias, valiosas y orientadoras de la actividad humana. Por el solo hecho de estudiar y reflexionar sobre estas normas o reglas de conducta que forman el mundo de la moral se dice que la ética es una ciencia normativa. La ética es una ciencia práctica porque tiene por objeto la conducta humana. Es la ciencia del orden moral de la vida individual y social del hombre. Sin embargo, el calificativo de "ciencia práctica" o "ciencia normativa" no es muy afortunado porque suscita la idea —como ya se advirtió— de que esta disciplina tiene como finalidad formular recetas o consejos útiles para la vida moral de cada individuo. Y ello no es así, porque —como afirma George Edward Moore—: los filósofos, a diferencia de los moralistas, no se ocupan de establecer reglas para distinguir aquellos modos de obrar que casi siempre, o siempre, son justos, o aquellos otros que son injustos, ni siquiera de dar listas de las cosas buenas o malas, sino que se esfuerzan por contestar cuestiones mucho más generales y fundamentales, como las siguientes: ¿Qué es lo que queremos decir de una acción cuando la calificamos como justa o injusta?, y ¿qué es lo que significa decir de un estado < cosas que es bueno o malo?19 Así, pues, debe distinguirse muy claramente entre el moralista que prescribe normas, invita a realizar un modo de vida que cree justo y bueno (Cristo, Buda, el legendario Zoroastro, entre otros), y el filósofo, el ético, que, tomando como base la moral históricamente determinada, se encarga de reflexionar y explicar dicha moral. La ética no se propone expresamente dirigir la vida humana, sino explicar la moral; no intenta decir a cada cual lo que ha de hacer u omitir en cada caso concreto de la vida, no es una casuística. En su obra Los dos problemas fundamentales de la ética, Arthur Schopenhauer escribe como epígrafe la siguiente frase: "Predicar la moral es fácil, fundamentar la moral, difícil". Y es precisamente esto último lo que constituye la ardua tarea de la ética. La ética es normativa en un sentido indirecto, por la naturaleza de su objeto, pero no en un sentido directo, ya que no se propone dar una lista de deberes y de no deberes; esto significa que no incurre en una pres-criptiva. Esta conclusión puede plantear la siguiente reflexión: ¿es acaso la ética puramente especulativa o contemplativa?, ¿le está definitivamente vedado a la ética orientar las acciones humanas hacia la creación de una sociedad más justa y perfecta? Se puede responder que, en última instancia, la separación entre teoría y praxis es artificial. No se niega que la explicación crítica que la ética realice sobre la moral pueda repercutir, en alguna forma, en la vida concreta del hombre. En su imprescindible libro de Ética, dice el filósofo Eduardo García Máynez: "La ética es, o puede ser normativa en cuanto que, al llevar a la conciencia del hombre las directrices que han de orientar su conducta, influye en las decisiones de su 26 Ética: Introducción a su problemática y su historia 19 George Edward Moore, Ética, México, Editora Nacional, 1964. 48 albedrío, convirtiéndose, de manera mediata, en factor determinante de la acción humanaM Por ello, escribe Nicolai Hartmann. es "la mayéutica de la conciencia moral".20 Lo que queremos decir, en conclusión, es que no podemos separar tajantemente lo teórico de lo práctico. De alguna manera los principios éticos establecidos por las teorías morales determinan el comportamiento de los individuos. Por ejemplo, la teoría esgrimida por Sócrates en el diálogo El Critón determinó que éste no se fugara de su prisión y aceptara resignadamente la sentencia de muerte prescrita por los jueces de su tiempo. La teoría que se sustente acerca de la moral no sólo influirá sobre nuestra conducta individual, sino también en el comportamiento de la sociedad y la estructura de sus instituciones. Para explicar las relaciones entre lo teórico y lo práctico, algunos autores hablan de dos niveles que encontramos en la ética: la ética crítica y la ética aplicada. Ética crítica Es la ética propiamente teórica; se encarga de determinar cuáles "opiniones o creencias morales son válidas. Una creencia moral es válida cuando se ha probado que cumple la función de garantizar la felicidad individual y la armonía social; también cuando evita el sufrimiento individual y el daño social".21 A la ética critica también se le denomina "metaéti-ca" en cuanto que consiste en el análisis lógico y epistemológico de los principios éticos. Un ejemplo: "en la ética cristiana se dice que el bien humano es la santidad y éste se alcanza cumpliendo los Mandamientos de la Ley de Dios. La definición de 'santidad' es una cuestión de ética crítica; el fundamento de los Mandamientos de la Ley Divina también lo es. Supone, primero, que Dios existe y que se comunica con las criaturas y les ordena determinados comportamientos".22 Ética aplicada (también llamada normativa) Su tarea fundamental "consiste (con base en una fundamentación teórica) en guiar la conducta para decidir cuál es la mejor decisión entre las posibles de realizar en una situación concreta. Es decir, indica al agente moral preocupado por su actuación cuál es su deber y por qué ése: para ello, se estudian los valores y las mejores formas de solucionar los problemas morales de la convivencia humana".23 Es preciso señalar que la ética aplicada no es una prédica moral o un "moralismo", no dice a las personas lo que deben hacer o pensar acerca de lo que es bueno o malo, sino que trata de ajustar los actos a ciertos principios éticos que son fruto de la reflexión y de la fundamentación teórica. Lecturas 20 Eduardo García Máynez, Etica. México, Porrúa, 1960, pp. 18-19. Graciela Hierro, Ética de la libertad, México, Fuego Nuevo, 1990, p. 49. 22 Ibídem, p. 55. 23 Ibídem, p. 50. 21 49 En esta caracterización o definición de la ética, detengamos un poco nuestro camino, hagamos un pequeño alto, para invitarte a reflexionar sobre la esencia misma de la ética, su sentido y utilidad para nuestra vida, para esto, apóyate en estos dos breves textos que a continuación te ofrecemos: Me he esforzado por mostrar que el verdadero objeto de la ética lo constituyen, además de los actos y los hábitos y, en cieño sentido, por encima de ellos, la vida en su totalidad unitaria y, lo que es más importante, el ethos o carácter moral; o, dicho en otras palabras, si se advierte que lo decisivo éticamente no son solo las acciones aisladas, sino el sentido virtuoso o vicioso de la vida y, sobre todo, el ser bueno o malo; si se advierte que el ser está por encima del hacer, aun cuando se manifieste a través de él, entonces es claro que la cualificación moral de las estructuras superiores, vida y ethos, ha de repercutir, por fuerza, en la de los actos que en ellas se insertan. Para los santos todo es santo. 'Ama et fac quod vis " porque, si amas rectamente, cuanto hagas será recto'. José Luis Aranguren, Ética, Madrid, Revista de Occidente, 1968, pp. 324‐325. 27 Caracterización de la ética El objeto de la ética Los conceptos de bien, la justicia, la felicidad, la conciencia son del dominio común. Y aun cuando tienen una naturaleza difícilmente aprehensible, ejercen sobre el hombre un inmenso poder. ¿En qué reside su fuerza, de dónde proviene su poder mágico sobre la persona? ¿Es capaz nuestra mirada consciente de penetrar en lo profundo de las inquietudes morales de los hombres? Esta vida se puede vivir como sea. Pero también se puede aspirar a vivir una vida buena y digna. ¿Qué vida es, en nuestra consideración, buena y digna? ¿Cuál es el sentido de la vida humana y cómo satisfacer la sed ilimitada del hombre de ser mejor, más puro? A éstas y otras preguntas análogas está llamada a responder la ética, rama antiquísima e interesantísima de la ciencia filosófica. V. Bakshtanovski, et al., Ética, México, Editorial Progreso, 1989. Normativismo ético Se denomina normativismo ético o ética normativista la tendencia a sobreestimar el carácter práctico o normativo de la ética en detrimento de su naturaleza teórica. Según el normativismo, la ética se reduciría a una especie de prescriptiva encaminada a normar la conducta del hombre. Muchos manuales de ética desembocan en un normativismo, sostienen que la ética consiste en la fácil tarea de prescribir normas; y, así, incluyen capítulos meramente prescriptivos que hablan sobre las obligaciones del hombre hacia Dios, la patria, la familia, etc., sobre consejos, en suma, para el logro de la dicha. La ética normativista pretende formular reglas de conducta, dar normas a las que se deben ajustar nuestros actos. Por ejemplo Wilhelm Max Wundt considera la ética como una ciencia normativa, como la lógica y la estética. También se puede señalar el caso de Dilthey que, después de reflexionar en forma breve sobre el verdadero sentido de la ética, enumera deberes y derechos y cae, de este modo, en una prescriptiva. De acuerdo con el normativismo, la ética no se propone comprobar lo que es, sino determinar lo que debe ser; ella se encarga de suministrar las reglas y normas de conducta que han de seguirse. De esta 50 manera, la ética es concebida como una especie de moral aplicada. Pero ya se señaló que la ética está lejos de ser una moral aplicada, puesto que esto llevaría a confundir la ética con la moral. Además, si la ética se concibe como una prescriptiva (o ética normativista), entonces jamás será ciencia, ya que los deberes y derechos que prescribe sólo son expresiones de un determinado momento histórico. Sin embargo, esto no significa que hay un abismo entre la teoría y la práctica; aunque la ética sea estrictamente teórica, esto no implica que sus teorías no puedan tener consecuencias prácticas. Si al teórico de la ética no le importa el cumplimiento de su doctrina, la realización de lo bueno por la humanidad, entonces mejor que cambie de ocupación, porque está perdiendo el tiempo.24 La ética concebida como ciencia Una vez rechazado el normativismo para caracterizar esta disciplina, queda decir que el carácter, strictu sensu, que define la ética es el aspecto teórico. Ante todo la ética es teórica, porque su papel consiste en explicar, fundamentar, plantear y resolver problemas en torno de la moral. En este sentido, la tarea de la ética es la propia de una ciencia. No puede haber una ética sin base científica, un conocimiento ético que no se base en la ciencia. La ética elabora hipótesis y teorías sobre la moral, propone conceptos, explica categorías relativas a la experiencia moral. En su ya mencionada obra. Adolfo Sánchez Vázquez enseña que, ante los hechos morales, la ética aspira a encontrar sus principios generales, no simplemente se dedica a registrarlos y describirlos, sino que los trasciende mediante conceptos, hipótesis y teorías (aquí es donde pueden relacionarse la lógica y la metodología de la ciencia con la ética). 28 Ética: Introducción a su problemática y su historia En cuanto a ciencia, la ética requiere desarrollarse conforme a exigencias comunes a toda ciencia. Dichas exigencias son las siguientes.25 a) Objetividad. Significa que la ciencia intenta explicar los hechos tal como son, independientemente de su valor emocional o comercial. b) Racionalidad. Significa que la ciencia está formada por conceptos, juicios y raciocinios, y de ninguna manera por sensaciones, imágenes, pautas de conducta, etcétera. c) Sistematicidad. Significa que la ciencia no es un agregado de informaciones inconexas, sino un sistema de ideas conectadas lógicamente entre sí. d) Metodicidad. Significa que la ciencia necesita un método. Los investigadores no caminan en forma arbitraria, sino que planean mediante procedimientos lógicos llamados métodos. Método de la ética 24 25 Paula Gómez Alonso, La ética en el siglo xx, México, rx Cfr. Mario Bunge, La ciencia, su método y su filosofía, Buenos Aires, Siglo XX, 1972. 51 Si la ética aspira a ser una ciencia, entonces debe desarrollarse conforme a un método. Puede observarse que el carácter teórico de la ética deriva de su método, pues hay una correlación entre teoría y método, ya que toda teoría implica necesariamente un método. No puede concebirse la ciencia sin un método de investigación. Por tanto, puede deducirse la siguiente conclusión: el carácter normativo de la ética deriva de su objeto, mientras que el carácter teórico deriva de su método. Pero, ¿qué es un método? La palabra método viene del griego metá, fin, y odos, camino. Etimológicamente significa "el camino que conduce al fin". El significado etimológico de la palabra método nos aproxima bastante a su significado real. En general se denomina método conjunto de los procedimientos adecuados para obtener un fin: en nuestro caso, este fin es el conocimiento de la moral. Debe advertirse que existen métodos especiales para cada rama del saber. Así. Las ciencias experimentales utilizan preferentemente el método inductivo; mientras que las ciencias formales aplican el método deductivo. Hay, pues, una correlación entre la naturaleza de las ciencias y el tipo de método que deben adoptar. En este sentido, el método propio de la ética debe adecuarse a la naturaleza de su objeto. No sería adecuado, por ejemplo, decir que el método apropiado de la ética es el utilizado por las ciencias experimentales o factuales, o bien el que utiliza la matemática. Debe buscarse, entonces, un método que se avenga al objeto de la ética. Ya se indicó que el objeto de la ética es la moral del hombre. En el objeto de la ética interviene la voluntad del hombre, su libertad, el conjunto de sus decisiones concebidas a la luz de la historia. Por tanto, el método de la ética debe tener en cuenta el aspecto humano, social e histórico inherente a su campo de investigación. En la historia de la filosofía no hay un criterio unánime de cuál es el método propio de la ética. De hecho cada corriente filosófica, cada pensador, cada filósofo ha propuesto su propia metodología. A continuación se mencionan algunos métodos ensayados por la ética a lo largo de su historia. El método inductivo En general, este método procede de lo particular a lo general. De la revisión de distintos casos particulares se eleva a establecer una ley, una explicación general del fenómeno observado, ley que vale no sólo para esos casos observados y experimentados, sino para todos los de su especie. El esquema lógico que corresponde a la inducción es el siguiente: A, B, C... son S A, B, C... son P Todo S es P 29 Caracterización de la ética Este método es utilizado en las ciencias experimentales (biología, química, fisiología, etc.), en ciencias donde intervienen fundamentalmente la observación y la experimentación. Se piensa que la ética griega se caracteriza por ser altamente especulativa. Sin embargo, Aristóteles se aparta de esta tradición, al introducir en su ética un criterio empírico. En vez de partir de conceptos apriorísticos, Aristóteles observa las costumbres de su época, para deducir que era el sumo bien aquello a 52 que todos los hombres aspiran (la felicidad). Este procedimiento de Aristóteles puede considerarse ya como una aplicación del método inductivo en la ética. Otro ejemplo de procedimiento inductivo en la historia de la ética se encuentra en aquellas tendencias que se han agrupado bajo el nombre de ética empírica. Den‐. n criterio claramente empírico, el sofista Cali‐des. En el diálogo platónico Gorgias, llega a derivar del: el obrar humano la máxima norma de conducta: "*H derecho se funda en el poder." Esta norma no era asas que el reflejo de repetidas observaciones: el frecuente abuso de los fuertes sobre los débiles, la conquista de los pueblos pequeños por parte de los poderosos. Si esto sucede con frecuencia, entonces es válido la ley o norma que dice: "El poderoso debe someter al débil, cumpliendo así una ley natural". En los empiristas la i es ciencia de lo que es, mas no de lo que debe ser. Figura 2.3 Basándose en una ética de metodología empírica, el sofista Calicles concluía que la experiencia muestra que los débiles son siempre sometidos por los fuertes. El método deductivo La deducción es el procedimiento inverso a la inducción: aquí se parte de lo general para llegar a lo particular Este método es el propio de las ciencias formales lógica, matemática). La lógica lo define como la inferencia mediata que parte de dos o más juicios llamados premisas para obtener otro llamado conclusión. Un ejemplo de razonamiento deductivo es el siguiente: • • • "Ningún pez respira por pulmones." "El delfín respira por pulmones." Luego, "el delfín no es pez". Se podría decir que el procedimiento deductivo ha sido la manera de pensar propias de las éticas especulativas y tradicionales. Estas éticas tratan de deducir sus conceptos éticos a partir de una idea inalterable de la naturaleza humana. Un ejemplo del empleo de la deducción en ética lo proporciona el filósofo judío Baruch Spinoza (1634‐1677). Spinoza aplica en su obra Ética demostrada según el orden geométrico un método rigurosamente matemático con axiomas, definiciones, proposiciones con sus demostraciones, escollos y corolarios. Este procedimiento hace, sin duda, que la lectura de su libro sea difícil. Figura 2.4 La ética demostrada según el orden geométrico de Baruch Spinoza. I De Dios II 53 De la naturaleza y del origen del alma III Del origen y la naturaleza de los afectos IV De la servidumbre humana V De la potencia del entendimiento o de la libertad humana 30 Ética: Introducción a su problemática y su historia Métodos filosóficos Tanto el procedimiento inductivo como el deductivo pertenecen a los métodos científicos. Frente a éstos, la lógica estudia los llamados métodos filosóficos, que ha creado la filosofía a partir de sus propias concepciones. Entre ellos están: el fenomenológico, el método crítico trascendental y el método dialéctico. El método fenomenológico, creado por el filósofo alemán edmund Husserl (1859‐1938), consiste en volver de los objetos a los actos de la conciencia (vivencias) en que nos ofrecen y estudiar las estructuras de conciencia en su generalidad ideal, esto es, como esencias. Pero el método fenomenológico constituye también toda una corriente filosófica que abarca el pensamiento de A. Pfánder, que lo aplica a la lógica, de Max Scheler y D. V. Hildebrand, que lo aplican al campo de la ética, y de M. Merleau Ponty, que lo ensaya en la psicología. El mismo Husserl piensa que su método es adecuado para todas las ciencias, y que la aplicación correcta de la fenomenología a la filosofía convertiría a ésta en una ciencia rigurosa. En términos más sencillos y de manera literal, la fenomenología significa estudio o descripción de los fenómenos (morales, históricos, religiosos, etc.), para determinar su eidos o esencia. Parafraseando el espíritu cartesiano, Husserl considera que la fenomenología no presupone nada: ni el mundo natural ni el sentido común, ni las proposiciones de la ciencia, ni las experiencias psicológicas. Este método se coloca antes de toda creencia y de todo juicio para explorar simplemente lo dado, el fenómeno en sí. El método fenomenológico puede ser útil en la ética en dos sentidos: directamente, analizando fenómenos morales para determinar sus rasgos esenciales —por ejemplo, los rasgos característicos del acto moral, o el examen de los diversos tipos de obligación para determinar cuál es la obligación moral en sentido estricto—, indirectamente, sirviéndose de otros análisis fenomenológicos de campos colindantes con la moral. Para poner un solo ejemplo, el estudio que G. van der Leew realiza en su Fenomenología de la religión puede ser de gran utilidad en el tema relacionado con la distinción entre moral y religión 54 El método crítico trascendental fue creado por Emmanuel Kant (1724‐1804). Este método consiste en proyectar la atención no sobre los objetos mismos, sino sobre el saber que nos da la cultura, indagando las bases • elementos a priori (universales y necesarios) del conocimiento. No se trata, por tanto, de una investigación psicológica del conocer, que implicaría un proceso de experiencia, sino de la averiguación de las condiciones necesarias de toda experiencia. En el caso de la ética. Kant plantea el problema de ¿Cómo es posible la moral?, explica las bases objetivas (a priori) de la moral; no describe, por tanto, de manera empírica y psicológica el fenómeno de la moral, sino que trata de elevarse del metofactum (la moral) para determinar sus principios a priori. El método dialéctico ha tenido una larga evolución en la historia de la filosofía. Este método se remonta a Zenón de Elea, el cual lo concibe como un arte de discutir. Más tarde, Sócrates lo denomina mayéutica o arte de dar a luz la verdad por medio del diálogo. Posterior‐ El método dialéctico ha tenido una larga evolución en la historia de la filosofía. Este método se remonta a Zenón de Elea, el cual lo concibe como un arte de discutir. Más tarde, Sócrates lo denomina mayéutica o arte de dar a luz la verdad por medio del diálogo. Posterior‐ La dialéctica en Marx y Engels no se refiere al proceso de la idea (como en Hegel), sino a la propia reali‐ dad (de ahí la famosa frase de Marx acerca de que era necesario invertir la dialéctica hegeliana). La dialéctica permite comprender eficientemente el fenómeno de los cambios históricos; y por este hecho puede ser adecuada para comprender el campo de la moral, que se distingue por ser fundamentalmente histórico y cambiante. Relación de la ética con otras ciencias 31 Caracterización de la ética El psicoanálisis, en su intento de establecer a la psicología como una ciencia natural, incurrió en el error de divorciar a la psicología de los problemas de la filosofía y de la ética. Erich Fromm, Ética y psicoanálisis Si la ética pretende lograr plena objetividad debe buscar apoyo en las diversas ciencias, especialmente en aquellas que se refieren al hombre (ciencias humanas o ciencias sociales). Esto no significa que nuestra disciplina se confunda con estas ciencias, sólo se afirma que éstas constituyen sus más valiosos auxiliares. La ética es una ciencia filosófica, pero ello no quiere decir que pueda valerse, para su desarrollo, de las conclusiones establecidas por otras ciencias que, desde diversos puntos de vista, analizan al hombre y a la sociedad. En seguida se mencionan algunas ciencias que pueden ayudar a la ética en sus explicaciones. Primeramente nos referiremos a la psicología. Algunos autores ubican a esta disciplina como ciencia humana, otros como ciencia natural, otros más como ciencia limítrofe o interme‐ dia entre las ciencias naturales o experimentales y las ciencias sociales. 55 Psicología La psicología es la ciencia que más emparentada está con la ética. Literalmente psicología significa trata‐a: tozos) del alma (psique). La noción de alma (principio vital, sustancia inmaterial y simple) tiene un contenido metafísico que ha obligado a los psicólogos a prescindir de ella. Por esta razón descartando este senario etimológico, se entiende en la actualidad que la patología es el estudio científico de los fenómenos mátales y de la conducta del individuo (o rama de la ida que estudia los fenómenos u operaciones ricos). Ahora bien, ¿de qué manera pueden relacionar con la ética estos fenómenos psíquicos que al individuo concreto y que son estudiados por ‐sicología? Obviamente la moral, como creación humana, delata un origen psíquico. La moral es sobre todo un fenómeno vivido internamente por el sujeto. LOS fenómenos morales, las virtudes, los vicios, el carácter pueden ser estudiados desde el punto de vista de la psicología. La psicología ayuda a la ética a comprender cuales son las verdaderas intenciones del hombre en los actos morales ejecutados. A la ética le compete saber i se gestan los actos morales, qué sucede en el fuero interno del sujeto cuando éste infringe una norma moral, como se manifiesta el remordimiento moral, qué son: conflictos interiores, etc. En todos estos aspectos, la psicología la ilumina profusamente. Figura 2.5 Sigmund Freud (1856‐ 1939), creador de la corriente psicoanalítica. Sus teorías nos permiten asociarnos al complejo mundo del inconsciente, cuyo conocimiento es necesario para liberar al hombre de sus angustias y temores. Entre los temas que denotan un notable entrecruziento de la psicología con la ética están los que se racionan a continuación: 1. Las leyes que rigen las motivaciones internas de la conducta (las intenciones del acto moral). 2. La estructura psíquica del carácter y la personalidad. 3. El acto moral y su estructura interna. 4. La responsabilidad y la culpabilidad moral. Psicoanálisis Una corriente psicológica que ha tenido influencia en la ética es el psicoanálisis, fundado por Freud (1856‐ 1939). El psicoanálisis ofrece descubrimientos valiosos para la ética, como el relacionado con el papel de la motivación inconsciente en la conducta humana, que permite discriminar los actos morales de los amorales (o indiferentes a la moral). Un ejemplo notable que ilustra acerca de las relaciones entre ética y psicoanálisis, se encuentra en la obra de Erich Fromm: Ética y psicoanálisis. Según Fromm, la ética humanista (la que no es autoritaria ni religiosa) parte de un previo conocimiento del hombre. Este conocimiento puede ser enriquecido por el psicoanálisis. 32 Ética: Introducción a su problemática y su historia 56 Es imposible comprender —afirma Fromm— al hombre y sus perturbaciones emocionales y mentales sin comprender la naturaleza de los conflictos de valor y morales. El progreso de la psicología no radica en la dirección del divorcio de un supuesto campo "natural" de otro campo "espiritual" y que enfoca su atención sobre el prime», sino en el retorno a la gran tradición de la ética humanista que contempló al hombre en su integridad física y espiritual, creyendo que el fin del hombre es ser él mismo y que la condición para alcanzar esa meta es que el hombre sea para sí mismo.26 El psicoanálisis es una teoría que trata de explicar los mecanismos psíquicos del ser humano. Esta teoría desemboca en el campo de la psiquiatría. "El psicoanálisis —dice Freud— constituye un especial tratamiento de los enfermos de neurosis. Pero, como en seguida os demostraré con un ejemplo, sus caracteres esenciales son en todo diferentes de los peculiares a las restantes ramas de la medicina."27 Al explicar los mecanismos de la conciencia, Freud distingue tres zonas fundamentales: el yo, el ello, y el súper yo. El yo Es propiamente la conciencia, la organización coherente de los procesos psíquicos, integradora principalmente de la conciencia. El yo es el encargado de establecer contacto con la realidad y relacionar el organismo con el medio ambiente circundante (realidad social y cultural). Intenta canalizar el impulso primordial del ello y dar satisfacción a las necesidades que éste tiene planteadas, armonizándolas entre sí y con la realidad circundante. Controla las funciones de la memoria y el pensamiento y es capaz de postergar la satisfacción de las necesidades planteadas en el ello de acuerdo con las posibilidades reales. El yo se rige por el principio de realidad, o sea, por la realidad exterior al individuo, por el conjunto de normas, costumbres, instituciones, etc. (la sociedad impide que el individuo pueda satisfacer su impulso innato de búsqueda del placer). El ello El ello, o inconsciente, es la zona más interesante de la conciencia, y a la que Freud dedica minuciosos estudios. El ello está formado por un conjunto de fuerzas, impulsos o tendencias inconscientes; funciona al margen de nuestra voluntad y se expresa sin una intención consciente. Freud lo llamó una caldera de energía en ebullición. El ello está regido por el principio del placer, el cual busca la satisfacción total e inmediata de los impulsos instintivos, aunque sean contradictorios y en desacuerdo con la realidad. En el inconsciente se encuentra la libido, deseo o energía sexual; cuando no puede ser encauzada o adaptada y es reprimida, se crean las condiciones propicias para perturbaciones psíquicas, como la neurosis (trastorno del sistema nervioso, que no es causado por lesión alguna de carácter físico). El súper yo Es el ideal del yo; las bases de su formación se encuentran en la vida infantil. Está formado por los valores y normas morales adquiridos a lo largo de la educación; es una especie de conciencia moral inconsciente que entra en conflicto con el yo o consciente provocando remordimientos y conflictos morales. 26 27 Erich Fromm, Etica v psicoanálisis, México, FCE (Brevian. 14 Sigmund Freud, Introducción al psicoanálisis. Madrid. Aiiüiz3 1975. Sigmund Freud, Introducción al psicoan{alisis, Madrid, Alianza Editorial, 1975 57 El súper yo tiene como función aprobar o rechazar actos, pensamientos, impulsos provenientes del ello; la relación del súper yo con el yo es, pues, una relación muy conflictiva. ¿Cómo se conoce el inconsciente?, ¿qué indicios hay para poder asomarse a este mundo del inconsciente?... Clave para el conocimiento del inconsciente son los actos fallidos y los sueños. Según Freud, los actos fallidos se producen cuando una persona dice una palabra por otra (equivocación oral); escribe una cosa distinta de lo que tenía intención de escribir (equivocación en la escritura); lee en un texto impreso o manuscrito algo distinto de lo que en el mismo aparece (equivocación en la lectura o falsa lectura), u oye una cosa diferente de lo que se dice (falsa audición) sin que ello implique una perturbación orgánica. Según el psicoanálisis, estos actos fallidos tienen un gran valor, porque permiten explicar el inconsciente; se trata de actos psíquicos que expresan un sentido o intención del sujeto de gran significación para su vida. Otra puerta hacia el mundo del inconsciente son los sueños. 33 Caracterización de la ética El interés por los sueños —dice Alfred Adler, seguidor en cierta forma de la teoría freudiana— es antiquísimo, y muchos momentos del desarrollo de la cultura y de sus legados, especialmente en mitos y leyendas, nos hacen suponer que en la antigüedad se les haya prestado una atención más preferente que en nuestros días. Además, en aquellos tiempos se les comprendía mejor. Recuérdese la enorme importancia que tuvo el sueño en Grecia y que el mismo Cicerón compuso un libro sobre este asunto, aparte de los muchos sueños que se refieren e interpretan en la Biblia‐; Muchas veces basta relatar un sueño para que todos sepan en seguida lo que significa, como ocurre con el de las espigas de José, al referirlo éste a sus hermanos. En la leyenda de los nibelungos, es decir, en un suelo cultural enteramente distinto, encontramos también que a los sueños se les reconocía fuerza probativa y significa.28 Según Freud, los sueños constituyen un material muy amplio para estudiar la personalidad. Son hechos extraños a la conciencia; en su estado de vigilia, son equiparables a los delirios, manías y obsesiones. Freud estudia la estructura de los sueños como manifestaciones de la vida psíquica durante el reposo; esta vida ofrece determinadas semejanzas con la de la vigilia, pero se distingue de ella por peculiares características. El fenómeno onírico es un estado intermedio entre el reposo y la vigilia. El estudio de los sueños es importante ya que a ello se debe en gran parte el conocimiento del inconsciente. Para el psicoanálisis, los sueños representan un producto involuntario y espontáneo de la psiquis, una voz de la naturaleza; por regla general es cosa oscura y difícil de entender porque se expresa a través de símbolos y metáforas. Se dice que Freud analizaba en forma sistemática sus propios sueños y esto le permitió llegar a la conclusión, de que los fenómenos oníricos, al igual que el síntoma neurótico, tienen un sentido profundamente enraizado en la vida de la persona. En general los sueños son realizaciones intangibles de deseos no consumados. Al tema de los sueños Freud dedicó su famosa obra La interpretación de los sueños. Podemos decir que la psicología ha tenido tanta injerencia en el dominio de la ética que se habla, incluso, de un psicologismo ético, o una tendencia a reducir la ética al campo de la psicología. El psicologismo se funda en que en todo acto moral intervienen factores de índole psicológica 28 Alfred Adler, El conocimiento del hombre, Buenos Aires, 1960 58 (motivaciones, decisiones, voliciones, etc.) Sin embargo, el hecho moral no se reduce al hecho meramente psicológico. Por tal motivo, un autor como George Edward Moore rechaza la ética psicologista y sitúa la ética contemporánea en el plano lógico o análisis lógico, como habremos de ver cuando se expongan sucintamente algunos aspectos de su doctrina. La moral guarda estrecha relación con los aspectos psicológicos, pero ello no nos faculta para reducir la ética al campo de la psicología. Lectura Relación de la ética con la psicología Figura 2.6 Según Erich Fromm, en su obra Ética y psicoanálisis, "un síntoma neurótico es en muchos casos la expresión específica de un conflicto moral y el éxito del esfuerzo terapéutico depende de la comprensión y de la solución del problema moral de la persona". Una faceta esencial de los fenómenos morales corresponde a su aspecto subjetivo, interno, psicológico. La conciencia moral del hombre es siempre un conjunto complejo de ideas, convicciones, sentimientos, costumbres morales etc. Cuantos más puntos de vista, principios, normas morales etc., actúen como estímulo interno del hombre, como regulador interno de su conducta, tanto más moral será éste. La ética no puede por menos que ocuparse del estudio de este proceso. A. F. Shiskhin, Teoría de la moral, México, Grijalbo, col. 70,1970, p. 61. Sociología Esta ciencia fue creada por Augusto Comte (1798‐1857) quien, tomando como modelo las ciencias positivas, la concibió como una especie de física social que se encargaría de reducir leyes científicas a uniformidades, el en apariencia abigarrado conjunto de los fenómenos sociales. Hoy día la sociología estudia el comportamiento del hombre como ser social en el marco de unas relaciones dadas. Ahora bien, la ética no puede desarrollarse sin tomar en cuenta los resultados de esta ciencia, ya que el hombre es esencialmente un ser social, vive circunscrito en la sociedad y recibe de ella un sistema de valores morales. Sin embargo, la moral no es absolutamente un producto social, ya que también el factor individual es 34 Ética: Introducción a su problemática y su historia decisivo. La tendencia denominada sociologismo ético que pretende reducir la ética a una rama de la sociología, parte de la tesis que afirma que la sociedad impone al individuo tanto sus costumbres como sus creencias (Emile Durkheim). Las lenguas, las religiones, la moral y el arte no se pueden explicar sino como frutos de la mentalidad social. Y no de una sola mentalidad, que jamás ha existido, sino de la mentalidad histórica, concreta, que liga entre sí todos los productos de una misma cultura. Según esta tendencia, la psicología individual es impotente para explicar el más humilde fetiche o los procesos lingüísticos o artísticos más elementales. Se trata siempre de una manifestación exclusivamente social, de un proceso en que el individuo, lejos de permanecer autónomo, es sólo el conducto de la acción colectiva, 59 que le cohíbe expresar o creer, pintar, esculpir o adorar, dentro de la realización de funciones mentales de la sociedad a que pertenece. Según el sociologismo, el hecho moral es simplemente un hecho social, cuyo estudio compete directamente a la sociología. Antropología e historio Sería prolijo enumerar todas las ciencias que se relacionan con la ética de alguna forma. La antropología y la historia son ciencias que definitivamente no pueden desvincularse de la ética. Si la ética tiene como punto de referencia al hombre, es obvio que la antropología, como estudio del hombre, le proporciona una base fundamental. La antropología social tiene, entre sus capítulos, el estudio de la moral de los pueblos y culturas ya extinguidas. Este conocimiento es, sin duda, de gran interés para la ética, la cual debe tener un conocimiento objetivo y realista del fenómeno moral. Para tener elementos objetivos que le permitan comprender la experiencia moral con toda su plenitud, la ética debe partir de los hechos históricos; debe conocer, por ejemplo, el desarrollo de la moral egipcia, china, homérica, etcétera. La etnología, la historia y la antropología, muestran que todos los pueblos han tenido un ideal moral. Estas ciencias ilustran a la ética sobre los cambios que ha sufrido la moral desde sus orígenes. Apoyándose en los datos proporcionados por estas ciencias, la ética plantea problemas como el del progreso moral: ¿ha progresado la moral?, ¿en qué forma?, ¿bajo qué leyes?... En la medida en que la ética se base en la historia, en la antropología y en ciencias semejantes, se purgará de elementos apriorísticos y carentes de objetividad. ¿Con qué derecho se presenta como conocedor de ética quien ignora las ciencias del hombre y del mundo o tiene de ellas un concepto desdeñoso, por "incompletas"?29* Los hechos reales y efectivos, los grande* hechos colectivos del transcurrir humano sobre el planeta, son una de las mejores fuentes de información y de consideración para el que trata de reflexionar sobre la posibilidad de una ética.30 Se dijo, al hablar de sus características, que, a pesar de que la ética tiene un carácter teórico, también está interesada en el cumplimiento efectivo de los valores morales, en la manera como la humanidad ha asimilado y transformado la moral (lo que se denomina moralidad). Esto no lo puede enseñar más que la historia: estudio de la conducta humana. Puede decirse que la historia es el material de laboratorio para el ético o filósofo de la moral. El filósofo de la moral necesita estar íntimamente vinculado con la humanidad, conocerla hasta donde las ciencias se lo permitan. Teoría del derecho Una ciencia bastante cercana a la ética es la teoría del derecho, entendida como ciencia y no como mero conjunto de leyes jurídicas. La ética y el derecho son ciencias normativas, es decir, tienen como objeto estudiar normas. Sin embargo, hay una distinción fundamental entre ética y derecho por la naturaleza de las normas que estudian. La ética estudia normas morales, las cuales, para que sean tales, requieren la aceptación libre y consciente; en cambio, el derecho estudia normas jurídicas que se caracterizan por ser coercibles o impuestas por medio de la fuerza, sin que intervenga necesariamente la libertad del sujeto para su cumplimiento. Las normas jurídicas se imponen en forma autoritaria, mientras 29 30 Paula Gómez Alonso, op. cit. Ídem. 60 que las normas morales, no. El derecho es heterónomo, es decir, prescrito por una fuerza extraña; se impone al individuo prescindiendo de su libre 35 Caracterización de la ética asentimiento. En cambio, el acto moral es autónomo, prescrito por sí mismo, tomando como base la libertad humana. "El derecho —afirma Luis Recaséns Siches— está vigente, no porque las conciencias individuales o la opinión lo haya admitido o elaborado, sino porque y en cuanto ha sido dictado para el Estado."31 Aunque, en general, se admite el carácter heterónomo del derecho, hay autores, como Rudolf Laun en su libro Derecho y moral, que lo conciben como autónomo. La tesis de Laun es la siguiente: "Los mandatos del derecho son autónomos, pues quien obedece un deber jurídico, no una necesidad o una coacción, sigue tan sólo una ley que él mismo se ha impuesto para cada caso de aplicación concreta." Si la tesis de Laun es cierta, entonces se borrará toda diferenciación entre ética y derecho. Ética Y economía No podemos pasar por alto la estrecha relación que los fenómenos morales tienen con los factores económicos. La historia de la moral nos muestra cómo los principios morales son establecidos desde la postura de ana clase económicamente poderosa. A menudo podemos observar que merced a intereses económicos se justifica la explotación del hombre por el hombre. Los propietarios de esclavos siempre han pensado que la esclavitud es moralmente intachable, y desde la antigüe‐ dad hasta nuestros días han hallado incontables razones para justificar su postura. Los señores feudales y sus actuales herederos, los terratenientes de los sectores feudales y semifeudales de gran parte del mundo, tienen análogas justificaciones '"éticas" para vivir a costa del esfuerzo y los sudores de millones de siervos y peones, o de jornaleros del campo, ya sean fijos o eventuales. La clase capitalista de la moderna época industrial no se queda atrás de ningún modo con respecto a sus depredadores antepasados. "El negocio es el negocio" es el lema de los capitalistas, y todo lo miden por este rasero, tanto en el amor, como en la guerra o la empresa comercial e industrial…32 1. Redacta un trabajo acerca de las relaciones de la ética con las demás ramas de la filosofía; por ejemplo: con la lógica o con la teoría del conocimiento. 2. Investiga diversos criterios para clasificar o agrupar las ramas de la filosofía. 3. Elabora un ensayo de dos cuartillas sobre el tema: "ubicación e importancia de la ética en la filosofía". 4. Realiza trabajos monográficos donde se analicen las aportaciones posibles de diversas ciencias en el campo de la ética. Puedes entrevistar a los profesores de otras áreas de estudio, para determinar las diferentes ciencias estudiadas en tu escuela y analizar sus relaciones con la ética. 31 32 Citado por Francisco Larroyo en. Los principios de la ética social, México, Porrúa, 1965 Haward Selsam, Ética y progreso, México, Grijalbo, 1968, pp. 34‐35. 61 Resuelve las siguientes cuestiones: 1. ¿Por qué la ética es considerada como una disciplina práctica de la filosofía? 2. ¿Qué significa la palabra "gnoseología"? 3. Además de la ética, ¿qué otras disciplinas prácticas existen? 4. ¿Qué significa la palabra ethos de donde proviene "ética"? 5. ¿Cuáles son las limitaciones que presenta la definición etimológica de la ética? 36 Ética: Introducción a su problemática y su historia 6. Escribe a continuación la definición de la ética según su objeto o campo de estudio. 7. Explica la diferencia y relación que encontramos entre: ética y moral. a) Su diferencia consiste en b) Su relación estriba en 8. Explica la distinción entre "ética crítica" y "ética aplicada". 62 9, ¿En qué consiste el carácter teórico de la ética? 10, ¿Qué crítica le podemos hacer al "normativismo ético"? 11. Explica tres aspectos que la ética debe tener para ser ciencia. 12. A tu modo de ver ¿cuál método se ajusta más a los problemas que la ética estudia y por qué? 13, ¿En qué consiste el método fenomenológico? 14. A continuación explica la relación de ética con tres ciencias humanas. a) b) c) 15. ¿Qué ciencias apoyarían el estudio de los siguientes temas éticos? a) El carácter social que presenten las normas morales b) Los conflictos internos que padece el sujeto moral c) La evolución de las costumbre morales d) El significado moral de unos pergaminos antiguos 16. Escribe dentro del paréntesis una (V) si es verdadero y una (F) si lo que se dice a continuación es falso. 63 a) La ética es una disciplina filosófica b) La palabra ethos significa "costumbre" c) El creador del psicoanálisis fue Jung d) El súper yo se rige por el principio del placer e) La ética dicta o prescribe normas de conducta f) El método inductivo va de lo particular a lo general g) La ética empírica utiliza el método deductivo h) Los métodos "especulativos" favorecen a la ética ( ( ( ( ( ( ( ( ) ) ) ) ) ) ) ) i) La ética no debe aceptar el apoyo de otras ciencias ( ) j) La ética reflexiona sobre la moral ( ) k) La moral es una ciencia ( ) 37 Caracterización de la ética Antropología filosófica. Disciplina que estudia la naturaleza, sentido y meta del hombre. Axiología. Teoría o filosofía de los valores. Ciencia. Conocimiento objetivo, racional, sistemático y verificable. Ciencias formales. Ciencia que no deriva de la experiencia, que es a priori. Costumbre. Hábito adquirido por la repetición de actos de la misma especie. Estética. Disciplina filosófica que estudia lo bello y el arte. Filosofía de la historia, Disciplina que estudia el sentido de la historia. Física. De phisis, naturaleza; se refiere a la filosofía de la naturaleza. Forma lógica. Estructura de los enunciados o pensamientos. Lógica. Disciplina que estudia las formas del pensamiento (conceptos, juicios, raciocinios). Mayéuticitica. Método de conocimiento y educación creado por Sócrates, cuyo principal instrumento es la interrogación y el diálogo, gracias a los cuales cualquier hombre puede alcanzar la verdad con el solo recurso de su inteligencia. Método. Procedimiento para alcanzar un fin de conocimiento o acción. Moral. Conjunto de normas, principios y valores que, sin necesidad de coacción exterior, rigen la con‐ ducta individual y social del hombre. Moralidad. La moral efectiva; designa el grado de penetración y el nivel de cumplimiento de las prescrip‐ ciones morales. Ontología, Disciplina que investiga al ser. 64 Prescriptiva. Que dicta, que prescribe normas. Tabú, Palabra polinesia que significa no oses, no debes, está prohibido, etcétera. Teleológica. De thelos, fin; relativo a los fines que se persiguen. Teoría. Cuerpo de enunciados que permiten explicar determinados hechos o resolver problemas de conocimientos. Valor. Término que designa, según las diferentes escuelas filosóficas, la condición de ser estimables o apre‐ ciadas las cosas, o una propiedad, carácter o esencia de éstas, por lo que son estimadas. Adler. Alfred, El conocimiento del hombre, Buenos Aires, Espasa‐Calpe, 1957. Bunge. Mario, La ciencia, su método y su filosofía, Buenos Aires. Siglo XX, 1972. Freud, Sigmund. Introducción al psicoanálisis, Barcelona. Alianza Editorial, 1975. Fromm, Erich, Ética y psicoanálisis, México, FCE, 1972. Garzón. Mercedes y Garzón, Juan, Ética y sociedad, México, ANUIES, 1976. Hegel. G. W. E, Enciclopedia de las ciencias filosóficas, México, Porrúa, 1971. Lehmann, Rudolf, Introducción a la filosofía, Buenos Aires, Losada, 1969. Natorp, Pablo, El ABC de la filosofía crítica, México, Logos, 1972. Padilla, Hugo y Wonfilio Trejo, Temas de filosofía, México, ANUIES, 1976. Selsam, Howard, Etica y progreso, México, Grijalbo, 1968. 65 El alumno: • • •  Definición de moral  Moral y moralidad. Los dos planos de la moral o El plano normativo o El plano fáctico • •  Normas morales y otros tipos de normas o Norma moral y ley natural o Norma moral y reglas técnicas  Imperativos hipotéticos  Imperativo categórico o Normas jurídicas y normas morales o Normas morales y normas sociales o Normas morales y normas religiosas  Carácter histórico de la moral o Moral primitiva o Moral en la antigüedad clásica o Moral en la sociedad feudal o Moral en la sociedad moderna • Analizará los elementos que estructuran el fenómeno moral y a partir de éstos logrará construir la esencia de la moral; Diferenciará los distintos tipos de normas (morales, religiosas, sociales, jurídicas, etcétera); Caracterizará a la moral como un fenómeno social e histórico cuyas concepciones han sufrido cambios a través del tiempo; Reflexionará sobre el sentido de estos cambios para comprender la situación y posibilidades de la moral actual; Diferenciará y ubicará el ámbito de la moral frente a los hechos de la naturaleza; Valorará la vida moral y su incidencia en los diferentes sectores de la cultura: ciencia, política, arte y religión, así como en su vida cotidiana. 66  Diferencia entre actos morales y hechos de la naturaleza. Los actos del hombre v los actos humanos  La moral y su relación con otras actividades humanas o Moral y religión o Moral y política o Moral y ciencia o Moral y arte 40 Ética: Introducción a su problemática y su historia Definición de moral En este tema se analizará un poco el mundo de la moral, que, como ya se dijo, es la materia, el sustrato en que descansa la ética como disciplina filosófica. ¿Qué es la moral?, ¿cuáles son sus características esenciales?, ¿cómo está constituida?, ¿cuál es su diferencia con otras actividades humanas semejantes?... Todo este tipo de problemas constituye el asunto de este capítulo, cuyo objetivo es captar la esencia misma de la moral. En cuanto a la definición de moral, muchos son los conceptos que se han formulado acerca de ella, entre los cuales están los siguientes. 1. La moral es un conjunto de normas aceptadas libre y conscientemente, que regulan la conducta individual y social de los hombres. 2. La moral es un sistema de normas, reglas o deberes que regulan las acciones de los hombres entre sí. 3. La moral es el conjunto de reglas que la sociedad exige que un hombre observe dentro de ella. Un hombre moral es aquel que vive en concordancia con las costumbres de su sociedad; en caso de infringir las normas, el hombre será marginado de la sociedad. 4. En fin, la moral es el conjunto de normas y formas de vida a través de las cuales el hombre aspira a realizar el valor de lo bueno. Valiéndose de estas definiciones, pueden destacarse los elementos esenciales de la moral. Ésta contiene, ante todo, un conjunto de normas, sin las cuales no es posible concebirla. Estas normas tienen como propósito regular la conducta del hombre en la sociedad; además, deben ser realizadas en forma consciente y libre, e interiorizadas por el sujeto; mediante ellas, el individuo pretende llegar a realizar el valor de lo bueno. Así la moral está vinculada estrechamente con el valor de lo bueno. 67 Elementos esenciales de la moral Normas o códigos morales que regulan las acciones Un sujeto libre y consciente capaz de acatar o realizar estas normas Valores inherentes a las normas o reglas de conducta (bien, honestidad, justicia, honor, fidelidad, entre otros) Moral y moralidad. Los dos planos de la moral La moral está constituida por dos aspectos o planos, el plano normativo y el plano físico. El plano normativo En cuanto conjunto de normas, reglas o deberes que impone la sociedad, la moral comprende un plano normativo, el cual señala siempre un deber ser. Toda norma, todo imperativo, como su nombre lo indica, da una orden, manda cómo debe uno comportarse. Muchas veces se dice que la ética es la ciencia del deber ser, justamente por eso, porque estudia normas que valen independientemente de que se cumplan o no (es decir, tienen un carácter a priori). Cuando se piensa en una disposición, en un mandato —por ejemplo "Debes acatar la voluntad del Estado"— se está pensando en el plano normativo de la moral. Este mandato puede ser obedecido o bien, desobedecido. En la moral entran, pues, los actos aprobatorios (moralmente buenos) y los actos reprobatorios (moralmente malos). Esta característica de la moral, el abarcar tanto los actos buenos como los malos o inmorales se llama bipolaridad de los valores. 41 Esencia de la moral El plano normativo origina lo que se llama, estrictamente, moral. La moral es, pues, el conjunto de normas o imperativos que existen para ser realizados, y que se consideran valiosos y debidos, independientemente de que se realicen o no. Este plano normativo es el que ocupa más la atención de los filósofos de la moral. 68 El plano fáctico La moral existe para ser realizada. No tendría sentido prescribir una norma, si no fuera posible llevarla a cabo. Cuando se habla de la realización de la moral, se refiere uno al plano fáctico (defactum, hecho), al plano de los hechos. El plano fáctico está formado por los actos concretos que se realizan conforme a las normas establecidas (plano normativo). Un ejemplo del plano fáctico de la moral es el siguiente: el hecho de que, teniendo en cuenta la norma "debes acatar la voluntad del Estado", Sócrates no haya aceptado fugarse de la cárcel cuando su amigo Gritón le facilitaba todos los medios para ello; pero también podría haber sucedido que Sócrates violara esta norma. De todas maneras ambos tipos de comportamiento pertenecen al plano fáctico de la moral ¡uno es positivo y el otro negativo). El plano fáctico origina lo que se conoce como moralidad. No deben confundirse, pues, estos términos: toral es el conjunto de normas, reglas o imperativos, producto de una determinada época o sociedad; mien‐aas que la moralidad comprende los actos realizados conforme a la moral imperante. La moralidad es la moral hecha realidad (moral efectiva), es la manera cotidiana en que se viven las •ornas, es decir, la serie de actos efectivos, tal como se Balizan cotidianamente.33 La moralidad es lo que José Luis Aranguren denomina Ethica utens o moral vivida. Esta moral vivida o moralidad es la que se manifiesta en la experiencia, en historia, en la religión, etc. En general, piensa Arañaren, la ética de los libros de texto es una Ethica docens. o sea, una ética académica, vuelta de espaldas realidad; en cambio la Ethica utens no es la que se encuentra en los libros de filosofía, sino en la historia viviente, en ciertos testimonios humanos, o incluso en teratura. En los filósofos, no obstante pueden encontrar ejemplos notables de lo que es la Ethica utens; por ejemplo, Aristóteles describe en su Ética Nicomaquea la moral vivida por los griegos de su tiempo, traza i mano maestra caracteres como el del magnánimo y las virtudes reales, no las librescas o ideales de los griegos. Plano normativo. Normas y reglas que señalan un deber ser (la moral): Debes acatar la voluntad del Estado. Moral Plano fáctico. Los actos realizados conforme a la moral (moralidad): "Sócrates respeta la norma. Debes acatar la voluntad del Estado, y no se fuga de la cárcel desoyendo los ruegos de su amigo Gritón". Figura 3.1 Un ejemplo positivo de moralidad o "moral efectiva" es la de Sócrates cuando acata valientemente la voluntad del Estado que lo condena a morir. Normas morales y otros tipos de normas 33 Cfr. Mercedes y Juan Garzón, Ética y sociedad, México, ANUIES 69 Se ha visto que la moral está formada por un plano normativo y un plano fáctico; el primero está constituido reglas de conducta o normas morales. A la ética le interesa saber qué naturaleza tiene la norma moral, cuáles son sus características esenciales frente a otros tipos de normas o reglas. Estos problemas corresponden, en la ética, al tema llamado la esencia de la norma moral. En este parágrafo se compararán las normas morales con otro tipo de reglas, leyes y normas, con el fin de poder saber qué es y, qué no es una norma moral. 42 Ética: Introducción a su problemática y su historia Norma moral y ley natural Los éticos han advertido que se comprende bien qué es una norma si se la compara con el concepto de ley natural. Ya en el lenguaje cotidiano, para referirse a la norma moral, se utiliza, muchas veces, el concepto de ley. ¿En qué se diferencian las leyes naturales de las normas o leyes morales? Sobre la ley natural se han expresado muchas definiciones, todas ellas tienen en común lo siguiente: la es una relación constante entre los hechos. La ciencia se ocupa de las relaciones constantes e invariables entre los hechos, y a este tipo de relaciones les llama leyes. La palabra ley (en griego nomos) significa mandato, imperativo. Se llama así la relación permanente entre los fenómenos, debido a que es forzosa. Una característica esencial de la ley es que se trata de un juicio que señala relaciones constantes entre los fenómenos. Y esto se basa en el principio de causalidad que sostiene que a determinadas condiciones corresponden necesariamente determinadas consecuencias. Por ejemplo, si yo arrojo la pluma con que estoy escribiendo, sé de antemano que ésta tenderá a caer y no a quedar suspendida en el espacio, en virtud de la ley de la gravitación. La ley no admite excepciones, no dice que unos cuerpos caen y que otros no caen; su carácter de ley radica en que señala una necesidad. Frente al carácter necesario que presenta la ley natural, puede uno preguntarse: ¿Acaso la norma moral es semejante a la ley natural?, ¿acaso la norma moral también expresa una necesidad causal?... Se observa que la norma moral se dirige a seres capaces de cumplirla o violarla. Si no se piensa en un margen de ‐i^^H entonces la norma moral es imposible. ¿Qué caso tendría prescribir la norma "los hombres deben ser veraces", si éstos fueran necesariamente veraces? La norma moral se distingue de la ley natural en que no expresa una relación constante o necesaria, sino que descansa en el supuesto de la libertad. Por su finalidad las leyes naturales y las normas morales se diferencian porque las leyes son explicativas. El científico no hace juicio de valor, sólo se pregunta a qué leyes obedecen ciertos fenómenos. La función de la ley consiste en explicar un hecho con base en la relación que éste guarda con otro. En cambio, las normas morales son prácticas, no tratan de explicar sino de provocar, de Suscitar un comportamiento que se considera adecuado o valioso. Por ejemplo, cuando se dice "el hombre debe ser veraz", no se trata de explicar algo acerca de la veracidad o acerca del hombre, sino simplemente indicar que la veracidad debe ser realizada. Otra diferencia importante entre las normas morales y las leyes naturales consiste en que estas últimas necesitan ser corroboradas por los hechos. Si efectivamente los cuerpos no cayeran, no valdría la ley que sostiene que todos los cuerpos caen. Las leyes naturales, para ser tales, deben ser verificadas en la experiencia (carácter a posteriori de las leyes). En cambio, la comprobación empírica no existe en el orden normativo (carácter a priori de las normas morales). La validez de la norma toral es a priori, no se necesita observar si Juan, Pedro, entre otros, son veraces para determinar si vale la norma dice "debes ser veraz". Supóngase que en el salón de clase nadie llega temprano, ni cumple con sus tareas. Si la norma moral dependiera de la experiencia, si descansara en los hechos, entonces se tendrían que invalidar las normas que dicen: "Debes llegar temprano 1 tus clases", "debes cumplir con tus tareas". 70 Como se podrá observar, al referirnos a la "ley natural”, la hemos entendido como "ley científica", o sea: como aquellas leyes que los científicos (físicos, biólogos, químicos, etc.) formulan para explicar los procesos naturales. Sin embargo, cabe señalar que el concepto de "ley natural" tiene también una connotación metafísica, que es preciso explicar brevemente: bajo otro sentido se llama ley natural a una norma de carácter moral impresa en la conciencia del hombre y que se opone muchas veces a las leyes civiles, es decir, a las leyes positivas que son las leyes escritas (en constituciones, códigos, reglamentos, legislaciones). Mientras que la ley natural tiene su origen en la naturaleza misma del hombre como ser espiritual y racional (naturaleza que se supone incólume), la ley civil procede de un orden social o de una segunda naturaleza creada por el hombre. "La ley natural se distingue de las leyes civiles o positivas por los caracteres siguientes: en primer lugar, la ley natural es universal y absoluta, mientras que las leyes civiles son variables y relativas, puesto que éstas dependen tanto del hombre que las dicta, como de la época y del lugar en que se promulgan."34 Norma moral y reglas técnicas 43 Esencia de la moral Las normas morales también se han comparado con las llamadas reglas técnicas o reglas de las artes. Éstas constituyen una fórmula o receta técnica para el desarrollo eficaz de una actividad determinada (incluso los cursos llamados de "relaciones humanas" son reglas de este tipo). Las reglas técnicas coinciden con lo que Kant llamó imperativos hipotéticos. Según Kant, todos los imperativos se expresan por un deber ser y muestran la relación de una ley objetiva de la razón a una voluntad que, por su constitución subjetiva, no es determinada necesariamente por tal ley. El filósofo de Kónigsberg distingue entre imperativos hipotéticos y el imperativo categórico. Imperativos hipotéticos Representan la necesidad práctica de una acción posible, como medio para conseguir otra cosa que se quiere (o que es posible que se quiera). Estos imperativos hipotéticos son semejantes a lo que se conoce como reglas técnicas, pues éstas señalan medios para lograr determinadas finalidades; su observancia no constituye una obligación para el sujeto que las aplica. Un ejemplo de regla técnica sería "los requerimientos que debo observar para construir un puente". Éste deber es, en realidad, una necesidad condicionada. Las reglas técnicas no expresan obligaciones sino que establecen condiciones. Una regla técnica dice "si quieres a tienes que realizar necesariamente b" (si quieres construir un puente tienes que ceñirte a determinadas reglas de la ingeniería). Las normas morales, en cambio, postulan deberes; su observancia es facultativa (por ejemplo, los preceptos contenidos en el Decálogo). Imperativo categórico Es el que representa una acción por sí misma, sin referencia a ningún otro fin, como objetivamente necesaria. Aquí la acción está representada como buena en sí, esto es como necesaria en una voluntad conforme con la razón. Kant considera la norma reflejada en este imperativo categórico. 34 Cfr. Gregorio Fingerman, Lecciones de filosofía, Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 1964. 71 A diferencia de los imperativos hipotéticos, el imperativo categórico no expresa condiciones, no dice quieres conseguir a debes realizar b", sino que expresa un deber ser como fin en sí mismo (a debe ser b): "Debes ser veraz, sin condición alguna". Las reglas técnicas también equivalen a lo que Kant Dama reglas de la habilidad, consejos de la sagacidad; todas ellas no expresan una necesidad incondicionada y objetiva (universalmente válida) como el imperativo categórico. "El consejo —dice Kant—, si bien encierra necesidad, es válido sólo con la condición subjetiva contingente de que éste o aquel hombre cuente tal o cual cosa entre las que pertenecen a su felicidad; en cambio, d imperativo categórico no es limitado por condición alguna y puede llamarse propiamente un mandato, por ser, como es, absoluta, aunque prácticamente necesario." (Aquí, la palabra necesario, no significa necesidad causal, sino deber.) Lectura Sobre las reglas técnicas No sólo es posible, sino frecuente, que la regla técnica preexista a los fines subjetivos que los hombres se proponen cotidianamente y también que se encuentre codificada junto a otras reglas utilizables para y en cierto tipo de actividades. Los manuales para la cría de gallinas existen aun antes de que muchos granjeros escojan este oficio y antes también de que se decidan a utilizar aquéllos. Los diversos enlistamientos, recopilaciones y colecciones de estas reglas, realizados en ocasión i/para su utilización en actividades determinadas, constituyen lo que se llama "Las técnicas de cada actividad". Así, hay Figura 3.2 Las reglas técnicas de la investigación bibliográfica contenidas en manuales —que técnicas son, sin duda, el escolares y profesores utilizan—, técnicas culinarias en los recetarios de signo más visible de la vida. cocina, etc. No siempre es así, sin embargo, no siempre podemos echar mano de una compilación preexistente. La vida presenta e interpone urgencias que hay que acometer de in‐ mediato, sin la menor posibilidad de consultar a nadie, menos un libro especializado. Por ello, por relacionar medios con fines que a la vez pueden vincularse tanto con el comportamiento usual y de todos los días, con el excepcional y extraordinario, las reglas técnicas son, sin duda, el signo más visible de la vida, el mecanismo a través del cual ésta se hace patente y se externa más a menudo. José Castillo Farreras, Las reglas técnicas, México, Escuela Nacional Preparatoria, UNAM (ensayos y estudios 1), 1988, p. 20‐21. 44 Ética: Introducción a su problemática y su historia Normas jurídicas y normas morales Al examinar las relaciones entre ética y teoría del derecho, se vio el parecido entre estas ciencias, ya que las dos se refieren a normas o las estudian. Sin embargo, se dijo, las normas jurídicas estudiadas por el derecho tienen la característica de ser coercibles, esto es, de imponerse por medio de la fuerza. En cambio, las normas morales no presentan esta coercitividad en la medida en que son acatadas libre y conscientemente. Dicho de otra manera, las normas del derecho son heterónomas, mientras que las de la moral son autónomas. 72 La violación de la norma jurídica trae como consecuencia el castigo penal (multa, encarcelamiento, destierro, pena de muerte, etc.). El derecho es una expresión social acompañada de sanciones legales. En cambio, la violación de una norma moral acarrea lo que se llama remordimiento moral. Este carácter no coercible de las normas morales ha hecho pensar en una especie de supremacía de la moral sobre el derecho. Así, José Vasconcelos, en su Ética, dice, por ejemplo: "El Derecho depende del criterio social, convencional, ocasional del legislador, no siempre de los dictados de una moral trascendente. La moral puede llegar a ser estética, y, hecha virtud, alcanza a Dios. El_Derecho apenas puede garantizarnos la equidad de las relaciones individuales, las libertades públicas, el orden en el caos de los apetitos; su misma culminación puede ser ética, nunca estética".3 Recordemos que según Vasconcelos, lo estético significa una instancia superior a otras formas de vida. Expliquemos algunas diferencias entre normas morales y normas jurídicas a través del siguiente cuadro sinóptico: Normas morales. • • • • Regulan el comportamiento interno del sujeto. Su desobediencia entraña un remordimiento de conciencia (sentimiento de malestar moral que experimenta el individuo cuando una tendencia buena ha sido sacrificada a una tendencia negativa). Son acatadas en forma libre y consciente. Son autónomas (autolegislación del sujeto). Normas jurídicas • • • Regulan el comportamiento exterior del sujeto. Su desobediencia entraña un castigo penal (coercitividad). Son heterónomas, su fuerza obligatoria proviene de una voluntad extraña al sujeto (códigos penales, leyes formuladas por el Estado, entre otros). Normas morales y normas sociales Dentro del comportamiento normativo se encuentran reglas convencionales que no pertenecen propiamente al ámbito de la moral y que regulan también el comportamiento de los hombres en la sociedad. Estas reglas, llamadas normas sociales, reglas de convivencia social o del trato social, también entrañan obligaciones y regulan las relaciones de los individuos. Son, por ejemplo: vestir adecuadamente en una ceremonia, conceder el lugar a una dama, devolver un saludo, etcétera. La ética se pregunta si acaso estas reglas tienen un carácter moral, cuáles son sus relaciones y diferencias con las normas jurídicas y morales. El tipo de obligación que entrañan estas reglas de convivencia social no es, en manera alguna, una im‐ posición coercitiva inherente al derecho; tampoco hay, en este tipo de reglas, una convicción y adhesión íntima como las que acompañan a las normas morales. El incumplimiento de una norma social, por 73 ejemplo saludar con corrección, no implica una multa o algo parecido sino sólo la reprobación o el ridículo. En general todas estas reglas de cortesía son cumplidas por el sujeto de manera impersonal y hasta hipócrita. Una forma de saludar y felicitar es casi siempre una especie de cliché, de forma convencional. Las reglas sociales cambian considerablemente de una sociedad a otra, incluso de un grupo social a otro. Muchas de estas reglas, por su intrascendencia, suelen desaparecer rápidamente. Como un ejemplo curioso de estas normas sociales se cita el siguiente fragmento de León Tolstoi, donde describe a una persona decente tal como la concibe un joven aristócrata ruso: 45 Esencia de la moral Mi comme il faut (como debe ser), es decir, la noción de cómo debe ser una persona decente, consistía, en primer lugar y, principalmente, en dominar a la perfección el idioma francés y el acento. El individuo que hablaba mal el francés inmediatamente me resultaba odioso. "¿Para qué quieres hablar como nosotros si no sabes?", me preguntaba mentalmente con una ironía venenosa. La segunda condición del comme ilfaut eran las uñas largas, pulidas y limpias; la tercera consistía en saber hacer reverencias, bailar y conversar; la cuarta y la más importante consistía en ser indiferente a todo y en manifestar constantemente cierto tedio elegante y despreciativo...35 Lectura Reglas de urbanidad La etiqueta es una parte esencialísima de la urbanidad. Dase este nombre al ceremonial de los usos, estilos y costumbres que se observan en las reuniones de carácter elevado y serio y en aquellos actos cuya solemnidad excluye absolutamente a todos los grados de la familiaridad y la confianza. El imperio de la moda, a que debemos someternos en cuanto no se aparte de la moral y de las buenas costumbres, influye también en los usos y ceremonias pertenecientes a la etiqueta propiamente dicha, haciendo variar a veces en un mismo país la manera de proceder en ciertos actos y situaciones sociales. Debemos por tanto, adaptar en este punto nuestra conducta a la que sucesivamente se fuere admitiendo en la sociedad en que vivimos, de la misma manera que tenemos que adaptarla a lo que hallemos establecido en los diversos países en que nos encontremos. Manuel Antonio Carreño, PAanual de urbanidad y buenas maneras, México, Editora Nacional, 1979, pp. 40‐41‐44. Normas morales y normas religiosas 35 Citado por A. F. Shishkin, en Teoría de la moral, México, Grijalbo, 1970. 74 Para aclarar la esencia de la norma moral, también se la ha comparado con las normas religiosas. Toda religión deberes, normas que regulan el comportamiento de los fíeles. Ahora bien, ¿tienen estas normas un moral? Es obvio que muchas de estas reglas carácter moral (por ejemplo, los mandamientos Decálogo); en cambio otras, por su carácter formal y externo, son indiferentes a la moral (por ejemplo, asistir a un ritual). Otras normas religiosas pueden hasta atentar contra la moral (por ejemplo, los sacrificios humanos). Al igual que el derecho, la religión incurre en la heteronomía. Aquí el sujeto no actúa libremente, la obligación proviene de una suprema autoridad. En su obra Ética y psicoanálisis, Erich Fromm distingue entre una ética autoritaria (ética religiosa) y una ética humanista. En la primera, una autoridad es la que establece lo que es bueno para el hombre y prescribe las leyes y normas de conducta. En cambio, en la ética humanista, es el hombre mismo quien establece las normas y es, a la vez, el sujeto de las mismas. La distinción que ofrece Erich Fromm puede muy bien servir para ilustrar la naturaleza de las normas morales frente a las religiosas. Esta distinción entre ética autoritaria y ética humanista, no significa, empero, que esta última esté exenta de autoridad. Lo que sucede es que la autoridad que impera en la ética autoritaria es de carácter irracional e indiscutible, mientras que en la ética humanista se encuentra una autoridad racional, sujeta a críticas y correcciones. En la ética autoritaria la crítica a la autoridad no es sólo algo no solicitado sino prohibido. La autoridad irracional —sostiene Erich Fromm— se basa por su misma naturaleza en la desigualdad e implica diferencias de valores, o sea, el individuo queda aniquilado frente a una autoridad que se considera siempre superior. En la ética autoritaria la norma proviene de una autoridad trascendente al individuo. La autoridad ordena que la obediencia sea la máxima virtud y la desobediencia, el pecado capital. La rebelión es el pecado imperdonable en la ética autoritaria. El Antiguo Testamento, en el relato de los orígenes de la historia del hombre, ofrece un claro ejemplo de lo que es esta ética autoritaria, con el desafío o pecado cometido por Adán y Eva. Sin embargo, es necesario aclarar que la ética autoritaria no es en absoluto religiosa, pues también cobra expresión en Estados totalitarios y antidemocráticos. 46 Ética: Introducción a su problemática y su historia La historia de las religiones nos enseña que las normas religiosas exigen, casi siempre, la conformidad de las acciones humanas con la voluntad de un ser supremo. Así, en la India, en Babilonia, entre los hebreos, en Grecia y en Roma, la creencia religiosa cristaliza en códigos, en mandamientos, en leyes y preceptos donde la suprema moral es al propio tiempo la norma divina. En este tipo de moral los soberanos, reyes o profetas, prescriben la conducta a seguir mientras que los hombres obedecen lo que se les muestra como norma superior, como decreto de origen extraterreno y por ello, inviolable.36 En la India. Brahma inspira a Manu el Libro de leyes. En la estela (piedra con inscripciones) de Hammurabi, quien reinó en Babilonia dos milenios antes de nuestra era, el rey escribe su código bajo el dictado del dios Marduck. Entre los hebreos. Jehová entrega a Moisés las Tablas de la Ley donde está grabado el Decálogo. En Persia, Ahura Mazda, en lo alto de una montaña, entre rayos y relámpagos, entrega a Zoroastro el Libro de la Ley. Una divinidad confía al rey Minos las Leyes de Creta. Es el hijo de Dios quien aporta a los cristianos el 37 modelo de su sabiduría y los Mandamientos de su moral. Mahoma escribe su Corán bajo el dictado de Alá. 36 37 Cfr. Garandy, El marxismo y la moral, México, Ediciones Cuauhtémoc, 1975, p. 8. Ídem. 75 De este modo vemos cómo las normas religiosas se presentan como objeto de una revelación. Estos preceptos tienen una procedencia divina, extrahumana y, siendo así. están fuera del alcance del hombre quien no tiene capacidad para comprenderlas y juzgarlas (como dice Erich Fromm al hablar de la "ética autoritaria"). Es necesario, pues, que la divinidad intervenga directa o indirectamente para dictar su voluntad y hacerla valer. Las diferencias y especificidad de las normas morales frente a otro tipo de normas o reglas pueden ser resumidas esquemáticamente en la siguiente forma: Tipo de sanciones. • • • • Normas morales. Remordimiento moral o castigo interno de la conciencia. Normas jurídicas. Castigo penal (amonestaciones, encarcelamiento, multa, hasta pena de muerte). Normas religiosas. Castigo divino (efectuado en una vida ultraterrena). Normas sociales, de cortesía o de trato social. Rechazo social, ridículo social. Fuentes de la heteronomía. • • • Norma jurídica. La obligatoriedad proviene del Estado, de la voluntad de los legisladores, de códigos penales, etcétera. Norma religiosa. La obligatoriedad proviene de la voluntad y designio de un ser supremo (Dios), de la Iglesia. Norma social. La obligatoriedad proviene de las costumbres, de los convencionalismos sociales. Norma moral Reclama ser realizada por una plena autonomía (la obligatoriedad deriva del sujeto como ser libre y responsable). Carácter histórico de la moral La moral reviste un carácter histórico. Ya se ha visto cómo la ética tiene que partir de la historia para poder establecer sus conclusiones. La moral se inicia cuando el hombre forma sociedades, abandona su naturaleza puramente animal y comienza a sentirse miembro de una comunidad. Es entonces cuando se ve impelido a crear reglas y normas de comportamiento que le permitan regular sus relaciones con los demás miembros de la comunidad. En la historia, la moral recorre una serie de etapas que se reseñarán en forma breve; la ética no consiste en una mera descripción del fenómeno moral. Esta tarea pertenece, en todo caso, a la historia de la moral. Frente a los cambios históricos de la moral, la ética se propondrá explicar su sentido y establecer las leyes del pro‐sreso moral. 47 Esencia de la moral Moral primitiva Es la moral que comienza a desarrollarse en la aurora de la sociedad humana. En esta moral impera un colectivismo que borra todo individualismo; las diversas actividades son realizadas en común por los integrantes de la tribu (recolección de frutos, pesca, construcción de viviendas, etc.)‐ La moral primitiva es 76 consuetudinaria, es decir, se mantiene por la fuerza de la costumbre. Una de las bases de la moral primitiva es la ayuda mutua, la obligación recíproca de ayudarse (espíritu de solidaridad). Defenderse y vengar las ofensas.38 La virtud fundamental es el valor del individuo pues‐» en práctica en la defensa y preservación de la tribu. El vicio es lo contrario: la cobardía o indiferencia a los intereses de la tribu. Moral en la antigüedad clásica Es la moral que se desarrolla en la cultura grecorromana, del siglo v a.C., hasta los inicios del cristianismo. Se caracteriza por el surgimiento de la esclavitud y piedad privada. Los esclavos son considerados simples instrumentos al servicio de los hombres: al igual que los esclavos, la mujer es menospreciada por considerársele inferior. Platón se vanagloriaba por haber nacido libre y por no haber sido mujer, moral imperante es la desarrollada por los hombres libres, cuyas virtudes tienden a exaltar el espíritu: fidelidad al Estado, heroísmo y valor en la guerra observancia de las leyes, etcétera. Esta moral propia de la sociedad esclavista encuentra su justificación en las teorías de los filósofos clásicos. Aristóteles, el más grande pensador del mundo antiguo, se niega a admitir que el esclavo sea hombre, y la mujer libre, un miembro de la sociedad con igualdad. Moral la sociedad feudal Durante la Edad Media surge una nueva moral. El régimen se basa en la gran propiedad de tierra. En .esclavo se encuentra el siervo, que es propiedad del terrateniente; pero se le considera un ser se le da cierta protección. La moral que domina es la propagada por la aristocracia, cuyas virtudes i el culto al honor, el valor y el arte de la guerra, la nobleza de sangre, el desprecio al trabajo manual. El código moral de los caballeros tiene exigencias como las siguientes: Todo caballero debe tener rectitud y lealtad conjuntamente; debe proteger a los pobres para que los ricos no los opriman, y sostener a los débiles, para que los fuertes no los humillen, debe alejarse de cualquier lugar donde habite la traición o la injusticia. Cuando las damas o doncellas necesiten de él, debe ayudarlas con su poder, si quiere ganar alabanzas y premios, pues hay íjue honrar a las mujeres y soportar la pesada carga de defender su derecho.39 Una característica esencial de esta moral feudal es la subordinación a la religión. La religión es la suprema legisladora de la moral, religión que aconseja el ascetismo y la resignación ante las miserias e injusticias. En la Edad Media imperaba la noción de un supremo fin‐ultraterrestre, al que debía ajustarse toda conducta. Figura 3.5 La moral en la antigüedad clásica fue desarrollada por los hombres libres, quienes exaltaban el espíritu cívico, como la fidelidad al Estado y a las leyes. 38 39 A. F. Shishkin, op. cit. Trovadores y cortes de amor, Buenos Aires, Argentina, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1960 77 Figura 3.4 La moral ha existido prácticamente desde los inicios de la sociedad humana; sus bases eran la ayuda mutua con el fin de defenderse de un medio muchas veces hostil. 48 Ética: Introducción a su problemática y su historia Lectura La moralidad en la época feudal La moral feudal como expresión de nexos estamentales jerárquicos El sistema feudal representa una especie de pirámide de nexos de dependencia personal estric‐ tamente fijados en el sistema jerárquico de los status estamental‐clasistas y profesional‐corporati‐ vos. La servidumbre es completada con relaciones de proteccionismo y vasallazgo. El campesino me‐ dieval se hallaba en dependencia triple de los feudales —personal, por la tierra y judicial—> y cada una de ellas significaba determinadas obligaciones refrendadas por la tradición. Las relaciones de ayuda mutua en los grupos comunales y corporativo‐estamentales eran sustentadas por un con‐ junto de códigos morales cerrados que reglamentaban estrictamente unos u otros "conjuntos " de derechos y obligaciones de los individuos (órdenes de caballería, talleres y gremios, sectas religiosas, estatutos universitarios). En esta sociedad el individuo no podía sentirse seguro sin protección (per‐ sonal o de algún grupo o corporación). Y si no la tenía de nacimiento, tenía que adquirirla. La per te‐ nencia al estamento era propiedad individual inalienable; el prestigio moral dependía del status del hombre y aparecía como la posesión de cualidades morales "naturales" dadas "de nacimiento". De plena conformidad con semejante estructura de la sociedad, la idea feudal de la justicia presuponía una medida de retribución desigual y un grado de responsabilidad moral desigual "según la dignidad" (en dependencia del estamento, de la nobleza). Marx recalcó que en el feudalismo "todos son dependientes", tanto los siervos de la gleba, como los feudales, tanto los vasallos como los señores feudales, tanto los seglares como los sacerdotes. En este contexto el problema de defensa del status a los ojos de la opinión pública es fundamental. La idea del "lugar debido" en la jerarquía de los status de prestigio estamental, que deben ocupar los grupos, las corporaciones, así como todo individuo, es irrevocable para la mentalidad feudal. Esta posición de partida de la conciencia moral es tan indiscutible que (hasta cierto tiempo) no se pone en tela de juicio. Se puede discutir sobre el prestigio de tal o cual individuo o grupo, pero la justeza del propio principio de la jerarquía socio‐moral no provoca duda alguna. De esta manera, la posición departida expresa tanto la posición objetiva del individuo (estamental, clasista), como los parámetros (posibilidades, fines) subjetivos de su vida moral. El sentido agudo de distancia entre los miembros de diferentes grupos sociales es defendido por multitud de prohibiciones, costumbres, ritos, y, en caso de necesidad, por la punta de la espada. La moralidad es refrendada en formas religiosas como mandamiento "divino " de "conocer su sitio en la vida". Moral en la sociedad moderna 78 Tomando como banderas los ideales de libertad, tolerancia y progreso, la Época Moderna instaura una nueva idea del hombre y la moral que contrasta con la que priva durante la Edad Media. Se llega a superar la esclavitud y la servidumbre; sin embargo, las nuevas condiciones sociales propician la aparición de dos clases antagónicas: la de los capitalistas y la de los proletarios. Las relaciones humanas giran en torno al afán 79 EI hombre y la ética El alumno: Criterios para el estudio del hombre Criterio trascendentalista Criterio inmanentista Diversos conceptos del hombre Teoría clásica del hombre (teoría del homo Sapiens) Teoría del homo faber Concepto del hombre como animal simbólico Concepto marxista del hombre ,.. Aprenderá a vincular el problema del hombre con la ética; ,.. Reflexionará acerca de los problemas planteados por la antropología filosófica; ,.. Comprenderá y valorará diversas concepciones del hombre; ,.. Distinguirá diferentes criterios para evaluar dichas concepciones con base en los elementos vistos y analizados; ,.. Será capaz de elaborar su propia visión del hombre. 80 E l h o m b r e y la é tic a La ética enfoca su estudio hacia una forma de comportamiento humano, que es la moral. Este comportamiento se distingue por su carácter histórico y social. Esta disciplina se halla estrechamente vinculada con el problema del hombre. "Para algunos filósofos -dice Wonfilio Trejo en su Antología de ética - la idea de la moral es ya la idea de hombre, el hombre es constitutivamente el ser moral; para otros el ser moral no es a cabalidad del ser de hombre, sino una de sus formas de ser." Como quiera que sea, no puede negarse la relación tan estrecha que existe entre.la ética.y el hombre. Por ello este capítulo está dedicado al problema del hombre. Ya se ha hecho mención en anteriores párrafos, que la ciencia que se ocupa de indagar la esencia del hombre es la antropología filosófica; esta disciplina es de las más complejas, en virtud de su generalidad: la antropología filosófica no pregunta por éste o por aquel aspecto determinado del hombre, sino que pretende abarcarlo, contemplarlo en su totalidad. Kant formula las siguientes preguntas, que deberían ser planteadas por la filosofía en su sentido cósmico (in sensu DIVERSAS CONCEPCIONES ANTROPOLÌ GICAS Elementos humanos Concepciones antropológicas Razón Racionalismo Voluntad Voluntarismo Sentimiento Romanticismo !_ J El hombre como Primacía del sentimiento sobre la razón. Juan Jacobo Rousseau: "¿Existir es sentir. Nuestra sensibilidad es indiscutiblemente anterior a nuestra inteligencia y nosotros hemos tenido sentimientos antes ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo esperar? ¿Qué es el hombre? La primera pregunta la responde la metafísica, la segunda la moral, la tercera la religión y la cuarta la antropología filosófica. Sin embargo, Kant considera que, "en el fondo, todas estas disciplinas se podrían refundir en la antropología, porque las tres primeras cuestiones revierten en la última". He aquí, pues, la gran complejidad que entraña la antropología filosófica; cornpleji dad que ha sido advertida por los filósofos de todos los tiempos. Malebranche (16381715) dice, por ejemplo, que entre todas las ciencias humanas la del hombre es la más digna de él. Y, sin embargo, no es tal ciencia, entre todas las que poseemos, ni la más cultivada ni la mas desarrollada. La mayoría de los hombres la descuida por completo y aun entre aquellos que se dan a las ciencias muy pocos hay que se dediquen a ella, y menos todavía quienes la cultiven con éxito. Por otra parte. el filósofo mexicano Samuel Ramos (1897-1959), en su obra Hacia un nuevo humanismo, explica de este modo la complejidad que encierra la antropología filosófica: El hombre como "animal racional". Filosofía clásica: Sócrates, Platón, Aristóteles. Cartesianismo: El hombre como sustancia pensante. expresión de la voluntad de vivir. (Schopenhauer) El hombre como voluntad de poder. Ideal del superhombre. (Nietzsche) cosmico): a) b) c) d) Ejemplos que ideas". Instintos , . ~ , • . 1 '. ' ~ Naturalismo El instinto o impulso Biologismo Psicoanálisis sexual como determinante de la conducta. (Freud) '.,",,"'"'1'.'" El problema de la antropología filosófica -dice- estriba en que el hombre es un crucero en que se juntan varias categorías del ser. ¿En cuál de ellas radica lo esencialmente humano? Casi hay tantas concepciones del hombre como elementos constituyen su existencia. Cada una de esas concepciones toma una parte y pretende erigirla ~ ," " . en el todo de la existencia humana, la cual resulta mutilada por la unilateralidad de la visión. El hombre es cebido como razón, como voluntad, como sentimiento, como instinto, etcétera. Tales ideas ·provienen de tres fuentes: la religión. la filosofía y la ciencia natural. ! , 81 Criterio trascendentalista Tiende a concebir al hombre como un producto de la creación divina. Según este criterio, el destino del hombre consiste en trascender o superar su vida terrenal e imperfecta orientándose a un mundo transempírico o metafísico. Encontramos ejemplos de esta concepción del hombre en doctrinas idealistas como el platonismo; en doctrinas religiosas como el cristianismo para el cual la naturaleza queda degradada en aras de una vida ultraterrena, y para el cual el hombre es una criatura de Dios perdida, desterrada por el pecado original y cuya salvación depende de la gracia divina. Criterio inmanentista F i g u r a 4.1 Samuel Ramos (1897-1959). Al abordar el tema del hombre nos habla de la crisis de valores. "La civilización de nuestros días - dice el maestro mexicano- se rige por los valores materiales y parecen no interesarle los valores humanos. Su tipo representante es la sociedad burguesa. Tras un esfuerzo secular, la inteligencia llegó a crear una admirable técnica sin precedente en la historia. y ha sido tan desproporcionado el crecimiento y tan maravillosos los resultados, que bien pronto su creador los elevó de medios que eran, a la categoría de fines." Si el hombre es un compuesto de diversos elementos agrega Ramos - la antropología no va a conceder el privilegio a uno de ellos, negando todos los demás. Ella acepta todos esos elementos con los derechos relativos que a cada uno asisten. El problema de la antropología es más bien determinar cómo esos elementos particulares se integran en una unidad, qué relaciones hay entre ellos y cuál es la estructura esencial que forman. Averigua si es posible ordenar esos elementos en una jerarquía, conforme a una escala objetiva de valores. Criterios para el estudio del hombre Son diversos los enfoques o criterios que han utilizado los autores para explicar la naturaleza del hombre. A manera de ejemplo, nos referiremos, brevemente, a los siguientes: Este criterio explica al hombre como un producto de la naturaleza o de la historia. Considera que más allá del hombre no hay Dios ni dioses. Por ejemplo, este criterio se aplica en la teoría evolucionista de Darwin, así como en el materialismo histórico. Para la teoría de Darwin, el hombre es un animal evolucionado, la totalidad de su vida culmina en el momento mismo en que ocurre su muerte biológica. El evolucionismo sostiene que las especies se modifican gradualmente. Darwin afirma que las variaciones individuales favorables tienden a ser conservadas y las desfavorables o menos útiles a ser destruidas (selección natural). El resultado supondría la formación de nuevas especies. Sin embargo, la evolución de las especies no depende solamente de la selección natural. He recapitulado los hechos --comenta Darwin - y consideraciones que me han convencido por completo de que las especies se han modificado durante una larga serie de generaciones. Esto se ha efectuado principal- mente por la selección natural de numerosas variaciones sucesivas, pequeñas y favorables. Auxiliada de modo importante por los efectos hereditarios del uso y desuso de las partes, y de un modo accesorio - esto es en relación con las estructuras de adaptación, pasadas o presentespor la acción directa de las condiciones externas y por variaciones que, dentro de nuestra ignorancia, nos parece que surge espontáneamente. Quizá con anterioridad rebajé el valor y la frecuencia de estas últimas formas de variación, en cuanto que conducen a modificaciones permanentes de estructura, con independencia de la selección natural. Y como mis conclusiones han sido recientemente muy tergiversadas, y se afirma que atribuyo la modificación de las especie. 82 El criterio evolucionista sustentado por Darwin en su obra El origen de las especies fue extendido al hombre. En febrero de 1867, Darwin inició la redacción de un capítulo "acerca del hombre", que tenía por objeto mostrar que el criterio evolucionista era aplicable a la especie humana. F i g u r a 4.2 Según la posición inmanentista de Carlos Darwin, el hombre es un animal evolucionado, su vida culmina en el momento mismo que ocurre su muerte biológica. La teoría evolucionista tuvo considerables repercusiones. Weismann, Haeckel, Helmoholtz, Giard, Marey, constituyen el núcleo de una gran pléyade de evolucionistas, que con sus investigaciones modificaron y modernizaron – reforzándola - la tesis de Darwin, de acuerdo con los adelantos de las ciencias biológicas. El materialismo histórico, por su parte, sostiene que la base de explicación del hombre y de su cultura es la situación económica de la sociedad en cada lugar y época. En el prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política, Marx proporciona los principios fundamentales del materialismo histórico: En la producción social de su vida --dice- los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una determinada base de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de revolución por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones d e la vida 'material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso, en la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático. El antiguo, el feudal y el moderno burgués.3 El materialismo histórico, por otra parte, implica una ruptura con el idealismo hegeliano. "Para Hegel -dice Marx- el proceso del pensamiento, al que convierte incluso, bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo real... Para mí, por el contrario, lo ideal no es más que lo material traspuesto. Traducido en la cabeza del hombre.”4 83 Coincidiendo con el pensamiento de Marx, Federico Engels escribe en su Anti-Dühring: .. .la unidad del mundo no consiste en su ser […] la unidad real del mundo consiste en su materialidad, que tiene su prueba en el largo y penoso desarrollo de la filosofía y las ciencias naturales […] El movimiento es la forma de existencia de la materia. Jamás ni en parte alguna ha existido ni puede existir materia sin movimiento ni movimiento sin materia […] Si nos preguntamos […] qué son, en realidad, el pensamiento y la conciencia y de dónde proceden, nos encontramos con que son productos del cerebro humano y con que el mismo hombre no es más que un producto de la naturaleza que se ha formado y desarrollado en su ambiente y con ella; por donde llegamos a la conclusión, lógica por sí misma, de que los productos del cerebro humano, que en última instancia no son tampoco más que productos naturales, no se contradicen, sino que se armonizan con la concatenación general de la naturaleza. Hegel era idealista, es decir, que no consideraba las ideas del cerebro como reflejos más o menos abstractos de los objetos y de los fenómenos' reales, sino, al contrario, eran los objetos y su desarrollo los que para él eran los reflejos de la idea, existente, no se sabe dónde, antes de aparecer el mundo.5 Según el materialismo histórico, la historia de la filosofía comprende dos actitudes opuestas que abordan el problema del pensar y el ser (pensamiento y realidad). ¿Qué es lo primero: el espíritu o la naturaleza? ... Los que afirman que el espíritu es lo primero dan lugar a las concepciones idealistas de inspiración religiosa; mientras que los que afirman lo segundo originan las concepciones materialistas. Pero, dentro del materialis-mo, es necesario distinguir entre el materialismo tradi-cional y el materialismo histórico, fundado por Marx y Engels. A juicio de Marx y Engels, el viejo materialismo presenta las siguientes limitaciones: por la cual no hace más que "interpretar al mundo", cuando en realidad se trata de "transformarlo"; es decir, no comprende la importancia de la "actuación revolucionaria práctica" . Cabe señalar que este materialismo vulgar que critican Marx y Engels cobra expresión en pensadores como Feuerbach, Büchner, etcétera. El materialismo histórico permite, por primera vez, el estudio objetivo de las condiciones sociales de la vida de las masas y de los cambios experimentados por estas condiciones; señala el camino para una investigación completa del proceso de nacimiento, desarrollo y decadencia de las formaciones económico-sociales (en los que entra la moral). El materialismo histórico aborda problemas como los siguientes: si bien es cierto que el hombre es el protagonista de su propia historia (plano inrnanentista), ¿qué es lo que determina sus móviles?, ¿a qué se deben los choques de las ideas y aspiraciones contradictorias?, ¿qué representa el conjunto de todos estos choques que se producen en la masa toda de la sociedad humana?, ¿cuáles son las condiciones objetivas de producción de la vida material que forman la base de toda la actuación histórica de los hombres?, ¿cuál es la ley que preside el desenvolvimiento de estas condiciones? ... Diversos conceptos del hombre No se puede realizar un examen completo de los valores y normas que nos rigen si no se tienen en mente las teorías que se han desarrollado acerca de la naturaleza humana. El hombre como objeto de estudio ha sido abordado' por di versas ciencias. a) es predominantemente mecánico y no tiene en cuenta los últimos progresos de la química y la biología; b) no tiene un carácter histórico ni dialéctico (sino metafísico, en el sentido antidialéctico) y no mantiene de un modo consecuente ni en todos sus aspectos el criterio de la evolución, y c) concibe la "esencia humana" en abstracto, y no como "el conjunto de las relaciones sociales" (históricamente concretas y determinadas), razón Tan sólo en lo que va del siglo se ha enriquecido enormemente el conocimiento de los aspectos biológicos del hombre y, en particular, la constitución y funcionamiento del sistema nervioso y las glándulas de secreción interna. Al conocimiento estrictamente biológico se ha agregado el aporte de la psicología, la sociología; la antropología cultural, la lingüística y muchas otras ramas de las llamadas ciencias sociales 84 Sin duda, todas estas ciencias nos proporcionan va- liosos datos sobre la naturaleza del hombre. A diferencia de estas ciencias, la antropología filosófica aspira a darnos una visión más global o integral del ser humano. Como disciplina filosófica trasciende los hechos empíricos para intentar dar cuenta del sentido todo de la vida humana. De esta manera, la antropología filosófica para un filósofo como Max Scheler es "una ciencia fundamental de la esencia y de la estructura esencial del hombre; de su relación con los reinos de la naturaleza (inorgánico, vegetal, animal) y con el fundamento de todas las cosas; de su origen metafísico y de su comienzo físico, psíquico y espiritual en el mundo" 7 Dentro de las teorías filosóficas que se han desarrollado sobre el hombre, podemos mencionar las siguientes: Teoría clásica del hombre (teoría del homo sapiens) Esta teoría define al hombre como un "animal racional". Se basa en lo que la lógica tradicional llama "género próximo y diferencia específica". De acuerdo con esto, el género más próximo del concepto hombre es la animalidad, pero lo que lo diferencia de los demás animales o seres vivientes es la "racionalidad", o sea, la capacidad de comprender, de abstraer o de retener nociones universales llamadas conceptos como la idea de "hombre", de "ciencia", de "moral", etcétera. La teoría que hemos llamado "clásica" del hombre cobra expresión, primeramente, en los filósofos de la antigüedad griega como: Sócrates, Platón y Aristóteles. Más tarde, la concepción del hombre como un ser eminentemente racional, se desarrolla en la época moderna con autores como: Descartes y Galileo, que conciben la razón matemática como el paradigma de la racionalidad, la cual oponen a los caducos métodos escolásticos basados en el "principio de autoridad". Tenemos, así, que la razón es lo que permite separar al hombre del animal. Teoría del homo faber Define al hombre como un ser práctico y se desarrolla con base en teorías naturalistas, en el positivismo y en el pragmatismo, fundamentalmente. Según esta teoría no hay una diferencia esencial entre el ser humano y el animal; sólo encontramos, entre ambos, diferencias de grado; es decir, en el hombre se dan los mismos elementos que en los demás seres vivos, pero difiere de éstos en que, en el hombre, se manifiestan en una forma más compleja y desarrollada. Cabe añadir que "esta doctrina tiene su origen en Demócrito y Epicuro y adquiere renovado impulso en la edad moderna con Bacon, Hume, Mill, Comte y Spencer. La teoría evolucionista de Darwin y Lamarck le dio un sostén científico, con diferencias en puntos menores, es recogida por el pragmatismo y recibe un nuevo cuño en manos de Freud y Adler". 8 En la época moderna, con Francis Bacon (1561- 1626), se vislumbra, por ejemplo, esta concepción del hombre --que hemos llamado teoría del homo faber- como un ser capaz de dominar y aprovechar óptima- mente el medio ambiente. El hombre - dice Bacon en su obra Novum organum- ministro e intérprete de la naturaleza, sólo hace y entiende en la medida en que ha observado, por la experiencia o por la reflexión del orden de la naturaleza. Y, agrega el filósofo inglés que "a la naturaleza no se le vence más que obedeciéndola".9 Concepto del hombre como animal simbólico Este concepto es propuesto por el filósofo neokantiano alemán Ernst Cassirer (1874-1945), principalmente en sus obras Filosofía de las formas simbólicas y Antropología filosófica.11 Para definir al hombre se pueden establecer dos criterios, uno que consistiría en caracterizar al hombre a partir de sus estados psicológicos (pasiones, ideas, creencias, decisiones, preferencias, etc.); y otro que centra su atención no ya en la forma en que el hombre quiere, piensa o siente, sino en su obra, en lo que hizo a lo largo de la historia (definición funcional del hombre). Este segundo camino o criterio es el que escoge Cassirer para definir al hombre. De acuerdo con él, el hombre es un "animal simbólico"; esto es: un ser que 85 no vive, como el animal, en un puro universo físico, sino que construye un universo simbólico formado por el mito, el arte, la religión y todos los demás productos culturales. De tal manera que el hombre no se enfrenta con la realidad en una forma directa, sino a través de sus propias creaciones. El hombre está inmerso en sus propios símbolos de tal suerte que no puede ver nada, sino a través de esta urdimbre simbólica. Esto es así tanto en el orden teórico como en el práctico. En el aspecto práctico, los hechos no lo afectan, sino sus propios temores, esperanzas, ilusiones. "Lo que perturba y alarma al hombre - dice Epicteto - no son las cosas, sino sus opiniones y figuraciones sobre las cosas." Si bien en el animal encontramos un lenguaje, éste es - dice Cassirer - emotivo y, no proposicional como en el caso del hombre. En e l lenguaje animal falta un elemento que caracteriza esencialmente e l lenguaje humano: los signos que tienen una referencia objetiva o un sentido. Así, para Cassirer, la diferencia entre lenguaje proposicional y lenguaje emotivo representa la verdadera frontera entre el mundo humano y el animal. Concepto marxista del hombre Otro importante concepto del hombre lo encontramos en la tesis de Carlos Marx (1818-1883), quien es defensor de un humanismo realista; según él, el hombre es el protagonista de la historia. En la Sagrada Familia, Marx considera que "la Historia no hace nada; no posee ningún poder enorme; no interviene en ninguna lucha, es el hombre, en cambio, el hombre efectivo y viviente el que lo ha hecho todo, el que posee, el que combate. La historia no es una realidad cualquiera que se sirve del hombre como de un medio para alcanzar sus propios fines, como si fuese una persona existente por sí misma; no es otra cosa que la actividad del hombre en persecución de sus fines". La antropología marxista hace hincapié en el carácter activo y transformador del hombre. El hombre es un ser productor, transformador y creador; mediante su trabajo (trabajo humano) transforma la naturaleza exterior, se plasma en ella y, a la vez, crea un mundo a su medida. Según Marx, es la acción del hombre lo que inter- viene continuamente, lo que determina el conocimiento y la misma constitución espiritual propia, formándola y transformándola ininterrumpidamente. En la Ideología alemana Marx afirma: debernos comenzar reconociendo el primer supuesto de toda existencia humana. y, por lo tanto, también de toda historia, esto es, que los hombres deben estar en condiciones de vivir para poder "hacer historia". Pero para vivir es necesario comer, beber, tener una habitación, un vestido y algunas otras cosas. El primer hecho histórico es, pues, la producción de los medios para la satisfacción de estas necesidades, es decir, la producción de la misma vida material, y sin duda alguna, este es un hecho histórico, una condición fundamental de toda historia, que aún hoy, lo mismo que millares de años atrás, debe realizarse cada día y cada hora sólo para mantener en vida a los hombres ... En consecuencia la primera exigencia de toda concepción histórica es que se observe este hecho fundamental en todo su significado y en todo su alcance y se lo haga llegar al reconocimiento de sus derechos. Además de ser un ser activo y productor, el hombre es un ser social. Sólo produce, produciendo a su vez determinadas relaciones sociales (relaciones de producción) sobre las cuales se elevan las demás relaciones humanas. "El hombre, -dice Marx-, es un zoon politikon en el sentido más literal: no sólo es un animal social, sino también un animal que no puede singularizarse sino en la sociedad." Como un ejemplo de carácter productivo del hombre (teoría del homo faber) está el pequeño e interesante ensayo de Engels: El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre. Engels comienza diciendo que el trabajo es la fuente de toda riqueza, "es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre". Esta última frase constituye la tesis central de Engels: el trabajo ha creado al hombre; apoyándose en la teoría darwiniana, Engels afirma que en la época terciaria existió una raza de monos antropomorfos extraordinariamente desarrollada. Estos monos estaban totalmente cubiertos de pelo, tenían barba, orejas puntiagudas, vivían en los árboles y formaban manadas. Cuando estos monos abandonaron la vida arbórea y adoptaron una posición erecta, se empezó a manifestar el tránsito del mono al hombre. En su nueva vida, las manos de estos primitivos tenían que ejecutar funciones cada vez más variadas. "Ciertos monos se ayudan de las manos para construir nidos en los árboles; y algunos, como el chimpancé, llegan a construir tejadillos entre las ramas, para defenderse de las inclemencias del tiempo." A pesar de esto, la memo del hombre es mucho más per- 86 fecta, gracias al trabajo desarrollado durante centenares de miles de años: "El número y la disposición general de los huesos y de los músculos son los mismos en el mono y en el hombre, pero la mano del salvaje más primitivo es capaz de ejecutar centenares de operaciones que no pueden ser realizadas por la mano de ningún mono. Ni una sola mano simiesca ha construido jamás un cuchillo de piedra, por tosco que fuese". La mano, dice Engels, no es sólo el órgano del trabajo: es también producto de él. Únicamente por el trabajo, por la adaptación a nuevas operaciones, por la transmisión hereditaria del perfeccionamiento especial así adquirido por los músculos, los ligamentos y, en un periodo más largo, también por los huesos, y por la aplicación siempre renovada de estas habilidades heredadas a funciones cada vez más complejas, la mano del hombre ha alcanzado ese grado de perfección que la ha hecho capaz de dar vida, como por arte de magia, a los cuadros de Rafael, a las estatuas de Thurwaldsen y a la música de Paganini. Según Engels, la evolución de la mano no es un hecho aislado, sino que repercute en otras partes del organismo. El perfeccionamiento gradual de la mano del hombre y la adaptación concomitante de los pies a la marcha en posición erecta repercutieron indudable- mente, en virtud de dicha correlación, sobre otras partes del organismo. El trabajo mismo contribuyó a la formación de sociedades y en éstas, a su vez, se desarrolló el lenguaje. "Los hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los otros. La necesidad creó al órgano." "La comparación – sigue diciendo Engels- con los animales nos muestra que esta explicación del origen del lenguaje a partir del trabajo es la única acertada." Para probar esto, Engels muestra cómo los animales domésticos llegan a comprender cualquier lenguaje y a desarrollar ciertos sentimientos. El trabajo y el lenguaje fueron desarrollando gradualmente el cerebro humano. El desarrollo del cerebro y de los sentidos a su servicio, la creciente claridad de conciencia, la capacidad de abstracción y de discernimiento cada vez mayores, reaccionaron a su vez sobre el trabajo y la palabra, estimulando más y más su desarrollo. Otro aspecto que contribuyó a la transformación del mono en hombre fue la alimentación adoptada. Según Engels, el consumo de carne explica en gran medida la conversión del mono en hombre. El consumo de carne en la alimentación significó dos nuevos avances: el uso del fuego y la domesticación de animales. Figura 4,3 Federico Engels (18201895) desarrolla la idea del homo faber. El trabajo, dice, es la condición fundamental de toda la vida humana. Según Engels, la mano del hombre es una herramienta perfeccionada gracias al trabajo. Por otro lado, la adaptación del hombre a nuevo climas y ambientes propició nuevas esferas de trabajo que fueron diversificándose, perfeccionándose en sumo grado, desde las formas más rudimentarias hasta las creaciones más sutiles y complicadas. A pesar de que el trabajo ha sido el centro de la vid., humana, a tal punto que permite explicar la conversión del mono en hombre, las filosofías de cuño idealista, atribuyen el perfeccionamiento humano al pensamiento del hombre, soslayando su actividad. Según esta teoría, lo que distingue al hombre es e trabajo. Lo único que puede hacer el animal es utilizar: la naturaleza exterior y modificarla por el mero hecho de su presencia en ella. El hombre, en cambio, modifica la naturaleza y la obliga a servirle, la domina. S embargo, el dominio de la naturaleza ha traído consigo consecuencias imprevistas y muchas veces lamentables. Así, cuando Colón descubrió América no sabía que a la vez daba nueva vida a la esclavitud, desaparecida desde hacía mucho tiempo en Europa. 87 Son diversas las definiciones que del hombre se han dado a través de la historia de la filosofía; mencionemos algunos ejemplos: • ¿Qué es el hombre? "El hombre es una parte de la naturaleza." (Filósofos presocráticos) "El hombre es un Prometeo encadenado." (Sófocles) "El hombre es un animal simbolizan te." (Cassirer) "El hombre es un animal espiritual." (Lavlle) "El hombre es un animal que fabrica utensilios." (Franklin) "El hombre es un espíritu encarnado." (Marcel) "El hombre es un animal racional." (Aristóteles) "El hombre es una imagen y semejanza de Dios." "El hombre es un descifrador de enigmas." (Ortega y Gassef) (San Agustín) "El hombre es un ser pensante." "El hombre es un animal enfermo." (Miguel de Unamuno) (Descartes) "El hombre es una caña pensante." (Blas Pascal) "El hombre es una pasión inútil." Jean Paul Sartre) "El hombre es un ser capaz de autodeterminarse moralmente." ( E. Bloch) (Kant) "El hombre es un ser que puede querer." (Shilller) "El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre." (Nietzsche) "El hombre es el ser que sabe decir no." (Scheler) "El hombre es un ser utópico." "El hombre es el ser que tiene la idea de la muerte." (Lacroix) "El hombre es el ser que es según se relacione con lo que no es." (Eduardo Nicol) Cfr. José Rubén Sanabria, Filosofía del hombre, México, Porrúa, 1987. p p . 69-71. Figura 4.5 La imagen de "Prometeo encadenado" simboliza el sentido de libertad. rebelión e inconformidad que caracterizan al género humano. 88 1. De los diversos conceptos del hombre, elige el que más te convenza. Fundamenta tu respuesta. 2. Escribe un breve ensayo sobre el tema: "relación de la ética con el problema del hombre". 3. Comenta, con tus propias palabras. los siguientes pensamientos: "El hombre es un fin para el hombre. Su acción externa depende de su acción interna, la elección de sus fines prácticos depende del modo como cumpla en sí mismo la misión de hacerse plenamente humano." Eduardo Nicol, L a idea del hombre, México, Stylo, 1946, p. 336. "El hombre reúne todas las condiciones necesarias para transformar al mundo en un orden superior orientado hacia fines valiosos. Tiene, desde luego conciencia del valor y una voluntad libre, capaz de hacerse propósitos respecto al porvenir, y de tomar a los valores como fines de su acción en el mundo." Samuel Ramos, Hacia un nuevo humanismo, obras completas, t. I I , México, UNAM, 1990. 2. A juicio de Samuel Ramos, ¿en qué consiste lo esencialmente humano? 3. En las siguientes concepciones del hombre señala con una (+) si son trascendentalistas y con una (x) si se trata de posturas inmanentistas: a) "El cuerpo no es más que una cárcel del alma." (Platón) ( ) ( ) ( ) b) "El destino del hombre está en su Salvación eterna." (Cristianismo) c) "El hombre es un ser histórico." (Historicismo) d ) "El hombre es imagen de Dios." (Cristianismo) ( ) e) "El hombre es un ser evolucionado." (Darwinismo) ( ) ( ) f) "El hombre es un ser transformador de la naturaleza." (Marx) 4. Explica la concepción materialista del hombre. 4. Investiga en qué consisten las siguientes teorías sobre el origen de los seres vivos: a) El creacionismo 5. ¿Cómo explica al hombre una concepción pragmatista? b) La generación espontánea y c) La biogénesis 5. Una vez investigadas, explica qué versión te satisface más y por qué. 6. ¿Qué explicación del hombre sustenta Ernesto Cassirer? Resuelve las siguientes cuestiones: 1. Explica, en forma breve, las cuatro preguntas filosóficas que se plantea Emmanuel Kant. 7. Según Federico Engels, ¿cómo evolucionó el hombre?, ¿cómo transitó de mono a hombre? 89 8. ¿Qué papel juega el trabajo en esta transformación? 10. ¿En qué consiste la teoría del homo faber? 9. Para ti, ¿cuáles serían los rasgos más determinantes o importantes del ser humano? a) ________________________________ ___ b) ___________________________________ __ c) Antropocentrismo. Tendencia a concebir todas las. Materialismo histórico. Corriente creada por Marx y cosas desde el punto de vista del hombre y sus intereses Engels que afirma que la historia y la cultura tienen una base socioeconómica y son condicionadas dialécticamente por ella. Antropología filosófica. Disciplina que estudia la naturaleza, sentido y meta del hombre. Evolución. Conjunto de cambios que se dan en los organismos a través de las distintas épocas geológicas, y a consecuencia de tales cambios, se da la aparición de especies nuevas y la extinción de especies debilitadas. Evolucionismo: Teoría que sostiene que las especies orgánicas existentes han surgido por variación de especies anteriores. Humanismo: Doctrina y actitud que sostienen la primacía del hombre dentro de lo existente y exaltan su dad. Inmanentismo: Doctrina que niega la existencia de lo sobrenatural o que considera que lo absoluto reside en las cosas del mundo y no fuera de ellas. Intelectualismo: Doctrina que sostiene la primacía del Intelecto o de la capacidad racional en el conocimiento. Racionalismo absoluto. Alude a la doctrina de Hegel, según la cual todo queda reducido a la razón: "Todo lo racional es real y todo lo real es racional". Relativismo. Tendencia filosófica según la cual ninguna verdad o valor pueden afirmarse con carácter absoluto. Romanticismo. Actitud que afirma la supremacía del sentimiento sobre la razón. Sensualismo. Corriente filosófica del siglo XVIII, según la cual todo conocimiento se origina y funda en las sensaciones. Solipsismo. Doctrina que afirma que sólo existe el pro- pio yo. Trabajo. Es el trabajo humano, capaz de transformar la naturaleza en forma consciente, por medio del trabajo el hombre crea una segunda naturaleza. Trascendente. Tránsito a lo que está más allá de la Irracionalismo: Tendencia que exalta los elementos irracionales en el conocimiento y la acción. experiencia. Dominio situado más allá de la experiencia o del mundo real. 90 Camero, Francisco. De la naturaleza al hombre, México, Textos universitarios, Ediciones Quinto Sol, 1988. Cassirer, Ernesto. Antropología filosófica, México, FCE (Popular 41), 1975. Darwin Charles. El origen de las especies, México, UNAM, Nuestros clásicos, 1969. (Existen otras ediciones.) Engels, Federico. El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, México, Ediciones Cultura Popular, 1972. (Existen otras ediciones.) Frondizi, Risieri, Introducción a los problemas fundamentales del hombre, México, FCE (Breviarios, 260), 1977. Lara/Velázquez, Ética y conocimiento del hombre, México, Publicaciones Cultural, 1986. Larroyo, Francisco, L a antropología concreta, México, Porrúa, 1968. Lorenz. Konrad et al., Hombre y animal, estudios sobre comportamiento, México, CONACyT, 1981. Marias, Julián, El Tema del hombre, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1941. Millán, Puelles, A., Sobre el hombre y la sociedad, Madrid, Rialp, 1976. Nicol, Eduardo, La idea del hombre, México, Stylos, 1945. (Hay ediciones más recientes.) Ramos, Samuel, Hacia un nuevo humanismo, México, FCE (también en Obras Completas, México, UNAM), 1962. Schaff. Adam, Filosofía del hombre (Marx o Sartre), México, Grijalbo, 1965. Scheler, Max, El puesto del hombre en el cosmos, Buenos Aires, Losada, 1960. Villegas, Abelardo, Violencia y racionalidad, México, Ensayos de Filosofía Política, Universidad Autónoma; Metropolitana (Cultura Universitaria, 30), 1986. 91 El alumno: Importancia de los valores en la vida humana ~ relacionará la ética con la axiología; definirá y caracterizará a esta Disciplina; La axiología y sus problemas principales Problema de la existencia del valor Corriente subjetivista de los valores Discrepancia Constitución biológica Interés Historicidad de los valores Ejemplos de teorías subjetivistas Corriente objetivista de los valores Ejemplos de doctrinas objetivistas Posición intermedia entre el objetivismo y el subjetismo Problema del método Problema de la jerarquía de los valores Alejandro Korn y su tabla de valores Problema del conocimiento de los valores Objeciones que Frondizi hace contra la doctrina de la intuición emocional Características de los valores Dependencia Polaridad Axiomas de Franz Brentano Axiomas de Max Scheler Axiomas de Eduardo García Máynez Jerarquía Distinción entre valores y bienes En torno a la definición del valor Sobre la crisis de valores ~ reflexionará sobre sus principales problemáticas; ~ comprenderá que la noción de valores es inherente a la moral; ~ definirá y caracterizará a los valores; justificará su propia "tabla de valores" ~ sopesará la postura objetivista y subjetivista de los valores; ~ meditará sobre la "crisis de valores", proponiendo sus propias soluciones para mejorar su entorno. 92 Una vez que el hombre ha aprehendido un valor, una vez que sabe que la fidelidad, el ser de fiar, la justicia, etc., son valiosos, ya no puede olvidar estos valores. Y si obra contra ellos, se carga de culpa y su conciencia le acusa. Nicolai Hartmann L a é tic a y la a x io lo g ía La ética está entrañablemente unida a otra disciplina filosófica denominada axiología o teoría de los valores. La axiología (de axios, valor y logos, estudio o tratado) se ocupa de estudiar los valores. Ahora bien, a la ética, como ya hemos visto, le interesa analizar los "valores morales" (justicia, honestidad, fidelidad, bondad, entre otros) y para ello encuentra sustento teórico en la axiología o ciencia filosófica de los valores que estudia dichos valores en su carácter general, tratando de llegar a su sentido o esencia. La ética no puede prescindir de la noción de "valor", toda vez que las normas que conforman el mundo moral implican valoraciones o apreciaciones que nos permiten formular el concepto de lo que es bueno o malo. La ética es, pues, una disciplina axiológica. Im p o r ta n c ia d e lo s v a lo r e s e n la v id a h u m a n a Lo bueno, lo justo, lo bello, lo sublime, lo útil, lo verdadero, lo santo, etc., son ejemplos de valores perseguidos por el hombre a través de su historia. El hombre es un ser axiológico. No sólo se enfrenta al mundo para conocerlo o para transformarlo, sino que también lo hace objeto de una valoración. "El hombre - dice J. M. Bochenski- siente la realidad como bella o fea, como buena o mala, como agradable o penosa, como noble o vil, como santa o no santa."1 La importancia de los valores en la ética y, en general, en la vida humana, es decisiva. Los valores, en cuanto directrices para la conducta, son los que dan a la vida humana tanto individual como social, su sentido y finalidad. No puede concebirse una vida humana, realmente humana, sin ideales, sin una tabla de valores que la apoye. Explicar, justificar la vida implica siempre recurrir a una valoración. Se vive constantemente haciendo, formulando valoraciones. A continuación estudiaremos algunos problemas de la axiología. L a a x io lo g ía y s u s p r o b le m a s p r in c ip a le s La axiología es relativamente reciente; ensaya sus primeros pasos en la segunda mitad del siglo XIX. Esto no significa que anteriormente los filósofos no repararan en las diversas entidades que se conocen con el nombre genérico de valores, lo que sucede es que no tenían con- ciencia clara de su importancia y, además, los confundían entre sí (por ejemplo, la belleza con la bondad y ésta a su vez con la utilidad, etc.), como sucede en el pensamiento de los filósofos antiguos. Antes de que se hubiera constituido la axiología, los valores eran comprendidos en forma aislada y asisternática. Uno de los primeros filósofos que habla de valores es el alemán Friedrich Nietzsche; la noción de valor proviene del campo de la economía. Después de Nietzsche, este concepto es empleado por los discípulos de Brentano, Wundt, Rickert, etc., hasta llegar a Max Scheler, filósofo al cual se hace referencia más adelante. F i g u r a 5.1 Como disciplina axiológica la ética examina los valores morales. Por ejemplo el valor de la fidelidad. 93 Los primeros trabajos sistemáticos sobre axiología se realizaron en Alemania, a finales del siglo XIX; uno de los más antiguos es el de Wilhelm Windelband, publicado en 1884, en una obra denominada Praeludien. Más tarde, aparecieron importantes publicaciones como las siguientes: Teoría de los valores y ética, de Ehrenfels, publicada en 1893; Sistema de axiología del mismo autor, publicada en 1898; Investigaciones psicológicas y éticas sobre la teoría de los valores, de Meinong, publicada en 1894, y, Sobre la actitud estimativa y el valor (1895), también de Meinong. Una de las obras más importantes sobre la teoría de los valores, apareció en este siglo, un año antes de que estallara la primera Guerra Mundial; esta obra se debe al filósofo alemán Max Scheler y se titula Der formalismus in der Ethik un die Materiale Watethik (traducción castellana de Hilario Rodríguez Sanz; Ética). Una vez mencionadas algunas obras y autores de la axiología en sus inicios, se analizarán ahora sus problemas básicos: Problema de la existencia del valor Este problema pregunta: ¿existen los valores?, ¿qué tipo de existencia tienen?, ¿cuál es su naturaleza?... Los valores pertenecen a una región independiente, no son cosas, no pertenecen a la realidad, sino a un mundo aparte y autónomo. Esta tesis es sostenida por el filósofo alemán R. H. Lotzse (1817-1881), quien encierra su comprensión del valor en la siguiente frase: "Los valores no son, sino que valen". La separación de los valores frente a la realidad material, que se encuentra implícita en la frase de Lotzse, sirve de base para hacer una escisión tajante entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espíritu (donde precisamente tienen cabida los diversos valores de la cultura). Según esta posición idealista, las ciencias de la naturaleza están exentas de valores, mientras que las ciencias del espíritu están guiadas por los valores de la cultura. Merced a esta distinción entre naturaleza (donde no radican valores) y cultura (donde residen valores), la axiología se convierte en una ciencia decisiva en el campo de las ciencias del espíritu (ciencias humanas). Dentro de este criterio, algunos autores afirman que la .axiología es la base de la ética. Volviendo al problema que pregunta sobre la existencia de los valores, puede decirse, en general, que los filósofos están de acuerdo en que los valores existen, pero difieren en cuanto al modo de existir; de ahí que pueda hablarse de las siguientes corrientes: Corriente subjetivista de los valores Afirma que los valores son el resultado de las reacciones, individuales y colectivas. El subjetivista se pregunta: ¿puede algo tener valor si nadie lo ha percibido ni puede percibirlo? (evidente- mente que no; el valor no tiene sentido ni existencia propiamente sin que exista el sujeto). La valoración real o potencial parece ser un elemento indispensable del valor. En última instancia, el valor es para el hombre o los seres vivos. Resulta impensable algo que tuviera valor sin referencia a ninguna clase de sujeto. Según el subjetivismo, los valores no existen en sí y por sí, sino que son meras creaciones de la mente, existen solamente para mí; lo que hace a una cosa valiosa es el deseo o el interés individual. El subjetivista piensa: El valor de un exquisito manjar, no está en él, sino en mi paladar, que lo saborea y le confiere un valor de- terminado. Los subjetivistas defienden su posición apoyándose en argumentos de este tipo: Discrepancia Es obvio que no puede uno ponerse de acuerdo en problemas éticos, estéticos, religiosos, políticos, donde a menudo se producen conflictos o desacuerdos de valores. Las personas frecuentemente discrepan sobre la belleza de una pintura, una novela, una película; sobre la eficiencia de un equipo de futbol; sobre un acto moral (por ejemplo, acerca de la guerra de Vietnam: unos sostienen que fue una guerra justa y moralmente justificada, y otros, opinan lo contrario). Constitución biológica Los valores están supeditados a la constitución peculiar y subjetiva. Así, surgen argumentos de este tipo: ¿qué valor estético tendría la pintura si los hombres no tuvieran ojos?, ¿y qué sentido tendría hablar del valor estético de la música si estuviéramos condenados a una sordera eterna?... Interés Otro argumento que mencionan frecuentemente los subjetivistas es que una cosa adquiere valor en la medida en que se le confiere un interés. Por ejemplo: ¿dónde radica el valor de los sellos de correo?, ¿hay algo en la calidad del papel o en la belleza del dibujo o en la impresión que explique el valor que se les da?... Es obvio que 94 sin el interés de los filatélicos, los sellos no tendrían ningún valor. El deseo e interés de coleccionarlos es lo que les ha conferido su valor. Otro ejemplo: si la gente perdiera interés en la pintura de Rembrandt, sus cuadros carecerían de valor. Historicidad de los valores La relatividad de los valores se debe a su carácter concreto e histórico; gracias a éste, los valores están condenados a quedar encerrados en la prisión del sujeto; ya en la antigüedad decía el sofista Protágoras: "El hombre es la medida de todas las cosas". La situación real y la conducta real del hombre demuestran que no es posible una valoración universal. En cada grupo humano y en cada individuo las maneras de valorar las cosas son infinitas. F ig u ra 5.2 Según el subjetivismo axiológico las cosas son valiosas gracias a una disposición subjetiva como el interés que tengamos en ellas. Por ejemplo. el caso de un coleccionista. Otro ejemplo de subjetivismo se encuentra en el filósofo argentino Alejandro Korn (1860-1936), quien sostiene que "el valor es el objeto de una valoración", y ésta es la reacción ante un hecho que, a su vez, es la manifestación de la voluntad. Ejemplos de teorías subjetivistas Un ejemplo de subjetivismo de los valores se encuentra en Antonio Caso (1883-1946); Caso llama a su posición objetivismo social, pero, en realidad se trata de un subjetivismo social, procedente del sicologismo de Durkheim y Bouglé. En su obra El concepto de la historia universal y la filosofía de los valores (capítulo V), Antonio Caso formula una crítica contra el subjetivismo individualista y el objetivismo ontológico, para defender, en seguida, un subjetivismo colectivo. Entre el subjetivismo, que afirma que lo valioso se da en una conciencia y se suprime con ella (la rosa es bella, sí; pero sólo para mí, que la veo), y el ontologismo que codifica el valor, que piensa que la belleza, por ejemplo, posa o anida o se refleja en un bello cuadro, Caso defiende una teoría intermedia, que denomina objetivismo social, la cual entraña un subjetivismo, ya que afirma lo siguiente: "Si algo, por ejemplo, fuera útil pura un hombre solo, no sería útil universalmente, no sería lo útil; pero como todos los hombres tienen las mismas necesidades, esta universalidad determina la objetividad del valor utilidad. Que el hierro sea útil quiere decir que nos es útil; ser útil una cosa es ser socialmente útil. Algo es valioso cuando satisface o tiende a satisfacer un deseo colectivo”2 Caso llama a su doctrina objetivismo social, si bien se trata de una posición subjetivista porque el valor no radica en el objeto, sino en el sujeto individualmente considerado. El valor surge de estimaciones socialmente compartidas. La valoración --dice Korn- es la reacción humana ante un hecho o un acontecimiento. Esta reacción subjetiva que concede o niega valor, es la manifestación de la voluntad: quiero o no quiero, dice. Valor es el objeto real o ideal de una valoración afirmativa. Las valoraciones ante. Todo son individuales: cada uno es dueño de aceptarlas o rechazarlas. Perola comunidad gregaria de la especie, la comunidad de la estructura psicológica, la comunidad de los intereses, la comunidad de los' antecedentes históricos, determinan valoraciones colectivas en círculos más o menos extensos. A la par de las valoraciones personales se hallan valoraciones locales, gremiales, nacionales. Por otra parte, varían en el mismo individuo en las distintas etapas de su vida o en circunstancias distintas. Inútil recordar las mutaciones históricas, ni que cada seis meses las modas alteran las valoraciones corrientes. ¿No existen, entonces, valores absolutos, universales, obligatorios y constantes? Al parecer existen, pero son creaciones del idealismo ingenuo. Existen, en tanto se piensan o se imaginan. En la realidad tempo-espacial, sólo existen valores históricos en su perpetua: transmutación y con su validez relativa. Los clásicos representantes del subjetivismo axiológico de nuestra época son: R. B. Perry, I . A. Richards, Charles Stevenson, Alfred Ayer y Bertrand Russell. Corriente objetivista de los valores Esta corriente se opone terminantemente al subjetivismo; sostiene que los valores dependen del objeto y no del sujeto; lo único que hace el sujeto es captar el valor. 95 El objetivismo reconoce que la valoración es subjetiva, pero ello no implica que el valor lo sea. Del mismo modo como la percepción es subjetiva, pero no el objeto percibido, que mantiene intactas sus cualidades primarias aun cuando nadie lo perciba, así ocurre con el valor. No puede confundirse el objeto con su captación, defiende el objetivismo. Se ha visto que uno de los argumentos que citan los subjetivistas se cifra en lo que se denomina argumento de las discrepancias. Ahora bien, frente a este argumento, los objetivistas sostendrían, en primer lugar, que la discrepancia no se refiere a los valores, sino a los bienes. La discrepancia se refiere a la belleza de un cuadro o a la justicia de un acto, esto es, a bienes; no a la belleza o a la justicia, que son valores independientes de todo bien. A diferencia de los valores, los bienes son imperfectos; muchas veces no logran encarnar plenamente los valores, debido a una ceguera estimativa de los hombres concretos. Esto explicaría, por ejemplo, que los griegos hayan aceptado la esclavitud; una torpeza de conciencia moral les impidió aprehender el eterno y universal valor de la justicia. Así, el objetivismo descansa en dos tesis fundamentales: a) incurrir en la separación radical entre valor y realidad, o independencia de los valores res- pecto de los bienes en que éstos se plasman; b) afirmar que los valores son absolutos, que existen en sí y no para mí (independencia de los valores respecto de todo sujeto). Los valores son supratemporales; valen aquí y allá; ayer, hoy y siempre; son extraterritoriales y extrahistóricos. Ejemplos de doctrinas objetivistas Los principales representantes del objetivismo son los filósofos alemanes Max Scheler (1874-1928) y Nicolai Hartmann (1882-1950), los cuales se inspiran en la fenomenología de Edmundo Husserl. Según Max Scheler, los valores son esencias, cualidades a priori, que no dependen en nada del sujeto que los capta ni de los bienes en que se hallan incorporados. El conocimiento se produce por intuición de esencias (Wesenshau). El filósofo germano compara los valores con los colores; sostiene que, del mismo modo como el color azul, por ejemplo, no se torna rojo cuando se pinta de rojo un objeto azul, tampoco los valores resultan afectados por lo que le ocurre a sus depositarios. La independencia implica inmutabilidad. Los valores son. además, absolutos; sólo nuestro conocimiento de los valores es relativo. Para Nicolai Hartmann, los valores son objetos ideales, a la manera de las ideas platónicas. Los valores son esencias independientes de los bienes; tienen carácter a priori; son absolutos, a pesar de que presentan cierta forma de relatividad; tienen un "ser-en sí-ideal". y, finalmente, revisten el carácter de principios. Entre los seguidores, en América Latina, del objetivismo de Hartmann, puede citarse a Eduardo García Máynez (nacido en 1908), filósofo mexicano que sostiene que los valores son esencias parecidas a las ideas platónicas, su validez es objetiva y absoluta y su conocimiento, a priori. Los cambios de valoración no relativizan los valores, pues sólo se refieren a nuestra capacidad para captarlos. Dice García Máynez: Los valores no proceden ni de las cosas, estados o situaciones reales, ni del sujeto que valora. Su modo de ser no implica un realismo ni un subjetivismo. Tampoco es correcto concebirlos como formas sin contenido; son. explica Hartmann, materias o estructuras que determinan una específica cualidad en los objetos, personas o relaciones en que aparecen. Igualmente errónea es la creencia de que se puedan considerar como producto de una invención. El pensamiento no puede siquiera captarlos en forma directa. Directamente sólo se les puede captar --como él los paradigmas platónicospor medio de una visión interior. Esta visión interior de que habla el filósofo ateniense [o sea Platón] corresponde a lo que la Ética material denomina sentimiento del valor (Werfühlem). Dicho sentimiento representa la anunciación del ser de los valores en el sujeto, de su peculiar forma de idealidad. El conocimiento axiológico es a priori; mas no se trata de una aprioridad reflexiva o intelectual, sino emocional e intuitiva. En este punto, las doctrinas de Scheler y, Hartmann coinciden plenamente." P o s ic ió n in te r m e d ia e n tr e e l o b je tiv is m o y e l s u b je tiv is m o El filósofo argentino Risieri Frondizi piensa que tanto el objetivismo como el subjetivismo son unilaterales. Considera que el valor surge de la relación entre el sujeto y el objeto y que esa relación axiológica origina una cualidad estructural (Gestalqualitat) empírica; esta cualidad no se da en el vacío, sino en una situación humana, concreta, y la jerarquía axiológica es también situacional y compleja, no lineal. Según Frondizi, los 96 valores sirven de fundamento a las normas éticas y éstas, lo mismo que las normas jurídicas, son situacionales. El filósofo argentino sostiene que su interpretación estructural del valor abre la posibilidad de superar el tradicional abismo entre el ser y el deber ser. En su libro ¿Qué son los valores? Frondizi afirma: ¿Tendrá que ser el valor necesariamente objetivo o subjetivo? ¿No estaremos ofuscados por el afán de reducir el todo a uno de sus elementos constitutivos? Es posible, por ejemplo que los estados psicológicos de agrado, deseo o interés, sean una condición necesaria pero no suficiente, y que tales estados no excluyan elementos objetivos, sino que los supongan. Esto es que el valor sea el resultado de una tensión entre sujeto y el objeto y ofrezca, por tal razón, una cara subjetiva y otra objetiva, engañando a quienes se atienen a una sola faz 5 Problema del método Otro problema que presenta la axiología es acerca del método que debe emplearse para dilucidar la naturaleza del valor. John Dewey es uno de los pensadores que otorgan al problema metodológico un papel central. En la situación actual del problema de los valores, piensa Dewey, la cuestión decisiva es de orden metodológico. ¿Cuál es el método más apropiado para investigar el valor? La historia de la axiología registra dos métodos opuestos en el tratamiento de los valores: el método apriorístico, que se basa en una intuición emocional, el cual, según Scheler, nos traslada a los valores que son en sí por sí; y el método experimental, que considera que el único criterio para determinar la esencia del valor es la experiencia. Sólo acudiendo a la experiencia puede conocerse qué es el valor; sólo indagando la valoración empírica y real, puede conocerse la auténtica naturaleza de los valores. Por ejemplo, para definir el valor justicia, es necesario estudiar muchos actos justos y determinar sus notas comunes e irreductibles. Los defensores del método apriorístico, en cambio, sostendrían: ¿Cómo decir que una actitud es justa, si se carece de un conocimiento previo o apriorístico de la justicia? Los valores, entidades objetivas y a priori, son condiciones de posibilidad de los bienes (o cosas valiosas). Problema de la jerarquía de los valores Como se verá, una característica peculiar de los valores es que éstos implican un orden jerárquico, pues es evidente que hay valores de rango superior y valores de rango inferior. Un escritor, por ejemplo, afirma que si durante un incendio, en un cuarto, estuvieran un cuadro famoso y un niño, preferiría salvar al niño y dejar que la obra de arte fuera consumida por las llamas. Ahora bien, si los valores suponen un orden jerárquico, puede preguntarse: ¿Existe acaso una jerarquía objetiva y definitiva que sirva de referencia para ordenar todas las valoraciones?... Éste es precisamente el planteamiento que formula el problema de la jerarquía de los valores. Asimismo, es uno de los problemas más difíciles que la axiología tiene que resolver; y en realidad no lo ha resuelto satisfactoriamente. ¿Cuál es el valor supremo conforme al cual debe ordenarse la vida? He aquí una cuestión difícil y muy debatida. Si afirmo, por ejemplo, que la filosofía es lo más valioso porque me permite dar un sentido humano a mi vida, un alumno podría replicarme que la filosofía es la cosa más aburrida e improductiva del mundo, que para él es más valioso un partido de futbol, etc. un religioso dirá que el valor supremo es la santidad; un político, en cambio, que el valor fundamental es la cosa pública, y así sucesiva- mente. Así, las diversas concepciones de la vida (eticismo, esteticismo, cientificismo, etc.) resultan de sobreestimar un valor por encima de otros, ya el valor moral, ya el artístico, ya el científico, etcétera. A pesar de la complejidad de este problema, los filósofos han intentado proponer una tabla de valores con validez objetiva. Así, puede citarse la tabla que propone Max Scheler; esta tabla va de lo inferior a lo superior; los valores superiores fundan a los inferiores. He aquí la tabla de Max Scheler: 1. Valores de lo agradable y de lo desagradable. Los estados afectivos correspondientes son los de placer y de dolor. 2. Valores vitales. De lo noble y de lo común, sano y malsano. Como valores consecutivos se dan los del bienestar y de la prosperidad. Emotivamente, a la intuición de dichos valores corresponden sentimientos de expansión vital y de su regresión, salud y enfermedad, juventud y vejez, etcétera. .3. Valores espirituales. Estos valores comprenden los siguientes: a ) estéticos, b) jurídicos, y c ) del saber 97 puro, que se realizan en la filosofía. Los valores consecutivos correspondientes son los valores de cultura. La alegría y tristeza espirituales, los sentimientos de aprobación o de reprobación, etc. Son los estados efectivos que su intuición suscita. 4. Valores religiosos. Comprenden lo divino y lo sagrado y constituyen el rango supremo. Los va lores que les son consecutivos son los del culto y de los sacramentos. Los sentimientos que les corresponden son la beatitud y la desesperación, la fe y la incredulidad, la piedad y la impiedad. Según Scheler, los valores de lo divino y de lo sagrado fundamentan en general todos los demás valores. Para él, además, la jerarquía axiológica tiene un carácter objetivo: es absoluta, inmutable y a priori; su captación se logra por la intuición emocional de las esencias. Lectura. La jerarquía de valores según Hartmann El sentido del bien se vuelve patentemente claro, cuando se lo refiere a una pluralidad de valores. Con ella nos encontramos a cada paso. En toda situación ética se enfrentan entre sí por lo menos dos valores. Pero la decisión del hombre no puede recaer nunca en favor de todos los valores,' cuando tiende a uno (o a unos), tiene que lesionar otro (ti otros). Dentro de estas posibilidades de decisión así podemos afirmar ahora - significa el bien siempre el preferir e! valor superior y el mal el preferir el inferior. Puede, pues, designarse el bien como la teleología [o búsqueda] del valor superior. Resulta evidente que en semejante situación es de enorme importancia conocer la jerarquía de los valores. Más de ninguna suerte hemos podido lograr ya una visión profunda y clara del reino del valor. Sólo sabemos que es de una fábrica muy complicada y tiene varias dimensiones. De aquí que el adjunto esquema, que pretende indicar un orden de los valores, sólo pueda considerarse como muy grosero e incompleto. Los esfuerzos por fijar la jerarquía de los valores se encuentran todavía en su estadio inicial Aún no se puede situar adecuadamente, por ejemplo, los valores estéticos. Si nuestra Idea del orden del reino entero del valor sólo es hasta aquí una Idea muy vaga, igualmente inseguras son todavía nuestras nociones acerca de la jerarquía dentro del dominio especial de los valores morales. Hasta aquí sólo hemos visto que por encima de los mandamientos de la moralidad sencilla se elevan todavía otros valores, como el amor al lejano o la virtud dadivosa y los valores de la personalidad individual ¿Cómo va el hombre, en medio de! desconocimiento de la jerarquía de los valores, a resolver la cuestión de cuál sea el valor superior que en innúmeras situaciones se dirige a él pidiendo una decisión? De la fusta respuesta a tal pregunta depende en general la posibilidad de una manera de obrar moralmente buena. En toda situación éticamente relevante se halla el hombre ante la tarea de resolver un conflicto de valores, en toda situación tiene que decidirse siempre de nuevo por un valor de todo punto determinado. El problema resulta especialmente dificultado además por el hecho de que, como ya vimos, algunos valores se hallan ya de suyo en contradicción mutua, como, digamos, el amor y la justicia. Es palmario que las decisiones necesarias aquí no pueden recaer, en sentido intelectualista, por el camino de una reflexión, sino que, por el contrario, tienen que venir espontáneamente del sentimiento del valor. No en razón de una reflexión prefiere el hombre un valor en perjuicio de otro; su sentimiento del valor le dice cuál es el valor superior. Cómo pueda suceder esto, es el íntimo secreto del sentimiento del valor. Selección de la Introducción a la filosofía, de Nicolai Hartmann, México Centro de Estudios Filosóficos, UNAM, 1961. 98 A le ja n d r o K o r n y s u ta b la d e v a lo r e s Como un ejemplo de tabla de valores desde el punto de vista relativista y subjetivista, está la de Alejandro Korn; en su tabla se distinguen nueve pares de valoraciones básicas, a las cuales corresponde, en cada caso, una realización histórica y un concepto ideal. Esta tabla debe considerarse sólo como un ensayo, porque el número de las valoraciones fundamentales puede aumentar o disminuir. Entre los valores se ha supuesto una jerarquía, en virtud de la cual se han de subordinar otros, quizá todos a la primacía de un valor supremo. De los nueve conceptos básicos afirmativos no hay uno solo al cual no se le haya atribuido el primado de las valoraciones. Los valores económicos, históricos, vitales, religiosos, lógicos, éticos y estéticos, han sido, y son todos ellos, el eje de determinados sistemas filosóficos. Utilitarismo, hedonismo, empirismo, racionalismo, misticismo, estoicismo, esteticismo, son posiciones filosóficas fundadas en la hegemonía de un valor. Jamás ha existido en la historia de la filosofía una valoración uniforme; en cambio, abundan las unilateralidades. En realidad, piensa Korn, no hay una jerarquía objetiva; aunque cada quien tiene el derecho de decretarla por su cuenta. Valoraciones Biológicas Sociales 1. Económicas Este problema contempla las siguientes cuestiones: Si los valores pueden ser conocidos, ¿qué tipo de conocimiento es el que permite captar los valores?, ¿es un conocimiento intelectual o, por el contrario, emocional e intuitivo?; ¿qué límites tiene este conocimiento? Si los valores fueran captados por una operación intelectual, entonces éstos serían conceptos u objetos idea- les; si fueran objetos reales, serían captados por los sentidos. Ante esto se argumenta que un bien, o sea donde está depositado el valor, puede ser captado sensiblemente, pero el valor, no. Max Scheler rechaza la vía intelectual como instrumento cognoscitivo de los valores; la inteligencia es ciega para los valores. Los valores, piensa Scheler, se dan gracias a la intuición emocional. Los valores se hacen transparentes por una intuición de orden emocional, se revelan de una vez por todas. Los valores se dan en un acto intuitivo privilegiado, que nos entrega la totalidad del objeto. Siguiendo la doctrina de Scheler, dice José Ortega y Gasset: Conceptos Realización básicos histórica Finalidad ideal Útil-nocivo Técnica 11. Instintivas Agradable- Placer Dicha Bienestar 111. Eróticas desagradable . IV. Sociales Amable-odioso Familia Amor V. Vitales Selecto- vulgar Disciplina Poder Lícito- vedado Derecho Justicia Santo-profano Culto Santidad Bueno-malo Cierto-falso Bello-feo Moral Saber Arte Bien Verdad Belleza VI. Religiosas Culturales Problema del conocimiento de los valores VII. Éticas VIII. Lógicas IX. Estéticas Figura 5.3 Alejandro Korn (1860-1936) filosofo argentino, autor entre otras obras, de La libertad creadora. Korn considera que los fines y los valores son Invenciones de la libertad. Ésta puede ser económica o moral. La libertad económica, dominio. sobre el mundo objetivo y la libertad ética, dominio de sí mismo, constituyen unidas la libertad humana. Max Scheler sustenta una filosofía material de los valores; aquí la palabra material no alude a una filosofía materialista; se trata de una doctrina que reacciona contra el formalismo kantiano. Scheler piensa que no sólo hay un a priori de carácter intelectual; es erróneo equiparar solamente lo formal con lo a priori. Existe, además, un a priori de carácter emocional, que es justamente el correlato de los valores. "Lo a priori del 99 conocimiento teórico --dice Scheler- no es algo meramente pensado, o que haya de ser ante todo pensado. No hay ninguna doctrina que haya obstaculizado durante más tiempo la teoría del conocimiento, como la que tiene su punto de partida en la hipótesis de que los factores del conocimiento deben ser bien un contenido sensible, bien algo pensado”7 "También - agrega Scheler - lo emocional del espíritu, el sentir, preferir, amar, odiar y querer tienen un contenido originario y a priori, que no les ha sido prestado por el pensar y que la ética ha de mostrar independientemente de la lógica. Hay un ordre du coeur o logique du coeur, como atinadamente dice Blas Pascal, y que son a priori."8 (En efecto, Pascal afirma que el corazón tiene también sus razones que la razón ignora.) La razón jamás captará los valores, como piensa Kant, el cual reduce el valor de lo bueno a un principio formal. Los valores son aprehendidos mediante sentimientos emocionales; "el acceso al mundo de los valores, explica Scheler, no se logra por medio de la percepción interior, sino gracias a un conocimiento estimativo o intuición de lo valioso, fundado en el sentimiento y la preferencia". O b je c io n e s q u e F r o n d iz i h a c e c o n tr a la d o c tr in a d e la in tu ic ió n e m o c io n a l "¿Es cierto lo que sostienen Max Scheler y Ortega?, ¿se captan los valores de una vez en su integridad?, ¿son realmente transparentes?, ¿se revelan en una intuición emotiva?" Todas estas preguntas críticas se formula Frondizi a propósito del intuicionismo de Scheler y de Ortega; por considerarlas de importancia para este tema, se transcribirán sus respuestas: "La experiencia de artistas, críticos e historiadores del arte no coincide con esta descripción optimista de la captación del valor. Un largo y penoso trato es a veces necesario para que de la obra de arte caiga lentamente el velo que cubre su belleza. Jamás la captación es definitiva; nuevos trastornos depararán nuevas sorpresas. En el plano ético las cosas son aún más complicadas. La honestidad de una conducta, o la injusticia de una sentencia, no nos resultan patentes a primera inspección." "Reparos semejantes habrá que dirigir al carácter emocional de la supuesta intuición captadora del valor. Aun en el plano estético donde el aspecto emocional parece predominar- no faltan elementos intelectivos que forman parte de nuestra captación. Si pasamos del plano estético al ético o al jurídico, la presencia de los elementos racionales es innegable. En la esfera axiológica de lo útil, a su vez, lo intelectual ha excluido por completo a lo emotivo; no puede captarse la utilidad de un objeto sin un concepto previo del fin que debe cumplir y del modo como lo cumple." F i g u r a 5.4 ¿Cómo captamos el valor de una obra de arte? Según Scheler, el acceso al mundo de los valores se logra gracias a una intuición de lo valioso fundado en el sentimiento y la preferencia. Por otra parte, si fuera cierto que captamos los valores plena e intuitivamente, ¿qué hacer frente a intuiciones antitéticas? No cabe la menor duda que tales intuiciones existen. Acusar a quien tiene una intuición distinta de la nuestra, de que padece ceguera para los valores, supone arrogancia y falta de espíritu crítico: el choque de intuiciones se produce en hombres de jerarquía similar. ¿Qué intuición será la que resuelva la contradicción intuitiva?9 Respecto de los límites que puede tener el conocimiento de los valores, se observa que, dentro de los lineamientos que establece el pensamiento de Hartmann, la intuición de los valores nunca es completa y definitiva; los bienes son imperfectos o más o menos perfectos, por- que nunca llegan a encamar plenamente el valor; Hartmann habla de una "estrechez del sentido del valor". E hombre puede ir afinando y perfeccionando su intuición axiológica por medio de la educación moral, estética. 100 Puede darse el caso de una persona que jamás pueda captar plenamente un valor específico; esta incapacidad recibe el nombre de ceguera valorativa. Se dice, por ejemplo, que Freud, a pesar de toda su cultura, nunca pudo sentir y valorar la música. Los objetivistas dicen que la ceguera valorativa no anula el carácter a priori y absoluto de los valores; los valores valen, afirman, independientemente de su captación o su no captación, su existencia no está condicionada por los sujetos. Incluso ha habido épocas históricas que no han advertido ciertos valores; por ejemplo, la Edad Media sobrestimó los valores religiosos en menoscabo de otros (como el valor de la experimentación, de la individualidad, etcétera). Según los subjetivistas, los valores son creaciones individuales; en cambio, los objetivistas afirman que los valores no se crean sino que se descubren (recuérdese que su existencia es a priori). "El descubrimiento de nuevos valores suele ser obra de grandes espíritus, héroes, santos o fundadores de religión. Jesús de Nazaret reveló al mundo el valor ético de la caridad, hasta entonces ignorado“ El santo descubre valores religiosos; el genio, valores espirituales, y el héroe, valores vitales. En el primero prevalece la relación originaria de amor y de contemplación con lo divino, fuente de toda revelación. El segundo se presenta como artista, filósofo o legislador. El tercero es el tipo ideal de persona consagrada a la realización de lo noble; en relación con esto Max Scheler presenta en su obra El santo, el genio, el héroe" una interesante caracterología de estos gran- des descubridores de valores. Características de los valores Si bien es difícil definir los valores, pueden caracterizarse a partir de las siguientes notas o rasgos: Dependencia Los valores no existen por sí mismos, necesitan depositario en quien descansar; son como las cualidades de esos depositarios llamados bienes: la belleza de un cuadro, la elegancia de un vestido, la utilidad de una herramienta. Estas cualidades no son esenciales para la existencia del objeto. Un cuadro no puede existir sin extensión, por ejemplo. El valor no es como la extensión o el peso; el valor no agrega ni confiere ser a una cosa, es una especie de cualidad irreal. "Los valores no son cosas n i elementos de las cosas, sino propiedades, cualidades sui generis, que poseen ciertos objetos llamados bienes."12 En virtud de que, como se ha visto, los valores necesitan de los bienes, se dice que pertenecen a los objetos, que son no independientes, entes parásitos (necesitan apoyarse en las muletas de la realidad). Antes de depositarse en los bienes, los valores son "meras posibilidades"; para actualizarse necesitan plasmarse, concretizarse en los bienes tangibles. Polaridad El valor oscila siempre dentro de una polaridad. Toda polaridad encierra los dos valores límites: bueno-malo (moral); verdadero - falso (ciencia); bello-feo (arte). Al primer término de toda valoración se le llama valor positivo y al segundo, valor negativo; a estos últimos también se les llama disvalores o contravalores. La característica de polaridad o bipolaridad consiste en que los valores se presentan desdoblados en un valor positivo y el correspondiente valor negativo. Es necesario advertir que el disvalor no implica una inexistencia, una negación del valor positivo; el valor negativo tiene tanto existencia efectiva como el valor positivo. La polaridad siempre se da en toda valoración, no hay obra de arte que sea neutra, ni espectador que pueda mantenerse indiferente al escuchar una sinfonía, leer un poema o contemplar un cuadro. La polaridad o bipolaridad que implican los valores permite establecer una serie de axiomas como los siguientes: Axiomas de Franz Brentano 1. La existencia de un valor positivo es un valor positivo. 2. La existencia de un valor negativo es un valor negativo. 3. La no existencia de un valor positivo es un valor negativo. 4. La no existencia de un valor negativo es un valor positivo. 101 Axiomas de Eduardo García Máynez Apoyándose en Axiomas de Max Scheler la axiomática de Brentano y Scheler, Eduardo García l. Ningún valor puede ser, a la vez, positivo y negativo. Máynez formula la siguiente axiomática, aplicable al orden 2. Todo valor no negativo es un valor positivo. jurídico: 3. Todo valor no positivo es un valor negativo. 1. Quien tiene un deber tiene el derecho de cumplirlo. 2. Lo que siendo derecho, es al propio tiempo deber, puede jurídicamente hacerse, pero no omitirse. Algunas características de los valores Ser valientes Objetividad No dependen de las Su forma de realidad no es el ser ideal ni el ser real, preferencias individuales, sino que mantienen su forma de sino el ser valioso. La realidad más allá de toda realidad del valor es el apreciación y valorización (la valer. teoría subjetivista afirma lo No independencia contrario). Los valores no son independientes; hacen Cualidad siempre referencia al Los valores son totalmente ser (o realidad) y son independientes de la cantidad como predicaciones del y por eso no pueden ser. establecerse relaciones cuantitativas entre las cosas valiosas. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. No todo lo que es derecho es al propio tiempo deber. Lo que siendo derecho, no es al propio tiempo deber, puede libremente hacerse u omitirse. Ninguna conducta puede hallarse, al mismo tiempo, prohibida y permitida. Todo lo que no está prohibido está permitido. Todo lo que está jurídicamente ordenado está jurídicamente permitido. No todo lo que está jurídicamente permitido está jurídicamente ordenado. Lo que estando jurídicamente permitido, no está jurídicamente ordenado, puede libremente hacerse u omitirse. 10. Todo derecho que no se agota en la facultad de cumplir un deber propio puede libremente ejercitarse o no ejercitarse. Jerarquía El conjunto de valores se ofrece en una tabla general ordenada jerárquicamente. Figura 5.5 ¿Cuánto quiere una madre a sus hijos? Esta respuesta no se puede contestar porque el amor, en cuanto a valor humano, es una cualidad independiente de toda cuantificación. J e r a r q u ía La tercera característica de los valores se conoce como jerarquía. Esto significa que los valores se presentan de acuerdo con una gradación; hay valores inferiores Y va- lores superiores; es necesario distinguir entre una clasificación y una jerarquía: una clasificación no implica un orden jerárquico (orden que va de lo inferior a lo superior), en cambio, los valores plantean una jerarquía o tabla de valores. Generalmente el hombre elige los va- lores superiores, aunque 10 puede suceder que eüit inferiores por razones circunstanciales. Por ejemplo sobre el rastro de la caravana, un árabe extraviado en el desierto divisa un saco que cree que contiene dátiles, lo alza y con desdén lo arroja, pues no son más que perlas y en ese momento no le sirven para nada. Así, el valor circunstancial de los objetos reales depende de la estimación que se tenga de ellos. Es muy importante, desde el punto de vista vital, existencial, esta característica de los valores pues como acertadamente observa Risieri Frondizi: “la existencia 102 de un orden jerárquico es una incitación permanente a la acción creadora y a la elevación moral. El sentido creador y ascendente de la vida se basa, fundamental- mente. en la afirmación del valor positivo frente al negativo y del valor superior frente al inferior" .13 He aquí una clasificación de valores susceptibles de jerarquización: Tipos de valores tivos e históricos; pero no sucede lo mismo con el valor belleza, que sería una entidad ideal, existente al margen de los productos históricos, cual idea platónica. Positivo-negativo (polaridad) Valores y bienes tiles capaz- incapaz abundante-escaso Vitales sano-enfermo fuerte-débil selecto- vulgar Intelectuales verdad-error evidente-probable Morales bueno-malo justo-injusto La altura del valor moral de una acción es independiente del valor de bienes al que se refiere la acción. El valor moral sube con la magnitud de la empresa, con la hondura y honradez de la intención, pero no con la altura del valor de bienes. Se puede gastar muchísimo trabajo en una pequeña obsequiosidad., pero también se puede hacer un gran regalo sin el menor esfuerzo. El valor moral de la primera acción es, sin duda alguna, mayor. Nicolai Hartmann, op. cit. Estéticos bello-feo elegante-no elegante gracioso-grotesco Distinción entre valores y bienes Los valores no existen por sí mismos, necesitan apoyarse, plasmarse en realidades concretas llamadas bienes. Los bienes son objetos en los que se depositan cualidades valiosas. Así, ejemplos de bienes son: una estatua, un gesto, una sentencia, un cuadro, un acto moral, un libro, etcétera. Según los objetivistas, como se ha visto, los valores pueden existir independientemente de los bienes, ya que los valores son universales, a priori; mientras que los bienes son temporales, cambiantes e históricos. Los -alores y bienes se encuentran ligados, ya que éstos sólo existen como aspiraciones hacia los primeros. Así, por ejemplo, un cuadro concreto (bien cultural) existe en cuanto aspiración de realización del valor belleza (considerado como un valor inmutable y eterno). A pesar de que los valores y los bienes están muy relacionado, existiría una diferencia entre ellos: los objetos reales, cambian de una época a otra y de a otro; mientras que los valores, entes inmuta- son de siempre y para siempre. Así, por ejemplo, Meninas de Picasso, son muy diferentes desde el de vista de su concepción estética y de su estilo, Las Meninas de Velázquez, porque son bienes rela- Interpretación idealista de los bienes y valores Bienes Temporales, relativos (aspiraciones hacia el valor) Valores Eternos, absolutos (desiderata de la historia) Belleza Predicciones astrológicas del Medievo Verdad Predicciones astrofísicas contemporáneas Según una concepción marxista, en cambio, los va- lores se agotan en los bienes; no hay un reino de valores trascendente. "No existen valores en sí, como entes ideales o irreales, sino objetos reales o bienes que poseen valor."14 103 Los valores sólo se dan en la realidad natural y humana como propiedades valiosas de los objetos de esta realidad. Los valores requieren, como condición necesaria, la existencia de ciertas propiedades reales - naturales o físicas que constituyen el soporte necesario de las propiedades que son consideradas valiosas. Las cosas sólo adquieren pleno valor cuando establecen una relación con el hombre considerado como ser social. E n to r n o a la d e fin ic ió n d e l v a lo r ¿Qué es el valor? He aquí una cuestión difícil de resolver. A manera de conclusión, se dirá que la esencia del valor es concebida en forma diversa por los filósofos. La axiología entraña una diversidad de corrientes, pero a todas ellas les interesa saber qué es el valor, conocer la naturaleza del valor. Algunos autores, como Lotzse, consideran que los valores constituyen una región de objetos completamente diferentes de los que había establecido la ontología tradicional. Los valores no recaen en los objetos reales (objetos espaciotemporales), ni en los objetos ideales (objetos inespaciales e intemporales como los matemáticos y lógicos); los valores, dice Lotzse, no son sino que valen. Esta definición, sin embargo, no nos aclara mucho acerca de los valores. Una de las razones por las que se dice que el valor no se puede definir es por- que se equipara a nociones metafísicas y tan generales como el ser, la esencia, la existencia, etcétera. Según los subjetivistas, los valores son aprehensiones individuales, singulares. El valor es un estado psíquico, subjetivo, una vivencia personal. Según los objetivistas, los valores son entidades que existen idealmente, como objetos supraempíricos, atemporales, inmutables y absolutos. Son independientes del hombre, su existencia es a priori. "Hay --dice Nicolai Hartmann- un reino de valores subsistente en sí mismo, un auténtico mundo inteligible que está fuera de la realidad y fuera de la conciencia, una esfera ética ideal no construida, inventada o soñada, sino efectiva- mente existente y aprehensible en el fenómeno del sentimiento axiológico, la cual subsiste junto a la óntica real y a la gnoseología actual." Algunos autores como Frondizi, como se ha visto, intentan conciliar el subjetivismo y el objetivismo, afirmando que el valor surge de una relación entre el sujeto y el objeto y que esta relación produce una estructura empírica (el valor), humana y concreta. La teoría de Frondizi se acerca un poco a la solución buscada. En realidad, ni el objetivismo ni el subjetivismo explican satisfactoriamente lo que es el valor. El subjetivismo no tiene razón, porque reduce el valor a una vivencia individual, olvida que aunque los va- lores existen para un sujeto, este sujeto no es meramente individual, sino social. Además, los valores requieren de un sustrato material y sensible, inseparable de los valores. El objetivismo tampoco tiene razón, porque separa al hombre de los valores; olvida que el hombre, como ser histórico y social, es el creador de los valores y los bienes en que se plasman. Los valores son creaciones humanas, y sólo existen si se realizan en el hombre y por el hombre. Los valores son objetivos, pero su objetividad es humana y social, la objetividad no es suprahumana, no trasciende el ámbito del hombre como ser histórico-social.15 S o b r e la c r is is d e v a lo r e s Uno de los problemas fundamentales de la axiología o teoría de los valores es el que se refiere a la realización de los valores: ¿en qué forma el hombre puede realizar los valores que su sociedad requiere?, ¿con qué medios cuenta para ello? Es importante que el individuo, además de conocer o intuir lo valioso, lo ponga en práctica. Cuando los valores elevados no se realizan o se postergan, cuando no existe una conciencia de la dignidad humana, surge lo que se llama una "crisis de valores". La crisis de valores es algo que se da en la sociedad de nuestro tiempo. Hoy se asiste a una crisis de valores. Vivimos una época, como dice Samuel Ramos, de gran- des convulsiones morales que alcanzan todos los órdenes de la existencia humana y que en el campo del espíritu ha determinado una confusión de ideas y valores. La civilización se rige por los valores materiales y parecen no interesarle los valores humanos. Su tipo representativo es la sociedad burguesa. Tras un esfuerzo secular, la inteligencia llegó a crear una admirable técnica sin precedente en la historia. Y ha sido tan desproporcionado el crecimiento y tan maravillosos los resultados que bien pronto su creador los elevó, de medios que eran, a la categoría de fines. Todas las actividades de la vida y la cultura han sufrido a causa de este equívoco. 16 104 Así, los profundos cambios que la sociedad actual ha sufrido traen consigo una crisis de valores humanos. Según Erich Fromm, asistimos a un proceso de cuantificación y abstractificación. Estos fenómenos entrañan una despersonalización y una deshumanización. "Actualmente, cuando sólo el 20 por ciento de nuestra población labora por sí misma, el resto trabaja para algún otro, y la vida del hombre depende de alguien que le paga un salario o sueldo. Pero mejor diríamos 'algo' y no alguien, porque el trabajador es contratado y empleado por una institución cuyos directores son partes impersonales de la empresa."17 En virtud de esta abstractificación, se soslayan o se borran las relaciones con la concreción y singularidad de las cosas y de las personas. Por ejemplo, cuando hablamos de un "puente de tres millones de pesos", no nos referimos ni a su utilidad ni a su belleza, es decir a sus cualidades concretas, sino que se habla de él como una mercancía cuya utilidad es el valor en cambio, expresado en una cantidad de dinero. De esta manera, en el mundo contemporáneo, las cosas se estiman como mercancías. Incluso, nos advierte Erich Fromm, la abstractificación también se manifiesta en los fenómenos que no son mercancías o cosas que se venden en el mercado, como por ejemplo: un terremoto. Respecto a esto, los periódicos publicarán encabezados que hablarán de una "catástrofe de un millón de dólares", enfatizando el elemento cuantitativo abstracto y no los aspectos concretos o cualitativos como son el sufrimiento humano, etcétera. Para Erich Fromm, el proceso de abstractificación tiene raíces profundas que se remontan a los orígenes mismos de la era moderna, a la disolución de todo cuadro concreto de referencia en el proceso de la vida. Ligado al proceso de abstractificación (que hemos explicado brevemente) está --como expresión de la crisis moral de nuestro tiempo el fenómeno de la enajenación ya estudiado por Carlos Marx y otros autores. "Entendemos por enajenación, dice Erich Fromm, un modo de experiencia en que la persona se siente a sí misma como un extraño. Podría decirse que ha sido enajenado de sí mismo."19 La enajenación, tal como la encontramos en una sociedad moderna, es casi total, pues impregna las relaciones del hombre con su trabajo, con las cosas que consume, con el Estado, con sus semejantes y consigo mismo. Por ejemplo, el consumismo es uno de los fenómenos típicos de nuestro tiempo. Hay, como observa Erich Fromm, una pasión por el dinero, un afán por consumir donde se le da preferencia al tener sobre el ser. Adquirimos las cosas con el puro afán de poseerlas. Las adquirimos para tenerlas. Al consumir las cosas perdemos contacto con las cosas reales. Por ejemplo, con una botella o bote de cerveza bebemos la imagen de la bella y sensual rubia del anuncio. De esta manera "consumir es esencialmente satisfacer fantasías artificialmente estimuladas, una creación de la fantasía ajena a nuestro ser real y concreto". 20 Por otra parte, esta crisis de la cultura occidental ha planteado en los filósofos de la liberación posturas radicales. Franz Fanon, por ejemplo, enarbola la consigna de crear un hombre nuevo capaz de superar las taras, vicios y actitudes colonialistas de los hombres del Viejo Continente: Si queremos transformar a Êfrica en una nueva Europa, a América en una nueva Europa, confiemos entonces a los europeos los destinos de nuestros países. Sabrán hacerlo mejor que los mejor dotados de nosotros. Pero si queremos que la humanidad avance con audacia; sí queremos elevarla a un nivel distinto del que ha impuesto Europa entonces hay que inventar, hay que descubrir Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo.2l 105 Así, la crisis de valores plantea el problema de promover cambios, alternativas para un mejor desarrollo moral, verdaderamente humano, de los hombres y mueres. La ética, al reflexionar sobre estos problemas, nos lleva a cobrar conciencia y a pugnar por un mundo mejor. F i g u r a 5.6 En la sociedad contemporánea las cosas y los seres se tienden a valorar como "meras mercancías". 1. Comenta con tus compañeros diferentes posiciones sobre la naturaleza del valor. Elabora una tabla de valores con su respectiva fundamentación. Ordena jerárquicamente una lista de valores y explica por qué los ordenaste de esa manera. 2. Explica qué se entiende por "crisis de valores". Lee por ejemplo, el libro de Samuel Ramos, Hacia un nuevo humanismo y expresa si sus conclusiones son válidas para nuestra época. 3. Elabora una lista de valores que, según tu opinión, sean necesarios para nuestro momento histórico y nuestras circunstancias concretas. Justifica tus elecciones. Resuelve las siguientes cuestiones: 1. ¿Qué relaciones se encuentran entre la 4. Anota tres antecedentes del desarrollo histórico de la axiología. a) ___________________________________ b) __________________________________ __ c) ___________________________________ ___ 5. Explica brevemente las contribuciones de Federico Nietzsche al estudio de los valores. 6. Explica las concepciones objetivista y subjetivista de los valores. 7. Cita tres argumentos para defender la tesis objetivista. axiología y la ética? 8. Asimismo, menciona tres argumentos para la 2. ¿Qué importancia tienen los valores en la defensa de la teoría subjetivista de los valores. vida humana? 3. Escribe a continuación una definición de axiología. 9. Explica tres características, por lo menos, que presentan los valores. 106 10. Cita tres valores que se cultiven en la vida familiar. a) b) C) 11. A tu modo de ver, ¿cómo se podría superar la crisis de valores? 12. Haz una diferenciación entre valores y bienes. 13. Con tus propias palabras escribe una definición de valor. 14. Para ti, ¿cuáles son los valores más importan- tes de la vida moral? (cita tres de ellos), ¿Por qué? a) ____________________________________ __ b) _____________________________________ _ e) _______________________________________ 15. La circunstancia de que un objeto pueda ser más o menos preferible para un fin, hace referencia a la característica del valor llamada: 16. El hecho de que una acción pueda juzgarse como buena o mala, hace referencia a la característica del valor denominada: Lee cuidadosamente el siguiente texto y elabora tres conclusiones que consideres importantes sobre los valores y contravalores (lo malo). El hombre, nunca tiende al mal como tal Está fundado en la esencia misma de su voluntad el que no pueda dirigirse a lo contrario al valor en cuanto contrario al valor. Nadie hace el mal por el mal mismo esta Idea de Sócrates no ha podido ser refutada convincentemente hasta hoy. Si el hombre obra contra el valor, sólo lo hace para alcanzar con ello alguna otra cosa valiosa. El ladrón mismo codicia un valor de bienes, o sea, tiende a algo valioso. Incluso cuan- do alguien se divierte a costa de otro o quiere hacerle una jugada, o cuando alguien manifiesta alegría del mal ajeno, lo hace en gracia a un valor, un gusto o de un cierto sentimiento de superioridad. Cierto que al hacerlo lesiona va- lores superiores por hacer favor a los inferiores. Pero el hombre no es un ser satánico,' nunca pone la mira directamente en el mal Sólo hace el mal al lesionar, por afán de un valor, otro valor, un valor superior. Es, pues, con él justa- mente al revés que con la figura de Satán, que "quiere siempre el mal y causa siempre el bien". La Idea de un poder real y malo que interviene en la historia del mundo, ha apareado con frecuencia en el curso de la historia, por primera vez en el dualismo de la religión de los antiguos persas. El proceso del mundo consistía allí en la lucha de los dos principios fundamentales de esta imagen del mundo, el bueno y el malo. Un poder decisivo lo ve ante todo también Kant 107 en el mal. En su obra La religión dentro de los límites de la mera razón habla del mal radical. Sin duda no lo concibe personificado, pero lo considera como una pendiente natural en el hombre, como un gran poder que no hay fuerzas humanas que lo extirpen. La ética científica tiene, por cierto, que rechazar semejante Idea del mal. Lo que se consideraba en otros tiempos como mal por ejemplo, los impulsos naturales del hombre, tenemos que reconocerlos como perfectamente valiosos. Contrarios al valor sólo se vuelven estos impulsos cuando el hombre les concede el dominio exclusivo y cuando se desvían de su dirección natural. Nicolai Hartmann, op. cit. • Mis conclusiones sobre esta lectura son: a) b) c) _______________________________________________________________________________________ Enajenación. Pérdida del ser del hombre cuando éste es Abstractificación. Fenómeno consistente en referirse a los tratado como cosa o sujeto a otra instancia con pérdida hechos y situaciones humanas en términos muy de su libertad o de su identidad personal. generales, abstractos; enfatizando lo cuantitativo por Esteticismo. Concepción del mundo que resulta de la encima de lo concreto y personal. sobrestimación de los valores estéticos. Axiología. Llamada también "teoría de los valores". Estimativa. Sinónimo de axiología, término establecido Rama de la filosofía que estudia los valores. por José Ortega y Gasset. Bienes. Designa los objetos valiosos (los bienes de la cultura, los de consumo). Eticismo. Concepción del mundo que resulta de la sobrestimación de los valores éticos. Ceguera valorativa. Incapacidad para aprehender deIntuición emocional. Facultad que nos permite aprender terminados valores. los valores. Cientificismo. Tendencia a reducir todo conocimiento al científico y explicar todo hecho aplicando los Objetivismo axiológico. Tendencia que reduce los valores a entidades a priori, absolutas, en sí por sí. conceptos y métodos de una ciencia. Crisis de valores. Situación en la que, en una sociedad Polaridad. Existencia de dos polos opuestos, positiva y negativa, en los sentimientos, las vivencias valorativas dada, se manifiesta una decadencia de valores moray los fenómenos del valor. les, una desmoralización Y deshumanización. Disvalor. Lo no valioso, lo contrario al valor. También se le llama contravalor. Subjetivismo axiológico. Tendencia que reduce valores a las aprehensiones individuales del sujeto 108 Valor. Término que designa, según las diferentes es- cuelas filosóficas, la condición de ser estimables o apreciadas las cosas, o una propiedad, carácter o esencia de éstas, por la cual son estimadas. Bueno, Miguel, Principios de axiología, México, Patria, 1960. Camps, Victoria, Virtudes públicas, Madrid, Espasa-Calpe, 1990. Dujoune, León, Teoría de los valores y filosofía de la historia, Buenos Aires, Paidós, 1959. Frondizi, Risieri, ¿Qué son los valores?, México, FCE, 1960. Frondizi, Risieri y Jorge J. E. Gracia, El hombre y los valores en la filosofía latinoamericana del siglo xx (Antología), México, FCE, 1975. González, Juliana y Landa Josu (coord.), Los valores humanos en México, México, Siglo XXI, 1997. Hartmann, Robert, La estructura del valor. Fundamentos de la axiología científica, México, FCE, 1959. Hospers, J., La conducta humana, Madrid, Tecnos, 1964. Larroyo, Francisco, Lafilosofía de los valores, México, POITa, 1945. Ruyer, Raymond, La filosofía del valor, Traducción de Agustín Ezcurdia H., México, FCE (Breviarios), 1987. Savater, Fernando, Ética para Amador, Barcelona, Ariel, 1991. Serrano, Gustavo, Ética, el hombre y la bondad, México, Porrúa, 1961. Stern, A., Lafilosofía de los valores, México, Editorial de Humberto Piñera, 1944. 109 Introducción a los problemas éticos El alumno: Problemas de la valoración moral Teorías de lo bueno o criterios estimativos Hedonismo Eudemonismo Utilitarismo Formalismo Vitalismo Perfeccionismo Problemas de la obligatoriedad moral Ética heterónoma Ética autónoma Teorías deontológicas (de deón, deber) Teorías deontológicas de la norma Teorías deontológicas del acto Teorías teleológicas Problemas de la esencia del acto moral Estructura del acto moral El sujeto moral Motivos o intenciones Conciencia del fin que se persigue Decisión Elección Medios El resultado Las circunstancias Responsabilidad moral ~ caracterizará el problema de la valoración moral; ~ distinguirá elementos de la valoración moral; ~ explicará las diversas teorías de lo bueno o criterios estimativos; ~ definirá lo obligatorio; ~ caracterizará el problema de la obligatoriedad moral; ~ definirá y ejemplificará la moral autónoma y heterónoma; ~ definirá la responsabilidad moral; ~ explicará las teorías de la obligación moral; ~ explicará el problema de la esencia del acto ético; ~ explicará qué es un acto ético; ~ explicará y distinguirá los elementos del acto ético; 110 Problema de liberta Determinismo Determinismo psicológico Telurismo Indeterminismo Fatalismo Libertad y determinismo Hacia un concepto de libertad Límites y obstáculos de la libertad Libertad in situ Diferentes manifestaciones de libertad Problemas del origen de la moral Orígenes de la moral Tesis naturalista Origen social de la moral Origen de lo bueno y lo malo en el hombre El optimismo ético El pesimismo El meliorismo Problemas de la realización de la moral Aplicación de la moral La familia El matriarcado El patriarcado El Estado Elementos del Estado Importancia del Estado Concepciones del Estado Realización de la moral. La moralidad del individuo Las virtudes morales Historicidad de las virtudes La moral profesional La deontología Medicina Jurisprudencia La enseñanza La política Concepto de persona e individuo ... explicará el problema de la libertad y su importancia; ... definirá la libertad y mencionará los factores que obstaculizan o nulifican la libertad; ... explicará las corrientes que niegan la libertad: determinismo, libertarismo, fatalismo, indeterminismo; ... definirá qué es causalidad; ... explicará el problema del origen de la moral; ... caracterizará las hipótesis que explican cómo se originó la moral; ... explicará y ejemplificará las teorías optimistas, pesimistas y melioristas; ... explicará el problema de la realización de la moral; ... reflexionará sobre la eficacia de los bienes morales (familia, Estado, escuela, etc.) en la moralización del individuo. 111 del pasado o de otras culturas extrañas. El papel de la ética, empero, consiste en encontrar un criterio objetivo para estudiar y comprender el fenómeno de la valoración, sin olvidar su sentido histórico. El problema de la valoración moral plantea una Al definir a la ética, hemos visto que el mejor rasgo que la cuestión decisiva para la ética, tan importante para ella, caracteriza en cuanto disciplina filosófica es, sin duda, su que se ha considerado el meollo mismo de ésta: ¿qué es carácter teórico, el cual le permite formular una serie de lo bueno?, ¿puede establecerse un concepto objetivaproblemas en torno a su objeto de estudio: la moral. mente válido del valor bondad?.. Pero al aclarar en qué Veamos a continuación algunos de estos consiste lo bueno, la ética tendrá que explicar en qué problemas apuntando las diversas soluciones que se les han consiste lo malo o el vicio moral. Así, pues, el valor de lo dado. bueno implica o remite a su contrario, al disvalor de lo malo. ¿Qué es lo bueno? Esta pregunta que formula el problema de la valoración moral conduce a una serie de P r o b le m a s d e la v a lo r a c ió n tentativas, de soluciones encaminadas a establecer una concepción de lo bueno. Bajo el nombre de teorías de lo m o ra l bueno o criterios estimativos se analizarán algunas de estas soluciones. Es necesario hacer notar que el conjunto Recibe el nombre de valoración moral el hecho de de todas estas soluciones o respuestas al problema de la atribuir, adjudicar, un valor a una acción humana esencia de lo bueno, constituyen la historia misma de la determinada. La valoración es una reacción humana ante ética; por lo cual este parágrafo debe complementarse con un hecho o un acontecimiento. En la valoración, la el siguiente tema de este libro, de- dicado a estudiar, voluntad aprueba o repudia. precisamente, las doctrinas éticas fundamentales. La valoración no tiene carácter abstracto; sus elementos -sujeto que valora, objeto de la valoración, resultado de la valoración o juicio de valor- son todos concretos, históricos y temporales. No debe olvidarse el Teorías de lo bueno o criterios origen humano y concreto de la valoración. In tr o d u c c ió n a lo s p r o b le m a s é tic o s estimativos Valorizar, valorar, valuar, estimar - dice Paula Gómez Alonso-- es una operación psíquica en cuyo fondo están el amor, el apetito, la necesidad. Por mucho que los axiologistas traten dé hacer la depuración del concepto de "valor" y se hayan refugiado en su "objetividad" ideal, cosa imposible y contradictoria, de sus valores, no llegan a superar un psicosubjetivismo que de ninguna manera puede trascender lo universal. Los valores y las estimaciones varían con el individuo, con la familia, con la sociedad, con la nación, con la época. Se denominan teorías de lo bueno o criterios estimativos las diversas doctrinas que intentan solucionar el problema de investigar qué es lo bueno; ellas son, fundamentalmente las siguientes: Hedonismo En la antigua Grecia se encuentran los primeros criterios estimativos creados por sus grandes filósofos; uno de estos criterios para juzgar lo que es el bien es el hedonismo (de la palabra griega hedone, placer). El Es un hecho indiscutible el carácter histórico de la hedonismo sostiene que el sumo bien, que lo bueno, valoración. La historia muestra los cambios que ha consiste en el placer. sufrido la conciencia moral; cada pueblo, cada época En la corriente hedonista puede citarse, como una de propone una escala de valores acorde con su circunstancia. sus figuras principales a Epicuro (341-279 a.C.), filósofo Una ética dogmática tenderá siempre a soslayar esta griego que nació en Gargeto y se educó en Samas. Pertenece historicidad de la valoración; aferrada a un solo punto de a la corriente posterior a Aristóteles, conocida como vista, incurrirá en una miopía estimativa, incapaz de filosofía helenístico-romana. A la edad de 35 años se valorar, en su justa proporción, las concepciones morales establece en Atenas, donde funda su escuela, llamada el Jardín. Epicuro enseña que el placer) el dolor son las dos afecciones que se encuentran en todo 112 animal: una, favorable; la otra, contraria; mediante las cuales se juzga lo que se debe elegir y lo que se debe rechazar. Según el hedonismo, es moralmente buena aquella conducta que tiene por fin el placer o, por lo menos, la negación de dolor (displacer). El placer está inherente en la naturaleza del hombre. Es propio de la naturaleza humana el tender al logro del placer y evitar todo aquello que causa sufrimiento, ya sea físico o espiritual. La palabra placer tiene un fuerte matiz sensual; cuando se habla de placer, se piensa en general, en deleites corporales, sexuales. Sin embargo, no es éste el sentido que el placer tiene en los hedonistas; ellos no desembocan en un hedonismo extremo. Epicuro más bien se refiere a placeres moderados, propios de la naturaleza racional del hombre. Se dice que Epicuro inculcaba a sus discípulos el amor a la naturaleza y las cosas bellas, enseñando que es necesario llevar una vida amable y sencilla. Sólo así se podrá encontrar lo placentero y virtuoso. Resulta paradójico recordar que Epicuro sufre de parálisis, come frugalmente, y, en general, es abstemio; aconseja la búsqueda de placeres bastante moderados (no pasar hambre, sed ni frío), así como una sabia autodisciplina. Frecuentemente se olvida que estudiar, contemplar una obra de arte, escuchar una melodía, sostener una conversación inteligente, proporciona placer. Epicuro considera que muchos placeres son efímeros y acarrean dolor. En efecto, algunos placeres van acompañados de dolor; éstos hay que evitarlos. Es necesario evitar, por ejemplo, los placeres dinámicos que, según Epicuro, no son duraderos; entre ellos está el deleite sexual, que entraña fatiga, remordimiento y depresión. Otros representantes del hedonismo son Aristipo, y en el siglo XIX, Jeremías Bentham (que como se verá, también está relacionado con el utilitarismo). Eudemonismo Otra corriente de gran significación en Grecia fue el eudemonismo (del griego eudaimonia, felicidad, dicha o ventura). Según el eudemonismo, lo bueno se cifra en la felicidad; el hombre persigue lie una manera innata y espontánea la felicidad; la felicidad es lo eternamente apetecible en sí mismo. El eudemonismo se encuentra en filósofos de la talla de Sócrates, Platón y Aristóteles. Para Sócrates, el principal elemento que conduce a la felicidad es el conocimiento (a esta postura se le denomina "intelectualismo ético"); su tesis es que la sabiduría nos lleva a la virtud, y que ésta, a su vez, nos permite acceder a un estado de plenitud y satisfacción. Para Platón la felicidad también radica en la práctica de la virtud entendida como sabiduría, solamente que ésta se logra en un reino intangible, ultraterreno o Mundo de las Ideas. Pero la elaboración más sistemática de esta doctrina se debe a Aristóteles de Estagira, quien considera que el fin último de la vida es la felicidad; todos los hombres encaminan sus actos hacia la consecución de la felicidad; pero no todos saben en qué consiste ni cómo lograrla. El vulgo piensa que la felicidad consiste en la búsqueda de placeres materiales; otros consideran que la felicidad radica en los honores y riquezas ... Sin embargo, la felicidad, comenta Aristóteles, sólo puede consistir en la práctica de una vida acorde con la naturaleza racional del hombre (vida teorética); el soberano bien consiste, según Aristóteles, en la actividad del alma razonable en una vida perfecta; pero esta vida requiere, además, de otras cosas: posesión de los bienes del cuerpo, posesión de bienes externos, el uso razonable de esos bienes, etcétera. Por otra parte, esta actividad racional en la cual consiste el bien debe ser continua, debe cumplirse durante una vida entera y cabal; "pues una sola golondrina no hace verano, como tampoco lo hace un solo día bueno, ni es suficiente algún tiempo de felicidad para hacer a un hombre feliz y afortunado". Utilitarismo El utilitarismo (del latín utile, lo que es útil) es la doctrina ética que sostiene que lo bueno consiste en lo útil. También se considera el utilitarismo como aquella doctrina que declara que lo moralF i g u r a 6 . 1 Según Epicuro, representante de la doctrina hedonista los más elevados placeres son de carácter mente bueno radica en una legítima aspiración espiritual, por ejemplo el placer que produce el hacia el bienestar. escuchar buena música. 113 F i g u r a 6.2 Según Aristóteles el vulgo piensa que la felicidad estriba en la búsqueda de los más ordinarios placeres sin embargo la felicidad verdadera consiste en la práctica de la vida teorética que busca afanosamente la verdad. El utilitarismo puede adoptar tres posiciones: 1. Cuando se busca el bienestar individual en detrimento de la sociedad (individualismo o egoísmo ético). 2. Cuando se busca el bienestar de los otros en detrimento de la utilidad individual (altruismo). 3. Cuando se trata de conciliar el bienestar individual con el bienestar social (por ejemplo, la doctrina de John Stuart Mill). Puede afirmarse que la tercera posición es la forma estricta en que debe entenderse el utilitarismo. El utilitarismo declara que lo bueno es la utilidad. La acción buena es la que procura felicidad y satisfacción a la sociedad. La utilidad responde a una necesidad o tendencia natural; dicha tendencia inclina al hombre a promover la felicidad de sus semejantes. El utilitarismo tiene su origen en Inglaterra; uno de sus primeros exponentes fue Francisco Hutcheson, quien lo propagó en 1725. Sin embargo, sus más famosos teóricos son Jeremías 'Bentham (1748-1832) Y John Stuart Mill (1808-1873). En estos autores se encuentra también un hedonismo, ya que tienden a identificar la felicidad con el placer. El hedonismo inherente al utilitarismo se trasluce, por ejemplo, en la doctrina de Bentham, según el cual los únicos hechos que pueden servir como fundamento del dominio moral son el placer y el dolor. La conducta del hombre, afirma Bentham, está determinada por la expectativa del placer y del dolor y ésta es el único motivo posible de acción. Sobre estos fundamentos la ciencia de la moral resulta exacta como la matemática, si bien mucho más intrincada y extensa. Una preocupación central del utilitarismo consiste en buscar un principio objetivo que permita establecer cuándo una acción determinada es buena o mala. Este principio se llama principio de utilidad, que sostiene que una acción es buena en tanto que tienda a lograr la mayor felicidad posible para el mayor número de personas. En su obra El utilitarismo, Stuart Mill dice: "El credo que acepta la utilidad o principio de la mayor felici- dad como fundamento de la moral, sostiene que las acciones son justas en la proporción con que tienden a promover la felicidad; e injustas en cuanto tienden a producir lo contrario de la felicidad. Se entiende por felicidad el placer y la ausencia de dolor; por infelicidad, el dolor y la ausencia de placer". Stuart Mill acepta, en cierto modo, la teoría de los placeres sostenida por los epicúreos; afirma que no se conoce ninguna teoría epicúrea de la vida que no asigne a los placeres del intelecto, de los sentimientos y de la imaginación, un valor mucho más alto, en cuanto placeres, que a los de la mera sensación. Sería absurdo suponer, piensa Stuart MilI, que los placeres dependen sólo de la cantidad. "Es mejor ser un hombre insatisfecho que un cerdo satisfecho, es mejor ser Sócrates insatisfecho, que un loco satisfecho."2 Figura 6.3 Para John Stuart Mili los placeres no dependen sólo de la cantidad, es preferible ser un hombre insatisfecho que un cerdo satisfecho. "La moral utilitarista -dice J. S. Mill- reconoce en el ser humano el poder de sacrificar su propio bien por el bien de otros. Sólo rehúsa admitir que el sacrificio sea un bien por sí mismo. Un sacrificio que no aumenta ni tiende a aumentar la suma total de la felicidad, lo considera desperdiciado. La única renunciación que aplaude es la devoción a la felicidad o alguno de los medios para conseguir la felicidad de los demás. "La felicidad en que se cifra la concepción utilitarista en una conducta justa, no es la propia felicidad del que obra, sino la de todos." "En la norma áurea de Jesús de Nazaret, leemos todo el espíritu de la ética utilitarista: Haz como querrías que hicieran contigo y ama a tu prójimo como a ti mismo." En esto consiste el ideal de perfección de la moral utilitarista. Es necesario buscar "el interés de cada individuo del modo más aproximado, en armonía con el interés común"3. 2 John Stuart Mili, El utilitarismo, Madrid, Aguilar. 1968. Se recomiendo también para ampliar este tema la lectura de: Dicterlen. Paulette. " L a ética de J. S. Mili", en Filosofía l/. Ética y filosofía política. México. Porrúa.l9S9 3 Èdem. 114 F o r m a lis m o Se conoce como ética formal y fue creada por el filósofo prusiano Immanuel Kant (1724-1804). La ética formal es una teoría que no se basa en el mundo de los hechos (la experiencia). Kant pretende superar toda suerte de éticas empíricas y eudemonistas (éticas de los resultados). Kant piensa que es necesario elaborar una filosofía moral pura, que esté enteramente limpia de todo cuanto pueda ser empírico; por lo tanto, el concepto de lo bueno debe residir en una ley moral a priori, es decir, universalmente válida y necesaria. El fundamento de la obligación no debe buscarse en la naturaleza del hombre (como hace el empirismo) o en las circunstancias del universo en que el hombre está puesto, sino a priori, exclusivamente en conceptos de la razón pura. La ética debe descansar enteramente sobre una base pura o a priori (ética de las intenciones). Al comienzo de su Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant escribe lo que entiende por un comportamiento moralmente bueno: "Ni en el mundo -dice- ni, en general, tampoco fuera del mundo es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad"." Ahora bien, la buena voluntad tiene, según Kant, un valor absoluto. "La buena voluntad -afirma- no es buena por lo que efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto; es buena sólo por el querer, es decir, es buena en sí misma." . Esto significa que la buena voluntad es buena en cuanto intención pura y no por los resultados o inclinaciones que ésta puede entrañar. Aunque la buena voluntad no pudiera realizarse en la experiencia, no por ello dejaría de ser valiosa y objetiva. Aun cuando, por particulares enconos del azar o por la mezquindad de una naturaleza madrastra, le faltase por completo a la voluntad la facultad de sacar adelante su propósito; si. a pesar de sus mayores esfuerzos. no pudiera llevar a cabo nada y sólo quedase la buena voluntad ~no desde luego como un mero deseo, sino como el acopio de todos los medios que están en nuestro poder-c-, sería esa buena voluntad como una joya brillante por sí misma, como algo que en sí mismo posee su pleno valor 4 Immanuel Kant, Fundamentación metafísica de las costumbres, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1967. 5 Èdem. 6 Èdem. Obrar con arreglo a la buena voluntad equivale a actuar conforme al deber y por el deber mismo; a hacer el bien, no por mera inclinación, sino por respeto al deber. En este sentido, por ejemplo, se debe procurar la felicidad, pero no por inclinación (como piensan los eudemonistas), sino por deber; sólo entonces tiene la conducta un verdadero valor moral. Un ejemplo del propio Kant aclarará un poco más esta doctrina kantiana: un hombre desahuciado, enfermo, que haya perdido todo interés por la vida, tenderá, por inclinación, a pensar en el suicidio; sin embargo, la ley moral (obrar conforme a la buena voluntad) le obligará a respetar su vida, a pesar de que sus deseos o inclinaciones sean contrarios a este deber. En esto consiste obrar por deber y no por inclinación. Así, pues, la ética kantiana nos insta a acallar los deseos, apetitos e inclinaciones, para escuchar sólo el imperativo del deber, el cual es eminentemente racional. V ita lis m o Otro criterio estimativo está representado por la corriente vitalista. En general, el vitalismo es la tendencia filosófica que considera la vida como el principio fundamental del cosmos. También puede decirse que el vitalismo es la doctrina que toma la vida humana como objeto central de la filosofía. El vitalismo entraña una diversidad de corrientes, pero todas coinciden en afirmar que lo bueno radica en la vida y en todo aquello que la impulse y desarrolle. Como ejemplo de vitalismo está el pensamiento de Nietzsche (1844-1900). Nietzsche nació en Rocken, Prusia, y estudió en la Universidad de Bono. En 1865 pasó a Leipzig, donde cursó filología y comenzó a entusiasmarse con la filosofía de Arthur Schopenhauer: en El mundo como voluntad y representación del gran filósofo pesimista encontró "un espejo donde vi el mundo, la vida y mi propia naturaleza, pintados con grandeza terrible". En ese mismo año 1865, proclama a Ricardo Wagner ante el universo como el Esquilo moderno que restablece los mitos y símbolos y que une la música y el drama en una especie de éxtasis dionisiaco. Sin embargo, más tarde el propio Wagner habría de decepcionarlo por su viraje a una música de profundos mensajes cristianos; ahora Wagner ya no es el artista que exalta los valores de la vida sino el adulador de los instintos budísticos y nihilistas disfrazados con el esplendor de la música. Nietzsche afirma por boca de Zaratustra: "Lo que no soy, esto es para mí la bondad." Esta frase encaja bien en la propia vida del autor de Así hablaba Zaratustra. 115 Uno de sus biógrafos, Will Durant, ve esta incompatibilidad entre la doctrina y la personalidad de Nietzsche. Así, nos dice, el filósofo alemán Rindió culto al soldado, porque su salud no le permitió llegar a ser [ ... ] como era blando de carácter suponía que todo el mundo era como él, peligrosamente inclinado a practicar el cristianismo [ ... ] en el fondo era un ingenuo entusiasta, romántico, tierno hasta la simplicidad; su combate contra la ternura era una tentativa para conjurar una virtud que le había causado la más amarga decepción y para cerrar una herida de que no se curó.' F i g u r a 6.4 Nietzsche ( 1 8 4 4 - 1 9 0 0 ) . S u filosofía nos instala ya dentro de la ética material de los valores; al enfrentarse a la moral de su tiempo, propone una transmutación de los valores. La filosofía de Nietzsche constituye el más claro antecedente de la filosofía material de los valores. Al enfrentarse a la moral tradicional de su tiempo, propone una "transmutación de los valores". Las virtudes más elevadas son ahora las que exaltan el valor de la vida y de la voluntad de dominio; es virtud toda pasión que diga sí a la vida y al mundo (de ahí su vitalismo): la fortaleza, la alegría y la salud, el amor sexual, la enemistad y la guerra, la veneración, las bellas actitudes, las buenas maneras, la voluntad fuerte, la disciplina de la intelectualidad superior, la voluntad de dominio, el re- conocimiento de la tierra y de la vida, todo lo que es rico y quiere dar, quiere gratificar a la vida, donarla, eternizarla y divinizarla. Nietzsche distingue entre una moral de señores y una moral de rebaño. La primera es la norma acepta- da por la antigüedad clásica, especialmente en Roma (donde la virtud era virtus virilidad, valor, audacia, braveza); la segunda, en cambio, procede de los judíos; en ellos la sumisión engendra la humildad y el desamparo, el altruismo. La moral de rebaño alcanza su plenitud en la doctrina de Jesús; según él todos los hombres tienen igual valor y los mismos derechos; de su doctrina proceden la democracia, el utilitarismo y el socialismo; el progreso empezó a decidirse en términos de igualamiento y vulgarización progresivos, en términos de decadencia y vida descendente. La ética de Nietzsche lleva hasta sus últimas consecuencias la teoría evolucionista de Darwin y Spencer, observa que la meta del esfuerzo humano no es la elevación de todos sino la cultura de los mejores y más fuertes (moral del superhombre). El fin del matrimonio es la superación de la especie, la creación del súper - hombre. Los mejores sólo deberían casarse con los mejores, el amor debe dejarse para la chusma. "Llamo matrimonio, dice Nietzsche, a la voluntad de dos para crear a éste único que es más que los que lo han creado. Llamo matrimonio al respeto mutuo entre los que se quieren movidos por esa voluntad” 8 El superhombre está más allá del bien y del mal (más allá de ia moral común y corriente), lo bueno para él es todo lo que aumenta el sentimiento de potencia, la voluntad de potencia, el amor al peligro, la energía, la inteligencia y el orgullo. Nietzsche ve plasmadas las virtudes del súper - hombre en los héroes renacentistas. El Renacimiento fue la transmutación de los valores cristianos, la tentativa para lograr por todos los medios que todos los instintos y todos los genios hicieran triunfar los valores opuestos, los valores nobles... "Tengo -dice Nietzsche- ante mí una visión perfectamente mágica en su encanto y gloriosa coloración [ ... ] César Borgia como Papa ''9 Perfeccionismo También podemos señalar como otro criterio estimativo o modo de valorar lo bueno, al llamado perfeccionismo. Se trata de una doctrina que considera que el fin ético de la vida es la perfección moral. Como representan- te de esta tendencia se menciona a Santo Tomás de Aquino (1225-1274) figura relevante de la filosofía escolástica. Santo Tomás, como se sabe, parte de la ética aristotélica, sólo que trata de adaptarla e interpretarla a la luz de la moralidad cristiana. Considera que los únicos actos del hombre que caen propiamente dentro del campo de la moral son los actos libres, o sea: aquellos que provienen del hombre concebido como un 116 ser racional y libre. Esos actos humanos tienen su fuente en la voluntad, y el objeto de la voluntad es el bien. Pero el bien perfecto y sumo no debe buscarse en ninguna cosa creada, tangible o contingente (riquezas, placeres, honores, etc.) ni siquiera en la vida teorética y especulativa que para Aristóteles constituía el meollo de la felicidad, sino solamente en Dios, considerado como el Bien supremo e infinito. Así, de este modo, la felicidad perfecta del hombre consiste en la visión de Dios. Según Santo Tomás, "en esta vida el hombre puede conocer que Dios existe, y puede alcanzar una noción análoga e imperfecta de la naturaleza de Dios, pero solamente en la vida futura puede conocer a Dios como es en Sí mismo, y ningún otro fin puede satisfacer la perfección moral". 10 La felicidad propuesta por Aristóteles era imperfecta, pues se limitaba a los cánones de esta vida. Y como señala Copleston, asiduo estudioso del tomismo, "la ética de Aristóteles era una ética de la conducta humana en esta vida, mientras que Santo Tomás no procede al desarrollo de la ética sin antes tomar en consideración la felicidad perfecta (de ahí su perfeccionismo) que solamente puede conseguirse en la vida futura, una felicidad que consiste principalmente en la visión de Dios".11 Lo bueno para Santo Tomás de Aquino está ligado a un fin trascendente. Problemas de la obligatoriedad moral Una nota esencial de la moral es su carácter obligatorio, toda norma moral establece obligaciones. El problema de la obligatoriedad moral consiste, por un lado, en determinar de dónde proviene el carácter obligatorio de las normas morales; y, por otro, aclarar qué es la obligación moral, cuál es la fuente de la que brota la conciencia del deber, qué estamos obligados a hacer (contenido de lo obligatorio). ¿De dónde proviene la fuerza obligatoria de las normas morales? ¿La obligatoriedad viene de una voluntad extraña al hombre o, por el contrario, proviene de su propia voluntad? Dos son las corrientes que tratan de responder a esta interrogante: Ética heterónoma Afirma que la fuerza obligatoria deriva de normas impuestas por una autoridad exterior (heteros, extraño; nomos, ley). La heteronomía se establece, como dice Kant, cuando la voluntad es forzada conforme a la ley, por alguna otra cosa a obrar de cierto modo; en la heteronomía la ley no surge como expresión de la propia voluntad. En una moral de carácter heterónomo la obligación moral es impuesta desde fuera, ya sea por otros individuos o por tradiciones, costumbres y leyes ajenas o extrañas al individuo mismo. Kant define, en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, la heteronomía de la siguiente manera: "Cuando la voluntad busca la ley, que debe determinarla, en algún otro punto que no en la aptitud de sus máximas para su propia legislación universal y, por lo tanto, cuando sale de sí misma a buscar esa ley en la constitución de alguno de sus objetos, entonces prodúcese siempre heteronomía."12 En la heteronomía no es la voluntad la que se da a sí misma la ley sino el objeto, por su relación con la voluntad, es el que da a ésta la ley . Un comportamiento heterónomo dirá: "No debo mentir, si quiero conservar la honra"; en cambio un comportamiento autónomo (en donde la voluntad se legisla a sí misma), sostendrá: "No debo mentir, aunque el mentir no me acarree la menor vergüenza". Entre ejemplos de la ética heterónoma tenemos los siguientes: • Cuando la obligatoriedad proviene de la tradición y la sociedad. Aquí el individuo adopta un comportamiento irreflexivo, aceptando sin discusión los dictados de la sociedad, la costumbre o la moda, aunque éstos sean absurdos. • Cuando la obligatoriedad emana de la fuerza del Estado. Los filósofos que defienden la supremacía y glorificación del Estado por encima de los individuos, serían los que apoyarían este tipo de heteronomía. Por ejemplo, Maquiavelo, cuya doctrina estuvo encaminada hacia el fortalecimiento del Estado. Su libro El Príncipe es, en general, un tratado con el [m de proveer al gobernante de un arte que le permita establecer y mantener el poder, para evitar discordias intestinas, para prever y prevenir conspiraciones. Thomas Hobbes piensa que el hombre es malo por naturaleza ("el hombre 117 es un lobo para el hombre"); para frenar la innata tendencia hacia el poder, propia del hombre, es necesario crear un Estado fuerte y despótico que mantenga a raya a los individuos y que impida, a toda costa, una guerra de todos contra todos. Hegel también acaba por divinizar al Estado; el Estado, dice este filósofo, es la marcha de Dios en la tierra. Hegel es el enemigo de los ideales democráticos. Según el filósofo alemán, el Estado no es sólo una parte especial de la vida política, sino su esencia misma. El Estado no sólo representa, sino que es la encarnación del espíritu del mundo. El verdadero orden ético no deriva de una ley moral individual, sino de la vida del Estado, que es el mismo espíritu absoluto y verdadero, que no reconoce ninguna regla abstracta de lo bueno y lo malo, de lo vergonzoso y lo mezquino, de la astucia y el engaño. Otro ejemplo de heteronomía es la que descansa en la religión. Según la ética religiosa la autoridad, la obligación, proviene de Dios, garante y juez supremo de todo orden moral. Sólo en Dios se encuentra el principio de la obligación moral. Cuando a Abraham se le aparece un ángel y le ordena sacrificar a su primogénito, éste tiene que obedecer sin poner en tela de juicio el mandato divino. F i g u r a 6.5 Las modas y costumbres pueden estar regidas por la sociedad o determinados grupos, dando lugar a un comportamiento heterónomo. Ética autónoma Afirma que la voluntad se determina a sí misma (autolegislación); aquí la conducta se rige por una libre y propia decisión del agente moral (autos, uno mismo; nomos, ley). "El principio de la autonomía, dice Kant, es no elegir de otro modo sino de éste: que las máximas de la elección, en el querer mismo, sean al mismo tiempo incluidas como ley universal”13 Según el filósofo de Konigsberg, la autonomía de la voluntad es el principio supremo de la moral. Un comportamiento autónomo es aquel que se rige por sí mismo con arreglo a una ley universal o imperativo categórico. En cambio, en un comportamiento heterónomo, la voluntad no se da a sí misma la ley, sino que es un impulso extraño el que le da la ley por medio de una naturaleza de sujeto, acorde con la receptividad del mismo. La autonomía no implica solamente obrar en concordancia con la buena voluntad, requiere, de un trasfondo de libertad que le permita al hombre elegir tanto un buen comportamiento como uno malo. Por ello distingue Francisco Larroyo, en Los principios de la ética social, una "buena voluntad, que significa libertad para lo bueno, para querer y obrar conforme al deber; y una mala voluntad, que es libertad para lo malo, para querer y obrar contra el deber. La autonomía es posible dentro de un mundo de exigencias de normas sociales y jurídicas. El verdadero acto moral implica la libertad del individuo para obrar de acuerdo con su conciencia, a su autonomía". La ética autónoma es la expresión' más acabada del hombre moderno. La historia de la ética muestra que de la justificación del hombre ante Dios, se pasó, gradualmente, a la justificación del hombre ante sí mismo. La ética kantiana expresa este ideal, en buena medida. La ley moral es sagrada (inviolable). Sin duda el hombre es harto impío, pero la humanidad en su persona debe ser sagrada para él. En toda creación, cuanto se quiera sobre lo cual se tenga poder, puede emplearse también como mero medio; solamente el hombre, es el sujeto de la ley moral, que es sagrada, en virtud de la autonomía o de la voluntad. Emmanuel Kant Para contestar la pregunta sobre el contenido de lo obligatorio (¿qué es lo obligatorio?), surgen en la historia de la ética- las siguientes respuestas llamadas teorías de la obligación moral: 118 Teorías deontológicas (de deón, deber) Afirman que la bondad o maldad de una acción no depende de las consecuencias sino de una primacía del concepto de deber. Entre sus representantes está W. D. Ross, A. C. Ewign y H. Prichard. Según las doctrinas deontológicas, es bueno cumplir una promesa porque cuando se ha hecho una promesa ha quedado uno obligado a cumplirla por la misma naturaleza de acto, sin tener en cuenta las inclinaciones ni las consecuencias. En general el deontologismo admite la intuición a priori de las normas morales (intuicionismo). Según Prichard, exigir que se pruebe la verdad de las intuiciones morales básicas es algo tan carente de sentido como pedir demostraciones en el caso del conocimiento genuino. Cuando se goza de una intuición moral, no cabe ningún género de dudas acerca de lo intuido. Por su parte, Ross afirma que se conocen las verdades de la ética tal como se conocen las de la matemática, si no mejor; uno sabe que hay que portarse bien; que hay que observar las promesas, a menos que una razón de peso exima de su observancia; que hay que interesarse por el bienestar ajeno antes que el propio; que hay que tratar de ser mejor. La teoría deontológica se subdivide en dos corrientes: Teorías deontológicas de la norma Sostienen que lo que se debe hacer en cada caso de- pende de una norma objetiva, universalmente válida; en este caso está la ética de Kant, quien considera que e l deber es la acción cumplida únicamente en vista de la ley y por respeto a ella. "Una acción cumplida --dice Kant_:_ por deber tiene su valor moral, no en la finalidad (como afirma la teoría teleológica de la obligación) que debe lograrse con ella, sino en la máxima que la determina; por lo tanto, su valor no depende de la realidad del objeto de la acción; sino únicamente del principio de la voluntad que ha determinado esta acción, sin referencia a ningún objeto de la facultad de desear." En virtud de que Kant hace hincapié en el principio de la voluntad, en los motivos y no en los resultados de la acción, su teoría del deber también ha sido llamada teoría motivista. Teorías deontológicas del acto Sostienen que, debido a lo concreto de cada situación, no puede hablarse de normas generales, por lo cual es necesario decidir por propia cuenta, ateniéndose a los sentimientos y convicciones, cómo debe uno obrar en cada caso. Un ejemplo de teoría deontológica del acto lo proporciona el existencialismo ateo de Sartre. Según Sartre, no hay normas universales que guíen al hombre. "Ninguna moral general puede indicar lo que hay que hacer; no hay signos en el mundo." Según Sartre, el hombre inventa al hombre. El hombre, sin ningún apoyo n i socorro, está condenado a cada instante a inventar al hombre. "Si los valores son vagos y si son siempre demasiado vastos para el caso preciso y concreto que consideramos, sólo nos queda fiamos de nuestros instintos."14 Teorías teleológicas La segunda corriente de la obligación recibe el nombre de teoría teleológica (del griego telos, fin). Según estas teorías, la bondad o maldad de una acción depende únicamente del efecto o consecuencia que tenga, de ahí que también se les llame teorías consecuenciales. El egoísmo y el utilitarismo son las principales expresiones de estas teorías. El egoísmo ético sostiene que debe buscarse siempre la propia ventaja o el propio bienestar, haciendo siempre aquello que uno cree que proporcionará el mayor bien posible; la satisfacción del ego es el único objetivo final de toda actividad. El utilitarismo, en cambio, considera que el deber estriba en hacer aquello que beneficie, fundamental- mente, a los demás o al mayor número de personas.15 P r o b le m a d e la e s e n c ia d e l a c to m o ra l Este problema está encaminado a caracterizar al acto moral. Entre las preguntas que se formula están: ¿qué es un acto moral?, ¿cuáles son las condiciones o requisitos que 'reclama un acto moral?, ¿cuáles son los elementos esenciales que conforman al acto moral? El acto moral, como se verá, entraña todo un proceso en que se interrelacionan una serie de elementos o pasos. Podríamos definirlo diciendo que es el proceso mediante el cual un sujeto moral realiza un comportamiento susceptible de ser valorado bajo un sentido moral (bueno o malo). 119 En relación con los requisitos que nos permiten efectuar un acto moral, cabe mencionar la libertad y conciencia del sujeto. Un acto adquiere el calificativo de moral cuando ha sido realizado en una forma libre y consciente. De esta manera, la libertad es una condición fundamental y necesaria en la esencia del acto moral; pues, por ejemplo, el acto de un individuo que ha sido realizado bajo una coacción interna o externa no cae en la esfera de la moral. Lo mismo podemos decir de los actos inconscientes. Frecuentemente se dice: las acciones de los niños (seres sin plena conciencia moral), de los imbéciles o de los locos no tienen calidad moral, pues ellos no saben lo que hacen. Según John Dewey, en su obra Teoría de la moral, los requerimientos que debe poseer un sujeto para realizar un acto moral son: a) debe saber lo que está haciendo; b) debe escoger ese acto y escogerlo por él mismo (libertad); c) debe ser el acto moral la expresión de un carácter formado y estable, y d) el acto debe ser voluntario, manifestar una elección como expresión de la tendencia y disposición general de la personalidad. Considerados en forma aislada, muchos actos de la vida diaria pueden ser indiferentes a la moral, por ejemplo: levantarse por la mañana, vestirse, desayunar, ir a trabajar, etc. Sin embargo, estos actos, pensados en una totalidad, adquieren un sentido moral. Los actos cotidianos son insignificantes aisladamente, pero son importantes en su conjunto. Por ejemplo, como dice Dewey, Así, pues, los actos morales cobran todo su sentido en su conjunto en su interna conexión; hay actos aparentemente intrascendentes que ninguna música celebra, que no provocan el menor elogio, que permanecen callados e ignorados, pero que juntos hacen posible el surgimiento de la moral y, por lo tanto, la aprehensión de valores. En realidad el acto moral involucra todo un proceso, en cuyo análisis puede intervenir la psicología prestándole un gran apoyo a la ética. La vida moral es estimulada por ciertas necesidades de la existencia individual y social; en el primer aspecto intervienen sentimientos, ideales, motivos, valoraciones, elecciones, elementos todos que dan pleno sentido al acto moral. Estructura del acto moral Siguiendo los lineamientos que presenta el maestro Adolfo Sánchez Vázquez, pueden distinguirse los siguientes elementos que integran el acto moral: E l s u je to m o r a l El sujeto moral es un individuo dotado de conciencia moral. Este sujeto no es un ente abstracto o ideal, sino un ser concreto, ubicado en una determinada circunstancia histórica y social. Por ello también se le llama sujeto real. M o tiv o s O in te n c io n e s Cuando nos preguntamos qué es lo que nos lleva a actuar o a perseguir un determinado fin, nos estamos refiriendo a los motivos o intenciones de nuestros actos. Podemos decir que un mismo acto puede realizarse por diferentes motivos: buenos o malos, conscientes o inconscientes. Pero, en todo caso, los motivos inconscientes son desterrados del mundo moral, por lo que, el acto moral, se centrará solamente en los motivos conscientes del sujeto. Los motivos o intenciones constituyen uno de los factores más interesantes del acto moral por las discusiones que han suscitado. Por ejemplo, las teorías motivista o éticas de los motivos o de las intenciones consideran que lo bueno de una acción descansa en los motivos del sujeto. Como representante de esta postura tenemos a Kant. Según la teoría motivista, podemos hablar de los actos que son realizados con buenas intenciones pero cuyos resultados no son por diversas circunstancias, buenos o positivos. Estos actos. a pesar de todo, serán positivos. En cambio, se puede hablar de actos que son realizados con malas intenciones y cu- 120 yos resultados, a la postre, son exitosos y hasta juzgados como buenos. Sin embargo, como estos actos no surgieron de una intención o motivación positiva, debemos calificarlos como malo". y no de una voluntad ajena (heteronomía). Podríamos definir la decisión como la capacidad que tiene el sujeto para actuar por sí mismo, en concordancia con lo que cree que es la mejor elección o alternativa. E le c c ió n La decisión implica una elección entre varios fines posibles. En un acto moral uno siempre se pregunta: ¿cuáles son los fines preferibles para llevar a cabo el acto? Un ejemplo de elección es el que nos proporciona Dewey en su obra ya citada: Figura 6.6 El punto de partida de todo acto moral son los sujetos o personas que viven en una sociedad determinada. una persona va a abrir una ventana porque siente necesidad de aire fresco; ningún acto podría ser más 'natural', más moralmente indiferente en apariencia. Pero recuerda que su acompañante es un minusválido muy sensible a las corrientes de aire. Ve ahora su acto bajo dos aspectos diferentes, dotados de dos valores distintos y tiene que hacer una elección. ¿Cuál es el fin adecuado: la satisfacción de un placer personal o la satisfacción de las necesidades de otro?18 C o n c ie n c ia d e l fin q u e s e p e r s ig u e Se entiende por ello la anticipación ideal del resultado que se pretende alcanzar. La conciencia del fin l e da al acto moral el carácter de voluntario. El sujeto moral tiene capacidad para sopesar los alcances, las consecuencias, las secuelas que pueda traer consigo su acto moral y de esa manera poder prever con anticipación situaciones indeseables que en muchos casos pueden ser graves. Cabe señalar que este momento del acto moral es de vital importancia para cualquier sujeto moral, puesto que todavía no se ha realizado efectivamente el acto, pudiendo, así, orientarlo hacia un sentido más positivo. Por ejemplo dos sujetos visitan a un amigo mutuo que está enfermo: • El primero espera que su visita reconforte y apoye moralmente a su amigo. • El segundo, en cambio, espera que mediante su visita, su amigo -que es persona influyente- lo tome en cuenta para procurarle un ascenso en la vida política. D e c is ió n La decisión le otorga al acto moral su carácter autónomo y voluntario, ya que la decisión debe ser expresión de la propia voluntad y responsabilidad del sujeto, Podemos observar, a propósito de la elección, que para una ética como la de Sartre (existencialismo ateo) la elección viene siendo un elemento crucial. Como el hombre está condenado a ser libre, no puede sustraer- se de la elección. Sólo que no hay una guía o norma necesaria que nos sirva de apoyo para realizar cada elección. La elección descansa en la pura libertad del sujeto. Éste es el sentido de su frase: "El hombre inventa al hombre". M e d io s Se necesita, además, la conciencia de los medios para realizar el fin escogido. Los medios deben ser tan morales como los fines. Recuérdese que Maquiavelo considera que los fines justifican los medios; si el asesinato o la conspiración, piensa, conducen al fortalecimiento del Estado, entonces éstos son buenos por haber demostrado su efectividad. E I r e s u lta d o El empleo de los medios permite alcanzar, al fin, el resultado deseado. El acto moral se consuma en el resultado, o sea, en la realización del fin perseguido. 121 Es preciso recordar aquí las teorías consecuenciales o éticas de los resultados, que sostienen que la licitud o ilicitud de una acción depende únicamente del resultado, o consecuencia, que tenga (por ejemplo, el utilitarismo). Dentro de este criterio el delincuente es castigado, porque el castigo tiene como resultado impedir la realización de otros delitos semejantes. Motivos ----\ Circunstancias -- ~ Conciencia del fin que se persigue m e d io s Las circunstancias Además de los elementos mencionados, se habla de las circunstancias como otro ingrediente del acto moral. Se entiende por éstas las diversas situaciones que rodean al acto moral. El hecho de llamarse circunstancias no significa que carezcan de importancia para la valoración del acto moral. Según Austin Fagothey, una forma de enumerar las circunstancias que enmarcan al acto moral sería a través de preguntas como: ¿quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿a quién?, ¿con qué medios?, ¿cuán a menudo?; pero no ¿qué? o ¿por qué?, ya que estos interrogantes se refieren al acto mismo y su motivo. Nótese que, para Fagothey? el sujeto moral, los medios y otros elementos quedan subsumidos en lo que denomina circunstancias del acto moral. Para Fagothey, algunas circunstancias pueden ser indiferentes al acto moral considerado como tal; en cambio, otras resultan ser esenciales para calificarlo. Algunas circunstancias --explica este autor-e- nada tienen que ver con la moralidad, por ejemplo e l , que uno envenene con estricnina o cianuro, que calumnie en inglés o en francés, que robe con la mano derecha o la izquierda. En cambio, otras circunstancias sí afectan la moralidad por ejemplo, el que uno robe a un rico o aun pobre asesine a un extranjero o a un amigo o pariente tenga relaciones sexuales con una persona casada o soltera, dañe la reputación de otra persona en privado o en público; cargue precios exorbitantes para los alimentos en tiempos normales o cuando la gente se muere de hambre.20 Conciencia moral Condiciones del acto moral Libertad Responsabilidad moral Elección Sujeto moral E n e l a c t o m o r a l c o n c u r r e n u n a s e r ie d e e le m e n t o s o m o m e n t o s ; t o d o s e llo s d e b e n s e r c u m p lid o s d e m a n e r a p o s it iv a p a r a q u e n u e s t r o c o m p o r t a m ie n t o s e a m o r a lm e n t e b u e n o e n u n a f o r m a p le n a . Responsabilidad moral En realidad, el análisis del acto moral nos sirve de pauta para distinguir entre actos responsables e irresponsables. Sólo los actos responsables, esto es, conscientes y libres, caen dentro del dominio de la moral. Esto nos lleva a tratar un poco el concepto de "responsabilidad moral", así como de la noción concomitante de "con- ciencia moral". La responsabilidad moral puede definirse como la capacidad y la obligación moral que tiene el sujeto de responder plenamente de los actos realiza- dos, siempre y cuando éstos tengan su origen en un comportamiento libre y consciente. Entre los factores que obstaculizan o nulifican la libertad del sujeto y que por lo tanto lo eximen de responsabilidad moral, están: factores de tipo inconsciente (demencia, estados patológicos como enfermedades mentales), ausencia de libertad para obrar por cuenta propia (todo tipo de coacción: interna o externa). La responsabilidad moral está ligada íntimamente al concepto de "conciencia moral". En virtud de la conciencia moral somos capaces de dictaminar acerca del valor moral de una acción. Defínase la conciencia moral como "un conjunto de sentimientos, creencias, ideas y juicios que nos inducen a distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo". 21 La conciencia moral es privativa del hombre. El animal está determinado por su naturaleza y su comportamiento meramente instintivo: en cambio, 122 La conducta específicamente humana no está determinada por fuerzas ciegas, que actúan de la forma ineludible que es propia del instinto animal. La conducta del hombre, tanto si está de acuerdo como si esta en contra de las exigencias de su verdadero ser, depende de la intervención de su razón, de su autodeterminación. Esta disposición a la autodeterminación propia de la naturaleza del hombre es el fundamento de la responsabilidad, de la conducta, humana y del nacimiento del fenómeno de la moralidad en el hombre Heterónomos Educación y medio social (usos, costumbres, prejuicios, etcétera) Elementos de la conciencia moral Autónomos Razón práctica intuición o sentimiento moral Lectura Actos voluntarios e involuntarios según Aristóteles Si alguno, no ignorándolo, ejecuta actos por los que se hará injusto, será pues injusto voluntaria- mente. Mas así como es irracional sostener que el que comete injusticia no quiere ser injusto, o que e l entregado al libertinaje no quiere ser libertino, así también una vez en tal estado no dejará de ser injusto y no llegará a ser justo aunque lo quiera, como tampoco el enfermo por sólo desearlo se podrá sano. Podemos, en efecto, suponer que esté enfermo voluntariamente por haber vivido incontinentemente y desobedeciendo a los médicos. Hubo un tiempo en que estuvo en su poder no enfermarse, pero ya no después de haberse abandonado, como tampoco puede volver a tomar una piedra el que la ha lanzado, pero en su mano estuvo tomarla o arrojarla, ya que el principio de la acción en él estaba. Pues otro tanto pasa con el injusto o con el libertino, en cuya mano estuvo en un principio no ser tales razón por la cual lo son P r o b le m a d e la lib e r ta d La obligación moral y la realización del acto moral no pueden ser realizadas sin presuponer la libertad. Voluntariamente, pero que ya no pueden, después que lo son, dejar de serlo. Ni solamente los vicios del alma son voluntarios, sino también los del cuerpo en ciertos hombres, a quienes por ello reprendemos. Nadie hay que vitupere a quienes son deformes por naturaleza, pero sí a quienes lo son por falta de ejercicio y por descuido. Lo mismo con respecto a débiles o mutilados: nadie podría echarle en cara su defecto a un ciego de nacimiento, o por enfermedad o por un golpe, sino más bien habría que tenerle lástima; pero no habrá quien no censure al que ha cegado por efecto de la embriaguez o de otro desenfreno. Así pues, los vicios corporales que dependen de nosotros son objeto de reproche, y los que no dependen, no. Y si así es, en los demás casos también los vicios que merecen represión dependen de nosotros. Aristóteles, Ética Nicomaquea, Libro III, caps. I-IV, México, UNAM, "nuestros clásicos", 1957. El tema de la libertad tiene una decisiva importancia en la ética, ya que sin ella esta disciplina es prácticamente imposible. Si no es factible hablar de libertad, entonces la moral queda anulada, y lo mismo puede decirse de una ciencia, como la ética, encargada de reflexionar sobre ella. La libertad es la conditio sine qua non de la ética, esto es, su condición de posibilidad. 123 Aunque la libertad es el clima donde respira la ética, se presenta un problema sumamente difícil, escabroso: ¿acaso existe la libertad?, ¿qué es la libertad?, ¿cómo es posible hablar de libertad en un mundo donde todo está determinado?.. ¿Será el hombre como una máquina, como un gran reloj estúpido que tiene la impresión de estar actuando libremente, pero cuyos movimientos están completamente controlados por los engranes y pesas que tiene dentro? Las doctrinas que tratan de responder estas interrogantes son fundamentalmente las siguientes: de la materia, y en este mundo material todo acontece por necesidad. Esta teoría, en sus rasgos más sobre- salientes, fue recogida por los epicúreos y llega hasta los tiempos modernos ligándose a interpretaciones materialistas y científicas. Un ejemplo de determinismo, en los tiempos modernos, lo encontramos en el astrónomo y matemático francés Pierre Simon Laplace (1794-1827) quien sostiene que la realidad física está totalmente determinada. Determinismo El determinismo parte del principio de que todos los acontecimientos están causados, tienen un antecedente. Según el determinismo los mundos natural y humano están regidos por el principio de causalidad (a toda causa corresponde necesariamente un efecto). Un acontecimiento es un cambio o persistencia de estado o posición; estar causado significa que los acontecimientos están de tal manera conectados con algún acontecimiento precedente, que, si éste no hubiera ocurrido, aquél tampoco habría sucedido. El determinismo es, pues, la teoría de que cada acontecimiento A está tan íntimamente conectado con un acontecimiento posterior B que, dado A, necesariamente debe ocurrir B. El determinismo sostiene que no puede negarse un mundo determinado, ligado a una causa. Así, un trigal contiene en cada momento un determinado número de granos en proceso de madurez, cada uno de los cuales ha alcanzado exactamente el grado de madurez, que exhibe y presenta un determinado color y matiz, una forma y un tamaño exactos; un individuo, en cualquier momento de su vida, está perfectamente determinado hasta en las células más diminutas de su cuerpo. Mi propio cerebro y mis nervios, incluso mis pensamientos, intenciones y sentimientos, son en cada momento lo que específicamente son. El mundo tal cual es ahora, y cada una de sus partes y todo detalle de cada una de éstas, parecen ser lo único que puedan ser, dado lo que han sido anteriormente.23 El determinismo ya se vislumbra en los antiguos griegos, en filósofos como Leucipo (siglo V a.C) y Demócrito (460-370 a.C) que sostenían una teoría materialista y atomista. Según estos filósofos la naturaleza está formada por partículas diminutas e indivisibles llamadas átomos. Todo está formado por una misma sustancia material. Lo que llamamos espíritu forma parte A finales del siglo pasado y comienzos del actual, con el desarrollo de la psicología y la sociología, el determinismo se manifiesta en el ámbito de lo humano. Así, el psicólogo estadounidense B. F. Skinner escribe una obra con el título: Más allá de la libertad y la dignidad, donde sostiene que "el comportamiento de una persona está determinado por la dote hereditaria y por las circunstancias ambientales", de tal manera que no es el individuo, sino el medio, el responsable del comportamiento humano. Según Skinner es posible reducir el comportamiento a un mecanismo susceptible de control. Cuando un comportamiento va seguido de una determinada consecuencia, es probable que ocurra de nuevo. Llama 'refuerzos' a la consecuencia que tiene este efecto. Por ejemplo, la comida es un refuerzo para el organismo hambriento. Lo que haga ese organismo cuando se le dé alimento, se reiterará al tener hambre de nuevo. Ésta es la técnica usada en el entrenamiento de animales. Hay también refuerzos negativos; en esos casos el organismo se aleja de ellos. El negrero castiga al esclavo ocioso y éste trabaja para evitar el castigo. Con esta conducta refuerza, al mismo tiempo, el comportamiento del negrero. Skinner llama a esta forma 'control intencional aversivo' y la considera el modelo de la coordinación social en ética. Religión, gobierno, economía, educación, psicoterapia y en la vida familiar. 124 Las consecuencias del determinismo en la ética son peligrosas, pues si, como acaba de verse, todo está determinado, entonces la responsabilidad moral, el con- trol de los actos quedan anulados, no son posibles; no hay culpa ni mérito alguno en el individuo que no puede dejar de hacer lo que hace. Si se acepta plenamente la teoría determinista en la ética, entonces el individuo no actúa responsablemente, sus actos serían semejantes a los realizados por el personaje de la novela La naranja mecánica, el cual sufre una regeneración meramente condicionada; el comportamiento de dicho personaje se ajusta a una descripción que hace Richard Taylor: Podemos suponer que un fisiólogo ingenioso puede inducir en mí una volición a su criterio, con sólo apretar los diversos botones de un aparato al que yo esté conectado, supongamos, por numerosos conductores. En consecuencia, todas las voliciones que tengo, en tal, situación son exactamente las que él me transmite. Al apretar uno de los botones, despierta en mi la vo1untad de levantar la mano, y ésta, no habiendo nada que se lo impida, se levanta en respuesta a dicha volición. Apretando otro botón, induce en mí la voluntad de dar un puntapié, y mi, pie, no habiendo nada que se lo impida, ejecuta el movimiento correspondiente. F i g u r a 6.7 Demócrito de Abdera (siglo v a.C). Este filósofo, lo mismo que Leucipo, desarrolla un atomismo materialista y determinista. Ambos filósofos pertenecen a la última fase del pensamiento presocrático. Watson utiliza el descubrimiento de los reflejos condicionados realizado por Pavlov. Para Watson, a partir de algunas reacciones aceptadas como primitivas (miedo, cólera, amor), todo el comportamiento humano debe explicarse por un juego de condicionamientos. Es decir, se le contempla únicamente bajo el aspecto de estímulo y de respuestas, cuya determinación es tarea de la psicología. La esencia de todo behaviorismo es ser la ciencia de la dualidad estímulo-respuesta. El comportamiento se define en términos de conducta observable, la conciencia no puede ser definida, porque es ella la que define. El determinismo presenta una serie de modalidades que pueden resumirse de la siguiente manera (estas modalidades Telurismo son reductivismos): Según esta corriente no puede hablarse de libertad, ya que el Determinismo psicológico comportamiento humano encuentra su explicación en el medio que rodea al hombre; parte de la premisa de que "el Considera que la base de todas las acciones, aun de aquellas hombre es hijo del medio". El hombre se encuentra regido más aparentemente voluntarias, se funde y forja en lo por el clima, la altitud, el régimen pluvial; en suma, por el inconsciente. marco geográfico. Dentro del determinismo psicológico puede citarse la Según el telurismo, la naturaleza opera fatalmente sobre teoría que afirma que los temperamentos humanos deel hombre y lo determina; así, las montañas, llanuras y penden de la secreción glandular interna. Así, Cannon afirma selvas hacen del hombre lo que es. que si se suministran artificialmente las sustancias segregadas En La disputa del Nuevo Mundo, Antonello Gerbi por las glándulas endocrinas, puede producirse un cambio muestra cómo los europeos asimilaron al hombre americano profundo en el temperamento y en el carácter. a su paisaje. Por ignorancia o por un conocimiento parcial Otro ejemplo de determinismo psicológico se encuentra del continente, lo consideraron a veces como un inmenso en el conductismo de Watson. Según este autor, los supuestos pantano poblado de toda clase de alimañas, a veces como instintos no son más que reflejos o casos de aprendizaje no tierra inmatura donde todos los seres vivos se encontraban manifiesto; los términos asociativos son los únicos válidos en una especie de infancia orgánica, o bien como una tierra para explicar la conducta, sin referencias a fuerzas dinámicas demasiado vieja donde los seres vivos, incluyendo al ni energías. La explicación mecanicista de la conducta según hombre, mostraban síntomas de degeneración. Watson, es suficiente para abarcar todos los hechos. 125 que la mía. Jamás tendrá el menor objeto preguntar el porqué de tales movimientos o tratar de explicarlos, ya que, en las condiciones supuestas, carecen en absoluto de explicación. Ocurren sencillamente, pero sin causa alguna". Como se verá, no es negando o eliminando el antecedente o la causa como puede justificarse o explicar- se la libertad. El indeterminismo es tan peligroso como el determinismo. Según el indeterminismo el hombre actúa sin control alguno, por impulsos incontenibles, que no se sabe de dónde provienen. F i g u r a 6.8 Según el determinismo telúrico el medio ambiente influye Fatalismo decisivamente en el comportamiento humano. Indeterminismo El indeterminismo es la doctrina opuesta al determinismo. Si el determinismo, como se vio, enseña que todo está determinado, el indeterminismo niega rotundamente esta determinación, pues hay algún acontecimiento B que no está conectado con un acontecimiento A tan íntimamente que, dado A, necesariamente deba ocurrir B . Una de las razones en que se apoya el indeterminismo descansa en la convicción de que las ciencias naturales en la actualidad se han abocado hacia un indeterminismo; por ejemplo, el caso del indeterminismo físico. Los físicos muestran ahora que las afirmaciones descriptivas sobre la forma de comportamiento de los cuerpos son realmente afirmaciones de carácter estadístico. En ética el indeterminismo adopta la forma de un libertarismo, según el cual no hay nada necesario, el hombre puede actuar en forma totalmente distinta de como lo hace, incluso puede obrar en contra de su propio carácter y convicciones, como dice Campbell. El indeterminismo surge como una reacción contra el determinismo, pero lo cierto es que coincide con él, toda vez que niega la conducta libre, voluntaria y responsable. Si bien el indeterminismo elimina la causa, en su lugar habla del azar, de lo indeterminado. En efecto, según el indeterminismo el hombre es determinado por el azar. Como bien observa R. Taylor, en el indeterminismo, la concepción que emerge no es la de un individuo libre, sino la de un fantasma intermitente y errabundo sin ton ni son. La descripción que hace Taylor del comportamiento indeterminista no puede ser más elocuente siguiendo al indeterminismo "podría acaso agarrar un garrote y asestar un golpe en la cabeza de la persona que se hallara más cerca, para sorpresa no menor de ella Más radical que el determinismo es el fatalismo; esta doctrina afirma que en definitiva el hombre no es libre, puesto que su comportamiento está escrito de antemano por un destino. Los griegos llamaban moira al destino inexorable, que mueve la voluntad de los hombres como si éstos fueran títeres movidos al capricho de los dioses o del hado. Una persona fatalista es la que piensa que lo que le ocurre ha de suceder necesariamente y que es inca- paz de evitarlo. En el fatalismo el hombre se encuentra desamparado, lo único que puede hacer es esperar qué ocurre. F i g u r a 6.9 La tragedia griega ilustra elocuentemente la concepción f a t a l i s t a de la vida. Según el fatalismo, el destino que nos ha dado nuestro propio ser y nuestra condición humana nos ha hecho tales, de este modo, que, siendo humanos, nos felicitamos de nuestras ventajas, que tomamos por realizaciones nuestras; nos quejamos de las fallas del mundo, que designamos como nuestra mala fortuna, y apenas pensamos en el destino, que dispensa arbitrariamente tanto lo uno como lo otro. Un ejemplo de fatalismo se encuentra en la tragedia griega, en donde el héroe se enfrenta a un destino aciago que siempre sale vencedor; en vano el hombre se rebela a este destino. Haga lo que haga, éste se ha de cumplir de manera fatal. Así, ya el destino, por ejem- 126 plo, había determinado que Edipo matara a su padre, casara con su madre y se arrancara los ojos. Dentro de las corrientes filosóficas, el estoicismo reviste un fatalismo. Según el estoicismo, es necesario que el hombre acepte su destino, porque es imposible resistir el curso de los acontecimientos. Según los estoicos, e l cosmos está regido fatalmente por Dios, en él sólo acontece lo que Dios quiere, no hay libertad n i mucho menos azar. El hombre, como parte del mundo, tiene que cumplir su destino, la sabiduría consiste en tomar conciencia de esta necesidad, de este destino ineludible. Libertad y determinismo Ni el determinismo en su forma radical ni mucho menos el indeterminismo logran explicar la libertad, que es la base de la ética. La actividad libre es aquella que no está impedida ni forzada. Decir que los actos no están impedidos ni impuestos no implica negar que están determinados. No puede negarse que existe la causa, que los hechos obedecen a una causa, que están determinados. Sin embargo, dentro de la determinación de los actos, es necesario explicar la libertad. Si se logra pensar que los actos están determinados causalmente y son libres al propio tiempo, entonces se habrá resuelto el problema de la libertad. Se trataría aquí de hacer compatible el determinismo con la responsabilidad moral. Hacia un concepto de libertad La solución al problema de la libertad no consiste en eliminar la determinación (necesidad), sino en conciliarla, en hacerla asequible con la libertad (conciliación entre necesidad y libertad). Hegel expuso por primera vez, en forma plausible, las relaciones entre libertad y necesidad. Según él, la libertad es la comprensión de la necesidad. La libertad no consiste en una soñada independencia respecto de las leyes naturales, sino en el reconocimiento de esas leyes y en la posibilidad de hacerlas obrar según un plan para determinados fines. "La libertad consiste en el dominio sobre nosotros mismos y sobre la naturaleza exterior, basado en el conocimiento de las necesidades naturales; por eso es necesariamente un producto de la evolución hiatorica."18 El paso de la necesidad a la libertad se realiza cuan- do el hombre se hace consciente y dueño de la naturaleza. Los hombres aplican ahora- (en ese momento) y dominan así con pleno conocimiento real las leyes naturales extrañas a ellos y dominantes: La propia asociación de los hombres, que antes parecían impuesta y concebida por la naturaleza y la historia, se hace ahora acción libre y propia. Las potencias objetivas y extrañas que hasta ahora dominaron la historia pasan bajo el control de los hombres mismos. A partir de ese momento harán los hombres su historia con plenaconciencia; a partir de ese momento irán teniendo en sus manos las causas sociales que ellos pongan en movimientos para provocar los efectos que ellos desean La libertad es la necesidad hecha conciencia, la libertad surge de la necesidad, es la necesidad hecha libertad. Dentro de este contexto Engels expresa: la libertad no consiste en el sueño de independencia respecto a las leyes naturales, sino en el conocimiento de estas leyes y en la posibilidad que éste abre de hacerlas actuar sistemáticamente con vistas a fines determinados. La libertad consiste, pues, en el control sobre nosotros mismos y sobre la naturaleza exterior, que se funda en el conocimiento de la necesidad natural; es, por consiguiente, necesariamente un producto del desarrollo histórico. Lectura Libertad y responsabilidad (fragmento) El hombre, por estar condenado a ser libre, llevo todo el peso del mundo sobre sus espaldas; es responsable del mundo y de sí mismo en cuanto manera de ser. Tomamos la palabra "responsabilidad" en su sentido corriente de "conciencia de ser el autor incontestable 127 cabo nuestra acción) pueden encontrar severos obstáculos a su paso. de un acontecimiento o de un objeto': En ese sentido, la Como lo vio Aristóteles, las acciones libres o voluntarias son responsabilidad del para-sí [o sea del hombre] es aquellas que son producidas sin coacción alguna; coartar abrumadora, porque es aquel por quien se hace que haya significa estorbar, limitar o impedir la libertad de alguien. un mundo; y porque es también aquel que se hace ser; Las coacciones que limitan u obstaculizan la libertad pueden cualquiera que sea la situación en, que se encuentre, el ser internas o psicológicas (temores, deseos irresistibles, para-sí debe asumir enteramente esa situación con su pasiones, etc.). Por ejemplo, la falta de voluntad para coeficiente da adversidad propia, y aunque juera abandonar un hábito o vicio, como dejar de fumar o de beber, insostenible; debe asumirla con la conciencia orgullosa de ser su autor, ya que los peores inconvenientes y las o, simplemente de vencer la apatía para realizar una empresa peores amenazas que pueden alcanzar a mi persona sólo que se considera valiosa. "Querer es poder", reza el refrán. tienen sentido por mi proyecto; y se revelan sobre el Pero también pueden ser externas, como aquellas presiones fondo del compromiso que yo constituyo. provenientes de agentes externos a la voluntad, tales como Por tanto, resulta insensato pensar en lamentarse, ya amenazas, castigos, chantajes o toda suerte de factores que nada exterior o extraño que ha decidido respecto .1 circunstanciales que obstaculizan de diversas maneras el lo que sentimos, vivimos o somos. Esa responsabilidad actuar humano, factores que, como se dice, nos obligan a absoluta no es, por otro lado, pura aceptación es simple "actuar en contra de nuestra voluntad". "Si un tirano nos reivindicación lógica de las consecuencias fe nuestra fuerza -dice Aristóteles- a cometer un acto malo (por ejemplo libertad. Lo que me sucede me sucede por mi y yo no asesinar a nuestro vecino) amenazándonos con represalias podría ni afectarme, ni sublevarme ni resignarme. (por ejemplo con la muerte de un hijo nuestro) en caso de que no le obedezcamos, estamos entonces obligados a hacer algo involuntariamente (porque no queríamos hacerlo) y a la Jean Paul Sartre, E l ser y f a n a d a , Buenos Aires, Iberoamericana, vez voluntariamente (porque hemos elegido, a pesar de todo, 1949. hacerlo). "32 L i b e r t a d in situ Límites y obstáculos de la libertad Ya vimos la decisiva importancia que el problema de la libertad tiene en la ética, pues si no se concibe al ser humano como libre para decidir y actuar, no tendría ningún sentido hablar de un comportamiento moral. El concepto de libertad entraña dos aspectos: la libertad de querer y la libertad de actuar; muchas veces algo que se quiere no puede ser realizado por múltiples circunstancias. "Un hombre de Estado puede emprender una reforma radical en la vida económica de su país y fracasar en su intento, por causas imprevistas. Aquí, manifiesta- mente, hubo un acto volitivo, indiscutible libertad de opción, y, sin embargo, faltó la libertad de obrar, la posibilidad de sacar avante sus ideas de política económica."31 Tanto la libertad de querer (voluntad) coma la libertad de actuar (tener los medios necesarios para llevar a En términos generales, no se puede hablar de una — libertad absoluta", esto es: de una libertad plena y total, completamente indeterminada y carente de obstáculos o condicionamientos. Esta libertad absoluta viene siendo una utopía. En realidad, los seres humanos eligen reaccionando ante diversas situaciones, respondiendo a su carácter, ideas, convicciones y al medio histórico social en que se encuentran inmersas. Ya hemos visto, al retomar las ideas de Engels, que la libertad no riñe con la necesidad, con lo determina- do. La conducta humana no puede explicarse en forma abstracta, sin tomar en cuenta el conjunto de condiciones que la determinan. Esta conciliación entre necesidad y libertad ya la encontramos desarrollada en Hegel. Según este filósofa, la libertad no es una sustancia o una entelequia ex- terna inherente al hombre por naturaleza, sino mas bien algo que debe ser realizado dentro de las necesarias 128 relaciones históricas existentes en el mundo, y que se efectúan en el proceso de su propia formación. En la medida en que más conocemos la realidad que nos rodea, más se ensancha y reafirma nuestra libertad. De esta manera, la libertad viene siendo la conciencia interior de todas las causas que nos determinan. Mientras el hombre no conoce la necesidad, es ciegamente gobernado por ella; en cambio, cuando la conoce y controla adecuadamente, puede, siguiendo la lógica objetiva del desarrollo de los fenómenos, dirigir conscientemente sus acciones. Más tarde, Carlos Marx y Engels le darán una interpretación materialista a este hallazgo hegeliano. Advertirán que la teoría de Hegel es demasiado idealista a pesar de tomar en cuenta la necesidad, pues su filosofía de la libertad no perseguía la finalidad de modificar o transformar la historia, de liberar al hombre de la opresión. Podemos decir que dos tipos de condicionamientos nos permiten situar o delimitar nuestros actos: los condicionamientos subjetivos que comprenden factores psicológicos (como los deseos inconscientes de los que habla Freud, alojados en el "ello") y los psicológicos (herencia biológica y genética); y los condicionamientos objetivos conformados por factores sociales, eco- nómicos y políticos. Un ejemplo de condicionamiento social es cuando nosotros elegimos un producto influenciado por la publicidad que se da a través de los medios de comunicación. Pero debemos tomar en cuenta que, el hecho de que la libertad sea una libertad in situ, es decir una libertad concreta, condicionadas por nuestra estructura biológica y nuestro medio social, ello no impide el que seamos conscientes y plenamente responsables de los actos que realizamos. Mientras que el hombre es consciente de la necesidad y de la limitación, el animal no lo es. Diferentes manifestaciones de libertad Si en los tiempos de Tácito era una felicidad rara la facultad de pensar como se quería y hablar como se pensaba, en los nuestros sería una desgracia suma, y un indicio poco favorable a nuestra nación e instituciones, si se tratase de poner límites a la libertad de pensar, hablar y escribir. José María Luis Mora, pensador liberal mexicano (17941850). Sin duda, la libertad es una valiosa conquista del hombre contemporáneo. Siendo, como hemos visto, una libertad, está situada en el tiempo y en el espacio, ha sido resultado de un complejo desarrollo histórico. La conquista de la libertad ha sido como un "termómetro" para medir o sopesar el avance de las sociedades, sus aproximaciones o retrocesos en la realización de la democracia y en las diferentes manifestaciones en que se puede plasmar o concretar la libertad, tales como libertad de ex- presión, libertad de creencias, libertad de manifestarse, libertad de prensa, de investigación, de docencia, etcétera. Tomando como base sus experiencias y desilusiones ante una sociedad conflictiva e inmoral, la juventud contemporánea comienza a comprender que debe mirar con sus propios ojos las condiciones de su vida, y partiendo de ahí, luchar con sus propias fuerzas por hacer asequibles la libertad y la felicidad humanas. La lucha por la libertad ha sido larga y penosa, nos remite al sacrificio proezas e inmolaciones de muchos seres que pugnaron por hacer factibles las diversas manifestaciones de la libertad, ya en el terreno de la ciencia, ya en el arte, ya en la política. Figura 6.11 Galileo Galilei (1564-1642). Matemático, físico y astrónomo italiano, fue famoso por la defensa que hizo del sistema cósmico de Copérnico, que Roma consideraba herético. en su más amplio sentido, es la conciencia plena de todas las causas que nos determinan. 129 lectura Figura 6.12 Miguel Hidalgo y Costilla (1753-1811) fue el padre de la independencia de México; defendió sus ideales libertarios a costa de su vida. La libertad de unos niega la libertad de otros "Los hombres suelen pensar partiendo de su experiencia vital Pensar poniéndose en la posición de otro, no es tan sencillo como parece. Por eso, acaso se pueda calificar de natural que ciertos hombres, practicando la defensa de sí mismos, canten loas a la libertad otorgada por la sociedad presente. Pero dicha libertad no es independiente de la libertad de los demás. Por lo tanto, es necesario poner en claro de qué modo la libertad de los demás determina la libertad individual, qué relaciones sociales mutuas hacen posible esta última. La sociedad no está formada por un individuo. Por libre y feliz que fuera un hombre. si su libertad y P r o b le m a s d e l o r ig e n d e la m o r a l Felicidad causan daño a la libertad de centenares y miles de personas o las privan totalmente de libertad y felicidad tal libertad no es la auténtica libertad de la sociedad en su conjunto y en último término no podrá evitarse que sea aniquilada. Una verdadera libertad sin fin, únicamente podrá ser establecida cuando la libertad de los millones sea el cimiento de la libertad de cada uno, y la felicidad de los millones llegue a fundirse con la felicidad de cada uno" Kenjuro Yanagida, Filosofía de lo libertad, México, Ediciones Quinto Sol, 1980, p p . 52-53. Tesis naturalista Algunos autores consideran que la moral es semejante a los impulsos instintivos de los animales; estas teorías, -. Empero, olvidan que la actividad humana se caracteriza por perseguir una finalidad consciente, que está ausente en los animales, que el hombre transforma la naturaleza animal bajo la influencia de las relaciones sociales. Esta tesis sobre el origen de la moral, que se denominará naturalista (pues sostiene que la moral tiene un origen natural o animal) llega a sostener por ejemplo, que en los animales se encuentran sentimientos morales parecidos a los del hombre. Esta tesis es desarrollada por autores como Karl Kautsky, de cuyos libros se han entresacado algunas de sus ideas esenciales. Darwin, en su libro sobre El origen del hombre, sostiene que los sentimientos altruistas no son en absoluto una característica de la naturaleza humana; que también se encuentran en el mundo animal y que, tanto _. -aquí como allá, nacen de idénticas causas, que en el fondo son las mismas que provocaron y desarrollaron - Ya se ha visto que la ética se encarga de estudiar la moral; al hacerlo, tiene que preguntarse cómo surge ésta; ello nos lleva a tratar el problema del origen de la moral, el cual se podría formular, en términos generales, con la siguiente pregunta: ¿cómo se origina la moral? Pero además, dentro de este problema, puede preguntarse también: ¿cuál es el origen del bien?, ¿es el hombre bueno o malo por naturaleza"; ¿cabe decir que no es ni bueno n i malo? .. Así, pues, este problema reviste un doble aspecto: la pregunta sobre el origen de la moral y la investigación sobre el origen del bien y del mal morales; se analizarán brevemente estos dos aspectos: Orígenes de la moral ¿Cómo surge la moral? Han aparecido muchas hipótesis para resolver este problema. - 130 todas las capacidades de los seres dotados de movimiento propio. Según Darwin, el constante perfeccionamiento del mundo orgánico es el resultado de la lucha por la existencia dentro de él siquiera la facultad cognoscitiva mas evolucionada posee capacidades que no puedan serle útiles como armas en la lucha por la existencia. La facultad cognoscitiva debe servirle al animal en sus movimientos, tiene que estar organizada de tal manera que le pueda indicar las diferencias en el espacio y el tiempo y los nexos causales (si llueve, el animal tiene que refugiarse, por ejemplo). En la lucha por la existencia tiene un valor decisivo la división del trabajo, o colaboración de las partes del cuerpo para subsistir, y la experiencia, pues cada individuo puede afirmarse en su lucha por la existencia con tanta mayor facilidad cuanto mayores y mejor ordenadas sean sus experiencias. La lucha por la existencia desarrolla una serie de instintos: el instinto de conservación de procreación, y particularmente los instintos sociales. Hay animales que buscan el aislamiento, porque pueden cazar y esconderse con mayor facilidad (anima- les de rapiña, como el lobo). Sin embargo, hay muchos animales que sacan ventajas de su vida social. La unión de muchas fuerzas débiles en una acción común puede producir una nueva fuerza más poderosa. Así, el instinto social se convierte en un arma eficaz en la lucha por la existencia. Según esta teoría, existen muchos instintos sociales, pero hay algunos que son básicos, entre ellos figuran: el altruismo (dedicación a la comunidad), la valentía (defensa de los intereses de la comunidad), la fidelidad a la comunidad, la obediencia o disciplina (sometimiento a la voluntad de la mayoría), la sinceridad para con la sociedad y el amor propio (receptividad al elogio y a la censura de la comunidad). El naturalismo sostiene que todos estos instintos sociales se encuentran presentes en las sociedades animales. Dice Karl Kautsky: "La sublime ley moral según la cual el compañero jamás debe ser un puro y simple medio. que nuestros kantianos consideran la empresa más pujante del genio de Kant y el programa de la nueva época y de todo el futuro de la Historia Universal, resulta cosa obvia en las sociedades animales“ "Lo que a Kant se le manifestaba todavía como el producto de un mundo superior de los espíritus es un producto del mundo animal."35 La ley moral -afirma Kautsky más, adelante- no es otra cosa que un instinto animal. De ahí su naturaleza misteriosa, esa voz en otros que no está ligada a ningún impulso exterior, a ningún interés visible, ese daimon o dios que, desde Sócrates y Platón hasta Kant, sintieron dentro de sí aquellos filósofos que se negaron a derivar la Ética del egoísmo o del placer. Por cierto que es un impulso misterioso, pero no más misterioso que el amor sexual, que el amor materno, que el instinto de conservación, que la existencia del organismo en general y que muchas otras cosas que sólo pertenecen al mundo de los "fenómenos" y que nadie considerará jamás como productos de un mundo superior. De esta manera, Kautsky borra la diferencia cualita- tiva entre lo humano y lo animal, entre la sociedad y la naturaleza. Origen social de la moral Frente a la tesis naturalista de la moral, cuyas directrices fundamentales ya se han mencionado, se encuentra la corriente que sostiene que la moral se origina en la sociedad, a medida que el hombre abandona el reino animal y comienza a sentirse miembro de la comunidad. 131 En contra del naturalismo, esta tesis sostiene que cuando el hombre actúa solamente bajo la influencia del instinto no lo hace como ser moral, sino como animal. "El hombre hambriento -afirma A. F. Shiskhin, defensor de esta tesisque al obtener comida se apodera ansiosamente de ella, olvidándose de que a su lado se halla su camarada también hambriento, actúa como un animal. Pero el hombre hambriento que antes de ponerse a comer reparte con otro lo que tiene, actúa como persona y, no como animal." "En nuestros antepasados remotos sigue diciendo Shiskhin surgió la necesidad y la posibilidad de regular sus relaciones, de conciliar la conducta personal con los intereses de los demás, con los intereses de la colectividad. La aparición de los hábitos y de las costumbres, las exigencias de la disciplina, la conciencia de la vinculación con los demás y la responsabilidad por la causa común venían a corresponder a esta necesidad surgida en el curso del trabajo“ La moral hace su aparición, sin ningún género de dudas, antes que la religión y, posiblemente, antes que las artes primitivas. Las primeras noticias que tienen los hombres de los fenómenos de la naturaleza, de los modos de conseguir víveres, los hábitos y las costumbres y las nociones religiosas de las personas, nociones que hacen su aparición más tarde, existen en el marco de una con- ciencia indivisa, en una sociedad que mantenía una lucha penosa contra la naturaleza, lucha que absorbía todas las fuerzas humanas y que, a pesar de todo, no liberaba al hombre de la necesidad y la falta de recursos más extremas. nicamente con el desarrollo de la producción, con la división del trabajo en manual e intelectual, con la aparición de las clases. Una de las cuales pudo vivir a costa del trabajo de la otra, la conciencia social se diferencia más cada vez en sectores autónomos o formas de la conciencia. Para resolver el problema de los orígenes de la moral se encuentran, además, dos direcciones fundamentales: una doctrina apriorista, la cual considera que la moral es una actividad originaria en el hombre; las normas éticas se fundamentan a partir de un conocimiento apriorista de los valores. Kant representaría esta tendencia; según este filósofo, la ley moral es un hecho de la razón práctica y de ella tenemos conciencia a priori. Como se sabe, según Kant, un acto es moral cuando su máxima puede convertirse en ley universal, válida para todos los seres racionales, en cualquier circunstancia de tiempo y lugar. Dentro de la ética apriorista, se ha ubicado, además de Kant, a Cudworth, Butler y la Escuela Escocesa, lo mismo que el neokantismo. La otra dirección fundamental es el empirismo. el cual sostiene que las normas morales han surgido por la experiencia a raíz de la convivencia social; dentro de la etica empirista cabe citar Jhon Locke (1632- 1704), quien considera que la experiencia ha enseñado que ciertas maneras de comportamiento sirven a la felicidad de individuos Ycomunidades. De esta experiencia y del flujo de la educación y de la costumbre, resulta la difusión relativamente amplia de ciertos principios morales. - El mismo Darwin, que ya se ha citado, puede ser ubicado dentro del empirismo. Según Darwin, la naturaleza moral del hombre alcanzó. Su desarrollo por el progreso de sus facultades racionales, pero todavía más por sus Simpatías que fueron haciéndose más tiernas y humanas a medida que se fueron propagando los efectos del hábito, el ejemplo, la instrucción y la reflexión. No obstante, el fundamento primitivo u origen del sentido moral descansa en los instintos sociales incluyendo la simpatía, que sin duda alguna se alcanzaron en un principio, así como en los animales inferiores, gracias a la selección natural. Otros filósofos, como los utilitaristas Jeremías Bentham y John Stuart Mill, así como e l evolucionista H. Spencer, están de acuerdo en que la moral no constituye una facultad innata, sino un conjunto de sentimientos y de ideas producidas por impresiones acumuladas, fijas y constituidas como hereditarias a la larga. John Stuart Mill considera que los sentimientos morales no son innatos, sino adquiridos y no por ello son menos naturalez. Es natural en el hombre - afirma- hablar, razonar, construir ciudades y cultivar la tierra, aunque éstas sean facultades adquiridas. Como las otras capacidades naturales, la facultad moral, si no es una parte de nuestra naturaleza, constituye una consecuencia de ella. Como aquéllas, es capaz, hasta cierto punto, de brotar espontáneamente, y es susceptible de ser cultivada hasta un alto grado de desarrollo. Origen de lo bueno y lo malo en el hombre En lo que respecta a la pregunta: ¿es bueno o es malo el hombre por naturaleza?, la historia de la ética registra las siguientes respuestas: 132 El optimismo ético Sostiene que el hombre es bueno por naturaleza. Esta tesis ya se encuentra en San Agustín (354-430), quien considera que "todas las cosas fueron creadas por esta sumamente buena, subsistente e inmutable Trinidad, y aunque tales cosas no son ni suma, ni constante, ni inmutablemente buenas, lo son, no obstante, en particular, y muy buenas consideradas en su conjunto, ya que de ellas resulta la admirable belleza del Uni- verso". Según San Agustín el mal, el pecado, no es obra de Dios, sino que radica en la voluntad humana. El mal no es otra cosa que privación, disminución del ser; no existe el mal en sí como el bien en sí; si existiese éste sería la nada perfecta. Por medio del pecado, piensa San Agustín, el hombre se corrompe, se pierde y aparta de Dios para ser cada vez menos, para desembocar en el no ser. Lo que existe es un movimiento de la persona hacia la nada, pero no a la nada en sí (nada absoluta). Toda sustancia, toda criatura es en principio buena, pero no en forma absoluta, puesto que se corrompe, disminuye su ser; sin embargo, la corrupción no puede ser total porque, de serlo, se acabaría por aniquilar toda la sustancia. Así, toda sustancia es un bien: grande, si no puede corromperse; menor, si se corrompe. Pero nadie podrá, dice San Agustín, negar que es un bien si no es el necio y en absoluto ignorante de esta cuestión; y ni la misma corrupción subsistirá, una vez destruida la sustancia, ya que sin ella no puede existir. Otro filósofo que puede ubicarse dentro del optimismo es Gottfried Wilhem Leibniz (1648-1716). Según Leibniz los seres son sustancias espirituales (las llama mónadas); son sustancias o seres indivisibles. "La mónada no es otra cosa que una sustancia simple, que entra a formar los compuestos; simple, es decir, sin partes." Estas sustancias tienen, según Leibniz, distintos grados de conciencia. Los animales pueden tener sensaciones, percepciones y tal vez memoria, pero no están provistos de razón; las plantas tienen vida, pero no tienen las características de los animales. Además estas mónadas, por su mismo carácter indivisible, carecen de ventanas, son incomunicables entre sí (en apariencia). Esto plantea un problema: si las mónadas carecen de ventanas, ¿cómo se explica entonces la comunicación de los seres?, para explicar esto, Leibniz acude a su famosa hipótesis de la armonía preestablecida, según la cual Dios ha ordenado al mundo de antemano gracias a una armonía preestablecida; Leibniz concibe a los seres o mónadas como una serie de relojes que marchan perfectamente sincronizados, porque así lo dispuso un Supremo Relojero (Dios); así, Dios ha sincronizado a todos los seres desde antes de la creación; Dios es la razón suficiente y necesaria para la existencia de las sustancias y su comunicación. Pero Dios, ser absolutamente perfecto, es también el creador de un universo (y aquí entra el optimismo de Leibniz) que es el mejor de los universos posibles. El Universo es bueno, porque "la sabiduría de Dios lo conoce, su bon- dad lo elige y su poder lo produce Dios, haciendo lo que su sabiduría y su bondad unidas ordenan, no es responsable del mal que permite. La sabiduría, afirma Leibniz, no hace más que mostrar a Dios el mejor ejercicio de su bondad que es posible; y así, el mal que sobreviene es un resultado indispensable del mejor plan escogido. Permitir el mal como Dios lo permite, acusa el mayor grado de bondad. El pesimismo El pesimismo, contrariamente al optimismo, considera que el hombre es malo por naturaleza. Dentro de las filas del pesimismo destaca la figura de Arthur Schopenhauer (1788-1860). Según este autor, la vida es, en esencia, mala; la vida muestra una incesante insatisfacción que a la postre desemboca en el dolor. La obra fundamental de Schopenhauer se llama El mundo como voluntad y representación (publicada en 1844); en esta obra Schopenhauer descubre la voluntad como realidad última (voluntarismo); casi todos los filósofos colocan la esencia del espíritu en el pensamiento y en la conciencia, en cambio, Schopenhauer, bajo el intelecto consciente encuentra la voluntad, como una fuerza vital persistente, como una actividad espontánea, una voluntad de imperioso deseo. Según Schopenhauer, las filosofías y teologías surgen para encubrir los deseos; por ello el hombre no es más que un animal metafísico, pues los animales de- sean sin metafísica. La inteligencia, la reflexión están siempre al servicio de la voluntad. La voluntad es el único elemento 133 permanente e inmutable del espíritu; es la voluntad la que por la continuidad de nuestros propósitos concede unidad a la conciencia y mantiene unidas todas las ideas y pensamientos, acompañándolos como una armonía continua. La voluntad es sumamente activa, el intelecto se fatiga pero la voluntad nunca; la voluntad, en suma, es la esencia misma del hombre. Acudiendo al pensamiento de Kant, Schopenhauer piensa que la voluntad es como la "cosa en sí", la realidad interna y la esencia secreta de todas las cosas. La voluntad resulta ser la causa universal del hombre y de las cosas, voluntad que moldea todas las formas, en las plantas, en los planetas, en los animales y en los hombres. Ahora bien, ¿en qué consiste esta voluntad que se manifiesta en todos los seres? La voluntad - contesta Schopenhauer- es una voluntad de vivir. "Durante millares de años el galvanismo dormitó en el cobre y en el cinc, y éstos se estaban quietos junto a la plata, que e había de consumir en el fuego en cuanto los tres meta- les fueran puestos en las condiciones requeridas. Hasta en el reino orgánico observamos cómo una semilla seca conserva su fuerza latente de vida durante tres mil años y cuando, por fin se ofrecen las circunstancias favorables, crece en forma de planta. "42 La voluntad de vivir se manifiesta poderosamente en la voluntad de reproducción. La reproducción es el fin de todo organismo y su instinto más fuerte, porque sólo de este modo la voluntad puede vencer a la muerte. Los órganos reproductores son el principio conservador, porque aseguran la perpetuidad de la vida; por esta razón eran adorados por los griegos en el falo y por los hindúes en el lingam. Esta voluntad que, según se vio, se manifiesta como voluntad de vivir, de persistir, desemboca en el dolor y en la insatisfacción. Los deseos son infinitos, mientras que la satisfacción es limitada, la voluntad de vivir es una voluntad insaciable; a causa de todo esto, la vida es dolor, "la vida oscila como un péndulo entre el dolor y el aburrimiento. Cuando el hombre hubo transformado todos sus sufrimientos y tormentos en la concepción del infierno, ya no quedó nada más para el paraíso sino el fastidio". Si se observa bien, piensa Schopenhauer, en todas las manifestaciones de la vida se advierte dolor y tragedia; por ello afirma: no puedo conceder a la Teodicea de Leibniz, considerada como amplia y metódica exposición del optimismo, otro mérito sino el haber dado, más tarde la ocasión al grande Voltaire para escribir su candide; y por ello la tan repetida y desgraciada excusa de Leibniz para el mal del mundo la que del mal produce a veces el bien obtuvo una confirmación harto inesperada para él. La naturaleza de la vida en toda su extensión, se nos presenta como destinada y calculada para despertar en nosotros la convicción de que nada merece nuestras aspiraciones, nuestros esfuerzos, ni nuestras luchas; de que todos los bienes son vanidad, que todo el mundo acaba en bancarrota y que la vida es un negocio que no paga gastos Si la vida es dolor merced a la voluntad de vivir que arrastra fatalmente al hombre hacia la insatisfacción, Schopenhauer se pregunta por la posibilidad de escapar, de liberarse de esta voluntad de vivir; el arte sería un intento de suprimir la voluntad de vivir. El objeto del arte es lo particular que contiene un universal. Una obra de arte será bien lograda en la medida en que evoque la idea platónica o universal del grupo a que pertenecen los objetos representados. Así, el retrato de una persona debe aspirar, no a una fidelidad fotográfica, sino a re- velar en lo posible, a través de una figura, alguna cualidad esencial universal del hombre. El arte superior, según Schopenhauer, es la música, porque ella encama la voluntad de vivir. "La música es no sólo, como las otras artes, copia de las ideas", sino "copia de la voluntad misma"; la música nos presenta la voluntad moviéndose, luchando, divagando eternamente, volviendo al fin sobre sí misma, para empezar de nuevo a luchar. A pesar de su gran valor, el arte no constituye sino un descanso, una liberación transitoria de la voluntad de vivir; por tanto, Schopenhauer propone otra vía de liberación que le parece definitiva; ésta la encuentra en el misticismo, el Nirvana brinda la posibilidad para negar, para suprimir la voluntad de vivir; mediante el Nirvana se llega a la suprema sabiduría: la reducción d e los deseos y de la voluntad misma. El m e l i o r i s m o Entre el optimismo y el pesimismo está una doctrina que afirma que el hombre no es n i absolutamente bueno ni malo por naturaleza; según el meliorismo el hombre, no siendo n i bueno ni malo, es como una tabula rasa 134 cuyo espíritu puede ser modificado ya sea para bien o para mal. La sociedad sería, por tanto, la encargada de infundir el sentimiento de lo bueno al hombre. Así, por ejemplo, contra la doctrina de Thomas Hobbes, quien considera que la guerra es el estado natural del hombre, el materialista francés Paul Holbach afirma que los seres humanos no son por naturaleza ni buenos ni malos; son idénticamente capaces de ser tanto buenos como malos en función de cómo se les modifique, o según cómo se les enseñe a entender su interés. Asimismo Hegel, en su Filosofía del Derecho, afirma que la voluntad humana "no es buena por naturaleza, sino que únicamente mediante el propio perfecciona- miento puede ser como es". Otro autor que se inclina por un meliorismo es el materialista ruso H. G. Chernisheviski, en cuanto que afirma que el hombre no nace bueno ni malo, así como tampoco es de por sí carpintero o forjador. Kant también se inclina por un meliorisnio; he aquí como lo explica el profesor Wonfilio Trejo: Pero ya Kant hizo notar, como a su manera lo había hecho Aristóteles, que el hombre ni es por naturaleza moralmente bueno ni es por naturaleza moralmente malo, si por esto se entiende que el hombre posee en su misma condición natural la disposición de ser bueno, o la disposición de ser malo. Tampoco que el hombre sea, en ese sentido, en parte bueno y en parte malo, sino que sólo es el portador en su condición natural de una propensión a ser moralmente bueno, o a ser moralmente malo, como resultado de haber escogido libremente los motivos impulsores de su voluntad. De otra manera, ¿cómo podría ser imputado el bien o el mal, hacerse responsable al hombre del bien o del mal? El origen del mal moral está, según Kant, en la libertad con que propendemos a convertir en el motivo central de nuestra voluntad el principio egoísta del amor a sí mismo; el del bien moral, en la libertad con que acogemos como móvil supremo de nuestra voluntad el respeto incondicional a la ley moral, el deber, que ordena actuar en dirección contraria a los impulsos de los sentidos. El origen de la libertad, sin embargo, es para nosotros insondable. Algunas veces se ha pretendido ver en la Ética de Kant una marcada tendencia al pesimismo, por cuanto el propio Kant considera que, aun concibiéndolo como una mera propensión de la libertad humana, el mal es un estigma "radical", inextirpable, que conspira en todo momento, en y desde el fundamento mismo de la moralidad (la libertad), contra la ley moral. P r o b le m a d e la r e a liz a c ió n d e la m o r a l Aplicación de la moral No basta aprender o conocer los valores morales, es necesario realizarlos, asimilarlos para ponerlos en práctica. En el tema dedicado a analizar la esencia de la moral, se distinguió entre moral y moralidad, se explicó que la moralidad es la moral realizada, la moral vivida. Esto es lo que más nos interesa, que la moral después de ser comprendida, estudiada y analizada, sea realizada, es decir, convertida en moralidad. Pero, ¿cómo realizar la moral?, ¿mediante qué recursos? Éstas son las cuestiones que trata de resolver el problema de la realización de los valores morales. Este problema está estrechamente ligado al progreso de la moral, pues la realización de los valores plantea hasta qué grado la sociedad se va perfeccionando desde el punto de vista moral. No puede hablarse, sin embargo, de un progreso absoluto, sino de un progreso infinito que se va realizando lenta y penosamente en la historia del hombre. Los medios con que cuenta el individuo para llevar a efecto la moralización reciben el nombre de bienes morales o agentes moralizadores, y pueden ser los siguientes: el Estado, la familia, la escuela, la Iglesia, las instituciones sociales y económicas (recuérdese que el hombre es un ser social y que, como tal, necesita estas formas para su formación moral). Ahora bien, ¿en qué medida moralizan estos bienes al hombre?, o bien, ¿en qué medida lo desmoralizan? Se analizarán, cuando menos, a título de ejemplo, dos de estos bienes morales: la familia y el Estado. L o familia Según datos que proporciona Joaquín Ê lvarez Pastor en su interesante libro La Ética de nuestro tiempo, la familia, en sentido estricto, es la sociedad formada por los padres y los hijos; en sentido amplio, es aquella sociedad compuesta por todos los parientes, es decir, por aquellos individuos que tienen un mismo origen biológico conocido. A su vez, la familia en su sentido estricto, comprende tres tipos de sociedad, a saber: la sociedad conyugal (formada por el marido y la mujer): la paterno filial (comprende a los padres e hijos): y la fraternal (constituida por los hermanos entre sí). Así concebida 135 la familia, la ética estudia el carácter moral de cada una de estas sociedades y analiza los derechos y obligaciones a que están sujetas. Por ejemplo, la fidelidad y el respeto mutuo en el caso de la sociedad conyugal; el amarse, respetarse y ayudarse, en lo que toca a la sociedad paterno filial; y en cuanto a la sociedad fraternal, uno de los deberes morales básicos es el de amarse y auxiliarse mutuamente. Se ve pues, que la familia, en estos tres niveles o sociedades, permite al individuo poner en práctica valores y deberes morales de vital importancia, como son: la fidelidad, la ayuda mutua, el deber de educar, etcétera. Por otro lado, la familia, con su poderoso influjo, representa el primer momento decisivo en la moralización del individuo, de tal manera que los valores infundidos dentro del seno familiar son difícilmente borrables, históricamente la familia presenta dos formas fundamentales: El matriarcado Es el sistema social en que predomina el reconocimiento y la influencia de la mujer; aquí el protector y defensor del hijo es el hermano de la madre. El padre juega con los hijos y es bueno y atento, pero no tiene el derecho de darles órdenes; mientras que su tío materno, que tiene el derecho de darles órdenes, no tiene el derecho de estar junto a ellos en el hogar.45 En la sociedad matriarcal, el hombre ignora su paternidad, como comprobó Malinowski, cree que los espíritus traen a los niños y los insertan en las madres. Así nadie piensa que exista relación alguna de sangre entre su marido y los hijos, y la descendencia se establece siguiendo únicamente la línea femenina. El patriarcado Encuentra sus raíces en la consolidación de la pro- piedad y en la subordinación de la mujer al hombre. El reconocimiento fisiológico de la paternidad fue un elemento que condujo a la formación de las sociedades patriarcales. El descubrimiento de la paternidad hizo que la sociedad humana tomara un carácter más competitivo, más enérgico y dinámico; como observa Berthrand Russell en su obra Matrimonio y moral, en las sociedades patriarcales surge el vicio de los celos, el afán de una descendencia legítima, pues "un hijo legítimo es una con- tinuación del ego del padre y su afecto por el hijo es una forma de egoísmo". Por otro lado, el descubrimiento de la paternidad condujo a la sujeción de la mujer como único medio de asegurar su virtud (sometimiento de la mujer, que aún en la actualidad se discute bajo el tema de la liberación femenina). Las consecuencias morales que acarrea la sociedad patriarcal son, principalmente: la sumisión de la mujer (se dice, por ejemplo, que la mujer carece de capacidad para administrar sus bienes, ejercer su profesión; su situación jurídica y social es parecida a la del menor de edad o a la del incapacitado); el valor concedido a la virginidad (pues, al introducirse el sistema patriarcal, comenzaron los hombres a desear casarse con vírgenes): el poder absoluto de los padres hacia sus hijos, etc., (poder que puede desembocar en un despotismo). Explica el mismo Berthrand Russell que el poder que el padre adquirió en primera instancia en virtud de su fuerza superior fue reforzado por la religión, que en la mayoría de los casos puede ser definida como la creencia en que los dioses están de lado del gobierno. Puede observarse que las ideas religiosas del cristianismo están impregnadas de la majestuosidad de la paternidad. La sociedad patriarcal se consolidó y desarrolló en las sociedades antiguas; la sociedad moderna, aunque es todavía patriarcal y aunque la familia todavía sobre- vive, concede a la paternidad una importancia infinita- mente menor que la que le adjudicaban las sociedades antiguas." El Estado El Estado es el derecho, la suma de los imperativos sociales que ordenan coactivamente, el conjunto de las prescripciones de incondicionada obligatoriedad. El Estado es necesario para regular los derechos y obligaciones de los ciudadanos; también se dice que el Estado es "la organización jurídica coercitiva de una determinada comunidad". Elementos del Estado El Estado tiene tres elementos o propiedades características: la soberanía o poder preponderante o supremo. su pueblo y su territorio. 136 El tipo de soberanía marcará el tipo de Estado; la afirmación de una soberanía popular dará como resultado, por ejemplo, un Estado liberal; en cambio, el recortar o menoscabar la soberanía originará un Estado despótico. El pueblo es el conjunto de ciudadanos regidos por determinados derechos y obligaciones; el territorio es el marco donde tienen vigencia las instituciones y servicios públicos que forman el Estado; también puede señalarse que el territorio es la delimitación material y geográfica del Estado. Importancia del Estado Además de la familia, el Estado tiene gran influjo en la educación y moralización del individuo. Bertrand Russell, en su obra ya mencionada, advierte que "la posición de la familia en los tiempos modernos ha sido debilitada hasta en su último reducto por la acción del Estado". En sus mejores tiempos la familia consistía en un anciano patriarca, un gran número de hijos mayores, sus mujeres y sus hijos -y acaso los hijos de sus hijos, todos juntos en una casa, cooperando como una unidad económica y combinados contra el mundo exterior tan estrictamente como los ciudadanos de una nación moderna militarista. Actualmente la familia se reduce al padre, la madre y los hijos menores, y aun éstos, por mandato del Estado, pasan la mayor parte de su tiempo en la escuela y aprenden lo que el Estado considera bueno para ellos, no lo que sus padres quieren (la religión, sin embargo, es una excepción parcial de esto). "El Estado - afirma Russell, más adelante- proporciona servicio médico y dental y alimenta al hijo si los padres son faltos de recursos. Las funciones del padre quedan de este modo reducidas a un mínimo ya que el Estado ha asumido la mayoría de ellas."47 Concepciones del Estado En el curso de la historia han aparecido diversas concepciones del Estado. En el siglo v a.C., Platón formula, en su diálogo sobre L a república, la creación de un Estado ideal. Según Platón, el Estado es como un hombre en grande (concepción organicista del Estado), en él se manifiestan las tres partes fundamentales del alma: razón, voluntad, apetitos; a éstas corresponden tres clases sociales respectivamente: sabios, guerreros y artesanos. Los sa- bios deberán ser los encargados de dirigir al Estado, porque sólo ellos tienen la sabiduría y prudencia que se requiere para ello. Según Platón, la educación debe estar en manos del Estado, precisamente porque encama la sabiduría por excelencia. Durante la época helenístico-romana, el filósofo estoico Cicerón (106-43 a.C.) considera que "El Estado es cosa del pueblo y el pueblo no es cualquier aglomeración de hombres reunida de un modo cualquiera, sino una reunión de gente asociada por acuerdo mutuo para observar la justicia y por comunidad de intereses". Las nociones del Estado que, como la que ofrece Cicerón, señalan que el Estado se establece por una especie de acuerdo mutuo entre los individuos reciben el nombre de contractualismo. Uno de los representantes típicos del contractualismo es Juan Jacobo Rousseau (1712-1778). El contractualismo es una doctrina típica de los siglos XVII y xvIII (siglo de la Ilustración). Asimismo, cabe recordar que en el siglo xvIII se desarrolla, bajo el despotismo ilustrado, la idea del Estado protector, que beneficia a los ciudadanos mediante la difusión de la moral y la educación. Dentro del pensamiento de los primeros cristianos, el Estado es considerado como bueno por su propósito, por su administración de la justicia; pero, de acuerdo con el dogma cristiano, es malo por su origen, ya que es concebido como el resultado del pecado original y de la caída del hombre (Ireneo, en el siglo II; San Agustín, en el siglo V; Gregorio Magno, en el siglo VI). Según San Agustín, la verdadera justicia reina solamente en ese estado, cuyo fundador y verdadero gobernante es Cristo. El Estado no es algo puro e inmaculado como el Estado ideal de Platón, pues siempre conlleva la marca del pecado. Según Gregorio VII, el Estado es obra del pecado y del Diablo. En la filosofía de Tomás de Aquino se sus- cita un cambio, debido en gran parte a la influencia de Aristóteles; según el aquinatense, no hay contradicción entre fe y razón. Dios es el supremo legislador y creador de todas las cosas; toda cosa finita, sensible o empírica es creación y obra de Dios, y por ser obras de Dios, las cosas presentan un orden y belleza propios, dentro de sus límites. No hay contraposición entre alma y cuerpo (como en San Agustín y Platón), el hombre es una unidad orgánica, todas las formas de conocimiento, tanto las 137 poder, sufriendo las consecuencias de esto. Pero, además, el Estado significa extensión territorial, dominio en sentido amplio, ámbito en la que y sobre la que se ejerce una determinada autoridad. La época moderna se caracteriza por su ferviente racionalismo. La ambición de los modernos, como observa Cassirer en su obra El mito del Estado, es crear una teoría del cuerpo político semejante a la teoría de los cuerpos físicos de Galileo; igual en claridad, en método científico y en certidumbre. De acuerdo con su enfoque racionalista, el pensamiento moderno llega a convertir la doctrina del Estado contractual en un axioma fundamental; merced a esta doctrina el Estado se manifiesta como un fenómeno perfectamente claro y comprensible. Los contractua1istas no buscan el origen histórico del Estado sino su principio lógico, su razón de ser. Dentro del contractua1ismo cabe citar a Thomas Hobbes y a Juan Jacobo Rousseau. Hobbes concibe el estado natural del hombre como un estado de guerra de los unos frente a los otros; para suprimir estos conflictos es necesario acordar el establecimiento del Estado, pensado como un poder común encargado de mantener a raya a los individuos y dirigir sus acciones hacia el beneficio colectivo. Según Hobbes el contrato que explica la generación del Estado se establece en la medida en que el individuo manifiesta: "Autorizo y transfiero a este hombre o asamblea de hombres mi derecho de gobernarme a mí mismo con la condición de que vosotros transferiréis a él vuestro derecho, y autorizaréis todos sus actos de la misma , figura 6.14 Maquiavelo (1469-1527) manera. Hecho esto, la multitud así unida en una persona en su obra El príncipe da se denomina Estado, en latín civitas. Ésta es la generación cuenta el nacimiento del de aquel gran Leviatán, de aquel dios mortal, al cual Estado moderno y afirmó que la liberación de Italia debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra paz y nuestra sólo se lograría por medio defensa". de la unión a Juan Jacobo Rousseau se refiere a un estado de un solo Estado. naturaleza diferente al sostenido por Hobbes, ya que el filósofo ginebrino considera que el hombre es bueno por naturaleza. Sin embargo, Rousseau cree que los individuos como tales están privados de derechos, los cuales solamente adquieren como ciudadanos de un Estado. Los hombres, dice Rousseau, resultan iguales por La idea de un Estado unitario de carácter nacional es la "convención y derecho legal"; por lo tanto, "el derecho de piedra de toque del pensamiento de Maquiavelo; su idea cada individuo a su estado particular está siempre de Estado es la de un Estado nacional, que debería subordinado al derecho supremo de la comunidad". superiores como las inferiores, están enlazadas unas con otras y ordenadas hacia el mismo fin. Ahora bien, Dios no es sólo el creador y legislador del Universo físico, sino también del orden moral y político; empero, Santo Tomás deriva el orden social de un principio empírico y no trascendente. El hombre es, por naturaleza, un animal político; Dios es la causa del Estado, pero actúa como una causa remota; el hombre necesita de un orden social que le permita desarrollarse. "Es para el hombre una exigencia de la naturaleza -dice Santo Tomás- vivir en sociedad y en el Estado, ha nacido para vivir en comunidad." El Estado es, pues, un factor necesario para el hombre; sin embargo, en última instancia Dios es el autor y fuente de este poder que es el Estado. A pesar de la caída, el hombre no ha perdido sus facultades de obrar justamente y actuar en el mundo en beneficio de su propia salvación; el aquinatense borra la oposición entre la ciudad de Dios agustiniana y la ciudad de los hombres o ciudad terrena. Durante el Renacimiento, Maquiavelo (1469-1527) concibe la idea necesaria de la liberación de Italia por medio de su unión en un solo Estado. Maquiavelo presencia el nacimiento del Estado moderno, representa la negación del viejo sistema social; así, por ejemplo, el origen divino de los reyes le parece a Maquiavelo algo fantástico, un producto de la imaginación y no del pen samiento político. desembocar en la creación de un Estado fuerte. Para Chabod, el Estado en Maquiavelo tiene múltiples acepciones ya que puede significar autoridad, preeminencia, poder político que se ejerce sobre un grupo de individuos. De esta manera el sujeto queda separado del 49 Thomas Hobbes, Leviatán, México, PoITÚa. 1966. Para ampliar este tema véase también de Cassirer, México, FCE, 1972. Jacobo Rousseau, El contrato social, México" 50 Juan Clásicos]. 138 "A los románticos alemanes -dice Cassirer eri su obra ya citada-, quienes iniciaron el combate y fueron los precursores de la lucha contra la Filosofía de la Ilustración, no les interesaban primariamente los problemas políticos. Vivían mucho más en el mundo del espíritu -la poesía y el arte- que en el áspero mundo de los hechos políticos sin embargo, "el Romanticismo tenía no sólo su Filosofía de la Naturaleza, del Arte y de la Historia, sino además su Filosofía Política. Dentro de ésta, el Romanticismo del siglo XIX elaboró la doctrina sobre el carácter superior y divino del Estado". Así, Juan Teófilo Fichte (1762-1814) piensa que "en nuestra edad más que en todo otro tiempo precedente cada ciudadano, con todas sus fuerzas, está sometido a la finalidad del Estado, está completamente penetrado por él y se ha convertido en su instrumento".52 Por su parte, Guillermo Federico Hegel (1770-1831) llega a identificar el Estado con Dios; dice, por ejemplo en su Filosofía del Derecho, que El ingreso de Dios en el mundo es el Estado; su fundamento es el poder de la razón que se realiza como voluntad. En la idea del Estado no deben tenerse presentes estados particulares; más bien se debe considerar la idea por sí misma, este Dios real, Además dice Hegel sólo en el Estado tiene el hombre existencia racional. Toda educación tiende a que el individuo no permanezca como algo subjetivo, sino que resulte objetivo por sí mismo en el Estado. Todo lo que el hombre es lo debe al Estado y solamente en el Estado tiene su esencia. Todo valor toda realidad espiritual la tiene el hombre solamente por medio del Estado"." En la época contemporánea, con el destacado filósofo del derecho Hans Kelsen, surge una concepción formalista del Estado, según la cual el Estado sólo es una formación jurídica. El Estado es, según Kelsen, el mero ordenamiento jurídico en su carácter normativo o coercitivo: "el Estado, afirma Kelsen, es una sociedad políticamente organizada, por ser una comunidad constituida por un ordenamiento coercitivo y este ordenamiento es el Derecho. R e a liz a c ió n d e la m o r a l. L a m o r a lid a d d e l in d iv id u o Las virtudes morales Es necesario conformar la conducta individual con la teoría ética. La ética no es solamente un estudio puramente académico, sin conexión alguna con la vida cotidiana del hombre. La teoría ética debe servir de apoyo para la planeación y realización de una vida moral pletórica de valores éticos. Teniendo en cuenta esto, muchos filósofos han subrayado la acción moral por encima de las teorías. Por ejemplo, José Ingenieros, filósofo argentino, llega a sostener que "la bondad no es norma, sino acción. Un acto bueno es moralidad viva y vale más que cualquier teoría muerta. El que obra bien, traza un sendero que muchos pueden seguir; el que dice bien, no puede encaminar a otros si obra mal. La humanidad debe más a los mudos ejemplos de los santos que a los sutiles razonamientos de los sofistas". 56 En la moralización del hombre y de su ambiente juegan un papel decisivo las llamadas virtudes morales. Las virtudes (en griego arete y en latín virtus) son actitudes que implican o encarnan lo valioso, lo bueno por excelencia. Hoy día se tiende a concebir a las virtudes como "valores éticos". Tradicionalmente se han establecido cuatro dimensiones axiológicas de lo bueno o virtudes fundamentales alrededor de las cuales gira la moralización del hombre y de su ambiente. Estas cuatro dimensiones son las siguientes: a) Veracidad b) Valentía c) Autodominio d) Justicia (Sinteticemos estas dimensiones axiológicas mediante el esquema de la página siguiente.) La justicia puede ser comprendida en dos grandes sectores, a saber: l. Justicia del bien común. Aquí podemos ubicar la justicia social, cuyo objeto está constituido por el bien común de la sociedad, y la justicia internacional, cuyo objeto es el bien común de la sociedad de las naciones y depende del comportamiento mutuo de las naciones entre sí. 139 VIRTUDES O VALORES ÉTICOS CARACTERIZACIÌ N VALORES QUE PUEDEN DERIVARSE VERACIDAD Aptitud práctica para decidir con honestidad entre la conducta digna e indigna, fidelidad a la verdad. Sinceridad en el amor; voluntad de verdad en el científico; entusiasmo y autenticidad en el artista; honradez en el trabajo, honestidad. VALENTÈA Acto realizado con arrojo, valor o audacia. Obrar conscientemente ante los peligros inminentes de la acción. Valor de verdad, lealtad (fidelidad); heroísmo (el héroe no lucha por sí mismo sino por ideales colectivos y a ellos ofrenda su vida). AUTODOMINIO MORAL Regulación de las variadas necesidades vitales (como la actividad instintiva). Dominio de deseos primarios. Templanza, sobriedad, frugalidad. JUSTICIA Se distingue una justicia distributiva, Imparcialidad, rectitud, verdad, que consiste en dar a cada uno lo que es debido, y una justicia conmutativa, que consiste en devolver un bien recibido por su equivalente. Estricta equiparación de los individuos ante la ley moral. energía y templanza en pro de la comunidad. En la justicia anclan las virtudes cívicas. Es la cristalización de todas las virtudes. ~""-đ1 " " F ; ' ; , " " , ! I " ' ~ " - i ; - : ~ ~ . ~ = , " " '~ " , ; " ~ , " , " " . . ; . ~ , , , . " ~ " " " '; " " ~ . . - r - " " . . _ , , , , , 2. Justicia particular. Dentro de la justicia particular puede hablarse de la justicia distributiva (de distribución). Su objeto es el bien particular como parte del bien común, es decir, la pretensión de las personas individuales o de los grupos de la comunidad a una distribución justa de las cargas, ayudas y privilegios; y de la justicia conmutativa que obliga a las personas individuales y jurídicas a dar a cada uno lo suyo, según la medida estricta de la igualdad; objeto de esta justicia son el derecho a la vida, a la libertad, al honor, etcétera. Historicidad de las virtudes Papel de la moral en el desarrollo social. Debemos tener en cuenta que las dimensiones axiológicas o núcleo de valores básicos son susceptibles de cambios y de futuros enriquecimientos merced a la evolución de los pueblos. Las virtudes o valores éticos son realizaciones históricas y concretas y por tanto han sufrido cambios a través del tiempo. Ciencias como la etnología, la historia y la antropología nos muestran que los pueblos y sociedades en su continua evolución, han poseído una diversidad de códigos de conducta. El filósofo historicista alemán Guillermo Dilthey, a quien ya hemos ._~";,,,,'~"';':"':"';'_~""'.""'i;"'" "'" -::-~_ ... mencionado, observa que cada época histórica se caracteriza por estar cohesionada por un "Ethos natural"; así, en los pueblos antiguos aparecieron la moral y el derecho natural de los sofistas y la teoría del placer de los cirenaicos y epicúreos. En la modernidad, principalmente en los siglos XVII Y XVIII, se establece el sistema natural de moral, derecho y religión. En la época contemporánea se asiste al surgimiento de teorías como el utilitarismo, el pragmatismo y la moral existencialista y socialista. La cultura moral de los pueblos de Oriente se sustenta en una jerarquía sacerdotal, la cual se afianza en la religión para cohesionar el orden social. En cada una de sus etapas -como ya hemos visto al analizar brevemente sus principales momentos- la moral ha jugado un papel muy importante, al cohesionar . a las sociedades, al nutrirlas de ideales, valores o virtudes, conformando un Ethos para su desarrollo humano y social, y, en fin, regulando, mediante normas o reglas. el orden y la armonía entre los miembros de la sociedad. Aunque no hay que perder de vista, como observa la teoría marxista, que las morales surgidas en cada etapa de la historia reflejan los intereses y maneras de pensar o ideologías de las clases dominantes, de ahí que en el curso de la historia se den conflictos de valores y propuestas de revisión y renovación de códigos morales. 140 La moral profesional Dentro de los derechos del hombre debería figurar el relativo a la libre elección de una profesión, gracias a la cual el ciudadano tiene la prerrogativa de ejercer sus facultades y desarrollar su personalidad coadyuvando, al mismo tiempo, al beneficio social. La profesión se define como la actividad o trabajo aprendido, mediante el cual el individuo trata de solucionar sus necesidades materiales y las de las personas a su cargo, servir a la sociedad y perfeccionarse como ser moral. La profesión es el fruto de la más genuina expresión humana: la vocación. Y la fidelidad a esa vocación o "llamado" tiene profundas raíces éticas. Cuando jueces y acusadores le pidieron a Sócrates abandonar su profesión de filósofo a cambio de otorgarle el perdón, el filósofo ateniense dio una respuesta que constituye un ejemplo notable de fidelidad hacia lo que consideraba era su auténtica vocación; Sócrates respondió: Atenienses os respeto y os amo, pero obedeceré Dios antes que a vosotros, y mientras yo viva, no cesare de filosofar, dándoos siempre consejos, volviendo a mi vida ordinaria y diciendo a cada uno de vosotros cuando os encuentre; Buen Hombre ¿Cómo, siendo ateniense y ciudadano de la mas grande ciudad del mundo por su sabiduría y por su valor, como no te avergüenzas de no haber pensado mas que en amontonar riquezas, en adquirir créditos y honores, en despreciar los tesoros de la verdad y de la sabiduría y no de trabajar para hacer tu alma tan buena como puede serlo? La deontología Dentro del tema de la realización de la moral ocupa un destacado lugar una rama eminentemente práctica de la ética que recibe el nombre de deontología. La deontología es la teoría de los deberes particulares propios de una profesión o situación. Se atribuye a Jeremías Bentham la creación de este término, el cual lo entendía como un saber que enseña al hombre la manera de dirigir sus emociones de modo que queden subordinadas, en cuanto es posible, a su propio bienestar. La deontología, entendida como el estudio de los deberes y derechos de los profesionistas, entraña una serie de virtudes y actitudes que una parte de la sociedad, los profesionistas, debe efectuar para hacer posible la moralización de la comunidad. En efecto, los deberes que estudia y prescribe la deontología nos permiten referirnos a una serie de principios o códigos de acuerdo con los cuales debe vivir y realizarse el individuo; por ejemplo: el conjunto de reglas que norman la conducta de los médicos en sus relaciones entre sí y en sus relaciones con sus pacientes. Estas reglas forman la moral profesional del médico. Podemos decir que la moral profesional "es el conjunto de facultades y obligaciones que tiene el individuo en virtud de la profesión que ejerce en la sociedad". La importancia de la moral profesional radica en el alcance social que tiene, ya que uno de los fundamentos básicos de la moral profesional es el ser instrumento de servicios colectivos. El trabajo profesional está íntimamente ligado con los [mes de la existencia individual y social. La función social de un ramo profesional fundamenta intereses y responsabilidades comunes de todos los que participan en ella. A título de ejemplo, nos referiremos a los deberes morales de algunas profesiones fundamentales: Medicina La finalidad de esta profesión es la conservación de dos bienes naturales imprescindibles en la vida del hombre: la salud y la vida. Estas exigencias reclaman todos los esfuerzos del médico, incluso el heroísmo al servicio de los demás. El juramento de Hipócrates (siglo V a.C.) sugiere abnegación y grandes sacrificios para el logro de estos fines. Por medio de este juramento, el médico se compromete a cumplir con su deber, respetar a su maestro; proceder invariablemente con el mejor juicio; no impedir la concepción ni el normal desarrollo del niño en el seno materno y mantener el secreto profesional. Algunos deberes del médico son: a) obligación de prepararse científicamente; b) respeto de la persona humana; c) no tomar su profesión como mero afán de lucro. A juicio del doctor Luis Castelazo Ayala, un código de ética, en la profesión de medicina, debe contener los siguientes aspectos: a) definición de las funciones del médico como hombre de ciencia y como guardián de la salud y bien- estar de sus semejantes; b) obligación de estudiar constantemente para ofrecer al paciente lo más valioso del conocimiento humano; 141 e) considerar al enfermo como a un semejante que merece, además de la atención de sus problemas biológicos, la consideración de su espíritu y atención humanista de su persona; d) lo relativo a los honorarios y salarios del médico, tanto en su significación puramente ética como en sus alcances mercantiles; e) obligación de enseñanza a los estudiantes de medicina, a los colegas menos instruidos y al vulgo que requiera cierta instrucción médica; f) aspectos de la medicina institucional, del Estado y de la socializada; g) relaciones con otros médicos y profesiones, sociedades científicas, universidades, diferentes núcleos de población y con personas de diversos credos religiosos y sistemas sociales, y h) relaciones de los facultativos con la industria químico-farmacéutica y con las firmas proveedoras de material médico. 58 Juramento de los médicos o juramento hipocrático solemnemente, por lo que para mi sea más sagrado, ser leal al ejercicio de la medicina, justo y generoso. Viviré y practicaré mi arte con austeridad y honestidad. Donde quiera que entre, será para bien de los enfermos, hasta el máximo de mis conocimientos, y me mantendré alejado de todo lo que sea Error, corrupción y vicio. Ejerceré mi profesión solamente pata curar a mis pacientes y no les daré medicamento alguno ni ejecutaré ninguna operación para un fin criminal, aunque me lo soliciten. Vea lo que vea y oiga lo que oiga de la vida de los hombres que no deba ser dicho, lo guardaré como inviolable secreto. . Figura 6.1'Hipócrates (¿460-377? a . c . ) es el más famoso médico de la Antigüedad. J u r is p r u d e n c ia Su finalidad es interpretar y defender el derecho y la justicia en las relaciones humanas, sancionar a los violadores de la ley y con ello dar garantías de tranquilidad y seguridad a los ciudadanos. Dentro de los deberes propios de la jurisprudencia podemos mencionar los siguientes: a) preparación y dominio de la ciencia jurídica; b) aplicación de la ley con imparcialidad verdadera; c) honradez y decoro que enaltezcan su profesión; d) rechazo al soborno y a la corrupción. Juramento del abogado En el ejercicio de la profesión de tan alta responsabilidad, tened presente; ante todo; que no debéis emplear vuestros conocimientos sino en servicio de las causas justas; no olvidéis que quien pone en vuestras manos su fortuna, su honra y tal vez su vida, confía no solo en vuestro saber, sino también y acaso mas, en vuestra lealtad y honradez estimados serias incapaz de anteponer a su interés legitimo el vuestro personal o vuestras pasiones. Recordaos así los principales deberes que os impondrá el título que recibiréis; ¿protestáis, pues y bajo vuestra palabra de honor que al ejercer la abogacía tomarais como norma suprema de vuestra conducta la justicia y la moral? Si así lo hicieres que la nación os lo premie, si no que os lo demande La enseñanza La palabra educación proviene de educere, o sacar fuera lo que se tiene oculto. En cada niño en cada joven están en potencia todas las posibilidades de la cultura. La enseñanza tiene la misión de despertar esas potencias latentes (vocación). La finalidad de la enseñanza es muy importante en la sociedad, pues se dirige a la formación íntegra del hombre, en su sentido esencialmente humanístico. Entre los deberes del maestro podemos señalar: a) preparación sólida en el campo de la pedagogía, la psicología y otras áreas afirmes; b) actualización constante en las modernas técnicas de aprendizaje; e) respeto a la persona del alumno; d) educar con la verdad y el ejemplo por encima de cualquier prejuicio. 142 Juramento del maestro ¿Protesta usted ejercer su profesión de maestro o maestra, con entusiasmo y honradez, velando siempre por el prestigio del magisterio que le otorga el título y continuar esforzándose por mejorar su preparación en todos los órdenes, para garantizar los intereses de la niñez, la juventud y de la Patria? Si así lo hiciere usted que la nación se lo premie y si no, que se lo demande. L a p o lític a . En su sentido genuino la política "es el arte y ciencia del gobierno de la ciudad", "es el arte de hacer felices a los pueblos" (Cicerón). Su finalidad no se aleja mucho de este sentido, ya que la misión del político es procurar el bienestar colectivo. Entre los deberes del político figuran: a) preparación científica sobre la realidad política y económica; b) repudiar la demagogia, la mentira o charlatanería; e) no regirse por las pasiones y ambiciones perso nales en detrimento del bienestar y la justicia social. Figura 6.16 Una de las profesiones más importantes para la libertad es la enseñanza, pues ella tiene la misión de despertar las potencias latentes de cada joven. leturas. Expresar para ser Somos todos los humanos cuidadosos de nuestro ser, y por ello anhelantes de futuro. Pues si el futuro es el signo constante de incertidumbre en nuestra Vida, sin embargo sabemos que tenemos un futuro, y tener un futuro es la máxima riqueza: la de una juventud La riqueza ya lograda del pasado es una fortuna precaria, que se disuelve si no se renueva, y sólo puede renovarse de cara al porvenir: lo que se tiene ganado no exime de seguir buscando. // "Son muchos los caminos del cui- dado, y se llaman vocaciones. Pero la vocación de la Vida no es el camino de una profesión, sino aquello que nos movió a elegir/o/ y más aún, lo que nos sigue moviendo a ejercerla de un cierto modo. Las profesiones se ejercen, en efecto, pero el ejercicio de la Vida implica una motivación y decisión más hondas, de las cuales deriva el sentido que para nosotros hayan de lograr las vocaciones particulares, y el de cuanto hagamos aparte de la profesión. Una forma de Vida, más que una profesión, es lo que da carácter a nuestro ser aquello en que cada quien emplea su cuidado mayormente. Pues a la llamada de la Vida - y llamada es lo que significa vocación- no hay nadie que preste oídos sordos" Eduardo Nicol, La vocación humano, México, El Colegio de México, 1950, p p . 9-10. 143 Consejo a un joven poeta Pregunta usted si sus versos son buenos. Me lo pregunta a mi Antes se lo ha preguntado a otros. Los envía a las revistas. Los compara con otras poesías, y se inquieta cuando ciertas redacciones rechazan sus ensayos. Ahora (ya que usted me ha permitido aconsejarle), ruego le que abandone todo eso. Usted mira a lo exterior, y esto es, precisamente, lo que no debe hacer ahora. Nadie le puede aconsejar ni ayudar: nadie. Solamente hay un medio: vuelva usted sobre si Investigue la causa que le impele a escribir examine si ella extiende sus raíces en lo más pro- fundo de su corazón. Confiese si no le sería preciso morir en el supuesto que escribir le estuviera veda- do. Esto ante todo: pregúntese en la hora más serena de su noche: "¿debo escribir?': Ahonde en sí mismo hacia una profunda respuesta/ y si resulta Concepto de persona e individuo El proceso de moralización del hombre debe culminar en la formación de un hombre digno (hombre ético) y valioso moralmente. La ética nos ofrece una categoría para conceptualizar a este ser valioso: el concepto de persona. Se afirma que como ser capaz de responsabilidad en virtud de su libertad y capacidad de auto- determinación, el hombre logra alcanzar la dignidad de persona. Desde el punto de vista de la ética cristiana, el hombre ha de encontrar su perfección desarrollando la imagen de Dios, que lleva en su propio interior. Para Tomás de Aquino el hombre alcanza su dignidad de persona a través de dos vías: por medio del intelecto que le per- mite comprender el mundo y elevarse hasta Dios, y por medio de la voluntad que lo hace capaz de dirigirse hacia el bien y elevarse hasta el Bien Supremo. Otro concepto de persona lo encontramos en Kant. Para él la persona es el sujeto racional y libre bajo el imperio de las leyes éticas. Es el sujeto susceptible de responsabilidades. En la historia de la ética encontramos una corriente, el personalismo, que se caracteriza por conferirle un extraordinario valor a la persona. Por ejemplo, en Max Scheler, filósofo que hemos mencionado en lo que afirmativa, si puede afrontar tan seria pregunta con un fuerte y sencillo "debo", construya entonces su pida según esta necesidad: su vida tiene que ser, hasta en su hora más indiferente e insignificante, un signo y testimonio de este impulso. Después acérquese a la naturaleza. Entonces traté de expresar como un primer hombre lo que ve y experimenta, y ama y pierde. No escriba poesías de amor,' sobre todo evite las formas demasiado corrientes y socorridas: son las más difíciles, pues es necesario una fuerza grande y madura para dar algo propio donde se presentan en cantidad buenas y, en parte, brillantes tradiciones. Rainer Maria Rilke, Cartas a un joven poeta !fragmento), Buenos Aires, Ediciones Siglo Veinte, pp. 23-25. Figu -a " 17 Antonio Caso (1883-1946) desarrolló el concepto de persona moral, entendiéndolo en un nivel más alto que las cosas y los individuos. Para este filósofo mexicano "la moral es la realización del bien, no la sumisión a una ley, no el acatamiento de un mandamiento. Si el bien no fuere inspiración, entusiasmo, no sería bueno el que obra el bien, sino esclavo del bien, súbdito del bien; y los esclavos, los sometidos, los heterónomos, son débiles, pequeños, impersonales, malos". respecta a la teoría de los valores, encontramos cierto personalismo. Scheler distingue entre los individuos, seres sin cualidades propias (el número de un soldado, el número de cuenta de un alumno, etc.) y la persona, que está más allá del yo egoísta, que reviste madurez, conciencia y libertad. La persona es sobre todo amor, amor desinteresado y pleno, a la manera de la charitas cristiana. Por medio de este amor es posible establecer un relación real, no de individuo a individuo (relación personal), sino de persona a persona (relación ética) 144 En el filósofo mexicano Antonio Caso también encontramos desarrollada la noción de persona moral. Caso, por ejemplo, distingue -apelando a un orden jerárquico- entre cosa, individuo y persona. La cosa está en la parte más baja de los seres. Ninguna cosa tiene unidad; si se rompe, nada parece en ella. Las cosas pueden dividirse y seguir siendo cosas; pertenecen a la esfera de lo físico donde la vida humana no existe. Pero en el grado inmediato superior aparecen los individuos. El individuo es indivisible y, por sí mismo, muestra la diferencia fundamental entre el mundo fí- sico y el orgánico. La individualidad está más pronunciada en el organismo animal, y el animal más perfecto es el hombre. Su superioridad no radica en su naturaleza biológica sino en su ser intelectual y moral; éste lo convierte en persona. Persona significa, para Caso, e hombre entendido como ser espiritual "creador de valores", el ser dotado de capacidad consciente, inteligente y libre para desarrollarse y transformarse. Cada personalidad es única, peculiar, y ninguna puede saciarse, sino con la postulación de la persona más amante, inteligente, libre y desinteresada. "Esta persona que postula el ideal humano, es la síntesis del ser y el ideal es Dios." L e c tu ra s Persona y deber, según Kant ¡Deber! Nombre grande y sublime, tú que no encierras nada apreciado para congraciarte con halagos, sino que exiges sumisión, aunque en nado amenazas que provoque aversión natural en el espíritu y asuste para mover la voluntad, sino que te limitas a establecer una ley que de suyo penetre en el ánimo ! I r no obstante, aun contra la voluntad se gana respeto (aunque no siempre observancia) ante la cual callan todas las inclinaciones aunque secretamente actúen contra ella, ¿cuál es el origen digno de ti; y dónde se encuentran las raíces de tu noble prosapia, que rechaza altivamente todo afinidad con las inclinaciones, y proceder de sus raíces es condición indispensable de aquel único valor que los hombres pueden darse? No puede ser nada menos que lo que eleve al hombre por encima de sí mismo (como parte del mundo sensible/lo que lo enlace con un orden de cosas que sólo pueda pensar el entendimiento, y que al mismo tiempo tenga bajo sí todo el mundo de los sentidos, y con él la existencia empírica- mente determinable del hombre en el tiempo y el conjunto de todos los fines (lo único que a título de moral se conforme a esas leyes prácticas absolutas). Emmanuel Kant, La crítica de la razón práctica, Buenos Aires, Losada, 1961. Libro 1 caps. 1 y 111. Rostro y corazón: concepto náhuatl del hombre El concepto de persona en el mundo occidental con todos sus connotaciones jurídicas, psicológicas y sociales - es consecuencia de una lenta elaboración. En el mundo griego, en función de una metáfora, se apuntó ya al rostro de los individuos. a su prósopon, para connotar los rasgos propios y exclusivos de la fisonomía moral de cado ser humano. Entre los romanos, la palabra persona (del latin personare, "resonar, o hablar a través de") se aplicó en un principio a la máscara a través de la cual hablaban los comediantes en el teatro. Caracterizando cada máscara a un personaje distinto, la palabra pasó pronto a significar el personaje mismo. Por esto, los juristas romanos la adoptaron para designar con ella un sujeto dotado de representación propia, un personaje en el mundo del derecho. De aquí; finalmente. La palabra persona parece haber pasado al habla popular, connotando la fisonomía moral y psicológica propia de todo individuo humano. En el mundo náhuatl prehispánico, como lo prueban antiguos textos, se llegó a la elaboración de un concepto afín, aunque de características propias y exclusivas. Especialmente en las pláticas o discursos, pronunciados de acuerdo con las reglas del tecpillatolli, o sea, "lenguaje noble y culti- 145 vado: se encuentra una expresión que aparece casi siempre dirigida por quien habla a su interlocutor. Hay así frases como éstas: hablare a vuestro rostro, a vuestro corazón; no se disguste vuestro rostro, vuestro corazón; vuestro rostro y vuestro corazón lo sabían ... Además, como ya se ha visto al tratar de la imagen Ideal del sabio nahuatl se afirma de él como atributo suyo, "hacer sabios los rostros y firmes los corazones". Finalmente, al presentar algunos textos la descripción del supremo Ideal del hombre y la mujer nahuas, se dice de ellos que deben ser "dueños de un rostro, dueños de un corazón". Y en el caso de la mujer se añade todavía otro rasgo expresivo. Se dice que "en su corazón y en su rostro debe brillar la femineidad", expresan- do esto en náhuatl con el término abstracto y colectivo a la vez de cihuáyotl. He aquí sólo dos textos que muestran lo dicho: 11 1. Elabora un breve ensayo acerca de la situación moral de nuestro tiempo. 2. En una hoja, resume tu posición sobre las llamadas "teorías de lo bueno". ¿Cuál es la que crees más correcta y por qué? 3. Escribe un ejemplo de "acto moral", señalando todos sus elementos (el ejemplo lo puedes sacar de un hecho cotidiano, de una novela o de una película). 4. Escribe tu opinión sobre la familia como medio moralizador del individuo. 5. Menciona los deberes morales que entraña la profesión que deseas seguir. 6. Investiga en la Constitución Política y legislaciones vigentes la situación que guardan en el país las diversas manifestaciones de libertad. • libertad de expresión • libertad de prensa El hombre maduro: Corazón firme como la piedra, corazón resistente como el tronco de un árbol rostro sabio, dueño de un rostro y un corazón, hábil y comprensivo. La mujer ya lograda, en la que se ponen los ojos... la femineidad está en su rostro... Miguel León Portilla, Los antiguos mexicanos, México, FCE, 1968. • libertad de asociación • libertad de cultos • libertad de cátedra Lee con atención cada pregunta y contesta lo que se te formula. l. Quieres mucho a tu novia (o novio). Le has prometido casarte con ella (o con él). Tu ser amado sufre un accidente y pierde la vista. A pesar de esto, ¿cumplirías con tu promesa", ¿te casarías con esa persona?; ¿Le pedirías tiempo para pensarlo? Cualquiera que sea tu respuesta, expón los motivos de tu decisión. 2. Responde en tu cuaderno las siguientes preguntas fundamentando tus respuestas: ¿vale más, menos o igual? • amar o ser amado • dar o recibir • ser rico y enfermo-o ser pobre y sano 146 3. Tomando en cuenta los tres modelos de vida descritos a continuación, señala: a) Con cuál estarías de acuerdo y por qué. b) Si no estuvieras de acuerdo con ninguno, selecciona características que en los tres casos se mencionan y configura tu propia forma de vida. e) Si no te satisface ninguna de las características de los ejemplos dados, entonces describe el que para ti sea el ideal. Modelos de vida • Divertirte demasiado. Constantemente asistir a fiestas y reuniones sociales, desvelándote, bebiendo y conviviendo con amigos para pasar la vida "alegremente", aun cuando te des cuenta de que todo esto perjudica tu salud. • Trabajar demasiado. Obtener muchas ganancias, viajar con cierta frecuencia y descansar en casa un día al mes. • Vivir en soledad, concentrado en la meditación y el estudio, preocupado por alcanzar un estado de tranquilidad y paz espiritual. 4. A un juez se le presenta el siguiente caso: le turnan el caso de un delincuente que es presunto responsable de narcotráfico y de asesinato de tres personas. Al enterarse el juez de que el acusado es un amigo de la infancia y que, además, le debe muchos favores, por lo que l e está muy agradecido, experimenta una serie de dudas. El acusado, efectivamente, es un delincuente, hecho constatado por los agentes que lo detuvieron. Pues bien, ¿qué harías tú en este caso si estuvieras en el lugar del juez -teniendo en cuenta que no puedes evadirte de este deber(pues de hacerlo perderías tu puesto)? a) Si lo juzgaras tú, ¿acaso hablarías con tus superiores y les ofrecerías una gran suma de dinero para que liberen al acusado? Cualquiera que pudiera ser tu conducta en este caso, explica los motivos que te llevarían a ello. b) ¿O tal vez decidiría no ser el ejecutor del juicio ni de la condena y ser despedido de tu trabajo sabiendo que es muy difícil encontrar otro empleo? e) O sabiendo que tu amigo es culpable, y aplicando la ley, ¿serías capaz de condenarlo a 50 o 60 años de prisión? (fundamenta tu respuesta) d) En caso de que ante esta situación opte por otra conducta a seguir, di cuál sería ésta y por qué. 5- Jerarquiza en tu cuaderno de trabajo- los siguientes modelos de vida declarados por supuestos personajes, asignando el número uno al que juzgues más valioso; el número dos al que sigue en valor y así sucesivamente: Explica, en cada caso, por qué los numeraste en esa forma. a) Soy una persona fornida, con gran prestigio e l ) el deporte de la lucha libre. Estoy expuesto a ser golpeado pero a cambio de esto gano mucho dinero; me pregunto si es mejor retirarme o seguir exponiéndome a riesgo de que me deformen la cara. b) Soy una cantante famosa. Estoy constantemente en giras de trabajo. Rara vez convivo con mi familia, estoy a punto de divorciarme. Mi afán constante de superación me absorbe todo el tiempo. e) Soy un modesto empleado. Gano poco dinero, no tengo aspiraciones de éxito. Mi vida es muy monótona: transcurre de mi trabajo a mi casa. Gozo de buena salud, por lo que me siento satisfecho y tranquilo. En mis ratos libres veo televisión. d) Soy un profesionista, escritor, investigador, participo en convenciones, congresos, etc. Estoy satisfecho de contribuir, con mi trabajo, al desarrollo de la cultura. Sin embargo, advierto que estoy sufriendo un agotamiento paulatino y mi salud se ve 147 amenazada por un exceso de trabajo. Pese a esto, deseo continuar trabajando ya que considero que esto es lo correcto. c) ¿Entre qué opciones hizo su elección? d) ¿Qué medio o medios crees que pudieron haberle servido para la realización de este acto? e) Copia textualmente de la exposición de este ejemplo, las palabras que representen la realización del acto moral. 6. Después de leer el siguiente ejemplo, contesta las preguntas. El día en que el joven Luis Martínez tiene que acudir, por fin, a un importante torneo de futbol, donde es casi seguro que ganará un trofeo y una considerable suma de dinero como "campeón goleador", su madre enferma gravemente, por lo que decide quedarse para cuidarla (ya que, por otra parte, él es el único hijo). f) ¿Cómo calificas este acto?, ¿por qué? Preguntas: a ) ¿Quién es el sujeto moral de este acto? b) ¿En qué consistió su decisión? Nota: Se agradecen las sugerencias del profesor José Arredondo en la elaboración de este problemario. Acto moral. Manifestación concreta del comportamiento moral de los individuos reales, integrado por: motivo, intención, decisión, medios y resultados. Behaviorismo. Psicología de la conducta, corriente establecida por Watson en 1913. Bienes morales. Formas concretas y temporales, receptáculos de valores morales (Estado, familia, etcétera). Buena voluntad. Significa obrar conforme al deber y por deber (Kant). Coacción externa. Fuerza exterior que anula la libertad (por ejemplo, un chantaje, una amenaza, etcétera). Coacción interna. Fuerza interior que anula toda libertad (por ejemplo: un deseo irresistible). Conciencia. Conjunto de los hechos psíquicos de que el sujeto se da cuenta. Conciencia moral. Capacidad de distinguir el bien del mal. Decisión. Determinación, resolución que se toma para actuar. Destino. Hado, serie de causas que producen un efecto. Determinismo. Doctrina que niega el libre albedrío; sostiene que todos los hechos están encadenados causalmente. Elección. Deliberación, libertad para obrar. Empirismo. Corriente filosófica, desarrollada a partir del siglo XVI, según la cual el fundamento y origen del conocimiento (o de la moral) es la experiencia. Escuela. Establecimiento público donde se imparte educación intelectual y moral. Estado. Cuerpo político de una nación: porción de UD territorio federal cuyos habitantes se rigen por leyes propias. 148 Ética autónoma. Es aquella que se da cuando el sujeto se autolegisla, se rige por su propia voluntad. Ética heterónoma. Es aquella que se da cuando el sujeto está determinado o regido por una voluntad extraña a él. Eudemonismo. Teoría de lo bueno que sostiene que el bien radica en la felicidad (eudemonía). Familia. Sociedad formada por los padres e hijos. Fatalismo. Doctrina que niega la posibilidad de alterar el curso establecido de las cosas de la vida humana. Felicidad. Estado en que predominan o existen únicamente vivencias positivas del tipo del agrado, el placer, la satisfacción, la alegría, etcétera. Formalismo. Se refiere a la ética kantiana que pone el fundamento de la moral en principios racionales a priori. Hedonismo. Doctrina que define el bien moral en términos de placer. Iglesia. Congregación de fieles. Indeterminismo. Corriente que sostiene que todo es incausado, que reina el mero azar. Instinto. Estímulo o impulso natural de los animales que los mueve a obrar en determinada forma. Libertad. Capacidad de actuar sin constreñimiento de ninguna clase. Mecanicismo. Tendencia que explica todas las formas de la realidad mediante los principios de la mecánica. Medios. Pasos necesarios para efectuar el acto moral. Meliorismo. Doctrina según la cual el mundo no es óptimo ni pésimo, sino que admite lo bueno y puede mejorar por la acción del hombre. Naturalismo. Doctrina que reduce los fenómenos humanos y sociales a explicaciones meramente naturales. Optimismo. Corriente doctrinaria según la cual el mundo existente es bueno o el mejor entre los posibles. Pesimismo. Doctrina según la cual el mundo es malo o contiene más mal que bien o más sufrimiento que goce. Placer. Sensación o tono hedónico cuya correlación motora es el movimiento hacia el estímulo o la tendencia a mantenerlo. Principio de utilidad. Principio básico del utilitarismo de John Stuart Mill, que recomienda buscar el mayor bien para el mayor número de individuos. Reflejo condicionado. Reacción simple adquirida, originalmente iniciada por cierto estímulo, A, e iniciada luego por otro estímulo, B , que se da antes en relación con A. Responsabilidad moral. Cargo u obligación que resulta para cualquier posible yerro de un acto determinado. Resultado. Consumación del acto moral, que permite valorarlo. Telurismo. Modalidad del determinismo, que sostiene que el comportamiento humano está determinado por el ámbito geográfico. Transmutación de valores. Cambio radical en la apreciación de una tabla de valores. Valoración. Adjudicación o atribución de un valor correspondiente a una determinada acción. Vitalismo. Tendencia filosófica que considera la vida como el principio fundamental del cosmos. Voluntarismo. Concepción que da a la voluntad carácter rector de la conducta moral; en la doctrina de Schopenhauer, se refiere a la concepción según la cual la esencia de todas las cosas es la voluntad. 149 Ê lvarez Pastor, Joaquín, Ética de nuestro tiempo; descripción de la realidad moral contemporánea, México, Imprenta Universitaria. Arnaiz, Aurora, Ética y Estado, México, Imprenta Universitaria, 1959. Cassirer, Ernesto, El mito del Estado, México, FCE, 1972. "Ética y salud", en Salud mundial, Revista ilustrada de la Organización Mundial de la Salud, abril, 1989. 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Distinguirá y ubicará las diferentes épocas históricas de la ética; ,.. Analizará y valorará las corrientes éticas de autores clásicos, tales como Sócrates, los sofistas, Platón, Aristóteles, Epicuro y otros; ,.. Examinará y apreciará, asimismo, las doctrinas éticas relativas al cristianismo, Edad Media, época moderna y contemporánea, reparando en sus más destacados representantes, obras, planteamientos y repercusiones en la moral vigente. 151 ~Ética moderna. Formalismo kantiano La ética formal Fuentes para el estudio de la ética formal Los imperativos Imperativos hipotéticos Imperativo categórico La ética de Kant como ética de los propósitos Acciones conforme al deber Acciones conforme al deber y por deber Acciones contrarias al deber El reino de los fines Los postulados metafísicos de la ética kantiana La libertad Inmortalidad del alma Dios Ética contemporánea Ética existencialista El existencialismo de Sóren Kierkegard Estadio estético Estadio ético Estadio religioso El existencialismo de Gabriel Marcel El existencialismo de Jean-Paul Sartre Ética anarquista Antecedentes. Calicles y el derecho del más fuerte El anarquismo Ética pragmatista Ética marxista Antecedentes y fuentes del marxismo El hombre La enajenación Estructura y superestructura Neopositivismo El neopositivismo y la ética Ética de la liberación 152 Etapas históricas de las doctrinas éticas Después de haber analizado los principales problemas de la ética, nos corresponde estudiar cómo muchos de estos problemas cobraron expresión en las diversas doctrinas o teorías éticas que los filósofos fueron desarrollando a lo largo de la historia. Antes de analizar estas doctrinas, se explicará cómo es posible estudiarlas. El criterio más simple para estudiar las doctrinas éticas es la clasificación histórica, que es la que seguiremos en este tema. Históricamente, las doctrinas éticas se clasifican en: interés por el hombre. En los presocráticos la ética es todavía incipiente, ya que ellos se interesan preferente- mente por investigar la realidad física o natural. Los sofistas Originalmente la palabra sofista designa a los sabios (sophos) ambulantes de la época que enseñaban una serie de conocimientos (dialéctica, lógica, gramática, etc.), principalmente la retórica, un saber que reclamaban los nuevos tiempos, pues la forma democrática del Estado griego requería, por parte del político, destreza para disertar en público y elocuencia para convencer a sus conciudadanos. Más tarde, la palabra sofista adoptó un La ética griega: desde Sócrates (470l. Antigüedad sentido peyorativo, puesto que, en efecto, 399 a.C.) y los sofistas hasta la (Ética clásica) sofista es sinónimo de charlatán. Platón y muerte de Aristóteles (322 a.C.). La Aristóteles contribuyeron con sus críticas ética helenístico-romana: desde la contra los sofistas para la adquisición de muerte de Aristóteles hasta el fin del este nuevo sentido. Por ejemplo, Aristóteles neoplatonismo (322 a.C. hasta 500 define a los sofistas como aquellos que sólo d.C.). tienen un saber aparente. Ética medieval: de San Agustín l. Edad Media Aunque, como se verá, en el terreno del (patrística) a Nicolás de Cusa (del conocimiento los sofistas desembocan en siglo v al x v ) . el relativismo y el escepticismo, contribuyen a Ética del Renacimiento: del siglo xv 111. Modernidad la difusión y desarrollo del Iluminismo griego, o al XVII. sea, al intento de plantear y resolver los Ética de la Ilustración: desde Locke problemas del valor de la vida y de las hasta la muerte de Lessing (1689instituciones sociales, recurriendo a la sola luz 1781). de la razón. La actitud iluminista de esta época Ética de la filosofía alemana: desde queda planteada en la siguiente pregunta: Kant hasta Hegel y Herbart (1781¿puede fundarse de modo racional la existencia 1830). de valores universalmente reconocidos? Los La ética del siglo XIX. IV. Época Contemporánea sofistas contestan con el escepticismo: no hay La ética del siglo xx. valores universalmente válidos; en cambio Sócrates se afana por alcanzar conceptos Nuestro estudio sobre las doctrinas éticas no pregenerales, de validez universal, sobre todo en el tende ser exhaustivo; sólo se presentarán las doctrinas campo de la moral. más sobresalientes. Entre los sofistas destacan: Protágoras de Abdera (480-410 a.c.); Hipias de Elis (siglo v a.C}; Gorgias de Loontini (483-375 a.C.), y otros más. Quizá el más importante de los sofistas fue Pitágoras, cuya doctrina recibe el nombre de relativismo, el cual La historia de la ética comienza propiamente con implica que la verdad es relativa, ya que depende de la Sócrates y los sofistas, en la llamada etapa antropológica opinión personal siempre cambiante y circunstancial. "El de la filosofía griega, en el siglo v a. C. (esta etapa va de hombre -dice Protágoras- es la medida de todas las cosas", 450 a 400 a.c.). concepto que ahora puede parecer“ El pensamiento de Sócrates se caracteriza por su rechazo a la tradición cosmológica y su Ética griega 153 Ello significa que cada individuo percibe o ve las cosas de acuerdo con su particular modo de ser y de sentir ("nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira"). Los sofistas están contra la aristocracia del saber, afirman que cualquiera puede aprender; si el hombre no es algo fijo, invariable, como parece decir Protágoras, entonces es posible la evolución humana, el perfeccionamiento del hombre. Sócrates está contra dicha tesis, pues afirma que la virtud no puede enseñarse porque cada hombre la lleva dentro de sí. El relativismo de Protágoras fue compartido por otros sofistas, quienes subrayan la fugacidad de las cosas. Así, por ejemplo, otro sofista, Antifón, afirma: "La vida del hombre es, en cierto modo, prisión de un día, un día único en que miramos la luz del sol y la transmitimos a los que viven después de nosotros". Hipias de Elis cultiva la retórica, la ciencia y la filosofía; hace hincapié en un ideal educativa dirigido al desarrollo de un saber múltiple. Gorgias, que llega a desembocar en un nihilismo (del latín nihil, nada), sostiene lo siguiente: 1. El ser inmutable no existe. 2. Aun en el caso de que existiera, no podría conocerse. 3. Admitiendo que se conociera, no sería posible la comunicación de un hombre con otro. Ética de Sócrates Sócrates de Atenas (469-399 a.C.) vive en la segunda mitad del siglo v; ateniense; pertenece a una familia humilde; su padre, Sofronisco, era escultor y su madre, Fenarete, partera. Sócrates afirma que heredó el oficio de sus padres, en cuanto que se considera un "escultor de hombres" y un "partero del alma", porque ayudaba a los hombres en la búsqueda de la verdad. Sócrates no dejó testimonios escritos; en El pensamiento de Sócrates, dice A. E. Taylor que los atenienses de aquellos días no escribían libros; fue una edad de grandes tragedias, pero no de literatura en prosa. En el año 399 a.C. Sócrates fue acusado de impiedad y de corromper a la juventud con sus enseñanzas; por lo cual fue condenado a beber la cicuta (planta umbelífera venenosa, parecida al perejil). La doctrina de Sócrates es transmitida a la posteridad por sus discípulos Jenofonte y Platón. El Sócrates que presenta Jenofonte es un predicador excelente, aun- que algo prosaico, de una moralidad buena, de sentido común, con un marcado disgusto por las especulaciones no prácticas y la ciencia inútil. El Sócrates de Platón es un humorista y un gran filósofo, de profundas convicciones metafísicas y amplia familiaridad con la más elevada ciencia de su tiempo. El pensamiento filosófico de Sócrates descansa en dos divisas fundamentales: "Conócete a ti mismo" (nosce te ipsum) Esta frase entraña un antropologismo general (es verdadero lo que parece a todos verdadero). Según Sócrates, el fin último de la filosofía es la educación moral del hombre. El conocerse a sí mismo consiste, además, en que cada quien encuentre su vocación (vocación es llamado), su virtud, aquello para lo que ha nacido; no hay saberes inferiores; tan digno es el saber del zapatero como el del gobernante. La justicia se establece cuando cada ciudadano encuentra su virtud (arete') y ejercita su vocación (esta idea la desarrolla más tarde Platón). "Sólo sé que nada sé" Esta frase expresa un "agnosticismo en cosmología", es decir, una tendencia a rechazar las doctrinas cosmológicas de los antiguos jónicos para preferir el problema del hombre como ser moral (preferencia de la ética sobre la física). El tema socrático es el conocimiento del hombre (en esta preocupación coincide con los sofistas); el cono- cimiento del hombre en Sócrates presenta los siguientes rasgos: a) Es un conocimiento universal. A diferencia de los sofistas, Sócrates no acepta el relativismo y subjetivismo. Las virtudes éticas deben elevarse a la categoría de un conocimiento universalmente válido. Es necesario buscar el concepto universal y general de lo justo, lo santo, lo bueno, etcétera. Ahora bien, para llegar a establecer los conceptos o verdades universales, Sócrates recurre a su método mayéutico; que consiste en el arte de dar a luz la verdad por medio del diálogo. Recuérdese que Sócrates es el filósofo del Ê gora, el filósofo que dialoga en la plaza pública en búsqueda de la verdad. b) Es un conocimiento orientado hacia el aspecto moral. A Sócrates le interesa sobre todo el Ethos del hombre; por ello su filosofía se dirige hacia la investigación de la esencia de las virtudes éticas. 154 A vivir moralmente. El conocimiento conlleva la virtud; quien sabe lo que es bueno, también lo lleva a cabo. El hombre sabio es al mismo tiempo el hombre virtuoso; el vicio es ignorancia, error intelectual. Obrar mal es involuntario, no existe un estado del alma llamado debilidad moral, o sea, conocer el bien y, sin embargo, empeñarse en hacer el mal. c) Es un conocimiento práctico. El conocimiento del hombre y sus virtudes no es meramente contemplativo, es necesario conocer para actuar. Así, Sócrates se interesa por la formación del ciudadano. Es necesario conocer la virtud para practicarla en beneficio de la polis. En lo que respecta propiamente a la ética socrática, debe señalarse que en ésta se encuentran las siguientes características: a) Es una ética que presenta un eudemonismo idealista, ya que para Sócrates el último bien del hombre es la felicidad (eudemonía), que sólo se logra con la práctica de la virtud. b) Es una ética que presenta un intelectualismo ético. Ello significa que la ética socrática es profundamente racionalista. Sócrates considera que el recto conocimiento de las cosas lleva al hombre 1. Investiga los conceptos del vocabulario. 2. Explica cómo se relaciona la vida de Sócrates con su pensamiento, consulta el diálogo "Apología de Sócrates" escrito por Platón. 3. Haz una comparación entre la filosofía de Sócrates y la de los sofistas, reparando sobre todo, en sus respectivos métodos. 4. Menciona algunas aportaciones de los sofistas. 5. Menciona tres fuentes para conocer la filosofía, la vida y el pensamiento socrático. 6. Contesta las siguientes preguntas: a) ¿Cuál fue el tema predilecto de Sócrates y por qué? Hay en Sócrates una concepción racionalista de la vida. Afirma que quien procede por meros sentimientos, antecedentes y viejas costumbres, puede por azar lograr su objetivo, pero ignora la causa de su éxito. Quien parte de ilusión y error seguramente yerra. Sólo el que comprende racionalmente los problemas y su relación con ellos obra con acierto. De ahí que el conocimiento sea la única condición que convierte al hombre en un ser normalmente bueno. La maldad es producto de la ignorancia. d) ¿Cómo define la virtud este filósofo? e ) ¿En qué consiste e l "intelectualismo ético"? NOTA: En el presente tema, correspondiente a las doctrinas éticas, sólo se anotarán en el vocabulario las palabras clave utilizadas por los filósofos estudiados, con el pro- pósito de que el alumno las investigue bajo la dirección del maestro; asimismo, se incluye una bibliografía mínima después de analizar cada doctrina ética, que puede servir de base para elaborar trabajos (resúmenes, investigaciones, críticas, etcétera). Es recomendable que el tema de las doctrinas éticas sea complementado con lecturas básicas, con el fin de que el alumno se acerque a las fuentes históricas del pensamiento ético. b) ¿En qué consiste el método socrático y qué nombre recibe? c) ¿Qué importancia tiene el problema moral en el pensamiento de Sócrates? 7. Analiza el siguiente texto y elabora una caracterización de la "sabiduría socrática". "De esta investigación, varones atenienses, se me originaron muchas enemistades y j qué pesadas e insoportables!; y de ellas, aun muchas calumnias y el renombre mismo de sabio, porque los presentes creen que lo soy en 155 Las mismas cosas en que muestro que otro no lo es. Lo que casi de seguro da en lo cierto es, varones atenienses, que en realidad de verdad sólo el Dios es sabio, y que el oráculo pretende decir únicamente: la sabiduría humana vale bien poco o nada. Y no me parece querer decir que Sócrates es sabio, sino servirse tan sólo de mi nombre como de dechado, cual si dijera: aquel de vosotros, ¡oh hombres!, será superlativamente sabio que, cual Sócrates, reconozca que, frente a la sabiduría, la suya no vale nada. Esto es lo que he intentado e intento mostrar en todas mis andanzas, y por esto pongo a examen según el Dios a cualquiera, ciudadano o extranjero, que me parezca sabio.y si después de tal prueba no me lo parece, le muestro, con ayuda de Dios, que no lo es. Y por ocuparme en esto no me ha quedado tiempo para hacer ni por mi casa ni por la ciudad cosa que valga la pena de nombrarse, sino que me hallo en pobreza suma por servir a Dios." Apol. 23, 9, b-e Argumento, definición, devenir, escepticismo, felicidad, lenguaje, mayéutica, nihilismo, persona, relativismo, sabiduría, subjetivismo, virtud. Burnet, J., Greek Philosophy, Thales to Plato, Oxford, 1914. Gómez Robledo Antonio, Sócrates y el socratismo, México, FCE, 1966. Jaeger, W., Paideia. Los ideales de la cultura griega, México, FCE, 1960. Jenofonte, Recuerdos de Sócrates, México, UNAM, 1960. Mondolfo, R., Sócrates, Buenos Aires, Eudeba, 1965. Sauvage, Sócrates y la conciencia del hombre, Madrid. Taylor, A. E., El pensamiento de Sócrates, México, FCE, 1961. Zeller, Eduard, Fundamentos de lafilosofia griega, Buenos Aires, Siglo xx, 1960. __ , Sócrates y los sofistas, Buenos Aires, Editorial Nova, 1960. Socráticos menores: Cínicos Cirenaicos La moral socrática se desarrolla posteriormente en forma distinta, en las pequeñas escuelas socráticas formadas por los cínicos y los cirenaicos (socráticos menores). Las doctrinas de los socráticos menores se desarrollan en una etapa crítica, durante la declinación de la ciudadestado griego; se trata de doctrinas de salvación; los filósofos aspiran a encontrar un baluarte moral, una manera de justificar su vida. El cinismo llega a sostener que todos los frutos de la civilización carecen de valor, gobierno, propiedad, matrimonio, religión, esclavitud, lujo y todos los placeres artificiales de los sentidos. Si se ha de encontrar la salvación, ésta sólo puede hallarse en el rechazo de la sociedad y en la adopción de una vida sencilla y ascética. En la ausencia de necesidades es donde hallará el hombre la felicidad. 156 Escuela de los cínicos Parece ser que el nombre de esta escuela, la de los cínicos, proviene del gimnasio de Cinosargo o del "Perro blanco", lugar donde Antístenes, uno de los fundadores de esta filosofía, comenzó a explicarla. Más tarde la palabra cínico tomó un carácter peyorativo que derivó del aspecto antisocial que reviste esta doctrina Al examinar la ética de los cínicos, Alfonso Reyes advierte las siguientes características: a) Los cínicos, estos "descivilizados", consideran fallidas las promesas de la cultura, justo castigo de Prometeo, y predican ya, a su manera, el retomo a la naturaleza en términos parecidos a Rousseau. b) Su religión es un deísmo sin Teología ni iglesia. Pero se proponen a sí mismos como modelos, quieren ser imitados y, asimismo, guiar a los hombres; son catequistas. e) Carecen de espíritu cívico. Las victorias helénicas son para ellos meras casualidades y no les entusiasman. d) Se conducen siempre como mendigos insolentes y entrometidos, amargos testigos de la flaqueza humana, aguafiestas y portadores del mensaje de Zeus. e) Están penetrados de cosmopolitismo y poseen el sentido de igualdad 'J fraternidad humana. No entienden de clases sociales, son proletarios y están fuera de la paideia. f i g u r a 7.1 Antístenes (444365.a.C.). Fundador de la escuela cínica. figw'a 7.2 Aristipo (siglo I V a.C). Fundador de la escuela cirenaica. Como se ha afirmado, Antístenes (llamado "el Sócrates loco") es uno de los fundadores del cinismo, tal vez el más importante. La doctrina de Antístenes expresa un idealismo absoluto; considera que la virtud es el más alto y único bien; el placer es un mal, ya que nos convierte en siervos de la animalidad. Antístenes aconseja actuar de acuerdo con la naturaleza, pues vivir de acuerdo con la naturaleza es vivir conforme a la razón. Por eso es preciso alejarse de la civilización, porque ésta es artificiosa y opuesta al orden natural. El derecho, las instituciones sociales y políticas representan una traición a la naturaleza. La ética cínica exigía una personalidad fuerte, capaz de independizarse realmente. y vivir en austera soledad y desprecio a los bienes mate- riales. Ética cirenaica La escuela cirenaica fue fundada por Aristipo de Cirene, que vivió hacia 435 a.C. Los cirenaicos sostenían que la felicidad consiste en la serenidad del ánimo, y que esta tranquilidad se obtiene por medio del dominio del hombre sobre sí mismo. Según los cirenaicos, la virtud se reduce al placer (hedonismo). Su doctrina presenta un eudemonismo hedonista, pues la felicidad, último bien del hombre, estriba en el logro de lo placentero. Sin embargo, Aristipo no se refiere a cualquier tipo de placer; los placeres burdos y animales rebajan al hombre. Según los cirenaicos, es necesario poseer y no ser poseído por el placer. El sabio es el que sabe apreciar los placeres más sutiles y elevados. El orgullo del cirenaico consiste en sentirse amo y no juguete de los placeres. "Es cirenaico, aunque lo ignore, todo el que se jacta de beber indefinidamente sin que se le suba a la cabeza. Anacarsis, el viejo escita, dijo que la vida tiene tres racimos: el primero de alegría, de embriaguez el segundo y de indisposición el tercero. El cirenaico sólo pretende conocer el primer estado, por muchos que fueren los racimos." Los cirenaicos se afanaron en explicar los placeres a través de la siguiente división, tomando como criterio la idea de movimiento. a) Al reposo le corresponde, en el orden sensible. la indiferencia. b) El movimiento brusco entraña dolor. e) El movimiento suave, en cambio, engendra placer 157 Ética de Platón La Ética de Platón, como la de Aristóteles, se desenvuelve durante el periodo sistemático de la filosofía griega; esta etapa se prolonga desde la muerte de Sócrates (399 a.C) hasta la muerte de Aristóteles (322 a.C.). Como su nombre lo indica, la época sistemática se caracteriza por un afán de sistema, de dirigirse a la totalidad de la existencia (comprensión general de la naturaleza y el hombre); así, Platón logra establecer su sistema a partir de la teoría de las ideas y Aristóteles lo hace a partir del principio de evolución (entelequia). El periodo sistemático transcurre en una época agitada. "Atenas había sucumbido a Esparta (404 a.C.), que retiene la hegemonía hasta 371 a.C., al ser derrota- da en Lectura por Tebas, que cae a su turno a manos de Macedonia, tras una etapa caótica en todo el mundo heleno. En 331 a.C., Alejandro Magno llegó a conquistar todo el mundo conocido hasta entonces (Grecia, Egipto, Asia Menor, Persia, la India)."3 Enseguida se presentan los rasgos más sobresalientes de la ética de Platón y Aristóteles, los máximos representantes de la etapa sistemática. P la tó n Platón nació en Atenas (427-347 a.C). Su verdadero nombre era Aristocles. "Platón" es un apodo que significa "el de anchas espaldas". Procedía de una familia aristocrática y tuvo una excelente educación. A los 18 años se allegó al círculo de Sócrates, quien ejerció una gran influencia en su vida y sus doctrinas. Realizó varias experiencias políticas, con el fin de poner en práctica sus ideas de reforma, pero nunca tuvo éxito. Fundó la escuela de la Academia y las ideas desarrolladas ahí tuvieron poderosa influencia en los filósofos neoplatónicos, en San Agustín, en la Edad Media, etcétera. Además de distinguirse como filósofo profundo, Platón fue un artista del lenguaje. Sus obras en forma de "diálogos" están magistralmente escritas. Estos diálogos se han agrupado de la siguiente manera. c) Escritos de crítica de la doctrina de las ideas y renovación del pensamiento platónico: Teetetes, Parmenides, Gratilo, El sofista, Filebo, El político. d) Escritos póstumos: Timeo, Las leyes, Critias, La teoría de las ideas. El sistema de Platón descansa en su famosa doctrina: teoría de las ideas, según la cual, el mundo concreto en que vivimos es un mundo cambiante y relativo. Todo cuanto nos rodea, incluyendo a nosotros mismos, está de paso. Este mundo es como el que nos pinta Heráclito: un mero devenir. Este mundo imperfecto, incompleto y relativo que Platón llega a comparar con una caverna en la que sólo se filtra sombras, no es otro que el mundo de los fenómenos o de las apariencias. Precisamente la palabra fenómeno significa apariencia, aquello que se ofrece tanto a los sentidos como a la percepción. El mundo de los fenómenos es una realidad (o casi realidad) captada a través de los sentidos, de tal manera que el tipo de conocimiento que le corresponde es la mera opinión o doxa. Doxa significa un conocimiento incierto y opuesto al conocimiento que da certidumbre. Pero si sólo se acepta el mundo sensible o fenoménico, ¿cómo encontraremos el paso entre la multiplicidad del mundo y la unidad del ser real? ¿cómo concebir la relación de lo infinito y lo finito?, ¿de lo imperfecto con lo perfecto? .. Es aquí donde Platón habla del mundo de las ideas. Frente al mundo imperfecto, Platón concibe el mundo perfecto de las ideas o arquetipos. Así, en el Topos Uranus, o región celeste, moran las ideas eternas o incorruptibles que constituyen los modelos de todas las cosas que existen en forma sensible en el mundo de los fenómenos. a) Escritos de la primera época: Apología, Protágoras, Critón, Laques, Lisis, Carmides, Eutifrón, los dos Ripias, mayor y menor. b) Escritos intermedios: Gorgias, Menon, Eutidemo, El banquete, Fedón. Figura 7.3 Platón y Aristóteles. Platón, con su diestra levantada señala el firmamento, el Mundo de las Ideas, mientras que Aristóteles con su ética en la mano izquierda parece decir que las ciencias tienen por objeto la moral y la aplicación de la experiencia. 158 La teoría de las ideas se va gestando gradualmente en el pensamiento de Platón a través de varios diálogos. "Así, en el Eutifrón, diálogo donde se habla acerca de la santidad, Platón decía que todas las cosas santas se refieren a una misma esencia, la de la santidad y, en el Banquete, afirmaba que todas las cosas bellas pueden ser llamadas bellas tan sólo por participación en la belleza existente y real."4 Al mundo de las ideas corresponde, según Platón, el auténtico y verdadero conocimiento (Episteme). Pueden representarse los dos mundos de Platón en el siguiente esquema: Mundo de las ideas (Topos Uranus) Idea de bien: es en el mundo inteligible lo que el sol en el mundo visible. Atributos: absoluto, eterno, permanente, inmutable, perfecto, visible Tipo de conocimiento: Episteme (ciencia de las ideas o seres inteligibles) Facultad cognoscitiva: la razón (los ojos del alma) Mundo de los fenómenos o mundo sensible Bien (como copia imperfecta) Atributos: relativo, efímero, cambiante, imperfecto, visible Tipo de conocimiento: opinión (doxa), saber vago y confuso Facultad cognoscitiva: los sentidos ¿Cómo se percata el hombre de la existencia del mundo de las ideas? ¿Cómo es posible lograr un conocimiento ya sea directo o aproximado de los arquetipos o ideas? Platón responde con su mito de la reminiscencia, según el cual el hombre en una época remota e ideal era de naturaleza inmaterial, un alma que habitaba en el Topos Uranus, en una relación directa con las ideas, formas o arquetipos. Debido a un pecado, o bien a los celos de Zeus, el alma fue arrojada del Topos Uranus y condenada a vivir encerrada en la cárcel del cuerpo; sin embargo, el alma, cuando ve las cosas bellas y buenas, re- cuerda su vida pasada. Así, según Platón, "conocer es recordar" L a teoría de las ideas brevemente expuesta es fundamental para comprender la ética de Platón, "Casi todos los comentaristas - dice E. García Máynez- están de acuerdo en que la doctrina de las ideas fue inspirada por una preocupación de índole ética. El fundador de la Academia quería dar a la teoría de la conducta una base inquebrantable. La moral sólo podrá fundamentarse, pensaba [Platón], si los objetos del conocimiento son incorruptibles e inmutables."S de la misma manera que la metafísica (teoría de las ideas) está íntimamente relacionada con la ética, así también lo están la psicología y la política platónicos. La ética y la psicología platónicas El hombre, según Platón, puede explicarse a través de una alegoría: el mito del cochero. Este mito nos habla de un carro tirado por dos corceles alados: uno de ellos es blanco (la voluntad), noble y aspira al bien; en cambio, el otro, de color negro (los apetitos sensibles), arrastra al carro hacia el mundo de lo sensible y fenoménico. El conductor de este carro singular es la razón, que tiene como misión controlar los dos contradictorios caballos y hacer que el noble, la voluntad, cumpla con su cometido. Según Platón, el alma está formada por tres partes: la inteligencia, la voluntad y la sensibilidad. A cada una de estas partes le corresponde una virtud específica. A la inteligencia le corresponde la virtud llamada sabiduría o prudencia; a la voluntad le corresponde el valor ya la sensibilidad la templanza o moderación de apetitos. La armonía de estas virtudes da origen a una virtud más: la justicia. Si cada una de las partes del alma cum- ple con su función, realiza lo que le corresponde por naturaleza, la consecuencia de esto será lo justo, lo que debe ser. Dice Platón: La justicia regula el interior del hombre, no permite que ninguna de las partes del alma realice nada que le sea extraño ni trastorne sus funciones […] Establece en el alma 'el orden y la concordia, pone entre sus partes un acuerdo perfecto, como entre los tres tonos extremos de la armonía [...] Liga en uno todos los elementos que la componen y hace que, a pesar de su diversidad, el alma sea una comedida y llena de armonía […] Ninguno de nosotros será justo n i cumplirá su deber, si en cuanto cada una de estas partes de sí mismo cumpla su tarea. 159 La ética y la política platónicas En Platón, política y ética van estrechamente ligadas. En el diálogo intitulado El político, Platón define la política como una ciencia de la educación de los hombres en común, o arte de gobernarles persuadiéndolos gradualmente. En las Leyes, Platón expone toda una serie de disposiciones legislativas adaptadas a las ciudades, tal como el tiempo las ha corrompido bajo la acción de las debilidades humanas. En el diálogo de La República se propone trazar el plan de una ciudad perfecta o idea, sin tener en cuenta las resistencias que podrían oponer a su establecimiento las imperfecciones Y vicios de las ciudades existentes. Se ha visto en las ideas políticas y éticas de Platón una defensa de los ideales autocráticos propios de una sociedad de tipo cerrado. En relación con esto puede consultarse el interesante estudio de la política platónica que hace K . Popper en su obra La sociedad abierta y sus enemigos. Según Platón, la ciudad es un remedo del alma; la polis es como "un hombre en grande". Existen en toda ciudad tres clases de ciudadanos, cuya jerarquía reproduce exactamente la de las tres partes del alma humana. Unos han nacido para ilustrar y dirigir el Estado (sabios o filósofos) y constituyen su razón o inteligencia; Platón la llama la clase dorada. "En tanto que los filósofos no sean reyes, o que éstos, hoy llamados reyes Y soberanos, no sean verdadera y seriamente filósofos, en tanto que el poder político y la filosofía no se encuentren unidos, y que una ley superior no descarte a la multitud de hombres que hoy se dedican exclusivamente a una y otra actividad, no habrá, querido Glaucón, reme- dio a los males que desolan los estados." Figura 7.4 Por medio de una alegoría, Platón comparaba la razón con el conductor que guía y controla la voluntad representada por el caballo blanco noble y dócil, y a la sensibilidad o instinto, representada por el caballo negro innoble y rebelde. Si el hombre quiere salvarse, debe tratar de dominar sus pasiones poniendo toda su voluntad en este esfuerzo. La segunda clase social es la de los guerreros (clase de plata). Son los que luchan por el Estado, le guardan y defienden: son su fuerza y su valor y corresponden a la voluntad. La tercera, finalmente, son las clases inferiores, compuestas de artesanos y labradores, quienes trabajan para alimentar al Estado (la clase de cobre) y llenar todas las funciones indispensables a su existencia material. Comparada con el alma humana, esta clase inferior corresponde a los apetitos, y su virtud debe ser la templanza. La justicia en el orden político es también que cada clase social cumpla con su función; que los sabios manden, que los soldados ejecuten valientemente las órdenes de los sabios, y que la multitud ignorante sea sometida, sumisa y trabajadora; entonces la justicia, es decir, la armonía, madre de la fuerza y de la salud, reinará en el Estado, como la armonía reina en el universo gobernado por la providencia divina. Cuadro ilustrativo de las relaciones entre la ética, la psicología y la política platónicas Carro Parte del alma Estado cochero razón gobernante caballo blanco caballo negro voluntad guerreros apetito artesanos concupiscible labradores Virtudes prudencia o sabiduría fortaleza templanza 160 1. Explica el contexto histórico en que se desenvolvieron las teorías éticas de los cínicos y cirenaicos. 2. Menciona tres datos relevantes de la vida de Platón. 3. Proporciona una interpretación del "mito de la caverna" (consulta el libro VI del diálogo La República, de Platón). 4. Explica la relación que guardan la teoría de las ideas y la ética de Platón. 5. Explica la concepción del "amor platónico" (consulta el diálogo El Banquete). 6. Investiga los términos del vocabulario. 7. Contesta las siguientes preguntas a) ¿Cómo se clasifican los diálogos platónicos? b) ¿En qué consiste la teoría de las ideas? c) ¿Qué es el alma según Platón y cómo está constituida? el) ¿Cuáles son las virtudes y cómo se relacionan con las clases sociales? e) ¿Cuál es la suprema virtud para Platón y por qué la considera así? 8. Analiza el siguiente texto y explica cuál es la naturaleza del alma según Platón y qué argumentos nos da para sostener que ésta es inmortal. Naturaleza intemporal del alma Toda alma es inmortal. Efectivamente: todo lo que se mueve eternamente es inmortal, pues lo que es vehículo de movimiento o lo que es movido desde fuera de sí, no deja nunca de recibir movimiento y además es el origen ! I el principio del movimiento para todas las cosas que se mueven. Un principio, sin duda, que no h a Sido engendrado. Todo lo que existe se deriva inevitablemente de un principio,' ahora bien: el principio no puede derivarse de nada, pues si se derivase de algo no sería principio. Por otra parte, si no ha Sido engendrado tampoco puede ser destruido. En efecto, si el principio se destruyera, ni él mismo podría nacer de nada ni nada podría nacer de él la que todo h a de ser engendrado necesariamente por ese principio. Por consiguiente, lo que es principio del movimiento se mueve a sí mismo no puede ni desaparecer ni ser engendrado en ningún momento pues, en otro caso, todo el cielo y la Tierra desplomándose quedarían inmóviles y no tendrían la nada que pudiera comunicarles movimiento. Asentado !la que lo que a sí mismo se mueve es inmortal, no dejará nadie de reconocer que ésa es precisamente la esencia del alma. Todo cuerpo movido desde fuera es inanimado todo lo que se mueve desde dentro de sí mismo es animado, de manera que ésta es la naturaleza del alma. Siendo así que lo que se mueve a sí mismo es el alma, resulta necesariamente que el alma ni tiene principio ni tiene fin. Platón Fedro (Fedro, 24Sc.) f ) ¿Qué es la justicia? g) ¿Cuál es tu opinión acerca de que los sabios deban gobernar la ciudad? 161 Alma, amor, analogía, belleza, definición, dialéctica, espacio, idea, inmortalidad, inteligible, lenguaje, limitación, materia, mito, opinión, participación, realismo, sabiduría, tiempo, uno. Dies, Auguste, Platón: su vida, su pensamiento, sus doctrinas, México, América, 1941. Koyre, Alexandre, Introducción a la lectura de Platón, Madrid, Alianza Editorial, 1966. Pater, Walter, Platón y platonismo, Buenos Aires, Emecé, 1946. Platón, Diálogos: La República, El banquete, Fedón, Fedro (varias ediciones). Platón, Obras completas, (4 tomos), México, Compañía Editorial Continental, 1957. Vargas, Alberto, "La ética de Platón", en La ética a través de su historia, México, UNAM, 1988. Ética de Aristóteles Aristóteles nació en Estagira (Macedonia) en 384 a.C.; debido a su lugar de origen se le llama a veces el "estagirita". Fue discípulo de Platón de Atenas durante casi veinte años. Conoció abundantemente el pensamiento de Platón, aunque no estuvo de acuerdo con él, sobre todo en su teoría de las ideas. "Soy amigo de Platón -dice Aristóteles- pero más amigo soy de la verdad." Según Aristóteles, las ideas, que constituyen el verdadero ser, no pueden estar en un lugar celeste, separadas de las cosas, sino en ellas mismas. Las cosas presentes a nosotros son efectivamente, aunque estén sometidas al cambio; y esto obliga a Aristóteles, por una parte, a afirmar que el ser se dice de muchas maneras, y a establecer, así, su teoría del ente analógico y, por otra, a interpretar ontológicamente las cosas como sustancias compuestas. El pensamiento de Aristóteles se distingue por su rigor sistemático y por ello representa el periodo de madurez de la historia de la filosofía griega. Para explicar la realidad, el estagirita introduce el criterio teleológico, según el cual todos los fenómenos tienden a un fin, como es el caso del crecimiento de las plantas y de los animales. Como se verá, este criterio aparece también en su ética. El fin del hombre es la vida racional; el pensamiento de Aristóteles, empero, alcanza un nivel extraordinario en su metafísica, la cual entiende como la ciencia primera que estudia al ser en sí mismo: el ser en tanto que ser. Según Aristóteles, las ciencias se clasifican en: a) Ciencias teóricas. Tienen por objeto el saber o la verdad. Comprenden la matemática, la física y la teología; b) Ciencias prácticas. Tienen por objeto la acción misma; aquí se ubica precisamente la ética y, además, la política y la economía, que son ciencias afines; c) Ciencias poéticas. Tienen por objeto la producción de una obra exterior al agente. La lógica es considerada por Aristóteles como una metodología aplicable a cualquier ciencia; por ello queda fuera de esta clasificación. La lógica es una propedéutica a las ciencias; la física estudia la naturaleza; la metafísica, el ser en cuanto ser; la ética, la acción; y las ciencias poéticas, la creación. Para estudiar el pensamiento ético de Aristóteles debe partirse de sus tratados de ética que son: Ética a Nicómaco o Ética Nicomaquea, Ética a Eudemo o Ética eudémica y la Magna ética o Gran ética. El problema del Bien Supremo. En su Ética Nicomaquea Aristóteles plantea el problema del Bien Supremo, el entiende por Bien Supremo un bien que es el fin último, un fin en sí mismo, un bien que ya no es medio para la realización de ningún otro fin posterior. Este fin último es definitivo y mucho más perfecto. "En una palabra -afirma Aristóteles- lo perfecto, lo definitivo lo completo es lo que, siendo eternamente digno de ser buscado por sí 162 mismo, no es buscado en relación con otro objeto que él mismo."? En otra parte, afirma el propio Aristóteles: "Si existe algún fin de nuestros actos que queremos por él mismo y las demás cosas por él, y no elegimos todas las cosas por alguna distinta, es evidente que ese fin será lo bueno y lo mejor. Y así, ¿no tendrá su conocimiento gran in- fluencia sobre nuestra vida y, como arqueros que tienen un blanco, no alcanzaremos mejor el nuestro? Ahora bien, este fin último es, según Aristóteles, la felicidad. Según los diferentes géneros de actividad y según las diversas artes, los bienes particulares pueden ser diferentes: el bien de la medicina es la salud, el de la estrategia la victoria, el de la arquitectura la casa; pero el hombre considerado íntegramente debe tener un fin común, al cual tiendan todos los actos, y es evidente que este bien es el que la moral debe determinar ante todo. Según afirma el fin más allá del cual no se per- sigue ningún otro es la felicidad. Concepto de felicidad Según Aristóteles, casi todo el mundo está de acuerdo en que la felicidad es el Bien Supremo, "pues tanto la multitud como los refinados, dicen que es la felicidad, y admiten que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz".'! Pero ahora es necesario precisar en qué consiste la felicidad, lo que al parecer es difícil de explicar "Al preguntarse qué es la felicidad --dice Aristóteles- dudan y no explican del mismo modo el vulgo y los sabios. Pues unos creen que es alguna de las cosas visibles y manifiestas, como el placer y la riqueza o los honores; otros, otra cosa; a menudo incluso la misma persona opina cosas distintas" .12 En efecto, cuando una persona se encuentra enferma -por ejemplo-- considerará la salud como la mayor felicidad, y cuando esté en la miseria la identificará con la riqueza. Así, pues, la felicidad es algo difícil de determinar, porque la mayor parte de las veces depende del estilo de vida de cada hombre. "La masa y los más groseros creen que la felicidad es el placer, y por esto se contentan con la vida voluptuosa. En cambio, los hombres refinados y activos prefieren los honores."13 Sin embargo, debe haber un concepto riguroso de felicidad: Aristóteles afirma que todas las cosas tienen una función que les es propia: su actualidad. Por ejemplo, la visión es la actualidad propia del ojo; la marcha es la actualidad del pie. Según Aristóteles, hay una función propia del carpintero, otra del zapatero y así de todo lo demás. Pero Aristóteles se pregunta cuál podrá ser la función propia del hombre, porque ella será la felicidad. ¿En qué consistirá 10 específicamente humano que a su vez realizará la felicidad? Aristóteles se pregunta si acaso es la vida la función propia del hombre, pero se encuentra con que la vida es común a las plantas y animales, y él busca lo privativo del ser humano; la vida es un concepto genérico (género) y hay que buscar una especie, cierto tipo de vida. Considera entonces, que 10 propio del hombre es cierta vida activa y específica del hombre que tiene raciocinio; en la práctica de esta vida activa y racional consiste la felicidad. La felicidad consiste en el ejercicio ininterrumpido de una vida activa contemplativa o teorética. que es superior a la vida de placeres y diferente a la vida política que busca honores. La ética de Aristóteles entraña un panegírico de la vida contemplativa o teorética: "La más grata de las actividades conforme a la virtud es la que se realiza de acuerdo con la sabiduría; parece, por 10 tanto, que la filosofía encierra placeres admirables por su pureza y su firmeza, y es probable que los que lo saben tengan una vida más agradable que los que buscan saber". A diferencia de Platón, Aristóteles es un filósofo realista, no busca en regiones inaccesibles y prefiere partir de la naturaleza misma del hombre, por ello considera que la felicidad requiere de otras condiciones aparte de la vida teorética, y éstas son, principalmente: a) madurez c) libertad personal b) bienes externos d) salud 163 generosidad es un justo medio entre la prodigalidad y la avaricia. U n a g o lo n d r in a n o h a c e v e r a n o Aristóteles advierte que para que la vida teorética nos proporcione realmente la felicidad, es menester que ocupe ciertamente la vida. "El bien humano es una actividad del alma conforme a la virtud, y si las virtudes son varias, conforme a la mejor y más perfecta, y además es una vida perfecta. Porque una golondrina no hace verano, n i un solo día, y así tampoco hace al hombre dicho- soy feliz un solo día ni un tiempo breve." Virtud valentía templanza generosidad magnanimidad sinceridad Defecto cobardía insensibilidad avaricia humildad desprecio de sí Exceso temeridad desenfreno prodigalidad vanidad arrogancia Aristóteles distingue entre dos tipos de virtudes: L a v irtu d Virtudes éticas Según Aristóteles, la virtud consiste en ciertos modos o hábitos constantes de obrar. Para él, la virtud es "una disposición a obrar de manera deliberada, consistente en una mediedad relativa a nosotros, la cual está racionalmente determinada, y tal como la determinaría el hombre prudente". Por su valor, la virtud es un extremo en la excelencia, pero por su esencia es una mediedad entre dos vicios, el uno por exceso y el otro por defecto ésta es la famosa teoría del justo medio, con la cual Aristóteles explica la naturaleza de la virtud, de modo que la virtud ésta en el término medio entre dos tendencias opuestas: por ejemplo e l valor es el justo medio entre la cobardía y la temeridad. No todas las acciones tienen un justo medio; tal cosa sucede con las acciones en sí mismas malas, como son la malevolencia, la imprudencia, la envidia o el asesinato. Entre las acciones, unas pecan por exceso y otras por efecto; el sabio queda entre ambos extremos. Así, la . Son producto del hábito y, por consiguiente, no son innatas; operan sobre lo que existe en el ser humano de irracional, sobre sus pasiones y apetitos, encauzándolos racionalmente. Las virtudes éticas pertenecen propiamente al carácter o a las costumbres y se refieren al placer o al dolor. Como ejemplos de virtudes éticas están: la valentía, la templanza, la mansedumbre, la liberalidad, la magnificencia, la veracidad, la reserva o vergüenza, etcétera. Virtudes intelectuales o dianoéticas Éstas son fruto de la educación y se adquieren en función de la experiencia y el tiempo; operan sobre lo que hay en el hombre de ser racional; por ejemplo, la sabiduría y la prudencia. Con el siguiente esquema se comprenderán un poco más las virtudes éticas e intelectuales: L Vegetativa. Capacidad de nutrición, de reproducción, de crecimiento conforme al tipo de especie 2. Sensitiva. Sensación, apetito, virtudes éticas Partes del alma (El alma es la entelequia primera de un cuerpo natural que tiene la vida en potencia.) 3. Racional a) Parte científica (Conocimiento de lo necesario.) Virtud de la intuición de los principios, virtud de demostrar la verdad, la sabiduría misma. b) Facultad de opinar (Conocimiento de lo contingente.) Virtudes: arte o disposición acompañada de regla verdadera, prudencia. 164 1. Explica los términos citados en el vocabulario de este subtema. 2. Elabora un breve ensayo sobre el tema de la "amistad según Aristóteles" (consulta el libro VII de la Ética Nicomaquea). 3. Explica la crítica de Aristóteles hacia su maestro Platón. 4. Lee cuidadosamente el texto que se ofrece de la Ética Nicomaquea e investiga lo que se te plantea al final. Refiriéndose la virtud a las pasiones y a las acciones, y recayendo sobre los actos voluntarios, alabanza o censura, y sobre los involuntarios, por el contrario, indulgencia, cuando no compasión, es necesario, a lo que parece distinguir lo voluntario de lo involuntario, toda vez que nuestro examen tiene por materia la virtud. Distinción, por lo demás, que no dejara de ser igualmente útil a los legisladores para tasar las recompensas y los castigos. Como involuntarios no aparecen los actos ejecutados por fuerza o por ignorancia. Lo voluntario forzado es aquello cuyo principio es extrínseco, siendo tal aquel en que no pone de suyo cosa alguna el agente o el paciente, como cuando somos arrastrados a alguna parte por el viento o por hombres que nos tienen en su poder. Puede suscitar dudas si deberán considerarse voluntarios o involuntarios los actos que se ejecutan por miedo de mayores males o por un noble fin, como si, por ejemplo, un tirano nos ordenase hacer algo deshonroso, teniendo él en su poder a nuestros padres o a nuestros hijos, los cuales serán salvos si hacemos lo mandado, y morirán si no lo hacemos. Y otro tanto pasa con la carga que arrojamos a l mar en la tempestad. Nadie ahí que la eche por un simple querer; pero por su salvación y la de sus compañeros así lo hacen todos los que están en su juicio. Tales actos, aunque podrían decirse mixtos, aseméjanse más bien a los voluntarios? puesto que son preferidos a otros en el momento en que se hacen; ahora bien, el fin de la acción es el que se tiene en vista en ese momento. Una acción debe llamarse voluntaria o involuntaria Según el momento en que se obra. Ahora bien, el que obra lo hace voluntariamente, puesto que, en tales acciones, el principio del movimiento de sus miembros --que son como instrumentos de su voluntad- en él reside, y todo aquello cuyo principio está en él .También estará en él hacerlo y no hacerlo. Por consiguiente, tales actos son voluntarios, por más que, absolutamente hablando, podrían decirse involuntarios, pues nadie escogería hacer ninguno de ellos en sí mismo considerado. Algunas veces incluso se alaban esos actos cuando se soporta la deshonra o el dolor en trueque de grandes y bellas cosas. En caso contrario se les censura, porque arrostrar el oprobio por nada bello o por algo mezquino es propio de un miserable. En otras ocasiones no habrá loa, pero sí indulgencia cuando alguno hace lo que no debe por amenaza de males que sobrepasan la naturaleza humana y que nadie soportaría. Casos puede haber sin embargo, en que no debe cederse a la violencia, sino morir más bien padeciendo las cosas más horribles. ¿No es bien claro que son ridículos los motivos que obligan al Alemeón de Eurípides a cometer matricidio? Es difícil a veces discernir qué debe preferirse a qué, y qué debe soportarse contra qué, y más difícil aún perseverar en el dictamen, como quiera que por lo común lo que nos espera es doloroso y lo que se nos impone deshonroso, de todo lo cual nacen las alabanzas o las censuras, según que hayamos o no cedido a la violencia. ¿Cuáles actos, por tanto, deben decirse forzados? ¿Lo son simplemente aquellos cuya causa es extraña al agente al punto de que éste no interviene en absoluto? ¿O lo son también aquéllos otros involuntarios en sí mismos, pero que en el momento de la acción son preferidos a otros y cuyo principio está en el agente, sien- do por tanto involuntarios en sí mismos, pero 165 voluntarios en el momento de obrar, a causa de la preferencia? A decir verdad, más se asemejan esos actos a los voluntarios, porque la determinación concreta de la acción es voluntaria, y no hay sino acciones concretas. Ahora, en cuanto a saber qué cosas deben preferirse a otras, no es fácil definirlo, por la razón de que muchas diferencias ocurren en los casos particulares. Lo que no tiene fundamento es decir que los actos placenteros u honestos son forzados, como si el placer y el bien, por sernas exteriores, hiciesen coacción sobre nosotros, pues en tal caso, todos los actos serían forzados, ya que por el placer o por el bien todos hacen cuanto hacen. La única diferencia está en que lo que obran por fuerza y contra su voluntad lo hacen con pena, en tanto que los que obran por lo agradable y lo honesto lo hacen con placer. Ridículo sería en estos casos acusar a las circunstancias exteriores y no más bien a nosotros mismos que somos fácilmente presa de ellas, y todo con el propósito de atribuirnos las buenas acciones; y las malas, en cambio, imputarlas a la seducción del placer. Por tanto, forzado es sólo aquello cuyo principio es extrínseco, y en lo cual, además en nada participa el sujeto pasiva de la fuerza. Aristóteles, Ética nicomaquea, Libro III, UNAM, México (Nuestros Clásicos), 1961, (fragmentos). a) ¿Qué son actos voluntarios e involuntarios? b) Un ejemplo de "acto voluntario" y "acto in voluntario". c) ¿Qué es propiamente lo forzado? d ) ¿Por qué los actos placenteros u honestos se consideran como voluntarios? . Acto, actualidad, alma, apofántica, causa, continuo, cualidad, entendimiento, esencia, felicidad, individuación, lógica, materia, metafísica, naturaleza, potencia, sustancia, virtud. Aristóteles, Obras, Madrid, Aguilar, 1967. __ , Ética nicomaquea, México, UNAM, 1961. Brentano, F., Aristóteles, Barcelona, Labor, 1930. Brun, J., Aristóteles y el Liceo, Buenos Aires, Eudeba, 1961. Bumet, J., The Ethics of Aristotle, Londres, 1904. Düring, Ingermar, Aristóteles, Trad. Bernabé Navarro, México, UNAM, 1987. 166 Granja, Dulce María, "Aristóteles y las virtudes," en La ética a través de su historia, México, UNAM, 1958. Jaeger, W., Aristóteles, México, FCE, 1997. Quiles, 1., Aristóteles, vida, escritos y doctrinas, Buenos Aires, Editorial Espasa-Calpe, 1944. Ross, David, Aristóteles, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1957. Ética epicúrea y estoica. Periodo helenístico-romano La ética epicúrea y la ética estoica surgen en la época en que la metafísica griega entra en franca decadencia; dicha época se conoce en la historia de la filosofía como helenísticoromana, la cual se extiende desde la muerte de Aristóteles (322 a.C.) hasta la muerte del filósofo neoplatónico Plotino (270 a.C}, Esta época, como explica Ramón Xirau, es una edad de crisis. Las ideas y los sentimientos religiosos de los pueblos con- quistados se filtran en la nueva estructura imperial. Los griegos se vuelven más receptivos que creadores y pierden aquella espontaneidad que los había definido desde los tiempos de Homero hasta la época de Aristóteles. Históricamente la época helenístico-romana se caracteriza por dos hechos fundamentales: las conquistas de Alejandro Magno, que pusieron el pensamiento griego en contacto con el mundo oriental, y el auge de consolidación del imperialismo romano (de ahí el nombre de helenísticoromana). Como se sabe, Grecia es conquistada por el Imperio romano, pero acaba por imponer su cultura. Desde el punto de vista filosófico, la época helenístico romana reúne dos características fundamentales. Se llegan a desarrollar y a consolidar las ciencias especiales. Esto se realiza merced a la división cada vez más detallada de los problemas, misma que ya se ad- vierte desde Aristóteles. La especialización trae consigo el surgimiento de científicos tan importantes como Arquímedes, Erastótenes, Aristarco y otros. La filosofía adquiere un carácter práctico; se hace hincapié en las cuestiones éticas. "El arte de conducir la vida se elevó a problema fundamental, y aquella limitación de los temas filosóficos que Sócrates y, tras él, los Cínicos Y los cirenaicos habían iniciado, llegó a ser el carácter sobresaliente de los nuevos tiempos."15 Este carácter ético desemboca, en el último periodo de esta época, en una corriente religiosa y aun mística. La etapa helenístico-romana se divide, a su vez, en dos periodos: 1. Periodo ético (desde fines del siglo IV 2. Periodo religioso (mediados del siglo 1 hasta mediados del siglo 1 a.C.). Comprende el nacimiento y desarrollo del estoicismo y del epicureísmo, del escepticismo y del eclecticismo, así como la lucha interna que estas corrientes libran entre ellas. a.C. hasta fines del siglo I I I d.C.). Comprende el nacimiento y evolución de la nueva ortodoxia, del misticismo religioso y del neoplatonismo. A continuación veremos solamente dos grandes y significativas expresiones del periodo ético: el epicureísmo y el estoicismo. E p ic u r e ís m o El fundador de esta corriente fue Epicuro de Samos (341 o 342-270 a.C). Epicuro, cuyo nombre significa "el auxiliador", fue un escritor prolífico; se le atribuyen diversos tratados sobre la naturaleza, el amor, los dioses, la percepción, las imágenes, la música, etc. Lamentablemente la mayor parte de su obra ha desaparecido y se conoce gracias a tres cartas que son: Carta a Hero- doto, Carta a Pitocles y Carta a Meneceo, y escritos como Las sentencias. Epicuro era un hombre intachable, frugalísimo, dulce y paciente, al grado que sobrellevó con resignación ejemplar la larga parálisis que causó su muerte. Poseedor de un espíritu que lo apartaba de las supersticiones y brujerías, no transigía con vulgaridades y hechicerías, que consideraba indignas por respeto a la divinidad. Epicuro fundó una escuela que recibió el nombre de "El Jardín", por el lugar en donde se estableció. A diferencia de la Academia (la escuela de Platón) y el Liceo (la escuela de Aristóteles), El Jardín vivió pobremente y se sostuvo de donativos modestos. A. F. Shiskhin describe de esta manera la escuela de Epicuro: "El Jardín de Epicuro era un Círculo de amigos Èntimamente vinculados entre ellos, fieles a su maestro y unos a otros. En El Jardín de Epicuro los esclavos y las mujeres 167 tenían iguales derechos que los demás; lo que viene a testimoniar el profundo espíritu democrático del fundador de El Jardín."16 La filosofía de Epicuro proviene del pensamiento de Demócrito; al igual que él, sostiene que todo lo real es corpóreo y está compuesto de infinitos átomos de diversas formas; sin embargo, Epicuro trató de conciliar su atomismo con la libertad humana, base de toda ética. Según el atomismo clásico, los átomos están regidos en forma causal; empero, Epicuro piensa que éstos tienen la capacidad de desviarse de su curso, lo cual también es válido para el alma, que está compuesta también de átomos. Libre de trabas, el alma puede tomar decisiones, puede proceder según el bien o el mal De este modo, la Física de Epicuro es la condición básica para garantizar la libertad indispensable que exige el desarrollo de la ética. I~ 1.5 Epicuro (341-270 a.c.) Su hedonismo moderado señala que el fin a que aspira el sabio no es equivalente al goce sensual, sino a la salud del cuerpo, acompañada del ejercicio de la mente por medio de la filosofía. La ética de Epicuro presenta un eudemonismo hedonista, considera que el placer es el medio que permite alcanzar la felicidad, último bien del hombre. Al igual que los cirenaicos, Epicuro funda su doctrina moral en el placer; lo considera un bien innato o inherente a la naturaleza humana; los hombres están destinados a bus- car el placer. Es definido por el filósofo de El Jardín en términos negativos: el placer es la ausencia de dolor. Ahora bien, para evitar el dolor es necesario buscar los placeres elementales y no desenfrenados. Epicuro re- chaza todo hedonismo extremo; está convencido de que no es mucho lo que necesita el cuerpo del hombre: no pasar hambre, sed ni frío; no hay necesidad de aspirar a bocados exquisitos, riquezas y cosas superfluas. Aconseja a sus discípulos una sabia autodisciplina: el hombre debería convertirse en un ser que no fuese esclavo de la necesidad. Acorde con su hedonismo, Epicuro establece clasificación de los placeres en: naturales y necesarios, naturales pero no necesarios y ni naturales ni necesarios. Placeres naturales y necesarios. Son aquellos que dan bienestar y paz al alma y evitan daños al cuerpo, como el comer y el beber moderadamente. Placeres naturales pero no necesarios. Los que nos permiten escoger, variar y preferir el placer, como comer peras en lugar de manzanas, pan en vez de pescado. Ni naturales ni necesarios. Éstos son insaciables, como la ambición y la sensualidad que son fuentes del mal El hombre sabio y prudente debe alejarse de ellos. Además distingue placeres corporales y los relativos al alma, placeres violentos y serenos (que son de mayor nivel). Según Epicuro, los placeres de más alto rango son de carácter espiritual, el placer está más bien en la [mura estética de la vida, en el exquisito y delicado trato con los amigos, en la grata satisfacción de la vida diaria; por ello su ideal del sabio es el de aquel hombre, en verdad privilegiado, que sabe elegir los placeres más sutiles, que rehúye toda clase de pasiones, que llega a una ausencia de sufrimientos, que ha desterrado de su espíritu el temor a los dioses y a la muerte, las que sólo obstaculizan la felicidad. No debe temerse a los dioses ---dice Epicuro-, ya que éstos, si existen, son indiferentes al destino de los hombres, moran en su lejana residencia, entregados a un reposo absoluto sin preocuparse de las miserias de este mundo. Igualmente, no debe temerse a la muerte; "la muerte, sostiene Epicuro, nada es contra nosotros, pues mientras nosotros somos, ella todavía no es, y cuando ella llega, nosotros ya no somos". Además de su carácter hedonista, la ética de Epicuro presenta un individualismo y un egoísmo pues al igual que los cirenaicos y los cínicos, el epicureísmo se orienta en un sentido individualista; al sabio epicúreo sólo le interesa su bienestar personal y es indiferente a las preocupaciones sociales; las manifestaciones sociales, salvo la amistad, constituyen un estorbo para el logro de la felicidad; el matrimonio, por ejemplo, sólo engendra molestias y exige atenciones incompatibles con la tranquilidad del alma. El epicureísmo tuvo una notable influencia. Uno de sus seguidores fue el romano Lucrecio (99-55 a.C.) 168 quien, siguiendo a su maestro, hace especial hincapié en combatir el temor a los dioses. Pero, como bien seña- la Ramón Xirau, la influencia que ejerce el pensamiento de Epicuro se extiende hacia épocas más cercanas a nosotros: Estoicismo Esta corriente fue fundada por Zenón de Citio (366-264 a.C.); se dice que era fenicio y que los atenienses le llamaban el "Sarmiento egipcio", debido al color cetrino de su piel. Ninguno de los escritos de este filósofo ha llegado a nosotros. Los principales discípulos del fundador del estoicismo fueron: Cleantes de Troas (300?-232? a.C), de quien se dice que fue atleta en la juventud, que estudiaba de día y que, para ganarse el sustento, de noche acarreaba agua en los jardines de Atenas, Crisipo (280-206 a.C), y Diógenes el babilonio. Al igual que el epicureísmo, el estoicismo tuvo una gran influencia, pues logra extenderse hacia los pensadores romanos posteriores como: Séneca de Córdoba (465 d.C.), que fue preceptor de Nerón y a quien se debe la obra Cartas morales; Epicteto, esclavo romano liberado (60-110 d.C.), autor de los Discursos; y el emperador Marco Aurelio (121-180 d.C.), autor de Las meditaciones. Cabe señalar que el nombre de estoicismo proviene del griego stoa, que significa pórtico, ya que en el pórtico de las pinturas fundó su escuela Zenón de Citio. La concepción del mundo sostenida por los estoicos tiene dos rasgos fundamentales. Es un materialismo panteísta. Ello debido a que considera que el mundo o cosmos es un ser único que tiene como principio a Dios (naturaleza), que es su ordenador. El Universo es una sola sustancia; Dios y la naturaleza resultan ser la misma cosa; "una misma cosa es Dios, Mente, Hado, Zeus y otras muchas denominaciones que se le dan". Dios, principio rector del universo, determina y crea los modos de ser de las cosas singulares. El alma humana no es sino una emanación de esta fuerza divina. Es un racionalismo. Porque este ser único, que es el mundo o cosmos y que es al mismo tiempo Dios, se caracteriza por ser esencialmente razón. En realidad, la razón lo gobierna todo; el destino es racional y es, igualmente, divino. En su teoría del conocimiento, el estoicismo no acepta las ideas innatas como Sócrates o Platón; pues si todo es racional, es obvio que lo sensible, los sentidos también lo sean. Por tanto no hay esta dualidad entre lo sensible y lo inteligible. El conocimiento que procede de los sentidos es por naturaleza un conocimiento racional. Según los estoicos la naturaleza es racional, de ahí se sigue que quien vive conforme a la naturaleza vive con- forme a la razón. En la ética estoica se encuentra un idealismo ético, ya que, aseguran los estoicos, la virtud es el desiderátum último de la vida; pero la virtud se emparenta con la naturaleza y con la razón. Así, según Cleantes, "el fin de la vida consiste en vivir de acuerdo con la naturaleza", y según Crisipo "el fin de la vida consiste en vivir de acuerdo con la experiencia, la experiencia de las cosas conformes a la naturaleza, que es razón". Hay, pues, dentro del estoicismo un marcado aspecto intelectualista; lo propio del hombre es la razón; por ello dice Séneca: "Alaba en el hombre lo que ni se le puede arrebatar ni dar, lo que es propio del hombre. ¿Preguntas qué es? El alma y la razón perfecta en el alma. Pues el hombre es un animal racional y, por lo tanto, su bien se realiza si alcanza aquello para lo que ha nacido. ¿Y qué es lo que exige de él esta razón? Una cosa muy fácil: vivir según su naturaleza; pero lo hace difícil la locura del vulgo" .18 Otro rasgo sobresaliente del estoicismo, aparte de los mencionados, es sufatalismo. Los estoicos afirman que en el mundo sólo sucede lo que Dios quiere; así reina una fatalidad absoluta. A diferencia de los epicúreos, los estoicos son fatalistas. En un mundo, que es a la vez razón y Dios, no hay lugar para el azar ni hay, por lo menos en el sentido de libre elección, libertad a escoger. Según el estoicismo, el Universo está sometido a leyes fatales, pues las causas y los efectos están férrea- mente enlazados, al grado de que el efecto de hoy será 169 la causa de mañana. Cuando todas las combinaciones y posibilidades queden agotadas y el mundo haya recorrido todos los puntos del Universo, vendrá un cataclismo universal y el mundo acabará. Dominará entonces el calor, que al aumentar la tensión hará que surja un nuevo universo -gran año o ciclo estoico--, y así ab aeternum (teoría del eterno retorno). El ideal del sabio. "Sabio es, en la filosofía de los estoicos, el que es capaz no sólo de sentir, ni tan sólo de asentir, sino de entender. El sabio es el que tiene una conciencia total, en bloque, del orden de todas las cosas, es el que puede penetrar de una manera única en el sentido también único del Universo."19 El sabio estoico rechaza el hedonismo. En contra de los fugaces placeres se afianza en la virtud, que todo lo puede. La virtud se satisface a sí misma, es autosufidente (autarquía). El verdadero sabio encuentra en la virtud un escudo contra los embates del mundo exte- rior y los apremios de la sensibilidad. La verdadera felicidad reside en la virtud. Quien recorre el camino de la virtud puede llegar a ser inconmovible ante el mal y los placeres; por esta vía el sabio se iguala a un dios, es una filosofía de autodirección. Quien hace de la virtud un bien fundamental se ajusta a los preceptos dados por Séneca: "No serás obliga- do a nada, no necesitarás en vano, nada te impedirá, nada contrario a tu opinión o a tu voluntad. Pues ¿basta la virtud para vivir feliz? Siendo perfecta y divina, ¿por qué no ha de bastar? Incluso es más que suficiente, pues ¿qué puede faltar al que está exento de todo deseo? ¿Qué necesita del exterior el que ha recogido todas sus cosas de sí mismo?"20 figura 1.6 Séneca (¿47-65 d.C.) "Cuando quieras conocer si el deseo que tienes es natural o ambicioso -dice Séneca- considera si tienes algún término fijo dónde parar." El concepto de autarquía es esencial en la ética estoica; relacionado con él debe mencionarse otro concepto importante que los estoicos llaman apatía (carencia de afecciones). Según los estoicos, para ser feliz hay que tener apatía, esto es, liberarse de todas las pasiones y apetitos, pues solamente así se llegará a ser realmente sabio. Ataraxia significa inmovilidad interior, serenidad absoluta frente a los dolores y placeres, serenidad que debe estar presente en todos los momentos de la vida del sabio; pues el hombre sabio debe ser, como dice Séneca, "una roca aislada en medio de un mar agitado". Si como ellos afirman, hay un absoluto fatalismo en el mundo, ¿qué debe hacer, entonces, el sabio frente a un universo en que todo parece estar absolutamente fija- do? Según los estoicos la libertad no es una forma de elección, sino una forma de liberación. El hombre libre es el que es consciente de sus propias determinaciones y que, conociéndolas, es capaz de aceptarlas. De esta manera puede decirse que la ética estoica es una filoso- fía de la resignación. El sabio, además, debe liberarse de las pasiones y mostrar una indiferencia o imperturbabilidad (ataraxia) ante los placeres, los honores, las riquezas, etc. Elsabio es, pues, un ser imperturbable y, por tanto, indepen- diente y libre. Se concluirá esta breve explicación de la ética estoica con un ejemplo, que muestra vivencialmente la actitud que asume esta doctrina, que tanta influencia tuvo en el mundo antiguo; el ejemplo está tomado del cuento La sala número seis del escritor ruso Anton P. Chejov. El doctor Ragin, personaje central de este cuento, pre- tende ser un auténtico estoico. Ragin es el director de un manicomio, que, en realidad, no se preocupa por el sufrimiento y la miseria que ahí imperan, porque considera que no vale la pena hacerlo. Armado de una resignación que recuerda a los estoicos, Ragin se pregunta: ¿Para qué empeñarse en impedir que la gente se muera, siendo la muerte el fin natural de todos? "Cierto es que otros piden a la medicina consuelos para el sufrimiento. Pero ¿debe uno proporcionar tales consuelos? Según los filósofos, el sufrimiento conduce a los hombres a la perfección."21 Dialogando Ragin con Gromov, un enfermo inteligente e inquieto, le dice a éste: 170 Usted es un hombre que sabe pensar. Usted podrá encontrar siempre algún consuelo en sí mismo, cualesquiera que sean las condiciones de su vida. El pensamiento libre de trabas, que trata de comprender el sentido de la existencia, y el desprecio absoluto por todo lo que sucede en este bajo mundo, son los dos bienes supremos. Usted puede ser dueño de ellos, aun encerrado tras estas rejas. Diógenes vivía en un tonel, pero eso no le impedía ser más dichoso que todos los reyes de la tierra. La respuesta de Gromov es asombrosa por su vitalismo y antiestoicismo: "El tal Diógenes era un imbécil -dijo Gromov con voz opaca-. ¿Para qué me habla usted de Diógenes y de felicidades fantásticas? -y de pronto sobreexcitado, añadió--: ¡Yo amo la vida, la amo apasionadamente! Tengo la manía de la persecución, estoy poseído de un terror constante, pero por momentos 1. Define los términos anotados en el vocabulario. tengo una sed tan inmensa de la vida, que temo volverme loco rematado. ¡Dios mío!, lo que yo quiero es vivir, ¿me entiende usted? Vivir una vida completa integra."23 Figura 7.7 Diógenes (413-327 a.C) vivía pobremente en un tonel. Cuenta una anécdota que Alejandro Magno le ofreció darle lo que pidiera y que Diógenes simplemente le contestó: "Sí, señor, deseo que te apartes porque tu sombra me impide recibir la luz del sol". d) ¿Cómo clasifica los distintos placeres Epicuro? 2. Explica en qué consiste el ideal del sabio según el estoicismo. 3. Haz una comparación entre la ética estoica y la ética epicúrea. 4. Explica en qué consiste el placer para los epicúreos. 5. Contesta las siguientes preguntas: a ) ¿En qué consiste la virtud de la ataraxia? e) ¿Cómo concibe la muerte el filósofo del Jardín? f) ¿Por qué se dice que la ética de Epicuro reviste un individualismo? b) ¿En qué consiste el materialismo panteísta sustentado por los estoicos? g) ¿Qué opinas de la crítica que le formula Chejov al estoicismo a través de su cuento e) ¿Qué influencia tuvo el estoicismo en el mundo antiguo? La sala número seis? 171 ACTIVIDADES 6. Examina el siguiente texto y resuelve las cuestiones que aparecen al final. De la pobreza Compuesto de varias sentencias (Fragmento) Epicuro dijo que la honesta pobreza era una cosa alegre; y debiera decir que siendo alegre, no es pobreza; porque el que con ella se aviene bien, ése solo es rico, y no es pobre el que tiene poco, sino el que desea más; pues aprovecha poco al rico lo que tiene encerrado en el arca y en los graneros, los rebaños de ganado y la cantidad de censos, si tras eso anhela lo ajeno, y si tiene el pensamiento, no sólo en lo adquirido, sino en lo que codicia adquirir. Preguntadme cuál será el término de las riquezas. Lo primero es tener lo necesario, y lo segundo poseer lo que basta. No habrá quien goce de vida tranquila mientras cuidare con demasía de aumentar su hacienda, y ninguna aprovechará al que la poseyere, si no tuviere dispuesto el ánimo para la pérdida de ella. Por ley de naturaleza se debe juzgar rico el que goza de una compuesta pobreza, pues ella se contenta con no padecer hambre, sed, ni frío. Y para conseguir esto no es necesario asistir a los soberbios umbrales de los poderosos, ni surcar con tempestades los no conocidos mares, ni seguir la sangrienta milicia; pues con facilidad se halla lo que la naturaleza pide. Para lo superfluo y no necesario se suda; por esto se humillan las garnachas, y esto es lo que nos envejece en las pretensiones y lo que nos hace naufragar en ajenas riberas. Porque lo suficiente para la vida, con facilidad se halla; siendo rico aquel que se aviene bien con la pobreza, contentándose de una honesta moderación. El que no juzga sus cosas muy amplias, aunque se vea señor del mundo, se tendrá por infeliz. Ninguna cosa es tan propia del hombre, como aquella en que no hay útil considerable para quien se la quita. En tu cuerpo hay muy corta materia para robos; pues nadie, o por lo menos pocos derraman la sangre humana por sólo derramarla. El ladrón deja pasar a l desnudo pasajero, y para el pobre aun en los caminos sitiados hay seguridad. Aquél abunda más de riquezas que menos necesita de ellas. Y si vivieres conforme a las leyes de la naturaleza, jamás serás pobre; si con las de la opinión, jamás serás rico; porque siendo muy poco lo que la naturaleza pide, es mucho lo que pide la opinión. Si sucediera juntarse en ti todo aquello que muchos hombres ricos poseyeron, y si la fortuna te adelantare a que tengas más dinero del que con modo ordinario se consigue, si te cubriese de oro y te adornase de púrpura, y te pusiere en tantas riquezas y deleites, que no sólo te permita el poseer muchos bienes, sino el hollarlos, dándote estatuas y pinturas y todo aquello que el arte labra en plata y oro para servir a la destemplanza, de estas mismas cosas aprenderás a codiciar más. Los deseos naturales son finitos, y al contrario, los que se originan de falsa opinión no tienen fin; porque a lo falso no hay límites, habiéndole para la verdad. Apártate, pues, de las cosas vanas, y cuando quieras conocer si el deseo que tienes es natural o ambicioso, considera si tiene algún término fijo donde parar, y si después de haber pasado muy adelante le quedare alguna parte más lejos a donde aspire, entenderás que no es natural. Séneca, Tratados morales, Libro VII, Espasa-Calpe (Austral, 389), pp. 148-149. a) ¿Qué concepto tiene Séneca de la pobreza y de la riqueza? b) ¿Qué nos hace más felices, la pobreza o la riqueza?, ¿por qué? e) ¿Qué imagen nos transmite Séneca del sabio en este breve texto? d) ¿Cuáles son las desventajas de tener muchas riquezas? 172 Del epicureísmo: ataraxia, creación, elemento, imagen, materialismo, placer, semiótica. Del estoicismo: alma, ataraxia, autarquía, creación, deber, deseo, dialéctica, elemento, infinito, inmortalidad, libertad, lógica, pasión, sabiduría, sensación, tiempo, todo, Universo. Barth, P., Los estoicos, Madrid, Revista de Occidente, 1939. Cresson, André, Epicuro, su vida, su obra, su filosofía, México, América, 1941. Epicteto, Enquiridión o Máximas, Buenos Aires, Espasa-CalpejAustral), 1960. Fastugiere, A. J., Epicuro y sus dioses, Buenos Aires, Eudeba, 1960. Marco Aurelio, Soliloquios o reflexiones morales, Buenos Aires, Espasa-Calpe (Austral). Mondolfo, Rodolfo, El pensamiento antiguo, Buenos Aires, Paidós, 1942. Reyes, Alfonso, La filosofía helenística, México, FCE, 1965. Séneca, Tratados morales, Buenos Aires, Espasa-Calpe (Austral, 389). , Etica cristiana El cristianismo representa una etapa decisiva en la historia del pensamiento humano. Su importancia radica en que trae consigo una nueva concepción del hombre y del mundo. En sus orígenes, el cristianismo no es una filosofía, es sólo una religión distinta de todas las anteriores procedente del judaísmo; una religión revelada por Dios y, por consiguiente, la única que pretende encerrar la verdad absoluta; una religión frente a la cual las demás no son sino manifestaciones espurias. Lo que puede llamarse ética cristiana es bastante complejo; el cristianismo comprende una diversidad de interpretaciones. "El sólo hablar de las herejías ocuparía varios volúmenes de gran tamaño, sin mencionar cualquier intento de seguir las múltiples variantes que se observan dentro de la misma ortodoxia. 'l4 Recogiendo los elementos esenciales de la ética cristiana, ésta puede definirse como "aquella que presupone la existencia de un ser divino, que ha dictado normas para el comportamiento moral, y que la conducta humana es buena si se sujeta a esas normas y mala si las viola". En efecto, elemento imprescindible de la ética cristiana es la creencia en un ser divino (Dios), que es garante de la virtud y la perfección; dicho ser dicta normas, de ahí que esta ética se caracterice por su autoritarismo. "La Iglesia considera que el código moral es una guía objetiva sobre la conducta, que no se puede poner a discusión porque es una expresión de la voluntad de Dios. Quien se desvía de sus preceptos cae en falta. Según la ética cristiana la perfección en la vida radica en el amor a Dios, perfección que se logra cumpliendo fielmente con la ley divina. En el desarrollo histórico del cristianismo puede advertirse una serie de corrientes como éstas: Comprende las sectas cristianas derivadas del judaísmo; estas sectas hacen hincapié en las enseñanzas morales de Cristo. Ahora bien, "la noble sencillez y serena grandeza de la vida de Cristo --como dice Alois Dempf- están tan lejos de un sistema ético, como la vida sencilla lo está de la problemática de toda filosofía" , 173 A diferencia del pensamiento griego, el ideal de la vida cristiana está lejos de un intelectualismo y de una metafísica, se caracteriza más bien por su espontaneidad y sencillez; la ética de Jesús es, ante todo, una ética personalista. El bien solamente es vivo en Dios; la norma es la voluntad de Dios; el modelo de la vida moral es la perfección trazada por Dios. La ética de este cristianismo primitivo se centra principalmente en la obediencia a los Diez mandamientos, los cuales constituyen uno de los documentos más eficaces que ha producido la historia para regular las relaciones humanas; ciertas prácticas rituales, como el bautismo, la comunión, el matrimonio, etc.; las enseñanzas morales de Cristo: caridad, humildad, igualdad, entre otras. El que cumple el ideal de la pobreza de espíritu, de la mansedumbre, de la paz, de la pureza y de la justicia es bienaventurado y es digno de poseer el reino de los cielos, que consiste en el cumplimiento de la voluntad de Dios en la tierra como en el cielo. Esta primera etapa del cristianismo primitivo se llama también ética pastoral cristiana, ya que aquí no se encuentran especulaciones filosóficas abstrusas, como las que surgieron más adelante. La patrística A medida que el cristianismo se difunde, va siendo objeto de reflexiones y debates cada vez más profundos; surge, entonces, la necesidad de crear un cuerpo doctrinal capaz de explicar suficientemente sus dogmas. Los llamados Padres de la Iglesia son los pensadores que precisamente se encargan de explicar y defender los dogmas de la nueva Iglesia. La etapa de la patrística o de los Padres de la Iglesia está sujeta a una evolución; primero aparecen los padres apostólicos; sus obras, semejantes a las de los apóstoles, son sencillas instrucciones y exhortaciones que as- piran a perpetuar la fe y las costumbres cristianas; entre los padres apostólicos destacan: Clemente Romano, San Policarpo y San Papías. En el siglo I I , aparecen los padres apologistas. Como su nombre lo indica, éstos se significan por defender el dogma cristiano contra las primeras herejías; entre ellos pueden citarse a San Justino, Taciano, Atenágoras, Minucio Félix, Egesipo, San Ireneo, Tertuliano y otros. Más tarde, la patrística se encamina, con los padres catequistas, hacia una interpretación un poco más científica; entre éstos figuran: Clemente Alejandrino y Orígenes. Finalmente (principios del siglo IV) la actividad científica ya emprendida por los padres catequistas llega a consolidarse para dar paso a la edad de oro de los padres de la Iglesia. Durante esta época se aspira a realizar una síntesis del pensamiento pagano o griego con el cristianismo; tal es la tarea que se impone el genio de la patrística, San Agustín, quien basándose en la filosofía de Platón, realiza una de las primeras síntesis entre el pensamiento griego y el cristiano, y hace posible una filosofía desde el punto de vista cristiano. San Agustín San Agustín (354-430), como dice Antonio Caso, es el Padre de la Iglesia. Representa este hecho incalculable, que es la alianza de las letras humanas, la filosofía griega y la cultura clásica, con la inspiración divina. Opone a los escépticos de su tiempo el victorioso argumento cartesiano, todo lo presiente o prepara. Es uno de los espíritus más ricamente dotados de la humanidad. San Agustín es africano, de temperamento ardiente y apasionado. Tiene dos influencias en su vida: por una parte, su padre, llamado Patricio, que es un hombre violento y pagano; y de otra parte, su madre, Santa Mónica, mujer dulce y de hondas virtudes cristianas. Entre las principales obras de San Agustín figuran: Contras académicos, Soliloquios (diálogos del alma con Dios), De la vida beata, De la Trinidad, Del libre arbitrio, De la inmortalidad del alma, Las confesiones, La Ciudad de Dios (primera filosofía de la historia desde el punto de vista cristiano). De singular importancia son Las confesiones, obra que consta de trece libros, de carácter autobiográfico. En este libro San Agustín relata su conversión al cristianismo, ya que antes había sido pagano. San Agustín ha sido llamado, con justa razón, el filósofo de la interioridad; por ellos nos dice: "No salgas de ti mismo, en tu interior reside la verdad". El interior del hombre es semejante a un templo, en el cual uno debe afanarse por contemplar la luz de Dios. La ética de San Agustín está inspirada, como todo su pensamiento, en la filosofía platónica. Considera que el alma contiene una norma divina (especie de idea platónica), que le guía hacia la beatitud; mas no basta conocer esta norma divina, es necesario ser movido hacia ella por medio del amor; por eso el imperativo ético fundamental del obispo de Hipona es: "Ama y haz lo que quieras". 174 la escolástica La época de madurez de la filosofía cristiana está representada por el movimiento denominado escolástica, que surge durante la Edad Media. El término escolástica proviene del saber que era impartido en las escuelas conventuales y universidades; más tarde significó un saber de carácter filosófico y teológico, encaminado a fundamentar y enseñar la doctrina de la Iglesia como sistema científico. Una pléyade de filósofos representan la escolástica; entre ellos puede citarse a: San Anselmo, San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino, San Buenaventura, Duns Scoto, Guillermo de Occam, Suárez, etc. De entre todos ellos, se hablará, más adelante, de Santo Tomás de Aquino. La escolástica cobra un auge extraordinario durante el siglo XIII; en esta época tiene lugar la edad de oro de la teología y de la filosofía escolástica. El esplendor de este siglo XIII (la baja Edad Media) se debe a diversos factores como son: los progresos alcanzados por las ciencias naturales; el auge de la filosofía, que tiene como marco la creación de las universidades, la institución de las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos) y la iniciación de los medios occidentales en obras filosóficas de primera importancia, desconocidas hasta entonces. Como en el siglo XII, Francia y, a la luz de ésta, Inglaterra, son los centros privilegiados de la cultura filosófica. Es la Universidad de París, y también en la de Oxford, donde se dan cita todos los que se interesan en la especulación. Entre los rasgos que caracterizan a la escolástica, están los siguientes. 1. Esta corriente, como casi todas las que imperan en la Edad Media, se basa en la autoridad de los filósofos antiguos; en el caso de Santo Tomás, como se verá, esta autoridad es Aristóteles. 2. Priva en general, entre sus filósofos, el uso del método deductivo en su forma silogística; método que es criticado más tarde por los modernos, por ser infecundo, ya que no descubre nuevas verdades, sino consolida las existentes. 3. Preocupación por conciliar la fe y la razón: la filosofía y la teología. Santo Tomás concibe la filosofía como una sierva de la teología. San Anselmo, en el siglo XI, sostiene que el punto de partida debe ser la fe, pero es necesario complementar- la con la razón: "No basta creer, dice San Anselmo, es menester también comprender lo que se cree". Sintetizando estas características, la escolástica puede definirse como "un movimiento intelectual oriundo de la Edad Media, empeñado en demostrar y enseñar las concordancias de la razón con la fe por el método deductivo-silogístico, que trata de eliminar las posibles contradicciones de las verdades transmitidas en materia de dogma, por los filósofos y teólogos oficiales de la Iglesia".28 Ética de Santo Tomás de Aquino Tomás de Aquino fue hijo de los condes de Aquino, nació en 1225 en el castillo de Roccasecca, Italia; ingresó en la Orden de Predicadores en 1243. Estudió en París, de 1245 a 1248, y después en Colonia de 1248 a 1252; en ese largo periodo, Alberto Magno fue su maestro. Por cierto, Santo Tomás llegó a superar a su maestro, ya que fue más sintético y, sobre todo, más crítico que aquél; se dice que Santo Tomás poseía una erudición extraordinaria; trataba todos los asuntos con una prudencia y ponderación equilibradas; ninguno de sus seguidores se le aproximó en fuerza sintética ni en saber deducir lo esencial de entre la plenitud de lo valioso. Continuando la labor emprendida por su maestro Alberto Magno, Santo Tomás concilia la Teología católica con la síntesis filosófica de Aristóteles; de esta manera es el más esclarecido representante de la escolástica en su dirección aristotélica. El doctor angélico falleció en 1274, cuando se dirigía al Concilio de Lyon; en 1323 Santo Tomás fue canonizado, y el 4 de agosto de 1880 el papa León XIII, en la encíclica Aetemi Patris declaró la obra de Santo Tomás de Aquino fundamental para la Iglesia, y, en un breve del 4 de agosto de 1880, le aclamó Patrón principal de las universidades, academias y escuelas católicas. Entre las obras fundamentales de Santo Tomás figuran: Comentarios a las obras de Aristóteles, Comentarios sobre los cuatro Libros de las Sentencias, Del ente y la esencia, De los principios de la naturaleza, La Suma Teológica y la Suma contra los gentiles. La más importante de las obras citadas es la Suma Teológica, considerada una obra maestra y enciclopedia del saber filosófico y teológico de la época. Dada su complejidad y extensión, se recomienda la lectura de una selección de esta obra: Suma Teológica (selección, introducción y notas por Ismael Quiles, Buenos Aires. Espasa-Calpe, 1957). La ética de Santo Tomás se encuentra especialmente en las dos divisiones de la segunda parte de la Suma Teológica y en el libro tercero de la Suma contra los 175 gentiles: así como en su Comentario a la ética de Aristóteles. En la Suma Teológica, Santo Tomás toca problemas éticos relativos al fin y los valores morales, a la obligación y a la conciencia. Según Santo Tomás, todos los seres tienen un fin prefijado. "El objeto propio de la voluntad es el fin y el bien; por consiguiente, todas las acciones humanas, necesariamente, se ordenan a su fin."29 El ser se perfecciona ---dice Santo Tomás, siguiendo a Aristóteles- buscando su fin natural, lo que acarrea su felicidad. En último análisis, el bien o fin del hombre es Dios, objeto supremo de conocimiento. El hombre que busca su verdadero bien se encamina hacia la divinidad, hasta cuando ignora que el verdadero bien es Dios (aquí se esboza su valoración moral). De acuerdo con el aquinatense, la obligación moral es un eco de la ley eterna, que señala a Dios como fin de toda criatura; este plan se refleja en cada ser y se adapta a su propia naturaleza, de modo que cada ser lleva dentro de sí una inclinación a lo divino. 1. Escribe un breve ensayo sobre el desarrollo histórico del cristianismo. 2. Resume un pasaje de la obra Las confesiones de En lo que se refiere a la conciencia moral, Santo Tomás se muestra un tanto intelectualista; la ley natural humana es una participación de la ley eterna adecuada a la criatura racional, dada a conocer por medio de la razón. El intelecto abre, de esta manera, los ojos del alma; ordena al hombre que tienda hacia Dios, aunque respetando su naturaleza de ser libre. Toda inteligencia humana está provista de una facilidad nativa, que se convierte en una disposición permanente o hábito, para formular los juicios en los que encamarán las prescripciones esenciales sobre el bien y el mal. La conciencia aplica los preceptos a los casos particulares; es el canal por donde pasa la ley al acto voluntario concreto. Santo Tomás trata ampliamente las virtudes morales; la segunda parte de la Suma Teológica constituye un sistema de virtudes (prudencia, justicia, fortaleza, templanza); las virtudes cardinales son como los pliegues permanentes que adquiere la voluntad en la realización del bien. Entre las virtudes destacan, primordialmente, la prudencia, o determinación racional del bien y la justicia, institución o establecimiento del bien. La ética de Santo Tomás culmina con la teología. La vida de los elegidos es una posesión intelectual y completa de Dios en la visión beatífica. 4. Contesta las siguientes preguntas: a) ¿Puede considerarse al cristianismo como una filosofía?, ¿por qué? San Agustín. 3. Investiga en qué consisten las siguientes virtudes: b) ¿Cómo definiría lo bueno la ética cristiana? • Prudencia • Fortaleza c) ¿Qué es la escolástica? • Templanza • Justicia 176 el) Menciona tres características de la escolástica: e) Según San Anselmo, ¿cómo se relacionan fe y razón? f) ¿ Qué es la obligación moral para Santo Tomás de Aquino? g) ¿En qué consiste el bien para San Agustín? 5. Caracteriza qué es la voluntad humana y qué es la voluntad divina a partir del siguiente texto agustiniano: [ ... ] no porque Dios prospuso qué había de depender de nuestra voluntad, deja de pender algo de ella, ya que quien presupo eso, presupo algo. Por consiguiente, si Aquél que presupo qué pendería de nuestra voluntad, no presupo ciertamente nada, sino algo, sin duda, aun presiente Él, pende algo de nuestra voluntad. De consiguiente, en manera alguna nos vemos constreñidos, o, admitida la presciencia de Dios, a suprimir el albedrío de la voluntad, o, admitido el arbitrio de la voluntad, a negar la presciencia de los futuros en Dios. (Lo cual es una impiedad.) Antes abrazamos lo uno y lo otro, lo uno y lo otro fiel y verazmente lo admitimos; aquello, para que nuestra fe sea recta, y esto, para que nuestra vida sea buena. Se vive mal cuando no se cree bien de Dios. Lejos de nosotros el negar la presciencia por querer ser libres, pues que con su auxilio somos libres o lo seremos. En consecuencia no en vano están las leyes, las reprensiones, las exhortaciones, las alabanzas y los vituperios, porque también presúpolas futuras e importan mucho, tanto cuanto presupo habían de importar. Y las súplicas convienen para pedir aquello que presupo había de dar a los que suplicaran, y con justicia se asignaron premios para las obras buenas y penas para los pecados. Ni peca el hombre precisamente porque presupo Dios que había de pecar; diría más, no se duda que peca él cuando peca, justamente, porque Aquél cuya presciencia no puede engañarse presupo que ni el hado, ni la fortuna, n i otra había de pecar, sino el mismo hombre, el cual, si no quiere, ciertamente no peca; pero si no quiere pecar, también esto Él lo presupo. San Agustín, L a Ciudad de Dios, Libro V, Obras de San Agustín, tomos XVI-XV, Madrid, Biblioteca de autores cristianos, 1958. Albedrío, alma, amor, bien, caridad, causa, creación, eternidad, iluminación, libertad, mundo, naturaleza, orden, persona, realismo, tiempo, verdades eternas, virtud. Beauchot, Mauricio, "La filosofía social y política de Santo Tomás de Aquino", en Filosofía /l. Ética)' filosofía política, México, UNAMlPoITa, 1989. 177 Copleston, F. c ., El pensamiento de Santo Tomás, México, FCE (Breviarios, 154), 1960. De Cádiz, Luis Ma., Páginas brillantes de la literatura cristiana, Buenos Aires, Atlántida, 1958. García de Haro, Ramón, La conciencia moral, Madrid, Rialp, 1978. Jaeger, W., Cristianismo primitivo y paideia griega, México, FCE, 1965. Mondolfo, Rodolfo, Momentos del pensamiento griego y cristiano, Buenos Aires, Paidós (Biblioteca del hombre contemporáneo), 1964. San Agustín, De la vida feliz, Madrid, Aguilar, 1963. __ , La ciudad de Dios, México, POITa, 1970. San Anselmo, Proslogion, Madrid, Aguilar, 1961. Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, selección, introducción y notas por Ismael Quiles, S. 1., Buenos Aires, EspasaCalpe, 1957. É tic a m o d e r n a . F o r m a lis m o k a n tia n o Una nueva y fructífera etapa de la historia de la ética adviene con la modernidad, que se inicia en el Renacimiento (siglo XVI, aproximadamente) y se prolonga hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX. A diferencia de la ética medieval, esencialmente teocéntrica y teológica, la ética moderna se caracteriza por su antropocentrismo: la tendencia a considerar al hombre como el centro de todas las manifestaciones culturales (política, arte, ciencia, moral, etcétera). Ya desde el Renacimiento surge un humanismo que trata de reivindicar al hombre, concibiéndolo como ser autónomo y racional. La época moderna presenta rasgos tan decisivos como los siguientes: 1. En el aspecto social puede mencionarse la creación y el fortalecimiento de una nueva clase social: la burguesía; el banquero, el comerciante, el industrial, remplazaron al terrateniente, al eclesiástico y al guerrero como tipos de influencia social predominante. En el aspecto científico, la ciencia remplaza la religión y se convierte en factor principal de la nueva mentalidad humana. 3. En el aspecto filosófico, surge, acorde con los nuevos tiempos, una filosofía eminentemente racionalista. 4. En el aspecto político, se logran crear los estados modernos, fragmentándose, de este modo, la vieja sociedad feudal. S. Por último, en el aspecto religioso, la Iglesia deja de ser e l poder central. Así, dice H. Laski que, en la época moderna, "la Iglesia, tal como estaba organizada, era considerada un verdadero estorbo para el nuevo orden social. Los principios que sostenía significaban la sustracción de grandes elementos de riqueza, tierra, trabajo y capital, de las empresas nuevas a que podrían dedicarse" .30 Como una notable expresión del pensamiento ético moderno, ahora se analizará la ética kantiana (ética formal). La ética formal Se llama ética formal la doctrina moral creada por Ernmanuel Kant en el siglo XVIII. Kant nació en Konigsberg, Prusia, el 22 de abril de 1724, donde vivió hasta su muerte, acaecida el 12 de febrero de 1804. Desde 1732 hasta 1740 fue alumno del Collegium Fredericianum, cuyo ambiente pietista acentuó las enseñanzas de su madre. En 1740 ingresó en la universidad donde se interesó en la ciencia natural y, en especial en la mecánica de Newton. Después de trabajar como preceptor, obtuvo en 1755 su título universitario y ejerció como docente privado en Konigsberg, En 1770 fue nombrado profesor titular en la universidad de esa misma ciudad. Kant se distinguió por su vida metódica y reposada; se cuenta que los vecinos de Konigsberg concertaban sus relojes a la hora en que el maestro Kant iba a sus clases. Desde muy joven se trazó la tarea de dedicarse plenamente a la filosofía; sus ideas éticas comulgaban con los ideales de libertad y tolerancia sostenidos por la Revolución Francesa. Uno de los filósofos a quien admiraba Kant era Juan Jacobo Rousseau, cuya obra 178 1. Demostrar la falsedad de toda doctrina moral que El Emilio despertó su interés. Kant era un verdadero pretenda apoyarse en consideraciones empíricas. representante del liberalismo, no por culto rutinario a una 2. Otorgar a la ética una base exclusivamente constitución liberal, sino por profundas convicciones racional y apriorística. éticas. La ética de Kant recibe el nombre de formal porque Las preocupaciones morales son esenciales tanto en el sistema mismo de Kant como en su personalidad; el prescinde de elementos empíricos y se funda de manera filósofo de Konigsberg, como ya se ha indicado, fue exclusiva en la razón; se trata de una ética estrictamente educado en los principios del pietismo religioso, el cual racional. Kant distingue entre ciencias formales y ciencias infundió un hondo sentido moral religioso a su vida y a su materiales. Es formal una ciencia cuando sólo se ocupa ética. Se distinguen dos épocas fundamentales en el de la forma del entendimiento y de la razón misma; es pensamiento de Kant: el periodo precrítico (1762), en el material cuando considera algún objeto de la experiencia. La física y la ética pueden tener una parte empírica en cual no está todavía plenamente realizado su sistema cuanto se ocupan de las leyes de la naturaleza y de la filosófico, este periodo se caracteriza por la orientación de Kant hacia las ciencias (matemática, geografía, física, libertad, respectivamente. La lógica, en cambio, no se historia natural). Las obras relativas a esta etapa son, por refiere a la experiencia, no es material sino que es meraejemplo: Sobre el fuego, Historia general de la naturaleza, mente formal, es canon del entendimiento, es decir, reglas formales del entendimiento. La matemática Teoría del cielo. El segundo periodo de su pensamiento se llama crítico también es una ciencia formal semejante a la lógica. A pesar de que la ética parece tener una parte empírica, (1770) y se distingue por la consolidación y madurez que el propósito fundamental de Kant consiste en emprender muestra su filosofía a través de sus obras funda- mentales: Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica y la refutación definitiva de toda doctrina moral de tipo empirista y demostrar la necesidad de que la teoría de la Crítica del juicio. Kant vivió en el siglo XVIII y su modo de pensar se conducta descanse exclusivamente sobre consideraciones ajustaba a esta época de la razón y de las luces en la de orden racional y validez apriorista. Se pregunta Kant: medida en que decía que el lema de la Ilustración era "¿No se cree que es de la más urgente necesidad el atreverse a pensar por uno mismo; su ética no es una pieza elaborar por fin una filosofía moral pura, que esté adicional a su sistema filosófico, sino que está estrecha- enteramente limpia de todo cuanto pueda ser empírica y perteneciente a la antropología", para lograr erigir una mente ligada con su filosofía teórica, al grado de no ser ética formal o pura (libre de la experiencia), piensa Kant, posible una exposición de aquélla sin referirse a ésta. es necesario fundamentar la obligación no en la naturaleza del hombre o en las circunstancias del universo en que el Fuentes paro el estudio hombre está puesto, sino a priori, o sea, en conceptos de la razón pura. de la ético formol La ética de Kant se encuentra expuesta en tres obras principalmente: Fundamentación metafísica de las costumbres (1785), que tiene por objeto descubrir y exponer el principio fundamental de la moralidad y criticar su posibilidad; la Crítica de la razón práctica (1788), trata el mismo tema que la Fundamentación, pero en un sentido más técnico y filosófico, siguiendo un plan y unas divisiones parecidas a las de la Crítica de la razón pura; L a Metafísica de las costumbres (1797), esta obra se divide en dos partes: teoría de las costumbres y teoría del derecho, y desarrolla el sistema mismo de moralidad. En la Crítica de la razón práctica, Kant se propone dos objetivos fundamentales, que a continuación se especifican. Los imperativos Al formular su ética, Kant observa que la razón teorica se expresa por medio de juicios; un juicio es una síntesis que se realiza entre un concepto sujeto y un concepto predicado. Esta síntesis es expresada mediante el copulativo es, y nos dice algo que ocurre en la experiencia: "Los cuerpos son pesados", "la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta". Pero sucede que la razón práctica no se expresa por medio de juicios. no dice lo que acontece en la experiencia, sino lo que debe 179 ocurrir en ella. La forma de conocimiento práctico no es un juicio, sino un imperativo: "Los hombres deben ser veraces." Por tal motivo la forma del conocimiento moral es un imperativo. Existen diversas clases de imperativos: Imperativos hipotéticos Son los que ordenan algo como el medio para conseguir determinado [ I D . Por ejemplo, "si quieres recobrar la salud, tienes que tomar esa medicina". El imperativo hipotético puede ser de dos clases: a) Hipotético-problemático. Señala un fin posible: "Si quieres ir por los aires, debes subir en un aeroplano"; yo puedo querer o no ese fin; estos imperativos ordenan una acción como medio para conseguir un fin posible. b) Hipotético-acertórico. Éste señala un fin real, manda una acción como medio para conseguir un fin real. Por ejemplo, "si quieres vivir, debes alimentarte"; el deseo de vivir es un deseo real en la experiencia. Imperativo categórico A diferencia de los imperativos hipotéticos, el imperativo categórico constituye el mundo moral; este imperativo ordena una acción absolutamente, sin considerarla como medio, una acción que considera un último e incondicionado fin. Por ejemplo, el imperativo "el hombre debe ser veraz" no se presenta como medio para obtener un determinado fin, sino que se impone siempre sin condición alguna. El ideal moral, según Kant, está formado por imperativos categóricos. La voluntad moral es sólo voluntad de fines como puros fines, de fines absolutos. Quedan excluidos del terreno de la ética los imperativos hipotéticos problemáticos, que constituyen la técnica y las aplicaciones de la ciencia; y los acertóricos o hipotéticos acertóricos, que constituyen la sagacidad, la prudencia o "arte de vivir". Dice Kant: "Todos los imperativos mandan, ya hipotética. ya categóricamente. Aquéllos representan la necesidad práctica de una acción posible, como medio de conseguir otra cosa que se quiere. El imperativo categórico sería el que representase una acción por sí misma, sin referencia a ningún otro fin, como objetivamente necesaria“. El imperativo categórico, base de la moral kantiana, tiene la siguiente fórmula: "Obra de tal modo, que la máxima de tu acción sea elevada por tu voluntad a norma de universal observancia"; o bien: "obra según máximas que puedan al mismo tiempo tenerse por objeto a sí mismas, como leyes naturales universales". El imperativo categórico presenta dos características o exigencias: 1. Autonomía. Pues se origina de la voluntad libre del sujeto, del respeto al deber por el deber mismo. 2. Universalidad. Pues vale para todo ser racional, es decir, es objetivo y a priori. Para ilustrar el carácter objetivo del imperativo categórico, Kant da el siguiente ejemplo: podría preguntarse, en un momento dado, si acaso hacer una falsa promesa equivale a obrar conforme al deber; Kant piensa que es obvio que no puede quererse que la mentira se convierta en una ley universal, ya que, de regir esta ley, no habría promesa alguna posible, porque sería vano fingir ante otros mi intención respecto de mis actos futuros. O no creerían lo que yo les dijera; o si temerariamente lo hicieran, me pagarían más tarde con la misma moneda (no hagas a otros lo que no quieras para ti). Así, pues, para saber cuándo estoy actuando conforme a un imperativo universal, simplemente debo preguntarme: ¿puedes querer que tu máxima se convierta en ley universal? Si la respuesta es negativa, esa máxima debe ser rechazada, no por el perjuicio que me pueda ocasionar, o que pueda ocasionar a otros, sino por- que no puede ser aceptada como principio de una posible legislación universal, ya que la razón, de inmediato, me impone un total respeto para esta legislación. De este modo, el imperativo categórico sostiene que todos los actos se deben hacer como si las normas que nos guían al obrar fueran a convertirse, o pudieran convertirse, en leyes universales. La ética de Kant como ética de los propósitos Un carácter importante de la ética formal es la autonomía con que reviste a todo acto ético. Toda significación moral emana de la pureza de la voluntad y la rectitud de los propósitos. En su Crítica de la razón práctica Kant concluye: "Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes cuanto con más frecuencia y aplicación se ocupa de 180 ellos la reflexión: el cielo estrellado sobre m í y la ley moral en mí". Según Kant, la validez del acto moral no está en la acción misma, sino en la voluntad que lo determina. La moralidad está en la voluntad, en el sujeto y no en la acción, en la concreción física del acto; la disposición del ánimo del agente es la que es moral o inmoral. Un acto es moralmente bueno si el sujeto realiza el acto prescrito, porque lo considera como absolutamente debido, como un fin absoluto, como un imperativo categórico; por el contrario un acto es malo, cuando el su- jeto realiza el acto porque espera sacar de él alguna consecuencia favorable, si lo realiza como un medio (imperativo hipotético). "La moralidad -afirma Kant- está en la máxima de la acción y no en la acción misma."34 Asimismo, "Los actos no son ni buenos ni malos; bueno o malo es sólo el sujeto [...] Nada en el mundo, y hasta fuera del mundo, puede pensarse como bueno, sin limitación, sino solamente una buena voluntad“. Lo bueno, según este mismo filósofo, está en la buena voluntad. Ahora bien, considerada en sí misma, la buena voluntad es, sin comparación, muchísimo más valiosa que todo lo que por medio de ella pudiera verificarse en provecho o gracia de alguna inclinación y, si se quiere, de la suma de todas las inclinaciones. La utilidad afirma Kant- o la esterilidad no pueden ni añadir ni quitar nada del valor de la buena voluntad. Según Kant, una acción es buena cuando se realiza por deber (buena voluntad) y no por inclinación. El hombre sólo obra moralmente cuando reprime sus sentimientos e inclinaciones y hace lo que debe hacer y no lo que quiere. Kant distingue diversos tipos de acciones. Acciones conforme al deber En ellas sólo hay una adecuación externa del sujeto hacia la norma. El individuo actúa por temor o inclinación a la ley no por respeto al deber; por ejemplo, cuando un sujeto paga una deuda sólo por temor a las consecuencias (comportamiento amoral o sin significación moral). Según Kant, no es moral el hombre que por accidente cumple con lo que promete o el que paga sus deudas por temor a ser enjuiciado, o bien por pura conveniencia. Acciones conforme al deber y por deber Son las que uno realiza guiado por la buena voluntad; solamente cuando el hombre reconoce que debe pagar una deuda porque ésa es su obligación, entonces es genuinamente una persona moral. Para explicar las acciones valiosas, las que se realizan por deber y conforme al deber, Kant pone el siguiente ejemplo: "Cuando las adversidades y una pena sin consuelo han arrebatado a un hombre todo el gusto por la vida, si este infeliz, con ánimo entero y sintiendo más enojo que apocamiento o desaliento, y aun desean- do la muerte, conserva la vida, sin amarla, sólo por deber y no por inclinación o miedo, entonces su máxima sí tiene un contenido moral".36 Acciones contrarias al deber En ellas n i siquiera se plantea la cuestión de si pueden suceder por deber, puesto que ocurren contra éste (comportamiento inmoral). Por ejemplo, el hombre que no paga su deuda, ni siquiera por inclinación y mucho me- nos por deber. El reino de los fines El hombre, según Kant, no es una cosa, no es algo que pueda usarse como simple medio; debe ser considerado, en todas las acciones, como fin en sí. El concepto del hombre como ser racional (como persona), que se autolegisla por medio de la ley moral, conduce a lo que Kant denomina el reino de los fines. "Por reino -afirma Kant- entiendo el enlace sistemático de distintos seres racionales por leyes comunes.": Estas leyes, comunes a todos los seres racionales, implican que todos deben ser tratados no como medios, sino como fines en sí mismos. Advierte, empero, que este reino es sólo un ideal. "Un ser" racional pertenece al reino de los fines como miembro de él, cuando forma en él como legislador universal, pero también como sujeto a esas leyes. Pertenece al reino como jefe, cuando como legislador no está sometido a ninguna voluntad de otro." Las nociones de persona y de reino de fines permiten comprender lo que es moralidad según Kant. "La moralidad -escribe el filósofo de Konigsberg - es 181 la condición bajo la cual un ser racional puede ser fin en sí mismo; porque sólo por ello es posible ser miembro legislador en el reino de los fines." bajo el nombre de idea. La idea es lo absoluto, el ideal directriz y regulador de la conducta humana. La ética, según Kant, tiene un propósito orientador. Las ideas no se obtienen de la experiencia, son los principios orientadores del saber y de la vida del hombre; Kant da cabida, dentro de su ética, a tres conceptos metafísicos: alma, finalidad del mundo, y Dios. El hombre debe obrar como si el alma fuese inmortal, como si Dios existiese y como si hubiera finalidad y libertad en el mundo. Estas tres ideas son los postulados metafísicos de la ética kantiana: L a lib e r ta d 7 ! r Emmanuel Kant (1724-1804). Del pensamiento kantiano se deriva la idea de que la ética no podrá ser una indagación y enumeración de las leyes morales, sino una investigación metódica de lo que sea en general una ley moral, de las condiciones propias de la certeza y objetividad morales. La ética será una reflexión acerca de la moral, de las morales, para aislar y descubrir los caracteres universales y perennes de todo lo ideal moral. "Todo ser racional -dice más adelante- debe obrar como si fuera por sus máximas siempre un miembro legislador en el reino universal de los fines. El principio formal de esas máximas es: obra como si tu máxima debiera servir al mismo tiempo de ley universal de todos los seres racionales”. Los postulados metafísicos de la ética kantiana En su ética Kant da un nuevo sesgo a la metafísica; el elemento metafísico de la ética kantiana se presenta No pertenece al reino de los hechos, pues ahí impera la causalidad, pertenece, más bien, a un reino metafísico, a un orden inteligible; cuando uno se piensa libre, uno se incluye en el mundo inteligible como miembro de él. In m o r ta lid a d d e l a lm a El ideal de perfección o santidad no es realizable en este mundo. Si la ley moral indica un ideal imposible de cumplir en este mundo, señala también una existencia donde puede vivirse sin trabas, de acuerdo siempre con el deber: tal es el mundo de la inmortalidad del alma. Dios El hombre es ciudadano de dos mundos: natural (lo que es) y moral (lo que debe ser). Es, por tanto, un ser conflictivo. El hombre pertenece, en cuanto ser empírico al mundo sensible, regido por las leyes naturales; pero también pertenece al mundo inteligible, gobernado por leyes independientes de la naturaleza y relativas solamente a la razón. La superación de este conflicto está en un ser exento de desgarramientos, un ser que al mismo tiempo es deber, ser en que la voluntad, el querer y el deber coinciden (Dios). 182 1. Explica los principales conceptos de la ética g) ¿En qué consiste el reino de los fines? kantiana que se encuentran en el vocabulario. 2. Explica la distinción entre una ética formal y una ética material. 3. Elabora una semblanza de Ernmanuel Kant relacionando la vida de este filósofo con su ética. (Puedes consultar la obra: Cassirer, G., Kant, vida y doctrina, mencionada en la bibliografía. ) 4. Contesta las siguientes preguntas: a) ¿Cuáles son las características de los periodos precrítico y crítico de la filosofía kantiana? b) ¿En qué obras se encuentra explicada la ética kantiana? c) ¿Qué diferencias se advierten entre el "imperativo categórico" y los "imperativos hipotéticos"? d) ¿Qué característica presenta el imperativo categórico? e) Escribe a continuación la fórmula del imperativo categórico f) ¿Por qué se caracteriza a la ética kantiana como una "ética de las intenciones"? h) ¿Cuáles son los postulados metafísicos de la ética kantiana? 5. Lee cuidadosamente el siguiente texto y resuelve las cuestiones que aparecen al final. La buena voluntad Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad. El entendimiento, el gracejo, el juicio, o como quieran llamarse los talentos del espíritu; el valor, la decisión, la perseverancia en los propósitos, como cualidades del temperamento, son, sin duda, en muchos respectos, buenos y deseables; pero también pueden llegar a ser extraordinaria- mente malos y dañinos, si la voluntad que ha de hacer uso de estos dones de la naturaleza, y cuya peculiar constitución se llama por eso carácter, no es buena. Lo mismo sucede con los dones de la fortuna. El poder, la riqueza, la honra, la salud misma y la completa satisfacción y el contento del propio estado, bajo el nombre de felicidad, dan valor, y tras él a veces arrogancia, si no existe una buena voluntad que rectifique y acomode a un fin universal el influjo de esa felicidad y con él el principio todo de la acción; sin contar con que un espectador razonable e imparcial, al contemplar las ininterrumpidas bienandanzas de un ser que no ostenta el menor rasgo de una voluntad pura y buena, no podrá nunca tener satisfacción, y así parece constituir la buena voluntad la indispensable condición que nos hace dignos de ser felices. [ ... ] La buena voluntad no es buena por lo que efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto; es buena sólo por el querer, es decir, es buena en sí misma. Considerada por sí misma, es, sin comparación, muchísimo más valiosa que 183 todo lo que por medio de ella pudiéramos verificar en provecho o gracia de alguna inclinación y si se quiere, de la suma de todas las inclinaciones. Aun cuando, por particulares enconos del azar o por la mezquindad de una naturaleza madrastra, le faltase por completo a esa voluntad la facultad de sacar adelante su propósito; sí, a pesar de sus mayores esfuerzos, no pudiera llevar a cabo nada y sólo quedase la buena voluntad -no desde luego como un mero deseo, sino como el acopio de todos los medios que están en nuestro poder-, sería esa buena voluntad como una joya brillante por sí misma, como algo que en sí mismo posee su pleno valor. La utilidad o la esterilidad no pueden ni añadir ni quitar nada a ese valor. Serían, por decirlo así, como la montura, para poderla tener más a la mano en el comercio vulgar o llamar la atención de los pocos versados; que los peritos no necesitan de tales reclamos para determinar su valor. [ ... ] Para desenvolver el concepto de una voluntad digna de ser estimada por sí misma, de una voluntad buena sin ningún propósito ulterior, tal como ya se encuentra en el sano entendimiento natural, sin que necesite ser enseñado, sino, más bien explicado, para desenvolver ese concepto que se halla siempre en la cúspide de toda la estimación que hacemos de nuestras acciones y que es la condición de todo lo demás, vamos a considerar el concepto del deber, que contiene el de una voluntad buena, si bien bajo ciertas restricciones y obstáculos subjetivos, los cuales, sin embargo, lejos de ocultarlo y hacerlo incognoscible, más bien por contraste lo hacen resaltar y aparecer con mayor claridad. Prescindo aquí de todas aquellas acciones conocidas ya como contrarias al deber, aunque en este o aquel sentido puedan ser útiles; en efecto, en ellas ni siquiera se plantea la cuestión de si pueden suceder por deber, puesto que ocurren en contra de éste. También dejaré a un lado las acciones que, siendo realmente conformes al deber, no son de aquellas hacia las cuales el hombre siente inclinación inmediatamente; pero, sin embargo, las lleva a cabo porque otra incli- nación le empuja a ello. En efecto; en estos casos puede distinguirse muy fácilmente si la acción conforme al deber ha sucedido por deber o por una intención egoísta. Mucho más difícil de notar es esa diferencia cuando la acción es conforme al deber y el sujeto, además, tiene una inclinación inmediata hacia ella. [ ... ] En cambio, conservar cada cual su vida es un deber, y además todos tenemos una inmediata inclinación, a hacerlo así. Mas, por eso mismo, el cuidado angustioso que la mayor parte de los hombres pone en ello no tiene un valor interior, y la máxima que rige ese cuidado carece de un contenido moral. Conservan su vida conforme- mente al deber, sí; pero no por deber. En cambio, cuando las adversidades y una pena sin consuelo han arrebatado a un hombre todo el gusto por la vida, si este infeliz, con ánimo entero y sintiendo más indignación que apocamiento o desaliento, y aun deseando la muerte, conserva su vida, sin amarla, sólo por deber y no por inclinación o medio, entonces su máxima sí tiene un contenido moral. [ ... ] Tomado de Ernmanuel Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Crítica de la razón práctica. La paz perpetua, México, P o p u r r a , 1972. a) ¿Qué es lo bueno para Kant? b) ¿A qué se llama buena voluntad? e) ¿Qué significa actuar por deber? d) ¿Cómo calificaríamos el acto de un individuo que ha perdido todo interés por la vida y que a pesar de ello la conserva? ¿Por qué? 184 VOCABULARIO. Analítico, antinomias, apariencia, apercepción, a priori, autonomía, buena voluntad, categoría, cosa en sí, deber, formalismo, imperativo categórico, imperativos hipotéticos, libertad, metafísica, noúmeno, postulado, reino de fines, sintético. Cassirer, Ernest, Kant, vida y doctrina, México, FCE, 1968. García Morente, Manuel, La filosofía de Kant, Madrid, Librería General Victoriano Suárez, 1961. Granja Castro, Dulce María, "Los orígenes de la filosofía Kantiana", en Historia de la filosofía. Antologías para la actualización de los profesores de enseñanza media superior, México, UNAMl Porrúa, 1987. Heidegger, Martín, Kant y el problema de la metafísica, México, FCE, 1973. Kant, Ernmanuel, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Madrid, Espasa-Calpe, 1967. ___ , Crítica de la razón práctica y otras obras, México, POPURRÊ , 1972. Kautsky, Karl, Ética y concepción materialista de la Historia, Buenos Aires, Cuadernos de Pasado y Presente, 1975. Lacroix, Jean, Kant y el kantismo, México, Publicaciones Cruz O., (¿Qué sé?), 1966. Rebolledo, Juan, "Notas sobre la concepción moral de Kant", en La ética a través de su historia, México, UNAM, 1988. Schilpp, Paul, La ética precrítico de Kant, México, UNAM, 1966. Schultz, Uwe, Kant, Barcelona, Nueva Colección Labor, 1971. Vassallo, Ê ngel, Ensayo sobre la ética de Kant y la metafísica de Hegel, Buenos Aires, Ediciones Pucara, 1945. precursores del existencialismo. Pensadores como San Agustín, en cuyas páginas respira el hombre interior, el hombre angustiado ante hondos conflictos humanos; Se terminará este panorama de la historia de la ética con pensadores como BIas Pascal, que puso de relieve la algunas de las principales corrientes contemporáneas importancia del sentimiento sobre la razón: "el corazón y no la razón es quien siente a Dios"; o, bien filósofos de la (siglos XIX y XX), En realidad, es difícil determinar los límites genialidad de Federico Nietzsche, que se lanza a cronológicos y e l sentido fundamental del pensamiento conquistar la realidad vital del hombre. El existencialismo tiene una gran variedad de contemporáneo, entre otras razones porque es un corrientes; sin embargo, se encuentra un denominador pensamiento que aún se está gestando y desenvolviendo y porque, estando ubicados en la atmósfera intelectual que común en todas sus direcciones: el estimar la existencia él forma, falta la perspectiva adecuada para abarcarlo y antes o por encima de la esencia (de ahí el nombre de existencialismo); así, el existencialismo coloca en el juzgarlo cabalmente. centro de su reflexión el hecho concreto de la existencia, El estudio de la ética contemporánea que haremos se a diferencia de la filosofía clásica que se refiere a las referirá a estas corrientes: existencialismo, anarquismo, diferencias y las esencias. pragmatismo, marxismo y neopositivismo. La filosofía existencialista se caracteriza entonces, por afirmar que la existencia precede a la esencia; ello Ética existencialista significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, Todos aquellos pensadores que destacan el aspecto surge en el mundo, y después se define. Dice Sartre que el concreto del hombre (hombre de "carne y hueso", como lo hombre no es definible, porque empieza por no ser nada. Así, el existencialismo no se refiere al hombre llama Miguel de Unamuno) pueden considerarse como Ética contemporánea 185 como esencia, como algo ya dado y constituido, sino como existencia que se va haciendo. Es necesario explicar en qué consiste el concepto existencia, que para esta corriente es siempre concreta e individual. Soren Kierkegaard (pensador danés e iniciador del existencialismo propiamente dicho), afirma que la existencia es ante todo un existente, el existente humano. Se trata de aquél cuyo ser consiste en la subjetividad, en la pura libertad de elección. No se puede, pues, hablar de la existencia (así, en general), sino de éste existente. Dice Unamuno: Sólo existe el hombre de carne y hueso [el ser concreto e individual). Ni lo humano, ni la humanidad, ni el adjetivo simple, ni el adjetivo sustantivado, sino el sustantivo concreto: el hombre. El hombre de carne y hueso, el que nace, sufre y muere -sobre todo muere->, el que come, y bebe, y juega, y duerme, y piensa, y quiere; el hombre que se va y a quien se oye, el hermano, el verdadero her mano. Según Sartre, "el hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere des- pues de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace". El hombre, dice Sartre, "inventa al hombre". La existencia es el hecho radical y primario, es la fundamental actividad en donde se van articulando las cosas y las ideas. Así pues, el existencialismo no se pregunta por el ser general y abstracto, sino por el ser individual y concreto. "El existencialismo -afirma Sartre- es un humanismo. El humanismo de este yo que soy yo; humanismo mío y de todos, porque todos son yo." La existencia humana es actividad, movilidad. Existir o vivir equivale a elegir entre diferentes propósitos y objetivos. La existencia no es un estado, sino un permanente llegar a ser. La vida no es nunca algo determinado y fijo; consiste en un incoercible desenvolvimiento, en una marcha hacia lo que ella misma proyecta, hacia la realización de su programa, ello es, de su mismidad. E l e x is te n c ia lis m o d e S o r e n K ie r k e g a a r d y filosóficos, y no es un pensador sistemático. Sus obras más importantes son: Del concepto de la ironía, principalmente en Sócrates (1841); O lo uno o lo otro (1843); Temor y temblor (1843); La repetición (1843); El concepto de la angustia (1844); Tratados de la desesperación (1844); Estadios en el camino de la vida (1845); Migajas filosóficas (1845); Postescritos no científicos (1846). Figura 7.10 El existencialismo concibe la existencia como una marcha hacia la cristalización de un proyecto. Según James Collins, uno de sus biógrafos, hay una serie de hechos decisivos en la vida de Kierkegaard: su formación en manos de su padre, su desgraciado amor por Regina Olsen, su choque con el público y la prensa; su abierta lucha contra la Iglesia danesa... En su primera etapa (1834), cuando empieza a escribir sus Diarios, Kierkegaard sufre una influencia de los poetas, novelista y filósofos románticos como Novalis, Hoffman y los Schlegel; percibe en ellos una gran fuerza que podría servir para contrarrestar la influencia racionalista de Hegel e impedir que su época sucumbiera completamente a estas teorías. En efecto, la filosofía de Kierkegaard presenta una reacción contra el racionalismo absoluto de Hegel, el cual no logra dar cuenta de la existencia concreta e individual. Incluso, para marcar su oposición a Hegel, Kierkegaard se nombra a sí mismo "el anti-hegeliano". Kierkegaard explica la existencia, en lo que se refiere a su autenticidad, a partir de tres estadios fundamentales que son: Estadio estético Para ejemplificar la ética existencialista, se citará el pensamiento de Soren Kierkegaard, al cual se le atribuye la paternidad de esta filosofía. Kierkegaard nació en Copenhague en 1813 y murió en el año 1855. Vivió atormentado por problemas religiosos Las características de lo que Kierkegaard llama el estadio estético, se encuentran en personajes típicos, cuya vida gira en torno a estados anímicos como: la sensualidad inmediata, la duda y la desesperación. 186 Así, don Juan, Fausto y el judío errante, son ejemplos El símbolo de la vida ética es Sócrates: vivientes de la esfera estética. El "Don Juan" de Mozart encarna la sensualidad, el reino de la carne que se enfrenta Sócrates, en el fondo racionaliza, no podía tener ninguna al reino del espíritu; representa el modo de existencia que "noción del pecado", ni que la salvación del hombre resulta cuando los principios éticos y religiosos del orden requiere a un Dios crucificado. El modelo de Sócrates "el se alejan de un individuo y éste se vuelve eventualmente modelo del hombre ético en general, es insuficiente porcontra ellos; Fausto vende su alma al diablo para agotar que no es el verdadero modelo o no es el modelo paradójico todas las experiencias posibles. "En realidad -sostiene de la revelación en Cristo. Collins- Kierkegaard considera a Fausto como el símbolo del hombre occidental, que queda sin dirección buscando Oponiéndose al acento romántico en el lado escondido el plan de su propia vida, después de haberse rebelado de la vida, en sus fuerzas misteriosas, en los lagos oscuros contra la Iglesia católica”. Ahsaverus, el judío errante, y en la opacidad del alma, el espíritu ético insiste en la debe concebirse errando por el mundo durante toda la lucidez del propio conocimiento. Está seguro de haber eternidad insensible, indiferente por la ausencia completa seguido con éxito la máxima socrática y de que tanto la de la esperanza en Dios y en el hombre. comprensión de sí mismo como su dominio son la El estadio estético se caracteriza porque aquí el inrecompensa por modelar su conducta según el bien moral. dividuo se convierte en prisionero de la búsqueda del 43 momento placentero, un momento que nunca puede Recuérdese que Kierkegaard es un pensador religioso realizarse plenamente. Esto explica el tedio, la inquietud, ( existencialista cristiano); por ello la autenticidad de la la inestabilidad y otros aspectos secundarios de la vida existencia la encuentra en el estadio religioso. estética, que revela el análisis fenomenológico. Kierkegaard describe estas fases de la vida estética Estadio religioso detalladamente, con gran habilidad psicológica y literaria. Es el estadio superior a todos, ya que se establece por medio de la fe, que es una relación personal y subjetiva con Dios. El símbolo de la vida religiosa es Abraham, caballero Estadio ético de la fe. En él se da la desesperación y la angustia que nos instalan en la existencia auténtica. Lo que caracteriza el estadio ético es el orden; se trata de una vida racionalizada, planeada, que se ciñe a reglas universales y necesarias. En la desolación de la angustia, el caballero de la fe es Kierkegaard ejemplifica el estadio ético en el impulsado a su verdadero destino: creer, a pesar de los obstáculos que a tal acto interpone el pensamiento abstracto matrimonio, donde el hombre adquiere responsabilidades. figura 7.11 Fausto de Goethe. Símbolo del hombre occidental que queda sin dirección, buscando el plan de su propia vida. Sin embargo, el estadio ético es limitado, precisamente por su racionalidad y por su dependencia de formas universales; para el hombre ético es más valioso el deber que el amor, la ley moral que la religión, la existencia social que la divinidad. y el "tú debes" de la ética. Abraham se resuelve a sacrificar a su hijo por mandato divino, no obstante el precepto que le ordena no matar (suspensión de la ética). "Hay que suprimir el saber, para dar lugar a la fe." La verdad revelada supera la verdad especulativa. Incluso el pecado no reside en el ser, sino en nuestro saber. El primer hombre ha tenido miedo de la voluntad del Creador, por nada limitada y ha buscado protección en el saber, el cual, tal como lo había sugerido el tentador, lo igualaba a Dios. Lo contrario del pecado no es la virtud, sino la fe. Kierkegaard no entiende los estadios de la existencia de manera temporal, como un modo de vida escalonado (un modo de vida no se deja atrás como se abandonan los peldaños de una escalera); las esferas de la existen- 187 cia pueden coexistir y trasladarse una a otra; la etapa religiosa no es una síntesis de la estética y la ética, a la manera de la dialéctica hegeliana. La superación de una etapa hacia otra se da por medio de un salto. Según Kierkegaard, cada esfera de la existencia encarna en forma concreta un modo total de vida. F i g u r a 7 12 Soren Kierkegaard (1813-1855). Para el padre del existencialismo la existencia es siempre concreta, individual, subjetiva. E l e x is te n c ia lis m o d e G a b r ie l M a r c e l Se dice que Gabriel Marcel no es un filósofo de profesión, sino un dramaturgo y un crítico literario; sin embargo, es considerado como una de las grandes figuras del existencialismo francés. Se considera a este pensador como un segundo Kierkegaard y como un "socrático cristiano". Marcel nace en 1889; entre sus obras más significativas están: Diario metafísico, Ser y tener y Posición y aproximaciones concretas al misterio ontológico. Como se verá, Marcel establece una distinción muy importante entre misterio y problemas. Según este pensador existencialista, la tarea de la filosofía consiste en reconocer que lo más decisivo en la existencia son los misterios y que el camino para convivirlo es el recogimiento íntimo. Como muchos existencialistas, Marcel se preocupa por distinguir la existencia auténtica de la inauténtica o vana. Como ejemplo de esta última, Marcel habla del hombre que carece del sentido ontológico, del sentido del ser. La época contemporánea se caracteriza, según Marcel, por un desorbitamiento de la idea de función. Según esto, el hombre es concebido como un conjunto de funciones vitales, psicológicas, sociales (como consumidor, productor, ciudadano, etc.). El hombre, como agregado de funciones, vive preocupado por repartir sus actividades en el tiempo; así, el ser humano consagra determinadas horas al sueño, otras al ocio, al descanso, etcétera. "Concebimos perfectamente -afirma Marcel- que un higienista llegue a declarar que un hombre necesita divertirse tantas horas por semana.". Dentro de esta vida, distribuida en funciones diversas, la muerte se presenta como una caída en lo inutilizable, como desperdicio puro. El mundo centrado en la función es verdaderamente lamentable, triste; por ejemplo, Marcel evoca la penosa imagen del jubilado "y también la imagen enteramente afín de esos domingos citadinos en que los paseantes dan justamente la sensación de estar jubilados de la vida" .46 Ahora bien, la vida en un mundo apoyado en la funcionalidad conduce a la desesperación, porque en realidad ese mundo está vacío, suena hueco. En este mundo no tiene cabida el misterio, sólo está abierto al problema. En el mundo funcionalidad (que equivaldría a la experiencia inauténtica) al no haber lugar para el misterio, priva lo enteramente natural; esto, dice Marcel, no es más que la expresión de un racionalismo degrada- do, según el cual la causa explica el efecto. De este modo, en el pensamiento de Marcel hay una polémica contra la teología racionalista y contra todo racionalismo en general. Ahora se aclararán los conceptos problema y misterio. Lo que caracteriza al problema es que éste es objetivo, se encuentra entero ante mí. El problema está sometido a una técnica (puede resolverse acudiendo a ciertas reglas o métodos racionales); otra de sus características es que es completamente impersonal, pues cual- quiera, utilizando un método eficaz, puede resolverlo; por ejemplo un problema matemático. Sin embargo, el misterio es de una naturaleza diferente del problema; pertenece a un plano trascendente, es metaproblemático. La filosofía, la metafísica, no se ocupan de problemas sino de misterios que dan cuenta de la auténtica existencia. Marcel distingue el problema y el misterio de la siguiente manera: Entre un problema y un misterio, hay diferencia esencial; un problema-es algo que yo encuentro, que hallo, entero, ante mí, pero que por esto mismo puedo aparcar y reducir, en cambio, un misterio es algo en lo que yo mismo estoy comprometido y que, por consiguiente solo es pensable como una esfera en la que la distinción del en mi y del ante mí pierde su significado inicial. Mientas un problema auténtico está sometido a una cierta técnica cuya función se define, un misterio trasciende por definición a toda técnica concebible. 188 Todos los grandes problemas de la metafísica son, en realidad, misterios, porque no pueden ser representados ni resueltos objetivamente. De esta manera el mal, la libertad, el conocimiento, el amor, la unión del cuerpo con el alma son misterios. Pero el misterio fundamental es el misterio del ser. El misterio ontológico es el tema central de la filosofía de Marcel. Desde la reflexión sobre el ser -sostiene Luis Villoro en su prólogo a Posición y aproximaciones concretas al misterio ontológicocobran nueva luz; las determinaciones existenciales que lo son mas caras, presencia, fidelidad, disponibilidad, esperanza, aparecen como vías de acceso al ser, allende la esfera de la objetivización más allá de lo problemático. El modo para aproximarse al misterio, al ser, no es por la vía lógica o conceptual, sino por medio de la experiencia concreta y el recogimiento, el cual puede ser concebido como un método filosófico. El recogimiento en Marcel, dice R. Verneaux en su Historia de la filosofía contemporánea, "es un paso no racional, no objetivo"; se trata de un paso reflexivo centrado sobre la experiencia humana más íntima; es un paso no comprensible por concepto. En este sentido el pensamiento de Marcel se relaciona mucho con el irracionalismo de Kierkegaard. El recogimiento de Marcel, según Verneaux, está muy cerca del pensamiento subjetivo de Kierkegaard. Según Marcel, la pregunta sobre la existencia del ser (¿existe el ser?) no tiene sentido, pues el ser se experimenta en forma concreta e inmediata. Es necesario que haya ser, que no se reduzca a un juego de apariencias sucesivas e inconsistentes; por lo que la única pregunta adecuada es: ¿qué es el ser? Sin embargo, esta pregunta entraña un misterio y no un problema, porque el ser no es un objeto ante mí, yo mismo soy un ser y participo de él. "Sólo por una ficción -indica Marcel- el idealismo de forma tradicional trata de mantener al margen del ser una conciencia que lo pone o que lo niega." Por otro lado, "no puedo dejar de preguntarme: ¿quién soy yo que pregunto por el ser?" El ser sólo sería aprehendido mediante una participación en el ser mismo. Esto muestra que el ser no es un objeto, "no puede --como escribe Verneaux- ser ni representado ni demostrado, sino experimentado y atestiguado; no puede hacerse su inventario ni se le puede definir, sino que hay que reconocerlo y aproximarse a él"5o (de ahí el título de una de las obras de Marcel: Posición y aproximaciones concretas al misterio ontológico). De la naturaleza del ser se desprende que la meta- física, según Marcel, tenga estas características mencionadas por Verneaux: La metafísica no tiene nada en común con una técnica o con una ciencia: no resuelve ningún problema, demuestra ninguna de sus afirmaciones, no puede pretender una objetividad. Se sigue también que el esfuerzo metafísico no consiste en construir un sistema, pues un sistema es un conjunto de conceptos, y el ser no es representable; además, un sistema tiene la pretensión de agotar la inteligibilidad de su objeto, y el ser es inexhaustible. Figura 7.13 Gabriel Marcel (1889-1973). E l e x is te n c ia lis m o d e J e a n -P a u l S a r tr e Mientras que Kierkegaard y Marcel representan un existencialismo cristiano, Jean Paul Sartre (1905-1980) desarrolla una teoría de la existencia que ancla en el ateísmo, en la medida en que sostiene que no hay Dios, ni principio trascendente alguno al que pueda recurrir el hombre para fundamentar su moralidad. La vasta obra de este filósofo explora diversos ámbitos de la literatura: novela, cuento, ensayo, teatro. Entre sus libros más específicamente filosóficos se cuentan: Lo imaginario (1940), El ser y la nada (1943) y La crítica de la razón dialéctica (1960). También es preciso mencionar su opúsculo El existencialismo es un humanismo, que es una conferencia dictada en 1946 en el "Club Maintenant"; aquí, el filósofo francés define en forma clara lo que entiende por existencialismo: se trata de una doctrina que sostiene la prioridad de la 189 existencia sobre la esencia. ¿Qué significa esto? Para explicarlo Sartre pone un ejemplo: dentro de una visión técnica del mundo, pensemos en un "cortapapel" (o en cualquier otro objeto manufacturado). Ahora bien, este cortapapel participa de una esencia, no podría existir si no lo concebimos primeramente como un conjunto de recetas que nos permitan construirlo. El mundo de la producción requiere de un técnico, de un obrero que se encargue de construir los objetos a partir de una idea o modelo preconcebido. Jean Paul Sartre (1905-1980). Es el más genuino representante de los existencialistas ateos. Dios no existe y por lo tanto nos encontramos sin valores u órdenes que legitimen nuestra conducta. No tenemos ni detrás ni delante de nosotros, en el dominio luminoso de los valores, justificaciones o excusas. El hombre está condenado a ser libre. Comparativamente hablando, en la historia de la filosofía encontramos una tradición esencia lista, según la cual el hombre es concebido conforme a una naturaleza fija. Por ejemplo el concepto de hombre como ser racional o como ser político, etc., es válido para referirse a todos los hombres individuales, es una especie de molde o receta aplicable a cualquier ser humano. Así, tanto en el caso del cortapapel, como en el del hombre (dentro de esta concepción esencialista) nos encontramos con que la esencia precede a la existencia (concepción opuesta a la del existencialismo). El existencialismo ateo representado por Sartre se opone a esta concepción tradicional del esencialismo. "Declara que si Dios no existe hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto."52 La frase: "la existencia precede a la esencia" significa que el hombre comienza por existir, se encuentra, urge en el mundo y después se define. De tal manera que el hombre es como un proyecto que va ir determinándose a través de su existencia. "El hombre dice Sartre - no es otra cosa que lo que él se hace." El hombre resulta ser enteramente responsable de sus actos, esto que no hay esencias ni seres trascendentes a los que deba rendir cuentas. Sin embargo, la responsabilidad del hombre no es meramente individual. Queriendo romper con una postura solipsista, Sartre considera que el hombre, al elegir una forma de existencia está, al mismo tiempo, eligiendo por toda la humanidad y esto acarrea la angustia. Si yo elijo, por ejemplo; ser sindicalista, profesor o aún drogadicto, estoy suponiendo que esta elección es la mejor para los demás hombres. De este modo nuestra responsabilidad es mucho mayor de lo que podríamos suponer, porque es una elección en la que está en juego el destino de la humanidad. Vinculada con la elección y el compromiso está la angustia, sentimiento que surge ante la perplejidad y responsabilidad tremenda en que nos coloca una elección. No podemos soslayar la angustia, quien la evade o enmascara desemboca en la "mala fe". En el Existencialismo es un humanismo, Sartre ilustra el concepto de la angustia con el ejemplo de Abraham, personaje bíblico al que se le aparece un ángel. ¿Soy en verdad Abraham?, ¿es en verdad un ángel aquella visión? Estas preguntas llenas de duda y perplejidad nos instalan en el sentimiento de la angustia. En su obra, El ser y la nada, Sartre distingue entre dos categorías: "el ser en sí" y el "ser para sí". El ser para sí es el ser consciente, el hombre como conciencia activa e intencional que se dirige a las cosas. Esta con- ciencia o ser para sí, al enfrentarse con el mundo se encuentra con un ser distinto a ella; este ser es lo que Sartre llama el ser en sí, el cual se diferencia del ser para sí por su inmovilidad, esteticidad o esencialidad. El ser en sí existe enteramente sólido y sin fisuras. La totalidad de sus posibilidades se halla, por así decirlo, embebida en su ser una silla o ser un árbol. Pero el ser para sí (o sea el hombre) es completamente distinto. El ser para sí introduce en el mundo un factor de aniquilación, comportando la nada tanto en el sentido de un vacío -un lograr no ser cosa alguna-. "Un ser para sí sabe que no posee la maciza existencia de los árboles y las sillas, y se esfuerza en vano contraponiéndose a las demás cosas, por conseguirlas."53 La nada está instalada en el hombre como el gusano en la manzana. A partir de esta diferenciación entre el ser para sí y el ser en sí, Sartre aborda el tema de las relaciones que se dan entre el hombre y el mundo. Estas relaciones muestran un contraste, pues por un lado tenemos el mundo regido por leyes necesarias y por el otro al hombre, ser contingente y libre para hacer lo que ha elegido (el hombre es libertad). 190 Al intentar dotar de sentido al mundo y a las cosas con que se topa, el hombre experimenta náusea y angustia. La náusea, por ejemplo, tal como la describe Sartre en su novela del mismo nombre, nos muestra cómo aparece el mundo cuando se le capta en su contingencia absoluta, despojado de toda esencia. "Las cosas ----dice Sartre- se han desembarazado de sus nombres. Están ahí grotescas, obstinadas, gigantes, y parece absurdo llamarlas por algún nombre o decir cualquier cosa de ellas; estoy en medio de las cosas, las innominables. Solo, sin palabras, sin defensa."54 En El ser y la nada Sartre habla de la "viscosidad" de las cosas, como categoría propia de la realidad: con ello se refiere a algo que no podemos asir, en virtud de su escurridiza contextura. Para zafarnos de la viscosidad de las cosas tendríamos que ser capaces de enfocar nuestra vida como si ésta discurriese por cauces fijos y rectilíneos, capaces de considerarnos a nosotros mismos como sólidos seres en sí que se moviesen en un mundo de objetos asimismo sólidos y fatalmente pre- decibles en su comportamiento. Por otro lado, ya vimos cómo la elección se acompaña de angustia. Cualquiera que sea nuestra elección nunca podríamos justificarla plenamente como si se tratara de un ser en sí. Por ello nos sentimos angustia- dos ante el reconocimiento de que tenemos que elegir, porque la elección es completamente gratuita. Al intentar justificar nuestra elección sucumbiremos en lo que Sartre llama "mala fe". Por ejemplo, sería "mala fe" inventar cualquier excusa o pretexto para explicar y 1. Define los conceptos enunciados en el 2. 3. 4. S. 6. vocabulario. Explica tres características del existencialismo. Caracteriza los tres estadios de la existencia según Kierkegaard. Diferencia entre "problema" y "misterio" según la filosofía de Gabriel Marcel. Explica qué es la náusea, en la novela de Sartre del mismo nombre. Analiza el mensaje filosófico de alguna novela o drama de J. P . Sartre. revestir de carácter necesario cualquier elección nuestra: así, compramos un objeto costoso y superfluo, y decimos que era necesario porque si no lo comprábamos justo ahora, su precio iba a aumentar; o no participamos en una actividad política de nuestra comunidad objetando que no tenemos vocación para esos menes- teres, etcétera. Sartre analiza también las relaciones del ser para sí con sus semejantes, con "los otros". En general, las relaciones del ser para sí con los otros son conflictivas: "el infierno son los otros". Los otros tienden a anular la libertad, a cosificar al ser para sí. Esto sucede incluso en una relación tan personal e íntima como es la relación amorosa. El amor, considera Sartre, es también voluntad de dominio, sólo que en lugar de pretender conquistar un simple objeto, se dirige a un sujeto; el enamorado no desea poseer a la amada como se posee una cosa; reclama un tipo especial de propiedad; la posesión de una libertad como libertad. F i g u r a 7 . 1 4 Para Sartre, la relación amorosa expresa una voluntad de dominio, en lugar de dirigirse a una cosa se dirige a un sujeto. 7. Contesta las siguientes preguntas: a) ¿Qué significa el que la existencia precede a la esencia? b) ¿Cuál es el estadio existencial más auténtico para Kierkegaard y por qué? 191 c) ¿Cuáles son las obras más importantes de Gabriel Marcel? d) ¿Qué es el hombre según Sartre? e) ¿Qué importancia tiene el concepto de responsabilidad en Sartre? f ) ¿Qué es el ser "en sí" y el "para sí"? comprometen a sí mismos, y cuando se les dice: pero, ¿si todo el mundo procediera así?, se encogen de hombros y contestan: no todo el mundo procede así. Pero en verdad hay que preguntarse siempre: ¿qué sucedería si todo el mundo hiciera lo mismo? Y no se escapa uno de este pensamiento inquietante sino por una especie de mala fe. El que miente y se excusa declarando: todo el mundo no procede así, es alguien que no está bien con su conciencia, porque el hecho de mentir implica un valor universal atribuido a la mentira. J. P. Sartre, El existencialismo es un humanismo, Buenos Aires, Sur, 1960, pp. 18-19. a) ¿Qué es la angustia? 8. Después de leer el siguiente texto contesta las preguntas que se presentan al final. La responsabilidad que compromete a todos los hombres engendra la "angustia" existencia lista Ante todo, ¿qué se entiende por angustia? El existencialista suele declarar que el hombre es angustia. Esto significa que el hombre que se compromete y que se da cuenta de que es no sólo el que elige ser, sino también un legislador, que elige al mismo tiempo que a sí mismo a la humanidad entera, no puede escapar al sentimiento de su total y profunda responsabilidad. Ciertamente hay muchos que no están angustia- dos; pero nosotros pretendemos que se enmascaran su propia angustia, que la huyen; en verdad, muchos creen al obrar que sólo se b) ¿Qué relación hay entre la angustia y la responsabilidad? c) ¿Qué es la "mala fe"? d) ¿Qué importancia crees que tenga el concepto de "angustia" en la ética de Sartre? Angustia, conciencia, esencia, estadios de la existencia, existencia, existencia auténtica, existencia vana, imaginación, libertad, misterio, nada, náusea, problema, responsabilidad, ser en sí y para sí. 192 Abbagnano, N., Introducción al existencialismo, México, FCE, 1962. Collins, James, El pensamiento de Kierkegaard, México, FCE, 1958. Corvez, Maurice, La filosofía de Heidegger, México, FCE, 1970. Chiodi, Pietro, El pensamiento existencialista, México, Manuales UTEHA, 1962. Escobar Valenzuela, G., "Kierkegaard: una aproximación", en Revista del Colegio de Bachilleres, núm. 13, abril- junio, 1982. Garzón, Bates Juan, "El existencialismo", en A. 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Calicles y el derecho del más fuerte Un antecedente del anarquismo se encuentra desarrollado en el diálogo Gorgias escrito por Platón; en esta obra aparece la teoría del derecho del más fuerte, la cual es sostenida por un sofista de nombre Calicles. Según este sofista, los preceptos morales establecidos por el hombre carecen de valor. Lo único valioso es la naturaleza. Ahora bien, la naturaleza nos demuestra, a cada momento, que los más fuertes y poderosos vencen a los más débiles y pequeños. Pero la naturaleza demuestra -afirma. Calicles- a mi juicio, que es justo que el que vale más que otro que vale menos, y el más fuerte mas que el débil. Ello hace ver en mil ocasiones que esto es lo que sucede respecto de los animales como de los hombres mismos entre los cuales vemos estados y naciones enteras, donde la regla de lo justo es que el más fuerte mande al débil, y que posea más. Y en otro fragmento del diálogo dice el mismo Calicles: "Todos los bienes de los débiles y los pequeños pertenecen de derecho al más fuerte y mejor."56 Según Calicles, la naturaleza es la única norma válida para juzgar la conducta de los hombres, y esta norma establece marcada diferencia entre los hombres. Conforme con la ley de la naturaleza, los más fuertes tienen el derecho de oprimir a los más débiles, de acuerdo con las máximas: "el pez grande se come al chico", y el "león devora al cordero". Lo que sucede entre los animales, acontece entre los hombres. Así, Calicles es quien expone por primera vez la doctrina del derecho del más fuerte. Pero no es en la teoría del derecho del más fuerte, donde la tesis de Calicles se vincula con el anarquismo, sino en su repudio a lo normativo o al no reconocimiento del orden legal, pues --como veremos- la tesis central del anarquismo consiste en negar la validez de toda forma de gobierno y de cualquier sistema normativo ya que éstos limitan la libertad natural y legítima del individuo. 193 F i g u r a 7 . 1 5 la tesis central del anarquismo es que toda forma de gobierno limita la libertad natural del individuo. El anarquismo Etimológicamente anarquismo significa ausencia de gobierno. El primero que utiliza esta palabra fue P. S. Proudhon, quien concibe al anarquismo como una doctrina encaminada a abolir el gobierno, la autoridad y todo orden de carácter jurídico y moral. Según el anarquismo, todo lo proveniente del orden moral, todo lo que ostenta carácter legal y normativo se reduce a un conjunto de convencionalismos establecidos artificiosamente por la sociedad. Los anarquistas declaran la guerra a las normas morales, al derecho, a la religión, al Estado, a la familia. Sólo reconocen una norma: la que proviene de la naturaleza. Los precursores del anarquismo ideológico florecen en el siglo XVIII, la época de la Ilustración. Los filósofos franceses con sus ideas de perfectibilidad y progreso crean un clima propicio para la aparición del anarquismo. La idea defendida por Rousseau acerca de que "el hombre nació libre y está dondequiera encadenado", se convierte en uno de los principios fundamentales del anarquismo, el cual intenta romper las cadenas median- te la reorganización de la economía y la política para liberar al hombre de la opresión del Estado. Las etapas iniciales del anarquismo se remontan a dos defensores del individualismo de finales del siglo XVIII y principios del XIX: Max Stirner, de Alemania y William Godwin, de Inglaterra. Max Stirner imagina una "unión de egoístas", compuesta por superhombres independientes, libres de toda cadena legal. Desde el punto de vista filosófico, Stirner es el más importante teórico del anarquismo, su verdadero nombre es Kaspar Schmidt; nace en 1806, muere en 1856 y es autor de la célebre obra El único y su propiedad. La tesis fundamental de Stirner consiste en que el individuo es la única realidad y el único valor y, por tanto, la medida de todo; subordinado a Dios, a la humanidad al Estado, al espíritu, a un ideal cualquiera, así sea el mismo ideal del hombre, es imposible, ya que todo esto es diferente y opuesto al yo singular; es un espectro del que acaba por resultar esclavo. Desde este punto de vista, la única forma de convivencia social es la de una asociación privada de toda jerarquía, en la cual el individuo entra para multiplicar su fuerza y que para él es sólo un medio. Esta forma de asociación puede nacer solamente de la disolución de la sociedad actual; y es, para el hombre, el estado de naturaleza, que puede ser sólo el resultado de una insurrección que logre abolir toda constitución estatal. Con las propias palabras de Stirner, los argumentos en los que descansa su doctrina son: El individuo no está supeditado a Dios, pues Dios sólo atiende a su causa; Dios es todo en todo, el todo es, por lo tanto su causa; pero nosotros no somos todo en todo y nuestra causa es por completo minúscula y despreciable; por consiguiente, hemos de seguir una causa más alta. 57 La causa de Dios, dice Max Stirner, es una causa puramente egoísta. ¿Será entonces nuestra causa la humanidad? Al igual que Dios -responde Stirner la humanidad sólo se ocupa de sus propios intereses, la humanidad es su propia causa; a la humanidad poco le importa que naciones e individuos se agoten a su servicio, y cuando han cumplido con lo que la humanidad necesita, los arroja al muladar de la historia, en señal de agradecimiento. Stirner menciona otras causas como la verdad, la libertad, la justicia para señalar que todas ellas se oponen a la realidad única que es el individuo. Por mi parte – sostiene- el filosofo anarquista-he sacado una lección de todo esto, y en vez de servir denodadamente a esos grandes egoístas, propongo servirme a mi mismo. Dios y la humanidad no han fundado su causa en nada, sino por ellos mismos. Me preocuparé, por tanto, de mi mismo, pues soy igual que Dios, la nada de los otros; soy mi todo, soy el único. ¡Lejos de mí, pues, toda causa que no sea por completo la mía propia! ¡Mi causa, pensareis, ha de ser siguiera la buena cosa! ¿Qué es bueno y que es malo? ¿cómo? Yo mismo soy mi causa y no soy ni bueno ni malo; ni eso tiene sentido para mi. 194 Por su parte, Godwin refina y desarrolla los argumentos de Rousseau; este autor culpa al mal gobierno del padecer humano, insistiendo en que la razón, desarrollada con la educación, podría resolver el problema de la humanidad. Otro anarquista importante fue Miguel Bakunin (18141876), quien desarrolló técnicas efectivas para difundir en toda Europa el movimiento anarquista y su ideología. Fue miembro de la Primera Internacional, y por consiguiente, uno de los fundadores del comunismo. En su obra, Catecismo revolucionario, Bakunin pide la abolición de la sociedad burguesa; "el revolucionario, dice, desprecia la moral, la religión, el derecho. Entre él y la sociedad hay una lucha a muerte, un odio irreconciliable". En el aspecto ético, piensa Bakunin: "La moral no tiene otro origen, otro estímulo, otra causa, otro objeto que la libertad. La moral misma no es otra cosa que la libertad. Por eso, todas las restricciones que se le han hecho a la libertad con el fin de proteger a la moral siempre han resultado en detrimento de ésta“. En cuanto a la religión, el pensamiento de Bakunin es típico del anarquismo, como se ve en el siguiente pasaje: Define las palabras que aparecen en el vocabulario, de preferencia consultando un autor anarquista. 2. Investiga las relaciones y diferencias entre marxismo y anarquismo. 3. Lee la crítica que se le hace a Max Stirner en la Ideología alemana (cap. m) de Marx y Engels. Elabora un breve resumen de esa lectura. 4. Elabora una crítica u opinión sobre la posibilidad de abolir el Estado: ¿es posible la abolición del Estado como pretende el anarquismo? Todas las religiones con sus dioses, sus semidioses y sus profetas, su mesías y sus santos, han sido creadas por la fantástica imaginación de los hombres, que no han alcanzado pleno desenvolvimiento ni la completa posesión de sus facultades intelectuales. Por esto el cielo religioso no es más que un espejo, en el cual el hombre, exaltado por la ignorancia y por la fe, descubre su propia imagen, pero agrandada, esto es, divinizado. La historia de las religiones, del nacimiento, del desarrolló, y decaimiento de los dioses, no es otra cosa, por lo tanto, que el desenvolvimiento mismo de la inteligencia colectiva y de la con- ciencia de la humanidad. El ideal ético de Bakunin se encuentra en la libertad individual y para ello es necesaria la destrucción de todo sistema normativo que la impida. Todas las religiones con sus dioses o semidioses --dice Bakunin- no son más que creaciones fantásticas de los hombres para apaciguar sus temores. Esclavos de Dios, los hombres son esclavos también de la Iglesia y del Estado. 5. Contesta, las siguientes preguntas: a) ¿Cuáles son los antecedentes del anarquismo en la antigua Grecia? b) ¿En qué consiste la teoría del "derecho del más fuerte"? 195 c) d) ¿Cuáles son las principales ideas de Max Stirner? ¿Cómo concibe P. S. Proudhon al anarquismo? e) ¿Qué es la moral para Miguel Bakunin? ¿Cuál afirma que es su origen? f) ¿Qué concepto tiene Bakunin de la religión? g) En general ¿Cuál es el concepto de libertad que priva en las teorías anarquistas? 6. Después de leer el texto propuesto, contesta las cuestiones que se presentan al final. El anarquismo, la moral y la educación Toda educación racional no es en el fondo más que la inmolación progresiva de la autoridad en beneficio de la libertad, y su objeto final debe ser la formación de hombres libres, llenos de amor y respeto por la libertad de sus semejantes. Por esta razón el primer día de la vida escolar, suponiendo que en las escuelas reciban niños apenas capaces de articular algunas palabras, sería el de mayor autoridad y el de la más completa ausencia de la libertad, pero el último día de la vida escolar sería también el de la mayor libertad y el de la abolición absoluta del principio de autoridad, tanto divina como humana. El principio de autoridad aplicado a los hombres cuando se hallan en la mayor edad es una monstruosidad, una negación flagrante de la humanidad, una fuente de esclavitud y de depravación moral e intelectual. Desgraciadamente los gobiernos han dejado a las masas populares encenagarse en una ignorancia tan profunda, que va a ser necesario establecer escuelas, no solamente para los niños, sino también para el pueblo mismo. De esas escuelas será absolutamente eliminada la menor aplicación o manifestación del principio de autoridad. Ya no serán escuelas, serán academias populares, en donde no se conocerá la distinción entre profesores y alumnos, a las que el pueblo acudirá libremente, si lo juzga necesario, para adquirir una instrucción libre, y en las que, rico con su propia experiencia, enseñará a su vez muchas cosas a los profesores que aporten conocimientos que él no tiene. Esta será entonces una enseñanza mutua, un acto de fraternidad intelectual entre la juventud instruida y el pueblo. La verdadera escuela del pueblo, la escuela de todos los hombres es la vida. La sola autoridad grande y omnipotente, a la par que racional y natural, la única que nosotros respetamos es la del espíritu público y colectivo en una sociedad fundada en el mutuo respeto de todos sus miembros. Sí; hay una autoridad que no tiene nada de divina, que no esclavizará por cierto a los hombres, sino que los emancipará. Será un millón de veces más poderosa, estoy seguro de ello, que todas vuestras autoridades divinas, teológicas, metafísicas, políticas y jurídicas establecidas por la Iglesia y por el Estado; más poderosa que vuestros códigos penales, vuestros carceleros y vuestros verdugos. El poder del sentimiento colectivo o espíritu público es hoy un asunto muy serio. Los hombres más propensos al crimen casi osan desafiarlo, afrontarlo abiertamente. Ellos procurarán engañarlo, pero teniendo siempre mucho cuidado de no ser muy rudos con él, a menos que cuenten con el apoyo de una minoría más o menos numerosa. No hay hombre, por poderoso que se crea, que tenga valor suficiente para afrontar el unánime desprecio de la sociedad; no hay quien pueda vivir sin sentirse apoyado cuando menos por el asentimiento y la 196 estimación de una parte de la sociedad. Se necesita estar animado por una convicción grandísima y muy sincera, para que un hombre tenga el valor de hablar y obrar contra la opinión de todos, y jamás un hombre depravado, mezquino y cobarde tendrá semejante valor. No hay nada que como este hecho pruebe terminantemente la solidaridad natural e inevitable que mantiene a los hombres unidos. Cada uno de nosotros puede comprobar esta ley todos los días, tanto en sí mismo, como en aquellos hombres con quienes sostenga rela- ciones. Pero si este poder social existe ¿por qué no ha sido suficiente hasta aquí para moralizar a los hombres? Sencillamente porque hasta aquí ese poder no se ha humanizado, porque la vida social de la que siempre es fiel expresión, se basa, como es sabido, en el culto divino, y no en el respeto humano; en la autoridad no en la libertad; en el privilegio, no en la igualdad; en la explotación, no en la fraternidad de los hombres; en la iniquidad y en la mentira, no en la justicia y en la verdad. Por consiguiente, su acción real, siempre en contradicción con las teorías humanitarias que profesa, constantemente ha ejercido una influencia funesta y depravadora. No reprime los vicios y los crímenes; los crea. Su autoridad es, por consiguiente, una autoridad divina, antihumana; su influencia es perjudicial, funesta. ¿Queréis tornarlas humanas y bienhechoras? Haced la Revolución Social. Haced que todas las necesidades se vuelvan realmente solidarias, que los intereses materiales y sociales de cada uno se hallen de acuerdo con los deberes humanos de cada uno. Y para esto no hay más que un medio: la destrucción de todas las instituciones de la desigualdad; la fundación de la igualdad económica y social de todos; y sobre esta base se elevará la libertad, la moralidad, la humanidad solidaria de todos. Miguel Bakunin, Dios y el Estado, México, Organización Editorial Capricornio, 1969, pp. 50-53. a) ¿Qué piensa Bakunin del "principio de autoridad"? b) ¿Cómo debe ser una auténtica educación? c) ¿Qué clase de hombre puede desafiar el autoritarismo? d) ¿Qué críticas formula Bakunin a la sociedad desde su perspectiva anarquista? e) Tres valores morales que defiende el anarquismo son: f) Desde el punto de vista del anarquismo elabora una tabla de "valores" y "contravalores". Anarquismo, egoísmo, igualdad, justicia, libertad, moral, propiedad, religión, revolución. Ansart, Pierre, Sociología de Proudhon, Buenos Aires, Proyección, 1960. Bakunin, Miguel, El sistema del anarquismo, Buenos Aires, Proyección, 1963. 197 ___ , Dios y el Estado, México, Org. Editorial Capricornio, México, 1969. Christie, Stuart, Anarquismo y lucha de clases, Buenos Aires, Proyección, 1963. Guérin, Daniel, El anarquismo, Buenos Aires, Proyección, 1963. Hart, M. 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Significa el aire libre y las posibilidades de la naturaleza contra los dogmas, lo artificial y la pretensión de una finalidad en la verdad. Con esta caracterización debida a la pluma de William James, nos introducimos a una de las filosofías de nuestro tiempo: el pragmatismo. Los dos tipos de mentalidades según William James. Mentalidad suave Mentalidad dura Racionalista (que se guía Empirista (que se guía por por "principios") "hechos") • Intelectualista • Sensacionalista • Idealista • Optimista • Religioso • Indeterminista • Monista • Dogmático • Materialista • Pesimista • Irreligioso • Fatalista • Pluralista • Escéptico El pragmatismo tiene sus orígenes en un artículo publicado por Charles Peirce en 1878, "Cómo clarificar nuestras ideas"; según Peirce, "toda la función del pensamiento es producir hábitos de acción". La tesis central del pragmatismo radica en la acción y la utilidad; la verdad, según el pragmatismo, consiste en la utilidad. La veracidad, por ejemplo, de las ideas o de una conducta ética determinada, consiste en el buen éxito que puedan tener. Así, el criterio de verdad es el éxito práctico tenido en el mundo. El pragmatismo altera o cambia el sentido de verdad tradicional y lo hace relativo a una casuística de la producción y de la utilidad. El pragmatismo está basado en el principio de que toda concepción abstracta tiene sentido sólo y en cuanto influye en la experiencia concreta. Esta doctrina presupone que toda realidad tiene un carácter práctico, y que éste se expresa del modo más eficaz en la función de la inteligencia. Según el pragmatismo, el valor de las ideas deriva de su sentido práctico. O Todo pensamiento es un instrumento para resolver problemas inmediatos. Afirma que las ideas sólo tienen valor en la medida en que anclan en la experiencia, las ideas no son más que planos de operaciones para cambiar la faz de la tierra. Las ideas no tienen valor alguno, a no ser que se conviertan en acción que transforma y reconstruya de algún modo, directa o indirectamente, el cosmos. Dewey (uno de los principales filósofos pragmatistas, como se verá) define la idea como "una indicación de algo para ser hecho", como un aguijón para la acción. El hombre es, según el pragmatismo, el homo faber. Los hombres están constituidos más para actuar que para teorizar. La acción total del hombre es asunto de la ética, pues "el término moral no apunta a una especial comarca o porción de la vida"; toda la actividad del hombre es moral. La moral es todo el ser humano puesto en acción. Una de las figuras más destacadas del pragmatismo es William James, que nació en Nueva York en 1842 y murió en 1910; se doctoró en medicina en 1869 yen 1876 fue nombrado profesor titular de filosofía en 198 Harvard. Sus obras fundamentales son: Principios de psicología, Compendio de psicología, La voluntad de crear, Las variedades de la experiencia, El pragmatismo, El significado de la verdad y Problemas de la filosofía. Además, puede mencionarse a John Dewey, gran continuador de la filosofía y de la ética pragmática. Dewey nació en Burlington en 1859 y falleció en 1952; su pensamiento pragmatista fue desarrollado en obras como: Democracia y educación, Cómo pensamos, Reconstrucción de la filosofía, Lógica, La búsqueda de la certeza. La ética de Dewey se refiere a la acción y al presente. "Es mejor para la filosofía --escribe Dewey- el error participando activamente en las luchas y problemas actuales de su propia época y tiempo, que el mantener una unánime impecabilidad monástica sin relieve y sin influjo en las ideas generadoras de su presente contemporáneo." El pasado sólo vale por el presente; sin el pasado no podría valorarse el presente; sin embargo, lo definitivo es el presente. Dice Dewey: "El pasado, como pasado, está muerto, salvo para el goce y refrigerio estético; mientras que el presente está con nosotros. El conocimiento del pasado es significativo solamente en cuanto profundiza y extiende nuestra inteligencia del presente". Dentro de la ética de Dewey, ocupa un lugar central el problema de la libertad, entendida no como posibilidad de actuar de una o de otra forma, sino como posibilidad de cambiar, de transformar el carácter. La libertad explica el filósofo estadounidense en su sentido práctico y moral, está conectada con la posibilidad de crecimiento, el saber y la modificación del carácter, como también la responsabilidad. La razón por la que no consideramos una piedra como libre es porque no es capaz de cambiar su modo proceder o de adaptarse de intento a nuevas condiciones. 1) Señala las características fundamentales del pragmatismo. c) ¿En dónde tiene sus orígenes esta doctrina? 2) Establece sus relaciones con el utilitarismo. Define la verdad según diversos filósofos pragmatistas. d) ¿Qué importancia tiene la moral para el pragmatismo? 3) Establece el concepto de moral según el pragmatismo. 4) Menciona las consecuencias morales que se desprenden de una moral pragmática (que busca el éxito inmediato) aplicada a la sociedad. 5). Contesta las siguientes preguntas: a) ¿Qué se entiende por pragmatismo? b) ¿Qué crítica le hace el pragmatismo a las filosofías racionalistas o especulativas? e) ¿Qué es la libertad para Dewey? 7, Lee cuidadosamente el texto siguiente y contesta las preguntas que se presentan al final. Concepción pragmática de la verdad La verdad, como dicen los diccionarios, es una propiedad de algunas de nuestras ideas. Significa acuerdo con la realidad, así como falsedad significa desacuerdo con ella. Tanto el pragmatismo como el intelectualismo aceptan esta definición, y discuten sólo cuando surge la 199 cuestión de qué ha de entenderse por los términos "acuerdo" y "realidad", cuando se juzga que la realidad es algo con lo que han de estar de acuerdo nuestras ideas. Al responder a estas cuestiones los pragmatistas son analíticos y concienzudos y los intelectualistas ligeros e irreflexivos. La noción popular es que una idea verdadera debe copiar su realidad. Al igual que otros puntos de vista populares, éste sigue la analogía de la experiencia más usual. Nuestras ideas verdaderas de las cosas sensibles reproducen a éstas, sin duda. Cerrad los ojos y pensad en ese reloj de pared y tendréis una verdadera imagen de su carátula. Pero vuestra idea acerca de cómo "marcha" (a menos que seáis relojeros) no llega a ser una reproducción, aunque pase por tal, pues de ningún modo se confronta con la realidad. Aun cuando nos atuviéramos tan sólo a la palabra "marchar", ésta tiene su utilidad; y cuando se habla de la función del reloj de "marcar la hora" o de la "elasticidad" de su cuerda, es difícil ver exactamente de qué son copia vuestras ideas. Advertiréis que se plantea aquí un problema. Donde nuestras ideas no pueden reproducir definidamente su objeto, ¿qué significa el acuerdo con ese objeto? Algunos idealistas parecen decir que son verdaderas cuando son lo que Dios entiende que debemos pensar sobre ese objeto. Otros mantienen íntegramente la concepción de la reproducción y hablan como si nuestras ideas poseyeran la verdad en la medida en que se aproximan a ser copias del eterno modo de pensar de lo Absoluto. Como veréis, estas concepciones invitan a una discusión pragmatista. Pero la gran suposición de los intelectualistas es que la verdad significa esencialmente una relación estática inerte. Cuando alcanzáis la idea verdadera de algo llegáis al fin de la cuestión. Estáis en posesión, conocéis, habéis cumplido un destino del pensar. Estáis donde deberíais estar mentalmente; habéis obedecido vuestro imperativo categórico y no es necesario ir más allá de esta culminación de vuestro destino racional. Epistemológicamente os encontráis en un estado de equilibrio. El pragmatismo, por otra parte, hace su pregunta habitual. "Admitida como cierta una idea o creencia --dice- ¿qué diferencia concreta se deducirá de ello para la vida real de un individuo?, ¿cómo se realizará la verdad?, ¿qué experiencias serán diferentes de las que se producirían si estas creencias fueran falsas? En resumen, ¿cuál es, en términos de experiencia, el valor real de la verdad?" En el momento en que el pragmatismo se hace esta pregunta vislumbra igualmente la respuesta: Las ideas verdaderas son aquellas que podemos asimilar, hacer válidas, corroborar y verificar; ideas falsas son las que no. Ésta es la diferencia práctica que supone para nosotros tener ideas verdaderas; éste es, por lo tanto, el significado de la verdad pues esto es todo cuanto se sabe de la verdad. William James, Pragmatismo, México, Roble, 1963, pp. 125-126. a) ¿Qué es la verdad para el pragmatismo? b) ¿Cuál es la diferencia entre la concepción de verdad dada por el racionalismo y la que propone el pragmatismo? c) ¿Qué problema plantea tradicional de verdad? el concepto 200 Vocabulario Ideas, libertad, memoria, pensamiento, pragmatismo, semiótica, verdad, verificación. Dewey, John, Teoría de la vida moral, México, Herrero Hermanos, 1965. James, William, Pragmatismo y cuatro ensayos de "El significado de la verdad', México, Roble, 1964. Mataix, Anselmo, L a norma moral en John Dewey, Madrid, Revista de Occidente, 1964. Ética marxista El elemento del proceso dialéctico tiene lugar según Hegel, en el propio espíritu, en la vida especulativa, a El marxismo es el sistema de las ideas y la doctrina de través de tres momentos: Marx. Carlos Marx (1818-1883) nació en Tréveris, a) inmediatez del espíritu; provincia del Rin. Después de estudiar en la escuela de su b) contradicción-superación, y ciudad, ingresó en la Facultad de Derecho de la c) nueva síntesis. Universidad de Bonn (1835) y al año siguiente, en la de Según Hegel, la vida y la dinámica del espíritu Berlín, donde estudió la filosofía hegeliana. Más tarde, de aparecen como la forma esencial de la realidad histórico1842 a 1843, colaboró en un periódico socialista y se social. El espíritu o sujeto es el paradigma de la realidad. familiarizó con los escritos de los socialistas utopistas Contra esta concepción plenamente idealista se franceses. En 1844 conoció en París a Engels, con quien enfrenta Marx. En la Ideología alemana, Marx hace una mantuvo amistad durante toda su vida y colaboró en vacrítica del carácter idealista de la filosofía clásica rias obras. En 1845 radicó en Bruselas y en 1849 en alemana; a ninguno de los filósofos alemanes, piensa Londres, donde permaneció hasta su muerte. Entre sus obras figuran: Miseria de la filosofía, Crítica de la Marx, se le ha ocurrido preguntar por el entronque de la economía política, El capital, La ideología alemana, filosofía alemana con la propia realidad alemana; esto es, con el propio mundo material que les rodea. En contra de Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, Manuscritos las filosofías idealistas, Marx sostiene que "las premisas económico-filosóficos. de que partimos no tienen nada de arbitrario, sino que son premisas reales, de las que sólo es posible abstraerse en Antecedentes y fuentes del marxismo la imaginación. Son los individuos reales, su acción y sus Marx es el continuador de tres corrientes ideológicas condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se esenciales del siglo XIX: la filosofía clásica alemana han encontrado como las engendradas por su propia (Hegel), la economía política inglesa y el socialismo acción. Estas premisas, agrega Marx, pueden francés. De todas estas fuentes, la filosofía de Hegel es comprobarse, consiguientemente, por la vía puramente decisiva. De Hegel, Marx hereda la dialéctica. Pero es preciso advertir que la dialéctica en Marx es diferente; la dialéctica hegeliana es de carácter especulativo, mientras que la de Marx es una dialéctica histórico-social. El método dialéctico es aquel que deduce una síntesis a partir de una tesis y una antítesis contrapuestas; en Hegel este proceso acontece en la vida del espíritu. La dialéctica de Hegel es especulativa, porque "el pro- ceso dialéctico de concepción de la realidad y la verdad es un proceso que acontece en el sujeto".68 empírica. Según Marx, la dialéctica ya no es especulativa; Hegel, afirma Marx, incurrió en una "mixtificación" de la dialéctica, es necesario invertir la dialéctica hegeliana, la cual está "cabeza abajo". La inversión de la dialéctica que reclama Marx significa que el proceso dialéctico no tiene lugar en el espíritu; en todo caso el espíritu debe conjugarse orgánicamente con otros elementos decisivos, como son 201 "las condiciones socio histórico materiales de la existencia humana. En la dialéctica de Marx --dialéctica no ya de un espíritu humano, sino de hombres siempre situados en concretas condiciones sociales y materia- lesel proceso dialéctico se define como praxis. E l h o m b re La dialéctica marxista, tal como se ha explicado, permite comprender la idea del hombre según Marx. El hombre es definido en términos de praxis. Dice Adolfo Sánchez Vázquez que "en el tránsito de los Manuscritos de 1844 a la Ideología alemana y las Tesis sobre Feuerbach, Marx deja establecido un concepto de la esencia del hombre como praxis, es decir, como ser productor, transformador, creador. Esta esencia la concibe, a su vez, como dada efectivamente en su vida real, en su pro- pia existencia social e histórica."71 Para explicar al hombre debe partirse de los individuos reales, de sus acciones prácticas y de sus condiciones materiales de existencia. Los hombres no son algo aparte de lo que manifiestan, o sea, de su vida real y de su historia. El hombre se define esencialmente por la producción. Dice Marx en la Ideología alemana: "El hombre mismo se diferencia de los animales desde el momento en que comienza a producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida material". 72 Además el hombre se define como ser social. "La esencia humana no es algo abstracto e inmanente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales que producen tanto la naturaleza del hombre social como del individuo."73 L a e n a je n a c ió n Una idea clave de la filosofía marxista es la enajenación. Hegel habla de enajenación, pero en un sentido metafísico y abstracto; según Marx, la enajenación se da en un plano concreto y humano. En los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, Marx habla de la enajenación del hombre en el trabajo. Según Marx, la separación entre el productor y la propiedad de sus condiciones de trabajo constituye un proceso que transforma a los medios de producción en capital y, a la vez, transforma los productores en asalariados; por lo tanto, es necesario liberar al hombre de la esclavitud originada por el trabajo, que no le pertenece, mediante una apropiación del trabajo. De este modo el hombre puede dejar de vivir en estado enajenado para alcanzar la libertad. En los párrafos siguientes de los Manuscritos económico-filosóficos, Marx ilustra sobre lo que significa la enajenación en el trabajo: El trabajo afirma produce, ciertamente, maravillas para los ricos, pero produce privaciones para el trabajador. Produce palacios, pero también cabañas para el trabajador. Produce belleza, pero deformidad para el trabajador. Sustituye al trabajo por la maquinaria, pero desplaza a algunos trabajadores hacia un tipo bárbaro de trabajo y convierte a los demás en máquinas. Produce inteligencia, pero también estupidez y cretinismo para los trabajadores. El trabajador --continúa Marx más adelante- sólo se siente a sus anchas, pues, en sus horas de ocio; mientras que en el trabajo se siente incómodo. Su trabajo no es voluntario sino impuesto, es un trabajo forzado. No es la satisfacción de una necesidad, sino sólo un medio para satisfacer otras necesidades. " E s tru c tu ra ys u p e re s tru c tu ra En Marx se encuentra una auténtica filosofía de la historia, ya que pretende encontrar la ley que explique la historia humana. Esta ley implica sostener que el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. En la historia se encuentra una estructura formada por las relaciones económicas y sociales, y una superestructura que es el resultado de una estructura económica dada; la superestructura está constituida por la religión, el arte, la filosofía, la ideología, la moral, etcétera. La ética marxista considera la moral como reflejo de las relaciones sociales en desarrollo, como expresión de los intereses de las distintas clases que afirman su comprensión del bien y el mal, del deber y la conciencia, del bien social y la felicidad individual. La ética marxista, al ex- presar los intereses de la clase más progresista de la historia, el proletariado, fundamenta teóricamente los principios de la moral comunista, de la moral de la ayuda recíproca, la camaradería y el colectivismo. 202 La ganancia que enriquece al capitalista proviene de la explotación del trabajador (plusvalía). El obrero crea en seis horas (tiempo de trabajo necesario) un producto que basta para su mantenimiento; durante las seis horas restantes (tiempo de trabajo suplementario) engendra un plusproducto, que es la plusvalía. Aplicando la dialéctica, Marx considera que la sociedad capitalista, al crear una clase explotada, ha crea- do sin quererlo el principio de su propia destrucción. F i g u r a 7.16 Para la ética marxista el proletariado es la clase más progresista de la historia, de ahí fundamento su moral en la ayuda recíproca, la camaradería y el colectivismo. Cuando se llega a considerar que la superestructura es la auténtica realidad, entonces se desemboca en la enajenación. La historia se explica por las contradicciones de su vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. En la historia se advierten así, por su modo de producción, sociedades como la asiática, la antigua, la feudal y la moderna burguesa. Marx critica especialmente a la sociedad burguesa, la cual representa la más avanzada etapa de la explotación del hombre por el hombre. El trabajador - escribe Marx- tiene la desgracia de ser un capital viviente [ ... ] en la sociedad capitalista, tal como Marx concibe, la explotación del hombre por el hombre llega a su máximo, porque el capital es la forma de una riqueza acumulada a base de la utilización del trabajo de los proletaríos. La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días -dice Marx- es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos. señores y siervos, maestros y oficiales; en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces, y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes [ ... ] La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas. Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase: toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado." Con la revolución proletaria empezará la historia de la humanidad en dos etapas: el socialismo y el comunismo. El socialismo es una sociedad que se desarrolla directamente a partir del capitalismo, es una primera fase de la nueva sociedad. El comunismo, por el contrario, es una etapa más elevada de la sociedad y sólo puede desarrollarse cuando el socialismo se haya afianzado plenamente. 203 1.Explica los términos o categorías esenciales del marxismo del vocabulario. e) ¿Cuáles son las diferencias entre socialismo y comunismo? 2. Compara la dialéctica hegeliana con la marxista. 3. Relaciona y diferencia entre la teoría de Marx y la de Feuerbach. 4. Menciona diversas interpretaciones del marxismo. 5. Redacta un ensayo que se proponga valorar la contribución filosófica histórica, económica y moral del marxismo (solicita la orientación de tu profesor). 6. Lee y resume las principales tesis sostenidas por Marx y Engels en El manifiesto comunista. 7. Contesta las siguientes preguntas: a) ¿Cuáles son las principales fuentes del j) ¿Qué valores morales fomenta la sociedad socialista? 8. Lee el siguiente fragmento y comenta las características de la sociedad comunista que preconizaba Carlos Marx. En la sociedad sin clases, cada cual recibirá según sus necesidades marxismo? b) ¿Qué diferencias se advierten entre el método hegeliano y el marxista? c) ¿Qué concepción del hombre nos da el marxismo? el) Según los modos de producción ¿cuáles son las etapas sociales o históricas? En una fase superior de la sociedad comunista, cuando hayan desaparecido la esclavizante subordinación de los individuos a la división del trabajo y, con ella, el antagonismo entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo se haya convertido no sólo en medio de subsistencia, sino en la primera necesidad de la existencia; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos los sentidos vayan aumentando las fuerzas productoras, y cuando todas las fuentes de riqueza colectiva fluyan con abundancia, solamente entonces se superará por completo el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir sobre sus banderas: "De cada uno según sus facultades; a cada uno según sus necesidades". Carlos Marx, "Crítica del programa de Gotha" en Oeuvres choisies, II, p. 571. Clase, comunismo, conciencia, dialéctica, enajenación, estructura, historicismo, ideología, lucha de clases, materialismo, modos de producción, plusvalía, praxis, proletariado, socialismo, superestructura, valor de cambio, valor de uso. 204 Engels, F., El cristianismo primitivo. Del socialismo utópico al socialismo científico, México, Ediciones de Cultura Popular, 1970. Fischer, Ernest, Lo que verdaderamente dijo Marx, México, Aguilar, 1970. Frornm Erich, Marx y su concepto del hombre, México, FCE;1966. Glantz, Susana, No es tan difícil leer a Marx, México, Pangea Editores, 1991. Lenin, Marx, Engels, Marxismo, Moscú, Progreso, 1969. Marx y Engels, La ideología alemana, México, Ediciones de Cultura Popular, 1977. Mondolfo, Rodolfo, Marx y marxismo, estudios histórico-críticos, México, FCE, 1972. Parisi, A., Raíces clásicas de la filosofía, México, ANUlES, 1966. Sánchez Vázquez, A., Filosofía en la praxis, México, Grijalbo, 1967. ___ , Filosofía y economía en el joven Marx, México, Grijalbo, 1982. ___ , Sobre filosofía y marxismo, México, Ediciones de la Universidad de Puebla, 1983. Shiskhin, A. F., Ética marxista, México, Grijalbo, 1966. Wilson, E., Hacia la estación de Finlandia, Madrid, Alianza Editorial, 1972. Neopositivismo El neopositivismo representa un vasto movimiento intelectual de nuestra época, que se distingue por cultivar diversos campos del saber como la lógica, la lingüística y la filosofía. En su libro Raíces clásicas de la filosofía contemporánea, Alberto Parisi distingue las siguientes corrientes básicas que comprende el neopositivismo: a) La lógica matemática, representada por Alfredo North Withehead y Bertrand Russell, quienes en 1913 publican su famosa Principia matemática, que es la base de la Lógica Simbólica contemporánea. b) La corriente lógica-lingüística del Círculo de Viena (Schlick, Reichenbach, Neurath, Carnap, etc.) y del Círculo de Varsovia (Lukasiewicz, etc.), así como los lógicos estadounidenses (Lewis, Langer, Quine, etcétera). c) De ambas corrientes, pero en especial del Círculo de Viena (que recibe decisivas influencias del filósofo alemán E. Mach, y del Tratado de Wittgenstein), surge lo que se denomina Filosofía analítica, representada por intelectuales del Círculo de Viena (como Carnap) por varios filósofos de Oxford y otros estadounidenses. Entre las fi- guras prominentes de esta filosofía deben citarse Austin, Ryle, Ayer, Richards, etcétera. Dentro de todas estas corrientes, el Círculo de Viena alcanza una gran difusión y nivel internacional. El Círculo de Viena comienza a destacar hacia los años veinte, cuando acoge con júbilo dos significativas obras: Tratado lógico-filosófico, de Wittgenstein, y los Principia matemática, de Bertrand Russell y Alfredo North Withehead. Dos temas, o preocupaciones, dominan en el neopositivismo: el rechazo de la metafísica y el método de la filosofía como análisis lógico del lenguaje. Debido a esto, en lo que respecta a la ética, queda reducida a un mero análisis lógico del lenguaje moral. Lo que caracteriza al neopositivismo es fundamentalmente: a) el rechazo general de la metafísica; b) el respeto por el método científico, y c) el supuesto de que, mientras los problemas filosóficos sean absolutamente auténticos, se pueden resolver definitivamente mediante el análisis lógico del lenguaje. Se hace el intento de aclarar todos los aspectos de un problema antes de dar una solución; el sentido común reina como un monarca absoluto y las teorías filosóficas son sometidas a la piedra de toque que es la manera como efectivamente se utilizan las palabras. El meta- físico es un enfermo y la filosofía una técnica terapéutica. 205 Piensan los neopositivistas que la filosofía clásica (desde la metafísica de los griegos hasta el existencialismo) se preocupa por hablar de entidades que están más allá de la experiencia, por ejemplo: esencia, sustancia, totalidad, etc. Estas nociones no son verifica- bles, carecen de sentido lógico. El positivismo lógico pretende mostrar que los enunciados metafísicos no son falsos ni verdaderos, sino simplemente carentes de sentido; se funda, para ello, en un examen del lenguaje. "Se trata escribe Luis Villoro-, sin duda, de la crítica más radical que hasta ahora haya tenido que sufrir la metafísica. Constituye un desafío del que podría depender el porvenir de la filosofía. Ningún filósofo puede ignorarlo.'>78 Según este enfoque las cuestiones metafísicas han surgido de problemas lingüísticos no resueltos. En su libro, la Superación de la metafísica por medio del análisis lógico del lenguaje, Rudolf Camap sostiene que en general los vocablos utilizados por la metafísica no satisfacen los requerimientos lógicos y, por tanto, resultan carentes de significado. Los vocablos metafísicos son expresiones ambiguas, tienen muchas interpretaciones posibles. Por ejemplo, Camap analiza el concepto dios, el cual presenta una gran variedad de usos lingüísticos: en su uso mitológico, la palabra dios tiene un significado claro, se refiere a seres corpóreos que están entronizados en el Olimpo, en el cielo o en los infiernos, y son seres que se hallan dotados en mayor o menor grado de poder, sabiduría, bondad y felicidad. En ocasiones también se utiliza la palabra "dios" para designar a seres espirituales que, a pesar de no tener cuerpos semejantes a los humanos, en alguna forma se manifiestan en cosas o procesos del mundo sensible y resultan, por consiguiente, empíricamente comprobables; pero, en su uso metafísico, la palabra en cuestión designa algo que está más allá de la experiencia. El vocablo es deliberadamente despojado de cualquier significado relativo a un ser corpóreo o a un ser espiritual que se halle inmanente en el corpóreo, y como no se le otorga un nuevo significado, deviene asignificativo. Por lo tanto, este vocablo metafísico, al igual que otros muchos, presenta un carácter ambiguo y carece de contenido empírico; según Camap, las pretendidas proposiciones de la metafísica que contiene ese tipo de palabra no declaran nada, son meras seudoproposiciones. Además de la palabra dios, Camap menciona los siguientes términos metafísicos también desposeídos de significado: la idea, el absoluto, lo incondicionado, lo infinito, el ser-que-está-siendo, el no ser, la cosa en sí, el espíritu absoluto, el espíritu objetivo, la esencia, el ser-en sí, el ser-en-y-para-sí, la emanación, etcétera. Frente a la metafísica, la filosofía debe consistir en un análisis del lenguaje, o sea, en el análisis y establecimiento de las formas científicamente correctas del discurso humano. En realidad, según los neopositivistas, la filosofía queda reducida a un capítulo de la lógica. Este carácter de la filosofía, como análisis lógico del lenguaje, está desarrollado en el Tratado de Wittgenstein. Ludwig Wittgenstein (1889-1951) es una de las personalidades filosóficas más originales y profundas de nuestra época. Su Tratado causó gran impacto en el pensamiento europeo y estadounidense y, como ya se señaló, sirvió como fuente principal del positivismo lógico o neopositivismo. Wittgenstein además escribió: Investigaciones filosóficas, The Blue and Brown Books (Los libros azul y marrón), Note Books (Libreta de apuntes) y Observaciones sobre los fundamentos de las Matemáticas. Todo el significado del Tratado, dice Wittgenstein, puede resumirse en lo siguiente: "todo aquello que puede ser dicho puede decirse con claridad; y de lo que no se puede hablar con claridad, mejor es callarse'? el tema de la filosofía es, pues, clarificar el lenguaje, mostrar cómo la filosofía tradicional (la ética tradicional) procede de la ignorancia de los principios del simbolismo y del mal uso del lenguaje. Afirma Wittgenstein: El verdadero método de la filosofía sería propiamente éste: no decir nada, sino aquello que se puede decir; es decir, las proposiciones de la ciencia natural ..;,_algo, pues, que no tiene nada que ver con la filosofía [ni con la ~ ca]-; y siempre que alguien quisiera decir algo d e carác- ter metafísico, demostrarle que no ha dado significado a ciertos signos en sus proposiciones. Este método sería el único estrictamente correcto. Según Wittgenstein de lo que no se puede hablar mejor es callarse. Los místicos como San Juan de la Cruz encuentran en el lenguaje poético un vehículo adecuado para expresar lo indecible o lo inefable. 206 Para Wittgenstein la filosofía se identifica con el análisis del lenguaje; su tarea no es otra que aclarar las expresiones lingüísticas en su uso habitual. En la última etapa de su pensamiento, Wittgenstein sostiene que la filosofía, tal como él la entiende, debe dirigir su atención no ya al lenguaje científico, sino particularmente al lenguaje cotidiano, con el fin de eliminar sus errores y confusiones de significación; de esta manera Wittgenstein convierte la filosofía en una especie de terapia, encaminada a liberar a los hombres de los supuestos enigmas filosóficos insertos en las concepciones del mundo y de la vida. No hay un método de la filosofía - afirma Wittgensteinsino que hay métodos semejantes a diferentes terapias. ¿Cuál es tu meta en filosofía? Mostrarle a l a mosca la salida de la botella-caza-moscas. [ ... ] Quiero enseñar a pasar de un sin sentido no patente a uno patente. E l n e o p o s itiv is m o y la é tic a Respecto de la ética, el neopositivismo intenta liberar la teoría de la moral del dominio de la metafísica y concentrarse en el análisis del lenguaje moral. La ética consiste en un análisis de las proporciones morales o del lenguaje sobre la conducta moral (metaética). Según el neopositivismo, el papel de la ética se reduce a un examen de términos como: lo bueno, el deber, lo recto, lo justo, la obligación, etc.; así como una investigación sobre cuestiones lógico - lingüísticas tales como: ¿cuál es el significado de los términos evaluativos?, ¿es un juicio de valor (o una prescripción) susceptible de verdad?, ¿cabe inferir legítimamente una prescripción (o un juicio de valor) de un juicio de hecho? Una conclusión a la que llega el neopositivismo es que los términos morales no pueden ser definidos, sino sólo aprendidos de un modo directo o inmediato, o sea intuitivamente (tesis sostenida por los intuicionistas Moore, Prichard, Roas). George Edward Moore (1873-1958), iniciador de la escuela de Cambridge, pone el centro de interés filosófica en el análisis de los sistemas conceptuales; persigue el análisis correcto de las proporciones, es decir, la determinación de los elementos simples y fundamentales a los cuales puedan reducirse los enunciados que confirman el cuerpo de los acontecimientos humanos. El método del análisis utilizado por Moore y otros filósofos analíticos, revela muchos conceptos que empleados son sumamente complejos, pues nos muestran cosas o situaciones que no están explícitas. Esta manera de proceder tiene antecedentes en Descartes que en sus Reglas para la dirección del espíritu recomienda ir reduciendo todo a las ideas evidentes del suyo, a las ideas que ya no nos puedan engañar. Pensaba que de esta manera podríamos negar a un conocimiento seguro. Moore, por ejemplo, aplica el método del análisis al campo de la ética. Piensa que para empezar a desarrollar la ética es menester precisar qué es la buena conducta y para ello es necesario aclarar qué es lo bueno. Para definir el concepto de lo bueno, Moore se enfrenta con las éticas precedentes con la ética metafísica y en general con el naturalismo ético, dentro del cual pueden ubicarse filósofos como J. S. Mill y H. Spencer (ética positivista y evolucionista). En general, el naturalismo sostiene que podemos definir nuestros términos éticos a partir de propiedades naturales, tales como lo placentero, lo agradable, aquello que proporciona dicha o felicidad, lo útil, lo que produce progreso y perfectibilidad, etcétera. Para el naturalismo nuestras proposiciones éticas pueden ser reducidas a términos que no son, en sí mismos, éticos. Piensa que podemos reducir los términos éticos a cuestiones de hecho sin reparar en que se trata de dos campos diferentes (hechos y valores). Por ello el naturalismo desemboca en lo que Moore califica como una "falacia naturalista", o sea: la tendencia a definir lo bueno acudiendo a propiedades naturales. Se trata de una definición ilegítima porque pasa de un enunciado fáctico a un juicio de valor o a una prescripción a partir de un juicio de hecho (un juicio de hecho, como afirmar que lo bueno es el placer o la felicidad, aspira a fungir en el terreno de las valoraciones morales, en la esfera del deber ser). Dicho en forma breve: la falacia naturalista consiste en el intento de derivar conclusiones expresa- das en un lenguaje evaluativo (el lenguaje de los juicios de valor o de las normas) a partir de premisas expresa- das en un lenguaje descriptivo (en lenguaje de los juicios de hecho o fácticos). Por otra parte, Moore observa que las proposiciones que intentan definir lo bueno se presentan como analíticas (una proposición analítica es una proposición tautológica como: "el triángulo es una figura de tres lados". en la que el predicado está contenido en el sujeto pero. 207 éticos?. Expresan sólo estados anímicos, deseos en el fondo son todas sintéticas (es decir, juicios traducidos en imperativos, mandatos o simples contingentes, carentes de validez universal). Lo que exclamaciones. necesitamos, piensa Moore, es una definición que se encierre en una verdadera proposición analítica, pero tenemos que la ética carece de este tipo de proposiciones. Moore advierte que el análisis filosófico tiene un Todos los investigadores anglosajones œ escribe J.L. límite. Se supone que hay elementos inanalizables, como Aranguren œ salvo ciertas incursiones por la causa de la los axiomas que no se pueden probar, aunque, casuística del deber o de los han coincidido en afirmar paradójicamente, los utilicemos para hacer cada uno a su modo, que la etica científica, si es posible, tendrán que serlo como lógica de la etica. comprobaciones. Hay pues un momento en que el análisis nos revela Según Bertrand Russell, la ética, por ejemplo, no nociones simples, tan simples como el color amarillo reviste el carácter de una ciencia. Sin embargo, la ética a (ejemplo dado por Moore). ¿Qué le podemos analizar al nivel de doxa, es de vital importancia. El objetivo de la color amarillo? Lo percibimos o no lo percibimos. ética, es la conquista de la felicidad, y ésta se logra Sabemos que se puede explicar el enunciado que se refiere disciplinando los deseos, extendiéndolos y racionalizando al color amarillo como una suerte de vibraciones - los cuanto sea posible. Las pasiones son a manera de lumínicas que estimulan alojo normal a fin de que colorido de la existencia humana. Por ello, se equivocan podamos percibirlo, etc.; sin embargo, "una breve quienes tratan de destruir todas las pasiones que reflexión es suficiente para mostrar que esas vibraciones engendran odio, dolor, desequilibrio, y mantener y no son lo que damos a entender con amarillo". "Lo más fomentar las que producen amor, alegría, bienestar; el que estamos autorizados a decir de tales vibraciones es amor apasionado en el trato humano, que la experiencia que son lo que corresponde, en el espacio, al amarillo que justifica en todo tiempo. percibimos realmente."82 Ahora bien, el término "bueno" es tan simple como el "amarillo". El hecho de que no se pueda definir la noción de lo bueno no le parece tan grave El hombre escribe Bertrand Rusell -, debería ser feliz a Moore, pues sólo nos está marcando un límite lógico siempre que sus pasiones se dirijan hacia afuera, no hacia adentro. Nuestro esfuerzo debiera pues, tender, tanto en la frente a la moral. Según el filósofo inglés, nosotros podemos distinguir educación como en las relaciones sociales, a evitar las lo bueno por medio de la intuición (intuicionismo), por pasiones egocéntricas y a la adquisición de efectos e medio de una facultad que nos permite percibir las intereses que impidan a nuestro pensamiento encerrarse acciones buenas y malas concebidas como valores perpetuamente dentro de si mismo. Las pasiones más intrínsecos. Sin embargo, como ya vimos, no las podemos corrientes son el miedo, la envidia, la sensación de pecado, el desprecio de si mismo y la propia admiración. definir. Según Alfred J. Ayer, otro destacado neopositivista, En todos ellos, nuestros deseos son egocéntricos. "Los conceptos éticos no describen ni representan nada, Otras tendencias contemporáneas de la ética están por la sencilla razón de que no existen tales propiedades ligadas a los nombres de C. L . Stevenson, pensador como bueno, deber, etc.; son solamente expresiones de emociones del sujeto"83 (emotivismo ético). Según el estadounidense que escribe un importante ensayo: "El emotivismo ético los términos éticos sólo tienen un significado emotivo de los términos éticos" (1937) cuyas significado emotivo, ya que no enuncian hechos y, por ello, ideas esenciales dan lugar a una corriente conocida como emotivismo. las proposiciones morales carecen de valor científico. Por tanto la ética, según la tendencia neopositivista Stevenson, por ejemplo, entre el uso descriptivo y el no es ciencia, los juicios éticos no pertenecen ni a la uso dinámico o emotivo de las palabras, considera que matemática ni a las ciencias positivas; por consiguiente, resulta imposible definir lo bueno sin tener en cuenta el no puede decirse que sean verdaderos o falsos, porque sentido emotivo que lo envuelve. El significado de "esto carecen de sentido. ¿Qué expresan entonces los juicios es bueno" equivale más o menos al de "me gusta 208 esto, aficiónate a ello tú también". R. M. Hare, con su libro Lenguaje de la moral da lugar a un prescriptivismo. A diferencia de Stevenson, Hare piensa que en la moral no sólo se acude a las actitudes, sino también a los imperativos. La moral es meramente imperativa. La ética tiene como principal tarea responder a la pregunta: ¿qué debo hacer? La filosofía moral tiene que proporcionarnos una teoría capaz de analizar qué tipo de respuesta nos va a ofrecer. Pero en la teoría de Hare no sólo se analizan frases, sino también problemas rea- les, ya que la respuesta a la pregunta ¿qué se debe hacer? implica proponer una guía de conducta. Aquí está el quid de la vida moral. Al responder esta cuestión recomendamos cierto tipo de acción, ofrecemos alter- nativas para la vida moral. A mediados de 1968 se opera un desarrollo de las lógicas deónticas (lógicas que tratan de formalizar o axiomatizar el mundo de la moral, del deber ser), y como consecuencia de esto, surge un relativismo moral representado por Gilbert Harman. Esta corriente sostiene que la moralidad no es idéntica en todas las circunstancias, está basada en "acuerdos" establecidos entre grupos sociales determinados. 1. Lee, resume y da tu opinión de estos dos ensayos: La superación de la metafísica por medio del análisis lógico del lenguaje, de Carnap; y ¿Está la ética en un callejón sin salida?, de Brand Banshard (ambos publicados por el Centro de Estudios Filosóficos de la UNAM). 2. Explica las palabras que aparecen en el vocabulario. Los juicios morales revelan concepciones de la vida diferente entre sí y a veces incompatible. La moralidad no es homogénea, está subordinada a grupos morales y sus intereses. Nadie puede escapar a la moralidad de su tiempo. Vivimos una sociedad donde hay diferentes grupos que responden a variados y múltiples intereses. Al lado de nuestras particulares convicciones, conviven otros ideales de moralidad que subsisten y son independientes de nosotros y nuestra manera de ser. Hay una serie de acuerdos entre grupos, pero no hay modelos o paradigmas eternamente válidos. Entre las actuales corrientes éticas figura también el realismo moral, sustentado por Mark Platts autor que define al realismo moral como una "teoría distintiva de la naturaleza del pensamiento moral y del discurso moral" o como una teoría distintiva de la vida moral. Los elementos del realismo moral se encuentran en la moral de la vida cotidiana, así como en las obras de muchos teóricos de la moralidad, en sus especulaciones en tomo de la naturaleza del pensamiento, del discurso y de la vida moral. Una idea central de esta corriente es que el pensamiento moral trata de describir el mundo y de representarlo tal como es. Algunos de sus temas son el sentido de la vida, el suicidio y el autoengaño. c) Explica la crítica de Rudolf Carnap hacia la metafísica. d) ¿Cuál es la tarea que tiene la filosofía según Ludwig Wittgenstein? 3. Contesta las siguientes preguntas: a) ¿Qué se entiende por neopositivismo? e) Explica el método seguido por George Edward Moore. f) ¿En qué consiste la falacia naturalista y b) Enuncia tres características fundamentales del neopositivismo. quién la sostiene? 209 g) ¿Qué es el naturalismo ético? h) ¿Qué es la metaética? i) ¿Qué piensa Alfred Ayer de los conceptos éticos? j) ¿Qué tipo de problemas aborda el "realismo moral"? Después de leer el siguiente texto contesta las preguntas que se presentan al final. La naturaleza de la filosofía La totalidad de las proposiciones verdaderas es la ciencia natural total (o la totalidad de las ciencias naturales). La filosofía no es una de las ciencias naturales. (La palabra "filosofía" debe significar algo que esté sobre o bajo, pero no junto a las ciencias naturales.) El objeto de la filosofía es la aclaración lógica de los pensamientos. La filosofía no es una teoría sino una actividad. Una obra filosófica consiste esencialmente en elucidaciones. El resultado de la filosofía no son "proposiciones filosóficas", sino el hacer claras las proposiciones. La filosofía debe esclarecer y delimitar con precisión los pensamientos que de otro modo serían, por así decirlo, opacos y confusos. La psicología no es más afín a la filosofía que cualquiera otra ciencia natural. La teoría del conocimiento es la psicología de la filosofía. La teoría de Darwin no tiene mayor relación con la filosofía y cualquiera otra de las hipótesis de la ciencia natural. La filosofía delimita el campo disputable de las ciencias naturales. Debe delimitar lo pensable y con ello lo impensable. Debe delimitar lo impensable desde dentro de lo pensable. Significará lo indecible presentando claramente lo decible. Todo aquello que en general puede ser pensado, puede ser pensado claramente. Todo aquello que puede ser expresado, puede ser expresado claramente. El verdadero método de la filosofía sería propiamente éste: no decir nada, salvo aquello que se puede decir, o sea, proposiciones de la ciencia natural -algo, pues, que no tiene nada que ver con la filosofía-; y siempre que alguien quisiera decir algo de carácter metafísico, demostrarle que no ha dado significado a ciertos signos en sus proposiciones. Este método dejaría descontentos a los demás -pues no tendrían la sensación de que les estamos enseñando filosofía- pero sería el único estrictamente correcto. Mis proposiciones son elucidadores de este modo: quien me comprende acaba por reconocer que carecen de sentido, siempre que se haya elevado, a través y desde ellas, más allá de ellas. (Debe, pues, por así decirlo, tirar la escalera después de haber subido.) Debe superar estas proposiciones; entonces tiene la justa visión del mundo. Sobre lo que no se puede hablar, mejor es callarse. ................................................................... Debemos descartar toda explicación y en su lugar poner sólo la descripción. Y esta descripción toma su luz, es decir, su finalidad, de los problemas filosóficos. Por cierto que éstos no son problemas empíricos, sino problemas que se resuelven viendo el trabajo de nuestro lenguaje, de tal manera que éste resulta reconocido, en oposición a una tendencia a malinterpretarlo. Los problemas se solucionan no aportando nueva experiencia sino arreglando lo ya anteriormente conocido. La filosofía es la lucha contra el embrujamiento de nuestra inteligencia por medio del lenguaje. 210 Un problema filosófico tiene la forma: "No sé por dónde ir". La filosofía no debe afectar el uso corriente del lenguaje; en última instancia puede sólo describirlo. Porque tampoco puede fundarlo. Ella deja todo como es. Deja también la matemática como es y ningún descubrimiento matemático puede hacerla avanzar. Un problema principal de lógica matemática es para nosotros un problema de matemática como cualquier otro. El filósofo trata una cuestión como se trata una enfermedad. La filosofía, justamente, sólo presenta todo y no explica ni deduce nada. Cuando todo yace en apertura no hay nada que explicar. Pues lo que está oculto no nos interesa. Podría, por tanto, llamarse "filosofía" a aquello que es posible antes de todo nuevo descubrimiento e invención. No hay un método de la filosofía, sino que hay métodos, semejantes a diferentes terapias. ¿Cuál es tu meta en filosofía? Mostrarle a la mosca la salida de la botella-caza-moscas. Quiero enseñar a pasar de un sinsentido no patente a uno patente. Una causa principal de las enfermedades filosóficas: dieta unilateral; nutrimos nuestro pensamiento con sólo un tipo de ejemplos. En filosofía no se extraen conclusiones. "¡Pero esto debe ser así!" No es una proposición filosófica. Ella sólo consigna lo que cualquiera admite. Ludwig Wittgenstein* a) ¿Qué misión tiene la filosofía para Wittgenstein? b) ¿Por qué la filosofía es una actividad? e) ¿Qué es ciencia natural? d ) ¿En qué consiste el método filosófico? e) ¿Qué papel tiene la filosofía frente a la metafísica? * Los pasajes reproducidos pertenecen al Tractatus LágicoPhillosophicus (traducción castellana de Enrique Tierno Galván, con algunas modificaciones; Madrid, Revista de Occidente, 1957) y a las Investigaciones Filosóficas (traducción de A. S. B.). Hemos separado los textos de ambos libros con una línea de puntos. Análisis, analítico, causa, confirmación, conocimiento, exterior, lenguaje, probabilidad, proposición, sintético, verificación. Atkinson, R. F., La conducta. Introducción a la filosofía moral, Ma. Elena Madrid y Graciela Hierro (trad.), México, UNAM, 1981. Ayer, J., Lenguaje, verdad y lógica, Barcelona, M. Roca, 1971. ___ , El positivismo lógico, México, FCE, 1971. 211 Carnap, R., La superación de la metafísica por medio del análisis lógico del lenguaje, México, UNAM, 1970. Inciarte, Fernando, El reto al positivismo lógico, Madrid, Rialp, 1974. Larroyo, Francisco, El positivismo lógico pro y contra, POITÚA, México, 1968. Moore, George Edward, Principia Ethica, Adolfo García Díaz (trad.), Instituto de Investigaciones Filosóficas, México, UNAM, 1983. Muguerza, Javier, La razón sin esperanza, Madrid, Taurus, 1977. Philippa, Foot, Teorías sobre la ética, México, FCE, 1974. Rabossi, Eduardo y Fernando Salmerón (comps.), Ética y análisis, 2 vols., México, UNAM, 1985. Russell, B., La conquista de la felicidad, Madrid, Espasa-Calpe, 1973. Vera, Margarita, ¿Qué es la filosofía?, México, Edicol, 1976. Villoro, Luis, "La crítica del positivismo lógico a la metafísica", en Páginas filosóficas, México, Universidad Veracruzana, 1962, p. 229. Warnock, Mary, Ética contemporánea (Presentación de Javier Muguerza), Nueva Colección Labor, Barcelona, 1968. Ética de la liberación Dentro de las corrientes éticas fundamentales, cobra un gran interés para nuestro momento histórico la llamada "ética de la liberación" que está inserta en el marco general de una filosofía de la liberación. La filosofía de la liberación -y la ética que se desprende de ésta- es propia de países que han sufrido la dominación y la dependencia. "El sentido de de- pendencia - escribe Leopoldo Zea- es un problema ceñidamente americano. Sólo a los americanos se nos presenta este problema de la dependencia y por ende, el de la independencia como un problema entrañable."86 Aunque cabe añadir que esta filosofía, que esta ética, es válida para todo lugar y situación donde haya "opresión del hombre por el hombre". Para Leopoldo Zea, la dependencia se ha dado cuan- do nuestros pueblos han pretendido imitar modelos de sociedad (liberalismo, positivismo, etc) sin asimilar ni reconocer plenamente su pasado histórico, cayendo así, en nuevas dependencias. El aceptar un modelo es ya aceptar una subordinación. Lo que se debe es reconocer la libertad en los otros y hacer que esta libertad y hacer que esta libertad sea reconocida por los otros. Ningún hombre, ningún pueblo puede ser modelo de libertad de los otros, por distintos o semejantes que éstos parezcan. Son los modelos los que crean los paternalismos, las dictaduras para la libertad y en nombre de la libertad. Una libertad que se niega a sí misma al no reconocer en otro hombre su posibilidad. F i g u r a 7.17 Hombres como Simón Bolívar y José Martí consagraron sus vidas a la liberación de sus pueblos. Encontramos antecedentes de la ética de la liberación en todos aquellos pensadores que en su tiempo criticaron o se rebelaron contra las injusticias originadas por las guerras de conquista contra el colonialismo, contra toda suerte de servidumbres; hombres como Bartolomé de las Casas, Simón Bolívar y José Martí entre otros. Para Enrique Dussel, la filosofía de la liberación es un discurso estrictamente filosófico, un 212 El filósofo de la liberación es aquel que se compro- mete "a formar parte de los movimientos de base de las clases trabajadoras, campesinos o de los grupos marginados; de los movimientos de liberación de la mujer, de la lucha ideológica y cultural populares. Ser filósofo de la liberación "puede costar no tener libertad, estar en la prisión, en el sufrimiento, en la tortura, en la pérdida de la cátedra de la universidad y hasta en la muerte, da- da la situación del continente".90 La filosofía de la liberación es una praxis porque constituye un arma de liberación de los oprimidos, de las clases dominadas, de los marginados, de los que Frantz Fanon -otro filósofo de la liberación- llama los "condenados de la tierra". Lo contrario de la filosofía, de la ética de la liberación es una filosofía o una ética de la dominación -por ejemplo-, filosofías que se dan en occidente, que defienden y justifican un eurocentrismo, un exclusivismo de su cultura y valores en detrimento de otras y que, incluso, ven la esclavitud como algo natural, como ya la veía Aristóteles en su Política. La filosofía de la dominación cobra sentido en una totalidad que se concibe como lo "universal" por excelencia, en un sistema moral, social, que deja fuera o aparte al oprimido. Este sistema se caracteriza por ser "un horizonte que niega, desprecia, no descubre, no valora la exterioridad, la alteridad, el otro”. En momentos críticos, al derrumbarse la moral vigente, el sujeto liberador queda como a la intemperie. Los liberadores, héroes, se rebelan contra la moral vigente, pero no a la manera de Nietzsche para proclamar la moral del superhombre, de los dominadores que invocan la muerte de los débiles, sino para fundar una moral más justa, de reivindicación, de liberación de los oprimidos y marginados. El liberador, el sujeto de la nueva moral -- contra- partida del dominador- es visto como "rebelde" o "criminal", porque se opone al orden, a la totalidad establecida que es injusta. La filosofía de la liberación, en cuanto praxis, plan- tea la creación de un nuevo orden, pero no por ello es una filosofía negativa, derrotista o nihilista, sino positiva porque no se concreta solamente a negar, a rechazar un viejo orden, sino que afirma uno nuevo mediante el reconocimiento del "otro", del marginado. 89ldem. 90 Idem. 91 Dussel, E., "¿Puede legitimarse una ética ante la pluralidad histórica de las morales?", en Praxis latinoamericana y filosofía de la liberación, Bogotá, Nueva América, 1983. En el aspecto político y ético, esta filosofía plantea una relación de igualdad, de fraternidad, de solidaridad, pero rechaza los "populismos", considerando que la política de liberación es aquélla hegemonizada por el bloque social de los oprimidos (clase obrera y campesina, pequeña burguesía radicalizada, marginales, etnias, etcétera). F i g u r a 7 . 1 8 La meta de la ética de la liberación es anular la opresión del hombre en cualquiera de sus manifestaciones. En el aspecto erótico (relación amorosa), la ética de la liberación se opone al "machismo", al sometimiento de la mujer, a la concepción de la mujer como mero objeto sexual. Según Enrique Dussel, es necesario negar el discurso freudiano, reconstruirlo en forma inversa, ya que para Freud la sexualidad es lo masculino pero no lo femenino, "la oposición se enuncia genitalidad masculina o castración”. Dentro del ámbito erótico (importante tema de la ética de la liberación), Dussel plantea problemas crucia les como el del aborto y la homosexualidad. Respecto al primero, piensa que es necesario tomar en cuenta que "la separación del feto del útero materno es un acto ético cuya responsabilidad es atribución del sujeto huma- no mujer, cuyo cuerpo propio es su ser". En relación con el segundo problema propone que "la ética erótica debe sobrepasar el sexo para llegar a la persona misma del otro [ ... ] una relación sexual es justa si se respeta, en justicia, la persona del otro y en la relación homosexual no es imposible un tal respeto". Otro aspecto práctico muy importante, en el que incide la ética de la liberación, es el pedagógico, el cual está bastante relacionado con la experiencia erótica, ya que la relación mujer-varón repercute en la formación 92 Cfr. Dussel, Desde la praxis de los oprimidos, México, UAM-UNAM, 1990. c i t . ; sobre este asunto puede consultarse también el artículo de Margarita Valdés: "El aborto y el concepto de persona", en Filosofía 11. Ética y filosofía política (Antologías para la actualización de los profesores de enseñanza media superior), México, uNAMlPorrúa, 1989. 94 Dussel, op. cit. 93 Op. 213 del niño y del adolescente. La totalidad educativa hegemónica puede dominar al otro como objeto bancario, según la expresión de Paulo Freire. En general, toda educación mnemotécnica es de dominación. En cambio, la pedagogía propuesta por una filosofía de la liberación entraña una revolución cultural, donde lo ancestral, lo propio debe rescatarse, desarrollarse dentro del marco de una cultura moderna. Por último, otro aspecto u horizonte práctico donde opera la filosofía de la liberación es el religioso (antifechitismo). Toda crítica debe comenzar por negar la divinidad del absoluto fetichista que acaba por negar 1. Investiga las palabras del vocabulario. 2. Resume diversos puntos de vista en autores representativos de la filosofía de la liberación, para ello puede consultar el libro de Leopoldo Zea: Dependencia y liberación de la cultura latinoamericana, citado en la bibliografía. la posibilidad de toda realización humana. En los pueblos-subdesarrollados o periféricos, puede, sin embargo, afirmarse el absoluto siempre y cuando esta afirmación justifique o colabore en la liberación. Estructuras simbólicas pueden ser viables en el proceso de liberación. De esta manera, no es necesario negar completamente las religiones populares del mundo periférico, pero es "necesario negar en ellas los momentos que niegan a la persona, y desarrollar (en cambio) los momentos que justifican la liberación. (Si hay un absoluto no puede sino afirmar y desarrollar a la persona en la justicia y la autonomía, en la libertad"). 7. ¿Cuáles son las situaciones en que pueden desembocar los filósofos de la liberación? 8. ¿Qué tipo de orden humano y ético proclama la filosofía de la liberación? ¿En qué consiste la filosofía de la liberación? 9. Explica brevemente las propuestas de la ética de la liberación en los siguientes aspectos. • Cita a continuación a tres representantes de esta corriente: a) b) ___________________________________ __ c) ¿Cuándo surge, en los pueblos, el problema de la dependencia? • Político • Erótico • Pedagógico 10. Después de leer el texto que a continuación se ofrece, contesta las preguntas que se presentan al final. Hacia una filosofía de la liberación ¿En qué autores encontramos los antecedentes de una ética de la liberación? A lo largo de la historia del pensamiento latinoamericano, nos hemos encontrado con la ausencia del sentido crítico que hace de la reflexión filosófica, filosofía en sentido estricto. Ha sido, a partir de la reflexión crítica de este nuestro siglo X X latinoamericano, que se ha ido tomando conciencia de este hecho. Un hecho captado como yuxtaposición cultural, c a m a fa lta d e a s im ila c ió n e n tr e c u ltu r a s q u e h a n 214 sido impuestas y sobrepuestas, de una manera u otra. De esta yuxtaposición ha sido consciente la casi totalidad del pensamiento latinoamericano del siglo XX. De esta yuxtaposición toman ya conciencia Martí, Rodó, Vasconcelos, Caso, hasta lo que ahora podemos llamar pensamiento filosófico latinoamericano contemporáneo. Pero también tomó conciencia de esta yuxtaposición -aunque no dio al problema una solución adecuada al realizar una nueva yuxtaposición- la generación de nuestros emancipadores mentales. Esta generación tomó conciencia crítica de la yuxtaposición colonial sobre la realidad americana, pero al erigirse en civilizadores impusieron nueva yuxtaposición. Es de esto que han tomado conciencia crítica los creadores del pensamiento filosófico latinoamericano contemporáneo. Ahora ha sido sometido a crítica, no sólo el pasado colonial impuesto por el mundo ibérico, sino también el que representó y representa el neocolonialismo de nuestros días al aceptarse su concepción del mundo sin discriminación crítica alguna. Las filosofías de Hegel y Marx, hemos dicho, han venido a ser las filosofías en que mejor apoyo ha encontrado la filosofía latinoamericana contemporánea en sus esfuerzos por tomar conciencia de su realidad, y trascender las yuxtaposiciones que ésta le presenta. Filosofías que no son ya tomadas como modelo por lo que se refiere a los frutos que ellos han originado entre sus creadores, sino sólo en lo referente a la actitud que éstas han tomado frente a la realidad. Actitud crítica, conciencia crítica de la realidad. Ya no es el Marx economista el que interesa a nuestro pensamiento, sino el Marx crítico de la realidad enajenante que ha originado el capitalismo. No es el Marx de la utopía socialista, sino el Marx que hace consciente al hombre de la realidad a la que hay que enfrentar para hacer posible la utopía. Habrá, sí, que cancelar el subdesarrollo de nuestros pueblos, pero como filósofos habrá que tomar conciencia crítica de los obstáculos que dificultan esta cancelación. Conciencia del obstáculo que ha representado y representa el coloniaje de ayer, sumado al neo-coloniaje de nuestros días, expresado en nuestra cultura y filosofía como yuxtaposiciones enajenantes. Vencer esta enajenación ha de ser la principal tarea de nuestra filosofía, como lo es ya la de los pueblos que forman el llamado Tercer Mundo y sufren, como el nuestro, la alienación de la conquista y permanente dominación. Tomar conciencia de nuestra realidad es tomar conciencia de nuestra alienación, una alienación impuesta y sobrepuesta por diversas formas de dominio. El desarrollo, la cancelación de desarrollo, ha de ser, precisamente, el resultado final de esta toma de conciencia, toma de conciencia como des alienación. La toma de conciencia del hombre que no se resigna en una realidad en cuya hechura no ha participado ni participa, y de la cual parece simple instrumento. Toma de conciencia crítica que ha de permitir la creación de una realidad que no ha de ser ya expresión de la yuxtaposición de soluciones extrañas en favor de los intereses de las que ellas son fruto. Leopoldo Zea, El pensamiento latinoamericano, Barcelona, Ariel, 1976, p. 513. a) ¿Qué son las yuxtaposiciones culturales? b) ¿Qué pensadores latinoamericanos empiezan a tomar conciencia de estas yuxtaposiciones? e) Hablando en rigor, ¿por qué no se liberaron culturalmente los liberales del siglo X I X frente al colonialismo español? d) Ajuicio del autor, ¿qué filosofías pueden ayudarnos como instrumentos liberadores y por qué? e) ¿Qué vías nos propone el autor para cancelar la dependencia y la enajenación? 215 Alienación, conciencia crítica, dependencia, "el otro", enajenación, erótica, fetichismo, horizontes prácticos, identidad, liberación, libertad, nihilismo, pedagógica, populismo, praxis, subdesarrollo, totalidad, yuxtaposición. Dussel, Enrique, Para una ética de la liberación latinoamericana, Buenos Aires, Siglo XXI, 1973. ____ , Filosofía de la liberación, México, Edicol, 1977. Escobar, Gustavo, "Bolívar, hombre solar, visto por José Martí", en Muestra, México, Revista de la ENP, septiembre, octubre, noviembre, diciembre, Época 1, núm. 2, 1987. Freire, Paulo, La educación como práctica de la libertad, México, Siglo XXI, 1982. Martí, José, "Tres héroes", en La Edad de Oro, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 1989. Salazar Bondy, Augusto, ¿Existe una filosofía en- nuestra América?, México, Siglo XXI, 1968. Zea, Leopoldo, Dependencia y liberación en la cultura latinoamericana, México, Cuadernos de Joaquín Mortiz, 1974. ____ , Pensamiento latinoamericano, Barcelona, Ariel, 1976. 216 La ética aplicada El alumno: La crisis de nuestra época El papel de los jóvenes. La protesta juvenil El mundo de las drogas La protesta política Amor y sexualidad La sociedad de consumo. Ser y tener El problema de la violencia La mujer en la problemática actual La bioética y sus problemáticas La eutanasia El maltrato hacia los animales El aborto ,._ advertirá la incidencia de la ética en problemas específicos que su entorno plantea; ,._ reflexionará sobre determinadas problemáticas morales y formulará soluciones tentativas; ,._ discutirá la crisis moral por la que atraviesa nuestra época y la necesidad de asumir valores y medidas que logren superarla. 217 La ética aplicada Las teorías o reflexiones que la ética construye en tomo al mundo moral repercuten en una serie de problemáticas específicas que vive el hombre contemporáneo, dando lugar a una ética aplicada. Los problemas de la violencia, el aborto, la eutanasia, la clonación, la pena de muerte, la corrupción moral y política, la prostitución, la delincuencia, la contaminación ambiental, la discriminación en todas sus formas, la situación de la mujer en la sociedad, la sexualidad y otras tantas cuestiones que plantea el mundo actual pueden ser examinadas y discutidas a la luz de nuestra disciplina. Para abordar estas problemáticas, la ética se ha visto en la necesidad de apoyarse en otras ciencias o disciplinas tales como la psicología, la sociología, la medicina, la economía, la politología, entre muchas más. El hecho de que la ética desemboque en problemas tan concretos como los antes mencionados nos permite hablar de nuestra materia como de una "disciplina práctica". Sin embargo, este carácter práctico de la ética no implica el que nuestra materia de estudio prescinda o se aleje de toda teoría, pues ya vimos que la ética, hablando en rigor, es teórica, en la medida en que analiza filosófica o racionalmente los problemas que la vida moral plantea y que su carácter práctico deriva, en todo caso, de la naturaleza de los temas examinados. Así pues, es la moral concreta o moralidad la que nutre de problemas y reflexiones al ético o filósofo de la moral. Lancemos tan sólo una rápida mirada a algunos de los problemas éticos que plantea nuestra agitada y controvertida época. La crisis de nuestra época Cuántas veces no hemos escuchado hablar de que vivimos una época crítica que conlleva un derrumbe o deterioro de valores y actitudes; cuántas veces no hemos escuchado el estribillo de nuestros padres o abuelos acerca de que los tiempos pasados fueron mejores, que hubo un tiempo dorado como el que han soñado o recreado muchos filósofos de la historia en el que todo parecía mejor porque el ser humano no estaba contaminado por tanta maldad. Sí, tenemos que reconocerlo, vivimos, en efecto, una época marcada por la crisis. La palabra crisis alude a un trastorno físico que se da durante una enfermedad. Trasladada al campo de la ética estaríamos hablando de un trastorno o malestar moral; en el campo de la historia, nos referiríamos a un momento culminante o decisivo merced al cual unos valores, unas concepciones del mundo y de la vida pierden su vigencia para dar paso a nuevas valoraciones y nuevas formas de entender el mundo. En este sentido, observamos, que el concepto de crisis no reviste un carácter peyorativo o negativo, pues la bancarrota de una época permite la eclosión de nuevas formas de vida, tal vez menos opresivas, menos cerradas y, por ende, más tolerantes. En verdad, la vida moral requiere de cambios, a veces graduales, a veces drásticos para no quedarse, como dice Henri Bergson, en una moral meramente estática o esclerosada. A lo largo de la historia es factible observar diversos cambios determinantes que han originado las "grandes crisis de la historia". Recordemos algunos ejemplos: después de la muerte de Aristóteles acaecida en 322 a.C, la cultura griega entra en un proceso de descomposición con la llamada filosofía helenístico-romana. Llega un momento en que las grandes individualidades, movidas por el ansia de poder, nulifican la acción moralizadora de la polis o ciudad, polis que acaba por convertirse en un instrumento del individuo y de sus ambiciones. Esta crisis del mundo antiguo prepara el advenimiento de una nueva cultura fundada en la cristiandad. El cristianismo, como expresión de una nueva concepción del mundo aporta el valor de la fe, de la esperanza y la cari- dad enfrentándose a un mundo regido por el imperio del lagos o de la razón. Como sabemos, el cristianismo se consolida en el largo periodo histórico conocido como la Edad Media, el cual, a su vez, entra en crisis al vislumbrarse la Modernidad, que empieza a anunciarse ya en la Baja Edad Media, para manifestarse plenamente en el Renacimiento (siglos xv y XVI). La Edad Media significó la bancarrota de una serie de valores consagrados por la tradición religiosa, bancarrota que traía consigo el despertar de nuevas concepciones y valores que renunciaban a realizar la felicidad en un mundo trascendente, allende las fronteras de lo terreno para centrarse en este mundo humano y concreto, urgido de profundas transformaciones. En definitiva, como diría Nietzsche, la modernidad planteaba una transmutación de los valores. Lo que antes era despreciado por "mundano" se consideraba, ahora, como el ingrediente indispensable para alcanzar la verdadera felicidad. 218 Pero aquí no terminan las crisis de nuestra historia. En la actualidad vivimos y padecemos lo que se ha llamado "la crisis del siglo x x " que se empieza a manifestar a partir de la Primera Guerra Mundial, de 1914 a 1918. Este gran colapso histórico será testigo del derrumbamiento de un orden moral que presumía garantizar la seguridad y bienestar humanos. A pesar de que mantienen su importancia ciertos valores como el bien, la verdad, la belleza y la justicia, van surgiendo otras formas de valoración o estimación que contrastan con los tiempos pasados. Hay que advertir que muchos de estos cambios que experimenta la sociedad son lentos o graduales, dentro de su mismo seno conviven lo viejo con lo nuevo, originando una simbiosis de valores y hasta una lucha o enfrentamiento de éstos en el fenómeno denominado "la brecha generacional". Después de la Segunda Guerra Mundial, en la década de los años cuarenta y cincuenta, la crisis es más notoria. La época de la postguerra plantea una revisión y un trastocamiento de valores y formas de vida; filosofías como el existencialismo reflejan el desencanto del hombre, la preocupación por la finitud y contingencia de la existencia humana. La protesta es el signo de la época; se reclama mayor libertad, se pretende romper con tabúes y mitos resguardados por una moral puritana. Grupos marginados homosexuales y mujeres oprimidas, entre otros- se manifiestan y exigen sus derechos. En fin, asistimos a una época convulsionada, transida de revoluciones y de profundos anhelos de cambio, sin precedentes en la historia. E l p a p e l d e lo s jó v e n e s . L a p r o te s ta ju v e n il El rol desempeñado por los jóvenes ha suscitado controversias en padres de familia, psicólogos y educadores. Es clásica la imagen del "rebelde sin causa" que el actor James Dean personificó en una célebre película. ¿Por qué se rebela el joven? ¿Qué es lo que reclama? ¿Cuáles son las fuentes de sus inconformidades? ¿Es la rebelión juvenil un drama puramente irracional, anárquico, oscurantista? Por lo general, los intentos de rebelión, y algunos de revolución, han aparecido durante épocas complejas, de injusticia, torpeza, abuso, irracionalidad. Por ejemplo, la época de la Depresión (1929) en Estados Unidos propició la fabricación de bebida clandestina, la aparición de los "gánster", la independencia de la mujer, con la adquisición de derechos que le permitieron fumar abiertamente, beber en forma abundante y sin limitación, vestir de modo radicalmente distinto de todo lo antes conocido: blusa con amplio escote sin mangas; falda corta, colores atrevidos, adornos desmesurados. 2 Un movimiento sintomático de las rebeliones juveniles se da en la década de los setenta teniendo como marco la absurda guerra de Vietnam y el desarrollo de la sociedad capitalista de consumo; es decir, dentro del marco de "este mundo de gran inseguridad, de amenaza de holocausto atómico, de falta de sensatez, de absurdas disposiciones económicas para mantener precios y mercados mientras medio mundo se muere o sufre hambre". En ese contexto surgen los hippies configurando su utopía de paz y amor, alejadas de un mundo que consideran eminentemente convencional, agresivo y falso; así, crean un ámbito donde existen "viajes", "se entonan", "entran en onda"; aparentemente lo que desean es escabullirse de este medio hostil para refugiarse en una especie de paraíso, donde el colorido, el movimiento, la forma, se acentúan y producen la sensación de algo alejado y ajeno al hombre, precisamente dependiente de los sentidos, influido ocasionalmente por la alucinación, el delirio y la psicosis+ figura 8.1 La protesta es el signo de la época. 219 La utopía, es una postura legítima en la historia, nos revela la inconformidad ante lo negativo de la sociedad y los deseos de mejorar el entorno. Utopía, palabra que significa "en ningún lugar", introducida por Tomás Moro en el siglo XVI, condensa las aspiraciones de muchos seres humanos por transformar su realidad. Empero, la utopía forjada por los hippies, como dice Aramoni, es inhumana, no surge del pensamiento, sino de los peores sentidos y procesos más o menos organizados de índole muy represiva. E l m u n d o d e la s d r o g a s Hemos indicado que un camino practicado por la juventud para manifestar su rebeldía ante la tecnificación, la guerra, la pobreza y los falsos valores morales es el con- sumo de drogas, tema de gran importancia para la Ética aplicada y para la propia reflexión de los jóvenes. Si bien el penetrar al mundo inusitado de las drogas le pro- duce al joven un placer inmediato y fugaz, y aparente- mente le permite "expresar su desafío a la autoridad y a los convencionalismos sociales", lo cierto es que con- tribuye a la [ ... ] Formación de una identidad débil. peculiar de los grupos marginados de la sociedad, ya que no aceptan los modelos de identidad valiosa que le ofrece su grupo, y no encuentran otro recurso para lograr su inserción dentro de un grupo social, además de todo lo significa entrar al mundo de la ilegalidad en el consumo y adqlli~ici6n ' d e la droga" Sin embargo, ello no significa que protestas como las que lanzaron los hippies no tengan su explicación y justificación en la crisis de nuestra época. En su momento, el movimiento hippie logra ser auténtico y original. Más adelante es absorbido por la misma sociedad industrializada y oportunista creando una "cultura hippie" acartonada y con fines puramente lucrativos. "La industria los absorbió, el dinero se apoderó de la iniciativa; los hippies que protestaban contra una sociedad putrefacta y caduca, se convirtieron en instrumentos de la misma y de sus apetitos groseros." Las drogas y sus síntomas Insistiendo un poco sobre las relaciones entre drogas y sexo podemos decir que sirven para dos efectos totalmente opuestos: frente a muchachos y muchachas bastante ambivalentes de cara a la nue F1gu El consumo de drogas conduce a la formación de una identidad débil y marginada, impotente para cambiar el estado de las cosas. va moral sexual, las drogas especialmente la marihuana y el ácido lisérgico sirven a veces para reducir sus inhibiciones y poder funcionar sin problemas en una relación sexual entre amigas y amigos escolares, de trabajo, etc. Pero por otro lado, aumentando la pasividad y enfatizando más 220 la experiencia de la droga, más valiosa en ese momento que la misma experiencia sexual la misma marihuana y el LSD pueden crear una situación donde la actividad sexual no es vista como indispensable. Muchas reuniones de este tipo no terminan en contactos sexuales a causa de la preponderancia que la misma experiencia intoxicante tiene para los participantes. Extractando muy brevemente algo de lo mucho estudiado y descrito sobre la marihuana diremos los siguientes puntos, sólidamente establecidos. Es obvio que social y médicamente es menos peligroso el uso de la marihuana que el de los narcóticos derivados del opio. Sin embargo, esto no quiere decir que la marihuana sea inocua. En primer lugar, se ha demostrado que el uso de la marihuana, intoxicante relativamente benigno, puede inducir, ser la puerta de entrada de intoxicaciones mucho más peligrosas y más definida- mente dañinas. Del 1 O a145% de marihuanas han usado después LSD. Por otra parte, puede dar lugar a reacciones agudas de pánico. 7 El Brittish Journal of Addiction, 1956, señala que la marihuana es un sensibilizador y sus reacciones no siempre son agradables; en algunas personas puede no producir sintomatología alguna aunque se abuse de su uso, pero en otras, tres "toques" del carrujo de marihuana pueden producir estas reacciones agudas de pánico y aun estados alucinantes; es más, varias ocasiones de uso de la droga pueden no producir síntomas, pero una vez más de uso puede producir reacciones desagradables, sin que esto sea previsible en forma alguna. Se anota que un mu- chacho de 19 años deprimido usó marihuana y cayó en "negra desesperación" consiguiendo píldoras sedantes e intentando el suicldio.8 En dos publicaciones señalan repetidos casos de trastornos mentales consecutivos al uso de la droga con confusión mental alucinaciones visuales, euforia, hambre, excitación, p é r d i d a de la percepción del tiempo, todos estos trastornos son de tipo transitorio; ocurren en personas con disturbios de personalidad abiertos o encubiertos, de manera preferente sobre aquellos con personalidad más o menos bien ajustada: incluso en Marruecos se reporta en el boletín de las Naciones Unidas sobre Narcóticos que en 1957 el25% de admisiones en un hospital psiquiátrico se debieron al uso del kif (una forma similar de marihuana a la usada en nuestro país, aunque algunos asientan que es un poco más activa que la "mota" que todos conocemos). Se hace constar como punto muy importante que no hay manera científica de medir el grado de intoxicación tal como ya ocurre con el alcohol ni en sangre ni en orina. Por otra parte, el "hashish". la resina pura del tallo de la planta, es de cinco a ocho veces mas potente que la forma usada en América, en Inglaterra, países africanos y orientales; su uso ha demostrado evidente porcentaje de reacciones psicóticas agudas. La relación de la marihuana con la violencia ha Sido muy debatida: contra la opinión general en nuestro país y en otras partes, la marihuana más bien incrementa la pasividad, pero al reducir las inhibiciones puede producir pánico o confusión mental ya causa de estas condiciones puede generarse una conduela agresiva. Finalmente usando el principio actito de la marihuana, e l tetrahido cannabinol a dosis de 200 mg por kilo de peso, todos los sujetos de experimentación desarrollan reacciones psicóticas tales como Ilusiones, desilusiones y alucinaciones. Definidamente, la marihuana es una droga peligrosa, aunque no por muchas de las razones que el vulgo estima como verdaderas para valorar su peligrosidad. Sobre el LSD es más definida la situación. Desde que el doctor Alexander Hoffman descubrió casualmente en 1943 los efectos alucino genéticos y psicotrópicos de tal droga, podemos decir que ha atravesado por dos grandes periodos con respecto a sus adictos jóvenes: la primera etapa, encabezada por el dolor Timothy Leary, profesor de la Unioersidad de Haroard. fue en el sentido de recomendar el uso súbito y continua- mente progresivo de la misma, pensando que por una parte "ayudaba a la autoexpresión, aumentaba la sensibilidad, ayudaba a la creación artística, abría las puertas al infinito goce estético sexual y, en ayuda para los estados místicos de íntimo contacto con las esencias superiores de la mente y tal vez de la divinidad". 221 También se supuso que ayudaba a aumentar la capacidad creativa y la sensibilidad estética incluso un estudio serio apareció en tal sentido en la revista Archives of General Psychiatry de 1967. Sin embargo, a medida que con criterio más rigurosamente científico se trataron de objetivar tales datos no pudo obtenerse la confirmación de los mismos las obras creadas durante el efecto del LSO, aunque a sus mismos autores les parecieron mejores durante el penado de ejecución, posterior- mente no opinaron en el mismo sentido: la capacidad real de aprendizaje no pudo demostrarse que mejoraba baja su acción, los pretendidos insights obtenidos baja su acción pudieron ser logrados sin su intervención: un joven que ingirió 3,000 microgramos o sea diez veces más de la dosis usual. Después de pasado e! estado psicótico dijo que se había dado cuenta de que "era básicamente egoíst a " . Es posible pensar que algunas personas pueden hacer este descubrimiento de sí mismas sin necesidad de tal droga. Uno de los mejores epítetos que se le hacen es en e! sentido de que ayuda a dar y aceptar amor/ sin embargo, sus experiencias básicamente centradas en el propia individuo y de tipo individualista.es lo exactamente opuesto a cualquier definición de relación amorosa que pueda darse, que implica naturalmente una doble corriente que no existe en el estado un tanto autístico del adicto a LSD. Otro de sus pretendidos efectos más populares consiste en creer que es un afrodisíaco, lo cual tampoco es cierto. Produce erotismo mental' una joven casada dijo que "sentía sexo por todo su cuerpo pero usualmente no crea excitación física. En realidad la droga es anafrodisiaca; y si bien es Cierto que es usada en algunas orgías con promiscuidad sexual, lo que ocurre en muchos casos es que las personas están tan confusas y pasivas que actúan más bien como objetos. Ya desde 1963 el renombrado Roy Grinker, llamó la atención sobre las psicosis producidas como resultado de su uso, aun tomando las mayores precauciones. Desde entonces mayor casuística se ha reunido para demostrar que la incidencia de psicosis a veces permanentes o cuando menos de prolongados penados de internamiento, consecutivos en ocasiones a una sola toma de LSD, ha crecido en tal forma que se vuelve evidente su peligro/ es cierto que la clorpromazine ayuda a disminuir la intensidad de las reacciones pero no las hace desaparecer. Es también frecuente como resultado de su uso la ocurrencia de pánicos tremendos, alucinaciones horripilantes, terríficos sentimientos de locura permanente, sobrecogedores sentimientos de disolución de! cuerpo o de la mente que producen pánico a veces indescriptible/ estos estados pueden persistir hasta cinco semanas, especialmente en niños y en aquellos que lo toman sin saber lo que están ingiriendo. Son frecuentes a veces los suicidios: uno de los que lo intentaron arrojándose al paso de un tren, y que logró sobre- vivir refiere que oyó voces que le ordenaban hiciera e! acto autodestructivo. Un joven baja la acción [del fármaco J saltó una ventana pero no murió y refirió que acabando de tomar la droga se oio desnudo en brazos de otro muchacho y para huir de tal situación se arrojó al vacío/ otros tienen segundad de poder volar o de ser inmunes a todo daño físico. Un doble error muy común aun a veces entre especialistas es que la marihuana excita y el LSD provoca conducta no agresiva/ ya vimos que la primera parte es falsa, la segunda también. En el Bellevue Hosp, 12.6% de Ciento catorce pacientes con LSO exhibieron conducta violenta o agresión. Los últimos reportes indican que psicosis definidamente permanentes han sido producidas en porcentajes no cuantificables. Tal vez el más intrigante fenómeno asociado con LSD es la recurrencia de experiencias desagradables que cíclicamente vuelven a presentarse sin estímulo alguno durante semanas o aun meses, o años después de cesar la Ingestión. La base bioquímica de tales hechos no se conoce aún. Desde 19671° se señalaron daños cromosómicos en adictos. Las concepciones más recientes sobre el problema se pueden concretar así: existe evidente daño cromosómicos en células somáticas humanas, principalmente de la sangre, en 80% de los adictos/ algunas de las aberraciones o desarreglos cromosómicos recuerdan a los producidos en individuos expuestos a radiaciones ionizantes. No se ha demostrado hasta ahora daño en células germinales 222 humanas, aunque experimentalmente sí se ha demostrado daño cromosómico en animales tales como ratas y ratones. Sin embargo, no hay que olvidar que los daños genéticos necesitan a veces dos generaciones para poder manifestarse. En resumen y definidamente. el LSD es una droga muy potente, muy peligrosa y de efectos impredecibles antes de usarla, y muchas veces irreductibles, después de hacerlo. Afortunadamente, tanto en Estados Unidos, como en nuestro país las últimas estadísticas señalan que su uso ha descendido en cierta forma considerable. Antonio Gamiochipi, "El vestido, la actitud, las drogas, el lenguaje, la música y el sexo en la juventud", en Jóvenes y viejos. Palémtca entre generaciones, México, Editorial Extemporáneos, 1970, pp. 261-275. La protesta política A diferencia de movimientos como el que los hippies expresaron, han surgido otras protestas juveniles en el mundo a partir de una conciencia política inspirados en maso fías como las de Marx, Engels, Marcuse o el "Che" Guevara. Movimientos gestados ante una sociedad represora que pretende modelar la totalidad de la personalidad humana a partir de las necesidades del sistema político imperante. ¿Hasta qué punto se justifican este tipo de rebeliones o protestas? Hay que tener en cuenta como observa Giuseppe Amara Pace que "el sometimiento total es siempre imposible, porque el hombre no puede Los días y los años Al oír los primeros disparos en las escaleras y ver que subían sujetos armados al tercer piso, la mayoría de los miembros del CNH presentes trataron de escapar por la única vía libre: los pisos superiores. Subieron corriendo las escaleras y entraron a un departamento cuya puerta se encontraba abierta. F i g u r a 8 . 4 Una de las críticas del "Che" Guevara a la sociedad capitalista es la de formar hombres unidimensionales y conformistas, condicionados por el consumo. dejar de ser él mismo, y la inconformidad, la crítica, la búsqueda y la exigencia de cambios, la rebeldía y la revolución serán siempre inevitables, como el sufrimiento o la renuncia a la vida, del que se somete". No había forma de abandonar el edificio, por lo cual se limitaron a escuchar cómo eran derribadas una a una las puertas de todos los departamentos, y esperaron. En ese departamento vivía la novia de Gamundi. Los del guante blanco no tenían manera de parar la lluvia de balas que caía sobre el tercer piso del Chihuahua. Los gritos que lanzaban a coro 223 habían sido totalmente inútiles pues el fragor de las descargas hacía imposible que se les escuchara. Algunos de trasladaban hacia las escaleras arrastrándose con los codos, la metralleta en ambas manos y e l pecho sumergido en e l agua que inundaba el piso. Las balas atravesaban las paredes de plástico añade e l Búho al relato de Pablo-« nos tiramos al suelo ! I esperamos. Entre el crepitar de las nutridas descargas, se escuchó un estampido anormalmente violento, enseguida empezó a llover. Con el fuerte disparo se había cimbrado todo el edificio, nos lo explicamos con dos palabras: un tan- que. El calentador había Sido perforado en varios sitios toda la habitación se encontraba inundada. Tirados entre el agua helada que escurría hasta las escaleras por la ranura entre la puerta ! I el piso, La praxis política de los jóvenes, como se manifiesta en muchos movimientos estudiantiles, trata de vincular la Ética con la Política. Ya no se trata de un crudo realismo político que solamente se centra en la búsqueda del poder y la dominación, sino en un verdadero y desinteresado anhelo de cambio en aras de ideales democráticos o de otros valores que chocan o se contraponen con los engranajes de un sistema reacio a todo cambio. Los movimientos de protesta nacional como la llamada "Revolución de mayo" en Francia en 1968, y otros movimientos estudiantiles de otras partes del mundo, como el llamado del 68 en México, se justifican porque están encaminados a resolver injusticias sociales, a derrocar gobiernos deshonestos –como fue el caso de la Nicaragua somocista- y a contravenir imposiciones gubernamentales que dañan los intereses de los jóvenes, como la compulsión al servicio militar y la penalización del aborto. Graciela Hierro, Ética de la libertad, México, Fuego Nuevo, 1998, p. 92. escuchábamos los golpes en los departamentos inferiores, si la puerta no cedía arrancaban la chapa con una descarga de ametralladora. Enseguida se oían nuevos golpes en una puerta más cercana. Todos aguantábamos l a respiración. Alguien empezó a llorar con el rostro hundido entre los brazos, apenas se oía. Calma, no llores, dijo en voz baja un compañero, este momento no es para llorar; es para grabárselo a fuego ! I recordarlo cuando tenga que pagarlo quien deba pagarlo. Luis González de Alba, Los días y los años, México, Era, 1973. Nota. En este fragmento se recogen algunas experiencias sufridas por los estudiantes en el movimiento del '68 en la Plaza de las Tres Culturas. F i g u r a 8.5 Mohamed AIí, boxeador que se negó a enlistarse en el ejército de los Estados Unidos por estar en desacuerdo a la guerra de Vietnam. Orígenes de las rebeliones juveniles Si confrontamos las necesidades de la naturaleza humana en su desarrollo juvenil con el sistema social contemporáneo, vemos que la rebelión juvenil surge de las necesidades de una renovación vital más allá de las palabras de las Ideologías. Son las condiciones de vida enajenada, de vida pre-humana en un sentido existencial, las que producen la inseguridad, la angustia ! I finalmente la protesta juvenil. 224 La juventud actual no puede ya creer que la libertad y la plena realización de las potencialidades humanas depende de un nuevo poder o de una nueva Ideología dominante. En el desafío contra todos los valores de la existencia ya no se puede creer en ningún p o d e r ; en ninguna Ideología como soluciones, si el hombre no ha personificado en sí mismo su idea! de vida y su poder en sí mismo. La juventud no necesita ni busca adquirir e l dominio del poder, ni siquiera la participación en el mismo. Lo que se invoca es el cambio de la relación del poder con e l pueblo, en un nuevo vínculo entre coordinadores sugerentes en sustitución de lo que representa al p o d e r ; y auto gestores autónomos y libres, por lo que es hoy el pueblo. Giuseppe Amara, Es la juventud una realidad concreta?", en Jóvenes Viejos, polémicos entre generaciones, Editorial Extemporáneos, México, 1970, p. 179. ahora bien, el amor surge cuando logra superarse ese narcisismo primigenio, cuando se experimente una verdadera unión, una comunión de experiencias anhelos proyectos de vida sin menoscabo de la independencia y la integridad. El amor juvenil, y en general el amor humano, no se limita tan sólo a la fraternidad y al compañerismo, sino que debe conjugarse, además, con la relación erótica. Lograr esta armonía entre el amor y la sexualidad es particularmente difícil en nuestra sociedad. Según Giussepe Amara, en la sociedad actual "el amor es un fenómeno relativamente raro y se duda abiertamente de su existencia; ello significa que muchas veces se llama amor está condicionado por factores sociales como el prestigio social, la ascensión de clase, la participación de una riqueza económica o por razones raciales, etcétera. Pero esta disociación o divorcio entre el sexo y el amor que se ha dado en nuestra época no conduce a la felicidad ya que "el acto de amor es una experiencia de la totalidad del ser, no es puro pensamiento ni tan sólo una reacción sensual y corporal. Es en el hombre (y la mujer) donde el sexo alcanza toda su plenitud. "Sólo el hombre a diferencia de los animales puede trascender su aislamiento en la relación sexual y entregarse profundamente consciente de la intimidad del ser amado."16 Amor y sexualidad Durante estos complejos periodos de la vida como son la adolescencia y la juventud, el ser humano se encamina a un proceso de individuación donde alcanzar la plena identidad como sujeto autónomo, libre y responsable es la suprema meta. Cuando no se logra realizar plenamente este proceso de identidad, el joven queda aislado, en ese estado de "separatidad" del que habla Erich Fromm. Dentro de este estado sus relaciones sexuales serán meramente contactos físicos encaminados a satisfacer impulsos egoístas. Aquí "no tolerará la necesidad de intimidad y de unión, tendrá miedo de perderse a sí mismo en el encuentro con el otro, o se habrá ya perdido en el proceso de la pseudoidentidad", entonces "vivirá en condiciones de dependencia y de simbiosis, y no conocerá la experiencia del amor y de la independencia". Desde su nacimiento el ser humano está inmerso en un narcisismo en el cual todo gira alrededor del "yo" Figura 8.6 Romeo y Julieta, personajes de William Shakespeare, simbolizan a través de la historia, la imagen del amor ideal. Cuando la relación sexual no es un producto del amor, no hay plena vinculación, no hay acto amoroso de encuentro y de conocimiento. Prevalece entonces el sentimiento de culpa o de vergüenza porque los seres a pesar de la intimidad sexual permanecen aislados. u I b i d . . p. 117. 15 Recuérdense esas historias del cine, la literatura. etc., en que grande amores de hombres y mujeres se encuentran frustrados por los prejuicios o intereses sociales. 16 lbid., p. 119. 17 Èdem. 225 La sociedad de consumo. Ser y tener Una de las típicas manifestaciones de la sociedad industrializada en la que vivimos es el fenómeno del consumismo. Un consumismo voraz permea todas las áreas de nuestra vida. Los medios de comunicación, todo un cúmulo de propaganda contribuye, en gran medida, a crear necesidades artificiales; se ve, por ejemplo, como una situación muy normal, el trabajo de las "sexo servidoras". El mundo existe - dentro de la visión consumista- para ser utilizado; las personas ya no son - como quería Kant- fines en sí mismos, sino tan sólo medios, objetos para cumplir nuestros deseos. Las llamadas "sexoservidoras" constituyen una manifestación de la sociedad consumista. Como observa el filósofo español José Ortega y Gasset en L a rebelión de las masas, una de sus clásicas obras, nuestra época es de tal forma "que permite al hombre medio instalarse en un mundo sobrado del cual percibe sólo su superabundancia de medios, pero no las angustias" . 1 8 En efecto, el hombre contemporáneo se encuentra rodeado de instrumentos prodigiosos, de medicinas, de máquinas, de computadoras, etc. Que sólo utiliza y consume, ignorando lo difícil que es inventarlos o construirlos. El consumidor es un producto automático de la civilización moderna. Para Ortega y Gasset, lo civiliza- do es el mundo, pero su habitante no lo es; ni siquiera ve en él la civilización, sino que usa de ella como si fuese naturaleza. Así, el hombre consumidor desea el automóvil y goza de él, pero cree que es como una fruta espontánea que le brinda un árbol edénico. Desde otra perspectiva, Erich Frornrn analiza al hombre contemporáneo bajo dos modalidades: el ser y el tener. Este último, el modo de tener, es el más común dentro de una sociedad industrializada donde existe un fuerte deseo de adquirir cosas y sobre todo propiedades, pues los propietarios son admirados y envidiados como seres superiores. El deseo de tener, como forma de vida se remonta a la sociedad patriarcal donde engendrar muchos hijos es la única manera de poseer personas. El patriarca o padre es el "dueño" de la mujer y de los hijos. En las sociedades modernas la propiedad se extiende hasta incluir amigos, amantes, salud, viajes, obras de arte, Dios y el propio yo. En el modo del tener las personas se convierten en cosas, pues sus relaciones mutuas adquieren el carácter de propiedades. Si todavía en el siglo XIX, nos dice Frornrn, las cosas se apreciaban por ser antiguas y bellas, ahora se hace hincapié en el consumo, no en la conservación. El lema del hombre actual es que "lo nuevo es siempre bello". Quizás -escribe F r o m m - el ejemplo más sorprendente del actual fenómeno de comprar y consumir sea el automóvil particular. Nuestra época merece llamarse "la edad del automóvil"; porque toda nuestra: economía se basa en la fabricación de automóviles, y nuestra vida e n gran parte se ve determinada por las altas y bajas del mercado de autos. Al comprar un auto, el propietario realmente ad- quiere un nuevo fragmento de ego. El acto de poseer un nuevo auto es una especie de desfloración; aumenta el propio sentimiento de poder, y cuanto más a menudo sucede más emoción se siente. Mientras el tener se refiere a las cosas, el ser se refiere a la experiencia y en cuanto tal es más difícil de explicarse. El modo de ser constituye algo que no puede describirse con palabras, y sólo es comunicable si alguien comparte mi experiencia. Para ser, observa Fromm, se requiere renunciar al egocentrismo y al egoísmo, o en las palabras que a menudo usan los místicos: debemos "vaciarnos" y volver- nos "pobres". El verdadero modo de ser, es para nuestro filósofo, el "ser activo". La actividad productiva denota un estado de actividad interior; no necesariamente implica una conexión con la creación de una obra de arte, de ciencia, o algo útil. La productividad es una orientación del carácter que pueden tener todos los seres humanos, en el grado en que no se encuentren emocionalmente inválidos. 226 El ser activo y productor tal como lo entiende Fromm sería la antítesis del consumista que critica Ortega y Gasset en La rebelión de las masas. "Las personas productivas -dice Fromm- animan lo que tocan. Hacen surgir sus propias facultades y dan vida a las personas y a las cosas."21 Generalmente, lo que hoy en día se da es una actividad más bien pasiva o enajenada pero la pasividad pro- ductiva rara vez se practica. Es preciso advertir que no es que el modo de ser que Erich Fromm llama "el tener" sea malo en sí mismo. Es natural que el ser humano requiera de lo necesario para vivir: alimento, ropa, ciertas comodidades, etc., sin embargo, habría que preguntarse si el cifrarlo todo en la búsqueda del tener por el sólo hecho de poseer -con sus actitudes concomitantes: ambición, poder y egoísmo representa el máximo valor que el hombre contemporáneo deba cultivar para alcanzar su máximo desarrollo y su felicidad como ser humano. E l p r o b le m a d e la v io le n c ia No hay un solo día en que los medios masivos de comunicación no difundan una noticia sobre asaltos, secuestros, asesinatos, violaciones y agresiones de todo tipo. y esta situación es ya tan frecuente y cotidiana que lamentablemente casi no nos sorprenden estas noticias y acabamos por verlas como manifestaciones y riesgos "naturales" que conlleva la vida dentro de las gran- des urbes. Además, los mismos medios de comunicación a través del cine y la televisión contribuyen a hacer la apología de la violencia, glorificando a los héroes o anti héroes que utilizan la fuerza y la agresión para salir victoriosos y estos "héroes", llámense Robocop, Rambo, Superman, Vengador Anónimo, etc., terminan por ser los modelos o paradigmas de los niños y los jóvenes de nuestra época. Para la filosofía, y en especial para la ética, la violencia, en cuanto a fenómeno humano y recurrente a lo largo de la historia es algo que debe ser estudiado: ¿qué es la violencia?, ¿cuáles son sus orígenes o raíces?, ¿cuáles sus causas o efectos?, ¿se puede acaso erradicar la violencia?, ¿cuáles son sus formas de manifestarse? Los orígenes de la violencia se hunden en la noche de los tiempos. Ya los relatos Bíblicos nos hablan de la muerte de Abel por su propio hermano Caín o de la expulsión de Adán y Eva del paraíso, hecho cruento con el cual se iniciaría la historia humana. Muchos historiadores han pensado que el tema de las guerras, las revoluciones, los alzamientos, rebeliones o matanzas son la sustancia misma de la historia, lo más importante de ser narrado. Acorde con esto, algunos filósofos piensan que la violencia nace con el hombre, que es algo que forma parte de su naturaleza. Así lo pensaron, por ejemplo, Nicolás Maquiavelo y Thomas Hobbes quien dice que "El hombre es un lobo para el propio hombre". Pero si ello es así, si la violencia o la maldad es inherente a nuestro ser ¿no estaremos condenados a ser violentos y, por tanto, a no ser libres? Para otros autores, por ejemplo Erich Fromm - el hombre no es bueno ni malo, de tal manera que puede optar libremente por cualquier tendencia. El hombre no es ni bueno ni malo. Si se cree en la bondad del hombre como la única potencialidad, se estará obliga- do a una falsificación optimista de los hechos o a terminar en una amarga desilusión. Si se cae en el otro extremo, terminará uno siendo cínico y estando ciego para las muchas posibilidades para el bien de los demás y de uno mismo. Una opinión realista ve las dos posibilidades como potencialidades reales, y estudia las condiciones para el desarrollo de una u otra de ellas. En realidad, la postura que sostiene Erich Frornm implica la defensa humanista de una supuesta libertad ante los enfoques deterministas e indeterministas que ya hemos examinado en el tema relativo a la libertad. La violencia implica un sentido negativo, podría considerarse como un contravalor. Según el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez "la violencia, por su naturaleza misma, excluye valores como la igualdad, la libertad, la tolerancia, el respeto a la dignidad y a la autonomía del otro". Es por ello que la violencia es rechazable e indeseable; "razón por la cual, la utopía de una sociedad más igualitaria, más libre, más justa y tolerante, en la que los hombres puedan convivir, dialogar, tolerarse, es incompatible con el dominio de la violencia". Así pues, en condiciones normales la violencia es algo que debe evitarse, que no se desee; y hasta pragmáticamente. 227 no es conveniente porque "la violencia engendra más violencia". Sin embargo, en situaciones límite muchas veces no se condena la violencia. N o condenamos, por ejemplo, la violencia practicada por Miguel Hidalgo por conseguir la Independencia de su Patria. Bajo la mirada del revolucionario, la violencia, la guerra de guerrillas, se justifica como un "mal necesario" para liberarse de la tiranía y la opresión. Lenin pensaba que el proletariado requería el poder del Estado, una organización centralizada de la violencia, tanto para aplastar la resistencia de los explotadores como para dirigir a la enorme masa de la población y así lograr sus metas revolucionarias. Pero, como ya apuntábamos, en el plano ideal no hay sitio para la violencia. En la sociedad actual, los hombres prefieren dirimir sus diferencias y desacuerdos por medio del diálogo racional como lo recomienda Jünger Habermas. La época contemporánea hereda los valores o idea- les de la modernidad: la idea de progreso, el orden racional, la libertad, la democracia, el Estado de derecho, los derechos del hombre, etc. Sobre esos valores se ha pretendido fundar la sociedad; sin embargo, no se ha podido desterrar del todo los aspectos irracionales que impiden la realización de esos codiciados valores: la injusticia, la miseria, la corrupción, la discriminación y la violencia. Así, nuestra historia semeja un drama teñido de claroscuros, un juego de luces y sombras, donde, frente a grandes logros, como descubrimientos y avances técnicos, se proyecta la sombra, el lado oscurantista y condenable de la existencia: las guerras, los conflictos étnicos y religiosos, los campos de exterminio organizados por Hitler durante la Segunda Guerra Mundial y, en fin, tantos conflictos que necesitaríamos muchísimas páginas para describirlas, muchas más de las que requirió Dan- te para narrar su "Infierno" en la Divina Comedia. Nos hemos referido a ejemplos de/violencia a un nivel mundial o internacional. Sin embargo, la violencia está más próxima a nosotros: en nuestro propio hogar, en las calles, en nuestra escuela, en nuestra oficina; es decir, lo que se llama la violencia intrafamiliar, y la violencia urbana, verdaderas preocupaciones sociales y éticas de nuestro tiempo. Veamos un ejemplo que te sirva para reflexionar sobre este complejo problema que atraviesa la sociedad; en un diario capitalino se publicó la siguiente noticia: Lectura. Poseen armas de fuego casi 66 millones de estadounidenses • Mueren 13 menores al día en Estados Unidos por heridas de bala. Jim Casan y David Brooks, corresponsales, Washington, 2 de mayo. La muerte de 12 estudiantes de preparatoria con arma de fuego en manos de dos de sus compañeros la semana pasada en Littleton, Colorado, ha generado diversas teorías sobre las razones de la masacre, desde los peligros de la influencia de música, películas y videos violentos hasta las costumbres "problemáticas" de los adolescentes, mientras las familias enterraban a las víctimas. El miércoles pasado, la Casa Blanca difundió un estudio que encontró que 98 por ciento de las películas más exitosas del país ofrecen imágenes de gente en situaciones violentas, utilizando drogas, bebiendo alcoholo fumando tabaco. Pero lo que no revela gran parte de estas investigaciones sociales, ni se comenta mucho en los debates sobre teorías socioculturales de los hechos, es el punto más obvio: el acceso inusual en términos del primer mundo, a las armas del que gozan los estadounidenses, lo que resulta en más actos violentos expresados en balas. El número de jóvenes entre 14 y 17 años que murieron en Littleton no es nada fuera de lo común, todos los días se repite el equivalente de 228 un "Littleton" en este país. Según la organización Handgun Control Inc. que promueve el control de armas y que está encabezada por el ex asesor de Ronald Reagan, James Brady, 13 menores de edad mueren en promedio cada día en Estados Unidos como resultado de heridas de un arma de fuego. Comparado con otros países, éste está sufriendo una epidemia del uso violento de armas de fuego: en promedio, dos personas mueren al año por heridas de armas de fuego en Nueva Zelanda, 30 en Gran Bretaña, 106 en Canadá; pero en Estados Unidos la cifra es de 9 mil 390 muertos al año por esa causa. Esta semana el presidente BIII Clinton ofreció propuestas limitadas para reformar las leyes de control de armas en este país. Pero su esposa, Hilary Rodham, el zar antinarcóticos Barry McCaffrey y Albert Gore han decidido centrar In atención pública sobre un objetivo mucho más fácil Hilary Rodham comentó el miércoles sobre niños que son desensibilizados por una cultura que glorifica la violencia a través de la música, cine, televisión y juegos de video. McCaffrey presentó un sondeo sobre las 200 películas más populares del país, y encontró que 98 por ciento de esas películas muestran imágenes de violencia, además, de uso de drogas y alcohol La formada, lunes 13 de mayo de 1999, p . 69. L a m u je r e n la p r o b le m á tic a a c tu a l Ninguneo En tierra de Descartes, junto a la estufa - Ya que nieva y tiritono pienso, pues pensar no es mi fuerte; ni siento pues mi especialidad no es sentir sino solo mirar, así que digo: (pues la mirada es la mirada fija) ¿Qué diablos hago acá en la ciudad lux, Presumiendo de culta y de viajada Sino aplazar la ejecución de una sentencia que ha caído sobre mí? La sentencia que dicta. —no existes“. Y la firman los que para firmar usan el Nos Mayéstico: el único que es todos; Los magistrados, las cancillerías, Las altas partes contratantes, los Trece emperadores aztecas, los poderes Legislativo y judicial, la lista de Virreyes, la comisión de Box, Los institutos descentralizados El sindicato unido de voceadores y… … y, solidariamente mis demás compatriotas La situación de dependencia y servidumbre que se le ha dado a la mujer data de siglos. Se hace evidente en el régimen patriarcal, cuyo fundamento radica en la lógica del poder entendido como control, dominación, servidumbre y violencia. En el mundo antiguo la mujer era francamente menospreciada junto al esclavo. El gran filósofo Platón, por ejemplo, se vanagloriaba de haber nacido libre y no esclavo, hombre y no mujer. A pesar de que el cristianismo declaraba que la mujer era la compañera, la esposa del hombre y no su esclava, lo cierto es que la siguió considerando como un ser inferior, sumiso e incapaz de gobernarse por sí mismo. Durante la Edad Media se consideraba a la mujer como un simple instrumento destinado a conservar la estirpe del marido, como el vehículo que transmite la sangre de éste. Muy lejos estaba, en esos momentos, la idea de una igualdad entre el hombre y la mujer. Los filósofos y educadores eran portavoces o reproductores de esta precaria situación en que se colocaba a la mujer. Así, por ejemplo, fray Luis de León en su obra La perfecta casada, considera que la misión primordial de la esposa es servir al marido y la crianza de los hijos. Las mujeres, decía fray Luis de León, deben reducir sus actividades a la vida familiar puesto que nacieron para 229 la humildad y sujeción, y son de naturaleza "flaca y deleznable, más que ningún otro animal". Por su parte, el humanista español Juan Luis Vives, del siglo XVI consideraba en su obra Institución de la mujer cristiana, que "las muchachas no deben jugar ni familiarizarse con varón alguno, ni dejarse ver de los hombres, ni siquiera salir a la calle sino muy raras veces y esto en compañía de sus padres o de alguna persona de experiencia". Hasta la comida y las bebidas delicadas prohíbe Vives a las doncellas: "su comida será la corriente y su bebida el agua clara y pura. En cuanto al vestir, tampoco debe ser muy rico ni primoroso. No ha de desear trajes nuevos sino contentarse con sólo la limpieza, apartándose de toda manera de suciedad. La mujer debe instruirse pero su instrucción ha de limitarse sobre todo al conocimiento de la verdadera religión y de los menesteres familiares, adquiriendo únicamente un ligero saber sobre las demás cosas". Esta concepción tradicional de la mujer se prolongó a lo largo de la modernidad incluso hasta nuestro siglo donde aún encontramos lastres o supervivencias que, cual curiosas reliquias, nos remiten a un lejano pasado. En el siglo XVIII, el gran siglo de los enciclopedistas y revolucionarios franceses, el filósofo Juan Jacobo Rousseau, fundador de la educación moderna en su obra El Emilio o de la educación, compartía ideas muy tradicionales y retrógradas acerca de la mujer. Rousseau, como tantos otros pensadores, sostenía la creencia en una "naturaleza femenina" con ciertas características innatas. Así por ejemplo menciona en múltiples ocasiones que las mujeres son halagüeñas, vanidosas, indiscretas, pasivas, abnegadas, y aun llega a afirmar que' "no es propio de las mujeres la investigación de las verdades abstractas y especulativas, de los principios y axiomas de la ciencia; sus estudios se deben referir todos a la práctica". Castellanos denominó "el eterno femenino", se han cuestionado gracias a estudios antropológicos, psicológicos y filosóficos (estudios de género) emprendidos. Se ha demostrado que las diferencias entre hombres y mujeres no son de esencia o naturaleza, sino de cultura e historia. En su obra El segundo sexo, sentencia la escritora francesa Simone de Beauvoir: "No se nace mujer, una se vuelve mujer". Es decir, es la educación patriarcal la que ha inventado esta imagen sumisa y abnegada de la mujer que todos conocemos. La misma Simone de Beauvoir dice que "ninguna nace psíquica o mentalmente hablando, mujer, sino que nos convierten, la tradición, la cultura, en mujer".29 La mentalidad del hombre o de la mujer no es entonces el resultado de la biología, sino el producto de la civilización, de la educación, de las circunstancias, de la situación en que vienen encontrándose milenariamente el hombre y la mujer. A pesar de situaciones adversas, la mujer se ha venido abriendo paso, como nos muestra la historia. Desde la más remota antigüedad las mujeres han. buscado ejercer el derecho a desarrollar con amplitud y profundidad todas sus capacidades; han sorteado mil obstáculos y muchas de ellas acabaron en ignominia o en la hoguera. Otras pudieron triunfar, desarrollarse y dejar obras y testimonios valiosísimos que nos están sirviendo de guía para entender el proceso de liberación de las rnujeres. En la antigua Grecia tenemos los casos de la poetisa Sapho que fundó una escuela para mujeres, o de Aguidica quien fue la primera mujer médico, y que para poder realizar sus estudios se disfrazaba de hombre. En la época Colonial, en la Nueva España brilló el ejemplo de Sor Juana Inés de la Cruz, poetisa, escritora y filósofa, quien hace una de las primeras defensas del género femenino en una de sus obras. Ya entrado el siglo XIX y aun en el siglo xx los pre- F i g u r a 8.8 Sor Juana Inés de la Cruz (1651juicios en torno a la mujer no han cesado. Todavía el 1695), A pesar de ser una mujer inteligente y una poetisa muy filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860) fecunda, Sor Juana profiere la conocida frase de que "la mujer es un animal padeció las limitantes impuestas a de cabellos largos e ideas cortas". su sexo por la sociedad de su tiempo. En los tiempos actuales estos mitos, prejuicios basados en una supuesta naturaleza femenina con características como las que le da Rousseau a esto que Rosario 230 F i g u r a 8.9 Josefa Ortiz de Domínguez. Rosario Castellanos (1925-1974). Como mujer y escritora se preocupó por la problemática de la mujer. Su tesis de licenciatura (1950) se llamó Sobre cultura femenina. Una colección de ensayos, sobre el feminismo y las feministas, Mujer que sabe latín, apareció en 1973. Su indignación por el status inferior de las mujeres aparece en poemas como "Entrevista de prensa" y "Ninguneo". Graciela Hierro. Lectura La mujer en la historia Veo adorar por diosa de las ciencias a una mujer como Minerva, hija del primer Júpiter y maestra de toda la sabiduría de Atenas. Veo una Pola Argentaria, que ayudó a Lucano, su mando, a escribir la gran Batalla Farsálica. Veo a la hija del divino Tiresias, más docta que su padre. Veo a una Cenobia reina de los palmirenos, tan sabia como valerosa. A una Arete, hija de Aristipo doctísima Nicostrata inventora de las letras Latinas y eruditísima en las griegas. A una Aspasia Milesia, que enseñó Filosofía y Retórica, y fue maestra del filósofo Pendes. A una Hipacia, que enseñó Astrología Y leyó mucho tiempo en Teniendo como antecedente las ideas de emancipación femenina que surgieron al fragor de la Revolución Francesa, a mediados del siglo XIX los movimientos feministas proliferaron y fueron adquiriendo fuerza. Alejandría. A una Leoncia griega, que escribió contra el filósofo Teofrasto y lo convenció. A una Julia, a una Corina. a una Cornelia: y en fin, a toda la gran turba de las que merecieron nombres, ya de griegas, ya de musas, ya de pitonisas: pues todas no fueron más que mujeres doctas, tenidas y celebradas y también veneradas de la antigüedad por tales. Sor Juana Inés de la Cruz, "Respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz", en Obras escogidas, México, Espasa-Calpe (Austral No. 12), 1963, pp. 136-137. En 1848 tuvo lugar la Primera Convención sobre los Derechos de la Mujer en la ciudad de Nueva York donde se reclamó la participación de las mujeres en las elecciones políticas. 231 En 1918, en la Gran Bretaña se expide una ley que concede el voto a las mujeres mayores de 30 años. En 1914, en Estados Unidos se logra que el voto femenino sea reconocido en varias regiones, y en 1920 el país entero acepta la presencia femenina en las urnas electorales. En México en 1916, Hermila Galindo, colaboradora del gobierno de Venustiano Carranza, realiza el Primer Congreso Feminista donde se discuten temas relativos a la educación de las mujeres, la protección de la familia y el trabajo de la mujer. En las primeras décadas del siglo XX, el feminismo en Latinoamérica se centra en la lucha contra las insalubres condiciones de vida, el maltrato familiar, la ignorancia, el alcoholismo, la explotación laboral y el "machismo" . "La mujer no es esclava, la mujer es persona; la mujer no es cosa y llamarla así en una asamblea democrática y cristiana es prorrumpir en una blasfemia; la mujer es libre y si sacrifica algo de su libertad en el matrimonio, lo hace por el amor, por la maternidad, por el bien de la sociedad y del género humano." Ponciano Arriaga Político liberal mexicano del siglo XIX En el año de 1952 se promulgó en México una ley que establece "que las mujeres serán elegibles para todos los organismos públicos establecidos por la legislación en condiciones de igualdad con los hombres, sin discriminación alguna". Los datos que acabamos de recordar testimonian los logros que ha alcanzado la mujer en los últimos tiempos; se trata de importantes avances en el aspecto legislativo. Como dice la filósofa Graciela Hierro: "las mujeres somos ciudadanas al parecer con todos los derechos de los hombres". Y, sin embargo, agrega, la utopía de las sufragistas que desde el siglo pasado lucharon por las reivindicaciones feministas no se han consumado totalmente. Es verdad que se ganó, en la letra de la ley, el derecho pleno a la igualdad, pero no en el ejercicio de la política y de la vida cotidiana donde todavía existen signos de discriminación y de opresión, pues bastaría re- visar muchas actitudes y valoraciones que actualmente, en los umbrales del siglo XXI, se dan en tomo a la mujer. Todavía existen muchos resabios de la ideología patriarcal o "machista" (como se dice en México) que es preciso erradicar. Debemos preguntamos si el patriarcado, la ley del padre, del patrón, del supremo jefe es producto de una ley natural sin posibilidades de cuestionarla o transformarla. Toca al feminismo luchar en contra de esta ideología del machismo o ideología patriarcal. No para imponer otra ideología que gobierne igual que la anterior, pero ahora con otro signo: el materno. No, ése no es el fin que busca el feminismo, pues su meta es el "terminar con la ideología patriarcal y que hombres y mujeres seamos iguales, conservando la diferencia del género, esa es la finalidad del movimiento de las mujeres. Que los géneros sean simétricos". Que podamos desear, actuar y soñar con igualdad de oportunidades, cada uno de los géneros. Que ambos perpetuamos, cuidemos y amemos a la especie, y que también juntos trabajemos y construyamos la nueva cultura, donde el género no sea lo que dé valor a nuestro trabajo sino su propio resultado para la felicidad humana. Mujer Un ser que aún no acaba de ser No la remota rosa angelical que los poetas cantaron No la maldita bruja que los inquisidores Quemarón No la temida y deseada prostituta No la madre bendita No la marchita y burlada solterona. No la que vive porque la dejan vivir. No la que debe siempre decir si Un ser que trata de saber quién es y empieza a existir. La bioética y sus problemáticas Una parte muy importante de la ética aplicada o práctica, que ha cobrado auge en los últimos tiempos es conocida como bioética, término propuesto por el oncólogo estadounidense V. R. Potter en 1971. Graciela Hierro, prólogo a Feminismo para adolescentes, de José Alfredo Torres, México, Ed. Fuego Nuevo, 1989, pp. l-Ill. 32 Graciela Hierro, op. cit. 31 Véase Alaíde Foppa (escritora guatemalteca) 232 La bioética examina todos aquellos problemas morales relacionados con el valor y la conservación de la vida humana, animal y vegetal (conservación del ambiente). Según el Boletín panamericano de bioética (número especial de 1990), la bioética "es el estudio sistemático de la conducta humana en el campo de las ciencias biológicas y la atención de la salud, en la medida en que esta conducta se examine a la luz de valores y principios morales",» La importancia de esta nueva disciplina tiene que ver con sus nobles propósitos: salvar a los seres vivos del peligro de muerte por la destrucción de su ambiente. No obstante que ciencias como la bioética parten del valor fundamental de la conservación de la vida, del derecho a vivir, se reconoce que hay ocasiones en que se cuestiona que la vida misma sea un valor absoluto, cuando, por ejemplo, ésta implica un verdadero sufrimiento, esto nos remite al controvertido problema de la eutanasia. del enfermo, obtener de éste una petición explícita reiterada y formulada con pleno conocimiento de causa. Si bien los representantes holandeses de las religiones católica, judía y musulmana manifestaron su abierta oposición a esta ley, las encuestas revelan, según Alejandro Herrera-s, que el 90% de los holandeses están a favor de ella, y que el 2.1 % de las muertes que se registran en Holanda obedecen a esta práctica. Cabe mencionar que la aprobación de este tipo de le- yes no se da abruptamente sino que es el resultado de un proceso gradual. En nuestro país ya se han dado ciertos avances en este sentido. Por ejemplo, el citado filósofo Alejandro Herrera, refiere que en 1995 algunos hospitales del ISSSTE elaboraron una encuesta relacionada con cinco casos hipotéticos de eutanasia: • Un paciente en estado vegetativo. • Una paciente paralítica que sólo puede comunicarse mediante el movimiento de los ojos. La eutanasia La palabra "eutanasia" proviene del griego eu, buena y thánatos, muerte. Su significado entraña una acción positiva: quitar la vida a alguien para evitar su sufrimiento, ayudarle a bien morir. La eutanasia se daría en un contexto hospitalario, con un paciente terminal, sin esperanza de recuperación y, sobre todo, con asistencia médica. Pese a este sentido positivo que presenta la definición de eutanasia, encontramos severas prohibiciones legales, morales y religiosas que limitan y censuran su práctica. Sin embargo, ante una serie de dolorosas experiencias, como la que sufrió en 1987 la deportista Ingrid Frank de 28 años, quien quedó paralítica de brazos y piernas por lo cual se quitó la vida, han llevado a países como Holanda a replantear seriamente el problema de la eutanasia y aprobar una ley en 1994 que la norma. Esta ley permite la práctica de la eutanasia con la condición de que se cumplan una serie de lineamientos o reglas; de no cumplirse con éstos, la eutanasia se considera como un delito que amerita la pena máxima que es de doce años de cárcel en ese país. Según la mencionada ley, el médico debe tener en cuenta la personalidad, la inteligencia y el sufrimiento • Un enfermo con cáncer de páncreas y sin esperanza de curación . • Un paciente con cáncer de próstata con invasión del mismo en los huesos y sin posible mejoría, y Un paciente con trastornos psicológicos para el que no hay solución. El cuestionario utilizado para levantar la encuesta tenía tres opciones: a) La eutanasia en este caso está justificada. b) Cualquier acción que exponga la vida de un ser humano es un crimen moralmente injustificado. c) Tengo dudas sobre estos casos. Herrera opina que habría sido muy útil añadir un cuarto inciso que permitiera al encuestado opinar sobre estos casos, indicando qué lo llevó a marcar determina- da opción: "Con ello -nos dice este filósofo mexicano- se habría tenido una idea de cuáles son las motivaciones que subyacen a la toma de posición en problemas éticos de este tipo." Algunas objeciones serias para practicar la eutanasia proceden de los propios médicos con razones que parecen válidas. 233 Como sabemos, la esencia de la profesión médica estriba en salvar vidas en lugar de provocar la muerte, y este reclamo está consagrado en el famoso juramento hipocrático (que ya vimos al hablar de las profesiones) el cual nos dice que la misión del médico es "no hacer daño, sino ayudar", tener la salud del paciente como su más noble meta. Bajo esta perspectiva, se piensa que los pacientes dejaron de confiar en los médicos que acceden a llevar a cabo la eutanasia, y que la institución médica, en general, se verá perjudicada por esta pérdida de confianza. ¿Qué pensar de esta objeción que parece sumamente lógica y convincente? Según Herrera, es menester reinterpretar el juramento hipocrático a la luz de un enfoque integral. De esta manera, lo primordial de la profesión médica y del juramento hipocrático es lograr que el paciente se mantenga en condiciones biológicas para lograr una vida digna y no una vida miserable. Bajo este nuevo enfoque, cumple mejor con el multicitado juramento el médico que ayuda a su paciente a morir con dignidad y que le evita el terrible daño de un remedo de vida humana que nadie desearía si se encontrara en el lugar del paciente. Otra razón que se da para oponerse a la eutanasia proviene de un posible conflicto entre las creencias del paciente y las creencias del médico. Por ejemplo, cuando éste practica una religión que le prohíbe matar bajo cualquier circunstancia, surge el problema de cómo resolver este conflicto. Pragmáticamente, podría ser buscando un médico cuyas creencias sean compatibles con las del paciente (es decir, que le practique la eutanasia), pero, ¿qué sucedería cuando hipotéticamente no lo hay? A juicio del profesor Herrera, en estos casos el interés del paciente deberá prevalecer sobre el interés del médico, debiendo éste sacrificar el seguimiento de sus creencias en aras de lo que su paciente percibe razonadamente como su propio bien; sin embargo, como sabemos, siempre surgirán discrepancias con respecto a esta manera de pensar. En suma, para Herrera, el juramento hipocrático debe consistir fundamentalmente en la promesa de la búsqueda del bienestar integral del paciente y se debe fundar en el marco del respeto a sus propios valores, a la percepción de su calidad de vida, dentro de los límites de la convivencia con los demás. Sin pretender extendemos más en este controvertido tema, señalemos que éstas son tan sólo algunas reflexiones que el médico y los pacientes deberán retomar para sopesar de manera moralmente adecuada el difícil problema de la eutanasia. El maltrato hacia los animales Como hemos visto la Bioética se preocupa por la preservación de la vida y de las especies, no solamente en un nivel individual, sino general. Es por ello que el cuidado y respeto a la vida animal forma parte de la preservación de los ecosistemas. El cuidado de los animales, a pesar de que muchas veces se piensa lo contrario, entraña un sentido ético. Muchas veces no se repara en el hecho de que los animales también sufren y que no son meros objetos o especies de máquinas como creía René Descartes en el siglo XVII. ¿A qué se debe la crueldad hacia los animales? se pregunta Alejandro Herrera (filósofo al que nuevamente retomaremos). Ello se debe, nos contesta él mismo, a nuestra herencia cultural de occidente. "Hemos recibido de las generaciones anteriores un modelo de ser humano según el cual éste se ve a sí mismo como el rey del Universo, como un individuo infinitamente superior a los de las demás especies."36 En virtud pues, de este antropocentrismo típico del mundo occidental, nos creemos con derecho de explotar irracionalmente nuestro hábitat y por otra parte hemos puesto un mayor énfasis en nuestra racionalidad que en nuestra animalidad, pero es necesario que comprendamos que somos más animales de lo que hemos creído y "que estamos dentro de la cadena de la vida, no fuera de ella". 37 Más que como señores de la naturaleza, debemos vemos como cuidadores y responsables de ella. Filósofos contemporáneos como Peter Singer, Tom Regan y Paul Taylor nos invitan a abandonar el antropocentrismo y valorar y apreciar la vida de otros seres. Según Peter Singer, así como hay discriminación racial o sexual, también existe la discriminación hacia otros seres -como los animales- por pertenecer a una especie supuestamente inferior; a tal tipo de discriminación le llama especismo. "Ser especista es no reconocer que hay otras especies dignas de consideración moral en virtud de su posesión de sensibilidad."38 Algunos filósofos como Tom Regan proponen hablar de los "derechos de los animales" (así como existen los 234 derechos humanos); sin embargo, para otros filósofos, entre ellos el propio Peter Singer, esto se prestaría a ciertas confusiones y abusos del lenguaje. Desde luego, hablar de "derechos" es hablar de personas y los animales no son considerados como tales, por lo cual Singer propone tentativamente utilizar como criterio a los animales que tienen capacidad para sufrir y sentir placer lo que implica que tienen un sistema nervioso central. Sin embargo, este criterio dejaría fuera a las plantas y animales "inferiores" como los gusanos y los insectos; por ello otros filósofos, como Paul Taylor, "han propuesto una ética cuyo círculo expandido abarque a cualquier ser vivo sobre la base de que cualquier daño ocasionado intencionalmente y que atenta contra la integridad de un individuo puede ser atribuido a una acción inmoral' Lamentablemente, en nuestra sociedad, tanto en el campo como en las ciudades, se ha vuelto un hecho muy común el maltrato a los animales: matanza de perros callejeros, venta de animales de especies en peligro de extinción, métodos irracionales para sacrificar a las reses en los rastros, peleas de gallos y de perros, corridas de toros; falta de cuidado de los animales en los circos y zoológicos y, en fin, experimentos donde los animales son víctimas de innumerables torturas. ¿ Qué se puede hacer para contrarrestar esta violencia ejercida contra los animales? Obviamente que debemos cambiar nuestros hábitos y actitudes en nuestras relaciones con los animales y tomar medidas que se están realizando para evitar el sufrimiento de estos se- res de la naturaleza. Pongamos solamente un ejemplo: "El problema del perro callejero - con o sin dueño - en las ciudades es muy grave. Las autoridades normalmente buscan la solución más rápida: el exterminio. Y peor aún: el exterminio doloroso. Un programa bien elaborado deberá intentar primero la adopción por parte de voluntarios, y luego la esterilización tanto de machos como de hembras. El aborto Otro problema ligado con los anteriores, porque trata sobre la defensa de la vida, es el que se refiere al aborto. Según el comité de terminología del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, el aborto es la expulsión o extracción de parte o todo el producto de la concepción, con anexos y sin ellos, antes de que pese 500 gramos o haya completado 20 semanas de gestación, o sea 139 días.41 Se habla de diversos tipos de aborto; por ejemplo desde el punto de vista de su origen existe el aborto espontáneo y el aborto provocado. En el aborto espontáneo no existe intervención humana y es producido por alteraciones ovulares. El aborto espontáneo ocurre con una tasa mucho mayor de lo que se piensa, pues "se ha calculado que alrededor de 33% de todos los óvulos fertilizados abortan antes del ciclo menstrual".42 A diferencia del aborto espontáneo, el provocado o voluntario se da por la intervención del ser humano (médico, comadrona, etc.) y puede ser inducido a petición de la interesada (en algunos países está legalizado). O el terapéutico, el cual se ejerce cuando la continuación del embarazo amenaza la vida de la paciente o su estado de salud, o bien, cuando el embarazo ha sido resultado de una violación o se confirma la posibilidad de malformaciones fetales o retardo mental en el producto. A lo largo de la historia el aborto no siempre ha sido condenado n i catalogado como un acto criminal. En la antigua Grecia se dividían las opiniones. Hipócrates, el padre de la medicina, rechazaba el aborto como medio para controlar la natalidad. En su famoso juramento prohibía suministrar remedios abortifacientes; sin embargo, filósofos como Aristóteles contemplaban el aborto como medida de control de población y para el desarrollo de una comunidad "bien integrada". Para los romanos, el aborto no implicaba asesinato pues era, simplemente, la remoción de una porción del cuerpo, como un brazo, o una pierna. En la actualidad coexisten ambas tendencias, las que abogan por lo que se llama la "despenalización del abor- to", y las que condenan esta práctica por considerarla contraria a leyes naturales, divinas o a incuestionables principios morales como el derecho a la vida. Dentro de esta línea, el Papa Juan Pablo TI, máximo representante de la Iglesia católica rechaza categórica- mente el aborto. Mientras que mujeres de tendencias liberales consideran que en ciertos casos pueden abortar porque ellas tienen pleno derecho sobre su cuerpo, la moral cristiana arguye que "ninguna mujer tiene derecho a intervenir en una vida que Dios ha creado". 235 Desde el punto de vista filosófico la discusión sobre la legitimidad ética del aborto se centra en la concepción de la persona moral. Una persona moral "es aquella que forma parte de nuestra comunidad moral, es decir, del conjunto de individuos con respecto a los cuales tenemos derechos u obligaciones morales".43 En la actualidad nos encontramos en dos formas irreconciliables de interpretar el aborto provocado. Unos parten de la creencia de que el feto es una persona y así consideran que es inmoral interrumpir su desarrollo vital. Para este punto de vista "la animación del feto es inmediata" y por lo tanto "la práctica del aborto voluntario (o provocado) es moralmente condenable sea cual fuere el periodo de gestación en que se realice y sean cuales fueren las circunstancias en las que se practique'' Otros, en cambio, consideran que el aborto no es moralmente reprobable pues el feto no es persona moral y por lo tanto no tienen los derechos morales inherentes a las personas, Incluso, los que piensan así, podrían apoyarse, paradójicamente, en filósofos cristianos que consideraban que la persona, propiamente dicha, no comienza a existir desde el momento de la concepción. San Jerónimo y San Agustín decían, por ejemplo, "que no todo feto tiene alma". "Santo Tomás, por su parte, sostiene explícitamente que el alma no entra en la materia en el momento de la concepción, sino hasta la séptima semana de la gestación."45 De acuerdo con esto, el aborto voluntario quedaba moralmente condenado sólo si se practicaba una vez que el alma hubiese sido infundida al cuerpo. Así, pues, para esos filósofos cristianos la destrucción de un feto inanimado no se consideraba moralmente malo. Cualquiera que sea nuestro punto de vista en tomo al aborto, éste debe emanar de una decisión libre, autónoma y comprometida; por ello, nos dice la filósofa Margarita Valdés: Es cada quien con su sistema de valores y creencias morales quien debe determinar para sí mismo si el feto merece la calidad de persona moral o no y por lo tanto si el aborto voluntario es una práctica moralmente correcta o no. Se trata de un asunto de moralidad individual q u e c ada quien debe decidir en conciencia. Esto no equivale a aceptar que después de todo da igual decidir cualquier cosa; por el contrario, coloca a cada individuo en la obligación de darse a sí mismo una explicación honesta y razonada de su decisión. Por otro lado, nos obliga a asumir una actitud de respeto y tolerancia hacia los demás. La tolerancia no consiste en considerar que cualquier cosa está permitida, sino en estar dispuestos a entablar una discusión racional con nuestros opositores y revisar razones a favor de la aceptación de prácticas distintas a las que uno mismo acepta como en estar dispuestos a cambiar las prácticas en el caso de convencernos de que estábamos equivocados. Mientras no alcancemos ese convencimiento tenemos que defender nuestras posiciones con la fuerza con que se defiende una verdad o una creencia profundamente internalizada. L e c tu ra El aborto e n diversos países En 40 países, cuya población representa el 38 por ciento de los habitantes del planeta, la mujer puede solicitar la interrupción del embarazo sin necesidad de explicar los motivos sobre su terminación. Al ser derecho, la posibilidad de practicarse un aborto incluye desde luego problemas de salud o económicos que les impide continuar con el embarazo. La liberalización de las leyes sobre el aborto se han dado de una gran diversidad de regímenes políticos, culturales, sistemas económicos y orientaciones religiosas; desde naciones de la ex Unión Soviética, Europa del Este, China, Vietnam y Cuba hasta otros como Estados Unidos, Canadá, Noruega, Dinamarca, Austria, Suecia, Grecia, Holanda, Turquía y Túnez, entre otros. Eduardo Castillo, vocero del Grupo de Información en Reproducción Elegida (gire), señaló que existe otro grupo de 31 países que concentran al 27.6 por ciento de la población mundial-, para cuya legislación no es suficiente con que la mujer exprese su disposición a abortar, pues dicha solicitud debe ser objeto de autorización médica o 236 legal 'Ha* sin embargo, comprensión sobre la necesidad de interrumpir el embarazo cuando existen causales para proteger la vida y la salud de la mujer, o cuando el embarazo es producto de incesto, violación o razones eugenésicas y por factores sociales y económicos. Un total de 2 8 estados tienen despenalizada la terminación de un embarazo imprudencial o culposo, por violación y por riesgos de muerte para la madre. Baja California Sur, More/os y Querétaro no contemplan e/ aborto por peligro de muerte maternal, y en Tamaulipas se prohíbe e/ aborto imprudencial y por violación. En nueve estados, además de las tres primeras excepciones, se puede solicitar la terminación de un embarazo por motivos eugenésicos. Éstos 1. Según tus propias experiencias escribe tu opinión sobre lo siguiente: • ¿La época actual revela un tiempo de crisis? ¿Por qué? • ¿Hoy en día hay más violencia que antes? ¿Por qué? • ¿Cómo observas la situación de la mujer actualmente? ¿Hay avances con respecto a la concepción que se tenía de ella en el pasado? ¿Por qué? • ¿Crees tú que para superar la discriminación de la mujer se deba llegar a una situación donde ahora prevalezca el dominio de la mujer? ¿Por qué? • ¿Qué piensas del consumo de drogas? ¿Es conveniente? ¿Es válido como forma de protesta? Fundamenta tus respuestas. • ¿ Qué piensas de los movimientos rebeldes como el de los "hippies" y "punks" en nuestra época? ¿Son meramente gratuitos o tiene una justificación histórica? • ¿Cuál crees que es la mejor forma para transformar la sociedad? . son: Coahuila. Colima y Chiapas, Durango. Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán: y otros nueve que incluyen por grave daño a la salud de la madre: Zacatecas, Tlaxcala; Nuevo León, Nayarit Estado de México, Jalisco, Hidalgo y Guerrero. La lucha por la despenalización del aborto ha Sido una larga carrera por la vida y la salud de las mujeres, amén de ser considerada la maternidad libre y voluntaria como un derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas. Sonia del Valle, "Virtualia', núm. 10, suplemento del periódico La Jornada, 24 de febrero de 1998, p. 6. • ¿Qué piensas sobre la eutanasia? Si tuvieras un familiar que estuviera desahuciado y pidiera acortar su vida ¿lo permitirías?, ¿por qué? • ¿Crees que es justificable el aborto? ¿Crees que el feto y" es una persona de tal manera que el aborto sea un asesinato? Fundamenta tus respuestas. 2. Elabora los siguientes trabajos: • Analiza e l poema de Rosario Castellanos que aparece en este capítulo y saca algunas conclusiones. • Sintetiza (en dos o tres cuartillas) el pensamiento de alguna feminista mexicana. • Resuelve la encuesta sobre eutanasia citada por Alejandro Herrera que aparece en el capítulo y obtén algunas conclusiones. • Elabora una "encuesta" entre la gente de tu colonia o barrio sobre la violencia y el maltrato hacia los animales. • Elabora un cuadro descriptivo con el tema ventajas y desventajas en el consumo de las drogas. 237 3. En el siguiente texto, el filósofo español Fernando Savater habla de una hiperbiologización en las que a veces se ha desembocado. ¿Qué piensas de ello? Se habla de la defensa de la vida ¿Qué es eso de defender la vida, así, sin califica", a ultranza? E s que se han vuelto budistas todos los obispos y congregantes de este país? Desde luego el sabio hindú respeta a la hormiga y a la vaca, no se come ni al huevo ni a la gallina y cuando ve proliferar el tumor canceroso que le roe dice mansamente: "Dejadle crece", él también está vivo", Pero la tradición occidental de la que el cristianismo forma parte, no valora la inda sin más, sino sólo la vida humana, es decir; la inda desnaturalizada, la vida como proyecto simbólico de salvación o de terrena felicidad La vida no es cualquier vida (muchas formas de vida son monstruosas amenazas para la pobre vida humanal ni puede ser disociada de los valores que en ella pretenden alcanzarse). Las razones del antimilitarismo JI otras razones, Barcelona, Anagrama, 1998, p. 193. 4. Investiga si existen en tu ciudad organismos o instituciones de protección a los animales o al ambiente. Visítalos y obtén información sobre sus objetivos y funciones. Asimismo, visita centros de protección y estudios sobre la mujer, como el Centro de Dignificación de la Mujer. Investiga los objetivos y actividades de instituciones como estudios de género de la UNAM, Asociación Filosófica Feminista, Sociedad de Mujeres para la Filosofía (EUA) y Asociación Argentina de Mujeres de Filosofía. Analiza los siguientes asuntos de vida o muer- te. Expresa cuál sería tu solución o decisión en cada caso y por qué: a) ¿Debería haber legislación para controlar los experimentos practicados en fetos abortados? ¿O habría que prohibir oficialmente las investigaciones con fetos después de las primeras semanas de vida embrionaria? ¿Cuántas semanas después? b) ¿Debe el médico atender la petición de los padres de la víctima de un accidente de tráfico en estado indudable de "muerte cerebral" de que desconecte el equipo médico que la está manteniendo en vida? ¿Obraría correctamente el médico si tratara de obtener el permiso de los padres para extraer de ese paciente órganos destinados a trasplante? c) Una partera asiste al parto difícil de un niño que está luchando por vivir pero aparece visiblemente deformado o con discapacidad mental: ¿debe hacer todo lo posible por mantener con vida al niño, o ha de centrar sus esfuerzos sobre todo en salvar a la madre? d) Un paciente de 90 años de edad que está muriendo de una enfermedad dolorosa y al que se le está administrando una medicación copiosa pide al médico que ponga fin a sus sufrimientos. ¿Cómo debe responder el médico? e) ¿Es ético ofrecer dinero a jóvenes voluntarios si se dejan inyectar un fármaco experimental para el tratamiento de la epilepsia y la esquizofrenia? A la inversa, ¿sería ético negar a un paciente de esas enfermedades un fármaco del que se sabe que alivia tales afecciones, pero que acarrea un riesgo de efectos secundarios? 238 Aborto. Expulsión espontánea o provocada del feto antes de que sea viable. Adicción. Hábito que crea en el organismo el consumo habitual de drogas, alcohol, tabaco u otros productos. otras cosas la contaminación ambiental; el abuso de los recursos naturales ha ocasionado el agotamiento de varios minerales, la extinción de especies animales, la deforestación, etcétera. Brecha generacional. Fenómeno social según el cual existe un conflicto o disparidad de creencias y valores entre las generaciones jóvenes y las viejas. Especismo. Término propuesto por el filósofo Peter Singer, para referirse a la discriminación de las especies no humanas, posibilitando su irracional explotación y maltrato. Cáncer. Tumor maligno formado por la multiplicación desordenada de las células de un tejido o de un órgano. Casuística. Conjunto de cosas particulares en que es posible explicar una teoría, una norma, etcétera. Consumo. Gasto de las cosas que con el uso se llegan a extinguir o a destruir. Contingencia. Posibilidad de que una cosa suceda o no. En filosofía, lo contingente es lo opuesto a lo necesario. Convencionalismo. Idea o procedimiento aceptado y mantenido por comodidad o conveniencia social. Corrupción. Corrupto es lo que está descompuesto y huele mal. Desde el punto de vista social, la corrupción significa la tergiversación, ilegal o inmoral, de las finalidades originales de un puesto público para usarlo con fines de beneficio particular, sea individual o de grupo. También puede definirse como la violación de las normas legales o morales en el cumplimiento de un deber público a cambio de beneficio Dávalos y Meza. Glosario de Ciencias Históricosociales, México, ANUIES, 1977.) Crisis. Manifestación aguda de un trastorno físico o moral. En la historia y en la sociedad alude a hondas transformaciones y cambios de valores. Droga. Sustancia que produce efectos alucinógenos, estimulantes o sedantes y que puede crear hábito y serios trastornos físicos y mentales. Las drogas pueden ser drogas blandas o estupefacientes que tienen poderes menores sobre el organismo y drogas duras o estupefacientes que provocan efectos graves en el organismo. Ecología. Es el estudio de los organismos en relación con su medio. Investiga el modo de vivir de los animales y plantas y su interrelación con los seres que los rodean. En la actualidad, el uso indiscriminado e irresponsable de la tecnología ha originado entre Esterilizar. Hacer estéril. Destruir los microbios que hayo pueda haber en el medio. La esterilización de un animal no permite que éste pueda reproducirse. Eutanasia. Acción de acortar o terminar con la vida de un enfermo incurable, a fin de evitarle un sufrimiento prolongado. Feminismo. Doctrina y movimiento que defiende la igualdad social, laboral, etcétera, entre el hombre y la mujer. Ginecología. Parte de la medicina que estudia las enfermedades propias de la mujer. Guerra Fría. Se llama así a una situación de tensión en las relaciones internacionales, más que a un estado bélico, aunque puede ser la etapa previa al conflicto armado. Esta expresión se usó para calificar los conflictos y antagonismos políticos surgidos después de la 11 Guerra Mundial, principalmente entre el bloque bajo la hegemonía de los Estados Unidos y el bloque soviético. (Dávalos, op. cit.). guerrilleros o revolucionarios en las guerras de liberación, como estrategia para derrocar un régimen que se considera injusto. Hipotético. Aquello que se basa en una hipótesis o suposición. Holocausto. Entre los judíos, sacrificio religioso en el que la víctima era quemada. Se refiere a un gran sacrificio o matanza de seres humanos como la que se dio de los propios judíos en la Segunda Guerra Mundial por el ejército "nazi". Identidad. Calidad de idéntico. Circunstancia de ser efectivamente una persona o cosa lo que se dice que es. La identidad de un pueblo está en su cultura y valores y tradiciones, lo que lo distingue de otro. En lógica se habla del "principio de identidad" según el cual un objeto es idéntico a sí mismo. Su fórmula es A = A . 239 Incesto. Relaciones sexuales entre familiares cercanos. Marginación. Estado en el que se relega o aparta a un ser de la sociedad, discriminándolo. Poner a una persona o grupo en condiciones sociales de inferioridad. Mundano. Relativo al mundo como sociedad humana. Un ser mundano se liga más o se interesa más en las cosas del mundo, en valores no trascendentes a él. Narcisismo. Admiración exagerada hacia uno mismo. Narciso es un personaje de la mitología griega que al contemplar su imagen reflejada en el agua, se enamoró de sí mismo. Oncología. Parte de la medicina que trata los tumores. Polis. En los griegos antiguos, era la Ciudad-estado. Praxis. Relativo a la práctica o acción humana. Así se habla de praxis política, artística, filosófica, etcétera. Promiscuidad. Práctica en que se tienen relaciones sexuales con varias personas. Prostitución. Acto por el cual una persona admite tener relaciones sexuales por dinero. Comercialización del acto sexual. Psicosis. Término genérico que designa las enfermedades mentales. Rebelde. Que se rebela, persona que es declarada en rebeldía. Dícese de la persona o animal difícil de gobernar o educar. En la sociedad muchos jóvenes se rebelan contra la sociedad porque están inconformes con ella. Revolución. Cambio brusco y violento en la estructura social o política de un Estado. Técnica. Conjunto de aplicaciones prácticas de las ciencias. Una ciudad tecnificada es la que ha alcanzado un gran desarrollo técnico e industrial. Utopía. Término introducido por el filósofo inglés Tomás Moro en el siglo XVI, significa "en ningún lugar". Moro escribió una novela de protesta llama- da Utopía donde describía un país ideal. "Utopía" se convirtió al parecer en el sustantivo que designa todo proyecto irrealizable. Las utopías son muy importantes en la historia humana ya que impulsan la transformación de las sociedades hacia mejores formas de vida. Violación. Relación sexual impuesta por coacción y que constituye un delito. Desde el punto de vista moral también es reprobable. Violencia. Acción en la que se hace uso excesivo de fuerza y agresión. La violencia puede ser física o psicológica. Ê lvarez Pastor, Joaquín, Ética de nuestro tiempo, México, Imprenta Universitaria, 1957. Arriaga Cárdenas, Alejandra, Educación de la mujer: Rousseau vs. Feminismo, México, Ed. Torres Asociados, 1998. 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