No te preocupes querida es una película de ciencia ficción dirigida por Olivia Wilde y protagonizada por Florence Pugh y Harry Styles
No te preocupes querida es la última película de Olivia Wilde. La cinta nos traslada a los años 50, a una urbanización exclusiva, donde solo viven los trabajadores de la empresa dueña del sitio, y sus encantadoras esposas e hijos. La historia gira en torno al matrimonio idílico de Jack y Alice Chambers (Harry Styles y Florence Pugh), él ingeniero y ella ama de casa, el prototipo de pareja feliz que parecen estar en continua luna de miel.
Jack, junto con el resto de los hombres, trabaja en un proyecto secreto llamado Victoria del que las mujeres desconocen, de lo poco que saben es que el creador de esta utopía, es el carismático Frank (Chris Pine).
En No te preocupes querida, todas las mañanas, Alice se despide de Jack cuando va a trabajar, a continuación realiza las tareas del hogar, y luego se va al centro comercial a pasar el rato con el resto de sus vecinas. A la vuelta prepara la cena para Jack, con el que tiene un momento de pasión, y luego la noche se resume en fiesta y alcohol. Todo parece perfecto, demasiado perfecto. Pero tras un evento, Alice se empieza a cuestionar lo que sucede a su alrededor, lo que dará paso a los secretos, engaños y manipulaciones que no destriparemos para evitar los spoilers.
La crítica de No te preocupes querida
Olivia Wilde ya confirmó que se ha inspirado en cintas como Matrix, El show de Truman o The Stepford Wives. Y al igual que este tipo de películas, No te preocupes querida nos deja intuir que hay algo raro en todo lo que estamos viendo en la pantalla desde el principio, genera una sensación de incomodidad que consigue que el público esté atento a lo que ocurre. Aunque ese efecto desaparece enseguida, pues el espectador es capaz de intuir lo que está sucediendo. Incluso cuando la película revela el gran misterio no hay demasiadas sorpresas.
La sensación de incomodidad en parte es gracias al buen trabajo de John Powell con la banda sonora, que acompaña muy bien a la historia, generando momentos de angustia. Pero como ya hemos dicho antes, el misterio va desapareciendo y con ello, las sensaciones que genera la música.
A pesar de tener mucho potencial, el guion peca de simplismo, la trama no es algo que no hayamos visto en otras películas del mismo estilo. Como se ha mencionado antes, el espectador es capaz de intuir lo que está pasando, aun cuando la cinta no ha llegado a revelar gran cosa. Lo que empieza siendo una historia interesante poco a poco se va diluyendo, incluso ignorando elementos que son presentados desde el principio y se muestran como importantes para desencadenar la historia.
La dirección de Olivia Wilde cumple, pero, al igual que la trama, podría haber dado mucho más de sí. En esta película, Wilde se ha centrado en lo visual (gran trabajo del director de fotografía, Matthew Libatique) mostrándonos la imagen idealizada de los años 50, lleno de gente atractiva, vestuario y coches clásicos y unos tonos pastel que contrastan con el entorno desértico del alrededor, que hace sentir que los protagonistas viven en una especie de Jardín del Edén.
A pesar de destacar de manera notable en el apartado visual, la directora abusa demasiado de los elementos oníricos, dando la sensación, a veces, de implementar estos recursos sin ninguna planificación previa. También hay escenas, sobre todo las que contienen algo de acción, que se ven un poco descuidadas y que podían haber dado mucho más de sí.
No te preocupes querida, que ya te salva Florence Pugh
Pese a una dirección “que cumple” y un guion un tanto simple, en lo que destaca la película es en la actuación de los actores. La mayor parte de la historia se cuenta desde la perspectiva del papel de Florence Pugh, la cual eleva ella sola la calidad de la película, demostrando una vez más que no hace ninguna mala actuación. Harry Styles demuestra su potencial como actor, pues sale victorioso de su primer papel protagonista, su interpretación es muy sólida, dejando claro que si quiere, puede dedicarse al mundo de la actuación. Pugh y Styles demuestran una gran química como pareja idílica y son capaces de sacar más de una sonrisa del público.
La actuación de Chris Pine como Frank, líder empresarial del Proyecto Victoria es también sobresaliente. Aun sin contar con tantos minutos en pantalla como Pugh y Styles, sus escenas son magníficas, donde se ve a un líder carismático al que todos glorifican, a la vez que tiene una actitud perturbadora que indica que sabe más de lo que dice. Mención especial a la actuación de Olivia Wilde como Bunny, la vecina de Alice que demuestra ser un personaje más profundo de lo que parece al principio.
El resto del reparto lo conforman Nick Kroll, Kiki Layne, Gemma Chan y Douglas Smith con buenas actuaciones.
Conclusión de No te preocupes querida, ni tan mala, ni tan buena
Uno de los grandes inconvenientes que ha tenido No te preocupes querida, es que se ha hablado más de lo que ocurría detrás de las cámaras que de la película en sí. Los problemas de Wilde y Shia Labeuf (el papel de Jack iba a ser suyo), el romance de la directora con Harry Styles , triángulos amorosos… si se está hablando tanto de la película no es por su calidad. Es muy posible que, sin este espectáculo mediático, la cinta no hubiese tenido tanta repercusión.
No te preocupes querida da la sensación de ser un quiero y no puedo, la película tiene mucho potencial, pero parece que se queda en tierra de nadie, haciendo que la trama carezca de originalidad, pues ya hemos visto esta clase de historias, aunque consigue introducir muy bien mensajes relacionados con la nostalgia y el papel de la mujer en la sociedad. Aun así, no es el desastre que muchos están diciendo, las actuaciones, sobre todo de Florence Pugh, son excelentes y hacen brillar la película mucho más de lo que le permiten el resto de los elementos de la cinta de Olivia Wilde.
No te preocupes querida llegará a los cines el 23 de septiembre.
